Era una mañana soleada y amena, los pájaros cantaban, el viento mecía las copas de los árboles y todos sentían una calidez en el pecho que caracterizaba el augurio de un buen día, simplemente el comienzo de un día perfecto.
Claro, todo esto pasaba por alto para un enojado peli naranja que no dejaba de maldecir a diestra y siniestra su pobre celular, como si el pequeño y caro aparato último modelo tuviera la culpa de los mensajes que su dueño recibía.
- ¡Estúpido idiota de mierda! – cualquier persona que lo escuchará hablar así dudaría que ese malhablado fuera el perfectísimo Asano Gakushuu- ¡Ya verá si tiene la capacidad de burlarse de mi cuando amanezca bajo el agua! - Realmente tanto estudiar ya le estaba afectando el cerebro, cada día estaba más loco que el anterior.
– Ese imbécil se siente demasiado solo por haber ganado una estúpida apuesta. -Decía ahora con el tono ligeramente más bajo, claro, parte de la culpa de que Karma le estuviera mandando mensajes mañaneros era de él- Pero que ni piense que me va a humillar como él quiera, ¡primero lo entierro vivo!
El pobre chico moriría de un ataque cardiaco demasiado joven, pues la cantidad de corajes (demasiado exagerados debido a su ego) tenían el nombre de las dos personas que más infeliz le hacían la vida.
Una de esas abominaciones de la naturaleza (adjetivo con el que los bautizó Gakushuu) era su apuesto y brillante padre, pues justo el día después de los exámenes se atrevió a golpearlo enfrente de todos en la clase (claro que él supo sacarle provecho para convertirse en mártir) y justo el día siguiente, alegó que ya no destruiría a la insoportable clase E, tal parece que el raro maestro que tenían supo convencer a su padre.
O al menos eso era lo que Asano sabía.
El otro raro espécimen viviente era nadie más que Akabane Karma, un ser malévolo, impertinente, idiota, sobrevalorado, y descendiente de todo lo malo que pudiera pisar el mundo.
Ese odioso pelirrojo se atrevió a mandarle un mensaje con el siguiente contenido:
Querido segundo lugar, como estoy seguro de que el hecho de que alguien tan genial como yo se acuerde de ti a tan tempranas horas de la mañana es la mejor manera de empezar un buen día, te permitiré gritar de emoción, solo no exageres demasiado que te puedes dañar tu linda garganta.
Pero, dejando de lado el hecho de tu gran amor y devoción hacia mí; mi principal objetivo es recordarte una pequeña apuesta pendiente entre nosotros; ya sé, tarde un día más de lo normal en reclamar mi recompensa, pero haz de saber que mi futuro suegro no nos hizo fácil el día de ayer. Volviendo al tema principal, te espero hoy al final de las clases afuera del edificio de la clase E para que cumplas con tu respectivo papel de mi esclavo.
Besos :* Tu amado amo Karma.
¡¿Cómo rayos Karma había conseguido su número de celular?!
¡Claro que sabía que perdió ante él en los exámenes! No necesitaba recordárselo de esta manera, y el hecho de tener que ser el esclavo del otro una semana entera no ayudaba a mejorar su, ya de por sí, pésimo humor.
Pues al mal tiempo buena cara, él era el perfecto Asano Gakushuu, y nada ni nadie le atemorizaba.
Así que, con el ego renovado, se metió a bañar, se arregló perfectamente, desayuno y partió a la escuela, total, él era mucho mejor que Akabane, a fin de cuentas.
-Oye Gakushuu, ¿Ya escuchaste esta canción? Te va a encantar, estoy seguro que te quitará esa cara de amargado que traes-
Pocas personas en la Tierra se atrevían a hablarle de esa forma tan confiada, y mucho menos a ofenderlo de esa manera, y Sakakibara Ren era una de ellas. Su auto denominado amigo (pues él seguía considerándolo algo así como un esclavo) era, junto con los demás virtuosos, las únicas personas que a pesar de todo lo trataban como un compañero más. Vale, puede que quizás si llegará a considerarlos, aunque sea un poco, sus amigos.
-No sé de qué rayos estás hablando Ren, estoy igual que siempre- Quien no conocieran realmente al pelinaranja, hubiera caído rendido ante la hermosa sonrisa que le regalo al chico. Claro que Ren lo conocía como la palma de su mano, y sabía que eso solo era una distracción para dejar el tema de lado.
Pero él no conocía limites, y pareciendo que no tenía sentido de supervivencia, siguió picando a Gakushuu.
-Vamos, yo sé que él perder ante Akabane te dejo un mal sabor de boca, todos experimentamos eso, pero deberías animarte un poco, demostraste tu punto ante el director, eso se considera una victoria, aunque hubieras sido el segundo lugar- Si su objetivo era animar a Asano, estaba fallando rotundamente- Al menos ya no sabrás de él en lo que queda del año.
