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Obsesiòn por Akins

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Cuando despertó era de noche, el asiento del piloto estaba vacío, las lunas estaban rotas y había sangre.


Se había hecho un pequeño corte debido a los vidrios pero eso fue todo. Salió como pudo del auto y se preguntó en donde debía de estar Naruto


Tal vez estaba muy mal herido o posiblemente muerto pero no podía irse, debía encontrar a su amigo que desapareció sin dejar rastro


 —Que está pasando?


No entendía lo que sucedía pero tampoco tenía mucho tiempo para ponerse a razonar.


Dentro del bosque su mente no sabía más que jugarle malas pasadas, era inevitable estar en ese lugar y no recordar lo que pasaba en las películas de terror.


Escucho un par de hojas secas crujiendo,  no fue él, ese sonido lo produjo algo más. Se dio vuelta y de unos arbustos salieron un par de ardillas, respiro aliviano y entorno su camino


—Hola Lee


Un sujeto de cabello rojo se hallaba frente a él, corrió lo más rápido que sus piernas le dieron, pero en cuanto giró a ver cuán distantes se hallaba el pelirrojo ya no estaba, había desaparecido como el viento.


Estaba asustado, las piernas le temblaban y sus ojitos estaban cristalinos, quien demonios era ese sujeto y porque salió corriendo de esa manera, acaso lo llamo por su nombre?


—Tienes una oportunidad más — escucho la voz de ese tipo en  algún lugar, estaba vigilándolo— encuentra a tu amigo y escapa de aquí Rock Lee


Ese tipo estaba completamente loco, claro que  sí, no sabía si aquello que le dijo fue un señuelo para atraerlo a donde quiera que fuera pero aunque fuera un señuelo debía de encontrar a Naruto, el corazón de Lee era muy bondadoso y tenía esperanza de encontrar a su amigo, Naruto le había estado ayudando no podía pagarle de esa manera.


 El frío le calaba los huesos, sería muy malo si empezará a llover, cosa que rogó con toda su alma que no sucediera. Quería salir lo más pronto de ese maldito infierno.


Mientras caminaba por el lugar empezó a pensar.


Que significaba todo eso para el pelirrojo. No sabía nada de aquel muchacho, no conocía de donde había salido, esos ojos turquesa que lo miraban firmes como si estuvieran estudiando lo más profundo de su alma en lo más oscuro de su ser, ese chico era muy intimidante


Escucho nuevamente unos ruidos y alguien lo tomo desde atrás y le cubrió la boca, lo primero que le vino a la cabeza fue que su hora había llegado.


— Shhh— susurró en su oído — te volví a encontrar Lee


Se empezó a sentir muy débil, estaba perdiendo su fuerza y todo se volvía borroso


—Te queda sólo una oportunidad más Rock Lee — le dijo dándole un beso en la mejilla


 


****


 


Se hallaba acostado en medio del bosque, ese hombre estaba jugando con él, quería atemorizarlo y hacerlo sufrir para luego matarlo lenta y dolorosamente, no se le ocurría otra cosa más que esa.


No sabía cuántas horas estuvo dormido, pero con ese tipo rondando el bosque ya había empezado a perder las esperanzas de encontrar con vida a Naruto


Se sentía igual que un niño pequeño sin sus padres, se sentía sólo, tenía frío y sobre todo tenía miedo.


Se levantó y empezó a caminar con dirección a la carretera fuera del bosque, conforme avanzaba escuchaba pasos detrás de él. Tenía una sensación horrible aprisionando su pecho, giraba conforme iba avanzando para asegurarse que nadie estaba detrás de él. Lo sentía casi encima de él, es como si en cualquier momento fuera a saltar sobre él y lo asustaría, tenía esa sensación de que algo iba asustarle.


Conforme pasaban los minutos esa sensación se intensificó dentro de él y empezó a correr.


Corrió como nunca se imaginó y en el trayecto las ramas lo lastimaban haciéndole pequeños rasguños.


Lo sentía cerca, ya estaba por llegar a la salida, ahí estaba la carretera, falta sólo unos metros, tan poco, pero entonces sucedió.


Se apareció frente a él, con su mirada sádica y esa sonrisa al igual que un demente


—A dónde vas Rock Lee, no puede abandonar el juego


Calló al suelo, no lo soportaba, ya no, si iba a matarlo que lo hiciera de una buena vez y que no lo atormente más


— ¿Que sucede mi pequeño Lee? — le dijo mientras caminaba hacia él


Rock Lee retrocedía a cada paso que daba el pelirrojo


—¿quién eres tú? ¿Cómo sabes mi nombre?


