Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

error tras error~ por yuram-cham

[Reviews - 70]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

hola, se que hace un mes que actualice pero como entramos a ULTIMOS capitulos me ire mas rapido asi que la proxima actu sera dentro de 10 dias maximo, sino es que antes.

gracias por su paciencia en especial a ti one-chan *3*

En un reino muy lejano, más específicamente las  hermosas tierras de “alazar”, tierras lejanas a cualquier contacto con humanos, que solo los unía al resto de la humanidad un hermoso océano, un grupo de hombres se preparaban para su largo viaje el cual los llevaría a shin mazuko, lugar que había cambiado su forma de vivir y pensar hacía muchos años.

-¿está todo listo para zarpar? – cuestiono el rey Arthur con cierta alegría en su melodía.

-si mi señor – acertó a decir el joven capitán de aquella tranvía – veo que se encuentra muy emocionado por volver a esas tierras lejanas, ha pasado un año desde la última ves – supuso viendo al castaño sonreír, al instante sus mejillas se tiñeron de rojo.

Pero ¿Cómo culparlo?, para nadie era secreto el gran atractivo de su rey, donceles, doncellas e incluso hombres lo deseaban, sus rasgos varoniles y joviales combinadas con esos ojos color rubí y esa melena castaña que caía ondulada hasta sus hombros, no eran fácil de ignorar.

-si… un año ha pasado ya – Arthur miro el barco en el puerto que esperaba una orden para zarpar - … quien diría que hace poco nosotros, Mazukos de sangre pura, odiaríamos tanto a los humanos hasta el punto de aislarnos de todos incluso los de nuestra raza que creímos contaminados. – comento arrepentido de sus acciones anteriores.

-… nadie lo hubiera imaginado mi señor, pero tampoco habíamos conocido a alguien como su majestad shibuya  - inquirió el joven de cabello blanco como la nieve mientras sus ojos azules analizaban como su rey sonreía al recordar a el monarca de shin mazuko.

-admito que Yuri contribuyo en mi pensamiento pero… fue “el” quien en verdad me cambio  - “mi amado ken” pensó el joven rey con una mirada de tristeza y melancolía.

-¿lo sigue amando verdad?- cuestiono levemente dolido el doncel. No necesito respuesta bastaba con ver la mirada de su rey – entonces… ¿Por qué lo dejo ir?

-shiro, cuando amas a alguien, basta que ese ser sea feliz – nombro volteándolo a ver por primera vez – algún día lo sabrás – susurro acariciando levemente su mejilla, provocando un hermoso sonrojo en el joven – andando que tenemos un largo viaje- sin más el rey ascendió al barco siendo escoltado por el capitán.

si lo sabré yo… mi rey” el joven albino miro a su ser amado con una pizca de dolor, él sabía que Arthur aun amaba a ken, solo rogaba porque este siguiera fielmente enamorado de shinou o definitivamente lo perdería.

*******

-¿su majestad? – Gwendal miro algo preocupado a su rey, se notaba levemente débil.

- ¿eh? ¿Gwendal? – Yuri dejo de firmar los papeles para voltear a verlo -¿paso algo?

-…mm nada – el mayor saco los últimos documentos que firmaría – esto es lo último, después podremos retirarnos a cenar, ya es tarde –miro el manto oscuro en el cielo.

-sí, ya tengo hambre… ¿Qué es? – Yuri miro los documentos para luego sonreír.

-es la alianza de paz con las tierras de alazar, dentro de unos días se cumple el plazo y tenemos que renovarlo, ya su majestad Arthur debe venir en camino – informo conrad desde su lado derecho.

-¿vendrá? – Gwendal asintió a su duda -¡genial! Hace mucho que no lo veo, pero… ¿y ken?- cuestiono dudoso, sus tres acompañantes no sabían si su alteza ya sabría de esto.

-considero que no deberíamos informarle – nombro conrad algo dudoso.

-tienes razón… ahora está casado con shinou y dudo que a este le agrade mucho saber de su regreso – confirmo el rey reflexionando.

-bueno su majestad, dejemos de lado eso, es hora de que cenemos – acertó a decir Gunter mientras guardaba los documentos importantes.

Los tres de acuerdo con este, salieron del despacho dirigiéndose al comedor, mientras charlaban algunos puntos que había que reforzar cuando Arthur volviera, rutas comerciales y otros.

Los pasos acelerados y gimoteos les hicieron detenerse, a sus ojos se veía un wólfram mal vestido, con el cabello húmedo y los ojos rojos correr hacia ellos.

-¡¿Qué te paso?!- cuestionaron temiendo lo peor.

-sniff ka… zuo…el… - wólfram no dejaba de llorar, le importaba poco quien lo viera se sentía desesperado.

-¡¿Qué te hizo?!- cuestiono Gwendal enojado mientras tomaba la funda de su espada.

