Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Corazón en el espejo por AndromedaShunL

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola! ¿Qué tal? ¡He vuelto en menos de una semana! Solo decir que, como adivinaréis mientras leáis, quien mira el espejo es Shun y quien devuelve el reflejo es Hyoga. ¡Espero que os guste! 

Notas del capitulo:

Los personajes, aunque solo los nombre en las descripciones, son propiedad de Masami Kurumada.

Me acerqué al espejo con la esperanza de encontrar tu rostro pálido al otro lado, en ese universo extraño que no deja de devolverme imágenes que no logro comprender.

                Y ahí estabas. Con los ojos como escarchas mirándome profundamente, como pretendiendo romper mi alma en mil pedazos o llevarme contigo al lugar donde no pasa el tiempo.

                Es una pesadilla y un dulce sueño. Todas las noches lo mismo.

                Las estrellas de mi habitación continúan bailando sus danzas como todas las noches, ignorando el techo de cristal que no deja de desaparecer. Las musas vienen y van, me susurran al oído y pretenden, en ocasiones, que les siga por el sendero de la ventana. Pero yo no quiero, ya se lo dije a todas. No las voy a seguir, quiero quedarme delante del espejo, contigo. Hasta el final de mis días.

                Tu sonrisa llena mi corazón como nada en el mundo lo hace. Ni siquiera las olas de mi cama son capaces de mecerme como tú lo haces, tan solo con tu mirada fría.

                Y son tus manos describiendo círculos sobre la superficie del espejo las que me hechizan y me llevan hacia lugares inexplorados de mi mente. Es como si acariciasen mi cuerpo, mi cabello, mis mejillas. Todo. Y no paran, ni cuando desaparece tu imagen, pues perduran en mi recuerdo el resto de la eterna noche.

                El sol hace mucho tiempo que dejó de asomarse por el horizonte. Todo a mi alrededor está oscuro, salvo los puntos de luz de las paredes invisibles. Y salvo tu boca. Tus labios. Tus lágrimas, tu piel.

                A veces el cristal se convierte en una cortina de agua por la que me gustaría pasar, pero tengo miedo. Nunca he cruzado el umbral del universo, y no sé si cuando lo haga tú continuarás al otro lado. ¿Estás ahí de verdad o es tan solo la ilusión de mis ojos entristecidos? ¿Me paso el día soñando, incluso cuando creo que estoy despierto?

                Siempre estás. A veces acompañado, a veces con mi sola presencia. Pero estás. Y aparecen destellos escarlata a tu alrededor, como si alguien estuviese pagando las consecuencias de sus actos, gritando de dolor como lo hace mi corazón por no poder traspasar el espejo. Quizá las estrellas tejan sus hilos de luz en torno a nosotros, y sean ellas las que no permitan nuestro entrelazamiento.

                Pero me contento con observarte. O eso me repito. Eres un vano fantasma hecho de reflejos que no existen en mi plano. No eres más que un chico al que anhelo conocer desde hace ya un tiempo que no recuerdo. Porque ¿cuándo empezamos a vernos? ¿Cuándo empecé a soñar contigo, a añorarte sin siquiera saber qué eres?

                No puedo tenerte. Tus cabellos rubios… jamás podré mesarlos entre mis manos. Jamás podrás tú mesar los míos, aunque la sola brisa de la noche sea como tus dedos en mi piel. Y me contento solo con mirarte, a todas horas, durante todos los minutos. Si pudiera, sin pestañear. No quiero perderme ni un solo suspiro tuyo.

                Y estabas congelado en el espejo, con tu corazón como único motor de tu alma. Con los labios entreabiertos y las manos apoyadas contra el cristal. Tu mirada era de terror, y tu piel estaba más pálida de lo habitual.

                —¿Qué te pasa? —Te pregunté, temblando de miedo.

                Parecías estar perdido en el tiempo, como si tu mundo se hubiese detenido para siempre. Solo subía y bajaba tu pecho con cada inaudible respiración. Tus ojos estaban inspirados por el más puro terror. ¿Qué viste? ¿Por qué nunca me lo contaste? ¿Por qué desapareciste de mi vida tan temprano?

                Aún te veo hoy en día, pero sigues congelado. Ya no sonríes, ya no me miras. Tus ojos azules como el hielo están perdidos en algún punto entre las estrellas de mi habitación, y por mucho que he tratado de saber qué es lo que miras, no lo he conseguido. Pues todo es oscuro a mi alrededor, salvo tus ojos, tus cabellos dorados, tus labios, tu piel…

                Y me enamoro de un vano fantasma. Me seducen tus ojos anclados, tus manos sobre la superficie del espejo que nunca conseguí ni conseguiré traspasar. Y todo ha detenido su curso. Y puede que mi corazón se detenga por tanto mirarte. Por añorar tus besos imaginados y la brisa fingiendo tus manos.

                Puede que algún día también mi tiempo se detenga, y podré ir a buscarte, sea como sea, allá donde estés.

Notas finales:

Muchas gracias por leer y espero que os haya gustado. Si algo no entendísteis... bueno, es que tampoco sé yo qué sentido darle. Simplemente me dejé llevar.

Un beso muy grande.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).