La espalda de Lee chocó contra un árbol, no había escapatoria. El pelirrojo se posiciono frente a él y se puso de cuclillas para estar  a su altura


—No entiendo… ¿acaso no te acuerdas de mí?


Rock lee estaba totalmente confundido


—¿enserio Lee? ¿Aún no lo recuerdas? Quieres que te ayude — le dijo con una sonrisa pícara — fue la noche en que asesine a tus amigos


Lo dijo como si fuera la cosa más normal del mundo, sin remordimiento, sin tacto


—De que me estás hablando?


Rock Lee aún no lo entendía, todo era tan confuso para él


—Acaso crees que escapaste porque tuviste suerte? — acarició con suavidad una de las frías mejillas del chico — no Rock Lee, si lograste escapar es porque yo quise que así fuera


En esos instantes logro entender lo que le quería decir, entendió que todo fue un maldito juego enfermo de ese chico.


Hace un tiempo atrás sus amigos habían muerto en un accidente, no exactamente un accidente, alguien los había asesinado. Él y Naruto quedaron intactos, a ellos no les paso nada, pero no podían recordar nada de lo que paso aquella noche habían estado investigando acerca del tema en cuanto la policía dejo el caso archivado y los olvido por completo. Estaban haciendo ese viaje para hallar respuestas pero ahora ya no las debía de seguir buscando, ya las habían encontrado


 


—Fuiste tú


 


—sí, fui yo….  


Se acercó a él, lo tomo del mentón y lo besó, los ojos de Lee se abrieron como un par de platos, trato de alejarse del tipo pero no pudo hacerlo, lo tenía fuertemente agarrado. Sintió un fuerte mordisco en su labio y abrió la boca de dolor permitiéndole al pelirrojo meter su lengua dentro de él. La lengua invasora acaricia la suya en  una danza prohibida.


—“Déjame"...


No podía alejarlo y cada vez sentía más la necesidad de respirar. Empujo con todas sus fuerzas pero nada, no lograba, le rasguño el cuello dejándole unas marcas rojas que provocó con sus uñas


El pelirrojo soltó un quejido debido al dolor separándose del más joven.


—Eres un maldito... — dijo entre dientes


Rock Lee aprovechó la oportunidad para tratar de huir pero todo su esfuerzo fue en vano, ese tipo lo atrapó cayendo encima de él por el forcejeo


—A donde crees que vas?!  — le dijo furioso mientras apretaba el cuello del más chico


Estaba siendo muy duro, estaba haciéndole daño pero por arte de magia lo soltó, reaccionó y se dio cuenta del daño que le estaba causando


—Lee... Estas bien? —le decía mientras le acariciaba los cabellos


El comportamiento errático del pelirrojo terminó por asustar completamente a Lee


—No voy hacerte daño, no... Todo va a estar bien


Lo abrazó y el cuerpo del menor empezó a temblar


— no puedo, no puedo lastimarte, no quiero hacerlo... Eres muy importante, eres todo lo que quiero


Una sonrisa demencial se dibujó en el rostro del pelirrojo


—Desde que te vi... Todo en ti me  gustó... Eras totalmente diferente al resto, no quiero que nadie más te tenga, debes de ser mío


Empezó arrancarle la ropa al pelinegro y se dirigió a su cuello dejándole marcas por todas partes


— no! Déjame por favor  — suplicaba y robagaba el pelinegro mientras evitaba que se cometiera un grave delito


—No puedo Lee... Debes de ser sólo mío,  todo esté tiempo cerca de ti solo ha empeorado las cosas, jamás debí haberte conocido estaba mejor sin ti, yo estaba mejor sin conocerte porque tuve que conocerte?! Porque?! Dímelo!!


No había duda, ese hombre sufria de una demencia total, nada de lo que hacía tenía el menor sentido, todo lo que decía solo evidenciaba lo que era evidente, se había obsesionado con Lee


—No quiero hacerte daño — estrujaba duramente la ropa del pequeño — no quiero hacerlo


Lo besó nuevamente, un beso salvaje y apasionado. Deseaba poseer a Lee con todas sus ganas, el pequeño se había vuelto objeto de su obsesión, todo lo que Rock Lee hacia sólo empeoraba las cosas pero el pelinegro no podía evitarlo, él era así de lindo, así de gentil con todo el mundo, siempre con los ánimos al tope contagiando a todos a ganar y Gaara le emocionaba pensar que Rock Lee pudiera algún día darle un poco de ese cariño especial que no le daba a todo el mundo y que sólo pudiera recibirlo una persona especial, ese ser especial quería ser él pero Gaara sabía perfectamente que eso era un imposible no solo por la diferencia en sus edades, también porque Gaara estaba enfermo de amor por él.


