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Una decisión ¿Law o Kid? por Einsamkeit1412

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Notas del capitulo:

asdfghjkl

quizas me amen por lo que se viene ahora 7w7r

o quizas me odien 

da lo mismo :v

**-

 

-Ace ya deja de llorar…- susurro Marco mirando al nombrado sollozar mientras miraba por la ventana del tren que iba de camino a las afuera de Sabaody por la salida de la zona este

-P-Pero… ¡He dejado a mi hermanito solo con dos posibles violadores, asesinos, drogadictos, y quien sabe que cosas más!- grito despegado la mirada de la ventana para mirar al rubio ligeramente molesto

-Ya déjalo crecer- susurro suspirando pasando su brazo por el cuello del pecoso atrayéndolo a su cuerpo con una leve sonrisa- ¿No deberías estar más preocupado por ti mismo?

-¿E-E-E-E-Eh…?- soltó completamente sonrojado y nervioso Ace al sentir el brazo del otro haciendo contacto con su cuerpo

-Nada, ya duerme un poco antes de llegar…- susurro sintiendo unos suaves ronquidos cuando termino de hablar a lo que solo atino a sonreír leve

Marco desvió a la izquierda al sentir una mirada sobre él y el pelinegro, Sabo sonreía mientras sacaba una foto con su móvil, Marco le miro curioso por su acción levantando una ceja a lo que el hermano del pecoso sonrió con lo que parecía ser diversión

-Ace es tan lindo cuando duerme~ -dijo volviendo a su lugar riendo por lo bajo al notar como el piña fruncía el ceño molesto por sus palabras, estaba obviamente celoso por lo dicho

Sabo dirigió su mirada a las afueras del tren, en unos minutos debía bajarse y emprender el camino hasta la base de Dragon, sería el primer fin de semana que pasaría sin sus dos queridos hermanos pelinegros pero al menos estaría acompañado de Koala y el gyojin que conoció hace poco. Pero a pesar de todo a su mente no paraban de llegar los recuerdos de hace unos años antes, cuando él y sus hermanos tenían años menos encima y de lo difícil que había sido crecer con alguien tan violablemente pasivo como lo era Luffy aunque claro, no es como si Ace y el mismo se hubieran resistido por mucho tiempo ¿Verdad?

“Si alguien se enterara de eso… al demonio con mi reputación de chico bueno…” pensó sonriendo y suspirando mientras acariciaba por última vez el cabello oscuro de su pecoso hermano y en un minuto de atrevimiento beso la frente de Ace y este solo pudo sonreír leve mientras susurraba entre sueños el nombre de Luffy.

Marco se despidió de él con molestia en su voz, Sabo inconscientemente solo saco la lengua riendo mientras bajaba del tren y cuando enfoco mejor su mirada noto a alguien acercándose a su posición, al notar quien era esa persona soltó una risa divertida e internamente estaba rezándole a lo que fuera para que estuviera de buenas.

-¡Koala, que bueno verte otra vez!- grito cuando la nombrada estuvo frente a él

-Nos vimos hace unos días, Sabo-kun…- susurro sonriendo- Ya, ¿Nos vamos?

-Sí, antes de que me dé por devolverme a buscar a Lu- dijo con tono de broma riendo

Sin importar cual fuera la situación en la que se encontrara Sabo este fin de semana, nada pero nada lograba sacarle de la cabeza los recuerdos de su casi infancia y de lo que le había hecho a ambos pelinegros, y sobre todo, lo que tuvo que pasar con su mayor…

“Ese idiota de Ace… sabía exactamente que tenía que hacer…” pensó el sábado a la noche recostándose en su cama mirando al techo que estaba lleno de pegatinas luminosas de estrellas

Lo recordaba todo, absolutamente todo, el día o noche en que paso, el cómo y al cuándo, no había cosa que se le hubiera escapado y deseo en múltiples ocasiones que Ace no se hubiera dado cuenta de que lo que sentía por Marco era amor, y amor del de verdad y no del amor de hermanos le cual se habían atrevido a llevar mucho más allá de lo permitido por la corrompida sociedad, deseo por ratos que su hermano mayor hubiera seguido haciendo esas cosas con él y Luffy pero sabía que ya nada volvería a ser igual que antes, su hermano mayor había crecido y ya tenía seguro de que estaba enamorado de alguien al cual aún no notaba que los sentimientos eran jodidamente correspondidos, Luffy tenía libre a elegir con quien y según un presentimiento que al igual que los recuerdos no dejaba de molestarle desde que salió de la capital era que su hermano menor elegiría estar o con Law o con Kid y ¿Qué hay de él?  No sabía, quizás tampoco quería estar con alguien más…

