Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

MI ÁNGEL por tacos-chan

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

los perosnajes no me pertenecen soy obra divina de Maki Murakami y por eso la amamos

varios estractos del poema de Vigni, la historio de Eloá y Lucifer

Notas del capitulo:

un regalo de mi para mis 12 ronin, aquellos que me honraron con colocarme entre sus autore favorito, que me animan con sus comentarios y que me ayudan a seguir

LOS AMO

 

Es curioso como un simple acto puede generar una respuesta indeseada. Shuichi Shindou era un joven de 23 años vocalista de una banda en ascenso, tenía un novio que amaba y lo amaba (muy a su manera), vivían en un vecindario exclusivo, su carrera estaba despegando y la carrera de Eiri estaba mejor que nunca, todo era grandioso y sus fans lo amaban, amaban a Eiri, los amaban a ambos… o eso creían

Empezó una noche mientras miraba las cartas que sus fans mandaban a NG Records, generalmente había personal encargado de la correspondencia pero era uno de los placeres de Shuichi  responder a sus fans, mientras elegía de la caja el próximo sobre y le llamo la atención uno en particular, el sobre era grueso, de ese papel utilizado para tarjetas o invitaciones, lucia llamativa de un color rojo escarlata opaco y sellado con cera mostrando una “L” enlazada con “E”, no tenía remitente, ni sellos. En el frente con una letra afiligranada en dorado estaba su nombre “Shuichi” pensó que era un gesto muy bonito que alguien se tomara las molestias de mandar algo tan bonito, abrió el sobre  y dentro los pétalos negruzcos, frágiles y tiesos de una rosa, dentro una hoja perfumada descansaba  impecablemente doblada, la razón le decía que algo estaba mal, un presentimiento que le removía ligeramente las entrañas, pero fue tentado por la curiosidad

Mi querido Shuichi

  Esta mañana desperté pensando en ti, me es difícil no hacerlo y lo detesto, no pienses mal por favor  no es mi intención lastimarte aunque sé que eso está fuera de mis manos pero créeme que jamás será premeditado ¡oh mi querido niño! Te imagino desnudo entre mis sabanas con tu adorable cabello rosado despeinado por mi culpa, innumerables verdugones prueba de mi amor plasmado en tu piel lozana, tus labios hinchado y sensibles por mi ímpetu y tus hermoso glúteos rosados por los azotes de mi mano ¡oh me pequeño! No sabes cuan valioso eres para mí, soy tu humilde sirvo, tu más fervoroso esclavo y me temo que soy nada sin ti, te lo imploro, no necesitas amarme  solo… déjame amarte

L

 

En teoría a Shuichi le había gustado la carta pero le había inquietado de cierta forma, no pudo agradecerle y de nombre solo tenía una letra, descarto la carta colocándola en una caja junto con otras cartas de otros fans con datos inconclusos  a los cuales no había podido agradecer

Esa noche Eiri trajo comida italiana, ambos comieron en el comedor incluso le dejo encender unas velas, ambos comieron a la luz de las velas dándose de comer por ratos, platicando de su día y bebiendo vino, esa noche Shuichi no le comento lo de la carta, ya lo había olvidado, una mancha de salsa en la comisuras de los labios de Shuichi le gano un beso de Eiri, después otro y otro, otro más. Fue tanta la pasión que Eiri no espero para llegar a su habitación, lo amo ahí en el piso, solo después de recuperarse fueron a la habitación.  Esa noche Eiri lo poseyó de forma apasionada, Shuichi recordaría al día siguiente lo desinhibido que había sido, lo que había hecho le daba vergüenza pero a Eiri pareció gustarle, al día siguiente Eiri se tomó el tiempo de hacerle el amor despacio y sin prisa a pesar de que tenía una cita en su editorial

Todo el día Shuichi se la paso en las nubes, su vida era perfecta ¿Qué podía salir mal?

Un mes después la segunda carta llego, Shuichi estaba en el jardín de su casa revisando su correspondencia mientras bebía una limonada, el mismo sobre escarlata con su nombre delicadamente escrito con tinta dorada como si fuera oro líquido, su corazón se removió inquieto, esta no era la correspondencia de la disquera era la que llegaba a su casa, se suponía que solo debía de haber recibos y facturas ¡no eso! Se tranquilizó, su vida era de dominio público, la prensa sabia donde vivía y además solo era una carta de un fan ¿no? La abrió lentamente, los pétalos secos cayeron en cuanto el sobre se abrió y con cierto recelo Shuichi desdoblo la carta

