Siempre lo había sabido, lo que estaba ocurriendo no le sorprendía en lo más mínimo. ¿Pero cómo reaccionarían los demás? Observó la silla vacía y en ella, su capa y sombrero de Hokage. El sueño por el que tanto luchó finalmente parecía agrietarse, pero existían tantas dudas en su cabeza. ¿De verdad este era su sueño…? ¿Habrá quizás tenido otros más? Una segunda meta en su vida, además de estar encerrado en la torre días y noches enteras firmando papeles sin descanso.
—Seguro que sí, Naruto. Yo estoy seguro que tu sueño más importante está fuera de esta aldea…
Shikamaru abandonó la oficina, no diría nada, no había porqué impedir su tan ansiada libertad. Desde que su amigo se había vuelto el séptimo Hokage se percató de algo que nunca había visto antes en sus ojos, desesperación, ¿En qué momento comenzó a ver las cuatro paredes que lo rodeaban como una prisión y él, su prisionero? Solo el blondo lo sabía, y solo él podía remediarlo.
La noche siempre era perfecta para huir, pero él no estaba huyendo, solo seguía una corazonada. Una fuerte intuición que solo crecía con los segundos. Sí, estaba cuerdo, sabía cuánto estaba dejando atrás, su familia, sus compañeros, la aldea, toda una vida atrás. Pero también sabía que si no era ahora, no lo sería nunca, y eso definitivamente no estaba en sus planes. Iría a por él y lo abrazaría con todas sus fuerzas, y por fin, tras tantos años, por fin él y Sasuke estarían juntos para siempre. Que mentalidad tan patéticamente cursi y simplona. Sonrió.
—Papá…
Próximo a las puertas de la aldea, encontró a su hijo y aunque era solo un infante, ver la reacción de su madre le hizo atar cabos sueltos. Lo único que llevaba su progenitor aparte de su típico atuendo naranja, era solo un pequeño bolso colgado en sus hombros.
—¿Cuando volverás dattebasa…?
Los ojos del mayor mostraban pura tristeza. Como explicarle de su repentina partida.
—Yo… no lo sé, Boruto. No puedo prometer nada a nadie.
—¿Es por el tío Sasuke, verdad?
—Sí, es por él…-respondió un tanto sorprendido.
—¿Entonces está vivo?
—Hay cosas que no puedo explicarte porque ni yo mismo todavía puedo entenderlas, pero mi corazón dice que mi mejor amigo está esperando por mí en alguna parte y debo estar a su lado. Hijo, yo…-caminó hasta él inclinándose y tomándolo de sus pequeños hombros—Sé que no he sido el mejor padre que hubieras querido, pero aunque estaba saturado de trabajo, tu, tu hermana y mamá han estado contantemente en mis pensamientos. Yo los amo y me preocupo por ustedes todo el tiempo y eso nunca va a cambiar.
—Yo lo sé ttebasa, lo sé muy bien. Tú y el tío Sasuke son sorprendentemente fuertes, creo que no habrá nadie más poderoso en mucho tiempo. Cuando los vi pelear, yo entendí tu lazo, papá. Mamá me había contado después, que tu y Sasuke sensei tenían una relación de rivales-enemigos y al final, pudieron ser verdaderos amigos. Yo… los admiro demasiado a… ambos…
—Boruto…-lo estrechó afectuosamente en sus brazos, los sollozos eran compartidos, odiaba estas despedidas pero…—Gracias por entenderlo, hijo, cuida de tu hermana y de tu madre.
—Cuando regreses te habré superado, viejo…-rió llorando.
—Lo espero ansiosamente.
Continuó su camino despidiéndose por última vez de su hijo, aún se sentía pésimo con la situación, tener que abandonarlos, ¿su padre y su madre, estarían decepcionados de él? Llegaría el día en que Hinata y los demás lo perdonarían, quizás en algunos años o tal vez jamás.
Con sus habilidades más desarrolladas pudo pasar las puertas desapercibido, ningún guardia logró detectarlo. Sin embargo cuando comenzó a alejarse de lo que fue su hogar, sintió una presencia demasiado familiar a sus espaldas, no había forma de confundirla con nadie más. Se detuvo abruptamente, y solo la luz de la luna era testigo de sus actos egoístas.
