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Una Nueva Oportunidad por Arizt Knith

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Notas del capitulo:

Aclaraciones: En este no me quise entretener mucho detallando como serán todos los templos porque no me gustaría llenarlo solo con descripciones pero, mi idea es que sea una mezcla entre los de la serie y de la película Legend of Sanctuary, porque sí, me gustó mucho esa película y al ver un poco de los templos pues me gusto que estos tuvieran un poco de ambos. Una mezcla en armonía de lo antiguo con lo nuevo pero sin arruinarlo

 

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Capítulo 1

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Día XX, Mes XX, Año 20XX

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Santuario de Athena, Grecia

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Siendo Aries el primer templo zodiacal y aun entre aquellas rocas había varias plantaciones que traían más sombra y aire fresco, siendo aquello un total agrado para el Lemuriano y del pequeño Kiki que se la pasaba correteando por todos lados. El templo de Aries parecía más lleno de vida. El interior era grande e iluminado, con varias habitaciones para todos los usos. Desde la habitación principal para él, como la de su discípulo con un baño compartido para cada uno, una cocina equipada con todo, un amplio comedor, un pequeño almacén donde se guardaba la demás comida; una habitación amplia y con todo lo necesario para reparar las armaduras entre otras cosas. Una enorme sala decorada con una alfombra blanca, muebles, una chimenea ( Damn! Dx ) e inclusive un televisor y estero, con todo y de todo. Y aunque Mu era alguien que prefería las cosas simples, aun así la joven diosa había decidió llenarlo de varios presentes, siempre y cuando fueran del agrado del Lemuriano.

Pero bueno así termino siendo en todos los templos que ahora se veían rodeados con algo de vegetación, todos y cada uno bien cuidados y reparados. Llenos de comodidades para los caballeros y sus antecesores, con los cuales ahora debían convivir y por ende se habían mandado a construir dos habitaciones principales en cada templo, y uno extra para los pupilos por venir. Era una combinación extraña entre lo antiguo y moderno, pero funcionaba además de que ahora si podían "vivir" como cualquier otra persona normal pero sin dejar sus deberes además, los santos anteriores aun debían aprender sobre la época en la que se encontraban y los caballeros de bronce al ser los más jóvenes, se ofrecieron a ayudarles a explicarles sobre los avances y como se encontraba todo en la actualidad.

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Por otro lado o mejor dicho en el Templo Principal, el Patriarca Shion se encontraba muy atareado con todos los reportes que debía de escribir, lo bueno de ello era que su compañero, amigo y… pareja, porque si, ellos habían mantenido una relación desde muchísimo tiempo atrás. ¡Y cómo evitar que eso pasara! Si ambos habían sido muy buenos amigos además, los sentimientos crecen y se hacen más fuertes.

— Gracias por la ayuda Dohko… —La mirada rosa del peli verde se dirigió a las esmeraldas del chino, quien había dejado de ordenar unos libres por orden alfabético sobre unos estantes para ver a su borrego mayor.

— Sabes que nunca te dejaría solo con tanto trabajo… —La mirada fija del asiático sobre el Lemuriano termino calándole muy fuerte, Shion pudo sentir como algo cálido se instalaba en sus blancas mejillas las cuales se fueron tiñendo de un suave carmín, mientras su corazón latía un poco más a prisa— Emm …Shion… —La voz del castaño había sonado un poco más grave, termino dejando los libros a un lado al ver que su amado borreguito había cortado el contacto visual para ver hacia otro lado y por ende decidió caminar hasta donde él y estrecharlo entre sus brazos.

— ¡Dohko! —Chillo avergonzado y temiendo que alguien les viese en esa situación pero al otro poco pareció importarle, sus brazos solo rodearon con más firmeza la cintura del peli verde.

— Tranquilo… nadie nos vera –Una pequeña sonrisa se formó en los labios de este, para después robarle un tierno beso a su amado carnerito que seguía con las mejillas sonrojadas.

— S… Sera mejor que continuemos con esto… —Murmuro un poco sonrojado, siempre era lo mismo entre ellos dos pero pequeños gestos como esos eran los que enamoraban al oji rosa.

— Como usted diga, su Ilustrísima… —Respondido el castaño separándose del otro, no sin antes inclinarse un poco y tomar la mano derecha de Shion para depositar un casto beso sobre el dorso de la mano del Lemuriano.

Mentiría si no dijera que un par de ojos aguamarina no habían estado observando con gran felicidad aquel momento. A la pobre de Saori por poco y le da algo al ver aquella escena tan tierna, se felicitó así misma por haber escondido su cosmos. Era por cosas como esas que se alegraba de que sus caballeros tuvieran una nueva oportunidad de vivir en paz.

— "Se lo merecen…" —Pensó para ella misma y darse la vuelta, aun habían muchas cosas por hacer. Al menos los templos estaban reconstruidos, al igual que el coliseo y había otros lugares ya en mejores condiciones tales como el campo de los soldados, y por sobre todo el campo de las amazonas, siendo este el más retirado pero no por eso el menos cuidado.