Empezó a llorar sobre el pecho de Lee mientras estrujaba con más fuerza sus ropas


—Te quiero tanto que prefiero verte muerto a verte con alguien más


—déjame


En esos momentos parecía tan frágil, tan triste, tan atormentado por sus sentimientos que Rock Lee sintió lástima


No sabía de donde lo conocía, no entendía de donde conocía tanto de él… aunque, ahora que lo recordaba, si lo había visto, el pelirrojo había ingresado recientemente como un nuevo maestro a la preparatoria en la que estudiaba él


 


—Mátame Lee, hazlo antes de que acabe contigo


Le pidió con voz de ruego mientras colocaba una navaja entre las mano de Lee y hacia que presionaran sobre su pecho


—Hazlo de una buena vez y acaba conmigo


Pero Rock Lee no podía, por más que trataba no podía imaginarse haciéndole daño a alguien aunque ese alguien


—No, no puedo hacerlo


—recuerda que yo maté a todos tus amigos... No soy una persona que merezca tu compasión Lee, sólo mátame


Lee soltó la navaja, eran las manos de Gaara las que lo sostenían sobre su pecho


—Ahora entiendes porque te amo tanto, después de todo el daño que te hecho aún me sigues perdonando


—estas demente…  Gaara


Lo recordaba, había escuchado su nombre


 


—Eso lo sé muy bien...


Su mirada cambio en cuestión de segundos, afilo la mirada de observó directamente a Rock Lee


—Que te sucede?  —pregunto temeroso el menor


—sabes que es lo que quiero... Sabes muy bien lo que te haré  — volvió al estado inicial en el que estaba  — voy hacerte el amor Lee


Acorraló con su cuerpo a Lee, ya no había escapatoria, ese era su final pero Gaara calló inconsistencia hacia un lado


Naruto  apareció frente a él, había golpeado con un palo en la cabeza al pelirrojo haciendo que caiga inconsciente


—Naruto


—tranquilo Lee, hemos atrapado a Gaara


*****


 


Naruto se había recuperado de las lesiones en su cuerpo y estaba recibiendo un tratamiento


Rock Lee lo apoyaba mucho, era su único amigo.


 —Oye Lee


 —Que?


 —cómo puedes estar tan tranquilo después de lo que pasó?


Rock Lee no se hallaba para nada tranquilo, lo que Gaara le hizo lo tenía muy bien gravado en la memoria pero no podía dejarse vencer, él era Rock Lee y contaba con una gran juventud por delante.


Pero él sabía que aunque se mostrara como si nada hubiera ocurrido por dentro tenía miedo y su mente no dejaba de recordarle lo que Gaara le dijo e hizo.


No le había contado nada de lo que pasó a Naruto, nadie más tenía porque saberlo. Era su secreto, sólo suyo.


Además, Gaara iba a pasar muchos años en prisión e iba a recibir sus terapias dentro de una cárcel de máxima seguridad. Por un lado odiaba a Gaara, pero por otro sentía lástima. De haber conocido el amor enfermizo que Gaara sentía por él tal vez lo hubiera podido ayudar pero supo toda la verdad muy tarde.


Se enteró que Gaara tenía hermanos. Estuvieron buscándolo por un largo tiempo porque había huido tiempo atrás. Su madre había muerto dando a luz a Gaara y su padre lo despreciaba, nunca recibió amor por parte de nadie, inclusive sus hermanos le tenían miedo. Conocer todo aquello sólo incremento la tristeza de Lee, Gaara nunca había sido feliz, él no sabía querer porque nunca nadie lo había querido.


****


5años después*


 


Había pasado un largo tiempo desde que alguien llegó a visitarlo, se logró recuperar del mal que lo aquejaba, las medicinas lo mantenían bajo control.


Tal vez era Temari quien había llegado a visitarlo, la última vez que la vio fue hace 3 años, después de ella nadie más llegaba a verlo.


 —Tienes 30 minutos


Tomo haciendo al otro lado de la cabina y en cuanto vio de quien se trataba quedó en estado de Shock. De todas las posibles personas que pudiera haberse imaginado, la que menos esperaba llegó


 —Hola Gaara


No lograba entender si todo eso era producto de su imaginación jugándole una mala broma o realmente estaba viéndolo


 —Lee...


De nada sirvió los años de terapia porque el objeto se su obsesión volvió aparecer. Rock Lee estaba ahí frente a él, solo bastaron unos segundos para que todo el deseo que sentía por el pelinegro saliera a flote sin entender que es lo que estaba buscando,   pareciera que lee quisiera jugar con él y su frágil mente.


 


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