Mis padres se han separado desde que tengo siete años y no me molesta, me he acostumbrado, sin embargo mi madre pasa más tiempo con sus conquistas que conmigo.
Mi padre es un hombre de negocios conservador, aunque en realidad tenga muchas amantes menores que él y su matrimonio se haya ido al carajo. El cree tener siempre la razón.
Por ese motivo deje Canadá y a mi mejor amigo Henry, el sabia todo de mi; desde mi preferencia sexual hasta mis gustos más secretos… ¿Estaba enamorado de el? La respuesta por muy increíble que parezca es… NO.
Henry es heterosexual, viendo la relación desde mil kilómetros a la redonda, nosotros parecíamos más pareja que amigos.
En la escuela nos alejábamos del resto para platicar sobre el futuro, nuestros sueños y nuestros miedos.
Mi miedo más grande era que se supiera sobre mi preferencia sexual, a pesar de vivir en el occidente; un gay no es bien visto en ningún lugar.
Mi miedo no era en la escuela, si no… a nuestros padres.
Una tarde en casa de Henry confesé ser gay, esperaba insultos y una patada en el trasero mientras me echaban de la casa.
Los padres de Henry como era de esperarse; me apoyaron y en parte ellos ya lo presentían.
En el caso de mis padres fue totalmente diferente…
A mi madre le dio igual, solo contesto “mientras no te metas con cualquiera todo está bien”, mi padre… él lo tomo muy, pero muy mal. Le dijo a mi madre que era culpa suya por no haber sabido educarme.
Y así de un día para otro me trajo a vivir con él a Corea del sur, sin amigos y lo más importante sin que nadie sepa lo que soy. Ahora sin un día de mi llegada, mi padre me ha mandado al colegio más estricto del mundo, lo peor es que… es solo para varones.
¿Estoy enojado? Sí, me han separado sin importar mi opinión de mi único y mejor amigo, solo por el hecho de tener preferencias sexuales diferentes… estando en un colegio para varones solo me queda ocultar mi verdadera personalidad para evitar abusos contra mí.
La realidad es que… sin saberlo mi padre me ha mandado a mi muerte, una muerte lenta y dolorosa.
Mi padre ha hablado con el director, el cual es amigo suyo y me ha aceptado sin importar que el curso este muy avanzado.
Mi padre me mira y me abraza solo para susurrar “no me dejes en vergüenza, comportarte” me suelta y se va.
No hay tiempo para reaccionar cuando el director me abofetea y me escupe… estoy en shock, nunca en mis dieciséis años de vida mama me hubia puesto una mano encima.
Unos suaves golpes a la puerta me regresan a la realidad, estaba en un país homofóbico con peligros inimaginables para una persona como yo.
Antes de salir el director sonríe y contesta… “aquí vas a corregirte muchacho ya sea por las buenas o por la manera difícil” al salir de la oficina del director caminaba por los largos pasillos, veía mi libertad muy lejana.
Desempacaba mi maleta cuando un chico llego a mi habitación, me miro de arriba abajo y me ignoro; era un chico bastante guapo sin embargo había algo que me hacia desconfiar de él.
De repente el chico gira y me mira “Hola, soy Sungmin” se inclino haciendo una muy breve referencia.
-Hola soy Ryeowook- me presente y sonreí, el abrió los ojos sorprendido, su rostro cambio y contesto –No te acerques a mí, ni se te ocurra decir que me presente contigo-
Al día siguiente las cosas no fueron mejor, al parecer nadie quería hablarme; se alejaban como si tuviera lepra. Para mi fortuna era mejor ser ignorado que golpeado y eso no duro mucho.
Al parecer mi terapia comenzaría esa noche, llegue a mi habitación después de estudiar en la biblioteca al entrar Sungmin me dio un puñetazo y me desmayo.
Al despertar estaba esposado a la pared desnudo, dos chicos me miraban de manera despectiva. Uno de ellos se acerco a mí y comenzó a golpearme seguido de insultos como: puto, perra, marica y chupapollas.
