Como el tiempo pasa cuando tienes a quien amar
¿Cuánto tiempo ha pasado ya de aquello?
Cuando crees tener todo el tiempo del mundo para incluso dejarlo ir. Nunca caen en cuenta que este se va y no regresa. Pues en mi caso tuve mucha suerte y todo fue gracias a él. La razón, fue Harry Styles. Si tan solo su nombre suena tan lindo aun no has visto nada. Es el príncipe que nunca soñé, pues es mucho mejor que todo aquello, es mi realidad, con sus hermosos rizos color chocolate muy diferente de mí que sin rizos mi cabello es de un tono castaño más claro, sus hermosos ojos verdes los cuales dependiendo del motivo brillan hermosamente –aun lo hacen–, al igual que los míos al verle y dicho con sus propias palabras "son como el cielo", es tan alto que no creerías que este con alguien mucho más bajo que el pero así es, él es mi fortuna, de piel albina tan bonita y tan diferente a la mía que es más bronceada y según el del tono perfecto –y si lo admito, encajamos perfectamente–, y lo que definitivamente hace de Harry el, es su hermosa sonrisa con unos preciosos hoyuelos que tuve la suerte de ver y amar.
Todo gracias a ti mi Harry...
Yo aún era muy joven, no creía en el amor
"Estoy bien así" pensaba
Cuando era un adolescente de 12 años nunca creí que a tan corta edad llegaría a amar a alguien de aquella manera, tan difícil de describir en ese tiempo pero ahora se claramente cuanto amo a este hombre, incluso creí amarlo más que a mi familia e incluso a mi perrito Quien, yo no quería a nadie más que a Quien, pero llegaron él y sus hoyuelos y ya no supe quién era Quien. La primera vez que Quien le conoció supo que le había cambiado, por esa razón no podía ni ver a Harry y eso que el ama a los animales. Rio de solo pensar en el puchero que hizo cuando le bromee por el nombre de mi mascota.
— Oh, qué bonito –chillo como niño al verle. Desgraciadamente el cariño no era mutuo, Quien que se encontraba en mis brazos quería comérselo. Lo gracioso de esto es que dudaba que un chihuahua pudiera comerse a alguien como Harry–. ¿Cómo se llama?
— Quien.
— Tu perrito –repitió confundido, yo internamente me carcajeaba.
— Quien.
— Louis –realmente Harry me mataría. Su carita de contrariedad y el puchero que hacia me mataba de ternura, y lo sigue haciendo–, creo que estoy siendo claro. El perrito que tienes en los brazos y que claramente me odia. ¿Ahora sí?
— Por eso, Quien.
— ¡LOU! –grito para luego mirarme sorprendido–. Ah...creo que ya entendí. Que original y malo eres Louis –reprocho ahora si haciéndome reír.
— Te ves tan lindo así –logre soltarle en risas contagiándole a él.
Verle reír francamente es una obra de arte por esa razón sé que no me culparían por quedarme viéndolo embobado.
— ¿Me lo presentas cariño? –a veces pensaba que mi madre y la de Harry eran ninjas. ¡Aparecían de la nada! ¡Y no es broma, es enserio!
— Si mamá –salí inmediatamente del trance en que me mantenía la hermosa sonrisa de Harry para tragar pesado y ver a mi madre acusadoramente–. Él es Harry, Harry Styles –apure diciéndole. Me había visto, que vergüenza.
— Mucho gusto Harry, Lou nos habla mucho de ti. Oh, no debí decir eso –que mala es mi madre, supe que no fue un error al verla guiñarme el ojo. Y lo peor de todo fue que esa sería la primera de muchas veces que volvería a hacerlo.
— Mamá...
— ¡Lou tiene novio! –el grito de mis hermanas casi me provoca un infarto. ¿Dios que te he hecho? ¡De todas las familias tenías que darme una con complejo de ninja! Tan afortunado, ya lo dije.
— No es mi novio –negué nervioso, apenas y salíamos. Como amigos obviamente. No sé si los amigos-amigos se mimen. Con Niall no lo hacía pero bueno, Harry es mi amigo y punto. Cuan inocente era, me doy ternura de mí mismo.
— Si no lo quieres me lo que yo, es guapo –no sabía dónde había quedado mi tierna y adorable hermanita Felicite.
— Ya crees Fizzy, yo lo vi primero –a no, eso no. Podían ser hermanas mías y todo pero Harry es mi..., mi amigo y debía protegerlo.
— ¡Harry es mío! A-además ustedes son solo unas niñas.
— Hijo, no eres nada sutil –rió viéndome con ternura y yo quería morir más por tener todas las miradas fijas en mí. Y Harry, no lo mejoraba. Verle azorado solo provoco que yo me colorara más.
— ¿Edes el pincipe de Doo? –las bebes en brazos de mis hermanas agitaban sus bracitos divertidas, Daisy fue la que hizo semejante cuestionamiento que me mato de ternura y vergüenza.
— ¡Pincidpe! –y no podía faltar Phoebe.
— ¿Lo edes? –ahora ambas gemelas puestas de acuerdo nos provocaron más bochorno. Las carcajadas de mis hermanas solo lo empeoro.
Estaba seguro que Harry definitivamente me mataría. Clavando su mirada en mí dio el último tiro contra mí. Y no me molesto. Al contrario me enamoro más.
— Sí, soy su príncipe.