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La voz del corazon, la mirada del amor. por darkness la reyna siniestra

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Notas del fanfic:

Hola mis hermos@s lectores, no he tenido mucho tiempo libre para continuar con mis otros fics: “Un cuento antes de morir”, “Amándote desde tus zapatos” y “El camino de un destino” pero prometo continuarlos cuando ande un poco más libre de tanta cosa.

Pero por lo pronto, les traigo este nuevo proyecto que tienen como pareja principal a nuestra pareja querida: ShakaxMu que espero les guste, hoy solo dejare el primer cap. y si les gusta yo lo continuare junto con los otros.

Notas del capitulo:

Como ya saben, Saint Seiya no me pertenece –llora – los hermosos personajes son propiedad del maestro Kurumada, yo solo los tomo prestados para darle vida a esta humilde historia que espero les guste, de antemano, gracias por leer.

Leo no Cassiopeia, esto es para ti linda, porque sé que amas a estos dos príncipes. Te quiero mucho, espero te guste.

Un poderoso trueno rompió el silencio momentáneo de la habitación iluminada solo por una triste vela blanca que lloraba cera al toque caliente de la llama que le coronaba bailarina y carente.

Un suspiro…

La persona que habitaba la recamara bien amueblada, suspiro con resignación, casi con dolor: le gustaría ver… las gotas caer.

La puerta de madera dio un crujido, alguien había abierto y ahora se acercaba a él, mas no podía ver quién. Pero por el sonido de sus pasos, sabía perfectamente de quien se trataba.

 

 

-¿No te enseñaron a tocar antes de entrar en algún lugar, Kanon?

 

 

Dejo escapar la pregunta de sus aterciopelados labios con un toque de molestia. El aludido sonrió torcidamente y tomó asiento en el sillón marrón frente al suyo propio.

 

 

-Tan hospitalario como siempre ¿No, Shaka?

 

-Podría ser diferente, si tocaras de vez en cuando como la gente educada.

 

-Bien, si te importa tanto. Lo haré la próxima vez que venga a verte.  

 

-Hablando de eso ¿A qué has venido?

 

 

Cambió su anterior tono por uno más calmado. Kanon se encogió de hombros en su lugar.

 

 

-Es una tormenta eléctrica muy fuerte, además se fue la luz en toda la casa. Vine para que no estuvieras tu solo en la oscuridad.

 

-Te lo agradezco pero… llevo mucho tiempo en la oscuridad. Estoy bastante acostumbrado. –sonrió.    

 

 

Y Shaka no mentía, él era una persona no vidente desde hace más de tres años por una extraña enfermedad de la cual no habían sabido darle respuesta médica. Con 23 años, había tenido que adaptarse a su nueva vida y a desarrollar los ojos del alma. Vivía con su padre: Asmita de Virgo y algunas empleadas; su madre había muerto al nacer él y no la conocía más que en fotografías que su padre le mostrara antes de que perdiera la vista. Fue una hermosa mujer, según lo que Shaka recordaba.

Pero aunque solo fueran él y su progenitor en aquella hermosa y lujosa casa, producto del trabajo duro del rubio mayor. No estaban solos, pues estaban al pendiente sus primos: Saga y Kanon de Géminis, hijos gemelos de su tío Aspros quien era primo de Asmita por parte del padre de este. Los gemelos, tres años mayores; le hacían compañía la mayor parte del tiempo y le ayudaban con lo que necesitaba sin dudar.

Kanon, se sintió terriblemente incomodo por lo que el menor le respondió. Se sintió estúpido y avergonzado, tuvo que haber pensado mejor lo que diría. Sobó su nuca con nerviosismo; pero al parecer, para Shaka fue perceptible su incomodidad.

 

 

-No te preocupes Kanon, no sientas culpa. Lo que has dicho no me ha entristecido ni molestado… ya estoy bastante acostumbrado. –sonrió conciliador.

 

-De verdad… lo siento mucho primo, no quise… -suspiró.  

 

-No tienes por qué disculparte.

 

 

El rubio era un joven tranquilo, comprensivo aunque bastante perfeccionista y quisquilloso también. Pero una gran persona a fin de cuentas, desde que dejó de ver llevaba los ojos siempre cerrados, pero aquello no hacia disminuir su belleza masculina. Porque si, Shaka era un hombre por demás hermoso y muy atractivo, su cabellera rubia cual oro, lacia y larga le daban un toque por demás celestial y su voz fuerte pero delicada a la vez. Lo hacían ser lo quisiera, o no, el delirio de quien lo conociera.

 

 

[+][+][+][+][+][+]

Un potente relámpago, surcó los oscuros cielos. Bañando con su fugaz resplandor lo que las sombras nocturnas escondían en su manto. Aquel que presenciaba la tormenta desde el otro lado de la ventana, apretó los ojos temblando de susto; no le gustaban las tormentas eléctricas y su padre lo sabía.

