-¡Nos cortaron el agua!-ese fue el grito que me pego cierto atractivo pelinegro luego de abrir el grifo por doceava vez consecutiva y que de esta no saliera absolutamente nada.
-Podemos meternos en las duchas de los vecinos o pedir botellas de agua en los supermercados –empezó a dar sus opciones otro chico pelirrojo mientras observaba a su hermano con los dientes apretados y un ligero tic en su ojo izquierdo- no hay nada de que preocu…
Justo antes de que el optimista chico terminara de hablar, las luces de su precario hogar se apagaron.
-¡NECESITAMOS DINERO AHORA!-chillo Kagami cruzándose de brazos, molesto.
Himuro solo suspiro.
00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
-¿Taiga?
-¿Hum?
-¿Me consideras sexy?
-Oh my god, Tatsuya, cállate. Esta oscuro. No te veo. No sé dónde están ubicados los objetos más filosos de la casa… ¡No me asustes de esta forma!
El pelinegro rió-Sé que de los dos, yo soy el doncel…¡Pero tú pareces la más pasiva aquí!
-¡Yo no soy pasiva!-gruño el pelirrojo, indignado- Pero dejando eso de lado…¿Por qué lo preguntas?
-Solo me estaba preguntando cuándo dinero crees que gane prostituyéndome.
-Tatsuya, ya hablamos de esto. No quiero tipos con sida en mi casa.
-Técnicamente, si no pagamos el alquiler, ya no tendremos casa.
-…solo cállate.
-¿Y ser actores pornos?
-No.
-¿Playboys?
-No.
-¿Gigolos?
-No.
-¿Caballeros de compañía?
-¿Tienes alguna idea que no implique vender tu cuerpo?
-…¿Cuenta hacer fotos desnudos y venderlas para que las suban a internet?
-¡NO!-el pelirrojo suspiro- Seguimos teniendo dignidad, Tatsuya, recuérdalo.
-¿Dignidad?-el pelinegro arqueo una ceja- Estamos en medio de nuestro living, sin luz ni agua, viendo cómo se quema nuestros álbumes de fotografías de infancia en nuestro tacho de basura para no morir de hipotermia mientras comemos mitad cada uno de una hamburguesa que compraste en la esquina…¿De qué dignidad me estás hablando?
-…Touche.
00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
-No puedo creer que me haya dejado convencer en esto….-suspiro Kagami para luego volver a levantar su cartel en alto- ¡Por favor! ¡Colaboren con nuestra fundación, que es para una buena causa!
-Tu letrero dice que es para ayudar a la “F.C.E.A.D.C”-comento un hombre mientras se detenía, sacando su billetera- ¿Qué significa?
-Fundación Contra El Agrandamiento De Cejas-contesto el pelirrojo.-Es un problema de la sociedad, si no colaboras, puedes quedar como yo-termino de decir señalando sus propias cejas.
El tipo salió corriendo.
Kagami arrugo el entrecejo.
-¡No te preocupes Taiga! ¡Seguramente fue a buscar más dinero para no terminar como tú!
-¡¿Y eso qué diablos significa?!
El pelinegro le hizo una mueca antes de concentrarse en su propio cartel-¡Necesitamos frenar la discriminación a los hombres de micropene!-grito mientras elevaba su letrero con ambas manos, dónde se leía un: “Paremos el bullying a los hombres de penes pequeños”- Muchos casos de gente con depresión por las burlas a sus poco dotados miembros se ha escuchado últimamente…
Varias personas rieron al escucharlo, sin embargo, también dejaron dinero.
-¡Gracias!-les sonrío Tatsuya.
-No puedo creer que estés ganando más dinero que yo-bufo Kagami.
“Fundación Ayúdenos a Prohibir la entrada de Justin Bieber al país” es lo que se leía en su letrero.
00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
-Te dije que no iba a resultar-gruño Kagami mientras buscaba avisos de trabajo en un diario.
-¡Claro que estaba resultando! Lo que no calculamos fueron todas las fanáticas que se te lanzaron encima por ofender a su idol…
-¡Esas chicas estaban locas!-chillo el pelirrojo indignado- ¡Me pegaron con los tacones de sus zapatos y…¿Puedes dejar de buscar trabajo en la sección de compañía de una noche?!
-Solo miraba…
-Sí, claro-bufo Kagami- lo que necesitamos es un buen empleo en dónde nos paguen lo suficiente para subsistir y… ¡BUSCAN CAMAREROS PARA EL MAJI BURGUER! ¡Es perfecto!
-Taiga, deja de babear por la imagen de la hamburguesa, das pena ajena.
-¡Lo dice el que babea por el primer chico que ve en la calle! ¡Al menos yo babeo por algo que puede comerse!
