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A primera vista por Joesday13

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Notas del fanfic:

Todos los personajes son de Masashi Kishimoto, yo solo los utilizo para nuestro deleite 7u7

 

Notas del capitulo:

¡Holi! Aquí Joesday13, hacía muchísimo tiempo que no escribía nada, pero, ya regrese y esta vez quiero volver a hacer los fanfics que hacía mucho tiempo hice. Este fic ya es viejo, es totalmente de mi autoría solo que lo mejore, de todas formas aquí está el anterior por si quieren checarlo:

http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=139806

Un hermoso niño de 8 años se encontraba sentado en un elegante sofá, sus cabellos rubios caían con gracia por sus regordetas mejillas tintadas de un pálido rosa. Tres marquitas se alzaban con orgullo en su aperlado rostro y de sus zafiros un mar de lágrimas amenazaba con salir. Balanceaba sus pequeñas piernas que aún no alcanzaban a llegar al suelo debido a su corta edad mientras que de su delicada rodilla un corte liberaba aquel líquido carmesí que él tanto odiaba.

— Señorito Uzumaki — Y aun ante el constante llamado de su nana él se negaba a levantar la mirada — Permítame curarlo, por favor.

— No puedo — Negó con su pequeña cabecita, no se podía permitir dejar que esa dulce mujer limpiara sus heridas, solo existía una persona que lo podía hacer sentir mejor y en ese preciso momento no se encontraba en la mansión.

— Pero, Sasuke no va a llegar hasta dentro de unas horas más — Advirtió intentando así convencer al pequeño más aun así no lo logro.

La mujer observaba con dulzura como él pequeño intentaba con todas sus fuerzas aguantar las lágrimas que traicioneras abandonaban sus pequeños ojitos. Sonrío una última vez antes de alejarse por los pasillos agradeciendo la bendición que era la inocencia de un niño.

El menor desesperado por la llegada de su héroe, de un brinquito se bajó de su trono y con pasos desesperados se acercó hasta la ventana donde puso sus pies en punta intentando ver lo que había afuera de esta. Un día horrible, con las nubes comiéndose el cielo, solo podía significar una cosa: esta noche llovería. Abrió sus ojos con horror, él temía a los truenos y relámpagos, eran algo totalmente aterrador que no le permitía dormir, claro todo esto paro cuando Sasuke llego a su lado.

Ese azabache de tan solo 10 años le había otorgado una nueva forma de ver la vida, además de que conforme pasaban los años un nuevo sentimiento se desarrollaba en el interior del más pequeño. Se dio la vuelta pegando su espalda a la pared resbalando sus pies para así poder quedar sentado en la suave alfombra, su rodilla aun le dolía pero tenía que aguantar por su azabache, él era valiente y se lo demostraría. Cerró sus ojos siendo atrapado por los brazos de Morfeo.

~ * ~ * ~ * ~

— Naruto, despierta —

Con delicadeza su espeso abanico de pestañas se batió para dar paso a sus hermosos obres que se abrieron con emoción al ver quien era aquel que se atrevió a interrumpir sus dulces sueños.

— ¡Sasuke! — Gritó emocionado alzando sus brazos juntándolos detrás del cuello del níveo chico al cual él solía llamar héroe.

El de ojos ónix sonrío ante el inocente acto que él menor solía tener con él. Lo abrazo por la cintura aspirando el olor a jazmín que este desprendía. Todo Naruto era tan dulce, desde sus suaves cabellos hasta sus delicados pies. Su pequeño corazón se aceleró al sentir como él rubio lo apretaba más contra su delicado cuerpo.

— Naruto, me han dicho que te lastimaste, ¿qué ocurrió? — preguntó Sasuke intentando calmar a su acelerado corazón sin éxito alguno.

Oh mierda. El menor lo había olvidado y ahora que lo recordaba sus ojos volvieron a llenarse de espesas lágrimas que bajaron sin piedad por sus sonrosadas mejillas. Sasuke sintió como su corazón se oprimió y olvidándose de su corazón acelerado volvió a abrazar a su niño.

