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error tras error~ por yuram-cham

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Notas del capitulo:

hola mis amores!! ¿que dijeron? ¡esta ya abandono el fanfic! jajaj pues no, aun no se libran de mi.

antes que nada a las que leen amor eterno les pido una disculpa, pues primero acabare este fanfic para dedicarme a el otro (faltan 4 capitulos para el final maximo)

gracias a quienes me apoyaron pacientemente como mi amada mne-chan!

 

El sol ancestral se posiciona en su puesto a lo alto del cielo, como en todos los días, dando a iniciar las labores sobre las tierras Bielefeld, lugar donde yacen los jóvenes guerreros más orgullosos de las tierras Mazukos.

 

Por los pasillos del gran castillo Bielefeld, un joven soldado caminaba a paso apresurado con una carta de suma importancia entre sus manos, el sudor resbalaba por su frente al imaginar la reacción de su gobernante al leer esta.

 

Cuando por fin llegó a su destino: el despacho de lord Waltorana. Se detuvo frente a la gran puerta de mármol a la espera de que este le diera su aprobación para ingresar, al escuchar lo que deseaba se introdujo a esta con gran serenidad en su mirada.

 

-mi lord han traído una carta de shin mazuko, es de Harl – informó el soldado mientras hacía una breve inclinación a su superior.

 

- ¡ya era hora! ¿Cuánto tiempo cree que tengo que esperar para tener noticias de mi sobrino? - exclamó indignado.

 

Harl era un espía que había mandado para que le mantuviera informado de su amado sobrino, no estaba de acuerdo en que este se mantuviera al lado de ese rey que tanto daño le hizo y ya él buscaría la forma de sacarlo de ese castillo. Después de todo su lugar era ahí, en las tierras Bielefeld.

 

El soldado entregó la dichosa carta a su regente, quien la leyó primero con seriedad, luego con sorpresa, pasando rápidamente al enojo e indignación.

 

- ¿QU… SIGNIFICA ESTO? – grito furioso mientras sus manos arrugaba el

Papel - ¡EMPACA MIS COSAS, ME VOY A SHIN MAZUKO! – ordeno fuera de sí con un solo propósito, se traería a su sobrino a como diera lugar.

 

*

*

*

 

Una semana había pasado desde el atentado a la frontera, diariamente la joven Gisela iba personalmente a ver el progreso de cierto rubio, quien se encontraba ahora refunfuñando por querer levantarse hacer sus deberes como soldado.

 

-wólfram, ya hemos hablado de esto – regaño conrad al ver a su adorable hermano cambiándose – Gisela ordenó reposo absoluto.

 

- por una semana – a completo el rubio – ese tiempo ya pasó ¿Cuánto más quieren tenerme aquí encerrado? – cuestiono con el ceño fruncido.

 

- sabes que es por tu propio bien, por lo menos espera que venga Gisela a tu chequeo de hoy para poder darte de alta – imploro el castaño derrotado ante la terquedad del menor.

-…. De acuerdo – accedió volviendo acostarse en esa cama que lo había mantenido, según él, preso por estos días - …. ¿y donde esta kazuo? – cuestionó el menor algo desanimado.

 

En estos últimos días casi no lo veía, y eso de cierta manera le dolía, era como si al moreno le diera igual lo que pasaba con él.

 

-… Wolf – el castaño pudo notar como la mirada de su hermano entristeció – kazuo no se ha olvidado de ti – susurro acariciando la melena del menor.

 

- mientes…. Ni siquiera me ha visitado desde el primer día… quizás ya se aburrió de mi – reprocho acostándose en su cama con la cara oculta en la almohada. ¿Cómo podía culpar a kazuo si lo dejaba?, todos los que decían quererlo o amaba lo dejaban…. El no sería la excepción.

 

-eso no es verdad, a él le importas más que nadie – aseguró con firmeza.

 

- ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? – cuestionó el menor volteando a verlo con sus ojos levemente enrojecidos.

 

- porque alguien a quien no le importaras no se la pasaría entrenando todo el día para dominar su elemento y así poder protegerte – afirmó con una sonrisa haciendo que el menor se sonrojara.

 

- ¿el… está haciendo eso por mí? – murmuró sintiendo el rostro arder - ¡ese idiota! Ya le dije que no soy ninguna princesa, deja que lo vea y..

