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SÍ, SOMOS PADRES por The_dark_Duchess

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Notas del capitulo:

Buenos días linda gente :D

Ante todo, agradezco con todo mi corazón a esas bellas personitas que me comentaron el episodio pasado, tienen mi love <3

Bueno, sí pude acabar el episodio para hoy domingo hahaha c: vamo a ver si la otra semana tengo la misma suerte :’v

 

 

Al episodio:

-        Texto en cursiva es flashback

-        Les traigo una canción que me inspiró en la escena ZoSan: CLICK AQUÍ los curiosos que deseáis escucharla, sino click más abajo donde se indique que comience 7w7 el próximo probablemente traiga song MiSha :'v

-        Hoy traigo un poquitito de crossover, si alguien aquí ha visto Bleach, ya conocerán a Shunsui y Jushiro, pero como de seguro la mayoría no :’v aquí les dejo una imagen de ellos, son mi OTP jefe xD:  CLICK AQUÍ  el de pelo marrón es el seme y el de pelito blanco el uke ¬w¬

 

Sin más preámbulos, les dejo con la lectura, ¡gracias por seguir aquí! <3

Capítulo 13:

Noticias, secretos y problemas

 

****.****

 

 

-        Sella… hija…

-        ¡ESTO ES EL COLMO! Ya me parecía tan raro verte usando ropas tan holgadas y gruesas ¿¡CÓMO SE LES OCURRE!? ¿¡CREEN QUE LA MEJOR MANERA DE RECONSTRUIR UNA FAMILIA ES HACIENDOSE UN HIJO!? ¿¡ESE ES EL PRIMER PASO!?

-        Sellawk… cálmate

 

La dama caminó directo hacia los dos varones y los fulminó con sus intimidantes ojos color miel, Mihawk, que agradecía que su hija le sacara ese rasgo, en ese preciso momento no lo agradeció tanto.

 

-        ¡No es posible!

-        Sellawk – farfulló Shanks, un poco exaltado – vas a tener un hermano, y el padre no es otro más que el tuyo ¿cuál es el problema?

-        Es que… ¡Es que…! Apenas y recién me estoy haciendo a la idea de que salí de un hombre, mi otro padre llega después de 11 años como si nada y…

-        Yo no he regresado “como si nada”, te recuerdo, hija, que me tomé el tiempo de conocerte y lo intento aún – se defendió el azabache

-        ¡NO QUIERO UN JODIDO HERMANO!

-        ¡Sellawk! ¡Por favor, compórtate!

-        ¿¡Que me comporte!? ¿Por qué no se comportan ustedes más bien?

-        Sella, te guste o no, vas a tener un hermano y lo vas a tener que querer porque…

-        ¡Suficiente! ¡HAGAN LO QUE SE LES PLAZCA!

 

Y salió de la cocina corriendo, segundos después, se escuchó la puerta principal abrirse y cerrarse de golpe. Shanks se sentó de golpe en una de las sillas, sin saber que hacer. Ya hasta se habían olvidado de su discusión.

 

-        Esta celosa, se le nota – sentenció Mihawk, rompiendo el hielo

 

El pelirrojo permaneció en silencio, triste e intentando asimilar lo que le había dicho su pareja.

 

-        Shanks ¿Estás bien?

-        ¿Por qué el mundo se esmera en hacerme la vida dificil?

 

Mihawk jaló su silla y se sentó al lado de Shanks, tomó su mano y dejó que se recostara sobre su cuerpo.

 

-        Lo aceptará, te lo aseguro, esos celos son normales

-        ¿Son normales?

-        Sí. Dejemos que lo medite, ya verás

-        Por cierto… lo que estábamos hablando…

-        No importa

 

Pero Shanks sabía que sí importaba, pero ganas de debatir en ese preciso momento, no tenía. En vez de eso, le llegó un mensaje a su celular, que revisó de inmediato.

Señor Akagami, Sellawk está conmigo, no se preocupe. Ah, y felicidades a usted y su pareja por el nuevo bebé… no le diga a Sella que escribí eso xD saludos

Sonrió aliviado por el mensaje.

 

-        ¿Quién es? – inquirió algo dudoso el de mirada miel

-        Es Martín, el amigo de infancia de Sellawk

-        No me agrada ese muchacho

-        Mihawk… ni siquiera lo conoces

-        Seguro quiere algo con mi hija

-        Es broma ¿verdad?