00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
-¿Seguro que esta es la dirección?-pregunto Kagami mirando la gran mansión.
-Dicen que aquí necesitaban empleados de cocina…-contesto con tranquilidad Himuro. Aunque también observaba el lugar confundido.
-Bueno con una casa tan grande…-balbuceo el pelirrojo-probablemente viva un ejército que debe ser alimentado.
Su hermano se encogió de hombros y toco el timbre.
Después de 15 minutos, un chico alto y pelinegro les abrió la puerta con el entrecejo fruncido.
-No damos limosna-dijo antes de cerrarles la puerta en la cara.
Tatasuya volvió a tocar.
Kagami intento no abalanzarse para golpearlo cuándo el mismo hombre volvió a abrir la puerta.
-Ya les dije que…
-¡Venimos por el anuncio!-grito Kagami.
El hombre parpadeo.-¿Anuncio?
-Sí-intervino Himuro- el anuncio que pusieron en el diario para encontrar…
-¡Oh!-el hombre asintió al recordarlo- Ese anuncio, claro. El señor Akashi sí que es rápido…Pero, ¿El anuncio no pedía solo por uno?
-Pues…-Himuro ladeo la cabeza-en realidad, creo que…
-¡Bueno no importa! ¡Mientras pueda irme más rápido de aquí, mejor!-y sin más, los arrastro adentro de la mansión.
-¿No debería preguntarnos si tenemos experiencia o hacernos una entrevista?-dudo Kagami.
-¿Eres resistente?
-¡¿Qué clase de pregunta es esa?!
00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
-Me parece que alguien está desesperado por jubilarse-bufo Kagami mientras se acariciaba sus adoloridos codos, luego de que aquel sujeto los arrastrarara hasta el living principal.
-Debe serle agotador ser cocinero para tantas personas-opino Himuro- afortunadamente nosotros somos dos y no tendremos problemas con eso.
Antes de que Kagami pudiera contestar, el tipo volvió a entrar al living con una sonrisa de felicidad y…dos maletas.
-Ya arregle todo, así que solo me queda presentarles a los niños y podré irme por fin.
“¿Niños? Tal vez…¿Cocinaremos para niños en vez de un ejército?” Pensaron ambos.
-¡CHICOS!-grito el hombre en dirección a las escaleras-¡BAJEN AQUÍ! ¡QUIERO PRESENTARLES A SUS NUEVOS GUARDAESPALDAS!
“¿QUÉ?”
-Eh, señor…-empezó a balbucear Himuro, ya que aparentemente Kagami se encontraba en estado de shock- Nosotros no somos…
Antes de que ambos pudieran aclarar todo el malentendido, hizo aparición en la sala una joven luciendo un vestido verde y tacos haciéndole juego, de largo cabello negro reluciente y unos coquetos ojos.
-¿Son ellos?-pregunto la hermosa joven.
-Son los nuevos guardaespaldas-asintió el hombre para luego volverse a Himuro y Kagami- Él es Mibuchi Reo, el hijo mayor de la familia Akashi.
-…
-…
-¡¿DIJO HIJO?!-exploto Kagami con la mandíbula desencajada.
-¡¿ES EL MAYOR?! ¡¿SIGNIFICA QUE HAY MÁS?!-chillo Himuro.
-¡¿ESO ES LO QUE TE PREOCUPA?!
00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
-¡Okasa!- Kise gruño y se hundió más en las sabanas. -¿Mami?
“Si no me muevo, él se irá” Es lo que pensó el rubio, negándose a abrir sus ojos.
-Mamá -canturreó. El niño era muy persistente. -¿Mamá? ¿Mami? ¡OKASA!
-¿QUÉ?- grito finalmente el rubio.
-Oh. Bien, estás despierto- sonrió Ryu.
Kise lo agarró por la cintura y lo inmovilizó en la cama antes de hacerle cosquillas sin piedad. La habitación donde ambos se encontraban se llenó de risas…hasta que el timbre sonó. Causando que el rubio se congelara y le cubriera la boca a Ryu con su mano. Se puso un dedo en sus labios para hacerle saber que estuviera en silencio. Ryu asintió, así que el rubio echo un vistazo rápido por la ventana.
Una patrulla estaba estacionada en la puerta de su casa.
-Ryucchi…- susurro.-Vístete. Vamos a salir a hurtadillas.
Kise se vistió lo más rápido posible, decidiéndose por una playera sin mangas de las Tortugas Ninjas. Ryu sonrió cuando vio su playera. La madre del rubio lo había atacado cuando le puso de segundo nombre a su hijo como una de las Tortugas Ninja (Leonardo), pero Ryu pensaba que era adorable.