— Yo sólo quería ser igual de valiente que tu — Susurró el pequeño entré hipidos producto del llanto.

Sasuke lo alzó entre sus brazos caminando por los pasillos de la enorme mansión, llegó hasta la puerta llena de calcomanías y dibujos tan coloridos como un parque de flores y giro el pomo de está entrando a la enorme habitación del menor, lo depositó delicadamente en la cama asegurándose de no lastimar su herida. Le dedicó una última mirada antes de salir corriendo al baño para buscar aquel botiquín de primeros auxilios, regreso al cuarto con la respiración acelerada y abrió la caja sacando de ella un líquido morado, unos algodones y por último una bandita protectora.

Se hincó en el suelo comenzando a curar al mimado niño que aún seguía dejando escapar lastimeras lágrimas. Cuando hubo terminado de curar al pequeño volvió a guardar todo dentro del botiquín y con sumo cuidado beso la bandita que cubría la herida de Naruto. Se levantó del suelo y tomo la caja para volver sus pasos hacía el baño.

— Eres mi héroe Sasuke, te quiero — La dulce voz del enano lo hizo detener su andar para regresar su vista al menor que ahora se encontraba sentado en la suave cama. Paso saliva duramente, demasiado inocente, demasiado perfecto. Demasiado Naruto.

La caja se resbaló de sus manos y con pasos apresurados Sasuke regreso a Naruto, observando el cálido rostro en conjunto con los sonrojados mofletes del menor. El azabache acerco su mano hacía el rostro del rubio y ahí se permitió acariciar la tersa piel que se mostraba ante sus ojos.

— Yo también te quiero Naruto — Susurro dulcemente — Hoy es día de lluvia, ¿quieres que duerma contigo? — preguntó con un deje de duda en su voz, tenía miedo al rechazo.

Todas sus inseguridades fueron hechas de lado cuando el dulce chico a su lado palmeó la enorme cama y sin más apuros se acostó a su lado abrazando la estrecha cintura del menor hundiendo su cabeza entre la curvatura que se formaba entre su cuello y su hombro aspirando su embriagante aroma.

~ * ~ * ~ * ~ 8 años después ~ * ~ * ~ * ~

La luz del sol alumbraba todo el lugar, los pájaros cantaban una dulce melodía que llegaba hasta los oídos de un bello doncel rubio. Con pereza levanto uno de sus brazos palmeando al lado de su enorme cama, una mueca de disgusto se formó en su fino rostro y de entre sus labios color cereza un suspiró salió. Abrió sus dos zafiros batiendo sus espesas pestañas con picardía, buscando con la mirada al causante de sus enojos matutinos, pero, no tuvo suerte en su búsqueda.

— ¿Sasuke? — Susurró al vacío cuarto en el que se encontraba. Y entre maldiciones y rabietas al fin se levantó de su suave descanso.

Camino hasta el baño donde una tina caliente lo esperaba tentándolo a tomarla. Él no era de piedra por lo que aceptaría aquella ofrenda dejada por su amado azabache. Sin apuros comenzó a deslizar su suave bata de seda azul marino dejando así expuesta su tersa piel canela, cualquier mujer le tendría envidia a tan hermoso espécimen como lo era Naruto. Deslizo delicadamente una esponja por todo su cuerpo limpiando cualquier rastro de suciedad. Salió de la ducha con alegría colocándose el delicioso aroma de jazmín, el cual se quedó impregnado en su piel.

Se vistió y salió de su habitación, corriendo por los pasillos demasiado involucrado en sus pensamientos como para prestar atención a lo que enfrente de él se estaba desarrollando. Choco contra un hombre grande e imponente, inmediatamente sus zafiros viajaron hasta los ámbar del contrario.