 

- wólfram – resopló el mayor, era tan propio de él, más sabia que muy en el fondo se debía a su vergüenza por la situación

 

- es un idiota…

 

- así es, pero ese “idiota” se está ganando tu corazón ¿no es así? - interrogó conrad sabiendo la respuesta de antemano.

 

- yo… yo.. – por primera vez no sabía que decir… ¿en verdad lo amaba o solo era una ilusión pasajera? No lo sabía, pero sí sabía que sin kazuo el mundo no sería lo mismo – yo…

 

El toque a la puerta interrumpió su plática, era Gisela que venía para su revisión diaria.

 

-adelante Gisela-san – la doctora entró notando como su paciente estaba visiblemente sonrojado con la mirada perdida.

 

-yo… creo que….

 

 

*

*

*

Templo de shinou

 

Dentro del santuario donde se ubicaban las cajas un rubio le enseñaba a su cuñado el uso correcto del majutsu.

 

-¡está mal!, ya te dije que no debes mirar el lugar donde está el enemigo, anticipa su próximo movimiento – reprendió el oji azul.

 

- es más fácil decirlo que hacerlo. – objeto el menor de los muratas agotado

.

-¿ te rindes tan rápido? – este negó rápidamente – bien, empecemos desde el inicio.

 

- de acuerdo

 

Sin esperar otra orden el moreno, alzó ambas manos y concentrando su energía creo una espada flameante en lo que parecía ser un fuego blanco, más ambos sabían que solo era aire comprimido a gran presión.

 

Shinou de un movimiento creó dos sombras de magia las cuales se le lanzaron encima al joven kazuo quien, haciendo caso de los consejos de su maestro, anticipó el siguiente punto atacar y los corto a la mitad, todo en cuestión de segundos.

 

-¡lo logre! – exclamó kazuo con demasiada emoción.

 

- así es… eres rápido para aprender, tengo que reconocerlo – admitió el rubio sonriendo débilmente, sabía que la capacidad de kazuo era amplia pero no se atrevería a decir que demasiado poderoso – bien terminemos por ahora.

 

- gracias por todo – kazuo hizo una leve reverencia sorprendiendo al rubio – aunque te tengo cierto rencor por ser quien me arrebatara el amor de mi hermano, me has ayudado y eso es algo que te agradezco sinceramente.

 

-“este chico en verdad es interesante, mi elegido la tiene difícil” – pensó seriamente, después de todo cuando invoco a kazuo lo hizo para hacer sufrir a Yuri y obligarlo abrir los ojos, nunca se imaginó que el hermano de su esposo caería tan profundamente enamorado de su descendiente y este de cierta manera lo correspondiera. Murata tenía razón.

 

Con el destino no se juega.

 

Había roto el equilibrio de las cosas, y por ende la relación de Yuri y wólfram, él lo sabía mejor que nadie wólfram jamás podría amar a kazuo como amaba a su elegido, después de todo ambos estaban unidos por el hilo rojo del destino, pero no se esperaba que aun así las cosas se tornaran de esta manera.

- ¿shinou? – le llamo kazuo al darse cuenta de que este se había perdido en sus pensamientos, y por la forma en que su rostro se había tensado sabía que no era algo bueno.

 

- ¿eh?, perdona estaba pensando en algo, no es nada importante – mintió dándose media vuelta, de nada servía lamentar lo ocurrido, era hora de ver qué rumbo tomaría la vida de esos tres.

 

- ¿estás seguro? – cuestionó el oji azul marino no muy convencido mientras sus ojos veían como el rubio caminaba hacia una ventana perdiendo su mirada en las afueras de esta.

 

- absolutamente – respondió al tiempo que su sonrisa se anchaba juguetonamente en su rostro, al ver como un carruaje pasaba en la lejanía – yo que tu tendría cosas más importantes que atender.

 

-  ¿eh? ¿Cómo cuáles? – cuestiono sin entender las palabras del mayor.

 

- como – su sonrisa se amplió mientras dirigía su mirada hacia el – atender a tu futuro suegro.

 

- ¡¿Qué?! – sin oír más palabras salió corriendo hacia el castillo dejando a un rey aguantándose las ganas de soltarse al rey, esa cara aterrada era digna de apreciarse.

 

- en verdad este chico es muy interesante – sus manos se dirigieron a sus ojos limpiando las lágrimas que querían salía a causa de la risa.

 

- ¿su majestad shinou? – le llamo ulrike extrañada por el comportamiento de su rey.