—Siempre creí que Sasuke-kun podría ser feliz a mi lado… pero ni con el perdón de Konoha, ni con una familia, logró estar en paz consigo mismo. Fui una tonta al creer que sería tan simple, Sasuke-kun nunca fue muy entregado a nuestra relación, pero le agradezco haberme dado a Sarada. Creo que jamás podré entenderlo, y Naruto, siempre estaré celosa de ti, pero no te odio ni nada parecido-sonrió con melancolía, sus ojos brillaban por las lágrimas contenidas—Tú eres el único que lo entiende y todo el mundo lo sabe. El hecho de que te vayas de la aldea dejando el puesto vació de Hokage, significa que Sasuke-kun está vivo en algún lugar ¿cierto?
—Es… lo más probable.
—Entiendo, eso me reconforta. Yo no puedo abatirme, tengo una hija por la cual velar. Como lo he dicho hace años cuando era una niña…-lloró conmocionada—Dejo a Sasuke-kun en tus manos, Naruto, espero puedas encontrarlo y salvarlo. Y esta vez, idiota cabeza de chorlito, dile de una vez lo que sientes por él. El tiempo es muy valioso, no lo desperdicies.
—Sakura-chan…-lloró, tapando su rostro—Gracias por ser una increíble amiga.
…
…
Naruto, deberías descansar. Pronto va a amanecer.
—No hay tiempo para holgazanear, Kurama. Sasuke me necesita. Él me está llamando, puedo sentirlo dentro de mí…
Haz lo que quieras…
El sol estaba próximo pero el rubio no desistió ni aunque sus ojos comenzaban a pesar, la corazonada se hacía más fuerte, caminó todo el trayecto desde Konoha atravesando el extenso bosque, aquel que años atrás había atravesado para intentar traer a Sasuke de regreso de las garras de Orochimaru. Recuerdos nostálgicos que no se detenían por nada, los buenos y malos momentos continuaban en su corazón.
Escuchó el sonido del agua correr, un rio, entonces sus ojos se abrieron un poco más, parecía un sueño pero ahí estaba.
Tus sospechas eran ciertas.
—No deberías de sorprenderte, Kurama, Sasuke y yo siempre hemos estado conectados-caminó hasta el cuerpo inerte en el suelo junto al rio, con su típica vestimenta negra y su bolso morado de viaje.
Sasuke lucía dormido, pero Naruto pronto comprendió que estaba muy débil. Se lo había dado por muerto meses atrás, más él nunca perdió las esperanzas, pero aunque le dolía no podía abandonar su puesto. Tenía muchas obligaciones en sus hombros, sin embargo manejo Ambu y grupos de ninjas para buscar a su amigo terminando en fracasos naturalmente.
Entonces lo supo al verle.
—Sasuke…-se arrodilló y tomó su cuerpo para acomodarlo sobre el suyo. Admiró su hermoso rostro de porcelana, sus largas pestañas, su cabello suave y sin cortar tapando su ojo izquierdo—El único que podía encontrarte era yo, ¿verdad? Sasuke…-sollozó, besando su frente—Lamento haber tardado tanto en venir por ti… soy un desastre, lo sé-rió entre lágrimas.
—Presentía… que sería así, dobe…-abrió sus ojos, más el que poseía el rinnegan había perdido su característico color—Te echaba demasiado de menos, Naruto…
—Sasuke, tu ojo-lloró—Estás-
—Ciego, sí, llevo tiempo así. Semanas después que dejé la villa. El tiempo en que los use en batalla pasa factura, ya lo sabía. No estés así…-levantó su mano y acarició su mejilla donde adornaban sus tres marquitas—Mientras no use el sharingan podré conservar mi ojo derecho, por eso, me he privado de varias técnicas y he resultado mal herido.
—¿Quiénes te han…—un odio insaciable lo carcomió por dentro.
—Ssshh, cálmate, idiota. Ya me deshice de ellos. No vale la pena pensar más en el tema. Más importante ahora, no puedo creer que seas el autentico dobe y no un clon-se burló—No tenías que llegar tan lejos como para dejar la aldea desprotegida. Con un clon bastaba. Shikamaru debe estar odiándote en este instante.
—Abandoné la aldea, Sasuke-exclamó en tono serio.
—Dime que estás… bromeando, Naruto…
—¿Cómo podría bromear con algo tan importante?-sonrió, tomó la mano de Sasuke y besó su dorso.—Sabes que cuando algo te ocurre hago locuras.
—Lo creía, sí, pero no algo tan exagerado, imbécil—gruñó.