— Lo siento muchísimo — Se disculpó aun desde el suelo. Una pálida mano le ofreció ayuda a lo que él con algo de desconfianza aceptó, inmediatamente en que su piel choco contra la contraria un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

— No te preocupes — Una voz ronca y petulante salió expulsada con hipocresía del mayor — Tu debes ser Naruto, ¿cierto? —

El nombrado asintió lentamente, y de inmediato las dudas comenzaron a surgir en su mente: ¿Quién era ese señor?, ¿por qué estaba en su casa?, ¿cómo sabía su nombre?

Y al parecer ese tipo era algo así como un adivinó pues al ver el rostro de confusión del rubio decidió presentarse.

— No te asustes — Habló llamando la atención del contrario — Soy un amigo de tu padre Minato, mi nombre es Orochimaru y vine porque tú mismo padre me lo pidió.

— Es un placer señor Orochimaru — Debía mantener la compostura no importaba que tan mal luciera ese azabache de pálida piel.

— El placer es mío. Pero, por favor, solo llámame Orochimaru no hay necesidad de formalidades — Sonrío — Mínimo no aún...

Palabras susurradas que no llegaron a los oídos del rubio, quien con un gesto se despidió alejándose y perdiéndose entre la inmensidad de la mansión.

Llego hasta la cocina donde de el frutero tomo una manzana junto a un pan tostado que se alzaba apetitoso entre la mesa. Se sentó y comió los deliciosos alimentos para después volver a correr esta vez por el jardín principal buscando con la mirada a su fiel compañero.

Bajó un árbol un masculino azabache se secaba el sudor con su camiseta dejando a la vista su trabajado torso, la luz golpeaba con delicadeza su masculino rostro otorgándole un aspecto más atractivo que inmediatamente acelero el corazón del menor. Con sus mejillas sonrojadas llego hasta Sasuke sonriéndole como solo él sabía hacerlo.

— Naruto — Su nombre siendo susurrado por él era tan magnifico, estaba seguro que estaba hecho para que solo él lo pronunciará.

— Sasuke — Se acercó hasta el azabache posando suavemente su mano en el marcado brazo del contrario — ¿Por qué te fuiste? — Preguntó con un deje de molestia en su voz, anoche él mayor se había dormido a su lado y a la mañana siguiente ya no estaba.

— Sabes que tengo cosas que hacer en la mañana, no te enojes — Respondió suspirando con cansancio. Mentiría si dijera que pudo descansar, le abrumaba el hecho de que ese mismo día Minato fuera a anunciar algo que seguramente destruiría al doncel — Necesito hablar contigo... —

Un nudo se formó en su garganta impidiendo el paso de saliva que se hacía cada vez más sofocante, necesitaba gritárselo antes de que fuera demasiado tarde. Junto valentía y con suavidad tomo la delicada mano de Naruto atrayéndola a su ancho pecho.

— Naruto yo... —

Y fue justamente cuando una voz autoritaria se alzó desde la enorme fachada que sintió como su mundo se acababa.

"Demasiado tarde"

El blondo giró su mirada al insistente llamado para encontrarse con su amado padre junto al hombre que había conocido en la mañana. Los dos sonreían emocionados y en el corazón de Naruto un mal presentimiento se alojó floreciendo entre sus inocentes sentimientos. Algo no estaba bien. Volvió sus obres al mayor y este con una mueca de tristeza soltó su mano liberándolo de la presión donde hasta ese momento lo había encerrado.

Sasuke nunca lloraba pero Naruto jura que pudo ver como una silenciosa lágrima se resbalaba por el nocturno que se encontraba encerrado en sus ojos.

~ * ~ * ~ * ~

Las horas pasaban y Sasuke moría de nervios, hacía tres horas que no había visto a su querido kitsune, sentía como su corazón se marchitaba con el pasar de las horas. Porque no se atrevió a confesarlo, bueno, tal vez no habría cambiado nada pero quizá si la suerte estaba de su lado Naruto sentiría lo mismo.

Unos sollozos desgarradores oprimieron su marchito corazón y con pasos acelerados corrió hasta donde un destrozado rubio lloraba desconsoladamente. Ya lo sabía...