El chico después de golpearme se presento diciendo que se llamaba JongWoon, que el seria quien me iba a dar una lección sobre cómo se les trataba a los chicos como yo.
JongWoon y el otro chico se rieron de mi, se acercaron y me orinaron, cerré los ojos y solo cuando escuche la puerta cerrarse mis lagrimas salieron.
-No llores- el chico que era mi compañero de cuarto se acerco a mí, yo por inercia cerré mis ojos esperando un golpe.
-Lo siento tanto- me soltó, me ayudo a llegar a la habitación, me baño, me ayudo a cambiarme y me explico la situación…
-Ellos son los favoritos del director, no me malentiendas, ellos son los hijos de gente con poder y dinero, para nadie es un secreto que ellos son unas bestias; les gusta golpear, torturar y violar a los que son como tu.-
Lo mire con espanto y el supo cual era mi pregunta silenciosa…
-Sí, yo fui violado por Kyuhyun. Yo también recibí las palizas y ahora solo me dejan en paz porque soy su juguete-
No le pregunte si Kyuhyun era ese otro chico, era obvio de que otra bestia estaba hablando.
Me conto que el llego hace dos años, cometió la estupidez de ser el mismo; el chico dulce, tierno, cariñoso y amante del color rosa. Una vez se enteraron sus gustos, lo molieron a golpes, lo insultaban y recibía palizas por cualquier cosa.
Así fueron las cosas por un año, maltrato físico y verbal, una tarde Kyuhyun lo encerró en el baño; lo golpeo y abuso de él… denigrándolo de la manera más cruel. Expuso ante todos que él se había acostado con un profesor (el cual estaba en contra de las “lecciones disciplinarias”), fue despedido y Sungmin catalogado como una perra fácil.
Me explico que los abusos por parte de Kyuhyun eran muy crueles, estuvo en cama durante una semana después de haber sido ultrajado y golpeado-
Miro su reloj y suspiro –Me tengo que ir- dijo de manera triste, estaba temblando; a punto de sufrir un ataque de pánico… antes de irse alguien toco la puerta.
Los dos nos quedamos mirando, viendo en el rostro ajeno el terror del otro. Sungmin abrió la puerta, un chico le entrego un sobre azul. Lo miro y frunció el ceño, al preguntar qué estaba pasando contesto un –Es para ti- lo mire con los ojos abiertos, se sentó en la cama y me explico de que iba el sobre azul.
Me explico que JongWoon solía enviar a los chicos “bajo su cuidado” un sobre azul mientras que Kyuhyun enviaba uno de color morado.
Si te llegaba el sobre deberías estar prevenido, en cualquier momento podrían golpearte o hacerte bromas muy pesadas todo bajo órdenes de tu “cuidador”.
A la mañana siguiente tal como lo dijo Sungmin, hubo paliza al tomar una ducha, en los descansos y una de buenas noches. Fui a parar por lo menos diez veces en un mes a la enfermería, pensaba que podía soportarlo hasta esa tarde donde mi “cuidador” me haría una visita.
Era el primer sábado del mes, me miraba en el espejo y mentalmente tachaba otro día en este colegio del infierno… nunca escuche la puerta de la habitación abrirse, ni mucho menos la puerta del baño hasta que escuche su voz.
-¿Todos los maricones se miran mucho en el espejo?- lo mire asustado y sorprendido, me miro de arriba abajo y sonrió; era una sonrisa cruel y fría.
Me ordeno que me agachara y que usara la boca, estaba en shock entre el pánico y el miedo no le obedecí. Se acerco y me dio un puñetazo, inmediatamente sentí la sangre correr por mi boca, me había roto el labio.
Me tomo del cabello e hizo que me arrodillara, tomo su cinturón y golpeo en mi espalda desnuda.
Enterré mis pocas uñas en mis muslos haciéndome sangrar, el dolor de los golpes no era comparado con el dolor interno… mi vida estaba siendo un completo infierno.
Al ver que no gritaba ni pedía que parara JongWoon me levanto bruscamente del brazo, podía sentir mi espalda sangrando. Me puso frente al espejo y me inclino abriendo mis piernas y sin piedad alguna se introdujo en mi, pude sentir un liquido salir de mi… no tenía que ser un genio para saber que era.