-¡se fue! Sniff el agua se lo llevo – sus manos temblorosas tomaron a Yuri de la solapa – tu…. Solo tú pudiste hacerlo – la mirada enojada del rubio realmente le dolió al moreno.

-¿Cómo… piensas que haría algo así?- inquirió el rey dolido por la acusación-

-¡¿Quién más podría ser?! ¡Kazuo se fue!... solo tu manejas el portal – reclamo con rabia en su mirar.

-¡eso es imposible! Su majestad estuvo todo el tiempo con nosotros – defendió Gunter molesto por la falsa acusación.

-eso es cierto wólfram… además su majestad jamás haría algo así- trato de hacerle entender conrad.

El menor solo retrocedió arrepentido de su actuar, pero en verdad estaba desesperado sentía que la toda la felicidad que había sentido se había espumado con la ausencia de su prometido.

-por favor – el rubio­ abrazo a Yuri este se sorprendió al notar como temblaba – tráelo de regreso… te lo suplico – sus lágrimas mojaban la camisa del monarca Yuri solo atino abrazarlo, apresándolo contra su ser.

-yo… - no sabía que decir. Estaba entre la espada y la pared.

-temo que no será posible- una vos ajena les interrumpió.

-shinou-Heika – musito Gunter sorprendido.

-¿p-por qué dices eso?- cuestiono wólfram con miedo.

- los portales están cerrados. Hay algo… o alguien que interfiere con ellos, ni Yuri sería capaz de abrir uno – informo el rubio con un tono serio.

-… eso significa que… - no quería decirlo, no podía imaginar estar lejos de kazuo, no ahora que habían arreglado su relación. ¿Por qué el destino se empañaba en quitarle todo lo que amaba?

Sin querer derrumbarse aún más frente a los demás, salió corriendo del lugar, Yuri trato de seguirlo pero la mano de conrad lo detuvo  para después sonreírle e irse tras su hermano.

-.. Aquí parado no solucionaremos nada, vayamos al comedor- solicito Gwendal retirándose junto a los dejas

-yo iré en un segundo – informo el moreno alejándose de todos.

Cuidando que nadie lo viera entro a la primera habitación que había, dirigiéndose al único baño del lugar. Con el ceño fruncido camino hacia el espejo del tocador viendo a su otra personalidad reflejada en este.

-tú lo hiciste ¿verdad?- cuestiono seguro de su afirmación - ¿Por qué?

-… solo hice lo que debía hacer – se defendió ue-sama – te lo dije ¿no?, jamás dejare que wólfram sea de otro, el me pertenece desde antes de nacer.

-¿y bien? ¿Estas contento ahora?- por el rostro de ue se notaba que no.

-¿Cómo podría estar feliz de verlo llorar?- replico el mayor- pero sé que solo yo puedo hacerlo verdaderamente feliz.

-…. Pues vaya que lo demuestras- comento sarcástico Yuri -… sé que por mi culpa todo esto ha pasado pero no quiero ver a wólfram infeliz.

-entonces haz lo que debes hacer, y conquístalo – sentencio el mayor antes de desaparecer dejando ver solamente el reflejo de Yuri.

-… si tan solo fuera fácil – miro sus manos con anhelo. No sería fácil pero esta vez lo intentaría.

******

Tierra E.U, 9 p.m.

Por los escalones de uno de las más prestigiosas universidades, un joven subía estas mismas con sumo pesar, había sido un día muy largo, primero tener que llevar a su amigo al aeropuerto aunque hubiera tenido que pasar por algo ciertas “infracciones”, al final del día su amigo había subido a tiempo aquel avión, más lo que no esperaba era que la policía lo detuviera al salir.

$500.00 dólares fue la infracción por pasarse los semáforos, causar un pequeño accidente en un poster, perder a dos patrullas, etc. Vaya que esos sujetos no podían relajarse y entender que era ¡una emergencia!, aunque a decir verdad no le molestaba después de todo pertenecer a una familia de cierto nivel económico tenía sus beneficios.

-hogar ¡dulce hogar!- murmuro apenas paso la puerta de su dormitorio, aquel que compartía con kazuo.

Con suma flojera aventó la mochila a una esquina sin preocuparse de donde callera, total ya eran vacaciones ¡y vaya que le hacían falta!

-pff ¿que apesta tanto? – susurro oliendo el aire para después dirigir su nariz al sobaco arrugando el entrecejo con suma molestia - … toca baño. Ahh el peor día del año – se lamentó, en verdad odiaba el agua. Pero como siempre era un mal necesario.

Su mirada se dirigió al reloj de la mesita central, eran las 9:15 y su amigo no le había llamado siquiera para avisarle que había llegado a Japón, ¡vaya ingrato! Pero ya se las cobraría luego.

Mientras tarareaba una canción pegajosa, comenzó a desvestirse mirándose en el espejo, vaya que era guapo, si la multa fuera por belleza $500 dólares serían insuficientes.

-ni modo, si ser guapo es pecado ¡arréstenme! – bromeo en soledad.