—Entiendo que estés molesto, pero ya tomé mi decisión. Hice algo muy loco, dejé a mi familia, a mis amigos, el lugar en donde crecí, el sueño de mi vida “Ser Hokage” pero lo hice por una muy buena y única razón, Sasuke—sus lágrimas cayeron en las mejillas del azabache, Sasuke quedó estupefacto—Quiero estar contigo, quiero ser feliz contigo antes... antes que sea demasiado tarde, antes de morir yo, yo quiero amarte ¿e-entiendes? —se le armó un nudo en la garganta.
Al fin lo dijiste, mocoso, te has tardado siglos, pero finalmente has podido sacarlo de tu pecho. Creo que es la primera vez que digo esto, pero estoy orgulloso de ti, de compartir tu vida conmigo…
—Ja, ja, rayos… mis lágrimas no paran, maldición. Kurama está muy feliz, Sasuke, ¿puedes creerlo? ¿Sasuke?
—Odio que seas tan… tan impulsivo-tapó su mirada con su mano para que no viera su avergonzada expresión—Tu estúpido bueno para nada…
—Sasuke, escucha con atención-llevó sus labios al oído del Uchiha y susurró—Te amo, y sinceramente no podré amar a nadie más que a ti-se apartó, luego sonrió viendo el rubor alcanzar hasta las orejas al pobre azabache—Por ti, lo dejaría todo, Sasuke. Ya hemos perdido mucho tiempo, ¿no te parece? Creo que es el momento de que vivamos felices como lo deberíamos haber sido hace años atrás.
—Lo sé…-le miró, dejando al descubierto sus ojos húmedos—No es demasiado tarde para lograrlo, vayamos juntos a algún sitio, solo tu y yo…-acostó su cabeza en su pecho y suspiró—Vivamos ese amor que nos teníamos ahora y siempre, quiero morir a tu lado… te amo.
—Yo también te amo, Sasuke—lo estrechó en sus brazos.
—Tks… deja de llorar. ¿Desde cuándo eres tan sentimental?
—¡Siempre lo he sido dattebayo!
—Esa muletilla… sí, de verdad te he echado muchísimo de menos-desarmó el abrazo y acudió a los labios de un sorprendido rubio, nada mejor que un cálido reencuentro de amantes, el beso que se debían desde hace mucho tiempo. Sus labios se separaron tan solo una mínima de distancia—Ha, dejaste de llorar, eh-sonrió.
—Me tomaste por sorpresa, ¿Qué esperabas…?-reclamó sonrojado—Aún así, pensé que estabas débil.
—Lo estoy, creo que tendrás que cargarme hasta la siguiente aldea-bromeó.
—Por mí no hay problema ttebayo.
—O-oye, espera-lo alzó al estilo nupcial contra su pecho, más patético no podía lucir—¡Bájame, idiota! ¡Bájame!
Aquí vamos de nuevo… como los viejos tiempos…
—Ja, ja, ja que no te quepa la menor duda, Kurama. Oye, Sasuke, no te muevas tan bruscamente, nos harás caer…
—En cuanto me bajes te aniquilaré con un chidori, ¿lo has captado?
—Eso quiero verlo, mi querido amigo del alma y amor de mi vida-le sonrió abiertamente—Es hora de comenzar nuestra propia aventura, vivir y amar.
—Ya lo creo-susurró más calmado, pasó sus brazos por el cuello del Uzumaki y se acostó junto a su hombro—No voy a amar a nadie más que a ti… Naruto.
El ex Hokage lloró de alegría. No era un “adiós definitivo”, era un “hasta pronto”, regresaría a la aldea, pero tomaría un largo, largo tiempo.
(Final alternativo… el que tenía pensado realmente)
—Ja, ja, rayos… mis lágrimas no paran, maldición. Kurama está muy feliz, Sasuke, ¿puedes creerlo? ¿Sasuke?
El no respondió. Su mano tembló al tocar el rostro de su gran amor, sus ojos permanecieron abiertos al dejar de respirar.
Lo siento, Naruto, él estaba muy débil.
—¿Tú… tú crees que haya podido escuchar mis sentimientos? Que lo amaba…-murmuró en shock.
Estoy completamente seguro que así fue. Sasuke siempre te amo, y él sabía que tú también lo amabas.
—Bien, entonces, vamos Sasuke-lo levantó en sus brazos sin dejar de llorar, sentía un vacío horrible en su pecho. Un hueco que nunca podría ser llenado. Cerró sus ojos con la palma de su mano y comenzó su recorrido—Vayamos a ser felices para siempre, como debió ser hace años…
Kurama no volvió a decir nada más en todo el trayecto.