Capitulo 21
¡Por fin! Vamos a casa de una maldita vez- Dijo James reacomodando sus vertebras al levantarse de su silla. Había pasado todo el día ahí sentado haciendo aburrido papeleo y alguna discusión con una señora que no dejaba de molestar sobre el gato de su vecino en su jardín- Vamos Sirius acompáñame, que tengo que buscar a Harry en la mansión Malfoy y no quiero ir solo- Sirius no parecía muy contento ni emocionado con aparecerse en casa de Lucius Malfoy, ya sabía el odio que éste le tenía por más que quisiera Remus decir que no, y aunque esta fuera también casa de su amigo no estaba muy seguro, pero no pudo decirle que no a James-
Bueno, pero si me intenta maldecir te voy a usar de escudo- Ambos usaron la chimenea del ministro, con su permiso obviamente, iban a usarla sin que éste supiera, pero estaba en su oficina cuando entraron. Un viaje en red flu y estaban en un estudio, quizás la oficina del flamante dueño- Vamos por mi ahijado y nos largamos- No contaban con perderse en la inmensa mansión Malfoy. Estaban a punto de empezar a maldecir a todos los ancestros del rubio cuando Remus salió de una de las habitaciones y los miró como si fueran fantasmas-
¿Qué hacen ustedes aquí? No me digan que se perdieron- Un poco avergonzados asintieron, Remus sonrió y les pidió que le siguieran, dos largos pasillos después y estaban en las escaleras para bajar al primer piso- Cuando vengan llamen a un elfo para que los baje, no se pongan a dar vueltas por la casa. Abraxas aún se pierde y tiene mucho tiempo viviendo aquí, ni les digo que a veces me pierdo hasta buscando la cocina- Se rió al recodar cuando estaba embarazado de Draco y había decidido que se iba a poner a cocinar y de camino a la cocina se perdió y estuvo llorando al verse extraviado. Lucius lo había encontrado media hora después cuando no lo vio en la cocina-
Es que éste sitio es innecesariamente grande- Dijo James mientras seguían caminando, sentía que hace diez minutos que estaban dando vueltas desde que bajaron las escaleras, aunque podía estar exagerando-¿Dónde está Harry?- Preguntó una vez que estaban caminando en dirección desconocida, suponían que al salón. Sirius miraba las paredes, en las que algunos cuadros le miraban altivos, otros los saludaban a ambos, al parecer notando que eran de buen linaje o al menos eso pensaba-
Ahora que lo mencionas… Tenemos un ligero problema con Harry- James y Sirius se asustaron al escuchar eso y cuando por fin llegaron a la puerta James entró rápidamente, encontrándose con el pequeño Draco y quien era obvio que era Cygnus, comiendo mientras jugaban en el suelo con unos carritos. Un poco alejados estaban Regulus Black, Severus Snape, Lucius y Abraxas Malfoy y para su completo fastidio estaba el bastardo de Tom Riddle, ¡Con su hijo en brazos!-
Sirius Black, que sorpresa el verte por aquí- Dijo Abraxas mientras se levantaba. Sirius, quien no quería parecer un maleducado, estrechó la mano que el hombre le estaba ofreciendo, viendo de reojo a Severus y a Lucius, el último lo habría matado con la mirada si pudiese-
¿Qué haces con mi hijo Riddle?- Y empiezan los problemas… Fue el pensamiento colectivo al escuchar el tono que había usado James para hablar con Tom, quien sonriendo con prepotencia le ignoró, haciendo enojar a James- Dame a mi hijo- Cogió a Harry por debajo de sus bracitos, pero cuando lo iba a alejar del pervertido de Riddle el niño se aferró a él con uñas y dientes, gimoteando porque no quería alejarse del hombre-
Ese es el problema que te mencioné, no quiere que nadie lo cargue además de Tom- El rostro de James se enrojeció por completo, de puro coraje; estaba más que molesto pensando que Riddle le había hecho algo al bebé para que se pusiera así. Nadie en su sano juicio podría querer estar con ese maldito prepotente e infeliz espécimen de ser humano- Lo he intentado todo James y no quiere soltarlo- James se acercó nuevamente a Harry, quien aún desconfiado seguía apretando el abrigo del Slytherin-
Harry James Potter, ven conmigo en éste instante- Le dijo con voz firme, más el niño lo único que hizo fue ignorarle, haciendo a Tom reír por la expresión que James había puesto- Cállate estúpido, esto es tu maldita culpa, si no te bastó con la golpiza que te di te la puedo refrescar-
Oh cariño, te aseguro que no quieres que empecemos a pelear. Me tomaste desprevenido esa vez, pero te aseguro que no volverá a pasar, por más que me guste tu hermoso trasero no voy a dejar que me golpees de nuevo- Abraxas rió al ver a esos dos interactuar, les daba un año para casarse. James sin embargo sólo miraba enojado a Tom y a Harry; a su hijo por hacerle tener que ver a ese hombre y más aun tener que intercambiar palabras con él-
¿Qué se supone que voy a hacer entonces? ¿Llevarme a éste a mi casa hasta que Harry se duerma?- Dijo de forma sarcástica, pero para su desgracia los demás se pusieron de acuerdo para decir que era buena idea-
No es mala idea, así se conocen mejor ustedes- James casi mata con la mirada a Abraxas Malfoy, quien ni se imputó por la mirada llena de odio del Potter- Tu hijo quiere a Tom, así que vas a tener que aceptar eso. Además intentamos alejarlo de Tom y estuvo llorando 15 minutos, tú sabrás si quieres dormir esta noche- Observó a Sirius sentado al lado de Snape, con su hijo sentado en su regazo. El niño lo miraba con sus ojos idénticos a los de Sirius como queriéndole decir que se resignara-
Lo que sea, pero si intentas algo te patearé el trasero tan fuerte que no vas a querer ni a poder sentarte en lo que te resta de vida- Le advirtió a Tom mientras se sentaba al lado de Sirius, Cygnus le extendió su manita y le saludó educadamente- Hola Cygnus, es un placer conocer a mi sobrino- Le dijo, viendo como el niño le sonreía. De reojo vio a Severus mirándole, para su sorpresa, no lo hacía con desprecio-
El placer es todo mío. Se parece tanto a Harry como me advirtieron- Dijo el niño mirando de reojo al bebé Harry aún aferrado a su padrino como una pequeña garrapata-
¿Cómo está Evans?- Le preguntó Severus sin apartar la vista de él. Siempre le había puesto nervioso la mirada que Snape les daba a todos, pero esta vez no, ya estaban más adultos y no podía ponerse nervioso con el padre de su sobrino-
No sé, hace una semana que no la veo. Nos estamos divorciando- No sabía porque había dicho todo eso. La verdad era que después de la tristeza por el fracaso de su matrimonio y de su relación, había venido el enojo, y cada vez que mencionaban a Lily empezaba a rabiar, más aún porque la flamante madre de su hijo no había aparecido a ver a Harry en toda esa semana- Camina idiota- Los presentes se quedaron sentados riéndose de esos dos. James no se había ido muy contento, pero por otra parte Harry y Tom iban la mar de alegres detrás del furioso Potter-