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Say you like me por SiluetaDeCera

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Notas del fanfic:

La canción del fanfiction se llama "Say you like me" y pertenece a "We the kings", los personajes de esta historia son propiedad de Rick Riordan.

Will ya sabía que no tenía ni la más mínima oportunidad contra Percy Jackson, y menos si se trataba de temas del corazón.
No podía nombrar a la cantidad de semidiosas en el campamento que estuviesen interesadas en él. Pero eso no era lo que le molestaba precisamente. 
Le molestaba que Nico di Angelo -su chico muerte- hubiera estado enamorado de él. 
No importa cuantas veces vieras a Will Solace en acción, no importa cuanto creciera, o cuantos poderes tuviese, nunca se vería heroico en una carta o una figurita de Mithomagic. Él seguramente sería el de menor resistencia y el más inútil de todos.
En cambio Percy se veía como un héroe extraído de la ficción, lo cual automáticamente lo hacía admirable. Por eso Will se sentía sin oportunidades. 
El pequeño Nico nunca hubiese dicho: "¡Oh, miren, es una carta de Will Solace, el último que me faltaba para mi colección! ", no, claro que no. Apostaría que solo lo dejaría en su mazo porque le daría pena tirarlo a la basura.
En cambio se había impresionado con Percy cuando lo vio por primera vez.
Cuando Nico llegó al campamento había estado muy exaltado, sonreía y saltaba por todos lados.
Will apenas llevaba un tiempo corto en el campamento, lo habían reconocido y trataba de ayudar lo más posible en la enfermería, compensando su falta de otras habilidades como el arco o la música.
Nico había tenido luego, de que su hermana se fuese, su primer Captura la Bandera, cosa que Will encontraba peligrosisima para un niño (incluyéndose).
Terminó herido pero con una gran sonrisa en el rostro. Como primer caso serio de Will (Así lo sintió él) le curó la herida a Nico. No podía creer que alguien estaba feliz al recibir un tajo de esa longitud y profundidad en un brazo.
- Hola - Se presentó Will tratando de sacar su mejor sonrisa.
Los ojos de Nico brillaron.
- ¡Hola! ¡Soy Nico!
- Emm... me llamo Will.
- ¡Encantado de conocerte, Will! ¿Eres hijo de Apolo? ¡Pareces hijo de Apolo! - Sacó un mazo de cartas de su bolsillo y se puso a buscar una. Cuando la encontró se la mostró a Will. Era Apolo, o parecía serlo. Nunca había visto a su padre, no podía asegurar que se viese así. 
- Si, si lo soy - Dio por terminada su conversación - Ahora, Nico. Deja que te revise.
El pequeño Will Solace no sabía muy bien qué hacer, pero esperó a que su padre le mandara algo así como indicaciones, como si se tratara de una receta de cocina, "untarle sustancias viscosas al semidiós en la herida, meterlo en el horno y en cinco minutos ¡Listo! ¡Semidiós curado!". Pero desgraciadamente ninguna voz apareció en su cabeza más que su conciencia. 
Miró a su alrededor, pero sus hermanos no estaban merodeando por ahí. Nico era todo suyo.
A éste no parecía importante el hecho de estar desangrandose, solo leía el contenido se la carta y tiraba algunos datos sobre Apolo.
Bien ¿Que le habían enseñado sus hermanos? Ambrosía, néctar, el canto en griego a su padre, algo sobre bendajes...
Lo primero sería desinfectar la herida ¿no?
Nico seguía parloteando sobre sus cartas y los dioses, pero Will apenas lo escuchaba. Tenía en la cabeza que si aquello salía mal debía decirle a Apolo que volviese a pensar si era realmente hijo suyo.
- ¡Hey! Eso arde - Nico gimió de dolor.
El silencio se hizo presente, algo extraño, ya que Nico hablaba demasiado.
No es como si eso molestase a Will, le gustaba hablar con la gente, y Nico parecía alegre y adorable.