Cuando tenía solamente sus bóxer negros se encamino al cuarto de baño, donde abrió la llave de la bañera para que esta se llenara con agua tibia. Mientras el sonido del agua al caer llenaba el espacio, procedió a cepillarse los dientes. Sin embargo un extraño escalofrío lo recorrió.

Algo nervioso miro a su alrededor, mas no había nada.

-ahh esa película sí que me afecto – se dijo queriéndole quitar atención más rápidamente el sonido de agua moverse le hizo estremecerse.

Su mirada se dirigió muy lentamente a la bañera que era tapada con una cortina casi trasparente, sus ojos se expandieron al ver como una sobra surgía de la nada, el alma se le fue en ese momento.

-fan… fan…FANTASMA – grito aterrado tratando de abrir el picaporte para salir corriendo más por el miedo esta parecía ser una misión imposible.

La figura se sostuvo de la cortina apoyando su peso en ella y cayendo al mismo tiempo, castiel estaba lo suficiente aterrado cuando escucho el lamento de esa cosa, estaba a punto de desmayarse cuando kazuo apareció entre la cortina.

-¡no, no. no! ¡Ahora no por favor!- suplico este hincándose en la tina, con su mirada llorosa, parecía desesperado porque algo ocurriera, el joven rubio estaba tan confundido que no sabía qué hacer.

No sabiendo que era lo que más le preocupaba si kazuo era el fantasma, o que este mismo hubiera aparecido de la nada en un lugar donde estaba 100% seguro que era imposible.

-¿kazuo?- le llamo por fin  sin poder creer lo que veía, su amigo le volteo a ver también confundido.}

-¿..Castiel? tu… ¿Qué haces aquí?- susurro tratando de salir de su aturdimiento.

-¡¿Qué,  qué hago yo aquí?!¡Esa debería ser mi pregunta!, ¡¿Qué diablos esta pasando aquí?! No me digas que el avión se estrelló y moriste, ahora eres un fantasma y vienes atormentarme  por seguir vivo y apuesto – su mente creaba una historia ficticia que no sabía ni que era lo que más sorprendía al moreno.

-… estoy de vuelta entonces – se lamentó cayendo al suelo con suma desdicha, sus brazos cubrieron sus ojos para evitar derramar esas lágrimas. ¿Así acabaría  todo?¿nunca volvería a ver a wólfram? ¿Qué haría este?....se… ¿se casaría con Yuri y lo olvidaría? – no… eso no.

-kazuo – susurro el rubio viendo con pena a su amigo -… ¿Qué paso? – Cuestiono al fin más calmado- sabes que cuentas conmigo, dime.

- no me creerías – negó el moreno levantándose del mojado piso mientras tomaba la toalla que su amigo le ofrecía.

-acabo de verte salir de una bañera ¿Qué más loco puede haber que eso?- cuestiono levemente molesto por la desconfianza.

Kazuo se debatió entre decirle o no, pero en verdad necesitaba desahogarse o moriría  y quien mejor que castiel su mejor amigo.

-está bien – accedió dispuesto a contarle todo.

*

*

*

-… mientes- murmuro castiel anonadado por lo escuchado.

-tu... Maldito – kazuo apretó el puño arrepintiéndose de haberle contado todo.

-¿Cómo quieres que te crea que viajaste a un nuevo mundo donde hay demonios que un amigo tuyo es el rey, tú y tu hermano vienen de ese lugar por lo que también son demonios y que haya conociste a tu persona ideal, de la cual estas completamente enamorado ¡no olvidemos que es un hombre! y al parecer este al fin te correspondió cuando fuiste arrastrado de regreso?- cuestiono fuera de sí.

Kazuo había comenzado a contar para tenerle paciencia.

-¡lo que pasa es que en verdad moriste y vienes por mí! – acuso ya fuera de si cuando recibió un golpe en la cabeza.

-¿así o sigo golpeándote hasta que te convenzas de que estoy vivo?- cuestiono formando una sonrisa sádica.

está bien! ¡Te creo!- grito deteniendo al moreno – pero… entonces ¿Cómo volverás?

La mirada entristecida de su amigo lo miro con una vaga sonrisa.

-no lo sé- negó con una voz decaída y ronca-  solo se… que sin wólfram, no quiero vivir.

-no te preocupes, ya encontraremos como solucionar esto, por el momento es mejor que descanses –sugirió su amigo – tenemos tiempo, dudo que ese tal wólfram te olvide tan rápido.

-no lo entiendes- murmuro el mayor viendo el reloj – cada hora aquí allá podría ser un día, una semana o mes… no tengo tiempo.

Castiel lo miro comprendiendo la situación.

-entiendo, pero aun así debes descansar si enfermas no podrás ir a su lado.

El moreno solo asintió tirándose a una de las camas, esta estaba tan fría. El rubio apago la luz y salió dejándolo descansar, sabía que este necesitaba pensar a solas.

