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SI... MI AMO... por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, usualmente los tomo para hacerles sufrir, salvo en esta ocasión que yo creo que les va a gustar mucho lo que van a hacer, uyyyyyyyyyy

Notas del capitulo:

Hola, les traigo un sexy one shot, espero que les guste, por muchos meses he querido hacer un fic con esta pareja y finalmente lo pude armar, espero que lo disfruten

SI… MI AMO…

 

Capítulo único.- Noche fría y de tormenta

 

En una de las mansiones más grandes de uno de los barrios más exclusivos de Tokio, un hombre alto, musculoso, de semblante inescrutable, ojos azules y cabellos cortos del mismo color, caminaba a paso presuroso por los pasillos del tercer piso, estaba algo nervioso, nunca en la vida se había sentido como se sentía ahora, su estómago se estaba dando botes y eso no tenía nada que ver con la cena, sentía mariposas revolotear y eso en verdad era nuevo para él

 

Al llegar al final del pasillo del tercer piso, aquel hombre se estiró y tomó una piolita que colgaba del techo, al halarla una puerta tipo trampilla se abrió y una escalera plegable de madera descendió, al subir por ella, el hombre de cabellos azules parpadeó algunas veces al ver lo que estaba viendo, y no lo podía creer, simplemente no lo podía creer

 

Estaba ahora en el ático, por generaciones de esta familia, el ático había sido utilizado únicamente para arrumar muebles, para embodegar y embalar pertenencias que no querían botar en cajas de todos los tamaños, una sola vez había venido por esta parte de la casa pero ahora estaba irreconocible porque los muebles arrumados estaban arrinconados todos contra la pared norte, las cajas de igual manera, dejando un amplio espacio en medio del ático en donde estaba armada una muy antigua y cómoda cama de hierro forjado que tenía sábanas de seda, la muy amplia estancia estaba iluminada por velas, algunas estaban en portavelas en el piso, otras estaban en vasitos sobre las cajas apiladas contra la pared, de cualquier manera el ambiente estaba iluminado tenuemente y eso lo hacía mágico, un aroma a maderas del bosque y eucalipto se podía apreciar, era bastante sutil y eso le agradó mucho al hombre de cabellos azules que miraba la habitación bastante sorprendido

- Te esperaba hace más de diez minutos – una muy varonil voz habló sacando al recién llegado de su ensimismamiento

 

El hombre del cabellos azules se volteó y vio al que le habló, su corazón empezó a latir con fuerza porque aquel se le acercó con dos copas de vino en las manos y una mirada hambrienta, estaba usando unos pantalones jeans flojos que se sostenían en su cadera, no estaba usando zapatos, su pecho estaba desnudo dejando ver su tonificado abdomen, sus definidos pectorales y sus fuertes brazos, su rubio cabello estaba algo despeinado y eso le daba un toque muy sensual, el peliazul tomó la copa que el rubio le dio y contestó:

- Me llamaron por teléfono de la oficina y tuve que contestar…

- Shhhh… no queremos hablar de trabajo verdad? – el rubio acarició la mejilla del peliazul y le dedicó una sonrisa por demás descarada

- No… tienes razón… - el peliazul tomó un sorbo de su copa pero el rubio se la quitó de las manos, meneó la cabeza y chasqueó la lengua desaprobatoriamente al decir:

- Ya hablamos de esto, quiero que me recuerdes cómo debes dirigirte a mi?

- Eso era en serio? – le peliazul arqueó una ceja al preguntar esto, el rubio lo miró apreciativamente y le dijo:

- Claro que si, vamos… recuérdamelo…

- Está bien, tiene razón… mi amo… - el peliazul dijo estas palabras pero se notó que le costó decirlas, el rubio sonrió apreciativamente, se acercó al peliazul y sujetó suavemente sus muñecas antes de buscar sus labios y unirse en un suave beso, el peliazul cerró los ojos y se dejó besar, se sentía extraño al no poder tocar a su amante que mantenía sus manos quietas, cuando el beso se rompió, el rubio dijo:

- Quiero que te quedes quieto Ikky, no quiero que te muevas, solo… déjame hacer, está bien?