Mi querido Shuichi

¿Piensas en mí? Te aseguro que yo lo hago todos los días, te vi en ese programa de televisión a la que fue invitada tu banda, te veías hermoso, admito que me puso un poco celoso ¡no me gusta Shuichi! No me gusta para nada que otras personas te vean y te deseen, a veces pienso que no eres consciente de lo hermoso que eres es la única respuesta que encuentro posible, no quiero pensar que te muestras semi desnudo de forma deliberada, no, tú no eres así ¿verdad? Eres un ser puro y perfecto Shuichi, esta mañana alcance un orgasmo pensando en ti ¿tu escritor sabe de lo nuestro? Lo dudo, no parece alguien muy observador, él no es bueno para ti, me temo que nadie lo es y eso me lleva a preguntar ¿sabes cuan perfecto eres? Seguramente no, esta noche te imaginare llorando de placer, me vendré pensando en ti, dormiré pensando en ti, por favor has lo mismo pensando en mi          

L

 

Esa tarde Shuichi sintió un frio desagradable aunque estaban en pleno verano y hacia más calor cada día, en la noche cuando Eiri llego a casa lo encontró recostado en la cama, algo anormal en él porque apenas eran las ocho

-Hey ¿estás bien?- Shuichi sintió como Eiri lo abrazaba por la espalda, se quedó quieto memorizando la sensación de su cuerpo contra el suyo, la calidez y el confort que le causaba

-si - decidió mentir, Eiri seguramente se pondría furioso pero no hay nada que se pudiera hacer, no había remitente así que no se podría rastrear la carta, además solo era una carta por muy desagradable que fuera no causaba gran daño- me dio sueño y me recosté un poco- Eiri lo miro no muy convencido pero no pregunto más, esa noche le pidió que lo abrazara, él lo hizo, durante toda la noche

Por la mañana todo parecía normal, Shuichi se obligó a no pensar en la carta. Fue a correr al parque cerca de su casa, fue de compras, hizo el aseo de la casa y en la tarde fue a un ensayo de Bad Luck, salió de NG records en la noche, fue en taxi  a su casa donde Eiri lo estaba esperando, miraba el televisor mientras tomaba una cerveza, Shuichi se desplomo en el sofá junto a Eiri quien sin mirarlo lo abrazo. Tabaco, cerveza y colonia era su olor preferido, era el olor de Eiri. Se quedó dormido sin notarlo, al despertar  Eiri ya no estaba pero había tenido la amabilidad de colocarle una manta y una almohada, Shuichi se sintió más cansado de lo que había estado antes de dormirse y le empezaba a doler la cabeza, era una lata, se encamino a la cocina para servirse un vaso de agua y tomar una aspirina, cruzo por el pasillo que llevaba a la salida y noto que alguien había arrojado un sobre carta por debajo de la puerta, era uno de esos enormes completamente cerrado por el frente. Shuichi tomo el hilo rojo y empezó a desenredarlo del arillo de metal, dentro había un dibujo, en papel especial y hecho a carboncillo estaba un dibujo suyo… desnudo, a Shuichi no le importo tanto lo bien dibujado que estaba y lo realista que se veía, como había plasmado sin dificultad lo que a él le parecía el momento exacto de cuando acababa de tener un orgasmo, el dibujo retrataba tan bien ese momento intimo que  Shuichi se le revolvieran las entrañas y que al mismo tiempo despertar la excitación en él, perfectamente retratado con su cuerpo tenso y vulnerable en la cama con las sabana revueltas un extraño presentimiento le indujo a meter la mano dentro del sobre,  saco una pequeña nota que desdoblo y se le erizo el vello de la nuca cuando identifico la letra, esa misma letra tan delicadamente elaborada, la tiro al suelo y quedo abierta sobre el piso de madera

Siempre te observando.

L

Con las manos temblorosas  Shuichi recogió la nota tan pronto como se recuperó del shock, rompió el dibujo junto con la nota y salió para tirarla en la bolsa de basura que se encontraba fuera de la casa, amarro la bolsa con furia y la saco a la calle directo al contenedor de basura, cerro la tapa con fuerza como si de esa forma lograra hacer desaparecer todo

En el transcurso de un mes todo parecía ir de maravilla, Eiri tenía un tiempo de vacaciones antes de empezar a promocionar su nuevo libro, él había terminado  una gira corta por Japón y habían decidido que se tomarían un tiempo para estar con su familia y para que Shuichi creara nuevas canciones. Acababan de tener su última junta con algunos ejecutivos de la disquera, se había despedido de sus compañeros y justo cuando salía del edificio feliz por sus días de vacaciones la bella recepcionista salió corriendo mientras chillaba su nombre emocionada, la chica era becaria y solo trabajaba medio tiempo, algunas veces la había llevado a casa cuando salían tarde, la chica era muy bonita y le preocupaba de que lago le llagara a pasar por salir tan noche, afortunadamente otro chico del  equipo técnico le había prometido llevarla a casa mientras estuviera de vacaciones, la pequeña Mariko era demasiado confiada, noto que llevaba una enorme caja blanca de forma rectangular alargada cerrada con un listón rojo ancho formando un moño en el centro