-wólfram – susurro abrazando su almohada – te extraño tanto. – sus ojos se cerraron anhelando el momento en el cual se volverían a ver, aunque quizás este jamás sucedería.

*

*

*

-maldición – murmuro murata caminando rumbo a su habitación donde le esperaba shinou – espero ya se haya despertado ese rey desobligado.

Se suponía que tenían que ir a ver como marchaban las cosas en el templo pero su amado esposo no se había levantado aun. Su mirada cambio de alegre a una de preocupación, había pasado 6 días desde que kazuo desapareció. No sabía nada de él y eso le preocupaba de sobremanera.

-….espero este bien – se lamentó deteniéndose en medio del pasillo – otra vez – su mano viajo a su boca impidiendo el vómito, era desagradable y cada vez las arcadas eran más intensas. Si esto seguía así no podría ocultar su situación por mucho tiempo.

-¿ken?- la vos que menos quería ver en esos momentos le llamo -¿Qué sucede?- cuestiono shinou notando la palidez en su pareja.

-… nada, solo estoy cansado, alguien no me deja dormir bien en las noches – reprocho tratando de sonar lo más natural, pero el tono vacilante y algo ronco, no ayudaba.

-ken, ¿Qué sucede?- cuestiono el rubio deteniendo su andar – no eh querido presionarte, pero no puedo quedarme fuera de lo que te pase –concluyo con semblante serio, ese que le cerraba las puertas para huir.

-ya te dije que no pasa nada – el moreno acomodo sus lentes mientras avanzaba pero nuevamente la mano del rey se lo impidió.

-mientes, ¿Qué ocultas?- el tono ahora molesto del rubio puso nervioso al menor.

- si no me quieres creer es muy tu problema – negó zafándose del agarre – solo estoy cansado, ya te lo dije – tratando de ignorar la mirada ajena avanzo unos pasos cuando un fuerte mareo lo hizo sostenerse a la pared.

-¡ken!

Sus ojos viajaron a  los de shinou pero fue inútil, en algún momento perdió la conciencia quedando rendido en el suelo, el mayor no dudo ni dos segundos en tomarlo entre sus manos, con gran agitación corrió hacia su habitación mandando en el trayecto a unos soldados que fueran por Gisela.

No pasaron ni cinco minutos cuando la enfermera entro en la habitación, con gran preocupación en su mirar, shinou no era tonto, él sabía que ella conocía la situación de su pareja y quisiera o no se lo diría.

-¿hace cuánto que fue el desmayo?- cuestiono la de cabello verde sacándolo de sus pensamientos.

-aproximadamente 6 minutos – respondió el mayor viendo como la joven buscaba algo en su maletín, un liquito con olor fuerte, rápidamente esta lo coloco debajo de la nariz de su esposo quien comenzó a moverse incomodo por el olor – está despertando.

-Mmm – un ligero quejido salió de sus adormilados labios, mientras sus ojos se abrían con pesadez -… que.. me…

-te desmayaste – informo shinou preocupado – ¿no creen que merezco saber que está pasando aquí?

Tanto Gisela como murata se miraron en complicidad, aumentando las sospechas del rubio, la enfermera miraba al moreno como animándolo hablar mientras que este frunció su ceño desaprobando esa solución.

-perdóneme alteza – susurro la enfermera levantándose para dirigirse al antiguo rey – él debe de saberlo.

-¡te lo prohíbo Gisela! – Grito el moreno asustado por primera vez – él no debe saber ¡no tienes derecho a decirlo!

Shinou nunca había visto a su colega tan molesto y preocupado, ¿era tan grave lo que le dirían? La duda lo mataba.

-¿entonces quien sí? ¡Usted no se lo dirá! Pronto no podrá ocultarlo ni dar marcha atrás, perdónenme pero lo hago por usted – alego la Gisela con cierto remordimiento al violar su política de privacidad.

- ¿decirme que?- cuestiono el rubio algo aturdido.

-… su excelencia esta….- la joven miro por última vez al gran sabio quien rogaba por su silencio  pero ya no había marcha atrás – él está… embarazado.

*

*

*

En el despacho real, como todos los días, el rey se encontraba haciendo sus deberes, firmando papeles y escuchando las réplicas de sus asistentes, pero en su mente la preocupación no lo abandonaba, hacia casi una semana que kazuo se habida marchado y la actitud de wólfram tenia preocupado a medio mundo.

Este no comía, apenas si tomaba una fruta o el desayuno, todo el tiempo se la pasaba en misiones, vigilancia o patrullaje en las fronteras, parecía que quería huir de la realidad y eso acabaría con el mismo.

-ahh – un suspiro salió de los labios del monarca dejando a un lado la pluma – necesito un descanso – solicito. La verdad era no podía concentrarse en nada y sus aliados parecieron notarlo.

