"Todas las tumbas de los recordados en un desierto que llamamos hogar.
Todos los esclavos del frío Diciembre encontraron una voz para llamar su propia.
Levántate, estamos unidos a los ojos de la mayor tormenta."
Reunidos en una cafetería cerrada 10 adultos jóvenes conversaban alegremente, cada uno sostenía en sus manos su propia bebida de acuerdo a sus gustos, todos conversaban en una inusual alegría, pues cada uno en la Ciudad de las luces había logrado algo que cambiaría sus vidas.
Festejando en la cafetería de Des, todos compartían experiencias, anécdotas graciosas o momentos incómodos. Planeando festejar los tres acontecimientos que ellos consideraban mas importantes.
Primero: El primer aniversario de Des y Leo como pareja oficial. Segundo: Madia finalmente se había graduado en psicología teniendo ya tres carreras (Todas relacionadas a la medicina) terminadas. Tercero: un avance en el tratamiento de Marshall, quien ahora podía quedarse solo un par de horas (Un día entero incluso), sin atentar contra su integridad física.
Con alegría los amigos reunidos buscaban organizar algún pequeño viaje, teniendo como votantes privilegiados a Madia, Leo, Des, Marshall y William (Este último para ayudar a las elecciones del de pelo blanco, quien aunque avanzaba con apoyó del rubio aún no lograba su independencia total)
Ambos morenos de inmediato coincidieron con un turismo extremo, idea apoyada por William y poco después por Madia, siendo Des el único en contra (Lo cual cambio con una enorme y bella sonrisa de Leo).
Ya en conjunto (Pero aún teniendo éstos cinco un mayor impacto en el veredicto final), decidieron comenzar a votar, Marshall inmediatamente alzo su voz por la abandonada cuidad de Chernobyl, Ucrania, lugar abandonando después del incidente nuclear más peligroso en el mundo, William le apoyo, entusiasmado por ver un lugar dónde "La nature reprend toujours sesdroits" (La naturaleza sigue su curso)
Vania y Lucky se mostraron un poco inconformes, ambas opinando el ir a Brasil los chicos practicando deportes extremos en la selva y el Amazonas, mientras ellas cómodamente irían a algún bar, centro comercial, o en el caso de la última a algún casino.
Louisa y Angus apoyaron el ir a un lugar más tranquilo, el ir a la Costa Este de Sicilia, Italia, donde aquellos amantes del deporte extremo podrían ir al monte Etna.
Sólo Madia y Des se mostraban neutrales, el último dando su voto a cualquier lugar que su amado chico Estrella quisiera ir. A la médico sólo le importaba tener un poco de diversión en las vacaciones que todos se tomarían.
—todas las opciones me parecían buenas, en especial la de Marshall y William—opino Leo, el único que no había dado su veredicto—y aunque el dinero no es tanto problema. Yo creo que hay un lugar muy interesante y que está bajo nuestras narices—el moreno sonrió triunfante al ver la intriga en los rostros de sus amigos—quiero que vayamos a hacer turismo extremo en Les Catacombes—
—me parece fantástico Leo, ¡Les Catacombes! El cementerio más famoso de París, aquellas minas que fueron convertidas en un cementerio común a finales del siglo XVIII. Ahora se conserva como un osario que alberga más de seis millones de esqueletos humanos, la mayor concentración de este tipo en Europa. ¡El segundo cementerio más grande del mundo!—la voz del rubio sonaba totalmente emocionada, contagiados por la alegría del intelectual, siendo apoyados de inmediato por Madia, Louisa y Lucky, poco después Angus cedió y tras una sonrisa de Leo, Vania y Des igual se mostraron a favor.
Únicamente Marshall quedó en silencio observando a sus amigos organizar el viaje.
* * *
William guardaba los medicamentos y calmantes de su pareja en un bolso, preparando todo de antemano para su partida al día siguiente, colocó el libro "El Conejo de Felpa" en dado caso que ambos se llegaran a separar la exploración. Para evitar algún ataque de pánico en el menor, guardo un pequeño reproductor con libros y canciones que el mismo había grabado (Pues parecía que su voz fuese el mejor calmante de Marshall), colocó un pequeño botiquín de primeros auxilios y varias bolsas de frituras. Satisfecho por su trabajo camino en dirección al baño de la estancia, donde el de cabellos blancos tomaba su ducha nocturna.
Estaba a punto de entrar para preguntarle si había algo más que quisiera llevar, cuando le escuchó hablar en medió del baño a medio vestir, sin nadie a su lado.
—¿No quieres que vaya?... ¿Que se esconde en medio de esos huesos?... Ya no me contestas, todo el tiempo estás ahí, dándome advertencias de todo, incluso de mi mismo ¿Por que te callas si antes hablabas con fuerza?—el menor guardo silencio y minutos después salió del baño. Poco antes William se había alejado para aparentar estar preparando todo.
Ya cuando ambos hubiesen terminado de cenar fueron a la cama, el rubio dormía abrazando al moreno, mientras un sentimiento de incertidumbre y miedo se instalaba en su pecho.