El campo de las amazonas era un lugar mucho más grande y lleno de gran vegetación, varios árboles que daban sombra, una suave y verde alfombra de pasto, flores por doquier pero también un campo especializado para que ellas entrenaran. Así como también un enorme oasis lleno de vida natural, donde podían estar ellas tranquilas y sin necesidad de cubrir sus rostros por temor a ser vistas y como olvidar aquellos cinco enormes templos (por así decirlo) lleno de todas las comodidades para todas las amazonas y las nuevas aprendices.

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Era extraña la convivencia entre todos ellos, pero funcionaba. Mu se encontraba feliz de tener de nuevo a su maestro Shion. Aldebarán y Hasgardo se habían llevado muy bien desde el primer día en que se presentaron. Una que fue un tanto extraña fue la de los de Géminis, pero cabe decir que Kanon se terminó llevando muy bien con Defteros, al igual que Saga con Aspros. Pero los pecados que habían cometido los gemelos mayores aún seguían presentes en sus consciencias, y por eso mismo buscaban la manera de conseguir el perdón de los otros y tratar de vivir en paz y recuperar un poco del tiempo que habían perdido. Otra buena amista que se había formado era entre los guardianes de la cuarta casa, eso y que Mascara de Muerte había dejado a un lado eso de coleccionar los rostros de sus enemigos caídos; todo gracias a los regaños de su antecesor, Manigoldo de Cáncer y el enorme televisor plasma que recibió como regalo para su habitación al igual que para Manigoldo entre otras cosas que el muy descarado de DM pidió, pero bueno, era mejor eso a que el templo se llenara de aquel olor putrefacto de los rostros.

El quinto templo volvía a llenarse por las carcajadas y voz de Regulus, quien corría por todos lados al ver las cosas tan geniales y modernas que su diosa le había regalado, mientras que Aioria trataba de calmarlo con ayuda de Sísifo. Al final, Regulus dejo de corretear al ver a su tío ahí presente y bueno… No quería ser regañado o castigado, no cuando se encontraba en esta nueva época llena de cosas tan extrañas y geniales.

— No entiendo porque te quejas, si tú siempre fuiste así… —Exclamo Aioros quien no pudo evitar soltar una risa al ver la expresión de su hermanito.

— ¡Eso no es verdad! —Chillo indignado el pobre leonino mientras se cruzaba de brazos y hacia un mohín, causando que su hermano y el joven Regulus soltaran una carcajada mientras que Sísifo solo les miraba y se reía de forma disimulada.

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En el templo de la Virgen un suave olor a incienso se apoderaba del lugar, ambos caballeros de Virgo se encontraban meditando en la enorme paz del templo. Al igual que Mu, ellos dos no necesitaban de grandes comodidades y lujos pero si agradecieron el gesto de Athena al llenar el templo con algunas cosas de su tierra natal. Desde algunas alfombras con bellos estampados, hasta el mejor incienso y mirra, entre otras cosas que ellos mantenían en sus habitaciones. Otra cosa buena que había hecho Zeus fue que, Asmita había recuperado su vista pero aun así prefería mantener sus ojos cerrados al igual que Shaka y solo en raras ocasiones los abrían.

— Es un hermoso día, ¿no cree Asmita-sama? –Pregunto el menor de los de Virgo, quien esa mañana se encontraba usando habitual vestidura que usaba para meditar al igual que el mayor.

— Es verdad… El cielo está despejado anunciando que hoy será un hermoso día, mientras es acompañado con el trinar de las aves y el aroma de las flores…

En el templo de Libra todo era paz y quietud pues Dohko aún se encontraba ayudando a su borreguito amado pero, su templo estaba limpio y ordenado con todas las comodidades que le recordaban su tierra natal además de que había recibido una bella escultura en jade de un majestuoso dragón. Aunque también debía de agradecer el tener aquella dotación de té, oh si, él amaba el té y la joven Saori se había encargado de hacerle aquel regalo además de una habitación para que pudiera practicar con las armas de su armadura.

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—Man… ¡MANZANAS! –Se escuchó un fuerte chillido por todo el templo de Escorpio, Kardia se encontraba tan feliz de la vida al ver aquel tazón lleno de jugosas manzanas rojas ¡Eran enormes! ¡Y jugosas! ¡Por Athena que estaba feliz!.

— Kardia-sama… cálmese por favor…—El peli azul mayor solo volteo a ver con una ceja alzada, al que era su discípulo y le lanzo una manzana que con suerte Milo logro atrapar.

— Cállate y comete una manzana, ¿o acaso no te gustan? –Entrecerró sus ojos a medida que le daba una enorme mordida a aquel delicioso fruto rojo y se degustaba con el dulce sabor. Milo solo suspiro cansado e imito la acción de su maestro, para luego indicarle con un movimiento de mano que le siguiera, así mismo Kardia lo hizo no sin antes llevar consigo aquel tazón repleto de manzanas. Ambos escorpiones se dirigieron a la amplia sala donde Milo encendió el televisor plasma, el mayor se seguía impresionando al ver aquellos aparatos del demonio emitir imágenes y sonidos pero, debía de admitir que al menos entretenían.

