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Capítulo 4
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Templo Principal
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A la mañana siguiente Shion se había levantado con una gran sonrisa estampada en el rostro, cosa que no pasó desapercibida para el castaño quien solo observaba a su gordis mientras se arreglaba la túnica; pues según hoy iba a darles un anuncio. Y por la manera en la que el ariano estaba actuando, él ya estaba teniendo sus sospechas- Shion... ¿tanto te cuesta decirme? –Pregunto mientras rodaba por la enorme cama, el mencionado solo le vio por el espejo y siguió arreglando su blanca túnica y aquel enorme collar- Te lo diré cuando estén todos presentes –El asiático tan solo suspiro y volvió a rodar por toda la cama.
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Mientras tanto en los demás templos había una gran paz y tranquilidad, todos los caballeros dormían tranquilamente y soñando quien sabe que cosas, pero por la sonrisa que tenían era obvio que se trataba de algo bueno. Los únicos quienes se encontraban despiertos, además del santo Pope y el antiguo maestro, era Mu y los otros eran los de Virgo, pero esta vez Shaka era el único que había madrugado como siempre y había ido a visitar al primer guardián zodiacal, que como siempre se encontraba- Muy buenos días Mu... -El mencionado volteo a ver al recién llegado, que como siempre mantenía ocultos aquellos ojos color cielo- Muy buenos días a ti también, Shaka –Ambos se quedaron en aquella posición por varios minutos, desde hacía un tiempo que el peli lila había estado sintiendo algo por su amigo y aun no entendía muy bien el que era o quizás sí pero, temía que una sola mención suya arruinara la amistad que tenían- ¿Pasa algo? -Pero justo antes de que el peli lila se dignara a contestar algo, la voz del Patriarca empezó a resonar por todo el lugar. Siendo este un comunicado vía-cosmos.
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Probando, probando...
1, 2, 3...
1, 2, 3...
¿Me escuchan?
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Pero los dueños de los demás templos seguían en su quinto sueño y ni enterados del comunicado estaban.
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Probando, probando...
1, 2, 3...
1, 2, 3...
¿Me escuchan?
Repito...
ME ESCUCHAN!?
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Volvió a preguntar después de varios intentos fallidos y solo así, todo el mundo logro despertarse no sin antes sufrir un pre-infarto y caer de bruces contra el suelo- /Bien, ahora que creo tener su total atención~ -Más de uno rodo los ojos pero aun así prefirieron no decir nada y esperar a que el peli verde dijera aquello tan importante como para levantarles un sábado por la mañana- /Tienen quince minutos para venir al templo principal, hay un anuncio muy importante que les quiero comunicar y no Manigoldo, no pienso hacerlo vía-cosmos -El mencionado tan solo bufo molesto por la respuesta rápida que el otro había dado, ¡ni tan siquiera le había dado tiempo de articular una mísera palabra!- /En fin, eso es todo y... ¡Mas les vale no llegar tarde! ... Nos vemos~
Me pregunto, ¿Qué querrá mi maestro? –Murmuro el carnerito menor más para sí mismo que para el otro
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Diaz minutos después
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Ya todo el mundo se encontraba a unos cuantos escalones de llegar al Templo Principal, y es que nadie absolutamente nadie quería hacer esperar al Santo Pope. Además la mayoría estaba que se moría del sueño y tan solo deseaban acabar lo más pronto posible con todo aquello, para luego volver a sus templos y dormir en la comodidad de sus camas.
- A que nos has llamado, Shion? –Pregunto sin pudor alguno el mayor de los escorpiones mientras se cruzaba de brazos y miraba fijo al peli verde, si Degel se hubiera encontrado en sus cinco sentidos regañaría al galo por hablarle de esa manera al Patriarca, pero al no haber dormido mucho se encontraba cansado además, Kardia servía muy bien como almohada.
-Y será mejor que hables rápido, que Degel se está quedando dormido... -Tanto Shion como Dohko vieron aquella escena en la que, Degel se mantenía apoyado en el peli azul mayor mientras batallaba por mantenerse despierto-
-Ahem... Bien, como sabrán los mande a llamar para...
