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Nuevo novio, nuevo hijo por Samantha0507

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Notas del fanfic:

Los personajes de este fanfic no me pertenecen y son solo usado por diversión 

Notas del capitulo:

Este fic lleva meses en mi cabeza y por fin siento que estoy lista a mostrárselos, además los personajes serán llamados por sus nombres, por el tema de los parentescos que haré 

Espero sus comentarios y bueno decirle que las únicas parejas que serán remotamente permanentes son las de:

TsukiKuroo y BokuAka, el resto puede variar a lo largo del fic 

Cuando Kuroo sabía que salir con un hombre con un hijo era algo difícil, pero a penas sus ojos se había cruzado con los de Kotaro, el moreno había quedado enamorado del menor.

 

Kotaro solo tenía 5 años cuando su madre había muerto, había sido una perdida difícil de aceptar, habían tenido que mudarse, dejar su escuela, dejar sus amigos, dejar todo donde había sido feliz en algún minuto de su vida, su papá lo amaba mucho y fue ese mismo amor el que terminó por atraer tanto a Kuroo Tetsuro.

 

Kotaro miró a su padre, este apretaba sus manos, estaba realmente nervioso, sabía que el mayor llevaba casi 3 años viendo a un chico, su mamá había muerto hace 5, lo correcto era que su padre rehiciera su vida, pero estaba realmente asustado de verlo con alguien más, con alguien que pudiera darle la familia que habían perdido.

 

Kotaro había visto fotos y había escuchado el nombre de Kuroo más de una vez en los labios de su padre, a veces por error y otras en las que tanteaba el terreno en relación a si el menor aceptaría la existencia de este nuevo hombre en su vida.

 

Kotaro le pidió permiso a su padre para ir al baño, realmente se sentía un poco ahogado con la corbata que le estaban obligando a llevar, no entendía bien la insistencia de su padre en reunirse en un lugar tan elegante, ellos tenían dinero, pero ante todo eran personas normales.

 

Llegó al pasillo de la entrada, cuando a quien sus ojos reconocieron como Kuroo Tetsuro, el actual novio de su padre.

 

Kotaro era bueno para las bromas y quizá la única forma de tomarle el peso a como sería su relación con su nuevo “papi” era dando a conocer  su carácter, siguió al moreno hasta los baños, donde quedó de pie, delante del espejo, parecía nervioso, se cuestionó si era realmente correcto hacerle algo cruel a quien ni siquiera conocía, y si estaba terriblemente molesto por la idea de cenar en un lugar tan elegante,  pero estaba seguro que esa había sido idea de su padre también, miró al joven y simplemente se decidió a hablar.

 

—Kuroo-san…— el moreno salto notando por primera vez la compañía, sus ojos se encontraron con los del menor, Kuroo solo era quince años mayor que el niño, aún estaba en la universidad, pero por primera vez se sintió como un adulto. — no me lo quite, no me quite a papá, solo lo tengo a él y sé que no soy como todos, pero no me lo quite

 

—¿Eres Kotaro? — Kuroo abrió los ojos con sorpresa, no esperaba encontrarse con el pequeño en los baños, pero le había quitado bastante tensión a la situación. — yo no quiero…

 

—Sé que no quieres, es solo que…— toda la fuerza con la que el peliblanco había ido a enfrentar al novio de su padre se había ido al carajo, tenía muchas ganas de romper a llorar. —Es solo, que es mi papi y ya no tengo a mi mami, si tú te lo llevas yo…— las lágrimas decidieron por su cuenta que era minuto de salir, humedeciendo el rostro del menor.

 

—Shuuuuu, tranquilo, tranquilo, no llores, no quiero quitarte a tu papá, quiero ser parte de tú familia, juntos, los tres.

 

Kotaro se refregó los ojos, sintiendo una calorcito extraño en el pecho, muy parecido al que su madre le provocaba.

 

—Ven lávate, no quiero que tu padre te vea así y crea que algo malo ocurrió. — aunque el menor había asentido a lo que el Kuroo le dijo, fueron simples segundos los que demoró el llanto en salir nuevamente, ahora delante de su padre, finalmente la cena había terminado de forma más alegre que en un comienzo.

 

Los primeros años fueron difíciles, adaptarse nuevamente a una vida familia fue un cambio rotundo para Kotaro, pero estaba realmente feliz de que siempre hubiese alguien que lo esperaba en casa cuando salía del club, alguien que compartía su pasión por el voleibol, Kuroo se había convertido en un hermano mayor más que en una madre, aunque a veces tenía mucha más autoridad que su padre, Kotaro simplemente estaba feliz.

 

La desgracia había llegado una noche de octubre, tres años después de que Kuroo llegara a su vida, su padre había derrapado y había terminado por perder el control del auto, estrellándose contra un muro y muriendo en el proceso, Kotaro ya no tenía a nadie.

 

Los funerales estuvieron rodeados de personas que estimaban a su padre y que aun recordaban a su madre, también estuvieron los amigos y familia de Kuroo, el cual parecía mucho más compuesto que él.

 

Cuando el duelo terminó, cuando todos comenzaron a marcharse de la casa de sus abuelos, cuando Kotaro miró hacia atrás, ya no había nadie a su espalda, miró nuevamente la foto de su padre, ahora estaba solo en el mundo, sus abuelos eran mayores y sus tíos probablemente no querrían hacerse cargo de un chico como él.

 

—Te recordaré con mucho cariño papi, igual que a mamá, sé que hicieron lo mejor por mí y que querían darme mucha alegría. — los ojos dorados se aguaron ante el recuerdo.

 

Kuroo tenía el alma partida, su pareja había fallecido y lo había abandonado, el pelinegro sintió una mano sobre su hombro, Kenma lo miraba con el rostro imperturbable, su amigo de la infancia le señaló al menor que lloraba frente a la foto de su padre.

 

—Creo que te necesitan.

 

Kuroo miró al menor y luego a los padres del que fue su pareja, eran mayores, el resto de la familia se marchaba mirando con tristeza al niño.

 

Kuroo sabía lo que era perder a su familia, lo que era sentir que eras una carga, que te habías quedado solo en el mundo y que nadie se esforzaría por hacerte feliz.

 

Caminó hacía los mayores por el permiso que sabía necesitaba.

 

Kotaro lloró por horas, mirando la foto de su padre, apretando la foto de su madre entre sus manos, tratando de no quitar se su cabeza los recuerdos de las personas que tanto amaba, cerrando los ojos con desesperación, esperando oír sus voces en su cabeza, esperando recordar el apodo de cariño con el que su padre solía llamarlo, tratando de no olvidar el cariño de su madre y el calor de sus manos contra sus mejillas.

 

Unos brazos lo rodearon, y las fuerzas de Kotaro se alejaron de su cuerpo, dejó salir un fuerte quejido de su garganta, mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas, no recordaba el calor de su madre, pero ese calor, ese amor que sentía era de Kuroo, ese era el amor de la madre que conocía.

 

—vamos a casa.

 

—Si…— Se puso de pie, mirando los ojos oscuros del mayor. — Kuroo-san, ¿tú no me dejaras?

 

—No lo haré

 

—Gracias, papi. — agregó antes de rodearlo con su brazos al mayor.

 

Los años pasaron normalmente para Tetsuro y Kotaro, pero fue ese día de verano, cuando sus ojos se cruzaron con los de sus nuevos vecinos, supieron en ese minuto que sus vidas cambiarían para siempre.

 

 

Notas finales:

Espero les guste 


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