-…una hora. Debemos terminar con esto hoy, no debe tardar en llegar su majestad Arthur lleva un día de retraso – comento el peli gris con su típico tono severo-iré a pedir que sirvan el almuerzo – informo antes de salir  junto a Gunter.

-entendido – Yuri estiro sus manos tratando de relajar sus músculos, al fin tendría cinco minutos de tranquilidad o eso pensó cuando en la habitación entro el ser que más anhelaba ver.

-su majestad- le llamo wólfram inclinándose levemente – eh terminado el patrullaje diurno, solicito permiso para dirigir también el nocturno.

Yuri arrugo su entrecejo con disgusto, el rubio algo la mirada esperando su respuesta pero solo logro molestar aún más al monarca, al notar como este se encontraba de pálido, debajo de sus ojos unas grandes ojeras le restaban belleza a ese rostro. Pero lo más impactantes eran sus ojos, aquellos que antes brillaban con firmeza hoy estaban secos… muertos.

-no… pediré que la tropa de conrad lo haga – negó el moreno levantándose de su escritorio para rodearlo y acercarse al rubio quien ahora parecía enojado.

-¿Por qué? ¡Soy lo suficiente fuerte para hacerlo!- alego molesto.

-eso ya lo sé, pero ¿acaso no notas como estas? ¡Necesitas descansar! O tu cuerpo no lo soportara – reprendió el moreno con preocupación-¿hace cuánto que no duermes o comes bien?

-¡eso no te incumbe! – negó el rubio dispuesto a marcharse cuando los brazos del mayor se lo impidieron, su cuerpo se tensó al sentir como este le abrazaba desde atrás aferrándose a él con posesividad.

-no digas eso por favor – susurro hundiendo su cabeza en el cuello del menor – todo lo que tenga que ver contigo me incumbe.

-suéltame – ordeno en lo que parecía ser una súplica. Sentir las manos de Yuri aferrarse a su cuerpo despertaban un sentimiento que no podía ser, su aliento en su cuello le erizaba la piel causándole una gran confusión. ¿Qué no entendía que lo estaba olvidando?

Ahora que por fin ya eh logrado,

No pensarte demasiado

Tú preguntas sobre mí

 

-no – negó – no te dejare ir, sin que antes escuches lo que tengo que decirte…. Wólfram yo… - sus manos comenzaron a temblar -… si yo te digiera que te amo ¿cambiaría algo? – Yuri noto como todo el cuerpo de wólfram tembló.

 

-…no sé qué pretendes, pero no te creo – susurro tratando de permanecer fuerte.

 

Ahora que mis ojos se han secado

Que en mi cama no te extraña

Llegas solo a confundir

¿Qué te da el derecho de hacerme dudar?

Si tú fuiste el primero en dejarme de amar

 

-te amo – susurro apretando su agarre temiendo que este huyera – créeme

 

-¡No! – Grito el menor ahogando un jadeo -… ¿Por qué me dices esto ahora? ¿Es divertido tenerme en tus manos? Manipular mis sentimientos con tan solo una palabra – cuestiono tratando de contener su llanto, ¿Qué acaso no notaba que lo lastimaba?

 

-no Wolf – Yuri lo giro notando como unas traicioneras lagrimas bajaban por sus mejillas – yo… yo solo… quiero hacerte feliz.

 

-¡mientes! – de un jalón se zafo de sus brazos, sus manos se abrazaban como queriendo protegerse de la verdad que entraba a sus oídos. – fuiste tú quien dijo que nunca podría amar a un hombre como yo, ahora cúmplelo.

 

Quédate ahí

Que cerca me haces tanto daño

Déjame aquí

En donde me rompiste en dos el corazón

Y a ti no te importó

 

-sé que mis palabras te lastimaron mucho – Yuri dio un paso hacia el menor notando como este retrocedía – cometí un error, y lo estoy pagando demasiado caro – se lamentó con frustración – pero… no estoy dispuesto a perderte, no a ti.

 

Wólfram contuvo el aliento, sus sentimientos eran un caos, jamás imagino que sería Yuri quien rogaría por una oportunidad, ¿Qué debía hacer?

 

-…. Dices amarme – susurro  – pero es solo por qué crees que kazuo te esta arrebatando algo ¿o me equivoco?- el moreno abrió sus ojos sorprendido -… no soy tu juguete… soy un ser que ama y quiere ser amado.

 

Por eso, que haces aquí

Lastimarnos ya no tiene caso

Te lo advertí

Que fue la última vez

Ya deja de insistir

Quédate lejos sin mí

 

-…wólfram

 

-ya nada de lo que me digas, hará efecto en mi – wólfram limpio sus lágrimas con dignidad – se acabó Yuri, se acabó el amor que sentía por ti y ¿sabes por qué? – el rubio no lo dejo hablar y proseguido-  porque ahora amo, y me aman, si, ese ser que el destino trajo a mi lado, borro toda herida que tu dejaste. ¿Qué crees que hacer volviendo ahora?