Estiró su mano hasta que este toco el hombro del menor llamando inmediatamente su atención. Ojos opacos por las lágrimas, mejillas sonrosadas y cabello revuelto. Sin lugar a dudas una imagen triste. Inmediatamente en rubio aprisionó el cuello de su héroe susurrando palabras de suma tristeza las cuales fueron silenciadas por unas dulces provenientes del moreno.

"Te amo"

Dos palabras tan sencillas pero con un trasfondo tan grande, un significado tan complicado y a la vez tan imposible. Sin poder evitarlo Sasuke lloró, lloro como un niño al cual le acaban de quitar su paleta, lloro por amor, lloro por desamor pero por sobre todas las cosas lloro por felicidad. Porque a pesar de todo él tenía razón, los dos eran unos estúpidos enamorados pero ya era demasiado tarde.

"Yo también te amo"

Tanto significado, tanto amor guardado que ya jamás podría ser proclamado. Jodido destino de mierda.

Sintió como su mundo era arrancado de sus brazos cuando aquel asqueroso hombre le arrebataba a Naruto llevándoselo lejos de él. Se ahogó entre la tristeza y de sus obres las lágrimas no dejaron de salir.

"Naruto está comprometido"

Había escuchado eso desde que eran sólo unos niños, pero siempre tuvo la esperanza de que Minato (padre del rubio) cambiara de opinión al ver el inocente amor que los dos se tenían. Pero no, en cambio fue mucho peor, porque este amor germinó al igual que una planta a la cual se le brindan todos los cuidados necesarios para después ser arrancada por despecho.

Dejó que su tristeza se viera reflejada en sus alaridos de dolor, un dolor tan profundo que calaba en los huesos. Lloró toda la noche buscando entre la luz de la Luna el rostro de su amado.

~ * ~ * ~ * ~ 2 meses después ~ * ~ * ~ * ~

— Te ves hermoso querido —

Todos lo sabían, el joven doncel Uzumaki contraería matrimonio con él magnate Orochimaru en una gran ceremonia en la que todo el pueblo estaba invitados. La emoción no se hizo esperar excepto claro por el joven doncel que conforme los días pasaban su luz se extinguía cual veladora.

Era un día triste, seguramente llovería en la noche, sus mejillas brillaban por las espesas lágrimas que bajaban una tras otra por su rostro. Las ojeras violáceas debajo de sus ojos le daban un aspecto decrépito y marchito, justo como se sentía. Se encontraba frente a un enorme espejo observando como un costoso traje blanco envolvía su curvilínea figura. Su rubio cabello estaba alborotado producto de la ducha que había tomado hace solo segundos. Maldijo mil veces su existencia y anhelo con el alma que su azabache viniera a su rescate, tal y como siempre lo había hecho.

— Anímate amor, la boda es en una hora — La misma mujer que le había confeccionado el traje intentaba animarlo sin éxito alguno — Debes estar feliz. Solo mira toda la gente que hay afuera —

Los ojos zafiro del menor se alzaron con enojo observando con desprecio como todas aquellas personas sonreían con emoción. Hizo un gesto de desagrado y la morocha comprendió que era momento de irse.

— Feliz matrimonio Uzumaki — Sonrío con sarna antes de salir dando un portazo.

De sus obres salieron lágrimas cual tormenta torrencial, quiera morir. ¿Dónde estaba su héroe cuando lo necesitaba?, entre hipidos y sollozos los minutos se hicieron eternos más los anhelos del menor nunca fueron escuchados.

~ * ~ * ~ * ~

La música comenzó a escucharse por todo el hermoso jardín el cual estaba perfectamente adornado para la ocasión, flores exóticas se alzaban imponentes entre la gran multitud que miraba expectante el lugar del cual se supondría debería salir del hermoso doncel. Un grotesco hombre de elegante traje negro aguardaba impaciente a su futuro esposo. Así pasaron varios minutos donde la música comenzó a hacerse fastidiosa y aun así el rubio nunca apareció desatando así la ira del azabache.

