Un demonio y el medio demonio
— una vez más en la cuidad Rouen, se ha hallado un cuerpo más, en un estado avanzado de descomposición. Según los investigadores los forenses creen que en realidad el cuerpo no debe tener más de dos días de estar sin vida. la policía no ha permitido que la prensa divulgue fotos de Lo que sin duda fue un asesinato pero tras una patica con algunos encargados del carga revelaron que el cadáver se encontró desmembrado completamente solo el torso y la cabeza permanecían unidas, los órganos parecían estar devorados completamente solo los restes se encontraron Lo único que no fue hallado fue el corazón de la víctima será este un nuevo asesino a sangre fría: — el cazador de corazones, se recomienda que — corto la transmisión.
Vestido ya con su traje de trabajar ajusto su corbata y bebió el último sorbo de su café. Suspiro mostrando su dentadura Blanca en una sonrisa sínica.
— "el cazador de corazón" — rio — dios no se les Puedes ocurrir nada peor — meneo la cabeza, antes de salir de su hogar directo a su trabajo.
Sus pasos Lo guiaban directo a la oficina, suspiro con un tanto de cansancio, a sus oídos llego una voz un tanto familiar o almenos lo era desde hace unas semanas.
Abrió la puerta de su oficina y vio su compañero viendo las noticias sentado en la mesa de su escritorio con el control en mano con su vista elevada a la televisión que completamente grande y pegada a la pared mantenía controlados todos sus sentidos
— Camus — Lo llamo
El dueño de cabellos aguamarina voltea al sonido de su nombre observando al hombre en traje negro dueño de una larga melena azulina
Se bajó de la mesa y apago el aparato
— ¿nada nuevo? — Le pregunto refiriéndose a las noticias
Camus sonrió cuando lo vio frente a el…
— los investigadores tiene la teoría de que no es una persona si no un animal salvaje quizás una clase de lobo Siberia o algo por el estilo — meneo la cabeza, que ridícula Le sonaba esa teoría.
Milo Lo miro desconcertado analizando Lo que acababa de oír
— Lo dirán por la manera en que está destrozado en ultimo cuerpo, aunque esa teoría se tumba sola no existe un animal tan grande.
— entonces si crees que Lo allá hecho una persona — fue para el mas una afirmación
— tampoco dije eso.
Camus frunció el ceño — crees que sea algo paranormal, algún fantas o — detuvo lo que estaba a punto de decir aun dudoso de sus propias palabras.
— ¿tú crees en eso? — Le dije con su voz seductora mientras caminaba Asia el, como reacción Camus soltó una risa donde demostraba lo contento que se sentía así junto a su compañero. Milo mostro una sonrisa cálida mientras tomaba una mano del francés entre la suya griega.
El sonido de golpes a la puerta antes de abrirse los hizo virar a ver a uno de sus compañeros
— chicos, mañana no hace falta que vengan, el jefe a pedido a los empleados que durante cinco días no asistan al trabajo.
Camus miro a su compañero poseedor de una melena un tanto más clara que la de milo, decidió ser el quien preguntara
— ¿por las muertes? — milo pensó que era innecesario preguntar algo asi.
— no Lo dudo — saga soltó su risa — a veces me abruma estar tan relajado en esta situación, chicos les digo desde Lo más sincero de mi cuídense si, no quiero oír sus nombres en las noticias. — hablo esta vez como mucha seriedad.
Camus camino está él y sobo su espalda, entendía la preocupación de Saga; su hermano Kanon hace poco tuvo un accidente donde actualmente se encuentra en un hospital bajo observación médica aún se desconocía o Saga no decía cuál fue la razón.
Después de un rato Saga ya se había marchado y milo y Camus hacían el poquito trabajo que tenía...
Para cualquiera con solo verlos les era fácil argumentar que entre ambos existía el sentimiento de amor. Pero que lejanos eran esos pensamientos. Ambos se sentía bien el uno con otro, entre ellos no existía el deseo o la pasión solo un sentimiento tan extraño donde Lo único claro era que con la compañía del otro se sentían bien.
eran las 8:00 de la noche mucho ya estaban en sus casas o almenos la gente sensata lo estaban
aun en la oficina milo terminaba una planificación sentado en su escritorio y frente a el Camus comía de una bolsa de rufle.