- Está bien… - contestó el peliazul pero escuchó otra vez como el rubio chasqueó la lengua desaprobatoriamente así que se corrigió a si mismo al decir: - Está bien… mi amo…

 

El rubio sonrió y buscó los labios del peliazul nuevamente, soltó sus manos y acarició sus brazos suavemente por sobre la camisa que estaba puesto, las dirigió a su pecho y empezó a juguetear con el primer botón, Ikky tocó la cintura de su rubio amante con la intención de abrazarlo, pero aquel le sujetó las manos volviéndolas a poner en donde estaban antes y le susurró en la oreja:

- Esta noche vamos a jugar mi juego, quiero que te quedes quieto, no quiero que me toques, quiero que te dejes hacer y que me obedezcas, recuerdas que hablamos de esto?

- Si… mi amo…

- Muy bien, entonces quédate quieto y solo siénteme… solo eso Ikky, cierra los ojos y siénteme… eso es…

 

Ikky cerró los ojos y dejó sus manos quietas a su costado, podía sentir claramente los suaves besos de su amante en su cuello, como jugueteaba con los botones de su camisa sin zafarlos realmente, el corazón de Ikky latía alocadamente al sentir como las puntas de los dedos de su amante lo toqueteaban por sobre su camisa, se paseaban por su pecho, por sus brazos para finalmente pasearse por la espalda, el peliazul estaba muy impaciente pero… había accedido a esto y ahora estaba soportando esta exquisita tortura porque su amante se estaba tomando su tiempo

- Afloja el cuerpo Ikky… deja salir la tensión, eso es… afloja el cuerpo – dijo el rubio al pasar las manos por sus hombros, el peliazul suspiró y soltar el aire en serio aflojó el cuerpo, a la final esto iba a ser placentero pero… a veces su nivel de estrés hacía que se tensionara por todo

 

El rubio sabía el efecto que estaba teniendo en Ikky, sabía que le estaba costando muchísimo el mantenerse quieto y dejarse hacer, por eso disfrutó mucho el tocarlo, besarlo, morderlo suavemente en el cuello mientras finalmente abrió los botones de su camisa, ahora que Ikky estaba mucho más dispuesto, todo sería mucho más fácil y placentero

- Qué es lo que quieres hacer Ikky? – preguntó el rubio lamiendo la oreja del inmóvil peliazul que respiraba agitadamente mientras sentía las cálidas manos de su amante pasearse por su pecho y peñiscarle los pezones

- Quiero complacerlo mi amo

- En verdad Ikky?, harás lo que yo quiera? – el rubio sonrió muy divertido al preguntar esto porque apretó descaradamente uno de los cachetes del trasero

- Si mi amo, lo que usted quiera

- Excelente, mantén los ojos cerrados y da un paso, así es… camina conmigo, genial… - Ikky caminó por la habitación con los ojos cerrados, no caminaron mucho hasta que se detuvieron y el peliazul pudo sentir que estaba parado sobre una alfombra, y de eso estuvo seguro cuando su rubio le susurró en la oreja: - Sácate los zapatos y las medias, necesitamos estar más cómodos, no lo crees?

- Si mi amo – contestó Ikky y sin abrir los ojos se sacó los zapatos y las medias quedando de pie sobre una mullida alfombra, el peliazul abrió los ojos pero los cerró inmediatamente al rendirse al muy pasional beso que su amante le dio, quería abrazarlo pero… así no era el juego, por lo que se quedó quieto cuando sintió como el rubio deslizaba su camisa por su espalda hasta sacársela, luego le levantó los brazos y le susurró en la oreja:

- Mantenlos arriba y no abras los ojos

- Si mi amo

 

Ikky mantuvo sus brazos arriba y escuchó movimiento a su alrededor, algo metálico sonó a sus espaldas, una silla???, Ikky aún no decidía que podría ser lo que escuchó cuando sintió como su amante tomó sus muñecas y las esposó para luego asegurarlas a un gancho que estaba en el techo

- Te dije que no abrieras los ojos, voy a tener que castigarte, sabes que hiciste mal, verdad Ikky? – el rubio sonrió con anticipación, como un gato que había atrapado a un muy jugoso ratón, Ikky cerró los ojos y susurró de vuelta:

- Lo siento mi amo, soy curioso

- Lo sé, pero eso me gusta de ti, ahora relájate, eso es…

 

