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Sólo para olvidar por MeroNiakeehl

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Notas del capitulo:

Bueno nenas, hasta aquí esta eterna travecía.  28 capitulos que ustedes saben amé y amaré por siempre.
 
Ya saben que les agrdezco mucho todo su apoyo y todos los comentarios.
 
Espero sinceramente que les gusten los ultimos capitulos, y que nos volvamos a ver en otra ocasión.
 
Harry Potter ni sus personajes me pertenecen.
 
Mis nenas y nenes, enserio, gracias a todos por comentar, me animaron mucho :'D

Capitulo 28

 

Ya empezó Severus… Primero se nos va Cygnus y cuando menos nos lo esperemos, estaremos despidiendo a Meissa y a Hatysa- Dijo Sirius limpiándose algunas lágrimas de los ojos. Ese iba a ser el primer año de su renacuajo mayor. Cygnus estaba despidiéndose de sus abuelos, quienes estaban bastante lejos de Sirius por un acuerdo al parecer silencioso entre los Black- El tiempo en Hogwarts se pasa volando y después los veré casarse… Me voy a perder prácticamente toda su adolescencia- Severus lo volteó a mirar con una ceja levantada, Sirius ni siquiera se inmutó por el gesto sarcástico e incrédulo que estaba haciendo su esposo-

 

Sirius Black, hace dos años que trabajas en Hogwarts, me gustaría saber de qué diablos estás hablando. Vas a estar con él todo el tiempo, porque aunque me duela decirlo tengo que aceptarlo, va a terminar en Gryffindor y lo último que supe es que tú eres el jefe de esos leones maleducados- Sirius había sido abordado por Dumbledore para tomar el puesto de transfiguración hasta nuevo aviso. McGonagall  había dejado el puesto vacante dos años antes cuando había decidido casarse, para sorpresa de la mayoría. La bruja se había mudado con su extraño esposo a Rumania durante un tiempo indefinido- Quizás Cygnus les enseñe algo de clase a esos leones y quiero que notes que te estoy incluyendo- Sirius se mostró un poco ofendido por lo que Severus dijo pero ambos sabían que no lo estaba haciendo enserio-

 

¿Dónde están nuestras nenas?- Ambas niñas estaban sentadas en uno de los bancos con Armin y Christian, extrañamente ninguno de los cuatro estaba discutiendo. Sirius y Severus se acercaron un poco más para notar que los cuatro estaban comiendo caramelos. He ahí el misterio del porque estaban callados- Niños, ¿Quién les dio esos dulces?- Les preguntó Sirius, no quería imaginarse a sus niñas comiendo dulces de extraños, mucho menos aceptándolos, pero ahí estaban todos llenándose el estomago de dulces de procedencia desconocida-

 

Los pelirrojos- Por más tiempo que pasara, escuchar a los gemelos y a sus hijas hablar al unísono le ponían los pelos de punta. Esas dos no eran las más amigables de las hermanas y no sabía por qué, normalmente los gemelos son muy buenos amigos- Fred nos vio peleando y nos regaló estos dulces- Respondió esta vez Hatysa, sabiendo de antemano el enojo que su mamá iba a tener al escuchar que habían estado peleando, pero ya debería empezar a acostumbrarse porque no se veían dejando de discutir en un futuro cercano o lejano-

 

Ya hablaremos de esto después señoritas. Ahora muévanse los cuatro que tenemos que despedir a Cygnus- Christian y Armin salieron en busca de sus padres, no eran muy difíciles de encontrar, sólo tenían que levantar la vista y buscar dos cabezas tan rubias como las suyas y ya los tenían. Cygnus se acercó a sus padres y a sus hermanas, estaba bastante emocionado, más aún porque les había pedido a los gemelos que le encontraran a Diggory, sólo era cuestión de tiempo para tener a su amorcito en brazos nuevamente- ¿Cómo lo estás llevando?- Le preguntó al ver a su hijo resplandecer, cada año más parecido a Sirius. Se notaba que le encantaba la atención, sabía que la timidez nunca había sido muy amiga de su hijo, por lo que era normal verle tan feliz-

 