Grite y grite hasta que mi garganta dolió, pidiendo que se detuviera, nunca lo hizo… se desudo y se baño, me advirtió que si me movía repetiría esa acción; así que permanecí inmóvil todo el tiempo hasta que decidió salir.
Mi cuerpo entero dolía, entre a la regadera para quitarme la suciedad que sentía en mi cuerpo; el agua se tiño roja la sangre salía de mis heridas en la espalda hasta de mi parte más intima… me sentía triste, sucio sin vida. No supe cuanto tiempo estuve tallando mi cuerpo bajo el agua hasta que Sungmin llego y me saco de la regadera.
No me había dado cuenta que había estado cuatro horas bajo el agua.
Sungmin no se veía bien, al preguntarle qué había pasado, guardo silencio unos segundos y luego termino sollozando… me olvide del dolor y me acerque a él lo más rápido que mi cuerpo me permitió.
Me dijo que estaba harto de Kyuhyun… estaba cansado de los abusos físicos y psicológicos, me enseño las cicatrices en su espalda y en los muslos, me conto que Kyuhyun era un sádico.
Me explico que Kyuhyun le gustaba jugar y en el juego le gustaba hacerlo sufrir.
-Es terrible ver el brillo en sus ojos mientras a mi me hace padecer dolor- contesto con los ojos llorosos.
Para mi desgracia JongWoon me había enviado un sobre azul, esa tarde mientras estaba castigado por no sé qué motivo… JongWoon entro al aula donde yo estaba, seguido de tres chicos los cuales me golpearon.
Llegue a la enfermería semiconsciente, dijeron que me había caído y el imbécil que se dice llamar Doctor se creyó ese cuento me dio un sedante y me dormí al instante. Al despertar estaba en un lugar extraño color azul marino y negro, yo me encontraba encadenado en medio de la habitación.
JongWoon apareció por un rincón, me dijo que debía aprender a hacer un hombre; tomo un látigo y golpeo mis muslos y espalda… lo estaba disfrutando mientras suplicaba que dejara de golpearme podía ver el brillo en sus ojos, soltó la cadena bruscamente haciendome caer con fuerza.
Se desabrocho el pantalón, después de golpearme, me penetro desgarrándome por dentro; mis lagrimas salían descontroladamente. Con brusquedad levanto la cadena dejándome otra vez en medio de la habitación, podía sentir la sangre resbalándose por mis piernas; tomo el látigo y golpeo por todos lados… en las piernas, muslos, espalda y brazos.
-Si me suplicas que te deje en paz, lo hare- dijo mientras me golpeaba.
Por estúpido le hice caso, suplique que me dejara en paz, que yo no le había hecho daño… le pregunte porque me odiaba tanto si ni siquiera me conocía.
-¿Conocerte? Yo no necesito conocer a una basura como tu- contesto de manera burlona
Enojado le grite que era un maldito enfermo, que le encantaba violarme y golpearme solo para esconder que el también tenía los mismos gustos que yo; eso solo logro empeorar las cosas; se acerco a mí y me dio un puñetazo en el estomago.
-¿Quieres saber lo que eres para mí? Eres… (Puñetazo en el estomago), Un (puñetazo en la cara, rompiendo mi nariz) Juguete.
Siguió golpeando, golpeando y golpeando… tenia múltiples fracturas, me tomo como costal de boxeo. Mi nariz rota, mi labio inferior sangraba; tenía las heridas abiertas gracias a los latigazos en mi cuerpo.
Caí en la inconsciencia… no supe cuanto tiempo estuve en la oscuridad, ni como llegue a la enfermería, ni porque no había muerto.
La habitación estaba vacía, solo el ruido de la maquina me hacia compañía, no entendía si estaba en el colegio o en un hospital.
Sungmin llego a visitarme, sin embargo mi voz no salía para agradecerle por venir a verme.
Me preocupe al verlo estaba pálido, con ojeras y sumamente demacrado, sus ojos no tenían brillo y carecía de esas ganas de vivir.