Ikky trató de aflojar el cuerpo nuevamente y eso le resultó mucho más fácil porque ahora sentía como suaves besos bañaban su nuca y las cálidas manos de su amante le acariciaban descaradamente el pecho.  Los labios del rubio fueron bajando por su espalda, al igual que sus manos bajaron por su torso hasta su vientre, luego sintió como le zafaban el botón de su pantalón para sin mayores demoras bajárselo llevándose también la ropa interior, Ikky levantó una pierna y luego la otra permitiendo que su amante le saque completamente los pantalones dejándolo desnudo

 

Nunca en la vida Ikky se había sentido tan expuesto, ahí estaba él, desnudo, indefenso porque sus brazos estaban estirados por sobre su cabeza y su amante le estaba besando el estómago mientras le acariciaba el trasero sin pudor alguno

- Nerviosito? – preguntó el rubio al sentir como Ikky temblaba

- No mi amo, solo tengo un poco de frío

- No te preocupes, yo calentaré tu piel

 

El rubio le palmoteó suavemente el trasero a su peliazul antes de arrodillarse en frente de él y empezar a masajear su miembro, Ikky apretó los ojos y se mordió los labios al sentir estas íntimas caricias, su amante era muy hábil en lo que hacía en especial porque le estaba besando el vientre, Ikky sentía un cosquilleo delicioso por todo el cuerpo, eso de tener las manos atadas le daba una nueva perspectiva de las cosas y al tener los ojos cerrados sentía lo que le estaba pasando y era maravilloso, cada fibra de su cuerpo, cada centímetro de su piel, lo podía sentir todo y le encantaba, y no pudo suprimir un gemido cuando su amante lo empezó a atender con la boca

 

Ikky gemía y suspiraba porque estaba por venirse, su amante era por demás hábil con lo que hacía, lo chupaba con maestría haciéndole ver luces, en el proceso le acariciaba los muslos y el trasero, Ikky apretaba las manos, le hubiera gustado tenerlas libres para acariciar los sedosos y rubios cabellos pero como estaba no podía, así que gimió una vez más cuando su rubio amante le acarició las bolas y sintió como le colocaba algo en la base del pene, se sentía algo incómodo en especial porque el rubio fue besando su vientre lentamente y fue subiendo por su pecho hasta llegar a su cuello, luego tomó sus labios los que besó y mordió a placer

- Qué me pusiste? – preguntó el peliazul, en verdad que se sentía incómodo y trató de bajar la cabeza para mirarse a si mismo pero el rubio tomó su mentón y no dejó que lo hiciera al decir:

- Los esclavos no hacen preguntas – el rubio enredó los dedos en los azules cabellos y cerró su mano con suavidad, no quería hacerle daño al peliazul pero con este simple gesto le recordó que él era el amo en esta situación, por lo que Ikky cerró los ojos y susurró:

- Lo siento amo, solo quería saber…

- Está bien, te lo voy a decir, te puse un anillo muy especial, quiero que dures la noche entera, no quiero que te vengas aún, te vendrás cuando yo quiera que lo hagas, entiendes?

- Si mi amo… - Ikky gimió porque su amante le estaba acariciando suavemente el miembro, en el contorno en donde efectivamente se encontraba un anillo de hule, Ikky no había probado antes juguetes sexuales pero… no se sentía tan mal, aunque si su amante le daba muchas largas al asunto… no… no quería ni pensarlo, si así como estaba la desesperación le iba ganando, no se había sentido así de excitado antes en su vida

- Muy bien… quiero que abras las piernas lo más que puedas, eso es… ahora quietecito… excelente

 

El rubio se ubicó a las espaldas del peliazul y empezó a besar su cuello mientras le acariciaba el pecho, sus labios fueron bajando por la espalda hasta que llegaron a ese espectacular trasero el que pedía a gritos una mordida, así que sin mayores preámbulos lo mordió, el peliazul sonrió y gimió bajito porque las manos de su amante se estaban paseando por su vientre bajo sin acercarse realmente a su endurecido miembro que clamaba por atención

 