-        No, huele a peligro porque… ¿por qué tendría él que consolar a mi hija? Es más, mejor dime dónde vive, traeré a mi hija aquí de nuevo

-        No te pases, se conocen desde que estaban en kínder, por favor, vive un par de pisos arriba

-        ¿Vive en este edificio?

-        Sí, se conocieron cuando Sellawk cumplió 3 y decidí hacerle su fiesta de cumpleaños, invité a todos los amiguitos del edificio y luego resultó que asistieron al mismo kínder ese año, prácticamente son como hermanos

-        ¿Y vive solo?

-        No… - Shanks se puso un poco nervioso

-        ¿No? – Mihawk se dio cuenta de inmediato – ¿Con quién vive?

-        Con su tía, sus padres fallecieron en un accidente cuando tenía un año

 

Hubo un silencio incómodo por un rato.

 

-        Es una pena, pero ¿esa tía es de fiar?

-        Daha… haha… - el pelirrojo desvió la mirada – claro, es una mujer… muy… cariñosa

-        ¿Cariñosa en qué sentido?

-        Cariñosa, Mihawk, es amable… además, prepara unos postres exquisitos – sonrió al recordar

-        Hablas como si los hubieras probado

-        ¡Por supuesto! Ella me traía kekes de todo tipo a diario, hasta pensé en ella como… como… – se calló al haberse revelado

-        ¿Cómo… qué? – Mihawk ya se las olía, Shanks era poco discreto cuando sabias llevar la conversación

-        Nada, olvidemos esta conversación

-        No, Shanks, se supone que en la pareja debe haber confianza

 

El pelirrojo suspiró, rendido.

 

-        La señorita Taylor, como me refería a ella, digamos que… se hechizó conmigo, siempre lo decía, no es una mujer escrupulosa, de hecho, es valiente y se propuso conquistarme – rió ante aquel lejano hecho – “Señor Akagami” o “Mi querido Shanks” era así como siempre me llamaba, todas las señoras y adolescentes del edificio estaban al tanto, ¿podrías creerlo? Enserio lo intentó… mi vida, durante ese periodo, parecía una serie de comedia estadounidense, si se moría alguna mascota, me invitaban, si había algún baby shower, me invitaban, si se reunían para tomar el té, me invitaban… ni qué decir de los cumpleaños dahahaha – dejó de reír al ver la tenebrosa cara del azabache – pero antes que todo, yo era padre, y como todos llevaban a sus hijitos, Sellawk quería ir a jugar, tal vez ella no era consciente de la situación… en una de esas, prácticamente me encerraron con la señorita Taylor en la cocina… cuando las mujeres hacen equipo, hay que tener cuidado. ¿Sabes? tanto era la situación, que estuve a punto de aceptarla como madrastra de Sella… después de todo, Martin y ella eran como hermanos

-        ¿Qué paso? – Mihawk lo entendía, pero agradecía que no hubiera sido así

-        En última instancia, Sellawk la rechazó como “madre”… es decir, la quería, pero no toleraba compartir mi cariño con nadie más

-        Así que siempre ha sido así, celosa

-        Tuvo a quien sacar – le miró, acusatoriamente

-        Yo no soy celoso

 

El menor rodó los ojos, era más que obvio que Mihawk era celoso y encima, posesivo.

 

-        Ahora no solo me desagrada ese tal Martin, sino también la tía que vive con él

-        Por favor, eso fue hace años, ahora vivo en paz y sin ser acosado por mujeres

-        ¿Cuántos pretendientes tuviste durante todo este tiempo?

-        Uh… la lista es taaaan larga – bromeó

-        Hablo en serio, Shanks

-        No lo sé, no me tomé el trabajo de contarlos… además no me digas que tú no tuviste algunas parejas durante este tiempo

 

Los ojos dorados del azabache se desviaron hacia un punto perdido de la cocina.

 

-        No es cierto ¿Nadie estuvo detrás de ti? – inquirió el pelirrojo, sorprendido

-        Hubo mujeres, supongo arribistas, algunos jovencitos de igual manera… pero, nunca funcionó más de una semana, o se aburrían, o yo lo hacía… Shanks ¿no te aburro?

-        Dahahaha Uno se aburre porque quiere… ¿y yo? ¿no te aburro?