- Ve al grano –Exigió el cangrejo mayor quien se encontraba apoyado contra la pared-
-Bien, si es lo que quieres pues... -El de orbes amatistas se cruzó de brazos y fijo la mirada en cada uno de sus camaradas y santos más jóvenes, todos y cada uno de ellos muriéndose de sueño a excepción de Shaka de Virgo y su pequeño Mu de Aries, quienes parecían muy atento a cada palabra suya. Al menos eso lo llenaba de satisfacción. Soltó un sonoro suspiro y se preparó para decir aquello que hacia pocas horas había descubierto, lo bueno era que Dohko se encontraba a la par de e en caso de que algo pasara- Dentro de muy poco tendrán a sus discípulos...
Shion se fijó que el salón se había hundido en silencio. Kardia, Manigoldo, Mascara de Muerte e inclusive los gemelos le vieron con los ojos ligeramente entre cerrados como no creyéndose lo que habían escuchado, mientras que los demás parecían más perdidos en el mundo de los sueños que en las palabras del Pope.
- A ver, a ver... dime si escuche bien... -Exclamo el cangrejo mayor mientras sobaba el puente de su nariz y se despegaba de la pared para dar unos cuantos pasos al frente y mirar fijo al peli verde- ¿Nos estas diciendo que tendremos aprendices? Te refieres a mocos a los cuales debemos cuidar e instruir? –Inesperadamente la risa de Manigoldo se escuchó en todo el recinto, despertando así a todos los presentes a excepción de los Taurinos, quienes seguían en su séptimo sueño-
La estridente risa del italiano iba en aumento y a los pocos minutos termino siendo acompañada por la risa de Death Mask, quien tampoco se creía aquello de tener un mocoso al cual, cuidar e instruir; pero la seriedad en el rostro del Lemuriano, ceso la risa de ambos. ¡Aquello simplemente no podía ser cierto! Ni tan siquiera los mayores del grupo se creían eso, Defteros miraba confundido a su hermano, y Aspros igual. Sísifo mantenía un rostro serio al igual que El Cid, Albafica parecía aun algo ido por el sueño así que no sabía que pensar. A Asmita aquello no le afectaba, al contrario, la idea de tener a un pequeño e instruirle para que alcanzara la iluminación no le parecía tan mala idea.
- Patriarca Shion, ¿es eso verdad? –Pregunto Aioros, el mayor solo asintió- ¿Pero cómo? –Volvió a preguntar y más de uno agradeció mentalmente porque la valentía del sagitariano en dignarse a preguntar aquello. El mayor solo suspiro y cerró los ojos por breves segundos para luego volver abrirlos y ver a los presentes-
-Desde hacía varias noches atrás he estado yendo a Star Hill por órdenes de la señorita Athena. Aunque siéndoles sincero yo no tenía ni la más mínima idea de porque me había dado tal orden pero, justo anoche entendí a la perfección
Ya no había rastro de sueño en ninguno de ellos, inclusive los taurinos despertaron para escuchar con atención a las palabras del peli verde quien extrañamente lucia muy sereno mientras hablaba.
- Dos semanas buscando alguna respuesta en las estrellas y justamente anoche las doce constelaciones brillaron de manera esplendorosa, anunciando la llegaba de aquellos que serán sus aprendices –Nadie podía creer aquello que escuchaban, ¡era totalmente loco! ¿Qué acaso no estaban en época de paz? Entonces, ¿para qué tener aprendices?- Sé que se deben de estar preguntando, el cómo es esto posible –Volvió a hablar el Santo Pope- Pero este ha sido el designio de las estrellas y no podemos ignorar algo como esto
Nuevamente la sala volvió a sumergirse en un profundo silencio, más de uno se encontraba con el rostro serio y pensativo. Para algunos de ellos no sería algo nuevo, pues ya habían estado al cuidado de esos pequeños engendros. Pero aquello iba a ser algo totalmente nuevo para los demás que nunca habían cuidado o instruido a alguien. Y no solo debían entrenarlos, también debían de motivarlos para que siguieran el camino correcto, y dieran sus vidas por Athena en caso de que estallara alguna guerra que amenazara con destruir la paz que se tenían.