 

Perdón, pero he seguido adelante

Ya no sirve más tu llave

Protegí mi corazón

 

¿Qué te da el derecho de querer regresar?

Si tú fuiste el primero en dejarme de amar

 

El rey tembló, tembló porque sabía que cada palabra era verdadera pero no podía resignarse a perderlo, sus manos tomaron a wólfram apresándolo contra él.

 

-¿Qué tengo que hacer para que me creas?- cuestiono dolido, su agarre se hizo más fuerte tensando al menor – hare por ti lo que sea necesario. Pero no me pidas dejarte ir

-… ya es tarde Yuri - wólfram dejo de luchar para zafarse - … te amé pero tú mismo enterraste lo que sentía por ti, no vengas ahora a confundirme más por favor.

-sé que no tengo derecho- Yuri hizo que el rubio se girara a verlo– dame una oportunidad – suplico acercándose a sus labios – déjame amarte como debí hacerlo desde el inicio.

 

Quédate ahí

Que cerca me haces tanto daño

Déjame aquí

En donde me rompiste en dos el corazón

Y a ti no te importó

 

Wólfram tembló, no sabía que decir, la imagen de Yuri acercándose a sus labios, su mirada fija en sus ojos le hizo dudar por primera vez, pero la imagen de kazuo le hizo girar su mirada impidiendo ese beso que alguna vez anhelo con todo su ser.

-si en verdad me amas, hay algo que puedes hacer – murmuro el rubio mientras se alejaba.

-¡lo que sea! Pídelo y lo tendrás – prometió el moreno con anhelo.

 

Por eso, que haces aquí

Lastimarnos ya no tiene caso

Te lo advertí

Que fue la última vez

Ya deja de insistir

Quédate lejos sin mí

 

 -…tráelo – suplico – trae a kazuo de regreso a mi lado, si quieres que sea feliz es todo lo que te pido

Toda esperanza en Yuri murió, por fin lo entendía, había perdido, ¿Quién lo diría? Había perdido el amor de wólfram, y nunca este hecho dolió tanto como en este momento. Sus manos empuñadas temblaron al igual que sus labios.

 -… lo hare, lo traeré – prometió sintiendo como algo se rompía dentro de el al ver la sonrisa de felicidad de su amado ser.

                               

Quédate lejos... Sin mí

Sin mí...

 

*

*

*

-¿Qué dijiste?- cuestiono shinou sintiendo como el aire se le iba de sus pulmones.

-su alteza está esperando un hijo suyo, dentro de poco cumplirá dos meses de gestación – informó notando el horror que sus palabras provocaban en el mayor.

-no… eso no – shinou miro a murata esperando que este lo negara pero la mirada decepcionada de su consorte le confirmo todo.

Un hijo…. Algo que podía unir a las familias, un ser que llegaba a la vida para unir y hacerlos uno solo, un ser que con su llegada solo traería amor, felicidad y risas, eso debería ser un hijo, pero para shinou era todo lo contrario.

Un hijo significaba un ser que le arrebataría lo que más amaba en el mundo, murata no era un doncel, por lo tanto ese embarazo acabaría con su vida antes de que concluyera, perdería a su amado esposo y a su hijo a la vez ¿Por qué el destino le jodia así? ¿Era su castigo por jugar hacer un dios con la vida de los demás? ¿Por hacer llorar a murata en el pasado? Arthur tenía razón… murata jamás debió enamorarse de él.

-deshazte de eso – ordeno sin mirar a el menor - ¿puedes?- la joven asintió entristecida por como saldría todo.

-¡NO! – El grito del menor les hizo girarlo – nuestro hijo vivirá ¡¿ME ESCUCHARON?! – shinou trato de acercarse a él pero este se levantó rápidamente- NUESTRO, ¡es nuestro hijo!, ¡¿y quieres matarlo?!

-¡ENTIENDEME!, no te puedo perder, no a ti – suplico el mayor dolido por sus palabras -¡¿crees que no me duele esto?! Es nuestro….-un nudo se formó en su garganta -…hijo, pero aun así tu eres mi todo.

-¡¿y mi opinión no cuenta?! ¡Es mi cuerpo! Tendré a este hijo aunque no cuente con tu apoyo – sentencio el moreno con determinación.

-¡¿entonces que harás?! ¡Morir y olvidarlo todo! Nuestro amor, nuestros momentos, ¡todo por nada! Ni siquiera sabemos si el embarazo podrá concluirse antes de….- no podía terminar, era muy duro.

-ya buscare la manera –la voz del menor se suavizo – solo… necesito que me apoyes, cualquiera que sea el resultado… el deberá vivir – las manos de murata acariciaron su vientre plano con sumo amor.

-… no puedo. – negó el rubio, no quería arriesgarse a perderlo. No a él.

-entonces, no tenemos nada de qué hablar – sin darles tiempo a pensar salió corriendo de la habitación queriendo desaparecer de sus ojos, si shinou no lo apoyaría no quería estar cerca de él.

