Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El regalo más especial por ToadThearian

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Disclamer: Nada de esto es mio, todo pertenece a GameFreak, al igual que mi corazon y mi dinero(?).

¿Me creerían si les digo que tengo años queriendo escribir este fic? La idea revoloteaba en mi cabeza y simplemente no podía plasmarla como quería. En un principio era doujinshi, pero por alguna razón termine alejándome de la escritura y no he creado algo desde hace mucho tiempo. ¿No es triste? Pero no podía sentirme bien sino publicaba esta historia al menos en fanfic. Menos cuando tiene a mi OTP favorita del mundo pokemon (Gold x Silver/ Huntershipping). Así que, podría no ser perfecto, pero hice mi mayor esfuerzo.

 La historia tendrá cinco partes que están en proceso de ser terminadas y publicadas lo antes posible.  

Espero que disfruten leyéndola al menos una parte de lo que yo disfrute escribiéndola. Oh, y tiene algo de LancexSilver, porque nunca hay suficientes personajes con los que ukear a Silver(?).

 

 

Notas del capitulo:

1/6

Ojala y disfruten mi humor tonto, nunca he sabido como testearlo...

Silver descargo toda su frustración pateando con todas sus fuerzas uno de los barandales del templo de la Guarida Dragón. Era una suerte que estuviera hecho de un material lo suficientemente resistente como para soportar el peso y el ataque de los pokémon dragones, de otra forma la valla se habría roto y el pelirrojo seguramente hubiera caído directo al turbulento lago.

 

Pero no lo pensaba y en gran parte no le importaba. Si ese hubiera sido el precio por descargar su ira definitivamente lo valía.

 

Y es que aunque Silver no fuera precisamente la persona más calmada y serena del mundo, aquello fue la guinda del pastel para fastidiarle una semana que ya había sido una completa basura nada más empezar. Y eso era no nada más que una simple nota pegada en la cabina del hombre que atendía el puesto de barcas del lago Dragón.

 

“Cerrado por las festividades. Que tengan felices fiestas“

 

Gruño fastidiado y apretando sus puños tan fuerte que de seguro las uñas lastimaban sus palmas, a lo que su fiel pokémon respondió recargándose en el hombro de su entrenador y restregando su rostro en el del otro para calmarlo.

 

—Mee…—soltó sereno tratando de tranquilizar con ello a Silver.

 

El pelirrojo suspiro y comenzó a acariciar la cabeza de su pokémon mientras él seguía restregándose en su mejilla. Ya había pasado su momento de ira, ahora solo debía pensar en que debía hacer para cumplir aquel encargo tan estúpido.

 

 -------------------------------------------------------------------------------------------------

 

—Sigues tenso— dijo el hombre mayor restándole importancia al joven sentado delante de él, lo que solo parecía enfurecerlo aún más.

 

 — ¡¿Y cómo no iba a estarlo si no puedo estar más de cinco minutos seco?! ¡Carajo!—

 

 — ¡Silver las groserías!— le regaño el hombre, a lo que el otro solo aparto la mirada molesto mientras seguía gritando improperios en su cabeza donde el otro no podía mandarle— Se ve que aún no puedes controlar tu agresividad.

 

 — ¿Y cómo quiere que lo haga si cada vez que abro cada maldita puerta o cajón hay un estúpido Horsea atacándome con chorro de agua?—gruño el pelirrojo intentando controlar su voz, lo que menos quería era otro eterno discurso acerca de sus problemas con la ira.

 

 —Un maestro Dragón o de cualquier clase de tipo debería ser capaz de controlar sus emociones incluso ante sorpresas inesperadas y desagradables— respondió con demasiada dignidad para la clase de entrenamiento al que tenía sujeto a Silver, razón por la que este último término rodando los ojos.

 

¿Cómo y cuándo había terminado entrenándose de aquella forma?

 

Todo se podía remontar a la vez en la que fue derrotado (destrozado, humillado, etc.) por Lance. Discursos de cómo debía tratar a sus pokémon aparte, debía admitir que el desgraciado era un buen entrenador, por lo que después de un tiempo una idea surco su mente, entrenar en la guarida Dragón. Sabía lo duros que eran los pokémon de aquel tipo de primera mano, además de que seguro habría entrenadores fuertes en ese lugar. Igualmente se podía considerar como un plus el que había muchas chances de encontrarse con Lance sin que pareciera que lo buscaba desesperadamente.  Porque él no lo hacía.

 

Fue después de un par de semanas que llamo la atención de uno de los maestros del lugar que le ofreció quedarse en el templo como aprendiz para mejorar su entrenamiento, algo que, a pesar de todo, podía decir daba sus frutos. Le habían enseñado muchas cosas interesantes, claro cuando no querían enseñarle sobre la vida, filosofía y todas esas estupideces. Silver solo quería aprender a ser más fuerte a lado de sus pokémon (cosa que era un gran avance si se consideraba como el pelirrojo inicio su viaje).

 

Y aquí estaban ahora, discutiendo sobre un entrenamiento que parecía un mal chiste para uno de esos terribles programas o videos de internet en donde acosan a un pobre desgraciado. En este caso, Silver.

 

—De cualquier manera, es bueno que hayas venido, hay algo más que me gustaría que hicieras—

 

El más joven levanto su mirada con algo de interés al igual que el Meganium sentado a su lado y entonces el anciano de cabeza rapada y atuendo budista siguió.

 

—Me he dado cuenta que no convives con muchas personas… — No…— Así que, pensé que sería una buena idea…— ¿No está diciendo…?— Que participes en un actividad que Clair propuso para este año, un santa secreto para tratar de socializar más.

 

La cara del otro quedo atónita ante lo que dijo. Le estaba mandando a hacer amigos. Le estaba mandando a hacer malditos amigos.