— quieres que te lleve a casa — se ofreció el francés.
— no, mejor anda y vete — no fue necesario mirarlo, pero aun asi sus sentidos notaron algo en el ambiente o el la personalidad de otro.
Camus arrugo la bolsa de tenia en las manos, siendo eso un ruido que perturbo el armonioso silencio, Milo Lo miro de reojo no Le costó deducir un deje de nerviosismo en el. Había algo más en el silencio del francés algunas cosas que quería decir y no decía
— Habla ya Camus — fue directo.
El mutismo reino únicamente el lugar mientras el galo divagaba en sus memorias.
— Me causa miedo Milo — el griego escucho la voz suave mientras el, aun reflexionando no se dispuso a decir algo más.
Dejo por un momento lo que hacía y camino hasta posarse frente de su propio escritorio y cruzando de brazos dejo que continuara el silencio.
— miedo… — repitió suave, buscando quizás en algún mar de su memoria el sentimiento simple, sencillo que daña la paz del contrario, así era para él; suavizo su expresión las palabras correctas ese momento no existían
— es innecesario que sientas eso…
Le aseguro, aunque no tan seguro el mismo.
Camus quien tenía la miraba baja no tardo en mirarlo, el griego siempre parecía en calma, imperturbable aún más cuando de los asesinatos se trataba, era exasperante para el que él otro no sintiera ese miedo o aunque sea precaución en sus pasos.
— Que te asegura que no debo — Quizás milo no entendía, o era el quien quizás no lograba entender; porque razón, ¿Cuál era su razón? Porque siempre parecía tan tranquilo tan lleno de vida; cuando los demás a su alrededor se morir
Acaso él era feliz con eso. Titubeo ante su propio pensamiento
Por un mísero instante deseo conocer ese sentimiento pero solo fue un simple pensamiento
El griego no tardo en notar el torbellino de ideas en la mente parisina y comprensivo al final, suavizo su expresión intento sentir un poco lo que sentía Camus y guiado por un impulso algo más planeado que un verdadero deseo movió sus brazos a rodear la figura ajena en un abrazo
Apoyo su barbilla en la cabeza del otro, respiro un momento y cerró los ojos
Camus sintió como el griego destensaba su cuerpo, no tardo el en abrazarlo también. Cerro su ojos mientras a través del enorme cristal de la oficina entraba el brillo de una luna que contemplan te observaba la escena; Milo permaneció con sus ojos abiertos y ladeo su cabeza a la izquierda por donde se filtraba la luz, la acostó al final sobre la otra. Miro la luna.
“Que difícil seria todo…”
Pensó.
La brisa movió las hojas de los árboles; De eso ya una hora, una hora donde su carro había decidió no funcionar y tuvo que empezar a caminar
Le faltaba poco a sus pasos, la zona llena de hoja de una calle un tanto solitaria, miro su reloj 9:42 no era tan tarde y aun así la luna no dejaba de decir que salvo ellos dos no existían más habitantes en ese momento
Muchas hojas molestaron su vista y semejante a ellas una lluvia empezó a caer
Su expresión no mudo de sorpresa, de verdad que mala suerte, miro el paso que existían entre los árboles, no lo pensó prudente pero…
Dándole la espalda a la razón decidió ir caminando por ahí que los arboles fueran su guardia de la lluvia y de la vista de cualquiera que pasara por hay
A unos cuantos paso de el en el techo de alguna casa o algún negocio una figura humana sentado lo observaba sosteniendo de la orilla su cuerpo por una filosas uñas, sonrió enternecido, paso a transformarse luego en una enorme mandíbula y esos ojos azules se tornaron tan blancos…
Salto de donde estaba iluminado únicamente por la luna todos los bombillos se habían quemado, movió su cola con calma siguió los pasos del otro con sus cuatro patas
Más rápido de lo esperado había avanzado gran parte. Se detuvo un momento, el lugar parecía más oscuro como si la luna hubiera desaparecido; Un gruñido no tardo en dejarse oír a través del silencio.