-Shindou- san ¡le han traído esto!- la niña chillaba de emoción, Shuichi lo tomo y en efecto en la pequeña nota que estaba colgando con un cordón dorado se leía su nombre, se veía que la niña estaba ansiosa por ver lo que había dentro pero Mariko además de ser muy confiada también era demasiado comunicativa  así que tomo la caja y con su mejor sonrisa le dio las gracias saliendo del edifico mientras se imaginaba  ala pequeña Mariko con un lindo mohín en los labios     

Llego a casa temprano y se dispuso a preparar la cena, Eiri había ido a una reunión con su editora y llegaría tarde así que aprovecharía el tiempo, dejo la caja sobre la mesa de la cocina y tardo dos horas en cocinar algo que parecía salido de una película de terror, miro el reloj y después el desastre que había hecho en la cocina y decidió no deprimirse aún le faltaba hora y media para que Eiri llegara así que lo aprovecharía. Después de una hora ya había limpiado y acomodado la mesa y claro había tirado los recipientes de la comida que pidió a domicilio del restaurant, claro que no le diría eso a Eiri, se bañó y preparo para estar con su amante. Eiri regreso alrededor de las ocho y se mostró sorprendido de ver la mesa arreglada, se sorprendió de ver a Shuichi bañado y arreglado pero no se sorprendió de la comida, sabía bien que Shuichi no hacia una en la cocina y pedía comida a domicilio pero nunca se le dijo que ya sabía

-¿Qué celebramos?- pregunto cauteloso, no era la primera vez que olvidaba alguna fecha importante y por desgracia no sería la ultima

-que hoy fue mi último día de trabajo y oficialmente estoy de vacaciones- le contesto Shuichi quien se había puesto su mejor camiseta que además era su favorita con la leyenda I LOVE MUSIC de color negra con letras rojas, su nuevos Jeans de corte a la cadera, entallado y que dejaba libre los tobillos, unas Vans desgastadas que Shuichi tachaba de elegantes aunque lucían deslavadas y estaban degastadas en a los lados donde el zapato se doblaba al caminar, no llevaba calcetines y el pelo lo llevaba alborotado y aun húmedo, un ligero olor a fresas característico de él, dios si hasta sus besos sabían a fresa, Eiri recordó rápidamente esa sensación primero acida y luego dulce tal como darle un mordisco a una jugosa fruta fría un caluroso día de verano era justo así como se sentía al besarlo, al ver otra vez la mesa arreglada y hasta con velas y un arreglo de rosas se estremeció sabiendo que pasaría después de cenar, miro la caja blanca rectangular con el moño y rogo porque Shuichi no le hubiera comprado algo cursi como su ultimo regalo, camisetas de pareja, el de él lucia la leyenda en la espalda “TENGO NOVIO” y la de Shuichi se leía “YO SOY EL NOVIO” claro que ¡jamás! Se la puso

-tienes suerte, yo pronto estaré en una gira de promoción- vio como Shuichi se ponía triste pero rápidamente se recuperó, aun le sorprendía como era capaz de hacer eso pero le gustaba, fueron a sentarse a la mesa  

-hay que aprovechar el tiempo que nos queda ¿Cuánto tiempo te iras?- le pregunto mientras comenzaban a comer

-dos semanas- miro a Shuichi mientras tomaba vino, últimamente lo había notado raro pero pensó que era por cansancio así que pensó que sus vacaciones le ayudarían. Terminaron la cena y vio como Shuichi ya estaba un poco achispado por el vino, se dijo así mismo que esa noche seria divertida porque Shuichi se volvía muy abierto en sus necesidades cuando estaba ebrio, por eso siempre le gustaba beber con él en ocasiones especiales aunque él siempre se emborrachaba con muy poco alcohol, miro la caja mientras tomaba otro sorbo de vino y luego de dejar la copa en la mesa se dirigió a Shuichi que parecía adormilado en su silla e inusualmente sonriente- ¿Qué compraste esta vez? – Shuichi miro el regalo algo triste

-pensé que me lo habías comprado tú, me lo dejaron en la disquera- Eiri tomo la caja y la abrió, no era la primera vez que un fan le mandaba algo a Shuichi, también el recibía cosas así que no se molestaba por eso, jalo el listón más grande que sobresalía del moño deshaciéndolo y permitiendo abrir la caja, dentro de la caja había un bonito arreglo de flores y una tarjeta doblada cuando la saco vio que había debajo de ella, miro a Shuichi y saco el objeto de la caja

-creo que tienes un fan pervertido- le mostro el objeto balanceándolo entre sus dedos, Shuichi tomo el objeto curioso y lo miro divertido

-¿Qué es?- jugaba con él en sus manos y miraba divertido la pelotita color roja junto con las tiras de cuero negro

-es una bola mordaza, es para que la persona que la use no pueda hablar o gritar

-¿gritar?

