EMPATÍA
¿Que se esperaba de ella?
¿De su hermano, de sus primos?
Si era sincera ella detestaba todo de su padre, de saber que era hija de Samuel Winchester, uno de los más grande cazadores, odiaba que la compararan con él o que también los ángeles compararan a su hermano con ese tipo, que alguien alabara su inteligencia, nadie podría obligarla a quererlo, no, nunca lo amaría. Porque ella era testigo silenciosa de ver a su gestante con la mirada cristalizada por las lágrimas retenidas cuando su hermano mellizo y ella hacían un gesto tan parecido a Samuel, o una expresión que le recordara a ese hombre; por eso ella evitaba ver su reflejo en cualquier lugar, trataba de tener la mente ocupada en la biblioteca del cielo para luego tirar el libro al recordar que su padre era un ratón de biblioteca, que amaba los libros, de reojo observaba a su hermano, ambos con la misma cruz ser hijos de ese ser deplorable, ese tipo que dejó a su papi por un amor fantasma del pasado.
No, no deseaba eso, cuando bajo del cielo era para ayudar a su prima pérdida Mary, otro ser inocente que pagaba con los pecados de su padre, pero no, los planes de ella eran tan diferentes a los originales un viaje del tiempo muy atrás de lo previsto y se vieron con unos cazadores tan diferentes a las leyendas que se contaban en el cielo. Unos grandes guerreros, los hermanos que nunca se separaban a otro perro con ese hueso, todo era MENTIRA en ese tiempo los hermanos estaban separados, ni señales de reconciliación, otra decepción en su larga fila de decepciones porqué si, aun cuando lo negara creció escuchando las grandes hazañas de los hermanos Winchester, era tan raro tener esos conocimientos de una mujer mayor en un cuerpo de niña, pero su guardián les explicó que era necesario ese hechizo para poder mantenerlos en esta línea de tiempo y con su poder podrían estar varios años en esta línea de tiempo pero como era lógico poco a poco sus poderes se verían escasos por eso debían mantenerse bajo perfil y utilizar lo necesario de sus poderes.
Entonces no debería sentirse de esa manera, de decepcionarse una vez más pero ahí estaba en saber dónde con el corazón roto porque por primera vez en años, había peleado con su mellizo, lo que nunca había hecho, todos en el cielo, su primo eran testigos de eso, y ahora su prima sabía que los mellizos parecían más gemelos que otra cosa estuvieran distanciados solo provocaba que Mary se sintiera culpable de esa pelea. Pero ella estaba segura de que su hermano también debería odiar a su progenitor, pero cuando lo defendió, ella se sintió traicionada. Todos quedaron callados al verlos discutir, su primo intentó interferir, pero ambos mellizos se dieron la vuelta y desaparecieron furiosos. Y todo por culpa de Samuel, Mary estaba triste siendo consolada por su primo, esto no debería estar pasando ellos deberían estar juntos.
Aurora sentía que parecía un león enjaulado, y sé sentía furiosa de haber peleado de esa forma que ellos deberían estar juntos pero que su hermano y primos defendieran a Samuel solo lograba que su corazón se rompiera por los tres prefirieron a Sam, es que no entendían que todo lo que estaba pasando era culpa del cazador. Como era de esperarse de una relación tan rara como extraña como la tenía Sam con ese demonio llamada Ruby, por Aurora lo presentía nada bueno iba a salir de esa relación porque Ruby no tenía ese brillo de enamorada como su papi tenía cuando les contaba algo acerca de su amor, cuando Gabe y Sam estaban juntos en uno de sus casos, ella estaba segura de eso, no cuando en esa relación era tóxica en donde se viera, estaba separando a los hermanos, Aurora sabía que su papi Gabe jamás permitiría que Sam perdiera su humanidad, porqué desde que Samuel tenía una relación con ese demonio todo se irá al carajo, pero como siempre Mary solo trataba de que era un error que quizás el demonio de verdad quería el bienestar de su tío. ¡Error! Y lo supieron cuándo Ruby se mofo de haberse burlado todo ese tiempo de Sam, qué solo estaba junto a él por sus planes para que el cazador rompiera el último sello, por un momento quiso ir y ser ella que le apuñalara, pero tuvo que contenerse y llevarse a sus familiares lejos cuando Mary, Max y Mark deseaban meterse en esa pelea, se fue viendo en los ojos del cazador desilusión, decepción, otro fracaso en su vida amorosa.
Ella lo sabía, era lo normal, lo lógico porqué Aurora hubiera hecho lo mismo que hizo su tío Dean, porque ella se había sentido excluida, rechazada por su propio padre. Dean sentía lo mismo Sam había elegido a un demonio antes que él, había preferido escuchar a Ruby antes que, a su propio hermano, él cuál dejó tanto para proteger a su hermanito y como le paga, entonces para ella estaba de acuerdo con la decisión de su tío alejarse, no podían estar juntos pero sus primos no miraban eso. Incluso su hermano la observó y le dijo que no juzgará a su progenitor, que se pusiera en el lugar del Cazador y no como su verdugo.