 

- jaja no es nada, ¿ocurre algo? – cuestiono al ver la cara de angustia de su sacerdotisa.

 

- no, bueno – la “joven” doncella dudo un momento, pero su rey se enteraría tarde o temprano – lord Arthur está de regreso, volverá en aproximadamente 5 días.

 

- ¡¿qué has dicho?!- todo sentimiento de alegría que tenía murió al escuchar tales palabras, el antiguo prometido casi esposo de su consorte volvería, definitivamente él se encargaría de que estos no se encontraran, no lo permitiría – ulrike… ni una palabra de esto a Murata – ordenó dispuesto a cumplir su cometido.

 

-como ordene

*

*

*

En el despacho de su majestad el maou, este junto a sus inseparables carceleros, mejor conocidos como Gwendal y Gunter, se encontraban como siempre firmando unos contratos, revisando las peticiones de su pueblo, y buscando algún indicio de quiénes eran los culpables de los atentados a su reino.

 

-no puede ser que no haya ningún indicio – refunfuño el moreno dejándose caer en su silla, llevaban todo el dia y nada, ni una pista de quienes o porque atacaban los alrededores.

 

-debe ser paciente su majestad ¡su pueblo sabe cuán duro trabaja por ellos! – alentó Gunter afligido por el bienestar de su rey.

 

-.. no quiero quedarme sentado cuando mi pueblo sufre – murmuró sintiéndose culpable – jure protegerlos y..

 

- y lo está haciendo – para su sorpresa fue gwendal el que hablo – deje de lamentarse su pueblo no lo culpa, en vez de eso enfoquémonos en prevenir otro ataque.

 

Yuri sonrió, sabía que de cierta forma era la manera del general para aliviar su dolor. Con nuevos ánimos retomó su lectura, no pasó mucho cuando algo llamó su atención.

 

-este – señaló Yuri con un sentimiento que no sabría descifrar era emoción, enojo y asombro combinado – este fue el que atacó a wólfram

 

Sus asistentes tomaron las hojas leyéndolas.

 

-¿está seguro?- cuestiono gwendal desconfiado.

 

- ¿crees que olvidaré el rostro de quien ataco a wólfram? Aunque ya esta muerto – murmuró esto último con cierta satisfacción al saber que su rubio había sido vengado.

 

-... el es Key Laurenk, hace muchos años cumplió una condena por asesinato, salió hace dos meses – informó Gunter – al parecer era miembro de los Rebeldes

 

-¿los rebeldes? – cuestionó el sargento incrédulo.

 

-¿Quiénes son los rebeldes?- ante la pregunta confundida del maou ambos se miraron con gran seriedad.

 

-fue hace mucho tiempo – inicio Gunter-  un grupo de rebeldes compuesto por humanos y algunos mazukos codiciaban gobernar shin mazuko, fueron años difíciles, habían matanzas y mucha sangre se derramó, más con la mano del maou Maximiliano su grupo quedó extinto. O eso pensábamos – Gunter miro la foto del chico-  el afirmaba que los rebeldes estaban de vuelta y tomaron su venganza- sentenció con frustración.

 

 

-… entiendo – la seriedad en la mirada del maou era única – que refuercen las fronteras, si es necesario las tropas reales tomarán turnos – ordenó asombrando a sus asistente.

 

Ningún maou antes había quitado sus guardias para el bienestar de su pueblo.

 

-pero mi rey, si hacemos esto el castillo será vulnerable-alegó Gunter

 

- exacto – el joven sonrió – si lo que quieren es venganza está bien, pero si se meten con mi gente la pagaran caro – el rostro del maou oscureció mostrando por un segundo su aura de maou.

 

El sonido de la puerta al abrirse seguido de un guardia agitado les distrajo.

 

-¡¿Qué manera de entrar es esa?!- gruño gwendal.

 

-e…está aquí – murmuró el joven retomando el aire -…sir waltorana llegó y exige ver a lord wólfram – informó el pobre soldado.

 

Yuri se puso inmediatamente de pie viendo a como sus colegas se ponían serios, esto no le gustaba.

 

-¿dijo… para que venía?- cuestiono sin querer oír la respuesta.

