Naruto ya lo sabía, hace tiempo lo había entendido pero prefería engañarse a sí mismo y obstinadamente seguir detrás de él, “Sasuke es bueno”, “Sasuke perdió el camino”, “Sasuke volverá a la villa y se redimirá”, siempre la misma perorata repetida con desesperación, Sasuke esto y lo otro, quien conociera a Naruto sabía que Sasuke no era malo solo estaba dolido, no era vengativo solo perdió el camino, no era un traidor solo estaba momentáneamente separado de su villa y pronto volvería, pero Naruto sabía mejor que nadie que no era sí, que dejaba fluir mentiras con tanta seguridad que ya las creía.
-Podrás engañar a todos pero no a mí ni a ti...- Kurama sabía incluso más -...No le puedes obligar...- lo había intentado cuando niños y no lo logro ¿Qué cambiaria ahora? -...El no entenderá jamás...- en una batalla Sasuke tenía la ventaja y no por ser el más fuerte, la debilidad de Naruto radicaba en que nunca se atrevería a usar todo su poder contra Sasuke, nunca lo había hecho, nunca lo haría.
-Lo hara, se que lo hara...- repetía el joven rubio al ver frente a él al pelinegro que hubiera perseguido por tantos años en ese lugar tan significativo para los dos aunque Sasuke lo negara, sobre las “cabezas” de Hashirama y Madara a un paso de su gran batalla -...Sasuke comprenderá...- esperaba que lo hiciera, rogaba por ello.
-Las piedras no entienden...- soltó Kurama, Sasuke era hermoso como una escultura por desgracia igual de frio.
Yo no puedo obligarte a que me quieras
tu no sientes amor hoy lo comprendo
te toco ser tal linda por afuera
te quedaste vacía por adentro
Al chocar los puños frente a frente después de tanto tiempo no pudo evitar evocar el pasado cuando niños, su vida se podía resumen en peleas, por todo y por nada desde que tenía memoria, Sasuke siempre había estado ahí junto a él desde su primer recuerdo, incluso podría decir que la primera imagen que su cerebro proceso y guardo fue la suya hace muchos años atrás y recordaba a la perfección cuando lo conoció a los escasos 5 años.
Flash back
-¡Hey tu! quítate estorbas...- sí, un borde maleducado desde el inicio, Sasuke no era amable con nadie exceptuando su familia, rasgo Uchiha.
La primera mirada, azul contra negro, enojo contra arrogancia -...No...- Naruto no veía por qué debía levantarse del cómodo lugar en el que llevaba buena parte de la mañana, era un lugar apacible y cálido.
-Quítate dobe, ese lugar es mío...- el pequeño rubio no podía entender como alguien podía ser tan caprichoso y por su forma de pararse enfadado apretando los puños y con ese puchero mimado y vanidoso sin duda, seguro acostumbrado a que hicieran su voluntad.
-Quítame tu teme...- el puente no tenía dueño, le dio la espalda esperando que se alejara, pero el empujón al agua no lo espero, salió a flote escupiendo líquido y como buen Uzumaki se la devolvió halándolo de un tobillo y haciéndole caer al frio lago -....Jajaja te gane...- rio feliz pero al no verlo emerger -...Mierda...- ese vanidoso no sabía nadar, por lo que tuvo que mantenerlo a flote y devolverlo a la orilla del puente a duras penas ya que aún no tenía las fuerzas necesarias para hacerlo bien sin hacerle caer y lastimarle las rodillas.
-Usuratonkachi...- y vaya que lo era, fue la primera vez que lo vio y ya le caía mal, lo vería más desde entonces y su rivalidad crecería, al verlo irse y ver que un pelinegro preocupado mayor al que el presumido llamo “Itachi” se lo cargaba a la espalda conoció la soledad, con razón era así de vanidoso.
End Flash back
Al igual que entonces nunca pudo llegar a él, nunca pudo hacer que entendiera sus palabras porque simplemente no las oía.