De maravilla. Aunque la abuela aún intenta sobornarme para que no vaya a Gryffindor, hasta me ha ofrecido la casa en Francia, para que le pida al sombrero que me ponga en Slytherin o en su defecto Ravenclaw- Sirius le enviaba miradas llenas de odio a su madre, Walburga lo ignoraba con toda la clase que tenía, pero Orión le estaba poniendo esa cara que simplemente decía ‘compórtate’ y Sirius se quería morir porque se había sentido como un niño regañado cuando no debería- Casi es hora de partir… Vengan aquí mocosas berrinchudas- Cygnus, a punto de alcanzar la altura de su madre, se acercó a abrazar a sus hermanitas, quienes incómodamente le dieron dos palmaditas en la espalda. A ellas no les gustaban las muestras de afecto en público, ‘perfectas Slytherins’ según su abuela-

 

Esperamos que no embaraces a nadie en tu primer año, recuerda que no puedes manchar nuestro apellido. Empezaremos Hogwarts en unos años y te juro que si nos dejas en mal lugar, te matamos- Severus no supo si sentirse orgulloso o asustado, las niñas se parecían mucho a él, mucha frialdad y tranquilidad por fuera, pura fachada, pero estaban llenas de esa competitividad latente que seguro les haría difícil la vida a los niños que intenten meterse en su camino. ‘Hay que criarlas para ganar, Severus. Alégrate de que ya tengan ese fuego competitivo pero con la debida elegancia’, Le había dicho Walburga al ver como ambas parecían querer destruir a la competencia en sus concursos de esgrima y gimnasia-

 

Procura dejar el listón muy alto, porque si vamos a competir contra el gran Cygnus Orión Black, por lo menos haz un esfuerzo. No queremos que esto sea un juego de niños- Meissa, igual de fría que su gemela, se había acercado a dejar un beso sobre la mejilla de su hermano. La verdad es que iban a extrañarlo mucho, aunque no querían ni iban a admitirlo en voz alta- Enséñale a esos baja clase quien eres- Y Sirius se había sentido un poco incomodo al escuchar eso, habían sido prácticamente las mismas palabras que Walburga le había dicho a Regulus cuando éste empezó Hogwarts. Su hija no lo había dicho con la misma intención, ambas creían que todo el mundo era de baja categoría comparados con ellas, porque ambas tenían talento e instinto asesino, aparte de ser hermosas… Ahí es donde entraba la modestia que no tenían y eso era heredado de su parte, así que no se podía quejar-

 

Sí, pero ustedes van a empezar Hogwarts cuando yo esté en sexto. Así que quinto será mi año para amedrentar a todos a los que se les ocurra poner sus ojos en mis hermanitas. Recuerden que…- Cygnus fue interrumpido por sus hermanas, quienes pusieron los ojos en blanco al escuchar a su hermano empezar con la pataleta de siempre-

 

‘Rodaran cabezas antes de dejarlas tener novio’. Si, ya nos sabemos eso- Respondieron. Cygnus asintió orgulloso al ver que sus hermanitas empezaban a dejar las tonterías de bebés detrás, aunque eso significaba que iban a crecer más pronto- Como si fuésemos a gastar nuestro tiempo con romances inútiles. Enamorándote no llegas a nada- Sirius y Severus sólo sintieron una gota de sudor bajarles por el cuello, pero no les dijeron nada. Ya sabían que esas dos no cambiaban de opinión-

 

¡Cygnus, ándate ya!- Le gritaron los gemelos desde la puerta, al lado de ellos estaba un sonriente Diggory tendiéndole la mano. Se despidió con un abrazo de sus padres y corrió en dirección a Cedric-

 

Y lo peor es que cada vez será más difícil- Se escuchó la voz de Lucius detrás de ellos, Remus volteó a ver a Draco y a Harry, ellos eran los siguientes en abordar el tren el año entrante. Tom abrazó a Harry y a la pequeña Merope. Severus y Sirius miraban directamente una de las ventanas del tren, en donde Cygnus se estaba despidiendo de todos sus familiares-

 

[Ese año prometía mucho para Cygnus Orión Black. Amistades, amor y un cambio de ambiente favorable aunque iba a extrañar a la parejita (Draco y Harry), pero ya los vería el año próximo. Severus se recostó aún más en el abrazo de Sirius. Recordando cada una de las cosas que le habían llevado a estar en ese momento. Miraba atrás y no se arrepentía de nada]

Notas finales:

Gracias por leer y nos veremos en otra ocasión.


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