Levanto su mirada así arriba, detrás de su cabeza, dónde provenía el ruido.
Una figura peluda similar a un lobo se erguía entre las ramas con un pelaje rebelde, largo y una enorme y gruesa cola peluda se movía entre las hoja
Sintió pánico… terror
No lo pensó más antes de empezar a correr, detrás del el sonido de las hojas se volvía cada vez más salvaje.
Sintió el temblor en sus tobillos, perdió equilibrio, el miedo lo obligo a levantarse y a mirar hacia atrás en vez de seguir corriendo.
No se esperó que de lleno una figura de animal cayera sobre él. Entre los cabellos salvajes que golpeaban su rostro diviso la tonalidad clara de color: azul, y uno muy vibrante, eléctrico…
La luna fue la luz que le permitió saber eso.
De súbito unos ojos que no eran los suyos obstruyeron su visión, se asustó, parecían blancos pero aun así muy en el fondo se notaba una tonalidad de azul más fuerte, casi imperceptible. Como su pelaje
Puso su brazo derecho como separación entre ambos cuerpos, observo esa enorme boca si lo quisiera de una, en su cuerpo ya no estaría su cabeza, que escalofrió sintió al sentir ese aliento sobre él.
La sintió mover su cuerpo sobre el propio, restregando su pelaje, como si se acomodara o buscara contemplarlo mejor… quizás era su manera de pedir cordialmente que quitara el brazo de le hacía de escudo
Al escucharlo gruñir bajo su brazo, quiso apartarse pero la bestia no lo permitió; empeñada en mantenerlo atrapado bajo su cuerpo. En un arranque de valor o estupidez guio su mano al cuerpo peludo apretando gran parte del pelaje y piel; jalo.
Fue su manera de alejarlo; de aunque sea causarle un poco de dolor, molestia fue lo que le causo, la vio cerrar esos ojos y rehuir hacía atrás, alejándose de, el. Una de sus enormes patas fue a dar a la pierna del muchacho rompiendo la ropa, amoratando la piel y separando la carne en una herida
Aprovecho esa pequeña oportunidad y pase al malestar huyo lejos de allí, esta vez sin siquiera mirar atrás.
Lo que dejo a tras fue una figura que poco a poco fue cambiando, tomando esta vez forma humana; miro la cabellera desaparecer, huir, lejos de, el, un suspiro broto de sus labios mientras lleva su mano derecha a abrazar su brazo izquierdo donde a nivel del pecho una marca rojiza aparecía…
Otro se huevería quedado en su casa; al calor de las sabanas, pero el calor que él quería era otro. El deseo incontrolable de que se apaciguaran sus miedos, de que eso brazos fueran su refugio y que después de ellos dos no existiera nada más.
Llego tarde eso sí, arropado con un jersey entro a la oficina donde sabía que lo encontraría, nadie debería estar ahí pero sabía que el sí, observo a ese hombre, ese que deseaba que llenara su corazón y que lo protegiera de todo.
Lo observo morderse los labios estaba inquieto igual que él. Las miradas no tardaron en encontrarse zafiros y turquesas se quisieron en silencio. Fue Milo quien rompió el contacto al pararse apresurado en ir hacia él, al contemplar su cuerpo temblante
— ¿Dónde estabas? estaba preocupado — llego hasta el, abrazando su cuerpo aun temblando lo sintió corresponder, escucho su propio nombre entrecortado, gimoteando lo escucho llorar, se mordió aún más los labios.
Quiso preguntar que ocurría pero muy en el fondo ya lo sabía, así que solo espero callado y en silencio.
— Lo vi…—escucho atento; un simple ¿a quién? Bastaría pero no dijo nada — milo protégeme, tenía mucho miedo — aun lloraba, se restregó a él sintiendo su olor, su melena pico su nariz pero a pesar de eso no se alejó.
