You are not alone
(narra Yugi)
Finalmente la locura de Dartz se acabó, el mundo ha sido salvado nuevamente y todas las personas q2ue fueron perjudicadas volvieron a su normalidad, entre ellas yo que fui una de las muchas víctimas de ese sujeto.
cuando volvimos de esta última aventura lo primero que hice al llegar a casa fue lanzarme sobre mi abuelito a abrazarlo con tanta fuerza que me sorprendí de la misma, nunca de los nuncas había estado tan feliz de escucharle llamarme o de sentir sus abrazos porque cuando quedas atrapado lo primero en lo que piensas es en que no volverás a ver a quienes quieres o a lo que conociste.
Le conté de manera resumida lo que vivimos, no le iba a decir que perdí mi alma y que fue el faraón el responsable de ello capaz el abuelo nos mataba a ambos a mí por andar de santo y a él por no cuidarme bien y preferir un duelo a la integridad de su nieto. Estuvimos charlando bastante rato y me excusé con que estaba cansadísimo por el viaje y quería descansar solo así dejaría de acosarme con preguntas sobre si de verdad yo estaba bien y si no me había pasado nada.
Rápidamente subí a mi habitación, aventé mi mochila y fui directo a mi cama, solo pensar que tal vez no volvería a mi casa, no dormiría otra vez en mi cama, no vería a mi familia me destrozaba en ese encierro y como todo buen valiente todo ese tiempo me aguanté las ganas de llorar cual niño es separado de sus padres o se pierde en un lugar gigante, tuve que controlar la desesperación, la angustia y el dolor porque aunque sabía que el faraón no me dejaría solo ni mucho menos ahí no me sacaba la posibilidad de que no lo lograra,. Seamos sinceros uno nunca debe descartar opciones.
Me levanto y miro el rompecabezas del milenio que cuelga, desde el vuelo Yami no ha hablado conmigo, supongo que no busca la manera de hacerlo luego de que por su culpa pasó lo que pasó, en un comienzo si me enojé con él porque sentí me traicionó pero luego me puse en su lugar y no sé, habría reaccionado igual, yo no estoy molesto con él al contrario quiero que me hable, que me diga algo porque si hay algo peor que el encierro lejos de todo es no escuchar su voz.
Es tarde, veo mi reloj que marca las diez de la noche, muero de sueño a niveles mayúsculos porque venir en un vuelo acompañado por Kaiba fue equivalente a no poder descansar, adivinan porqué? Si, así es, porque vino peleando todo el camino con Joey. Antes de dormir me doy un baño, hace cuanto no lo hacía? Me cambio a mi pijama clásica de estrellas color azul celeste y me meto entre las sábanas dispuesto a dormir pero al cerrar mis ojos siento como las lágrimas comienzan a caer de mis ojos. Es ahí cuando me doy cuenta que ya no puedo aguantar más todo aquello que por mucha compostura tuve que guardar pero necesito, quiero, exijo un hombro en donde desahogarme, más bien solo necesito a Yami aquí a mi lado abrazándome y diciéndome que todo estará bien, que ya estoy a salvo y que él nunca va a dejarme otra vez.
(narra Yami)
No tengo cara para mirarte mi pequeño, no sé ni como hablarte de nuevo o siquiera dirigirme a ti sin bajar la cabeza, no dejo de reprocharme mi error y que por mis tonterías te separaron de mí, esos días lejos de ti fueron horribles y sé que el día que peleamos en el valle de las almas no eras tú, o tal vez si eras tú pero con sed de vengarte de mí. Te observo y en tu mirada solo veo que anhelas que esté contigo, no tengo ni idea de cómo puedes pensar eso después de lo que te hice, no cabe duda de porqué eres un alma pura que cualquiera mataría por tener,
Ahora lloras, porqué llora? No me gusta verte así, te aferras con fuerza al rompecabezas como si temieras que te lo quiten o que te alejen de él, eso jamás va a pasar mientras yo esté en este mundo no permitiré que nada ni nadie vuelva a lastimarte y yo me juro nunca volver a herirte ni a traicionarte.
Junto todo mi valor, y salgo del rompecabezas para sentarme a lado de mi pequeña luz, no se ha dormidos olo tiene sus bellos ojitos cerrados tratando de contener las lágrimas que luchan por salir de ellos. Me siento a su lado y con mi mano derecha acaricio suavemente su rostro.
-Ya…Yami?- me pregunta al sentir mi tacto, no hago más que sonreir.
-si pequeño aquí estoy, no salía porque..- oh rayos m disculpa planeada hasta ahí llegaba no se me ocurrió nada más porque no tengo como excusarme. –es que yo…pu7es. Mira…- bravo me quedé mudo.
-crees que tengo algún odio contra tuya por lo que me pasó?- cuestiona con tanta inocencia que me mata. –si es eso estás equivocado, no es así, al contrario te estoy agradecido porque fuiste a rescatarme, te pusiste en peligro por mí, reparaste tu error- dice tratando de animarme a hablar, el niño no me odia? Como cabe tanta bondad en alguien tan pequeño? Oh Rá días como hoy digo que no merezco a este joven como mi luz. Los malos sentimientos son inexistentes en su corazón.