-        No claro que no ¿cómo podrías aburrirme? – se sonrojó un poco – es decir… tú eres tan… tú

-        Lo entiendo – le dio un beso, dulcemente, hasta que sintió una de las manos del mayor acariciarle de más – Mihawk… lo hicimos hace un rato

-        Lo sé, pero… déjame acariciarte un poco

 

Shanks se dejó hacer, su pareja lo mimaba de vez en cuando, en silencio, sabía que Mihawk era de pocas palabras, serio y reservado. Que le demostrara su afecto era, prácticamente, un lujo, y Shanks lo valoraba, lo entendía y bromeaba con eso a menudo, supongo que su chispa, esa chispa tan propia de él, era poco común… y lograba encender la vida de Mihawk.

 

 

 

*****.*****

(Domingo)

 

-        Cálmate Sanji-san – Robin lo sostenía de los hombros para evitar que el rubio se alterara mucho – no es bueno para los bebés

-        Pero es que… no puede ser… Robin-chan – suplicó con una penosa mueca

-        Dime, Sanji-san ¿tienes algún inconveniente con tener gemelos?

 

El rubio negó con la cabeza, mirando el suelo.

 

-        Pero ¿Y si es riesgoso?

-        Puede ser, aunque con un control debido todo saldrá bien ¿estás yendo a las clases de psicoprofilaxis?

 

Sanji asintió a modo de respuesta.

 

-        Entonces tranquilo, ahora deberás hacerte chequeo cada mes, será crucial

-        Robin-chan

-        Dime

-        No se lo digas al marimo

-        ¿Mn?

-        A Zoro – tragó saliva, pensando en su peli verde pareja – finjamos que solo es uno

-        ¿A qué se debe eso Sanji-san?

-        Tengo que encontrar… una mejor manera de decírselo

 

Las últimas semanas había visto a Zoro más cansado y preocupado que nunca, siendo despertado de madrugada tempestivamente y atendiéndolo en todos los ámbitos; sin quejarse o hacer alusión alguna a su rellenita manera de estar, seguía tocándolo y haciéndolo sentir deseado como siempre, claro que había posiciones imposibles dado el estado… hasta en eso se fijaba y era a su manera cuidadoso. Y aunque le pesara, debía admitir que Zoro hacía su mejor esfuerzo en el proceso, inclusive jamás se hubiera imaginado al marimo yendo a charlas y clases de preparación para futuros padres… sin embargo lo hacía, y eso tenía que ameritárselo, por muy cabezota e idiota que parezca la mayoría de veces.

 

-        No quiero darle más preocupaciones

-        Entiendo, pero… tiene derecho a saberlo

-        Lo sé Robin-chan… se lo diré pero mientras… que sea secreto

-        Está bien

-        Por cierto, ¿son dos damas o dos varones? – inquirió entusiasmado

-        Están en una posición complicada, como vez – le señaló donde estarían los sexos de los bebés – se cubren entre ellos, están muy encorvados al lado

 

Sanji miraba curioso las demás partes que Robin le explicaba, veía ambas cabecitas a duras penas.

 

-        Y… ¿no podemos saber cuál es el color de sus cabellos?

-        Fufufufufu no… lo siento, eso se sabrá cuando nazcan

-        Ok

-        Mira, esas son sus piernas…

 

Sanji sonrió maravillado y se miró el vientre una vez más. Hasta que la puerta se abrió y entró Zoro con un par de botellas de agua mineral, el rubio se tensó un poco por la noticia reciente y recibió en silencio la botella que le ofrecía el peli verde.

 

-        Te tardaste, marimo

-        No pude encontrar el consultorio, todas las puertas son blancas

 

Robin rió levemente y siguió paseando el transductor.

 

-        Y… ¿ya saben cuál es el sexo del bebé? – inquirió Zoro, intentando no parecer emocionado

-        Err… pues… – Sanji miró a Robin, buscando apoyo

-        Como podrá ver, señor Roronoa – le señaló justo en donde deberían identificarse los sexos de los bebés – no se puede determinar ya que su bebé está en una posición algo complicada

 

Zoro enarcó una ceja mirando la pantalla, Sanji hasta sudó frío mientras su pareja escrutaba las imágenes, temía que se diera cuenta de algo.

 

-        Ya veo, es decir ¿no lo sabremos hasta el nacimiento?