— La única manera de que estés a salvo es que seas — hizo una pausa, no supo que más decir…
O no quiso continuar…
El resto del día se dedicó a consentir al francés, a estar con él y ser su única compañía. Observo su rodilla derecha donde unos rasguños eran visibles, Camus de todas maneras, intento alejar esos rasguños de la vista helénica como fue, cubriéndolos con su jersey. En cualquier otra circunstancia se hubiera vendado la herida era lo lógico y luego la hubiera cubierto con un pantalón
Pero Milo insistió que no y el acepto.
El tiempo siguió avanzando como era de esperar; pero su herida rebelde no sanaba, se tornaba roja como manzana, pensó ir al médico pero la idea de que alguien preguntara que ocurrió, lo hacía desistir; mientras Milo no decía nada aunque cada día, fuera o no su imaginación lo notaba más decaído podría ser triste, angustiado y cada que preguntaba este negaba alegando solo cansancio se pensó lo peor pero siempre lo descarto. Milo jamás le aria daño, jamás lo traicionaría y por su bienestar siempre lo tendría a él como apoyo y eso ambos lo sabían.
Aunque jamás llegaría a imaginar que su unión llegaría a ser como lo fue:..
El pánico abundo en masa ese día, un hospital masacrado, muchos heridos que huían despavoridos y nadie para ayudar, ya no corría por esa zona la energía. Que demonio hacia él hay; cuando llego con un ramo de flores para entregárselas a su amigo Kanon jamás pensó que encontraría lo que encontró. Justo hoy que deciden reunirse en ese hospital:
Cuerpos desmembrados, mutilados, con un hueco en el pecho. Todos sin corazón.
Quiso gritar, moverse e irse pero inevitablemente pensó en su amigo quizás hasta Saga estaba ahí y él no lo sabía; quizás Milo, no, no definitivamente no podía huir. No hasta confirmar que nadie que quisiera estuviese herido.
Entro al edificio por una ventana rota, aventó el ramo al suelo corrió por los pasillos por donde su amigo debería estar, en su contra el olor fétido crecía y los cuerpos también, deseo ser ciego en ese instante sintió pena, dolor, pánico que estaba haciendo se preguntó el mismo una y otra vez mientras corría.
Encontró la habitación la cual ya no poseía una puerta, Kanon parecía estar bien, tendido en su cama, dormía o eso le pareció, la habitación estaba limpia y llena de luz a comparación de todo lo demás que estaba cubierto de sangre y tan oscuro, pues que, la luz se filtraba por las ventanas rotas, miro a su alrededor corrió hasta el cuerpo inconsciente de Saga tirado en el piso. Lo sacudió para captar su atención y traerlo de nuevo a la conciencia.
—Camus… vete… — lo oyó decir, por supuesto que no, no los dejaría a ellos hay solos, aunque pensó que sacarlos tampoco era una opción posible. Intento hacerlo reaccionar que salieran de sus labios más de una palabra corriente o entendible pero no logro nada. Minutos después saga ya no reacciono.
Se levantó dispuesto a salir de allí, con la clara intención de buscar ayuda, abandono con solo unos pasos la habitación, miro nuevamente ambos lados de los pasillos; uno por donde había venido y otro que lo llevaba al jardín del hospital
Detrás de, el, agarrado firmemente del teche una figura sigilosa lo observaba desde arriba…
Camino solo unos pasos en dirección hacia una ventana rota por donde entraba el aire y la luz. Su plan era ver si podía sacar a sus amigos por ahí pero de súbito sus pies ya no tocaron el suelo se sintió jalado así el techo, pataleo en un intento desesperado porque sus pies retornaran al suelo e igual de perturbador fue sentir como su cuerpo era lanzado asi el aire
Grito asustado y apretó sus ojos en un reflejo de miedo, al esperar el golpe que se daría contra el suelo, pero este nunca llego, cayó sobre algo blando y suave, abrió sus ojos y observo con un tanto de miedo y estupefacción como su cuerpo estaba sobre el lomo de esa criatura, SI, esa misma criatura que noches atrás pensó que lo mataría
La sintió moverse con sus fuerte patas, miro esas enormes uñas traga fuerte su rodilla derecha ardió
De una manera muy rápida dejo atrás al hospital, se agarró con fuerza al pelaje para evitar caer aunque de una manera u otra termino callando, al momento en que la bestia freno con fuerza la gravedad obligo a su cuerpo a salir disparado lejos de donde estaba.
