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Haz realidad nuestros sueños por Paz

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Notas del capitulo: Disculpar el tiempo que llevo sin actualizar....
 
Haz realidad nuestros sueños

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

By Paz

Capítulo 18: Un sueño hecho realidad

 

Le abrazó por detrás rodeándole con calidez, apoyó el peso de su cuerpo en el suyo, sintiendo el calor de sus manos apoyándose en las suyas que descansaban en su abultado vientre, giró su rostro y al momento sus labios se posaron unos segundos en su cuello que gustoso se le ofrecía, dejo escapar un gemido, al sentir como todo su cuerpo se estremecía a su contacto.

Enseguida sus dientes tironearon del extremo del pañuelo soltando el nudo marinero que se deshizo como si no existiera.

La venda cayó de sus ojos permitiéndole ver. Quedo extasiado con lo que veía y comprendió lo mucho que Hanamichi debió esforzarse para conseguir llevarlo allí.

Tenía referencias de ese centro turístico, más nunca antes había tenido ocasión de ir, un lugar de ensueño, arenas blancas, toboganes, palmeras, paseos, todo en un orden perfecto, giró la cabeza, mirándole con ternura, sus labios se entreabrieron buscando los suyos.

-Gracias...

-Ey hermanito... -llamó su atención- deberías dármelas a mí, yo propuse este lugar. -comentó riendo Kae.

Kaede le sonrió, dándose la vuelta y rodeando el cuello de Hanamichi con sus manos, el grosor de su vientre le impedía sentirle más próximo. Apoyó su mejilla en su hombro, feliz de estar en sus brazos.

Yohei que estaba junto a su novia quedo impresionado, era la primera vez que le veía sonreír y comprendió que el apodo que le daban en la preparatoria estaba injustificado, esa sonrisa era capaz de derretir un tempano de hielo, si entonces le hubieran conocido mejor sabrían lo que Hanamichi supo ver, que debajo de su máscara existía una persona diferente.

-Solo para nosotros... -murmuró Hanamichi junto a su oído.

-¡¡Espléndido!! No recuerdo cuando fue la última vez que estuvimos solos. -se movió inquieto en sus brazos.

-¿Que ocurre? -enseguida advirtió su inquietud.

-Necesito desatascar la cañería -dijo ruborizado porque no estaban solos, además en esos últimos meses, Hanamichi bromeaba con él debido a ese problema y le daba los nombres más estrambóticos cada vez que salía corriendo.

-Te acompaño, he visto un plano del lugar y sé donde esta el más cercano. Hasta luego... -se despidió- Nos vemos durante la comida. Kaede necesita también reposar un poco, el viaje ha sido agotador para él.

Kaede no rebatió su afirmación. Pocos minutos después se sentía más aliviado y Hanamichi le llevó al área donde estaban sus habitaciones, tras abrir un par de puerta acabaron encontrando su dormitorio, comprobó que el contenido de sus bolsos estaba guardado en cajones y repisas dentro del armario. Todo estaba muy bien ordenado.

La habitación contigua a la suya era la de Yohei y suponía que la Kae estaría en el extremo más opuesto a la de su novio, en previsión de cualquier tentación. -Sonrió al pensar en ello- De uso común disponían de una amplia sala.

*****************

Despertó confuso, durante unos instantes intento recordar donde estaba, el lugar se le hacia extraño. Al cabo de unos minutos recordó donde se encontraba y recordó el maravilloso sentimiento que le embargó cuando pudo ver aquel lugar, quedo maravillado.

Sentía el leve peso y la calidez de una mano sobre su vientre, que en ese momento comenzó a deslizarse con ternura, supo que Hanamichi estaba a su lado, más no se movió, aquella postura era la más cómoda para él, boca arriba, mostrando su vientre desnudo, que asomaba por entre el pantalón y la camiseta, estaba tan cansado que se tumbo sin pensar en desvestirse.

Sus dedos cosquilleaban la tirantez de su piel, provocándole  estremecimientos de placer, deseaba sentirle dentro de él, que le hiciera gritar su nombre una y otra vez con sus fuertes embestidas, un poco más y olvidaría lo bueno que era Hanamichi haciéndole el amor.