-mientras los azotan- Eiri sonrió mientras veía como Shuichi comprendía lentamente lo que era, soltó la mordaza en la mesa como si le hubiera quemado las manos. Eiri abrió la tarjeta y comenzó a leerla en voz alta, reconocía que la situación era graciosa y quizás después utilizarían el regalo

Mi querido niño, sé que a partir de hoy estarás descansado en casa y me alegro, llevas una vida muy agitada y temo por tu salud lo que me no me agrada es que estarás con él, desearía que no estuviera que se alejara o que muriera- Eiri miro a Shuichi y luego volvió a leer- pero no te preocupes estaré cerca de ti, nunca te dejare, espero estar junto a ti y muy pronto podremos vernos mientras tanto usa esto y piensa en mí, imagina mis manos recorriendo tu cuerpo mientras estas en cadenado en el techo de mi cuarto, imagina mi mano envolviendo tu pene, imagíname Shuichi mientras te violo de forma violenta y esa mordaza en tu boca impida que grites por ayuda- Eiri dejo de hablar pero seguía leyendo la nota, Shuichi se la arrebato y termino de leer- quiero que imagines mi pene desgarrando tu orifico y haciéndolo sangrar, quiero verte suplicar entre gemidos y que me mires mientras tus ojos claman tristes y sin esperanza “creí que te había salvado” y yo con todo mi amor y adoración te responderé “no, soy yo quien te condena” y así en la inmensidad de nuestra unión yo te amare y tú me amaras… tu ansioso amante, L

Shuichi miro turbado a Eiri, al terminar de leer la nota ya se le había bajado la borrachera y yo no estaba sonriendo, Eiri noto como la mano que sostenía la nota le temblaba ligeramente y de un golpe se zampo el vino que le quedaba en la copa, era más de la mitad y Eiri se levantó inquieto para acercarse a Shuichi, movió la silla de Shuichi para poder acomodarse a sus pies y le tomo la mano que se mantenía sumisa en su muslo, estaba tan fría como la de un cadáver, estaba lívido y parecía sin duda muy afectado

-¿Qué pasa? Y esta vez no me digas que nada porque no te creo, la nota es enfermiza pero note que te estremecías mientras la leía- Shuichi miro a Eiri, sabía que era una estupidez pero tenía miedo

-no es la primera que me manda, quiero decir, ese hombre- Eiri asintió para animarlo a continuar- no te lo quería decir porque a ti te hace lo mismo pero el mando una nota aquí, a la casa- Eiri se puso tenso, era imposible, nadie sabía su dirección no solo la disquera si no también la editorial tenia terminantemente prohibido dar su dirección a cualquiera y además la casa contaba con seguridad las 24 horas, si algo fuera de lo normal sucedía en lo sabría

-no te preocupes, será un pervertido como los demás- Shuichi asintió distraído, al parecer el vino estaba haciéndole efecto, lo llevaría a su habitación y le haría el amor así se le olvidaría esta mala pasada. Al día siguiente, Eiri había tirado la caja, el juguete y las rosas, la carta la guardo por si acaso y al parecer el vino le había borrado la mayor parte de la velada así que por ese lado no debía preocuparse o eso pensó hasta que las fotos llegaron, eran explicitas y bastante perturbadoras, la mayoría jovencitos de la compleción de Shuichi amordazados y seriamente golpeados y muchas cosas más que eran de hecho demasiado denigrantes para explicar y así se lo dijo a los agentes de policía que tomaron el caso, todo era de lo más confidencial por tratarse de figuras públicas y además por que las pruebas eran demasiado fuertes para que la prensa se enterara, y había notas, muchas notas que se había vuelto más agresivas

-entonces ¿no tiene idea de quien podría ser esta persona?- Eiri miro furioso al policía quien parecía no tomar en serio las notas, seguía preguntando cosas innecesaria mientras su compañero anotaba no sé qué cosas en una libreta pequeña, dentro de la habitación un grupo de peritos que buscaban alguna pista o huella del intruso

-no- contesto Eiri molestos

-creemos que puede ser un fan, las cartas aparecen de la nada y anoche- Shuichi ya no pudo continuar, Eiri coloco su mano en el hombro del menor