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En Capricornio las cosas estaban más que calmadas, Shura se había encargado de explicarle varias cosas a su maestro El Cid, además de que se sentía feliz y de poder hablar en persona con aquel hombre que le había llenado de tanta inspiración y esperanzas de llegar a ser como él.

— Tan solo sigue adelante y "Recuerda que tienes a tus compañeros, aquellos que han caminado el sendero de la justicia contigo." Además… —Una sutil sonrisa se formó en los labios del Capricorniano mientras ayudaba a su discípulo a ordenar aquella habitación la cual sería de él, puesto que Shura se había ofrecido a ayudarle a acomodarse además de explicarle algunas cosas. El español menor dejo de limpiar y volteo a ver a su maestro quien sonreirá como pocas veces hacia-"Afila tu alma como una espada, recorre el camino sin perder la mirada. Así es la vida de una causa justa."–Como siempre, palabras como esas eran las que le motivaban a expiar aquella culpa que sentía por lo que le hizo a Aioros, aquel hombre de buen corazón al cual amaba y tuvo que lastimar. Pero ahora que todos habían vuelto a la vida él podía ser feliz junto al arquero y por lo que había notado su maestro El Cid, parecía tener una relación amorosa con Sísifo de Sagitario; tal parecía que ambos signos estaban hechos el uno para el otro.

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Seria mentira si no dijera que Degel se encontraba entre emocionado y curioso por saber más de aquella época en la que se encontraba, por eso mismo Camus y el joven caballero de Cisne se encontraban respondiendo todas y cada una de las respuestas que el galo mayor hacía, mientras hacia uno que otro apunte en una libreta que Camus le había dado. Puesto que alguien como él, siempre quería mantenerse informado, saber más y salir de la ignorancia y agradecía que su discípulo y el discípulo de su discípulo fuera así. Acuario, el templo de Acuario, aquel que emitía aquellas suaves ventiscas de aire helado ahora emitía varios pasos apresurados. Desde hacía unos minutos Degel había ansiado ver aquella habitación que era especial para él y se sorprendió al encontrarla tan limpia y ordenada como antes. Encontrando todos y cada uno de sus libros en perfecto estado a pesar de los años, una pequeña sonrisa se formó en sus labios y de estos salieron palabras de agradecimiento para Camus.

— Gracias por haber cuidado de este tesoro… —Sus ojos se pasearon por todas las estanterías llenas de libros.

— Jamás me perdonaría que un tesoro como este se viera perdido –Respondió con seriedad, Degel no pudo evitar soltar una suave risa al escuchar la voz de aquel joven, recordándole a él.

— Veo que aquí hay otros libros… —Una de sus manos se aventuró a tomar el más cercano era el de "Cien años de soledad Gabriel García Márquez"—

— Si me permite, con el paso de los años han aparecido nuevos escritores que nos han enriquecido con sus escritos y yo me he encargado de ir agrandando esta colección de escritos. Además, estoy seguro de que habrá más de un escritor que será de su agrado —El mayo sonrió en forma de agradecimiento mientras se aventuraba a ver aquellos libros y conocer más sobre esos escritores.

El templo de Acuario no había cambiado tanto, a excepción de que ahora había dos habitaciones principales. Además de que la biblioteca era más grande, eso y tener una cocina, comedor y sala equipado con todo y ni hablar de aquella habitación especial y secreta que Degel usaba para esconder muy bien sus vinos. Y como dicen, entre más añejo este el vino más bueno será este.

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— ¡Wahh~! ¡Pero que emoción! —Exclamaba Afrodita de Piscis mientras se lanzaba a la cama, Albafica tan solo lo observaba desde una distancia prudente. Aun le parecía increíble todo aquello y sobre todo que, ya podía tener contacto con los demás— Albafica-sama… Ya no tiene de que preocuparse… -El mencionado tan solo se sorprendió un poco por las palabras del más joven, quien le miraba sentado desde el filo de la cama- Por lo que se, su vida no fue nada fácil y sé que este cambio tan radical le es difícil de entender pero… Ahora que los dioses nos han brindado esta oportunidad y que usted está libre de esa maldición, tiene la oportunidad de disfrutar y convivir con los demás…

No supo porque o tal vez si pero, aquellas simples palabras terminaron por llenarle con extraña calidez en su ser. Era extraño y difícil de creer, que ahora después de tantos años de vivir en la soledad e aislamiento. El dulce aroma que emitían las rosas del templo terminaron por calmarle, además de sentir los brazos de Afrodita rodear su cuerpo en un abrazo, por un momento pensó en alejarse pero la seguridad del otro le recordó que ya no había necesidad de aquello. El templo de Piscis siempre se había caracterizado por tener caballeros con gran belleza, y ellos no eran la excepción. Saori sabía que Dita era alguien que adoraba las cosas hermosas, mientras que Albafica era todo lo contrario así que aquello había sido una tarea difícil en cuanto a reparar el templo y añadir nuevas cosas. Lo único que no había cambiado era aquel campo de rosa que el templo mantenía apartado.

 

Continuara…

 
Notas finales:

Bueno este ha sido el primer capitulo y espero que les haya gustado, al rato subire otro~ 


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