Gimió por la frustración.

-Ya queda menos, mi amor y entonces no te valdrán excusas. -le susurró al oído al comprender lo que pasaba por su mente, su rostro para él era como un libro abierto.

-Si te hubiera dado excusas no estaría así -dijo dando una sacudida cuando su mano comenzó a masajear su miembro e induciéndole a gemir con excesiva sonoridad, debido a la excitación que le provocaba, una emoción tan intensa que no pudo evitar expresarlo como él solo sabía.

-Si sigues gritando así se enterara todo el complejo -murmuró Hanamichi complacido por la reacción de su koi, se incorporó, Kaede, al instante, dobló sus piernas para permitirle ubicarse frente a él.

Su mirada velada por el deseo le pedía que continuara. Sus manos avanzaron hacia sus caderas, apoyándose en el borde de la cinturilla del pantalón, un cordoncillo mantenía ajustado a su cintura la prenda, que debido a su tamaño había sido desplazada bastante más abajo, soltó la lazada y aflojó la cinturilla, Kaede levantó sus caderas un tanto de la cama y él pudo deslizar el pantalón y el bóxer por sus muslos y piernas hasta dejarlo caer fuera de la cama donde no fueran una molestia.

Se ubicó de espaldas a Kaede, cuidando de no aplastar con su peso su abultado vientre, era una postura un tanto incomoda porque no conseguía llegar a la totalidad de su miembro, pero era el único modo de procurarse placer mutuo sin que el feto primero y luego el bebé sufrieran daño. Además era la manera de mantener callado a Kaede sin que cada vez que hacían el amor sus gemidos y gritos traspasaban las paredes.

Sonrió malicioso.

Durante los siguientes minutos solo se escuchaba el sonido de las succiones y algunos apagados gemidos.

*****************

Cuando llegaron al comedor iban un tanto retrasados, sin embargo, ninguno de los presentes expresó quejas, si bien las miradas socarronas lo decían todo.

-Que tenéis pensado hacer? -preguntó Kae.

-Comer... -dijo Hanamichi.

-Tonto... me refiere después.

-Nuestro bebé -al mencionarlo acarició con ternura la barriguita de su koi- necesita reposar. Luego, si Kaede quiere podemos recorrer el lugar para familiarizarnos con el complejo.

-Podemos ir con ellos -Kae se volvió hacia Yohei- O si lo prefieres podemos ir a nadar.

-Lo que tú quieras esta bien para mí. -dijo el muchacho mirándola con adoración.

-Malo... malo... -le reprendió Hanamichi riendo- Debes saber imponer tu voluntad.

-Como si tú lo hicieras -le replicó- Tengo entendido que sales corriendo cada vez que tiene un antojo.

-Eso es diferente -se defendió, tomando la mano de Kaede que enrojeció al serle mencionado ese detalle- Kaede esta muy sensible y no se le puede contradecir -murmuró bajo para que él no le escuchara.

-Que murmuras? -preguntó Kaede que no deseaba quedar fuera de la conversación.

-Le pedía que me acercará aquel platillo -dijo rápidamente y al instante fue complacido, tomó un trozo que acercó a los labios de Kaede- pruébalo, tiene que estar delicioso.

Kaede tomó el bocado y lo paladeó, cerrando los ojos como si así pudiera saborearlo más. La expresión de su rostro fue toda una revelación.

-Sabía que después de tanta verdura ibas a saber apreciarlo.

-Delicioso. ¿Puedo? -miró a Anglade-san que estaba compartiendo con ellos la comida.

-¿De que se trata? -preguntó inquieto porque rompiera la dieta que llevaba.

-Es pescado... -dijo Hanamichi.

-No hay problema...

Hanamichi lo dejo a su lado al recibir el parabién de su médico.

*****************

Aquella tarde después del descanso junto a Kaede recorrieron el lugar y pensaron que era como un sueño, debido a su estado no podía hacer uso de las instalaciones, pero solo con verlas, tenía la impresión de encontrarse en una isla desierta, un verdadero paraíso, un mar con olas grandes que permitían hacer surfing, piscina para adultos y también para niños.