El domingo cerca de las 7 de la tarde luego de haber entrenado un poco y de darse una ducha iba caminando por el pasillo de la gran mansión que era casi el doble que la de Roger se encontró con algo que sin dudas le pareció divertido, en el salón de conferencias se encontraba su compañera Koala hablando con el “rey Okama” Ivankov

-Sabes que de todas formas es peligroso…- decía el pelimorado con notable preocupación en su hablar

-L-L-Lo sé… pero… p-pero… ¡Hare cualquier cosa, así que…! –exclamaba entre sollozos la ojiazul

-Koala…-susurro- ¿Estas segur-

-¡L-Lo estoy! Así que… hágalo…

-¿De verdad?

-¡Hare cualquier cosa con tal de que Sabo-kun se interese en mí…!

El nombrado se quedó estático detrás de la puerta, ya no sabía que hacer… había escuchado aquella declaración de parte de su compañera y amiga y lo que veía ahora le dejaban simplemente sin palabras, así que trato de irse sin hacer ruido. Al llegar a su habitación se lanzó a la cama sin pensarlo dos veces, es que simplemente no lograba comprenderlo… ¿Desde cuándo…? ¿Por qué? ¿Cómo mierda no se había enterado antes? ¿Alguien más lo sabía? ¿Dragon-san lo sabía? ¿O era un secreto entre Ivankov y “ella”?

“Mierda… de un segundo a otro… mi vida se complicó una vez más…” pensó suspirando recibiendo un extraño mensaje de parte de un número desconocido

 

**-**

 

Por otro lado, cuando Ace despertó ya se encontraba a las afueras de la ciudad dentro de un auto, alarmado se levantó de golpe chocando su cabeza con el asiento del conductor que para su sorpresa era nadie más ni nadie menos que Thatch el cual sonreía de manera sospechosa según él, de copiloto iba el enano de Haruta

“¿O era una chica?” pensó el pecoso para luego rápidamente mirar a la derecha y encontrarse de lleno con la cara de Marco y la de Vista que le miraban totalmente divertidos

-Al fin despiertas- dijo Thatch riendo leve sacando de momento el ambiente tenso sin quitar su mirada del camino

-¿C-Como… llegue aquí…?- pregunto aún un poco adormilado

-Tuve que traerte luego de que te quedaras dormido, por cierto, deberías empezar a comer menos-dijo Marco revolviéndole el cabello

-¡C-C-Cállate!- grito Ace sonrojado levantando su puño- ¡No es como si fuera tan fácil!

-Solo tienes que decir que no cuando te den comida- dijo Vista

-¡Argh! Primero Sabo, luego dejo a Lu con dos posibles bandidos y ahora me quieren quitar mi preciosa comida- susurro con cierta tristeza mientras bajaba la mirada por el solo hecho de recordar a su pequeño hermanito acompañado por Law y Kid de los cuales dudaba que pudieran cuidar a Luffy pero ya no tenía otra opción…

En un determinado momento, el pecoso termino por quedarse dormido apoyado en el hombro del rubio con cabello de piña, los otros tres miraban la escena riendo levemente molestando cada vez más a Marco el cual con solo escuchar las risas de sus “hermanos” se sonroja levemente aunque nada de sus confusos sentimientos impidió que quisiera y lograra rodear la cintura del pelinegro apegándolo más y más a su cuerpo…

Cuando al fin llegaron Thatch noto que Ace aún no despertaba y por lo sabido no lo haría hasta dentro de un muy buen rato así que mientras despertaba y llegaba Shirohige de quien sabe dónde, Marco decidió llevárselo a su habitación. Unos minutos más tarde, cuando al fin Ace estaba despertando escucho unas risas a lo lejos y se sintió extrañamente cómodo y la sensación de calidez comenzó a recorrer su cuerpo de pies a cabeza así que decidió al menos ponerse de lado para mirar algo más que no fuera el blanco techo del cuarto…

-¿Dónde…?- susurro algo alarmado cuando no consiguió reconocer la habitación e inevitablemente dio un salto del susto cuando la puerta fue abierta

-¿Ya despertaste?- pregunto Marco divertido con el rostro confundido del pecoso

-¿M-M-M-Marco? ¿D-D-Dónde estoy?- pregunto levantándose rápidamente del suelo quedando de pie al lado del rubio

-En mi cuarto- dijo simplemente cerrando la puerta tomando el brazo del otro con cuidado

-¿¡T-T-Tu cuarto!?- grito y cuando recibió una afirmativa de parte de Marco un color rojo intenso comenzó a subirle lentamente a la cara

Estuvo dormido sobre la cama de su platónico, recostado entre las mismas sabanas que cubrían su cuerpo en las noches, recostando su cabeza en la misma blanca almohada y ahora se encontraba de pie con la capacidad de poder observar todo la habitación del cabeza de piña… ¡Estaba en el puto cielo!