Si, realmente adorable a pesar de no ser mucho menor que él.
"Oh, vamos Will. Cura la herida del pobre chico de una vez."
Decidió que lo que mejor podía hacer era tratar de cocer la herida, ya había cocido varios peluches antes.
El problema es que Nico era de carne y hueso, no un peluche, por lo que fue muchísimas veces más difícil. 
"Vamos, Will. Tu puedes" le había dicho uno de sus hermanos -Michael- cuando había estado frente a su primera herida para curar "lo llevas en la sangre."
Will tal vez no fuese un médico certificado, pero se supone que la medicina era una de las habilidades que Apolo les había heredado a sus hijos.
Nico trataba de aguantarse, pero las lágrimas le salían de los ojos con una gran facilidad.
Cuando Will terminó solo quiso volver a oír la risa de Nico di Angelo.
Ya estaba más relajado cuando comenzó a parlotear sobre Percy Jackson, Will solo había oído de él, pero no lo había conocido personalmente. Nico parecía tan fascinado que a Will comenzó a incomodarlo, no había escuchado a nadie hablar sobre él como hacía Nico. Lo hacía sentir más mortal.
- ¡Increíble! - Exclamó el moreno cuando comprobó la herida en su brazo - ¡No me duele nada!
- Bueno, he hecho mi mejor esfuerzo.
- ¡Eres muy buen médico, Will!
- ¿Tú crees?
La sonrisa del hijo de Apolo se extendió, pero Nico ya se había salido de la conversación.
Nunca volvió a intercambiar palabras con aquel alegre Nico.
Cuando volvió a verlo, en la batalla de Manhattan, se le había encogido el corazón. No podría haberlo reconocido si no hubiese oído los rumores.
Ahora lo tenía de nuevo en la enfermería, luego de casi un mes de haber vencido a Gaia. 
Will estaba convencido de que Nico quería provocarle un infarto, no importaba cuantas veces lo regañara, siempre hacía algo para acabar en la enfermería atentando contra su vida.
Había desarrollado mucho afecto por el hijo de Hades, algo que se transformó en algo más que simplemente eso.
Al principio había pensado cosas como "Si Nico se entera me mata", "Oh, voy a acabar muerto de cualquier forma".
No le importaba realmente si sus hermanos tenían cierto rechazo hacia Nico, a él le gustaba tanto que tampoco le importaba lo que pensara el resto del campamento. Solo podía pensar en que Nico lo patearía hasta arrojarlo a las profundidades del Tártaro.
Bueno, solo por pensar que el hijo de Hades no correspondía a sus sentimientos. 
Will había aprendido casi por completo a leer entre líneas lo que Nico decía. Sabía que quería estar solo encerrado en su cabaña hasta pudrirse, pero Will no se lo iba a permitir. Iba a visitarlo a su cabaña para llevarlo a desayunar, almorzar y cenar. Aunque Nico se quejara, aunque le arrojara cosas, Will era persistente.
Ultimamente no dejaba de mirar o pensar en Nico. Sus esperanzas no estaban totalmente muertas, lo había atrapado viéndolo, sonrojandose al estar muy cerca, se le habían escapado algunos comentarios que hasta habían hecho que Will sintiera que Nico podría estar algo interesado en él.
No se quería dar falsas ideas, pero había oído el rumor de que a Nico le había gustado Percy. No solo eso, que se había enamorado de él.
Will había sido testigo de la admiración que el hijo de Hades había tenido por Percy Jackson, pero ¿enamorado? 
Ahí fue cuando trató de encontrar puntos en los que Nico podría elegirlo a él en vez de a Percy, pero solo se le vino a la mente que Will se preocupaba de manera sobreprotectora por su salud. No es que creyera que Percy no lo hacía, pero estaban a distinto nivel.
Necesitaba trasmitirle a Nico de cualquier forma que lo quería, que necesitaba que fueran algo más que amigos.