-noche ese hombre se metió a nuestras casa

-¿y no lo vieron?- Eiri rechino lo dientes

-ya le dije que salimos- Eiri respiro profundo y le conto otra vez porque los había llamado- anoche mi pareja y yo salimos a cenar y cuando regresamos las mantas de la cama estaban revueltas como si alguien se hubiera estando revolcado en nuestra cama

-¿eso es todo?-soltó el otro policía como si no fuera nada

-un desconocido entro a mi casa e hizo no sé qué cosas en mi cama, ¿le parece poco?- ambos oficiales guardaron silencio, después de que se fueran de la casa junto con los peritos dejando tras de sí un desorden aunque este solo fuera mental, Shuichi seguía turbado por la intrusión y Eiri estaba molesto por la falta de seriedad en el caso, ambos se fueron a dormir, en la habitación de invitados, ya que ni Eiri quería poner ni un solo dedo en esa cama. Después de días la policía aún no tenía un sospechoso y Shuichi estaba un poco inquieto porque Eiri pronto se iría a promocionar su libro, estaría solo, aunque Eiri le había propuesto que fuera a casa de sus padres con Maiko o con Mika y Thoma, no le sugirió que fuera con Nakano porque hace un mes los había encontrado medio desnudos y medio ebrios en el antiguo departamento de ambos, fue solo un juego inocente pero Eiri no lo vio así, no le dijo nada pero desde ese momento no toleraba  que le nombraran a Nakano pero aun con eso Shuichi se negó, no quería que nadie se preocupara y aunque el acosador se había metido a la casa Thoma había contratado equipo de seguridad y se encontraba fuera de la casa siempre vigilando así que todo estaría bien

Eiri se encontraba en su despacho trabajando en el que sería su próximo libro y Shuichi se estaba preparando para bañarse, aunque estaba cansado debido a que había limpiado toda la casa para evitar pensar en “ese asunto” y decidió que una ducha estaría bien, después de lavarse bien se quedó quieto debajo del chorro caliente de agua, cerro más la llave del agua fría calentando aún más el agua y llenando de vapor el baño, se quedó ahí quito pensando en lo injusto que era todo lo que estaba pasando cuando vio una silueta a través de la puerta de cristal de la ducha, cerro la llave de la ducha y se giró para quedar frente a frente, al parecer Eiri se había bloqueado o solo quería acompañarlo en la ducha  cualquiera que fuera la causa él lo agradecía pero después noto algo extraño, no se movía, Eiri está ahí parado mirándolo fijamente aunque solo era una silueta que se distorsionaba por el vapor pero podía sentir como lo miraba y ahí se dio cuenta, esa mirada que lo traspasaba con un frio desagradable que lo hacía sentirse violentado, ese no era Eiri. Miro como de pronto el cuarto de baño se hacía más grande y cuando trato de gritar nada salió de su boca, su garganta se cerró y sus piernas le fallaron, el extraño camino lentamente hacia la ducha y corrió la puerta despacio como si disfrutara del momento y saboreara cada movimiento, se inclinó lentamente y Shuichi pudo notar que iba vestido todo de negro incluso llevaba guantes negros y mientras su mano trataba de alcanzarlo el cerro los ojos y después de una eternos minutos la voz de Shuichi regreso, primero como un graznido irregular y luego potente y claro. Cuando abrió los ojos era Eiri quien estaba inclinado tratando de sacarlo de la ducha mientras él trataba de golpearlo, Eiri lo llamaba y Shuichi reacciono y se aferró a Eiri, tardo en tranquilizarlo y lo saco cuando Shuichi comenzó a temblar Eiri lo llevo a la habitación de invitados que se había convertido en su habitación y lo ayudo a vestirse, llamo otra vez a la policía pero esta vez utilizo la influencia de su cuñado así que cuando mandaron a los agentes estos si se tomaron muy en serio el caso y media hora después ya se encontraban con un equipo especializado de veinte personas en su casa tratando de encontrar alguna prueba de la intromisión  en su casa

Le sugirieron a Eiri ir a otro lugar a descansar y aunque Eiri se molestó porque lo sacaran de su casa él ya había llamado al mejor hotel de Tokio y su habitación ya los estaba esperando, Thoma les proporciono un auto y había evitado que la prensa se enterara al menos en esa parte no debía preocuparse lo que le preocupo a Shuichi fue lo que encontraron en la su antigua habitación justo en el centro de la cama, los agentes de policía se lo mostraron, era una caja de color negro opaco con un listón escarlata cerrado como la primera caja pero esta vez no había rosas dentro, los agentes ya había abierto la caja y lentamente Shuichi se acercó para ver que había en su interior, Eiri lo seguía de cerca, a un paso detrás de él y valla que lo necesito porque cuando vio el contenido de la caja trato de alearse siendo atajado por Eiri, el también vio el contenido y se quedó sin palabras. Los agentes los llevaron al comedor donde los volvieron a interrogar