-Así que... ¿Ahora habrán mas mocosos rondando por las doce casas, ah? –El Patriarca vio algo contrariado a Kardia de Escorpio, quien sonreía de una manera inusual mientras cruzaba los brazos sobre su pecho-
-Así es, a excepción de ti Mu... -El mencionado solo vio a su maestro con la cabeza ligeramente ladeada- Por lo que vi en las estrellas, Kiki sin duda será un digno portador de la armadura de Aries –Debía admitir que el peli lila sonrío orgulloso por las palabras de su maestro. En todos estos años él se había dedicado por educar y entrenar de la mejor manera al pequeño peli naranja, que aunque fuera un poco revoltoso aun así sus habilidades demostraban cuanto esfuerzo ponía día a día por superarse y ser un orgullo-
-Sus palabras me alegran mucho, Maestro –Sus vecinos, Hasgardo y Aldebarán, le dieron unas cuantas palmaditas a modo de felicitación inclusive Shaka le dedico unas cuantas palabras por el empeño que podía en el pequeño Kiki-
-¿Y quien será el primero en llegar? –Esta vez fue Dohko quien pregunto, el estar callado ya no le servía además estaba muy curioso por el tema, cosa que su gordis no le había podido decir antes-
-Aun no lo sé, esta noche tendré que ir a Star Hill para ver... De ser así quiero que estén pendientes. Pues en cuanto lo sepa, deberán partir para encontrarle y traerle lo antes posible al Santuario –Todos los caballeros irguieron sus cuerpos y asintieron con la cabeza, aquella era sin duda una misión para ellos. Para algunos como los de Cáncer y Escorpio, aquello era lo más emocionante que les había pasado en todo ese tiempo de paz que llevaban; tal vez solo tal vez tener a algún mocoso rondando por el Santuario no sería tan malo- Bien... Eso era todo lo que quería comunicarles, pueden regresar nuevamente a sus Templos
Y dicho y hecho todo el mundo regreso sin chistar, a diferencia de algunos como por ejemplo Kardia quien se dirigió junto con Degel al templo de la ánfora y Camus al ver esto no le toco de otra más que irse con su amigo Milo, al templo de Escorpio, lo bueno de eso era que todos ganaban.
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Ese día nadie hico prácticamente nada, todo el mundo se encontraba pensativo por las buenas nuevas que el Santo Mayor les había dado. ¿Y quién no se sorprendería con tal cosa? Si desde el tiempo que llevaban vivos, ni tan siquiera habían tenido que ayudar a los reclutas que ya tenían; y ahora vienen a anunciarles que tendrían a pequeños mocosos de quien sabe que edades rondando por las doce casas! Pero bueno, para algunos aquella noticia parecía no afectarlos, al contrario anta parecía emocionarles tener a esos engendros por ahí.
- Oye Degel, ¿Qué te parece la idea esa de tener a un pequeño roedor como aprendiz? –El galo solo alzo una de sus cejas sin entender muy bien, a que se refería el otro con "roedor"-
-Si con eso te refieres que, que es lo que creo con tener a un alumno pues... No me molesta... -El peli azul volteo a verle con una cara difícil de descifrar, no es que el odiara la idea de tener a un pequeño escorpioncito es más, hasta le enseñaría todas y cada una de sus mejores técnicas para que fuera llenara de prestigio la casa de Escorpio pero a la vez le hacía sentir algo... ¿extraño?- ¿Kardia? –El galeno solo soltó un suspiro y se fue a abrazar al peli verde, quien seguía sin entender que era lo que pasaba por aquella cabeza de chorlito que tenía-
-¿Qué tal si lo arruino? –Murmuro contra el cuello y hombro del galo, Degel tan solo suspiro y negó con la cabeza. Solo en momentos privados como esos era que ambos dejaban el orgullo y altanería aun lado y se mostraban tal cual eran-
- Pueda que seas un impulsivo, altanero, orgulloso, cabezón, gruñón entre otras cosas más... -El más alto estaba a punto de soltar al otro pero al sentir los brazos del peli verde rodeándole la cintura, se detuvo- Pero también eres un gran caballero, has logrado grandes cosas y sé que lo harás bien... -Kardia sintió como las manos frías de su amante, ahora se paseaban por su espalda y como aquellas palabras le habían hecho sentir mejor además de que habían engrandecido su ego; puesto que el que Degel lo dijera le hacía sentir más que bien-
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Muchos otros de los dorados se sentían de la misma forma que Kardia lo hacía, ¡aquello seguía siendo algo nuevo y difícil de creer! La vida de un pequeño estaría en sus manos y ellos serían los responsables de que este se convirtiera en la nueva esperanza para las nuevas generaciones por venir.
Esa misma noche Shion volvió a partir hacia Star Hill para consultar las estrellas, justo como los demás días todo seguía en calma. Las estrellas no presentaban nada fuera de lo normal, pero justo a eso de las once de las noche una de las constelaciones empezó a emitir un fuerte brillo. Los ojos amatistas del peli verde se llenaron de asombro al ver aquel brillo tan fuerte en la constelación de...