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Magia. por MikaLeo

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Notas del fanfic:

Declaimer: Solo los personajes creados por mí y la trama de esta historia me pertenecen, los personajes de la saga de Harry Potter, son únicamente de J.K. Rowlings 

Pareja: Drarry.

Semi Au

Advertencia: Los Dursley aquí, son buena gente.

Notas del capitulo:

Segundo fanfic Drarry, si ya sé que tengo otro, pero cuando la inspiración llega ¿Creen que quiero dejar que se vaya? Basta de chácharas, espero que les guste.

La magia, desde hace años está a sido el elemento más poderoso del mundo, aquel por el que peleaban dioses y demonios, humanos y monstruos, la magia movía el mundo y un día el rey que brillaba sobre ella decidió dividirla en dos, magia blanca y magia oscura, no tenia deseos de empeorar las cosas, todo lo contrario, el deseaba crear una magia compatible para todo ser viviente, magia que detendría las guerras y traería por fin la paz.

Por desgracia estaba equivocado.

La magia blanca fue entregada a humanos y dioses, la oscura a demonios y monstruos y desgraciadamente esta corrompió el corazón de varios, pero un pequeño grupo se levantaba de entre las cenizas, como si de un fénix se trataran, ellos a espaldas del rey habían creado una tercera magia, una que combinaba la luz y la oscuridad y resplandecía en un bello color plata que dejo congelado al mundo por años, estos seres se llamaban Ángeles, pero después de unos años desaparecieron y el mundo decidió lo siguiente. Los Dioses y demonios huyeron al cielo y el infierno respectivamente y los humanos con magia en sus corazones decidieron esconderse de aquellos que no la tenían, al igual que los monstruos.

Años han pasado y era el momento para que los Ángeles regresaran.

Demonios se comenzaron a observar en todas partes del mundo, poseyendo a simples inocentes, mágicos y no mágicos deseando volver a poseer completo poder, los Ángeles no permitirían aquello. Y un día decidieron cambiar todo y se volvieron Cazadores buscaban a demonios, recorrían el mundo liberando a aquellos que eran poseídos por estos, fueron proclamados como héroes, pero ellos solo querían de vuelta la paz, pero sabían que aquello era imposible, su líder y guía, sabía que sin guerra no habría pazy que sin paz no habría guerra, era imposible eliminar uno sin eliminar el otro y para poder lograrlo había que destruir el mundo, cosa que ellos no querían hacer.

Los años pasaron y se volvieron una simple leyenda que las madres le contaban a sus hijos para que creyeran fielmente en la esperanza y en la bondad de la gente, pero a escondida de todos ellos se volvieron algo que se creía imposible, poco a poco monstruos y aburridos del destino que se les había dado se le unieron, volviéndose compatibles con algunos rápidamente, estos monstruos abandonaban sus cuerpos y enlazaban sus almas con aquel Cazador compatible, protegiéndolo hasta su muerte, y cuando el Cazador moría este monstruo se unía a su hijo así fue por generaciones hasta que, una chica rompió las reglas.

Las más grande de entre los grandes, la indomable, salvaje como un animal, pero tan sabia y valiente que hacia dudar, ella no creía en la unión eterna e hizo lo prohibido, cuando le entregaron a su monstruo, ella le entrego el libre albedrío, el cual le permitía al monstruo matarla, todos vieron el final, el que le impediría domar más monstruos, menos aquella chica, que con una sonrisa gentil y una mirada llena de cariño, compadeció aquel corazón y lo calentó y aquel zorro que antes tenía ocho colas consiguió las nueve.

Ella se volvió la primera en domar a un monstruo sin la necesidad de una cadena, ella conquisto el corazón de aquel monstruo, el más cercano a los dioses y el más poderoso, el zorro de nueve colas.

-          Tía Petunia ¿Por qué callas? – Pregunto el menor de aquella pareja, un simple niño de desordenados cabellos negros y hermosos orbes esmeraldas.

-          Tu tío llegara en cualquier momento Harry, mañana termino de contarte la historia – Y la mujer se levantó, arrullo a Harry y se marchó de aquel cuarto en donde su sobrino descansaba todas las noches, con pena los dos se separaron, Petunia sentía que algo estremecería la vida de Harry, que algo le alejaría de su marido y eso la alegraba enormemente.

Los años habían pasado y Harry decidiendo nunca más olvidar aquel cuento lo escribió con ayuda de su tía y primo, mientras la mayor le relataba la historia, el menor dibujaba con él, todo a escondida de su esposo y padre. Harry cumpliría los once en poco tiempo y Petunia estaba tan feliz que su sonrisa alegraba el día de Harry, justamente ese día el hombre de la casa se tuvo que retirar temprano y no llegaría hasta tarde, era perfecto para que los tres terminaran el libro y cuando la noche llego el corazón de aquel hombre se hablando al verlos dormir a los tres como si de una gran familia se tratara, los arropo y decidió darles una sorpresa la mañana siguiente. El cumpleaños de Harry había llegado y los tres despertaron con un delicioso aroma a pastel, Petunia lloro de la alegría y Harry solo pudo sonreír al igual que su primo, los dos juntos fueron rápidamente a la cocina y ahí lo encontraron decorando aquel pastel que con orgullo decía “¡Feliz Cumpleaños Harry!”.

No todo fue felicidad.

Un gran estruendo y Petunia con lágrimas en los ojos reacciono y protegió a sus pequeños, una bruja y no cualquier bruja. Una cazadora oscura irrumpió en la casa quitándole la vida a los mayores, y luego al menor de aquella familia que solo quería proteger a su primo.

Harry duro encerrado en aquel lugar dos días, hasta que Hadrid apareció, el hombre al ver los cuerpos de los familiares de Harry y aquel pastel que nunca fue probado comenzó a llamar alarmado al pequeño y Harry salió de su escondite, Hadrid lo abrazo y Harry por fin se sintió a salvo.

Por llamada de Hadrid llegaron Snape, Dumbledore y Minerva, acompañados de Aurores sorprendidos vieron al pequeño Harry llorando en los brazos de Hadrid y tristemente vieron como retiraran los cuerpos de aquella familia.

-          Pequeño, ¿Viste a quien los mato? – Pregunto Minerva y Harry asintió.

-          La mujer daba mucho miedo, estaba cubierta con un velo de color negro y de sus manos resplandecía una luz oscura –

-          ¿Esa mujer tenía varita? – Fue el turno de Snape.

-          No, vestía completamente de negro y de su mano se liberó una serpiente que cuando miro a mis tíos los mato…-

Ninguno sabia, como reaccionar a aquello.

Notas finales:

No olviden comentar y dejar sus opiniones al respecto.~
Nos vemos en el próximo capítulo.


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