-es un corazón de cerdo- le informo uno de los agentes que había hablado con uno de los peritos que habían sido enviados para analizar el contenido de la caja- no es humano aunque se asemeja bastante- para Shuichi era un alivio saber que no era de alguien aunque sintió pena por el animal

-dentro había una nota- les señalo en segundo agente quien ya tenía la nota dentro de una bolsa especial para las pruebas y se los deslizo por la mesa de vidrio del comedor, fue Eiri quien tomo la bolsa y comenzó a leer esta vez en silencio- los agentes Kira y Domeji nos entregaron las otra notas que le mandaron, hay algo que he notado, en las tres últimas notas y ahora incluyendo en esta sabemos que su acosador  está utilizando algunos fragmentos de un poema de…

- Vigny – termino Eiri mientras entregaba la nota en la bolsa a los agentes, con el rostro duro miro a los agentes y agrego- tengo una maestría en literatura y cualquiera con internet puede acceder a él, es un poema muy famoso- el agente que se identificó como Akura lo miro con desconfianza a lo que Eiri procedió a retar con la mirada, Eiri gano

-su acosador al parecer se siente identificado con el poema de Vigny, lo cita constantemente en su notas- el otro agente tomo la bolsa con la nota y comenzó a leer un fragmento en voz alta- “me pareciste lo que se busca siempre, lo que el hombre persigue en la sombra de los días, el único dios que conoce el misterio de la dicha y, en fin, con tu presencia me fue revelado que aun podía amar”- el agente miro a Shuichi que parecía confundido- el poema trata sobre un ángel femenino llamado Eloá que fue seducida por Lucifer cuando este fue condenado por Dios para llevarla a los infiernos con él, creemos que es por eso que su acosador se hace llamar “L”

- este sujeto al parecer lo ve como el ángel Eloá y se identifica así mismo como Lucifer, se cree un demonio que fue desterrado y condenado a no amar y ha fijado esta historia en usted. Hasta ahora parece inofensivo   

-entro a mi casa, mientras mi amante se bañaba ¿Qué tan inofensivo es eso? ¿Qué cree que habría pasado si Shuichi hubiera estado solo? Él no es inofensivo- los agentes había interrogado a la escolta que Thoma había mandado y ellos no vieron que nadie entrara o saliera de la casa por el frente, encontraron la ventana del cuarto de lavado abierta y al parecer era por ahí donde el sujeto entraba y salía, la ventana era grande y daba al jardín trasero que curiosamente daba a un terreno abandonado que se extendía por lo menos a cinco kilómetros de maleza, árboles y algunos setos

-nos encargaremos del caso señor, no debe preocuparse

-le creeré cuando arresten al culpable- les contesto Eiri, aún estaba serio y parecía molesto

Había permanecido tres días en el hotel y Eiri tuvo que contratar a un equipo de limpieza para que arreglaran el desorden que había dejado la policía al buscar alguna evidencia que les ayudar en el caso. Eiri había convencido a Shuichi de mudarse de la casa pero tendrían que esperar hasta que el regresara de su gira promocional para mudarse, venderían la casa y un agente inmobiliario le presentaría varias sugerencias de nuevos hogares esta vez Shuichi tendría que elegir solo el nuevo hogar para ambos y con suerte según le dijo Eiri comenzarían la mudanza tan pronto regresara. Eiri había hablado con su cuñado y aunque Shuichi ya estaba siendo protegido por tres agentes especializados Shuichi nunca estaba solo demasiado tiempo, si no estaba Maiko o Mika acompañándolo había alguien de seguridad al pendiente de él, al terminar la semana Eiri se despidió de Shuichi prometiendo volver antes y terminar con eso de una vez por todas, Shuichi trato de sonreír pero apenas y pudo, Eiri se sintió fatal por dejarlo solo así que tomo el rostro de Eiri con ambas manos y lo beso, un beso arrollador con el único objetivo de marcar y poseer para demostrarle que estaba ahí, que lo protegería y jamás le haría daño al final del beso Shuichi sí que sonrió