Su cuerpo pego contra un árbol pero rápidamente se enderezo y se levantó; a diferencia de la otra noche en esta ocasión sí pudo verlo con claridad era similar a un lobo o quizás a un perro grande de un metro y algo, cuando mucho, de pelaje abundante pero un tanto rebelde igual que su cola que tal como la recordaba seguía siendo enorme.
Quiso correr pero sus piernas temblaban, por alguna extraña razón se sentía agotado, retrocedió lentamente para no hacer ningún movimiento que alertaran al animal pero este avanzaba así el, los pasos que el retrocedía.
Pego su espalda contra el tronco de un árbol permitiendo así que esa cosa se acercara completamente a él, cedió ante su peso y encogió ambas piernas, la quería lejos, la vio sentarse justo frente a él y abrir su enorme hocico por miedo ladeo su rostros y apretó sus ojos, acaso así sería su fin
Sintió una humedad en su rodilla justo donde un ardor potente antes presente empezó a disminuir. “Lo había sanado con su lengua.”
— Nunca quise lastimarte — oyó aterrado… esa voz… el conocía esa voz que con suavidad acariciaba con mimos su oído
— Milo… — petrificado; así se sentía — pero... ¿Cómo? Que eres, como es que… tu
Frente a él, el griego lo miro con tristeza y decisión a la vez.
—No creo que puedas entenderme — empezó lento y titubeante pero estaba decidido a no mentir — no soy como tú, no soy humano eso está claro — miro el cielo ahora estrellado — soy un demonio de linaje animal; y antes de que lo preguntes, sí, yo fui el responsable de esas muertes; pero aquella noche te juro que no quise — se detuvo, para liberar el nudo en su garganta
— porque milo — sintió el brillo liquido en sus ojos, al menos como consuelo ya no sentía miedo
— Porque mato quieres saber —sonrió una sonrisa débil y triste que demostraba el torbellino que igual sentía — soy una bestia espero que lo entiendas, te mentiría si dijera que siento pena por esa gente, porque no es el caso — realizo una pausa y lo miro fijamente — pero a veces lucho contra ese impulso y cuando me transformo las ganas acumuladas se desatenta de la peor manera — Fue honesto en cada palabra — cuando te ataque solo quería mirarte esa herida no quise hacértela
Camus solo puedo contemplar a milo, no supo que decir y este únicamente continúo, cada palabra definiría el final
— sé que quizás digas que no, y que esto es mucho para ti, pero Camus de algo si estoy claro y es que como humano o como demonio quiero estar lo que resta de mi vida contigo, no existe nadie que quiera más que tú y eso para mí es suficiente, es algo que he estado meditando desde hace un largo, largo tiempo y es que quiero que seas un demonio como yo así estarás siempre a mi lado — tomo su mano
Su oyente aun perplejo respondió — ser… como TU; no, yo no podría — miro a su alrededor rehuyendo de esa mirada fuerte — un demonio, comer gente ¡¡¡MATAR GENTE!!! NO — grito escandalizado alejándose del árbol dispuesto a irse lejos pero el griego no lo permitió al imponer su figura en su camino
— ¡No tienes que hacerlo si no quieres! Yo puedo hacerlo por ti —su expresión reflejaba todo lo que él no era capaz de decir — por favor Camus — esos bellos ojos por primera vez demostraron el torbellino de su corazón al cristalizar, se sentía derrotado, a Camus se le encogió el corazón en su lugar
— ¿Qué pasaría si accedo? — lo miro — en que cambiare — según su respuesta penso que se tallaría el final de esta historia
Milo lo pensó, serenándose — no serás enteramente un demonio conservaras impulso humanos quizás ni siquiera tengas ganas de dañar a alguien, no lo sé con exactitud, tu transformación será un tanto similar a la mía porque si accedes será mi sangre la que correrá dentro de tu cuerpo, el cambio será difícil pero después tu decidirás cuando cambiar
— ¿tendré deseos de matar? — cuestiono
— No lo sé, aunque opino que no — observo su manos pensando — después de todo eres humano — se encogió de hombros y meneo los ojos restándole importación
Y Camus pensó que verdaderamente está loco… milo reflexiono e intento buscar palabras más exactas que le permitieran explicarse mejor
—puede que sí, puede que no, serias un medio demonio después de todo tu no naciste siendo así, yo te convertiré en uno por lo tanto abra muchas características que no tendrás una de ellas puede ser el impulso salvaje puede que seas más humano que demonio
Se acercó y tomo sus manos para despejar las dudas
—entonces; ¿aceptas? — los nervios corrieron por su cuerpo deseando oír un sí, los zafiros miraron esos ojos y vio el brillo de la luna, sintió pánico por lo que respondería pero también seguridad
De lo que pasaría a continuación ya no habrá vuelta atrás
……………………………………………..