 

 

-Mu, mi pequeño ¿Aun te asustan los truenos y los relámpagos?

 

 

Un apuesto hombre de cabellera lima, con una bata de doctor puesta. Llegó hasta la habitación donde hasta el joven llamado Mu se encontraba con los ojos fuertemente cerrados. El doctor abrazó al chico y este respondió efusivamente al contacto que le ofrecía su padre, moviendo su cabeza de arriba abajo en señal de afirmación.

Shion, se llamaba el hombre quien era un medico oculista. Este revisaba su lista de pacientes por visitar en las citas programadas a domicilio al día siguiente. Pero al ver un poderoso relámpago iluminar la habitación desde la ventana, recordó que a su hijo no le agradaban en lo más mínimo estos fenómenos, por lo que fue hasta la habitación del menor para acompañarle en esa terrible noche de fiera tormenta o de lo contrario, sabía que Mu no dormiría esa noche.

 

 

-Hijo, debes aprender a soportar esto. Recuerda que no podre estar contigo las noches de tormenta.

 

 

Había separado a Mu de su lado para decirle esas palabras con tono conciliador. El bello joven, lo miró triste y con sus manos formó señas que Shion pudo fácilmente entender como un “Lo sé, padre.”  Que Mu no podía decirle con palabras.

El hijo del oculista: Mu de Aries, era mudo. No podía hablar desde su niñez producto de un evento traumático que bloqueo por completo la función de comunicación verbal cuando el peli lila de ahora 21, tenía apenas 10 años.

Mu había sido testigo fiel del justo momento en el que un trio de ladrones asesinaba a su madre embarazada de su hermanito frente a sus inocentes ojitos verdes. Antes de escapar, los malhechores lo golpearon para asegurarse de que no pudiera dar testimonio de lo que había visto. Paso un mes en coma y Shion se sentía morir de tristeza, sin su amada, sin su futuro bebe a quien junto a su querida esposa habían acordado llamar Kiki ya que sabían que sería un bello niño y para terminar; el colmo de males, su adorado Mu, debatiéndose entre la vida y la muerte.

Shion no sentía esperanzas de un mañana, y había decidido que si Mu se iba, él lo seguiría a donde quiera que fuese. Y como si los dioses se hubieron apiadado de su alma. Mu despertó pero a cambio de ello, su voz, su linda y angelical voz de infante había desaparecido…

Once años habían pasado de aquello, pero a pesar de su edad, Mu era bastante inocente en algunas cosas. Nunca había tenido una novia, aunque de todas formas no le atraían las chicas, y se había dado cuenta de esto a los 15 años. Pero se lo había confiado a Shion a los 16.

Al peli lima no le molesto ese hecho. Al contrario, le brindo su total apoyo para cualquier decisión que tomase en el futuro.

Mu era un jovencito muy bello, de piel pálida y largo cabello lacio color lavanda. De exuberantes ojos verdes que brillaban con vitalidad y carnosos y vírgenes labios rosas.

 

 

-Espero poder recuperar tu dulce voz algún día, hijo mío…

 

 

Shion, sufría al saber que su adorado hijo vivía sometido a ese mutismo que le impedía liberar su fina y melodiosa voz. Un especialista amigo suyo, le había afirmado que aquello tenía solución; solo necesitaba terapia. Pero cuando trataban, Mu se bloqueaba más y el oji rosa se frustraba hasta perder las esperanzas.

Otro trueno se dejó escuchar. Y el más joven por reflejo, abrazo a su progenitor quien solo le acariciaba el suave cabello con ternura infinita y la mejilla derecha recostada sobre la cabeza de su pequeño. Sentados tan juntos en aquel sillón para dos color azul, que adornaba la habitación del joven oji verde herencia del abuelo.

 

 

-¿Quieres acompañarme a ver a uno de mis pacientes mañana?

 

 

Mu no queriendo quedarse solo en su hogar, asintió con la cabeza.

 

 

-Iremos a ver como se encuentra el joven Shaka de Virgo. Él perdió su vista hace unos años, tiene más o menos tu edad; quizás se hagan buenos amigos.

 

 

El menor no decía nada, escuchaba a su padre hablar de ese joven. Aunque no sabía si podrían comunicarse.

El chico según lo que escuchó, no podría ver lo que él le diría con sus manos, o lo que le escribiera en papel. Y Shaka no podría escucharle ya que él no podía hablar… Mu no creía que funcionara, pero cualquier cosa era mejor que quedarse solo en casa todo el día

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Hemos llegado al final del primer capítulo. Si creen que me lo merezco, pueden dejarme un review dándome su valiosa opinión, espero seguirlo pronto y espero que no se hayan aburrido jeje nnU es que la idea me andaba en la cabeza y necesitaba sacarla. De antemano gracias a los que leen y nos vemos en el siguiente cap.

Leo, linda, espero que te haya gustado y si no pues sabes que tus criticas me ayudan mucho.

Abrazos de mi parte.

Sigan bellos.  ;)     

 


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