Se sentó a mi lado recargando su cabeza en la cama, aunque su voz sonara baja escuchaba atento cada palabra que él me decía… no podía reclamarle, ni mucho menos juzgarlo… yo no era nadie para opinar sobre sus sentimientos; intente acariciarle su cabello pero no podía mover mis brazos supuse que sería por el sedante para calmar el dolor.
Horas después me enteraría que esa había sido una confesión o mejor dicho su última confesión; Sungmin se había suicidado aventándose de la azotea del hospital minutos después de haberme visitado.
Se había enamorado de Kyuhyun, cometió el error de confesárselo mientras pedía que dejara de golpearlo; solo consiguió una risa burlona y un: -Que imbécil eres Sungmin-
-¿A la perrita le gusta que la maltraten?- Lo escupió y lo dejo desnudo en medio del pasillo, gritando que Sungmin se le había confesado; las burlas y los insultos no tardaron en llegar…
Sungmin era manoseado y en algunas ocasiones sufría abusos, incluso de sus profesores.
Estaba devastado, había tardado una semana en despertar y cuando lo hice; vi por última vez a mi amigo… al chico dulce, tierno, amante del color rosa…
Aun con fracturas y dolor por todo mi cuerpo fui al funeral de Sungmin, su madre estaba deshecha y su padre estaba tratando de ser fuerte por su esposa…
Mientras me acercaba a dar mis condolencias, Kyuhyun llego vestido de negro, seguido de JongWoon… la ira, el odio y la sed de venganza se apoderaron de mí.
¡¿Cómo se atrevía a venir al funeral?! ¡¿Cómo podía verlos a la cara y fingir dolor y pesar?!
Las ganas de asesinarlos… de hacerlos sufrir, se instalaron en lo profundo de mi corazón.
-¿Podrás hacerlo? ¿En verdad vas a vengarte?-
Esa voz, era su voz… voltee hacia mi lado izquierdo y ahí estaba, con un traje negro.
Miraba hacia ese par, no podía creerlo… me estaba volviendo loco.
-No, no estás loco. Te ayudare a vengarte, si quieres-
¿Puedes leer mis pensamientos? Pregunte confundido y sorprendido, estaba hablando con el fantasma de Sungmin.
-Sí, puedo leer tus pensamientos y los de ellos- señalo con la cabeza hacia Kyuhyun y JongWoon- ¿Quieres vengarte Wookie?-
Pregunto mientras veía como sus padres se iban destrozados ante su partida y yo veía a la persona culpable del dolor de Sungmin y de sus padres.
Si, quiero vengarme… por ti, por mí. ¿Me ayudaras?
Sonrió y me abrazo –Primero debo enseñarte algo- tomo mi mano y me llevo a una lapida triste y sin flores, parecía que no iban a ver a esa persona…
Un perfume llego a mí, era su colonia; ¡Era el perfume de Henry! ¿Henry? ¿Qué hacia aquí? ¿Por qué venían sus padres? ¿A quién venían a ver?
Se acercaron a la tumba y pude ver mi nombre en ella, mire a Sungmin confundido, de repente recordé los golpes que me dio JongWoon, uno me dejo con la nariz rota, junto a mis costillas me fue imposible respirar y… morí.
-No has muerto Wook- contesto Sungmin mirando a Henry y a su familia-
¿Qué quieres decir? Pregunte sin entender lo que estaba sucediendo, de un momento a otro estábamos en una habitación de hospital, al preguntarle que hacíamos ahí… me vi conectado a muchas maquinas con oxigeno.
-Estas en coma Wookie, tu padre decidio enterrar un ataud vacio- respondió Sungmin con cara de fastidio.-
Regresamos al cementerio, mi otro mejor amigo fantasma volvió a preguntar- ¿Aun quieres vengarte?-
Mire entre Henry y su familia… las únicas personas que me habían aceptado tal y como era; observe alejarse a Kyuhyun junto con JongWoon.
La respuesta era más que obvia… abrace a Henry sin saber si podía notar mi presencia y supe cual era mi razón para despertar… venganza.