Viendo como cada media hora, un volcán entraba en erupción. Puentes que atravesaban una larga piscina, donde el agua les llegaba debido a su altura, hasta el principio de las caderas. Como sonido de fondo unos loros mecanizados se dejaban oír, también pasearon por la playa, recostándose en la arena blanca y viendo como Kae-chan y Yohei intentaba surfear, cayéndose una y otra vez hasta que consiguieron dominar la técnica.

A la caída de la tarde, hubo un espectáculo de luces y agua que les entretuvo bastante.

Fue algo espectacular y Hanamichi se prometió disfrutar al máximo porque no volvería a disfrutar de ese lugar en iguales condiciones. Un pequeño paraíso de trescientos metros para ellos, no importaba que a pocos metros hubiera una playa al aire libre, y que para más inri fuera gratuita, lo principal era que Kaede pudiera disfrutar de ese maravilloso entorno sin sentirse agobiado.

Esa primera noche se durmieron rápido, más por las emociones que por el cansancio físico ocasionado por el viaje, en avión y automóvil.

 *****************

Tras un desayuno ligero, libre de náuseas y malestares matutinos Kaede se dejo llevar Hanamichi por el complejo hasta llegar a las piscinas de los niños, allí la altura del agua era la adecuada para calmar sus temores, caminaban dentro del agua que les llegaba a la altura de las caderas, siguiendo un sendero acuático y pasando por debajo de puentes y frondosos vergeles de plantas floridas y palmeras que se movían por la suave brisa que por allí circulaba.

-Quieres que descansemos un rato? -preguntó cuando se detuvo siguiendo la mirada de Kaede, fija en lo que pasaba a pocos metros de ellos, donde Yohei y Kae seguían esforzándose en montar las olas.

-Bueno...

Tomados de la mano le llevó hasta las escalinatas de piedra y le ayudó a sentarse, lo hizo a su lado, allí el azulino líquido les alcanzaba el pecho.

Aunque la temperatura era constante, se empezaba a sentir calor y el paseo aunque no fue largo, su peso comenzaba a hacerse sentir.

-Te gustaría que se viera el cielo? -preguntó fijando la mirada en la cubierta pintada y que daba la impresión de tenerlo sobre sus cabezas.

-Sería más natural, pero... ¿no crees que haría demasiado calor?

-Podemos preguntarlo...

-¿A quién? -desde que estaban allí no había visto a nadie, excepto a su hermana y su novio, a su primo Masa-kun, a Anglade-san y como no a su adorado koi. Era relajante saberse solos.

- Masamichi-san..., él sabrá con quien hablar.

Kae les vió descansando y alzó la mano a modo de saludo.

-¡¡Ey!! Deberíais venir aquí, el agua esta deliciosa -les propuso haciéndose oír.

-Tal vez mañana -dijo Hanamichi sabiendo que Kaede debía tener un poco más de confianza en sí mismo y no preocuparse por nada que no fuera esencial.

*****************

Aquella nueva mañana el techo había sido abierto y los dos estaban tumbados en un lienzo extendido sobre la arena blanca y permanecieron allí como dos focas tiradas al sol.

Era agradable y relajante estar sin hacer nada, sin pensar en profesores, exámenes o trabajos prácticos. Lástima que esa ocasión sería única, porque con el paso del tiempo llegarían, tras el nacimiento de su hijo, las obligaciones inherentes a ser padres y las preocupaciones que conllevaba serlo, junto con otros muchos deberes como universitarios.

Escuchó el profundo suspiro de Kaede y se volvió para mirarlo, tenía los ojos cerrados y su mano se movía suavemente sobre su abultado vientre, acariciando al bebe que crecía en su interior.

Se puso de costado, quedando frente a él, su mano se deslizó también hacia su vientre y le acompañó en sus caricias, aún debía ser pronto para sentirle, aunque Anglade-san les dijo que en cualquier momento comenzaría a moverse.

-¿Quieres que te traiga bebida?  Algo fresquito.... -ofreció, mientras sus dedos se entrecruzaban con los suyos sobre su vientre y se quedaban quietos.