Todo había estado tranquilo desde que Eiri se había ido, hablaba todas las noches con él comenzando con el tema de la nueva casa y terminando con frases melosas mayormente por parte de Shuichi, Eiri solo se limitaba a contestar “yo también” aunque Shuichi recordaba como una noche la plática se desvió más de lo normal cuando Eiri fue el primero en decirle que le extrañaba y fue entonces cuando Eiri le comenzó a narrar  que le haría cuando volviera a casa y Shuichi le contestaba como respondería a lo que le haría, Shuichi lo recordaba siempre con una sonrisa bobalicona en su rostro, jamás había tenido sexo por teléfono pero le gusto. Pensaba en decirle a Eiri que ya había encontrado la casa perfecta para ellos cuando noto que algo andaba mal, eran las nueve de la noche cuando después de hacer ejercicio fue a la cocina por un vaso de agua,  camino hasta el comedor cuando noto un olor a rosas que flotaba ligero por la casa y lo siguió hasta dar con el culpable, un enorme arreglo de rosas rojas se hallaba en la mesa del comedor, las luces estaban encendidas lo cual era imposible porque él había apagado todo y puesto la alarma antes de meterse a su cuarto

-te gusto mi sorpresa- la voz que susurro detrás de él sonaba distorsionada, como si se tratara de  una maquina pero nunca le dio tiempo de girarse porque un cuerpo más fuerte lo aprisiono y puso algo suave que tapo su boca y nariz y olía raro, sintió como su fuerza se perdía rápidamente y cerraba los ojos, quiso gritar pero no pudo, lo próximo que recordó era que su cuerpo se sentía muy pesado y que había música que parecía lejana, se despertó poco a poco y se encontró en una habitación lúgubre y con olor a humedad iluminado con un centenar de velas dispersadas en el piso, las paredes mostraban un signo claro de descuido por su color descolorido y en algunos sitios descarapelado, trato de moverse y se dio cuenta que estaba atado en una silla y que a unos pasos había una mesa bastante vieja de madera con cosas sobre ella, se asustó, no por el lugar si no por las cosas que había en la mesas quien no se asustaría entre los látigos, mordazas y algunas cosas de metal que parecían anzuelos gigantes, si en definitiva tenía miedo

-oh ya despertaste mi pequeño- dijo la misma voz distorsionada- oía sus pasos detrás de él acercándose hasta que un hombre vestido de negro y con la cabeza cubierta por un pasamontañas negro y gafas de sol se colocaba en cuclillas frente a él- ten ves tan hermoso así todo… asustado

-¿Quién eres?- Shuichi logro preguntar aun algo confundido

-quien soy eso tú ya lo sabes, soy tu juez, soy tu amante… y seré tu verdugo, hasta el fin de los tiempos

-¿Por qué? Yo no te hice nada, no te conozco

-no te equivocas, tú me perjudicaste haz cometido con migo el peor de los crímenes… me has robado el corazón, me diste esperanzas a un monstruo como yo que pensó que jamás podría amar de nuevo, fuiste tú quien con tu alegría y amor me sacaste de tinieblas es que no te das cuenta pensaste que me salvabas pero en realidad solo te condenaste, fui tu amor quien te condeno ¿es que caso eso no es lo más hermoso eso? ¿Ser condenado por amar?

-pero yo no te amo, no te conozco ni siquiera ¡déjame ir!- le grito desesperado, el extraño permaneció sin decir nada mientras Shuichi empezaba a llorar

-eres mi ángel, mi salvador- se acercó a él y trato de tocar la mejilla pero Shuichi se retiró, tengo poco tiempo para alcanzar mi fin supongo que ya se habrán enterado que has desaparecido así que- se levantó y miro a Shuichi y agrego- juntos nos condenaremos- camino hasta colocarse detrás de él y tomo el respaldo de la silla y la jalo con Shuichi amarrado a ella, Shuichi comenzó a forcejear pero era inútil la silla solo se detuvo cuando llegaron a la habitación de dónde provenía la música, había muchas más velas acumuladas en los rincones algunas ya casi derretidas por completo una variedad de velas blancas de diferentes tamaños, algunos jarrones llenos de rosas rojas en el piso en os lugares donde no estaban las velas, en otra esquina también libre de velas estaba una mesa un poco mejor que la anterior con una vieja radio que tocaba una canción conocida y en el centro una cama de metal con postes altos donde colgaban tiras de seda que cubrían el metal del poste, con sábanas blancas y pétalos de rosas dispersos decorando la superficie. Shuichi sintió un tirón desagradable en las entrañas y aunque trato de forcejear se sintió más débil y somnoliento, mientras el extraño vestido de negro lo liberaba de la silla aun maniatado y se lo echaba al hombro con la clara intención de llevarlo a la cama Shuichi sentía el cuerpo paralizado y deseo morir, sabía lo que pasaría, quería gritar pero era inútil su cuerpo ya no respondía y lamentablemente estaba indefenso ante el ataque