No lo soporto más y valiéndome todo lo abrazo con fuerza pero con delicadeza entre mis brazos, con eso le transmito cuanto lo extrañé y lo mucho que agradecía que esté bien, en casa, y sobretodo con vida.
-perdóname Hikari yo…no tengo excusa a lo que hice, me advertiste y no escuché, te puse en riesgo, pagaste por mí y no sabes las muchas veces ue deseaba regresar el tiempo, que quise evitar eso, que inclusive lloré en silencio o donde nadie me viera porque fui un grandísimo imbécil- digo sin esforzarme por contener mis lágrimas y mi niño lejos de alejarme me correspondió el abrazo, sus brazos rodeaban mi cintura y su cabeza estaba oculta en mi pecho, haciendo un esfuerzo por no dejarse ver llorar pero su llanto se hizo más fuerte y lastimero.
-Yami…tuve miedo…creí que.. no volvería a casa ni a ver a mi abuelito o peor ni verte!!, fue horrible…lo peor que he pasado- eso mi ángel sácalo todo, y yo fui el responsable de todo eso? Realmente no sé como no he recibido mi castigo, ah no esperen, ya lo recibí, estar sin mi luz y cargar con el peso de lo que hice.
-Yugi…tranquilo…- ay pero que idiota soy como si esas palabras fueran a calmarlo y hacer que el trauma se esfume de su cabeza pero es lo ´8nico que pude decir…-estoy aquí contigo y nunca, pero nunca voy a dejar que vuelvas a sufrir- afirmo con seguridad, solo espero poder cumplir esta vez mi palabra y no meter la pata como siempre y el niño pague.
-Yami..los chicos me preguntaron que si…que si no tuve miedo..y..tuve que mentir dije que no cuando en realidad moría de terror, estar ahí era frío, con aroma a muerte, solo se sentía tristeza….no quiero pasar eso de nuevo!!!!- me abraza más fuerte y yo solo lo resguardo aún más en mis brazos.
-ya no llores más mi pequeño- digo mientras lo despego lo suficiente de mi agarre y levanto su mentón solo para ver esos ojos amatistas llenos de lágrimas y de angustia. –de mi cuenta corre que no sufras otra vez créeme que jamás me perdonaré lo que hice y..me sirvió de lección para valorarte más, para darme cuenta que sin ti no puedo estar en paz, que necesito tu brillo para sentirme vivo…que…que…QUE TE AMO!!- listo al fín se lo dije! Y era verdad esos días separados los usé para meditar que era lo que sentía por Yugi y descubrí que sentía un gran cariño por él, cariño no de hermanos ni de amigos sino de algo más y me juré que si lo traía con bien a casa se lo diría.
-yo…yo…Yami…- oh no aquí viene el rechazo! Pero que dramático puedo ser. –también te amo faraón!!- mi sorpresa se hace notoria, esperaba cualquier clase de burla, insulto, patada pero no una correspondencia, mi angelito me ama igual que yo? Rá escuché bien? Ceo que si. Miro su rostro el cual ha parado las lágrimas para ser reemplazado con un tono carmín que tiñe sus mejillas y el cual lo hace ver más adorable que de costumbre. Suavemente acerco mis labios a los suyos y doy un suave pero seguro beso, y no pasa mucho antes que me corresponda.
Luego de unos momentos que nos tomamos para calmarnos un poco y para darnos unos cuantos besos más estábamos recostados en la cama solo abrazados sintiendo la cercanía del otro, claro que yo estoy dispuesto para algo más pero no quiero verme como un aprovechado..por ahora.
-oye Yami puedo preguntarte algo?- se voltea con esos ojos de duda que pone cuando algo lo trae pensativo, es tan expresivo que no se me escapan sus gestos, con un asentimiento le indico que puede continuar. –en algún momento dudaste si lo lograrías?- vaya así que era eso. Tomo aire y busco las palabras para hablar.
-dudar? No creo pero si tuve algo de temor de hacer algo mal que acabe con todo, mi única meta era llegar a ti y traerte con bien y nada me lo iba a impedir así tuviera que jugar sucio para lograrlo, no tuve que llegar a eso último pero si preguntas si, si estaba dispuesto a las últimas consecuencias-
Esa respuesta pareció tranquilizar a mi aibou porque su expresión se relajó bastante y una pequeña sonrisa se asomó en su rostro, estaba recostado en mi pecho y lentamente comenzó a quedarse dormido y antes de caer ante el mundo de los sueños escuché claramente que susurrara
-te amo mi faraón…no vuelvas a dejarme solo-
Y dicho esto cayó profundamente dormido, lo observo, que apacible es, y pensar que pasó por mucho y luego de tanto finalmente puede descansar, si es posible desde hoy voy a velar cada una de sus noches y que nada perturbe tan divino ser. Yo igual me acomodo para descansar y antes de caer rendido dejo escapar una frase.
-hoy y siempre estaré a tu lado, te amo mi pequeño Hikari y no permitiré que vuelvan a separarte de mi lado-
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