Ikky sintió que su amante lo fue mordiendo por todas partes hasta que le abrió los cachetes del trasero y en verdad gimió cuando sintió como su lengua empezó a estimular su estrecha entrada, en ese punto ya no pudo estar quieto, su respiración se volvió agitada y sus gemidos fueron más audibles, el rubio en verdad se sentía complacido con todo esto porque tenía a su amante como pudín en sus manos, Ikky se estremeció entero cuando sintió como un largo y lubricado dedo entró en él, su amante se había incorporado y ahora estaba besando su nuca

- Tan estrecho, tan caliente, solo para mi – susurró el rubio lamiendo la oreja del peliazul que se contorsionó al sentir como un segundo dedo se le unía al primero

- Mi amo… ahhhhh… mi amo…

- Sabes lo que quiero Ikky, dímelo…

- Tómeme amo… hágame suyo… hágame el amor… ahhhhhh – Ikky se contorsionó una vez mas cuando un tercer dedo se unió a los otros dos

- Claro que lo haré…

 

El rubio sacó los dedos del interior de Ikky, se zafó los pantalones, se ubicó a las espaldas de su amante, lo sujetó de las caderas y lo penetró lentamente, el peliazul gimió al sentir como su amante entró en su cuerpo, esto fue una muy placentera tortura, nunca antes lo habían hecho así y se sentía diferente y excitante.  El rubio besó a Ikky en el cuello cuando se empezó a mover en su interior, el peliazul gemía de placer, esto no lo había sentido antes, su amante era un dios del sexo, no había otra explicación para ello porque con cada embestida estimulaba certeramente su próstata, Ikky estaba viendo estrellas con los ojos cerrados y gimió con más ganas cuando sintió las manos de su amante en su miembro, lo que sea que le puso antes en la base del pene, ahora lo retiró y lo empezó a acariciar igualando el ritmo de sus embestidas

 

Ikky estaba hablando palabras incoherentes en este punto, estaba perdido en este mar de sensaciones que no había experimentado de esta manera antes, el rubio se movía con maestría en su interior y lo tenía dentro de la ola más inmensa de placer que había sentido en su vida, el peliazul llegó a la cima del placer con un espectacular orgasmo, el rubio sostuvo al peliazul un par de momentos más hasta él alcanzar el orgasmo también, y lo hizo con un par de embestidas más, derramando su semilla dentro de Ikky que en este punto estaba colgado de sus manos, sus piernas no le funcionaban correctamente en este punto

 

El rubio salió del cuerpo de su amante y lo sostuvo ayudándole a que se sostenga en sus pies, no quería que se lastime, así que soltó sus esposas, lo cargó a la cama, lo acostó y se acomodó entre sus piernas, besó sus labios y acarició su rostro al decir:

- Abre los ojos Ikky, quiero que me mires

- Sus deseos son órdenes para mi… amo… - Ikky abrió los ojos y sonrió, se sentía como en una nube de algodón, siempre se ponía en este estado luego de hacer el amor

- Genial, quiero que te quedes quieto y que no te muevas, está bien?

- Si… mi amo…

 

El rubio lo besó en los labios una vez más antes de bajarse de la cama, rodearla y sacar algo de debajo de ella, luego tomó los tobillos de Ikky y lo jaló para acomodarlo en medio de la cama, el peliazul seguía sonriendo y se dejaba hacer, pero se incorporó un poco cuando vio que el rubio sujetó sus tobillos con amarras dejando sus piernas abiertas, luego ató sus manos a los barrotes superiores con una bufanda y se subió a la cama acomodándose entre sus piernas, el rubio tenía una sonrisa en el rostro y se agachó buscando los labios del indefenso peliazul, cuando el beso se rompió le dijo en la oreja:

- Cierra los ojos

- Si mi amo…

 

El rubio sonrió al ver la disposición de su amante y se vio aún más complacido cuando Ikky se retorció en la cama al sentir como un pequeño hielo recorría su piel, esto en verdad era nuevo para él porque el frío del hielo venía seguido de la cálida lengua de su amante, que le puso especial atención a sus pezones, a su cuello, a su estómago y luego a su miembro, los labios del rubio se desviaron a la parte interna de sus muslos, eso lo hizo estremecer, y luego de todo esto, se acomodó de mejor manera sobre él y le hizo el amor nuevamente

 

Ikky se retorcía de placer en la cama, el vaivén de su amante era absolutamente enloquecedor, el rubio le estaba mordiendo el cuello mientras se movía en su interior y le frotaba el miembro, la habitación se llenó de jadeos y gemidos, hasta que la muy ardiente pareja alcanzó la cima del éxtasis con otro espectacular orgasmo

 

Ikky estaba quieto en la cama mientras sentía como su amante le zafaba sus amarras, cuando estuvo completamente libre, lo volteó en la cama y se sentó en sus caderas, le besó el cuello y le dijo:

- Si quieres dormir puedes hacerlo, voy a darte un masaje, está bien?