Con sus fuertes patas corrió con fuerza alejándose de las zonas modernas internándose en el bosque; con más confianza bajo la velocidad ningún humano podría andar por esos rumbos a horas de la madrugada la luz del sol faltaba poco por aparecer
El su hocico una enorme tela ocultaba un peso que con lentito goteaba, alguna clase de fluidos, dejos de correr para empezar a caminar su olfato aun a lo lejos reconoció ese aroma, sus ojos divisaron una cueva cubierta por hojas que hacían de cortina, paso con lentitud, a sus oídos llegaron las gotas de agua que caían lentas y salpicaban un pequeño poso dentro de la cueva paso de largo, frente a él en el techo un enorme hueco daba luz al lugar volviéndole fácil la misión de descubrir frente a él una enorme cama mullida hecha de hojas y algo de lana como los nidos de las aves
Meneo su cabeza, un ruido que aturdió la paz y el silencio que el ser sobre la cama minutos antes de su llegada conservaba, lo observo moverse perezoso sobre la cama estirándose para luego acomodarse mirándolo con esos ojos rojos llego hasta él y soltó la tela que antes sostenía su boca dejando expuesto unos cuantos corazones humanos. La bestia sobre la cama gruño, se quejó y en algo similar a una negativa le dio la espalda mientras el otro sentado a su lado empujo con su boca la comida impulsando al otro a comer lo que le había traído
Aunque quiso seguir negándose ese olor fue tentador se levantó completamente dejando apreciar a su compañero su bello pelaje pelirrojo liso peludo pero menos salvaje que el mismo, existiendo entre ambos una diferencia de tamaños, el demonio de pelaje azul era sin duda más grande, más musculoso y de apariencia más agresiva mientras el medio demonio pelirrojo era un tanto más pequeño de pelaje menos prominente con una apariencia muy elegante para ser una criatura adoptaba una forma muy fina.
Lento comió lo que le habían traído, minutos después ya no quedaba nada y tras un suspiro de satisfacción se hecho de nuevo sobre la cama en su lomo se apoyó un rostro animal la otra bestia se acomodó sobre su cuerpo rodeándolo con su cola todo lo que le era posible mientras en el lomo de otro reposaba su cabeza
Cuantas veces no habían adoptado esa misma pose con sus formas humanas aunque no fuera posible de ver; sonrió… suspiro también y cerró sus ojos
Ya después volverían a la casa que compartían juntos
Por ahora
Solo las figuras salvajes de un demonio y el medio demonio se observaban escondidos entre las hojas en lo que era para ambos su nidito de placer animal
Horas después unas figuras humanas caminan de regreso a la cuidad ambos, hombres tomados de las manos: uno un tanto más oscuro que el contrario, dueño de cabellos azules rebeldes y ojos del mismo tono, reía mientras hablaba de sus historia, el otro dueño de una larga cabellera turquesa, lisa poseedor de unos zafiros y de tez blanca meneaba con su cabeza antes de las ocurrencia de su compañero.
Detrás de ellos cabellos rojos y azules se desprendían con la brisa…
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