-¿Tienes hambre? – pregunto el rubio sonriendo por lo que a su parecer era bastante tierno

- S-S-Si…- susurro bajando la cabeza

-Vamos entonces

Bajaron hasta la cocina donde ya se encontraban el resto de personas reunidas celebrando un banquete en honor a Ace, por mucho que él se había negado a aquello pues según él era algo innecesario por el ser el hijo de Roger, Shirohige termino haciéndolo de todas maneras, un nuevo “hijo” era algo que debía celebrarse y más aún si se trataba del pecoso porque desde inicios de año que estaban esperando que Ace se uniera a ellos y hoy al fin estaba sucediendo…

Luego de la comida y las conversaciones variadas barba blanca mando a callar a todos de manera amable para decir las palabras que ya todos querían escuchar y que al pelinegro pecoso lo hicieron sonrojar casi tanto como cuando se enteró que durmió en la cama de la piña…

-Hoy, le damos la bienvenida a un nuevo miembro de nuestra familia, porque más que banda o grupo somos eso, una gran familia… Portgas D. Ace, sin importar de quien seas hijo, hoy te recibimos aquí como mi nuevo hijo. Eres alguien que sin dudas no nos va a decepcionar y que sabemos con tus acciones sabrás hacer lo correcto y protegerás a tus demás hermanos y hermanas ¿Lo aceptas, verdad?- pregunto sonriendo Edward alzando una copa llena con su bebida “sanadora”

-¡Claro que sí! ¡Si debo hacerlo, daré mi vida por esto!- grito con todas sus fuerzas Ace alzando igualmente su copa

-¡BIENVENIDO, ACE!- gritaron el resto de personas alzando las copas y reanudando la fiesta

Marco en su mente se sentía totalmente incomodo al lado del pecoso, haberlo oído decir que sería capaz de dar su vida por esto le había sorprendido en cierta forma, no quería que Ace se fuera sin siquiera poder hacer algo por detenerle… pero estaba seguro de que antes de que el pecoso diera su vida la daría él antes. Aunque pudiera sonar a otra cosa Marco solo lo haría porque definitivamente no quería perderlo, no se imaginaba una vida sin el infantil pelinegro cerca molestándole con su cabello en forma de piña…

Cuando la fiesta termino y las empleadas del lugar comenzaron a limpiar todo y dejarlo listo para el desayuno del día de mañana Marco invito “nuevamente” a Ace a su habitación porque la de él aún no estaba del todo lista. Sonrojado como tomate termino aceptando y se fueron juntos subiendo las escaleras mientras Thatch e Izo les miraban sonriendo

-Y pensar que la piña se enamoraría de alguien como Ace…- susurro Izo mirando como ambos comenzaban a hablar mientras subían

-Fue inevitable… ¡Se van tan lindos juntos!- grito Haruta apareciendo de repente detrás de ambos dándoles un pequeño susto que a duras penas lograron disimular

-Me pregunto si hoy debemos dormir cubriendo nuestros oídos…- pregunto medio serio y medio en broma Thatch

 

***-

 

-Marco…- susurro Ace a las dos o tres de la mañana- ¿Estas despierto…?

-¿No puedes dormir?- pregunto el rubio sonriendo levemente y ocultando su sonrojo aprovechando la poca oscuridad de la habitación para darse vuelta y mirar el rostro del pecoso notando que estaba sonrojado levemente y completamente nervioso

-N-N-No…-susurro

-¿Por qué será…?- pregunto Marco atreviéndose a pasar su brazo por la cintura del pecoso notando que este estaba temblando- ¿Tienes frio?

-N-N-No…

-Ace…

-¿S-S-S-Si…?- pregunto levantando lentamente su mirada chocando con la del otro

Su cuerpo temblaba de la pura emoción, estaba chocando con todo con la dura realidad pero no le molestaba… ahora… por fin luego de quien sabe cuántos meses, días y horas estaba besándose con Marco, su cuerpo y mente le habían dejado allí derritiéndose por completo entre los brazos del rubio. Para Marco sus labios eran tan adictivos que volvía a unirlos una y otra vez tomando todo el aire que pudiera para no separarse y tener que darle una explicación al sonrojado pelinegro, se movía con cuidado pero dejando en claro que no iba a dejarle escapar, amaba al pecoso ¿Por qué no tomar esta oportunidad para poder decirle de alguna manera lo que sentía desde el fondo de su corazón? Era bueno con las palabras, pero cuando él estaba cerca lograba olvidarse de todo así que era besarle o tratar de decirle “te amo” de una manera que no era propia de él, aparte de que sonaría bastante estúpido.