-No me apetece moverme... estoy a gusto así.

Sin soltarse de él, se incorporó y alargó la mano hacia una mesilla, donde una sombrilla resguardaba la jarra donde un refresco de soda se mantenía frío debido a los cubitos de hielo que aun sobrenadaban en el líquido. Sirvió un vaso, cuidando de no perder el equilibrio, debido a su incómoda postura, luego tomó un largo trago manteniéndolo en la boca, se inclinó sobre Kaede y buscó sus labios, cuando abrió su boca a la caricia, fue dejando caer la bebida despacio para que no fuera a atragantarse.

Tras la sorpresa inicial, Kaede fue tragando la refrescante soda hasta agotarse, Hanamichi repitió el mismo proceso un par de veces más hasta que Kaede se dio por satisfecho dándoselo a atender con un apasionado beso que los dejo sin aliento.

-Gracias..., estuvo delicioso...

-Ha sido un placer.... -acarició su rostro e iba a inclinarse para repetir ese placer cuando escuchó pasos y se apartó.

-Espero que la paternidad atempere vuestros deseos..., sois insaciables -comentó sin ningún rubor Kae-chan al estar su voz a su alcance.

-Envidia que tienes... -dijo Hanamichi riendo- Ya me gustaría verte en parecida situación..., cuando os lo permitan por supuesto -añadió sin dejar de reír.

-Idiota...

Una carcajada fue la respuesta de Hanamichi.

-Deja de meterte con Kae... -salió en apoyo de su hermana.

-Solo si tú me lo pides, bien sabes que no puedo negarte nada. -dijo volviéndose para mirarle con ese amor que no podía ocultar y que hizo ruborizar a su koi porque comprendía el mensaje que se escondía tras sus inofensivas palabras, llevándole a taparse el rostro apoyando su frente en su pecho, su mano se deslizó calida por su espalda, en un gesto de apoyo porque su maternidad estaba dejando ver el lado sensible de su zorrito y era encantador ver el rubor que cubrían sus pálidas mejillas. Inclinó su cabeza para juntarla con la suya.

Kaede se acomodó de forma que su cuerpo se acomodara junto al de Hanamichi, permanecieron tiernamente abrazados, mientras disfrutaban de un tranquilo y reposado día primaveral.

*****************

Habían transcurrido veintidós semanas desde que su bebé fue engendrado y justo durante el tercer día de estancia en aquel maravilloso paraíso cuando les hizo saber que él también quería jolgorio.

-¡¡¡Yokata!!! -exclamó Kaede con una sonrisa tan feliz que Hanamichi supo que no podía ser malo, el sentimiento de felicidad que había en su rostro aquella noche, sabía que lo que estaban haciendo no era para mostrar esa expresión en su carita sonrosada.

Hasta el próximo capítulo....

Paz

Notas finales:  

Yokatta: Expresa alivio o alegría. Es como decir "menos mal" o "que bien".

 

Autora: Llevo una temporada de capa caída respecto a este fic, estoy bloqueada por completo, estas páginas e ido escribiéndolas a ratos perdidos, por ese motivo espero que tenga cierta coherencia la trama. El siguiente capítulo no se cuando podrá estar listo, por ello os agradezco desde ya la paciencia que tenéis conmigo. Gracias.

Este año todavía no me he tomado las vacaciones y se me están juntando diversos problemas, algunos de salud y otros informáticos, el otro día queme mi pc, no literalmente, por supuesto que tengo que llevarlo al técnico para que me diga que fue lo que hice, desde ya que no volveré a meterme con las tripas de una unidad central, parecía tan fácil meter una tarjeta de velocidad y lo fastidie, en fin... tampoco me hago mucho problema porque puedo actualizar desde el trabajo. Solo necesito sentirme relajada y tranquila.

Menos mal que uno de mis problemas de salud se solucionó, así pues que una cosa menos a la que dar vueltas, como me dijo la médica. Uff... no sigo porque acabaré aburriéndoos.

Un saludo a todas las lindas y amables lectoras que me han enviado revews y a los que todavía no he contestado... prometo hacerlo.


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