Capitulo 2
[Una simple apuesta le había arruinado la vida, posiblemente lo que quizás lo había hecho era su actitud. El aceptar esa apuesta de parte de James para seguir ocultándoles a sus amigos que se había enamorado de la pequeña serpiente a la que había molestado durante 7 años de colegio, a quien en secreto espiaba de vez en cuando en la biblioteca, a quien se había encargado de alejarle a cuanto pretendiente se le pasara por delante, a quien le había dado su corazón el primer día de clases a sus 11 años y quien le había rechazado. Ese había sido su primer desamor y no había tenido mejor idea que escuchar a su roto corazón y hacerle la vida imposible, diciéndoles a sus amigos que simplemente le odiaba, aún sin conocerlo]
Le pago 50 galeones al que conquiste a Snape de aquí a la graduación- Todavía se acordaba de ese día. Faltaban dos días para entrar a Hogwarts, seis meses para que las clases terminaran, no podía sacarse la espina que le había dejado Snape al rechazarle. No conseguía superar a su primer amor aunque habían pasado más de 7 años desde ese día- Son seis meses hermanos y es una oferta generosa. Quiero que le saquen toda la información posible a ese murciélago grasiento, quiero hacerle la mayor broma posible a ese desgraciado, a ver si de una vez por todas se aleja de Lily- Le habían dolido cada una de las palabras de James, pero no había dicho nada y se había quedado igual, a sabiendas de que nada que pudiera estar planeando en contra de Severus sería bueno, pero no dijo nada y aceptó la apuesta-
Merlín, ¿Por qué soy tan idiota?- Dos días habían pasado desde que había vuelto a ver a Severus. Ya martes y aún no se había aparecido en su trabajo. Estaba seguro que James estaba a pocas horas de aparecerse en su puerta, quizás le estaba dejando ser, sabía lo triste que estaba sintiéndose y en parte era su culpa, aunque lo había perdonado. Además nadie le había obligado a hacerle esas cosas a Severus-
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[Días habían pasado desde la ruptura de Sirius Black con Severus Snape, este ultimo apenas se había dejado ver en esos últimos días de clase. James se paseaba por los pasillos, con su novia del brazo y dos de sus mejores amigos a cada lado, Peter y Sirius, el último iba platicando con la novia que se había conseguido el mismo día después de romperle el corazón a Snape. Remus no hablaba con ellos y se había negado a tener a ninguno de los cuatro, Lily incluida, como compañeros en ninguna clase, había cortado lazos con ellos. Por lo que a él respectaba, ninguno de ellos era amigo suyo]
[Severus Snape no tenía la voluntad, no se veía posibilitado para enfrentar a Sirius en ese momento, mucho menos si a eso tenía que sumarle el verle con la chica de ojos azules que iba a su lado, pero Regulus se lo había pedido. Por muy cabrón y maldito que había sido Sirius con él, merecía saber. No creía que eso fuera verdad, pero le había prometido a uno de sus pocos amigos, que lo haría, así que tragándose el dolor que tenía en el pecho se acercó al grupo, la única mirada que tomó en cuenta fue la de su antigua amiga, quien había podido parecer avergonzada aunque eso no era algo que pudiera arreglar de ninguna forma su muerta amistad]
Me gustaría hablar contigo Black- La irónica y cruel risa que se habían echado a su costa cuatro de los presentes le había dolido, más aun la del Black, suspiró de forma suave, para evitar que las lágrimas se asomaran en sus ojos. Se había dado la vuelta y se había ido sin decir más. Sólo habían podido ver la espalda del Slytherin desaparecer en dirección a las mazmorras, sin voltear en ningún momento a verlos-
[No le había vuelto a ver hasta la graduación, al lado de Remus y Lucius Malfoy, quien había venido a ver la graduación de su novio y de su mejor amigo. Simplemente quería acercarse y pedirle perdón, arrodillarse si era necesario, porque a pesar de haber hecho todo ese ruin acto de cobardía le amaba, le extrañaba y se arrepentía de todo lo que le había dicho, de todo lo que había hecho, de haber echado a perder lo que había construido con Severus una vez este le permitió entrar a su corazón. Porque era un idiota; un idiota y egoísta adolescente que no pensaba ni le importaba en lo más mínimo lo que pudieran sentir los demás. Y después de la graduación se había ido con Lucius y Remus, no pudo siquiera verle en el tren. Y no sabía que esa vez que hablaron, iba a ser la última vez que se vieran cara a cara en casi tres años]