No tenía muchos amigos en la cabaña de Afrodita, por lo que no le quedó más remedio que pedirle a alguno de sus hermanos un consejo.
Kayla le había dicho (como si fuese lo más obvio del mundo) que la forma más romántica (y humillante) era cantarle.
No es que Will fuese mal cantante (tampoco era muy bueno) solo que se avergonzaría a sí mismo y a Nico. No podía hacer tal cosa.
El resto de sus hermanos lo habían animado a hacerlo, pero mientras más insistían más nervioso se ponía.
Algunos se ofrecieron a tocar la guitarra o a hacer los coros, hasta que terminaron por convencerlo. 
Solo que no diría a quién iba dirigida la canción, dejaría que el propio Nico lo adivinara.
Había estado tirándole indirectas mucho tiempo, le había hecho "citas" improvisadas. Una vez incluso intentó agarrarle la mano, claro que fracasó terriblemente.
Ahora tenía que confesar sus sentimientos (indirectamente, otra vez) pero frente a todo el campamento. 
No, no estaba nervioso, para nada.
Aquella noche en la fogata había preparado una canción que creía ideal para el momento. Había hablado con sus hermanos para que saliera perfecto. Incluso sus hermanos movieron todo para que Will quedara a la vista de Nico y viceversa.
Respiró profundamente mientras sus hermanos lo miraban emocionados. Si bien no querían mucho a Nico, esto lo hacían por su jefe de cabaña.
Una guitarra acústica comenzó las notas y Will no quería levantar la vista a Nico cuando empezó a cantar:
"He's the boy that no one ever knows.
And I say hi, but he's too shy to say hello."
La cabaña de Afrodita comenzó con sus típicos gritos al estilo "fangirl".
"He's just waiting for that one to take his hand
And shake him up.
I bet I could."
Que vergüenza. No necesitaba ver a Nico para saber que lo miraba. Podía sentir su mirada puesta en él.
" I wish my heart was always on his mind.
'Cause he's on mine like all day, all the time."
Definitivamente había elegido la canción adecuada 
Levantó un poco la vista y la volvió a bajar, sonrojado al ver a Nico mirándolo.
No podía ser que estuviese tan nervioso.
"Forget me not, forget me now.
I've come too far to turn around.
I'm here tonight."
Suspiró y trató de relajarse.
¿Por qué había accedido a hacerlo?
"'Cause I'm never going down,
I'm never giving up.
I'm never gonna leave,
So put your hands up.
If you like me,
Then say you like me.
I'm never going down,
I'm never giving up.
I'm never gonna leave,
So put your hands up.
If you like me,
Then say you like me.

Whoa, oh, oh, oh.
Whoa, oh, oh, oh.
Whoa, oh, oh, oh.
Whoa, oh, oh, oh."

Sus hermanos empezaron a hacerle coro.

"It's time to fall into my arms.
'Cause I've been waiting for too long.
You're an angel,
Grab your halo,
And lets fly tonight.

'Cause I'm never going down,
I'm never giving up.
I'm never gonna leave,
So put your hands up.
If you like me,
Then say you like me.

'Cause I'm never going down,
I'm never giving up.
I'm never gonna leave,
So put your hands up.
If you like me,
Then say you like me.
I'm never going down,
I'm never giving up.
I'm never gonna leave,
So put your hands up.
If you like me,
Then say you like me."

Bien, era su momento, volvió a subir la vista encontrándose directamente con los ojos del chico que le gustaba.
No sabía si sonreirle o enterrarse bajo la tierra.

"Just say you like me".

Escuchó los aplausos, pero no les prestó atención, tenía la cara roja tomate. Juraba que iba a morir en ese momento.

Pronto cambiaron de canción, como para hacer de cuenta que lo de recién no tenía más importancia que el resto de la noche. Oh, pero lo tenía.

 

 

Notas finales:

Esta historia ya está publicada en otra página.


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