-¿Listo para irnos?- le pregunto el joven de ojos dorados, tomando su mochila.
El niño asintió. -Usé la cámara espía. Es un policía, mami.
Ambos se arrastraron por la casa y salieron por la puerta trasera. Se agacharon y corrieron por el césped de atrás hasta llegar a la valla que separaba a su jardín del de los vecinos. Kise miró a Ryu mientras escalaba la valla. Gracias al cielo, no era muy alto para el niño, así que fue capaz de saltar por sí mismo al suelo. Rápidamente el rubio también escalo la valla para cruzar y se dejó caer a su lado, aterrizando sobre la verde y suave hierba.
-¿Ahora debería agregar “entrada ilegal” a su registro?
Kise saltó y se dio media vuelta. Un hombre de cabello negro y lentes estaba en el patio trasero vistiendo solamente tenis y shorts de gimnasia. Kise lo reconoció al instante y no pudo evitar maldecir mentalmente, al reconocerlo.
Era uno de los oficiales de la estación policial.
-Uhm... Hola. Lo siento, no sabía que alguien viviera aquí. Sólo estábamos pasando.-contesto el rubio con naturalidad.
Él se rió.
-Ryouta y Ryu Kise, es agradable conocerlos oficialmente. Soy Imayoshi Shoichi. Siéntanse libres de escapar por mi patio trasero siempre que quieran.-era más que obvio que toda esa situación lo divertía.
-Gracias-le sonrío el ojidorado-Te debo una.
-¿Y cómo están escapando?- preguntó por curiosidad.
-Oh, estaba preparada para esto. Estacioné mi camioneta en la otra calle para poder irme con más facilidad. De otra manera, tendríamos que haber usado nuestras bicicletas- explico Kise-. Estamos por salir a desayunar-le echo una ojeada a su celular para comprobar la hora-. Ehhh... para el almuerzo.
-¿Quieres venir con nosotros?- preguntó Ryu.
Imayoshi le sonrió. -Tal vez la próxima vez, amigo. Tengo que ir a trabajar.
-Gracias de nuevo, nos vemos luego.-Kise tomo la mano de Ryu y tiro de él. El policía seguía tocando su puerta, así que podían ir hasta la camioneta sin que los vieran. Kise sabía que tenía que enfrentar la orden de desalojo por falta de pago eventualmente, pero hoy no.
00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
Kise se detuvo a observar su carrito de compras.¡ ¿Cómo era posible que hubiera tantas cajas de cereales si solo había ido por algo de arroz para el almuerzo?!
-Ryucchi, trae tu trasero para acá-llamó el rubio.
Un pequeño niño de rulos rubios y ojos chocolate corrió por todo el pasillo del supermercado con más cajas de cereales en sus pequeños brazos.
-Tengo todo lo de mi lista-dijo el niño- Ya nos podemos ir a casa.
-Ajá, primero muéstrame la lista-pidió el mayor.
-Okasa, está todo aquí-dijo golpeando su sien con su dedo índice.
-Maldito sabelotodo. –bufo el rubio, divertido.
Ryu agito sus manos enfrente del rubio y este resoplo mientras sacaba un billete y se lo entregaba a su hijo. Ambos tenían una regla de no maldecir que estaba haciendo al pequeño millonario.
-Hora de irse-anuncio Kise, empujando el carrito hacia la fila para pagar. Estaban llegando al final del pasillo cuando alguien chocó su carrito con el suyo.
-¿Podrías fijarte por dónde vas?- soltó una mujer lo suficientemente alto como para escucharla por encima de los gritos de la pequeña niña que estaba junto a ella.
-Que mire por dónde voy…- puso cara de sorpresa.- ¡Oh por Dios, esa es una idea brillante! ¡Gracias! ¡Acabas de cambiar mi vida!- dijo sin necesidad de maldecir, el sarcasmo no le costaba nada.-Vámonos, Ryucchi.
La mujer replicó, claramente ofendida. Empezó a gritar en un tono tan alto que ambos rubios dudaron que los perros no pudieran oírla.
Kise rodo los ojos y empezó a alejarse, pero su pequeño parecía tener otros planes. Caminó hacia la mujer y le ofreció a la pequeña que lloraba un caramelo. Él siempre tenía una o dos a la mano.
-Por favor, no llores.
Ella se detuvo, sólo gimoteando un poco mientras tomaba el caramelo.
“Mi niño tenía súper poderes” pensó Kise con orgullo.
-Vamos Ryucchi-dijo suavemente. Él pequeño camino junto a él-Eres un chico bastante genial, ¿lo sabías?-sonrío mientras desordenaba su suave cabello.-Ahora, ayúdame a descargar toda esta chatarra.