-        Muy probable que así sea, pero les recomiendo que vayan escogiendo al menos cuatro nombres, dos de varón y dos de dama – afirmó la azabache mirando a Sanji

-        ¿Por qué cuatro?

-        Porque la mayoría de bebés llevan dos nombres… es una sugerencia, nada más

-        Está bien – a Zoro le pareció extraño que Sanji estuviera tan callado – entonces, ¿nuestro bebé no tendrá complicaciones?

-        Se supone que no, se le ve saludable, pero ahora en adelante deberán tener un poco más de cuidado, estamos entrando a una etapa crucial del desarrollo, recuerden que a los 7 u 8 meses se realizará la cesárea para incubarlo y evitar daños mayores, Sanji sabrá cuando los bebés clamen por salir

-        ¿Los?

 

Sanji miró nervioso a su pareja y Robin optó por sonreír.

 

-        Disculpen, “el”bebé, es que atendí a una pareja que tendría gemelos hace poco

-        Ok

-        Bueno, eso es todo, sigan viniendo a las clases de preparación y tomen los cuidados respectivos

 

Se despidieron de Robin y salieron del consultorio.

 

 

(PLAY SONG)

Sanji recordó con algo de culpa lo que había sucedido en el consultorio del hospital, se debatía si ya era momento de decírselo al moreno, o todavía debía esperar… miró de soslayo a Zoro, muy sonrojado, había aceptado ir de compras con él, comprarían cosas para el bebé aunque no supieran si iba a ser varón o dama.

 

-        Bien, cejas de sushi ¿por dónde comenzamos?

-        Y dale con eso – reprochó el rubio – no lo sé ¿biberones?

 

Finalmente, Zoro estacionó el auto en el centro comercial, por si en caso compraran algo muy grande, tendrían cómo transportarlo. Bajaron y trazaron su ruta. La primera parada sería una baby shop de accesorios.

Sanji evaluaba minuciosamente los diferentes modelitos de biberones, debía escoger algunos que sean unisex, porque no sabía si los bebés serían varones o damas. Pero torció la mueca cuando vio a Zoro escogiendo de entre la sección para varones, biberones con carritos o espadas.

 

-        ¿Qué haces marimo? ¿Asumes que el bebé será varón?

-        Si es mujer, le enseñaré kendo, probablemente le guste las cosas para varones también

-        ¡Eres imprudente! ¡A una dama se la trata con cuidado! Mejor escojamos unos cuantos de los biberones unisex

-        Tch

-        ¡No reniegues!

 

Escogieron unos cuantos de color verde y amarillo. Sanji se excusó diciendo que estaba bien tener biberones de repuesto.

Nuevamente, el rubio miraba minuciosamente los platitos y cucharitas, pero Zoro ya había llenado la canasta de algunos cuantos. ¿Por qué el marimo era tan despreocupado?

Al final salieron de la tienda con varias cosas entre pañales, platos, biberones, baberos, etc. Sanji se metió a otra tienda mientras Zoro iba a dejar lo comprado en el carro, definitivamente, él debía escoger todo, el marimo era sólo para ayudar a cargar las bolsas.

Se distrajo con unos conjuntos amarillos, color unisex, se imaginó a sus bebés así y sonrió levemente. Aunque si sacaban cabello de alga… “No, por favor no” pensó divertido. Hasta que vio a su pareja caminando por todos lados, buscando, lo observó por un momento… Zoro era apuesto, serio, vago, estúpido, perdido, mongol y todo lo que él le decía, pero tenía lo propio y además… era un hombre de palabra, Sanji jamás se imaginó en una situación así, embarazado y con un hombre como Zoro. Siempre pensó que se casaría con una bella chica. Aunque… no estaba mal, se dijo, de hecho estaba muy bien…  definitivamente no estaba mal… “Podría estar peor” se convenció, tratando de ser orgulloso.

 

-        ¡Oi! ¡Marimo! – le llamó, no quería buscarlo y perder media mañana si es que se perdía

 

Una vez dentro, empezaron a escoger.

 

-        Quiero cosplays de pokemon para el bebé

-        Marimo, por favor, no seas tan infantil

-        No soy infantil, se vería genial

-        Lo que sea que escojas, compra dos por favor

-        ¿Por qué dos?

 

Sanji se crispó, “Rayos” intentó calmarse.

