Capitulo 1
[Era una tarde común de domingo, ese último domingo de cada mes en el que se reunían para saber de sus vidas. Los Potter, James y Lily, con un pequeño y sonrosado Harry de apenas 6 meses, Peter Pettigrew, quien no parecía querer encontrar el amor, Remus Malfoy (antes Lupin), quien no había querido traer a su pequeño hijo ese día, y claro, Sirius Black, se habían reunido en una cafetería muggle en Londres, ya que supuestamente iba a hacer un clima hermoso, mismo que cambió diez minutos después de que llegaron y que no les había permitido salir. La lluvia era incesante y no quería parecer cambiar ni mejorar en los próximos minutos. Estaban sentados al lado de un gran ventanal, se podían apreciar a algunas personas que cruzaban las calles o las gotas de agua que resbalaban por la gran superficie de cristal]
Sé que les agradaba, pero ella me cortó, no yo a ella, entonces no hay nada que pueda hacer- La voz un poco cohibida de Peter le regresó a la conversación que se estaba desarrollando mientras que él se perdía en sus pensamientos, esa simple frase fue suficiente para ponerle al tanto del rumbo de todo-
Si te soy sincero estoy sorprendido de que estuvieran juntos tanto tiempo, yo no les daba 6 meses pero fuiste capaz de estar con ella casi dos años- Le había dicho al pequeño Peter, quien sin molestarse o sin querer parecer molesto, le dio la razón, lo que no esperaba era recibir tres pisadas de parte de los otros, bueno, quizás si la de Lily, quien no había tenido mucho cariño por él desde lo que había hecho en Hogwarts con Severus- Soy sincero y lo saben, ¿Prefieren que le diga una sarta de…- Se había quedado en silencio al voltear la cabeza nuevamente a la ventana, se encontró con una figura que podría reconocer no importaba el tiempo que hubiera pasado. Su silencio atrajo la atención de los presentes-
Sev…- Había murmurado la pelirroja entre un sollozo, al ver después de casi tres años a quien consideraba aún su mejor amigo caminar al otro lado de la acera mientras sonreía a una muchacha de hermosa sonrisa y cabello azulado, era notorio su embarazo a través del abrigo que le entallaba más que perfectamente. Lo que más la sorprendió fue ver al pequeño niño o quizás niña de largo cabello que dormía con su cabeza en el hueco del cuello del Slytherin. Ambos se alejaban bajo un gran paraguas en dirección desconocida-
Sirius…- James no había podido decir nada más al ver la expresión mortificada en el rostro de su amigo. Sirius no había esperado ni escuchado a nada ni a nadie, había salido bajo la lluvia corriendo en la dirección que Severus y esa mujer habían desaparecido, doblando en la misma esquina en la que ellos lo habían hecho, más no encontró a nadie. No había tenido voz para gritar, no había tenido la fuerza siquiera de hablar, se había quedado ahí parado bajo la lluvia mirando la calle- Sirius, enserio lo siento…- Le habló a sus espaldas James, quien no se atrevía a acercarse más, teniendo en cuenta que la situación aún era muy dolorosa para su amigo y que él había tenido prácticamente toda la culpa del sufrimiento de Sirius-
Sabes que no fue tu culpa, eso sólo puedo ameritármelo a mí mismo- Le dolía el pecho de una forma que no podía controlar, le dolía hasta el respirar. Se arrepentía cada día de lo que le había hecho a Severus, de la forma en la que se habían separado, le carcomía la maldita conciencia, le dolía el corazón cada vez que pensaba en él y aunque trataba de olvidarlo se le hacía más que imposible no pensar en él- Creo que mejor me voy a casa, no me siento bien. Despídeme de los demás y dile a Harry que le voy a compensar por haberme ido sin despedirme- Y sin decir más ya que sentía que su voz se estaba quebrando, desapareció en medio de la lluvia, dejando a un dolido James detrás-
-Lo que Sirius no sabía es que había estado parado enfrente de la casa de la persona que había extrañado tanto-