 

Es decir, Silver podía admitir que no era la persona más social del mundo y que muchas veces terminaba en conflictos con las personas, pero no era tan solitario. Es decir, tenía amigos, uno de ellos era Gold y… Gold era su único amigo para su desgracia. Kris desde siempre le cayó mal, Blue podía irse al carajo e ir a fastidiar a otra persona con su ego a otro lado, Leaf era casi lo mismo, solo que no lo fastidiaba el, y Red, no, con el jamás sentía que se llevaría bien. No era que lo detestara a él, solo que las peores memorias de su vida estaban relacionadas con él, de manera más directa de la que sería capaz de contar a alguien.

 

— ¿Y que si no tengo amigos? Es más, siempre me han dicho que los pokémon son amigos, mis pokémon son mis amigos entonces, asunto solucionado—fue lo primero que se le ocurrió para defenderse solo para notar de inmediato lo patético que sonaba eso.

 

—Silver, ya deberías saber que para desarrollarte como entrenador debes desarrollarte como persona primero, y para ello tienes que abrirte y…—

 

—Lo que sea, solo dime quien es para comprarle algo y terminar con esto lo antes posible.

 

El hombre suspiro, al menos le había tomado menos de lo que pensaba convencerlo.

 

—Es Lance.

 

---------------------------------------------------------------------------------------------------

 

Aquello solo podía hacer que su corazón se acelerara de una manera frustrante e indeseable. Ahora no solo tenía encima otro interminable discurso de su maestro de no cumplir la tarea, sino que pronto se volvería a encontrar con Lance. Encontrarse después de otra miserable derrota contra él. A veces pensaba que sería mejor el rivalizar con gente más débil que él, pero eso sería de cobardes y él no lo era.

 

Gruño cuando paso por su mente la imagen Lance, solo de pensar en el su estómago se revolvía y sentía todavía más dolor en el pecho. Demonios, sino se conociera diría que…

 

 —!No!— sacudió su cabeza asustando al Meganium a su lado.

 

No era eso y jamás lo seria.

 

Ahora debía de concentrarse en cruzar el lago sin la balsa.

 

Bien, no tenía un solo pokémon tipo agua y ninguno era capaz de aprender surf. Tampoco era seguro usar a Murkrow o a Crobat para cruzar el lago. Contemplo el agua debajo, solo le quedaba nadar hacia la salida.

 

 —¡Silver!— aquella chillona voz lo saco de su concentración.

 

No necesitaba voltear para ver quién era, pero de cualquier forma lo hizo para comprobarlo. Gold, no podía haber otro ser humano que lo llamara con tal emoción y felicidad en su rostro. ¿Siquiera era normal? 

 

Ignorante de todo,  Gold quien encima de su Feraligator surfeaba la ola hasta donde se encontraba el otro muchacho, el cual termino completamente mojado por décima vez en el día. Y no, el pokémon de Gold no mojaba a otras personas cuando usaba surf, solo a Silver, siempre a Silver.

 

—¡Lo siento!—grito Gold desesperado mientras se bajaba de su compañero para llegar a socorrer a Silver.

 

—Olvídalo— remarco deteniéndolo con un gesto de la mano— No tengo tiempo para estas estupideces Gold, tampoco para pelear contigo.

 

El de cabello negro lo miro curioso sacando una toalla al tanteo de su mochila.

 

— ¿Qué se supone que haces?— pregunto interesado mientras ofrecía la toalla al (por poco) más alto.

 

—Nada que te importe— respondió de manera seca ignorando la toalla que Gold le ofrecía y cruzando los brazos para cubrirse del frio. Frio que al final fue suficiente para que tomara la toalla que el otro no iba a dejar de ofrecerle hasta que usara.

 

El menor sonrió por eso,  en serio no lo entendía.

 

—No me importa…— suspiro, llevando sus manos hacia atrás de la cabeza y observando a sus alrededores hasta dar con la nota de la caseta, Silver había estado mirando hacia el lago cuando llego y no tiene pokémon de tipo agua , dos más dos es igual a cuatro— ¿No tienes como cruzar el lago?

 

El aludido dejo de secarse por un momento para observar sorprendido al joven que solo pudo soltar una sonrisa triunfadora. ¿En serio era el mismo tipo que hacia una semana se le había ocurrido que era buena idea que un zangoose y un seviper compartieran juntos en la guardería pokémon para que aprendieran a ser amigos? A veces pensaba que Gold solo servía para dos cosas, pelear con pokemon y meterse en su vida aparentemente.

 

—Yo te llevo— le propuso acercándose más a el— Puedes ir en mi Feraligator— El pokémon solo soltó un sonido de desprecio y volteo la cara—Bueno, iremos en mi Gyarados.

 

Viendo que estaba entre esa o nadar en el lago repleto de pokémon salvajes en invierno, Silver pensó mejor sus opciones, hasta que Gold siguió hablando.

 

—Solo, déjame acompañarte todo el día.

 

Si, definitivamente nadar sonaba más tentador.

Notas finales:

Silver es tan tsundere. Ojala y lo haya plasmado bien. Oh y Gold es adorable, a el tambien lo adoro. 

Proximamente su cita, porque Gold no permitiria que Silver se muriera ahogado en el lago aunque tenga que hacer cualquier cosa para evitarlo, como llorarle o retarlo a una batalla pokémon. Eso siempre funciona!

No se si aclarar algunos puntos, es que pienso que son obvios para los que hemos jugado el juego, pero no se si hay tantas personas que vengan a leer y lo hayan hecho (aunque tampoco se cuantas personas vendran a leer esto asi que...si).

Ojala y lo hayan disfrutado, seguire con este y pronto con el otro proyecto. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).