Busque tu corazón
y no tuviste
contigo conocí la soledad
te escribí una canción que no entendiste
que grande suele ser la vanidad
Los golpes iban y venían y a Naruto le dolía más darlos que recibirlos, le dolía también el corazón al ver el ímpetu que Sasuke ponía no solo en ganarle sino en matarle, ¿tanto le odiaba? ¿Porque a él?, él quien ha sacrificado tanto en su búsqueda, quien más ha sufrido su partida y ha soportado tantas humillaciones solo en pos de su bienestar, quien es conocido a nivel mundial como su defensor, como el “dobe” que no sabe reconocer causas perdidas y está dispuesto a morir por ese Uchiha que no aprecia su sacrificio, aquel demonio de hermosa figura como cincelada en piedra que no sabe amar.
-Naruto eres mi mejor amigo...- Sasuke solo lo había dicho una vez anteriormente cuando niños, pero bastaba, Naruto le creía pero a la vez no, ¿amistad? No era el sentimiento que los unía, podía parecer despistado y hasta tonto pero sabía reconocer lo que llevaba en el corazón, Jiraiya le enseño bien a reconocer el amor de la atracción -...Y por eso debe matarte...- Sasuke mostraba querer matarlo con sus acciones, parecía odiarlo con sus palabras pero...su mirada traicionera a sí mismo gritaba la verdad, aquella que posiblemente era un misterio para sí oculta tras una fachada fría y dura que no dejaba que nadie llegara a él, resguardándolo del amor, destrozando las esperanzas de quienes más le amaban como una flor se deshoja al tratar de atravesar una pared.
Mujer de piedra, hermosa y fría como una estrella
frente a cupido sus flechas quiebra
por que estas hecha mujer de piedra, de piedra.
-Sasuke no te lo permitiré...- si él llegaba a morir, Sasuke estaría solo con su dolor, solo contra el mundo y sin importar que tan fuerte se creyera sus enemigos hallarían la forma de llegar a él, de derrocarlo, herirle y matarle, con el tiempo una nueva guerra se levantaría y el uchiha sería el perdedor sin la fortaleza de su “protector” dispuesto a dar la vida por él y sin su lengua de “plata” capaz de hacer cambiar de opinión al más terco, jamás dejaría a Sasuke solo, no le permitiría matarle y dejarse desprotegido porque aunque Sasuke no se dejase querer él lo hacía con fuerza y eso no iba a cambiar.
-El es frio como las piedras, Naruto pierdes tu tiempo...- Naruto sabía que Kurama lo decía por su bien y pregonaba la “aparente” verdad pero Naruto sabía que no era del todo cierto, Sasuke no era frio era cálido así como un hielo que refresca y te quema con el pasar del tiempo restregándolo contra la piel en su caso hiriendo una y otra su corazón al rechazar tomar su mano y volver al que era su hogar, tal parecía que tendría que arrancarle la mano para hacerle dar el brazo a torcer.
Mujer de piedra, me duele tanto
que no comprendas que no me dejes
que yo te quiera
porque estas hecha mujer de piedra.
De todas la palabras que Sasuke podía decir solo una consiguió derribarlo y lastimarlo profundamente a pesar de saber que era la más falsa mentira -...Te odio...- mentira que sonaba tan real que se confundía con verdad.
Intento hablar más solo un golpe logro dar herido en el corazón compensándolo con lastimar su carne, tan solo consiguió soledad al vengarse y devolver los golpes, dolía lastimarlo y más aún que no entendiera sus intenciones, que fuera tan terco y tan loco para no notar lo obvio, lo que toda Konoha, toda la Nacion ninja sabía ya, Sasuke era el único que no veía lo que él era capaz de hacer por salvarlo, por protegerlo, ver el nivel y fuerza de sus sentimientos que él también escudaba tras una frase tan repetida que dejaba de ser especial, amistad.