 

El soldado dudo un poco para después asentir

 

-vino… para llevarse a su excelencia de regreso a las tierras Bielefeld

*

*

*

En la sala del gran castillo un nada paciente gobernante esperaba a que su sobrino se presentará en la ese lugar. Esta vez no escucharía excusas se lo llevaría de ahí, ya una vez había permitido que su amado sobrino sufriera por un extranjero no cometería ese error dos veces.

 

La gran puerta se abrió dejando entrar al principal causante de las desgracias en su familia: Yuri shibuya, esté acompañado de gwendal y Gunter como de costumbre.

 

Su ceño se frunció apenas lo tuvo enfrente, mas este no se inmuto. Con su habitual confianza sonrió mientras tomaba asiento. Ambos se miraban fijamente. Como si con ello descubrieran sus secretos más íntimos. Ya harto del silencio waltorana hablo.

 

-su majestad… que… agradable es verlo – su voz destilaba sarcasmo lo cual no sorprendió a nadie – más temo… que yo llame por mi sobrino.

 

-ya un guardia fue por el – informo el moreno sonriendo como de costumbre – si no es descortés de mi parte, puedo preguntar ¿a qué ha venido?- el rubio solo lo miro con algo de indignación.

 

-… creo que eso ya lo sabe su majestad – respondió con un siseo – vengo por mi sobrino. Y no me iré de aquí sin el –sentenció con seguridad.

 

-no lo permitiré – negó el maou con una voz. Que hizo tensarse al rubio, no era el tierno muchacho quien hablaba era como si fuera otra persona.

 

-creo que eso no le corresponde – alcanzó a decir perdiendo algo de valor.

 

-claro que si – aseguró el pelinegro – wólfram me pertenece – gruño el maou

 

Tanto gwendal como Gunter se miraron entendiendo lo que sucedía… ese no era Yuri y waltorana pronto se dio cuenta.

 

-… maou – este sonrió.- aunque usted sea quien lo diga… wólfram se irá conmigo – el moreno dejó de sonreír y se levantó lentamente, el rubio retrocedió instintivamente.

 

-… osas desafiarme

 

-si – tomando valor dio un paso adelante – por la felicidad de mi sobrino lo haré, si usted con su poder no evitó que esto pasara ahora es muy tarde. Un error trae sus consecuencias y como lo dije en el pasado espero ver el día en el cual usted lo pague caro – recalcó viendo la furia en el rostro ajeno.

 

La tensión que había era tan palpable que nadie se atrevía a respirar, más el grito de un joven rubio corriendo a los brazos de su tío pudo romperla regresando a Yuri a su estado habitual.

 

-¡tio! – el rubio se refugió en los brazos ajenos, necesitaba tanto sentirse amado.

 

- wólfram – el hombre se separó con seriedad asustando a su sobrino y conrad quien venía atrás de él.

 

-¿p-por qué me ves asi?- cuestiono el soldado mirando a su alrededor todos se veian incomodos -¿Qué pasa?

 

- toma tus cosas, nos regresamos a las tierras Bielfeld – ordenó viendo a su dulce sobrino retroceder.

 

-…no – musito negando débilmente –… no iré.

 

-¡claro que lo haras!- gritó tratando de calmarse -¿dime porque me llevas la contraria?

 

-… estoy comprometido tío –admitió desviando la mirada.

 

-lo se… por eso mismo hoy romperás ese compromiso y nos iremos – wólfram lo miró con tristeza sacando una duda en el rubio…-no puede ser – waltorana sacudió su melena con clara frustración – por favor déjenme a solas con mi sobrino – solicitó.

 

Los presentes se miraron con duda, más para su sorpresa fue Yuri quien les concedió la petición y solicitó que todos salieran, antes de abandonar la estancia miro a wólfram y sonrió con cierto dolor.

 

-wolfram – llamo su tío al estar solos - …¿estás enamorado de ese joven?

 

Ante la pregunta el rubio solo pudo sonrojarse. Era la misma pregunta que llevaba repitiendo toda la semana ¿amaba a kazuo? Ahora lo sabía.

 

-tío – el rubio sonrió, pero no era cualquier sonrisa, era la que hacía mucho había perdido, esa sonrisa de felicidad y plenitud – lo amo… ahora lo se – sentenció aliviado de sus sentimientos.

 

-¿más que a Yuri shibuya?- cuestiono con temor a la respuesta

 

El menor solo suspiro con tristeza.

 

-… jamás – negó – jamás… amare a alguien como lo ame a el – sentenció con seguridad – Yuri es y será el amor de vida, pero… kazuo – su rostro se iluminó con solo nombrarlo – se ha ganado mi corazón. Se que si alguien me puede hacer feliz es el.