Esto último hizo que Gakushuu diera un bote y volteará la cabeza disimuladamente, era obvio que no le había dicho a nadie sobre la apuesta con Karma. Sin embargo, Ren podría llegar alguien realmente observador, y no le pasó por alto las acciones de su amigo.
-No volverás a saber de él en lo que resta del año, ¿Verdad Gakushuu? - Más directo, imposible, pero con el pelinaranja se tenía que ir directo al grano sino corrías el riesgo de que te desviará la conversación.
-Soy el presidente del consejo estudiantil, tengo que mantener a fuerzas conexión con la clase E- contestó esperando que Ren no notará la forma en que esquivo la pregunta principal.
Pero falló.
-Para eso solamente ocupas mantenerte en contacto con el representante de la clase, y hasta donde tengo entendido ese es Isogai, no Karma- Ahora más que nunca la curiosidad mataba a Ren, y sabía que algo le estaba ocultando su amigo- y yo te pregunté exclusivamente por él, no por la clase entera.
¡¿Por qué Ren le estaba preguntando por Karma?! Es imposible que el supiera que se vería con él acabando el día…a menos que.
¡Ese maldito desgraciado!
- ¡Cualquier cosa que te dijera Akabane es mentira, me reuniré con él únicamente para arreglar un asunto pendiente! -
Asano no encontró otra respuesta lógica ante las interrogantes de Ren, si su amigo le estaba preguntando exclusivamente sobre la relación con aquel pelirrojo después de los exámenes, era para qué el mismo le confirmará cualquier cosa que Akabane le hubiera dicho anteriormente.
Lástima que estaba profundamente equivocado y se había delatado solo.
Si se contarán las pocas veces que Asano Gakushuu había cometido algún error en su vida, esta sería la más estúpida de todas. Y Ren haría oro de la información recientemente recopilada.
Así que con una sonrisa que Asano nunca le había visto a Ren, este solo se limitó a contestarle.
-Karma no me ha dicho nada querido, pero por lo que acabo de escuchar, tu tendrás una cita con él acabando las clases-
No sabía si era sorpresa o alegría, pero el hecho de que Gakushuu estuviera interesado en el pelirrojo debió de haberlo notado antes, ¡por Dios! Ahora que lo pensaba bien, el pelinaranja no mostraba interés por algo que no fuera la clase E, y tal parece que su rivalidad con Karma pasó a ser algo más. O al menos esto pasaba por la cabeza del poeta.
Por otro lado, Gakushuu miraba a Ren como si le hubiera salido otra cabeza ¡Él teniendo una cita con Karma! ¡Ni en sus peores sueños algo así sucedería! La única relación que tendría con Karma sería de puro odio, y el hecho de que últimamente solo pensará en él seguramente se debería al repudio que le hacía sentir.
- ¡Yo no tendré ninguna cita con él! ¡¿De dónde sacas tal estupidez?!- Le preguntó al borde de un colapso mental.
- ¡Ohh vamos Gakushuu! ¡Si es obvio que te sientes atraído por él! Basta con notar la manera en que se miran-
-¡¿Cuál manera?! No tiene nada de especial aquel tipo, es solo tu imaginación Ren- Bajando la voz al notar las miradas del salón sobre ellos dos- Además, yo no soy gay- esperando que tras esto último Ren desistiera de lo que decía.
-Pues yo nunca te he visto interesado en ninguna chica, y vaya que las oportunidades y las enamoradas te sobran, ese es otro punto a mi favor, solo muestras interés en K-A-R-M-A- dijo regocijándose en el sonrojo de Gakushuu.
¡Pero Gakushuu no tenía la culpa de que ninguna chica fuera lo suficientemente merecedora de su atención!, el solamente se enfocaba en ser el mejor en deportes y estudios, los temas amorosos no tenían relevancia para él.
-Simplemente tengo mejores cosas en que enfocar mi atención-
-Como, por ejemplo, karma-
- ¡Que no joder!
- ¿Entonces por qué irás con él al finalizar las clases? Y no me salgas con la mentira de que es por asuntos estudiantiles, porque eso ni tú te lo crees.
Mierda, sabía que no podría mentirle a Ren, pero si no le decía la verdadera razón del porque se reuniría con Karma, seguiría insistiendo con la tontería de la cita, así que sin más remedio (y con la amenaza de que le arruinaría la vida si hablaba de esto con alguien más) resignadamente le contó la verdad, era su amigo, seguramente le apoyaría y le aconsejaría.
- ¡¿Puedes dejar de burlarte?! ¡No le veo lo gracioso! -Estaba a nada de tirar a Ren por la ventana, él, confiando en su amigo y estelo primero que hizo tras escuchar sobre la apuesta fue explotar en un ataque de risa, estaba pensando seriamente en conseguir nuevos esclavos.