-¡ken! – sin perder tiempo el rubio salido tras de él, rogando por alcanzarlo. En su estado este podría hacer una locura. Y jamás se lo perdonaría.

*

*

*

En la fuente del palacio que estaba por la entrada, se encontraban reunidos wólfram y Yuri, el primero anhelando el regreso de su amado y el segundo con el corazón comprimido pero decidido hacer lo correcto por una vez en su vida.

-wólfram – le llamo cuando estuvieron frente a esta -… ¿crees que él te hará feliz?- cuestiono sin voltear a verlo.

El rubio noto la tilde de angustia, frustración y tristeza en su voz.

-…si – acertó a decir -… estoy seguro.

Yuri solo pudo sonreír, era todo lo que necesitaba saber. Concentrando un poco de su majutsu trato de abrir el portal pero el agua se negaba a cooperar, por más que se concentraba nada pasaba. Era inútil, el portal seguía bloqueado.

-¿Qué pasa?- cuestiono el rubio preocupado.

-no puedo – negó el mayor -… es inútil. Sigue bloqueado.

Ante sus palabras el menor retrocedió

-¿no puedes… o no quieres?- cuestiono molesto, ¡que idiota había sido! ¿Cómo si Yuri pudiera hacer algo por él?

-wolf… no es mi culpa- alego el rey en su defensa pero era inútil la mirada dolida del rubio seguía ahí -… perdóname.

-¡bien! Si tu no lo traes nada me importa- el menor se dio la vuelta dispuesto a irse – seguiré trabando hasta morir, total sin el a mi lado, es mejor – sin más se marchó dejando a un maou en medio de aquel jardín.

-tú lo hiciste ¿no es así ue-sama?- cuestiono Yuri molesto.

-…. Si lo sabes ¿para qué preguntas?- respondió su ser interior.

-… ya viste que fue inútil, lo hemos perdido – sentencio el moreno viéndolo a lo lejos – lo perdimos para siempre, es tiempo de resignarnos.

Por más que espero una respuesta esta jamás llego, estaba por entrar de nuevo al castillo, después de todo, su hora de descanso había concluido, cuando el sonido de un carruaje atrajo su atención.

Una sonrisa se colocó en su rostro al notar las banderas de Alazar sobre el vehículo, cuando este se detuvo frente al palacio, del carruaje descendieron dos hombres conocidos para el moreno.

Arthur! ¡Shiro! – Yuri se acercó a saludarlos.

-¡Yuri shibuya! ¡Cuánto tiempo!- el castaño estrecho su mano con la del rey mientras que el albino se inclinó de manera más respetuosa.

-ha pasado más de un año desde tu visita, que mal amigo eres – reprendió el maou.

-tu mejor que nadie sabes que no es fácil salir del palacio, mucho papeleo – bromeo con su varonil voz – además necesite hacer muchos cambios, todo de acuerdo a nuestro trato.

-me da mucho gusto oír eso – Yuri se sentía feliz de saber cómo Arthur había cambiado, pensar que hubo un tiempo en donde este detestaba al mundo que lo rodeaba, ¿Quién lo diría?

- por cierto – los ojos del rey viajaron a los alrededores como buscando algo, o a alguien -¿y ken?

-… ah, hombre – Yuri lo vio con cierta lastima, ahora más que nunca sabia como Arthur se sintió cuando dejo ir al hombre que amaba -… debes olvidarlo.

- no es fácil, aunque dudo que me entiendas – sentencio desviando la mirada.

-créeme, te entiendo más de lo que me gustaría – la vos de caída de Yuri alerto a su invitado.

-… no me digas que los rumores eran ciertos – cuestiono sorprendido, creía que el rumor de la ruptura del compromiso eran meros chismes. Después de todo jamás había conocido a un ser más enamorado que wólfram von Bielefeld.

-¿todos lo saben?- el castaño asintió -… es verdad, pero hay hablaremos de eso, pasemos adentro, mis guardias llevaran su equipaje a una habitación.

-oh, no es necesario nos estamos quedando en el barco, es mejor por… tu sabes – Yuri entendió a lo que se refería, después de todo murata ahora estaba casado y Arthur alguna vez fue su prometido y… algo más. Según supo de su amigo.

-entiendo, pero tenemos negocios que atender, pasemos – invito con amabilidad a lo que sus acompañantes aceptaron.

Estaban por entrar cuando unos gritos les alertaron, seguido de unos pasos. Por la puerta principal salió el gran sabio corriendo, aunque sin sus lentes la tarea se le hacía tan difícil que no noto cuando chocó contra alguien.

-¡ken!¡espera tenemos que hablar! – gritaba la otra persona cuando llego a ellos, deteniéndose en el acto ante lo que veía.

-¿Qué está pasando aquí?- la voz furiosa de Arthur retumbo en el lugar, murata sorprendido alzo la mirada topándose con esos ojos rojos que una vez le hicieron anhelar la felicidad.