- Lo que usted quiera mi amo

- Bien… me avisas si te duele

- Gracias… mi amo…

 

El rubio puso loción en sus manos y empezó a masajear los hombros del peliazul que gemía suavemente, si le dolían los brazos en ese punto, le dolía la espalda, aunque siempre le dolía la espalda, le dolían los hombros y el cuello, pero los masajes de su amante obraron maravillas en sus dolores porque se quedó profundamente dormido a la mitad de ellos, cuando el rubio acabó los masajes, besó suavemente la frente de su dormido peliazul y luego con mucho cuidado lo arropó en una cobija y lo cargó, el bajar las escaleras del ático fue un poco complicado pero lo logró sin que Ikky despertara, lo llevó a su habitación y lo acostó en su cama, besó su frente nuevamente y apagó todas las luces antes de salir

 

***

Ikky despertó cuando su televisor se encendió, eran las 7 de la mañana, el peliazul se estiró en su cama y se sintió maravillosamente bien, sus dolores musculares habían bajado considerablemente, ese fue el mejor masaje que le habían dado en su vida, así que se levantó de la cama y saltó a la ducha, se tomó un largo baño, el agua caliente se sentía como un sueño, al salir se vistió con uno de sus sobrios trajes y como todas las mañanas bajó a desayunar

 

En la cocina, las muchachas del servicio ya le tenían todo listo al peliazul que pasó al salón comedor y empezó a comer en silencio, como lo hacía todas las mañanas, en eso un muchacho de cabellos y ojos verdes bajó atropelladamente las escaleras y se sentó a su derecha, tomó la jarra de jugo y se sirvió un vaso al decir:

- No me regañes Ikky que mi teléfono se quedó sin batería y mi despertador no sonó, me pasas el pan? – se notaba que el muchacho estaba algo apurado, el peliazul le alcanzó la panera y le preguntó:

- No tenías examen hoy?

- Si lo tengo pero es a las nueve entonces no hay problema, hoy es el de lengua, ayer fue el de matemáticas, lo que me recuerda, mi profesor de mate dijo que quiere hablar contigo – el muchacho de ojos verdes miró al mayor y se notaba que se puso completamente nervioso, Ikky frunció el ceño al preguntar muy serio:

- Por qué?

- Te juro que yo no hice nada Ikky, era Seiya el que estaba copiando, en verdad te lo juro Ikky, yo ni siquiera me di cuenta que el profesor venía por nuestra fila porque estaba resolviendo el problema y tu sabes que yo hablo mientras hago los problemas, no le estaba dictando nada a Seiya, si él me escucha no es mi problema, pero sabes que es lo peor? – el muchacho de cabellos verdes hablaba con un convencimiento digno de aplauso, Ikky muy serio preguntó:

- Qué es lo peor Shun?

- Que me salió el ejercicio, me salió el ejercicio y el profe me quitó el examen antes de que pudiera escribir la respuesta, pero te juro que me salió el ejercicio – el muchachito se vio por demás triste porque bajó la cabeza y dejó en el plato el pan que estaba comiendo, Ikky sonrió en contra de su mejor criterio al darse cuenta la seriedad del problema existencial de Shun y acarició su  rostro a decir:

- Y a qué hora supuestamente tengo que ir a hablar con tu profesor?

- Vas a ir?, en serio??? – Shun no podía salir de su asombro, su hermano vivía sumamente ocupado en su trabajo, Ikky era el Gerente general de las empresas que eran de su familia, tenía 28 años y era el custodio legal de Shun, sus padres habían muerto hacía cinco años, Shun estaba en el último año de secundaria e Ikky estaba a cargo de las empresas de la familia, el peliazul era muy hábil para los negocios pero eso ocasionaba que no pudiera dedicarle mucho tiempo a su hermano menor, que era una pequeña bestiecilla, él y su mejor amigo Seiya, se metían en todos los problemas habidos y por haber en el colegio en el que estaban

- No me acabas de decir que quiere hablar conmigo?, pues bueno… a qué hora tengo que estar en tu colegio?