 

Su tío permaneció callado, analizando sus palabras. Debatiéndose en que hacer y decir, por un lado quería llevárselo y no arriesgarse a que su única familia pasará nuevamente por el dolor de ser rechazado pero al verlo, así sonriente, no pudo. Lo sabía, wólfram había tomado su elección.

 

-… sabes que lo único que quiero es tu felicidad ¿verdad?- el rubio asintió algo conmovido –  ¿y bien? ¿Cuándo lo conoceré?

 

Wólfram sonrió, sabía que su tío lo había aceptado, le había dado una oportunidad de creer y lo apoyaba.

 

-¡no tienen que esperar!- la voz de kazuo resonó en la estancia.

 

-¡kazuo!

 

-¿este es?- waltorana lo miró de arriba abajo -… ¿Cuándo será la boda?- cuestiono poniendo rojo a su sobrino.

 

cuando wólfram diga!- respondió el moreno con alegría. Esa respuesta pareció satisfacer al monarca.

 

-creo que a estas alturas ya habrás escuchado lo que te pasara si rompes el corazón de mi sobrino – kazuo asintió – bien, tenlas presente.

 

Sin más el gobernante les dio su bendición, no necesito preguntar si el moreno lo amaba, cualquiera con dos ojos que viera la forma en que miraba al rubio sabría la respuesta.

 

-hazlo feliz- le susurro antes de partir ese mismo día en la tarde. Después de todo su propósito había fallado, solo rogaba no tener que volver si no fuera para la celebración de su boda.

 

-…te acepto – murmuró wólfram viendo la carroza de su tio partir.

 

- pasamos la prueba de fuego – bromeó el moreno haciendo reír al rubio – te eh dicho que amo verte reír –cuestiono acariciando su mejilla con una ternura infinita.

 

- jaja sí, creo que lo hiciste- wólfram apoyó su mejilla en la mano, se sentía tan en paz… tan pleno – kazuo – le llamo, era el momento, y sus mejillas le traicionaron - …yo…yo te q- una mano tapo sus labios. Haciendo que su ceño se frunciera

 

-hoy, al atardecer, nos veremos en el lago, ahí podrás terminar esa frase – prometió con un susurro.

 

El rubio algo enojado por su interrupción pero entendiendo el mensaje asintió.

 

-entonces… hasta el atardecer - con rapidez deposito un suave beso en la mejilla del otro antes de salir rumbo a su habitación.

 

Una vez solo, la sonrisa del moreno se desvaneció dando paso a una mueca de dolor, su cuerpo se recargo en la fría pared. Mientras una lágrima descendía por la comisura delineando su rostro hasta perderse en el vacio.

 

Dolía… dolía tanto que no sabía cómo pudo aguantarse las ganas de llorar y sonreir en su lugar.

 

Wólfram no lo sabía, pero él había escuchado más de lo que hubiera querido. Oírle decir que solo amaría a Yuri en toda su vida, con tal devoción y seguridad rompió algo en él.

 

Pero no podía quejarse, porque él lo sabía, sabía que su rubio jamás lo amaría como a Yuri, y aun así había decidido intentarlo. No había nada de qué quejarse.

 

Después de todo wólfram lo quería y ambos iniciarán una nueva vida juntos pero… pero…

 

-… si tan solo me amaras como lo haces con el – susurro a la nada sabiendo que eso sería más que imposible.

*

*

*

El sol comenzaba a descender en el manto del cielo y con ello un joven impacientemente se terminaba de arreglaba en la soledad de su habitación, no iba muy glamuroso, había optado por un pantalón negro ceñido a sus piernas y una camisa casual color azul marino. su cabello despeinado le daba un toque rebelde más el sonrojo en sus mejillas disminuían este efecto.

 

-maldición, ya se me hizo tarde - sin más coloco un poco de su perfume, aquel que su madre le había regalado en su cumpleaños y salió caminando a paso apresurado.

 

Su mente estaba inmersa en cómo se declararía esa misma noche que no vio cuando yuri apareció adelante de este. Sino hasta que lo escucho hablar.

 

-¿saldrás a estas horas?- wolfram alzo su mirada hacia su rey, quien lo veía levemente sonrojado, el rubio desvió la mirada tratando de no sentir la mirada del moreno sobre su cuerpo.