-….Arthur – susurro el moreno sin poder creerlo.

-¡suelta a mi esposo ahora mismo! – ordeno el antiguó rey fuera de sí, al ver como este le sostenía de la cintura mientras este solo se aferraba a él con desespero.

-te advertí que si lo hacías llorar no dudaría en llevármelo de tu lado – recordó con recelo en su mirar – ken decidirá si quiere ir a tu lado.

El castaño trato de separarse del menor pero este se lo impidió.

-¡sácame de aquí por favor! – rogo fuera de sí. Por más que quería ser racional como siempre, estaba de por medio su bebe y todas esas emociones.

-así será – prometido viendo a shinou con profundo recelo - yo no advierto en vano shinou, ya deberías saberlo

*

*

*

Lejos de shin mazuko, en un puerto humano un barco esperaba ansioso la llegada de sus tripulantes, dos jóvenes princesas que habían ido a comprar provisiones para su próxima parada.

En el mercado de aquel lugar, Greta acompañada de su novia escogían lo necesario para que el chef del barco no tuviera problemas con la comida.

-¿quieres algo de fruta Beatriz?- cuestiono la joven de piel morena, observando como su pareja se notaba algo nerviosa.

-si… será mejor que volvamos pronto – apuro ansiosa por regresar, ese detalle no paso desapercibido por la menor. Desde la  penúltima parada a un  puerto, la rubia no quería permanecer mucho tiempo en tierra y hacia hasta lo imposible por no dejarla sola.

-no sé por qué tanta prisa, ya que estamos aquí disfrutémoslo – alego la joven princesa pidiendo un costal de frutas variadas que el sirviente que las acompañaba tendría que cargar.

-… no es nada, solo que papa debe estar esperándonos – excusó la otra joven

-pues si tanta prisa tienes, ve pidiendo las carnes, deben estar allá – señalo unos puestos algo retirados.

La joven rubia no parecía nada contenta con la idea.

-mejor te espero, algo te puede pasar – objeto de manera sobreprotectora.

-¿Qué puede pasarme tontita?- Greta le dio un suave beso a Beatriz, consiguiéndola ablandar un poco – ve, mientras comprare lo que falta, el mozo vienen conmigo.

-… no te quites la capucha, no tardo – no muy convencida la mayor se alejó nerviosa pero entre más rápido cumpliera con su encargo, más rápido se irían de ahí.

-… no sé qué le ocurre últimamente – murmuro viendo a su novia alejarse, acto seguido tomo la bolsa de frutas y pago para pasar al siguiente puesto, siendo seguida por el sirviente y guardia – disculpe, me daría un kilo de semillas variadas – ordeno a la señora del local.

-en un segundo señorita- la mujer se alejó para servir el pedido, algo aburrida Greta observo a su alrededor, a su lado había dos campesinas. Platicando muy animadamente.

Sin prestar atención dirigió su mirada a la señora, o eso fue hasta que escucho algo que la dejó atónita.

-¿Qué dijeron?-cuestiono la princesa interrumpiendo a las jóvenes.

-¿eh? ¿Disculpe? – la joven sirvienta no entendía.

- repitan lo que dijeron- ordeno con enojo. Asustando a las jóvenes

-…so... Solo decíamos lo que se rumora por todo el lugar – alego una de ellas.

-que el… el compromiso del maou con sir. Wólfram von Bielefeld se había roto – secundo la otra chica.

-sí, y tal parece que ya el mazuko de fuego tiene otro hombre, al parecer hasta se van a casar – concluyo la primera que hablo.

-mienten –susurro dejando caer la bolsa que cargaba -¡mienten! ¡Son unas mentirosas!

El comentario pareció hacer enojar a una de las chicas quien la empujo.

-¿Quién te crees que...- no termino de hablar al ver como la capucha de esta caía –pri…princesa Greta  - reconoció una de ellas.

-…mis padres no… ellos no pueden separarse –negó sintiendo su voz quebrarse – ellos no… no pueden

-¡Greta!- la voz de Beatriz hizo girar a verla - ¡lárguense de aquí!- grito fuera de sí a los que las miraban.

-¿tú lo sabias?- cuestiono la morena -¿por eso no querías que viniera contigo?

-…. Yo… lo sabía

-… entonces es verdad – una lagrima bajo por su mejilla seguido de un llanto alarmante, Beatriz solo pudo abrazarla, queriendo protegerla.

-vámonos de aquí, necesitas digerir la noticia – pidió ayudándola a levantarse.

-… no – negó viéndola a los ojos-… volvamos a shin mazuko ahora mismo… necesito saber que está pasando – ordeno con tal seriedad que a la joven no le quedó más que asentir.

“ellos no pueden separarse, papa wolf.. Me lo prometiste, prometiste que solo amarías a  Yuri, ¿acaso ya no nos quieres”

Continuara….

 

Notas finales:

nos vemos pronto!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).