- A las 11

- Bueno… ahí estaré, quieres que te pase dejando en el colegio, si te apuras llegamos a tiempo

- Estás enfermo Ikky? – Shun tocó la frente de su hermano, en términos generales Ikky le hubiera insultado por llegar tarde al desayuno, le hubiera insultado dos veces mas porque su profesor lo mandó a llamar, y luego lo hubiera mandado a pie a la escuela para que no se le ocurra volver a llegar tarde en su vida

- Qué no puedo estar de buen humor?, ya apúrate antes de que me arrepienta y te castigue un mes – Ikky sonrió más abiertamente y al ponerse de pie besó la frente de su hermano que sonrió y corrió al estudio a recoger su mochila, Ikky caminó hasta el recibidor y estaba revisando la correspondencia cuando su chofer entró a la estancia y le dijo:

- El auto está listo señor, cuando usted disponga saldremos

- Gracias Rada, haremos una parada primero en el colegio de Shun, lo vamos a pasar dejando porque ese hermano mío ya está tarde

- Como usted disponga, el auto está listo en la puerta señor

- Listo… vámonos… te mandé un video Rada, cuando lo vi pensé en ti - Shun venía corriendo y salió todo atropellado con una sonrisa en los labios luego de golpear juguetonamente en el brazo al chofer de su hermano, a Shun le agradaba mucho el serio rubio

- Es muy amable joven

- Si vas a ir al sábado verdad?, sé que es tu día libre pero si vas a ir, cierto? – esto Shun lo susurró como para que Ikky no lo escuche pero el peliazul lo escuchó muy bien y arqueó una ceja, no tenía  idea de lo que su hermano estaba hablando

- No me lo perdería por nada joven – susurró de vuelta el rubio abriendo la puerta trasera del auto, Ikky se subió primero y luego Shun

 

Una vez en el auto, Ikky escuchaba todo divertido lo que Shun le estaba contando de la última burrada que había hecho con Seiya, esos muchachitos eran por demás divertidos, cuando llegaron al colegio Shun le recordó a Ikky de la hora a la que tenía que estar para hablar con su profesor y luego de besar a su hermano mayor en la mejilla, Shun se bajó del auto justo a tiempo cuando sonó la sirena, un muchacho castaño lo estaba esperando en lo alto de las escaleras, al ver el auto de Ikky, el joven castaño levantó la mano para saludarlo, Ikky correspondió el gesto, luego cuando el auto arrancó, el peliazul suspiró y se recostó en el asiento

- Problemas señor? – preguntó el chofer

- No… lo usual, Shun me va a matar de un infarto, tenemos que estar aquí a las 11 para hablar con su profesor de matemáticas, te lo juro Rada, ya no se que hacer con ese hermano mío, me va a sacar canas verdes – Ikky tomó un sorbo del café que usualmente llevaba con él en las mañanas y que lo bebía camino a la oficina

- No se preocupe por el joven Shun, es un buen muchacho, no tiene vicios graves, no consume drogas, no está en pandillas, en contra de todo pronóstico tiene muy buenas calificaciones y a usted lo idolatra, lo que el joven más ansía es que usted se sienta orgulloso de él – respondió el chofer en tono sereno

- Cómo lo sabes?

- El joven Shun suele ayudarme a lavar los autos en fin de semana, y me cuenta cosas, de sus amigos, de sus novios, de la escuela, cosas de muchachos usted sabe

- Y a mi por qué no me las cuenta? – preguntó Ikky algo contrariado

- Porque no quiere molestarlo, no le digo que quiere que usted se sienta orgulloso de él?

- Pero si estoy orgulloso de él

- Si es así, dígaselo un poco más seguido, pase un poco más de tiempo con él, este sábado tiene una competencia de karate en el coliseo de su escuela, se sentiría muy feliz si usted asiste

- El sábado tengo un almuerzo con un cliente de Kioto – contestó Ikky mirando su reloj

- Y… no puede posponerlo? – preguntó el chofer mirando a su jefe por el espejo retrovisor, Ikky suspiró y dijo:

- Supongo que si

- Entonces pospóngalo y vaya a ver a su hermano en su competencia, luego vayan a comer o al cine, hace cuánto que no sale con el joven Shun?