 

-si salgo o no, no es asunto suyo - respondió cortante, tratando de mantenerse firme en su decisión, ya no había marcha atrás.

 

-... wolfram… necesito hablar contigo - solicitó el moreno, tenía que intentarlo… quería decirle al rubio todo lo que sentía, o de otra manera perdería sin haber luchado.

 

- ahora no, tengo un compromiso - negó tratando de irse.

 

- ¿es con kazuo?- cuestiono levemente dolido..

 

-....si, saldré con mi prometido, que descanse su majestad - sin más el rubio se perdió entre los pasillos, seguiría con su decisión sin importar nada, había llegado la hora de ser feliz.

 

-... wolf… - Yuri miro el lugar por donde la figura del menor desapareció -... no quiero perderte - susurro mientras apresaba sus manos

 

-no lo permitiré… wólfram es mío, solo mío - sentenció la voz interna del moreno

 

-¿qué dices? ¿qué harás?

 

-.... lo que sea necesario

*
*
*

 

el sol estaba por descender en su totalidad cuando wolfram al fin había llegado a su destino, mi buen humor había muerto al toparse con yuri

 

-¿qué me habrá querido decir?- se cuestionó para después negar - no wólfram… no, ya no basta de pensar en el… ahora solo será kazuo - el rubio sonrió mientras amarraba a su caballo. - es el mi felicidad… solo él.

 

Con una nueva determinación camino hacia el lago que había presenciado tantas lágrimas y risas de su parte y ahora compartía con el hombre al cual le entregaría su vida.

 

Al llegar un escenario digno de la palabra romántico se presenció ante el, al lado del lago que era iluminado por la luna, un picnic se hallaba, velas rojas con flores regadas adornaban el lugar. Todo era perfecto

 

-creí que nunca llegarías - hablo una voz  a sus espaldas. Cuando volteo y vio a kazuo el aire le falto.

 

Estaba tan arrebatador con esa mirada picara en su rostro que solo pudo desviar la mirada mientras trataba de mostrar serenidad.

 

-es hermoso - alago el rubio - no tenías que molestarte.

 

-pero quería hacerlo - susurro kazuo al tiempo que lo abrazaba desde atrás, sus manos lentamente sostenían su cadera y su aliento rozaba su oído causándole sensaciones extrañas- porque solo tu lo vales.

 

El rubio sin saber que decir suspiro, y tomando valor se dio la vuelta, sus ojos se miraban con intensidad. Era el momento.

 

-... tres meses - musito el rubio confundiendo al moreno.

 

-¿eh?

 

-... tres meses es suficiente tiempo para organizar nuestra boda - explico recargándose en el pecho ajeno.

 

- wolf - kazuo quedo helado -.... eso… significa lo que creo - el rubio asintió con gran vergüenza- …entonces… ¿me quieres?

 

-ya lo sabes, no me hagas decirlo, es vergonzoso - suplico hundiendo su cabeza en el pecho del mayor quien lo separo lentamente haciendo que lo mirara a los ojos.

 

-quiero escucharlo de tus labios – sentencio casi

 

-... te - vaya que era difícil - t…¡te quiero idiota!- grito mientras tomaba las solapas de este y lo besaba con firmeza, como demostrándole lo dicho.

 

kazuo no dudo en corresponder ese beso, sus manos acariciaron la cadera del menor mientras este solo podía suspirar ante su contacto. Aquellos labios que lo devoraban y le hacían sentirse amado le demostraban que era lo que siempre deseo, que era la decisión correcta.

 

-soy el hombre mas feliz del mundo - aseguro el mayor con suma emoción.

 

- jaja no exageres

 

-¡no lo hago! ¡soy feliz! - kazuo alzo a wolfram entre sus brazos haciéndolo girar ambos reían a carcajadas, se sentían plenos, felices. Nada podría arruinar ese momento.

 

-¡bájame tonto!- suplicaba el rubio riendo levemente

 

-... si usted lo pide-  kazuo aventó a wolfram al agua tratando de no lastimarlo.

 

-¡maldito! - grito el rubio ansiando poder salir para matarlo.- deja que salga y te quemare vivo.

 

-jaja nada de eso amorcito - kazuo se quitó su camisa blanca y sin dudarlo salto al agua. Impidiendo que el menor saliera.

 

-¡déjame! estoy muy enojado.- grito de dientes para fuera al sentir los brazos del moreno rodearle.