Hicieron un trabajo rápido descargando el carrito, y con dejar un par de billetes en la caja registradora, ya estaban fuera de ahí. Kise levanto la puerta de la parte posterior de su camioneta y Ryu lo ayudó a poner todas las golosinas innecesarias en la parte de atrás.
-Por el amor de Dios, ¡¿te puedes callar?!-
-¡No le hables de esa manera!-Una niña más o menos del tamaño de Ryu le gritó.
La mujer miró a la pequeña niña con fuego en sus ojos. Ella enterró sus garras en su pequeño bracito. -Tú. No. Me. Gritas.
-Déjame- lloriqueo ahora la niña pelirrosa- ¡Me estás lastimando!
Ryu se paró junto a Kise, sus ojos estaban preocupados mientras veía la escena.
- ¿Okasa?
-Me importa una mierda. Quiero que tú y la pequeña mocosa se callen y entren al auto- la mujer prácticamente les gritó.
-Entra a la camioneta-Kise miro a su hijo, este dudo, pero hizo lo que el rubio le dijo.
-No puedes decirme qué hacer. ¡No eres mi madre!- La niña pelirrosa le gritó a la mujer desafiantemente.
Cuando alzó la mano para pegarle, Kise estuvo ahí antes de que ella pudiera siquiera parpadear. –
-Le pegas a esa niña, y yo patearé tu trasero.
-Este no es asunto tuyo- soltó la mujer- Satsuki, entra al maldito auto. Ya me encargaré de ti cuando estemos en casa.-Empezó a poner sus bolsas en el maletero de su lujoso auto como si el rubio ni siquiera estuviera ahí.
Kise arrugo el entrecejo. La empujó con fuerza, causando que chillara y cayera dentro de la camioneta. Entonces tomo a la pequeña niña y tomo la mano de Satsuki. La niña pelirrosa estaba demasiado ocupada viendo con asombro la escena sobre su hombro como para ver hacia donde estaban corriendo mientras Kise la jalaba. Las puso en el asiento trasero junto a Ryu.
-¡Los cinturones! ¡Los cinturones!-chillo el rubio. La banshee se estaba levantando y, wow, estaba furiosa. Puso los seguros y arranco.
Cuando estaban seguros fuera del estacionamiento, la realidad de la situación le cayó de golpe. ¡Había secuestrado a un par de niñas! Iba a ir a prisión o al manicomio. Por un par de minutos hubo completo silencio. Los chicos obviamente estaban tan asombrados por esto como él lo estaba.
-Hola. Soy Ryu Kise, y tengo seis. Pueden llamarme Ryu. La persona que los secuestró es mi okasa, Ryouta.- interrumpió el silencio Ryu con una sonrisa- ¿Cuál es tu nombre?
-Soy Satsuki Aomine. También tengo seis- la otra niña contesto- Y esta es mi hermanita Mei. Ella tiene cuatro.
-Uhm, Satsukicchi- empezó Ryouta, sin idea de qué hacer. Esto era un territorio nuevo. Nunca antes había secuestrado un niño.-¿Puedes decirme quiénes son tus padres? Probablemente debería contactarlos.
Eso parecía lo más prudente. Algo así como cuando llamas desde objetos perdidos porque olvidaste tu paraguas.
-Nuestro papá se llama Aomine Daiki- contestó.
-¿Sabes su número telefónico?
Satsuki dijo algunos números, y rápidamente los marco en su celular. Eso iba a ser interesante.
Después de unos cuantos timbres, lo envió al buzón de voz.
-Uhm… Hola. Mi nombre es Kise Ryouta. Realmente no sé cómo decir esto, pero tengo a tus hijas conmigo, y estaba pensando que tal vez te gustaría tenerlas de regreso. Así que, seh… llámame.
Luego de cortar, le llegó una llamada.
-¿Ryouta?
-¿Himurocchi?
-¡Dime que puedes venir a ayudarnos con un par de mocosos! ¿Tú entiendes de niños, verdad?
-Lo siento, pero ya tengo tres a cargo. Solo trata de mantenerlos con vida y…
-¡¿QUÉ?!-la voz de Kagami se escuchó ahora, seguido de un “Taiga dame el celular” de parte de Tatsuya- ¡La última vez que hablamos solo tenías uno! ¡Y ESO FUE ESTA MAÑANA!
“Les dije que eso de vivir separados no era una buena idea” Opino Tatsuya.”Ya ven lo que pasa: Taiga y yo vamos a la entrevista equivocada y ahora debemos ver la película niñero a prueba de balas para interiorizarnos con nuestro nuevo trabajo. Los hijos de Kise se multiplican, y Takao… ni siquiera quiero saber que está haciendo en este momento.”