- Hace… mucho tiempo…

- Este sábado puede ser un buen día, no lo cree?

- Pues si, es a eso a lo que se refería cuando te susurraba para que yo no lo escuchara? – preguntó el peliazul recordando lo que pasó antes de subir al auto

- Si mi señor

- Mi hermano te invitó a su competencia de karate? – Ikky preguntó esto con una sonrisa y un tono esperanzado, él sabía que Rada tenía una buena relación con todo el personal de su casa pero no sabía que se llevaba tan bien con Shun, eso era en verdad bueno

- El joven Shun es muy simpático y le gusta hablar conmigo, a mi me gusta hablar con él, Seiya también charla conmigo cuando está en la casa, cuando se cansan de jugar videojuegos y esas cosas y salen por aire al jardín, ambos me ayudan a lavar los autos o a podar el césped, la simpleza de sus ideas y la forma tan fácil que tienen de ver la vida es… refrescante

- Mi hermano y Seiya son unos atarantados pero si… tienes razón, son muy divertidos, en cambio tu Rada… tu lo haces sonar todo tan fácil, me encantaría tener esa habilidad tuya de quitar las complicaciones y facilitarlo todo, eso es muy especial, lo sabes, verdad? – Ikky suspiró  y tomó otro trago de su café

- Es que es fácil, no se estrese señor que todo en esta vida tiene solución a excepción de la muerte, y hasta en eso el diablo negocia – Rada sonrió pero Ikky rió y con ganas, el rubio dijo apreciativamente: - Es bueno verlo sonreír señor

- Si bueno… anoche tuve una muy buena noche – Ikky sonrió de una manera muy diferente esta vez

- Me alegro por usted señor

- Mmmm… solo te alegras?, no quieres… repetirla? – Ikky se incorporó en el asiento y susurró esto directamente en la oreja de su chofer que sonrió y respondió:

- Claro que si

- Muy bien, qué planes tienes para esta noche? – Ikky se dio modos y lamió la oreja de Rada que sonrió y dijo al voltearse en el asiento para ver a su amante a los ojos:

- Esta noche… será una sorpresa, así que quiero que trabajes duro en el día porque la noche entera es para mi y no voy a tolerar llamadas telefónicas, todo puede esperar cuando estás conmigo, a excepción de Shun claro está, por lo que si te gustó lo que hicimos anoche, amarás lo que tengo planeado para ti hoy, quiero que almuerces a tus horas, quiero que tomes un té en la tarde, mucho café no es bueno para ti, y quiero que seas prudente con el profesor de Shun, lo harás por mi?

- Si… mi amo… - respondió Ikky con una muy sexy sonrisa que Rada correspondió

- Bien, ahora ve a trabajar que aquí voy a estar a las 10:30 para llevarte al colegio de tu hermano

- Gracias… mi amo…

 

Rada se estiró un poco y besó a su peliazul amante con pasión antes de dejarlo bajar, cuando finalmente Ikky bajó lo hizo con una sonrisa en el rostro, lo que había empezado como una relación por demás pasajera se estaba convirtiendo en algo más, Rada lo tenía medido, sabía como tratarlo, como hablarle, como calmarlo y como hacerle ver la simpleza de las cosas, a veces Ikky hacía tormentas en vasos de agua pero desde que Rada estaba en su vida, las cosas habían cambiado para bien, el juego que habían jugado la noche anterior fue por demás estimulante, por lo que el imponente hombre de negocios ahora caminaba con una sonrisa en el rostro rumbo a su oficina, su vida era complicada pero, el ceder el control de las cosas le trajo un nuevo sentido de paz, si Rada le hacía pasar más noches como la de ayer, podría hacerle frente a lo que sea, Rada podría ser su chofer pero no era solo eso, como bien le había dicho el rubio, en sus empresas Ikky podía ser el Gerente, el señor, el dueño, pero en la habitación el rubio era su amo…

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer y nos vemos en nuevos fics, saludos, bye


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