 

- yo sé cómo hacer que se te quite lo enojado - aseguro el moreno con suma confianza.

 

- ¿así? ¿co… - no alcanzo a terminar cuando era devorado por otro beso que le dejo sin aliento, dejando de lado su enojo correspondió este mismo sintiendo como este lo jalaba hacia abajo haciendo que sus cuerpos se sumergieran en su totalidad en el agua.

 

La sensación de compartir el oxígeno y no dejar de acariciarse comento a tornar el asunto un poco más candente, cuando wólfram sintió que ya no podía mas kazuo lo saco del agua para  volver a besarlo más esta vez introdujo su lengua con necesidad, el rubio lejos de asustarse aprovechó la poca gravedad del agua para enredar sus piernas en la cintura del mayor.

 

kazuo descendió sus manos un poco sujetando los muslos del menor con cierto nerviosismo más al ver que wólfram no dejaba de suspirar en medio de su beso húmedo se dio ánimos para apretarlos entre sus dedos sacando un suave gemido del mejor.

 

Fue como escuchar a los ángeles en medio de aquel paraíso que los rodeaba siendo cómplices de su entrega.

 

sin querer retenerse rompió su beso descendiendo hacia el cuello del rubio, quien se mordió levemente los labios al sentir la lengua del menor pasearse por este mismo, y en ocasiones succionar con fuerza la piel.

 

Toda sensación de excitación que podía sentir se detuvo al notar como “algo” crecía en la entrepierna del mayor y se frotaba contra él, un sonrojo cubrió sus mejillas dándose cuenta de lo que pasaba.

 

-e. Espera - suplico alejándose un poco

 

-yo… lo siento, me deje llevar y…

 

-no… no es eso - wólfram lo miro con el mismo deseo - también te deseo… pero aun no, primero debemos casarnos - sentencio con seriedad, después de todo era un bielefeld y sería una deshonra entregarse sin estar casado.

 

- ¿solo eso?

 

-¿cómo que solo eso? para mí es muy importante estar unido antes de…. de…. eso - explico sin querer nombrar la palabra “sexo”

 

- wolf - kazuo sonrió con ternura - … si es importante para ti, lo es para mí. Esperare hasta ese momento, y cuando pase te hare el hombre más feliz del mundo - prometido mientras tomaba sus manos.

 

-... lo sé - el rubio entrelazo sus dedos, imaginando el momento donde estos estarían acompañados de unas hermosas argollas. - creo que saldré… hace frio -  murmuro wólfram tratando de no romper el momento.

 

-eh… yo me quedare un momento - ante la mira confundida del menor apunto debajo del agua dándole a entender que tenía que esperar que su amiguito se durmiera.

 

ah! ¡Eso! ¡Si yo espero afuera! - grito antes de nadar hasta la orilla más cercana.

 

Al salir camino al picnic donde kazuo tenía una toalla y comenzó a secarse no quería enfermarse. Algo hambriento tomo una de las frutas que se encontraban en la canastilla y la devoro en un instante.

 

-oye… no deberías  tardar tant - sus palabras murieron al voltear, la toalla callo de sus manos y el horror se mostró en su rostro -¡kazuo atrás de ti!

 

El moreno sin  entender volteo cuando se vio siendo succionado por un remolino de agua, con desespero trato de nadar pero era inútil estaba siendo succionado.

 

-¡wólfram! – el moreno miro al menor con terror pero no por lo que pudiera pasarle sino por ser separado de su amado ángel.

 

-¡kazuo!- el rubio sin dudarlo salto pero era muy tarde. Estaba solo en el lago- ¡¡kazuo!!

 

Su grito seguido de un intenso llanto rompió el silencio que embargaba el lugar mientras una figura oculta en la oscuridad  era testigo del dolor del menor.

 

Continuara….

 

Notas finales:

ok se que algun@s estaran disgustados - como problememente ines mi hermana - por la actitud de wolfram tipo " como amare a yuri no amare a nadie"

pero seamos realistas, wolfram y yuri -para mi- estan destinados por el hilo rojo, eso significa que no pueden amar a nadie mas como a ellos. 

yo en lo personal me enamore de el wolfram que da todo por amor, del que no quiere perderlo y es fiel a su amado. ese es mi wolfram asi que no lo perdere aunque este con otro

espero su comprension y sino pues nimodo xD gracias por leer


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