Pero el aire que Marco tomaba no era lo mismo que podía tomar Ace, así que realmente sin quererlo se apartó y puso sus manos en los labios del otro mientras bajaba la cabeza sonrojado hasta las orejas, el rubio pensó que ya era el fin que ahí iba a acabar todo pero el pecoso le sorprendió nuevamente levantando su cabeza con sus ojos llorosos y con una leve pero hermosa sonrisa que pudo distinguir

-¿Qué significa esto… idiota…?- pregunto suavemente el pecoso con el corazón a mil

-¿Qué crees tú que podría significar?- devolvió la pregunta quitando suavemente las manos del pelinegro con sus manos dejándolas apegadas en su pecho mientras se acercaba a su cuerpo dejándolo de espaldas a la pared

-No lo sé… ¿Por qué no me lo explicas tú, piña? Sabes que hay cosas que no logro entender…- susurro cerca de los labios del rubio lamiéndolos

-Ace…-susurro acercando su boca al cuello del otro besando su mejilla suavemente

-Marco…- dijo pasando sus brazos por el cuello del nombrado sintiendo su corazón latir con un poco de fuerza, casi podría jurar que lo escuchaba retumbar en su cabeza

-Te amo…

Mordió con algo de fuerza el cuello del pelinegro sacándole un pequeño pero placentero gritillo de placer, Ace trataba de quedarse quieto pero la corriente de placer que recorrió su cuerpo al sentir los dientes del otro haciendo fuerza en su cuello no se lo permitía, estaba absorto en las sensaciones que seguían recorriendo su cuerpo y más aún cuando las manos frías de Marco se atrevieron a pasar por debajo de su ropa y unos suaves jadeos salieron de los labios del pelinegro

-Eh~ al parecer, alguien está ansioso- comento con diversión en su voz Marco pasando sus manos por el pecho apretando levemente sus pezones

-¡M-M-Mgh~!-gimió Ace cerrado los ojos- M-M-Marco…

-¿Quieres hacerlo, no?- pregunto cerca de su oído mordiendo suavemente

-¡M-Mgh ahh~! S-S-S-Si, si quiero ¡mgh~!

-¿En serio?- pregunto riendo mientras lamia la mejilla

-¡MARCO!- grito sonrojado- ¡No sabes cuánto tiempo llevo esperando que algo así pase, así que empieza de una puta vez!

-Hehe… no es necesario que grites Ace, yo también te deseo –susurro riendo en el cuello del otro mordiendo con fuerza- No querrás que nos escuchen ¿O sí?

-N-No… p-p-pero hazlo de una v-vez…- dijo acallando el grito de dolor mesclado con placer

Marco no dijo nada más y se dedicó a desvestir al pelinegro lentamente desesperándole a cada segundo con caricias que iban de arriba hacia abajo, aprovecho de igualmente sacarse el mismo la ropa tirando todo a algún lugar del piso de su habitación. Se fijó en cada detalle del cuerpo y piel del menor así como sus reacciones y sonidos que salían de su boca, amaba como estaba saliendo todo aquello, Ace no parecía incomodo e incluso se veía que disfrutaba de tener sus manos tocándole por todas partes, de verdad, ambos habían deseado esto por tanto tiempo…

Cuando el rubio decidió que ya era suficiente de caricias puso tres de sus dedos frente a los labios del pelinegro adentrándolos de manera brusca sintiendo la lengua del otro recorrer sus dedos mojándolos, una vez listos los dirigió hasta su entrada y con cuidado los adentro mientras besaba al pecoso para que no gritara y alertara a los demás de lo que estaba ocurriendo, Ace estaba tratando con todas sus fuerzas de no gemir fuerte pero las manos del otro y sus constantes mordidas y lamidas en su cuello y pecho se lo impedían de sobremanera. Al cabo de unos segundos después el pelinegro entre gemidos comento que ya era suficiente y que ya no podía esperar más para tenerle dentro.