-¡Pero si lo es! Mira que precisamente tú, el rey de los reyes- diciendo con tono burlón- terminará de esclavo del delincuente de la clase E, es algo que solamente pasa una vez por vida jaja
-Mira que aprecias muy poco tu vida Sakakibara- decía Gakushuu amenazante, claro que eso no funcionaba con Ren- ¡Ya detente! - al ver como se caía de la mesa en la que se encontraba sentado debido a la risa, no sabía que era más vergonzoso, el estado de Ren, o las miradas que todos les dirigían, ¡joder que él tenía una reputación que mantener!
-Pero míralo de este lado, ¡será la oportunidad perfecta de demostrarle tu amor!
- ¡Deja de bromear con eso! - si le aclaró a Ren lo de la apuesta era precisamente para demostrar que no era nada romántico su asunto con Karma.
-No es broma- decía limpiándose unas lágrimas para demostrar un poco de seriedad- estarás junto a él una semana, así que es más que suficiente para que dejen sus estúpidos orgullos y prejuicios de lado, es más, ¡podrían hacer un montón de cosas pervertidas con eso del amo y el esclavo!
Asano solo pudo sonrojarse ante lo dicho ¿ya cuantas veces sucedía eso en este día? Pero el hecho de imaginarse a él y Karma en una situación así solo lo confundía más, admitía que el pelirrojo tenía lo suyo, pero de ahí a pensar en tener algo con él era un camino muy largo.
-No sabes de lo que hablas idiota, yo nunca haría algo así con él- decía cada vez menos convencido.
-Pero, ¿Y si él te lo ordena?
-Le arranco las bolas- no sabía si fue por lo dicho, o por la seguridad con la que lo dijo, que Ren instintivamente se protegió discretamente su tesoro.
-No entiendo por qué estás tan negativo, si hacen una pareja hermosa, mira hagamos algo-dijo tras ver que Asano lo volvería a insultar- dime tres cosas que encuentres agradables de Karma- tal parece que tendría que obligarlo a abrirlos ojos.
-Nada-
-¡No seas cabrón! Debe haber al menos algo de agradable en él- Ren realmente no conocía mucho a Karma, solo sabía que era listo y un delincuente más dela clase E, pero Asano era otra historia. - anda, habla.
-Tss, bueno… (ya que no se quitaría a Ren de encima, no perdía nada con seguirle el juego) Es inteligente, eso lo admiro.
Vale, puede que no fuera mucho, pero algo era algo.
- ¿Qué más?
-No hay más- realmente la mirada de Ren le estaba incomodando- bueno, debo admitir que es algo gracioso, evita que me aburra…a veces- decía más y más bajo.
-Vamos, solo falta una cosa más y te dejaré en paz- alentaba Ren.
-No sé, he de admitir que es atractivo, no tanto como yo claro, pero su cabello y ojos son algo que llaman la atención, y además tiene esa manera despreocupada de andar que llama la atención. - Parecía que se había olvidado que estaba hablando con Ren, pues de pronto no dejaba de balbucear cosas de Karma.
-Vez querido, no te es indiferente Akabane, y antes de que empieces a gritarme de nuevo- callándolo antes de que Gakushuu negara lo obvio- deberías aprovechar la oportunidad que tienes enfrente de ti, quien quita y sale algo bueno ¿No lo crees? -
Podía parecer un idiota chismoso, pero realmente se preocupaba por la felicidad de Asano, era su amigo, y si había alguien que le hiciera recordar que era un adolescente más y no una maquina manipuladora como el director quería, el feliz de la vida apoyaría a Asano, independientemente de quien fuera esa persona.
-Pero…dudo mucho que el sienta algo por mí- Pocas veces Gakushuu demostraba su verdadera naturaleza, pero sabía que, aunque Ren era un idiota, también era alguien en quien podía confiar- seguramente solo se burlará de mí, y no perderá oportunidad de humillarme.
-Pero tienes que admitir, que, de haber ganado, tu hubieras hecho lo mismo- Y el sonrojo de Gakushuu solo lo confirmaba- Así son los dos, no son personas de flores y palabras melosas, son competitivos y bordes, así es como se entienden. Pero, indudablemente, eso te hace feliz, así que ¡Vamos! ¡Que yo te ayudaré a que terminen juntos! - Decía con el puño en alto.
Realmente no sabía cómo es que la conversación había acabado tomando este rumbo, pero él no era ningún idiota, puede que Karma le gustará un poco, y el hecho de que Ren le dijera que le apoyaría en todo le hizo sentir una gran confianza.
Solo le quedaba recordarle a Ren que las clases apenas comenzarían y que tendría que esperarse seis horas para poner en marcha todas las tonterías que salían de su boca.