-El odio también es amor...- Kurama lo sabía mejor que nadie y por eso Naruto le creía y sabía que mientras más Sasuke dijera odiarle más sentimientos tenía en su persona para dar, más calor del que podía aguantar, más pasión de la que pudiera ocultar, más amor del que era capaz de soportar.
Busque tu corazón
y no tuviste
contigo conocí la soledad
te escribí una canción que no entendiste
que grande suele ser la vanidad
Su cara tallada en el monte de los Hokages era su sueño, lo cumplió pero su más grande sueño quedo inconcluso, mirar su mano vendada le recordaba lo que quedo a medias, Sasuke acepto su derrota, volvió a la villa sin embargo no duro mucho de esa manera, un día cualquiera al despertar Sasuke ya se había ido, sin avisar, sin voltear atrás, dejando el lecho que compartían vacío y frio como si durmiera en un lecho de piedras.
-Hokage-sama su hijo...- Boruto era su primogénito, su único hijo varón, quien heredaría el apellido Uzumaki y lo pasaría a próximas generaciones, era lo único que buscaba, quizá incluso llego a ver a Hinata como una compañera por un momento sellando su compromiso con ella con un beso frente a la luna, en una forma de vengarse de Sasuke y enseñarle que él también podía ser frío y cruel, que podía olvidarle.
-Uchiha bastardo está de vuelta...- si Sasuke no se hubiera ido, jamás habría volteado a ver a Hinata o alguna otra, pero la soledad le hizo cerrar los ojos, dejándose llevar por su cabello negro como el de él, por su piel blanca de leche igual a la suya, los ojos negros su mente los recreo borrando las perlas que tenía delante deseoso de sentirse amado y de poder amar a quien tanto había buscado, por quien tanto había llorado, por ese egoísta por quien tanto había sacrificado al grado de nunca poder tocarle de nuevo con la mano derecha, engañarse fue fácil dado el nivel de su dolor pero así como cayó no tardo en arrepentirse.
-Lo se, me cobrare cada día de su ausencia...- Sasuke podía ser frio pero cuando estaba con él ardía, su hermosura resplandecía con la luz de la luna y brillaba con la del sol, le incitaba y dejaba que le domara, que le poseyera en pago a su sufrimiento porque Sasuke también lo amaba, quizá no comprendiera sus sentimientos ni los propios pero sabía que lo necesitaba, no importaba que tuvieran una familia a ojos de otros porque todo el mundo sabía que Sasuke solo tenía un dueño que a su vez era esclavo de los deseos del portador del Sharingan.
Mujer de piedra, hermosa y fría como una estrella
frente a cupido sus flechas quiebra
por que estas hecha mujer de piedra, de piedra.
-Te extrañe...- su beso fue sincero y Naruto le creyó, su cuerpo frágil y delgado pidiendo protección, su piel blanca de leche prendiendo el fuego y su mirada negra brillaba como zafiro, como diamante negro de perdición que le hacía perder la razón, le dominaba, le embrujada a tal grado que el Hokage de la hoja caía encantado en sus garras, hacía su voluntad, ya no le importaba si Sasuke no lo comprendiera, si se reía o solo sonreía con esa expresión que decía que no entendía del amor, que nunca lo haría.
-Te amo y sé que tú también a mí...- lo sabía o eso quería creer, poder tenerlo en sus brazos le daba seguridad y sentir el calor de su cuerpo al momento de abrirse para recibirlo entre sus piernas y dentro de su ser le afirmaba su cariño correspondido porque Sasuke era demasiado frio e indolente para hacerlo por cualquiera, se sabía especial, él único porque a pesar de sentirse perdedor por tantos años Sasuke por él se dejaba querer, se dejaba amar por fin como siempre debió ser -...Aunque por fuera parezcas de piedra.
Mujer de piedra, me duele tanto
que no comprendas que no me dejes
que yo te quiera
porque estas hecha mujer de piedra