-por… favor, no- el extraño lo coloco delicadamente sobre la cama y llevo sus manos  arriba de su cabeza atándolo a la cabecera- no- el extraño se sentó a un lado y miro su obra

-he soñado con esto desde que supe que te amaba- su mano se movió indecisa y nerviosa hasta su mejilla, esta vez Shuichi no se apartó, estaba cansado y no tenía esperanza, quizás después de eso aquella persona lo asesinaría, se preguntó si sería tan piadoso o lo dejaría vivir ¿lo dejaría ir? Lo dudaba, claramente estaba perturbado ¿y si lo mantenía con vida, junto a él? No concebía peor destino que estar atado a un monstruo, Eiri, pensó en él y si lo buscaría, ojala si porque quería verlo y decirle que lo amaba y esperaba con todo el corazón que él le dijera que también lo amaba. El extraño se recostó a su lado y lo tocaba con suma reverencia mientras las lágrimas de Shuichi le mojaba el cabello y se le metían al oído asiéndose incomodas, deseaba estar en casa con Eiri y que este lo abrazara, deseaba oler en su ropa el olor a cigarrillo mientras escondía la cara en su pecho y saborear sus besos de licor o cerveza, verlo saborear sus labios después de besarse y que luego le dijera que su boca sabia a fresa y que lo besara otra vez, que le hiciera el amor despacio en la tina sin importar que el agua llegara a enfriarse, atraparlo mirándolo con esa hambre y desesperación que lo hacía temblar, quería ir a casa y cuando el hombre se colocó encima de él y el sonido de su cremallera abriéndose, su mano ya sin guante le subía la camiseta y acariciaba su abdomen y pecho mientras en la pequeña radio comenzaba a sonar falling from grace  y Shuichi giro su rostro mientras su raptor comenzaba a bajarle sus shorts junto con su ropa interior, Shuichi se desconectó escuchando como Isobel Campbell  comenzaba a cantar, su voz tan… tan suave y esa boca que parecía estar en todas partes, cerró los ojos

El peso del cuerpo sobre el desapareció, se preparó paro lo que venía pero no paso, después de lo que pareció una eternidad una mano zarandeo su brazo y lo desato, Shuichi abrió sus ojos y en el cuarto había como ocho personas con armas en manos y moviéndose por todo el lugar enfundados con uniformes de la policía de Tokio solo uno permanecía a su lado ayudándolo a sentarse, en la radio la canción terminaba de sonar, todo había terminado

Se encontraban en su nueva casa, su acosador no había sido detenido y aun no se sabía de quien se trataba pero a Shuichi no le importaba ahora estaba en casa con Eiri y todo estaba bien, ya habían pasado dos meses y no había señal de su acosador, pronto irían de vacaciones y después comenzaría a grabar su nuevo disco. Eiri si había regresado pronto, cuando le dijeron de la desaparición de Shuichi rento un auto y fue a casa según declaró a la policía para cuando el llego Shuichi ya estaba esperándolo en compañía de Maiko y Mika, Shuichi jamás se movió tan rápido en su vida en cuanto lo vio se abalanzo hacia él y se aferró a su torso y lloro desconsolado, esa noche Eiri se durmió abrazando a Shuichi y así permanecieron hasta el día siguiente, Shuichi iba a terapia y estaba decidido a olvidar todo

-Eiri, voy a bañarme ¿quieres venir?- Shuichi apareció recargado en el marco de la puerta que pertenecía a la nueva oficina de Eiri, este se giró para mirarlo y se reclino en su silla, la habitación estaba casi en penumbras iluminado por una pequeña lámpara en una esquina y la luz de su laptop, Eiri miro la pantalla y regreso su atención a Shuichi  

-empieza tú, termino esto y te alcanzo- Shuichi sonrió y desapareció, Eiri regreso a su trabajo y empezó a teclear- … y mientras te recuerdo una y otra vez recostado en esa cama a mi merced imagino como me preguntas ¿eres por lo menos más feliz que antes, estas contento? Y yo después de lograr mi objetivo después de haberte poseído hasta desfallecer te miro y te respondo lo mismo que sentí cuando me di cuenta de que te amaba  “más triste ahora que nunca” … con amor  L- Eiri termino y guardo su mayor obra, se levantó y dejo el cuarto para reunirse con su ángel, aquel que llego un día y lo salvo. En la bañera adoró su cuerpo y lo tomo despacio, él era su perdición y mientras se hundía en su interior se consoló recordándose que aunque estuviera en el infierno su ángel siempre estaría a su lado 

Notas finales:

sean honestos quien si se lo esperaba ¿en verdad? quien dijo "es Eiri" por favor haganmelo saber es mi primer fic de misterio y la verda no se como me fue asi que espero sus review 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).