— ¡Naruto! — Gritó colérico corriendo por los pasillos dejando atrás el murmullo de la gente. Llego hasta la habitación del menor encontrando todo en suma penumbra, nada, ni una sola nota o señal de vida — Esto no se va a quedar así, nadie me engaña —

Salió disparado de aquel cuarto, montándose en su fiel corcel blanco buscando con la mirada a su deseada víctima. Corrió junto al animal hasta que a lo lejos pudo divisar dos cuerpos arriba de un caballo escapando a toda velocidad, sus dientes rechinaron con cólera escupiendo bilis.

— ¡Jodidos traicioneros! — Grito llamando la atención de los dos amantes los cuales frenaron asustados su andar.

Al final de cuentas Sasuke había llegado al rescate de Naruto, profesándole su incondicional amor para después pedirle que escaparan juntos a un lugar mejor, un lugar donde pudieran amarse para siempre. Todo marchaba perfecto hasta que aquella víbora hizo acto de presencia.

Con desesperación el azabache aceleró el andar del caballo, sabía que eso era peligroso con el lodo empapando sus desgastadas botas pero estaba demasiado asustado de perder a su querido blondo que no pensó las consecuencias. Un barranco se alzaba peligroso ante sus ojos.

— ¡Deténganse! — Volteo su mirada hacia el malhumorado hombre que los perseguía abriendo sus ojos sorprendidos al ver el arma que este portaba en sus manos amenazante y plateada.

No le dio tiempo de frenar, todo paso tan rápido primero escucho como las ramas abajo del corcel crujían, después sintió el dolor de las rocas golpeando su cuerpo y rápidamente envolvió a Naruto entre sus fuertes brazos intentando protegerlo y al final pudo escuchar la dulce voz de su amado llamándolo.

— Te amo Sasuke — Fue lo que escucho, abrió sus ojos una última vez para ver la horrible escena que tenía frente a sus ojos. El carmín manchaba ambos cuerpos pero no importaba era su último momento juntos y sin más beso los cálidos labios de su rubio siendo correspondido de inmediato. Fue un beso tierno y desesperante, su primero último beso.

Un suspiro escapo de sus labios al separarse y juntando sus manos un último palpitar resonó por sus oídos, nadie lo pudo escuchar. Su amor fue tan grande que vivieron para amarse y murieron haciéndolo.

~ * ~ * ~ * ~ ~ * ~ * ~ * ~

Los años habían pasado y lo que antes era un pueblo se había convertido en un convenio de enormes edificios con calles asfaltadas y pulcras. Donde todos los días un montón de autos aceleraban buscando llegar rápido a su destinó.

Un joven rubio de ojos zafiro cruzaba inocentemente la calle sin percatarse del auto que aumentaba su velocidad. El claxon del conductor se dejó escuchar y él pobre chico abrió con susto sus ojos, era su final, pero, sintió como una mano tomaba con fuerza su muñeca halándolo lejos del peligro. Su corazón se aceleró y sus obres se abrieron con asombro.

— Estuviste demasiado cerca — Una voz tranquila y masculina retumbó en sus oídos haciéndolo sentir extrañamente vivo.

Levanto su mirada y fue como aquella vez. La luna y el sol se volvieron a encontrar como hacía muchos años atrás, sus respiraciones aceleradas al igual que sus pulsos. Demasiado perfecto.

— ¿Disculpa te conozco? — Preguntó extrañado el azabache embobado en el azul de los obres del contrario.

— Al parecer no. Pero, siento como si te conociera de toda una vida. —

Y sonrieron cómplices porque a final de cuentas, ellos dos se habían enamorado:

A primera vista.

~FIN~

 

Notas finales:

Espero les haya gustado, lo modifique muchisimo desde la utlima vez pero sigue teniendo la misma esencia c;

Comentarios o surgerencias seran más que bienvenidos

(¡Quiero reviews chingada madre!)

Se despide Joesday13 (fuk ies)


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