-Nunca pensé que dirías cosas así, Ace…- comento riendo Marco mientras retiraba sus dedos del interior del nombrado quitándole un jadeo

-C-C-Cállate…- dijo en un casi grito sonrojado más, si es que se podía claro…

-Ya, ya… ¿Estás listo?- pregunto serio mirándole directo a los ojos sintiendo como un ligero temblor recorría el cuerpo del pecoso

-T-T-Tu… solo s-sigue…-jadeo- Marco…

-Qué lindo te ves así, Ace…- comento tomando entre sus manos las del pelinegro para dejarlas  a cada lado de su cabeza

Ace no dijo nada más, se decidió a concentrarse en sentir al rubio dentro de él por primera vez y aunque doliera como mil diablos los besos y caricias de Marco trataban de hacerle olvidar aquel dolor, las embestidas fueron lentas y todo pasaba mejor que en la imaginación de ambos. Todo, los gemidos, las sensaciones, los besos y las caricias eran más de mil veces mejor que en sus sueños y fantasías más profundas… más pronto que tarde Marco fue subiendo la velocidad e intensidad de las embestidas mientras buscaba aquel punto que sabía haría que Ace llegara al limite

-¡¡A-A-Ahhh!!- grito el pecoso arañando con fuerza la espalda del rubio enterrando las uñas

-No lo hagas tan fuerte…- susurro besando su mejilla volviendo a dar en el mismo punto de antes con mucha más fuerza logrando que el pelinegro encorvara la espalda

-¡M-M-Marco…! ¡M-Mghaah!

El nombrado sonreía al escuchar su nombra saliendo de esa manera de los labios de Ace mientras que este trataba de acallar los gemidos y jadeos que salían sin permiso alguno desde lo fondo de su garganta, estaba rojo y no controlaba sus palabras, Marco se encendía cada vez más escuchando los balbuceos sin sentido alguno que salían de boca del pecoso. Las embestidas iban cada vez aumentando de fuerza y velocidad dando en cada una de ellas en aquel punto “débil” del pelinegro.

-¡A-A-Ahhh! ¡Marco! ¡Y-Ya… no…! –Gritaba Ace con los ojos cerrados- ¡N-No…!

-Je… estamos iguales…- susurro- Vamos a terminar juntos

-¡S-S-Si! ¡Marco! ¡Amgh!

Frenéticamente entre gemidos, jadeos, besos, caricias y gritos terminaron corriéndose sintiendo una corriente eléctrica recorrerles de pies a cabeza, mientras el pelinegro pecoso daba el grito de su vida Marco se encargó de dejarle una linda y muy notoria marca en su cuello. Toda la emoción del momento en Ace se fue a la mierda cuando recordó de pronto el rostro de sus hermanos

“¡Carajo! ¿¡Debía arruinarme el momento recordando algo así!? ¡Argh!grito en su mente falsificando una sonrisa leve que le dio a Marco tratando de decirle de alguna manera que se encontraba bien aunque no lo estuviera del todo

“Sabo… Luffy… ¿Por qué siento que les he traicionado con esto? ¡Maldición! ¡He jodido mi momento especial! ¡Tanto tiempo esperando algo así y… y… ¿A quién engaño?! ¡No me arrepiento de haberme dejado llevar con ustedes! “confeso sonrojado levemente

-¿Estas bien? –Pregunto Marco besando su frente ya estando fuera del cuerpo del pelinegro

-C-Claro… por cierto, piña-san –dijo bromeando tratando de olvidar sus pensamientos

-¿Qué quieres flamita?- pregunto tratando de devolver la burla lo cual aparentemente había funcionado

-¡No me digas así!- grito molesto haciendo puchero-

-Bien, bien… ¿Decías amor mío?

-¡T-T-Tampoco así!- grito sonrojado bajando la ceba tratando de ocultar su cara con sus manos y cabello

-Solo dime que quieres Ace- susurro quitando las manos que tapaban la cara del pecoso

-Y-Y-Yo… también te amo…- susurro besando rápida y suavemente los labios del rubio apartando la mirada

-Ace…

-Y como me hagas daño te mato yo mismo- declaro tratando de olvidar lo estúpido que debía verse en esos momentos aunque para el rubio se veía terriblemente tierno y adorable que sinceramente le daban ganas de volver a hacerlo una y mil veces

-Como no quites esa cara voy a violarte- confeso seriamente mirándole fijamente a los ojos

-¡N-N-No digas eso! ¡Apenas y si estoy despierto ahora!

Grito sonrojado completamente tratando de apartar sus manos del agarre del rubio

Pero a pesar de todo lo que trataron de callarse, todo el mundo se encargó de molestarles todo el fin de semana por lo hecho aquel viernes en la noche, ya todos estaban enterados de quien era la pareja del calmado Marco el Fénix, el revoltoso Portgas D. Ace…

 

 

Notas finales:

asdfghjklñ

¡Hasta el domingo!

:3


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