Como era posible eso… su hermano, su propio hermano le decía eso, claro que era su verdugo, jamás podría amar a su padre, no cuando ella fue testigo silenciosa de las lágrimas derramadas de su gestante, de ver la luz radiante de su papi Gabriel apagarse por un amor, por un hombre que jamás lo amo que sólo lo vio como un buen polvo, no, no podía, no era capaz , era tanto el dolor, era quizás su tercer día bajo ese árbol, incluso varias personas la miraban con lástima en ese bar pero ella ya no le importaba nada, se abrazaba más sobre sus rodillas aun siendo medio ángel, sentía frío y no era por el clima, era por la pelea de du familia, de su corazón roto, de sus emociones que saltaban fuera de control de su cuerpo, lloró nuevamente por todo, por ser una niña, por ser quien era y se odiaba por ser así, porque muy en su fondo siempre soñó con ver a su padre, que Sam los quisiera, que fuera la princesa de papá pero nunca lo tuvo era una ilusa si siguiera pensando eso.
Sé sobre salto al sentir una chaqueta en su espalda su mirada se elevó y observó unos ojos verdes tan conocidos, tan odiados, tan amados, esa mirada verde que cargaba culpa, arrepentimiento, qué buscaba un Hogar… como ella, como sus primos. Sam no eres tan diferente a ella…
—¿Te encuentras bien? —pregunto Sam, cuando iba a tomar su turno hace un par de días miraba a la joven sentada en ese lugar, quiso ayudarla pero algo se lo impedía pero ese día, no pudo dejarla, escucharla sollozar con su rostro en las rodillas, no pudo seguir ignorándola, se acercó con cautela al verla temblar, se quitó su chaqueta para abrigarla, cuando su mirada se chocó con la suya, sintió una fuerte opresión en su pecho, su rostro enrojecido como los ojos hinchados por las lágrimas solo contuvo el aire al sentir como ella se lanzaba a su abdomen para abrazarlo y llorar mucho más fuerte, Sam solo atinó a corresponder al abrazó algo incómodo pero no podía alejarla, solo se sentó sintiendo la humedad de las lágrimas de la joven.
–Yo, no sé que me pasa, por primera vez pelee por mi hermano, con mis primos, es que ellos no entienden, él nos volverá a fallar y nos quedaremos solos, ya no quiero sufrir —hablo sollozante Aurora su mente estaba trabajando a mil por hora, pero se quedo estática cuando la mano grande de Samuel acariciaba sus cortos cabellos, para abrazarla, por primera vez era abrazada por su padre, por primera vez se sentía segura en los brazos de su padre, Sam escuchaba las palabras atropelladas de la joven, y claro que la entendía, él también había peleado con Dean, que ese tiempo anhelaba el perdón de su hermano, que había sido un idiota en confiar en Ruby por su culpa había liberado a Lucifer y ahora el apocalipsis estaba a la vuelta de la esquina y todo por el idiota de Samuel Winchester. Ambos no sabían si era porque en ese momento estaban heridos, sus corazones lastimados, pero aurora escucho a un Sam tan lleno de culpas, tan arrepentido con deseos que su hermano lo perdonara que volviera a llamar hogar al lado de su hermano, de ser ellos dos en la carretera, y solo ahí entendió lo que quiso decirles sus familiares, aún seguía furiosa con Sam, pero ahora no seria su verdugo inmediato, ahora entendía un lado extraño del cazador.
—vamos te invito a comer algo —le hablo para que fueran al bar donde estaba trabajando, la joven solo asintió limpiándose las lagrimas de su rostro sonriendo al cazador que solo sonrío de medio lado para llevar a la joven a su lugar de trabajo, ver la pequeña sonrisa de ella le lleno de alegría.
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—Aurora necesitaba esto ¿verdad Max? —cuestiono Mary viendo a su primo que no apartaba su mirada en su hermana junto con su padre, sonrió de medio lado, pero solo cerro un poco sus ojos, entendía a su hermana, él no mentiría que no detestaba a su padre, pero ver el odio que almacenaba su hermana le preocupaba que un día este lastimara a Aurora, pero él no era un tonto, también había sido testigo del dolor de su gestante de su hermana por la indiferencia de su progenitor, se juro ser fuerte para proteger a, ambos pero ahora había una pequeña esperanza para que todos fueran la familia que tenían que ser.
–Solo quiero que sea feliz, Aurora de que ya no tenga ese odio que poco a poco la estaba matando, de que pueda albergar una pequeña esperanza de que podemos cambiar nuestro destino, pero solo se necesita un poco de trabajo entre todos podemos dar un final diferente —respondía Max viendo a su prima —por lo otro no deberías estar con Dean, ambos hermanos están separados y son tan tercos que ningún dará su brazo a torcer hasta que algo o alguien los obligue —cuestiono pero al ver a su prima con los ojos cerrados, los labios apretados siendo solo una línea tuvo un mal presentimiento.
Mary estaba tranquila, pero al cerrar los ojos y buscar a su gestante, Dean estaba intentando convencer a su padre Castiel a un lugar de pecado y lujuria, solo porque no podía rostizarlo, pero sus primos notaron el pequeño salto que tenía su ceja. Solo iban a esperar a Aurora e iban a visitar a un terco cazador como evitar que Castiel metiera la pata en ese lugar.
CONTINUARA…