 

-        De repuesto, ya sabes

-        No es necesario

-        ¡Compra dos! O lo vas a lamentar

-        ¿A sí? ¿qué tan peligroso puede ser un hombre embarazado? – le retó con la mirada

-        Te quedas sin sexo por un año entero

 

El peli verde tragó en seco, eso era golpe bajo. Así que mejor hizo caso al rubio, al menos en ese aspecto.

Al rato, escuchó un ligero escándalo en una de las esquinas de la tienda, por curiosidad fue a asomarse, y se sorprendió:

 

-        Yo lo vi primero

-        No, yo fui más rápido y lo tomé

-        Amigo, créeme, no quieres meterte conmigo

-        Ni tú tampoco

 

Zoro y un hombre de cabello castaño ondulado largo y barba se habían sujetado de los cuellos de sus camisas, mirándose furiosos.

 

-        ¿Qué sucede? – inquirió a una de las mujeres que allí hacían

-        Se están peleando por el body con estampas – le señaló la prenda, ya tirada en el suelo

 

¿Era enserio? ¿Tanta fascinación causaba en los hombres ese bendito body con dibujito de samurái?

De pronto, empezaron a querer patearse, por lo que la seguridad de la tienda tuvo que intervenir ¿era posible? ¡Ninguna salida con el marimo era normal!

 

-        ¡Zoro! ¡Por favor!

 

Ni caso, se tumbaron el estante de baberos de una sola, antes de caer sobre este, intentaron tirarse un par de chupones que rodaron, Sanji iba a matar a su pareja, porque no solo armaba alboroto, sino que le hacía quedar mal frente a tantas damiselas.

 

-        ¡Shunsui! ¡Detente por favor! – de inmediato, el contrincante de Zoro se detuvo, recibiendo de lleno en la cara un mordedor, lanzado por el peli verde

-        ¡Pero Jushiro mi amor! ¡Quiero ese body para nuestro pequeño! – hizo un puchero que dejó desconcertado a todos, tamaño hombre con mañas de niño, porque el tipo era bastante corpulento

 

Toda la atención se desvió a un hombre también en espera, probablemente más avanzada que la espera de Sanji. Algunas mujeres se sonrojaron al verlo, guapo, ojos verdes, el cabello blanco y largo, era uno de esos chicos que te les quedabas mirando embobado.

 

-        Sanji, atrápalo – Zoro le lanzó el body de la discordia al rubio, casi sin inmutarse

-        Serás… - observó la dichosa prenda con parsimonia

-        Pueden quedárselo – le hablo el peli blanco a Sanji, sonriéndole – mi esposo es algo exagerado

-        Pero… pero… pero Jushiro… – intentó protestar el castaño

-        Shunsui, cariño, no es para tanto, vámonos ¿sí? – se volteó, coqueteándole a su esposo y fue hacia la recepción antes, para disculparse

-        ¡Voy contigo! ¡Espérame mi vida, cosita de mis sueños, angelito de mis cielos! – corrió el corpulento hombre con corazones en los ojos, directo a abrazar y llenar de besos al peli blanco, que parecía estar más que acostumbrado al peculiar trato de su marido, habría de tener mucha paciencia seguro

 

Algunas mujeres se quedaron susurrando luego del barullo.

 

-        Oiga debe reparar el desastre que causó – le habló la encargada al peli verde - ¡OIGA! ¡JOVEN NO HULLA!

 

Pero Zoro, para librarse, tomó a Sanji entre sus brazos y salió corriendo como bala, Sanji sólo miraba sorprendido cómo se alejaban de la tienda y esquivaban un par de farolas, mientras los encargados de la tienda dejaban de intentar alcanzarlos.

Una vez libres, Sanji se soltó y siguió caminando, pisando fuerte, enojado.

 

-        ¿Y ahora qué te pasa cejillas? Oe… ¡Sanji!

 

Por unos minutos, Zoro no hizo nada más que seguir al rubio, para no perderse.

 

-        Oye… ¿qué te sucede? – finalmente, lo haló del brazo, tratando de no ser brusco

-        ¿Qué me pasa? ¡Es que… no es posible que hayas hecho eso!

-        ¿Hacer qué?

-        ¡El escándalo! Es decir, no puedo ir a comprar nada a ningún lado porque siempre pasa algo, luego llega ese hombre que pareciera salido de un cuento de hadas y todos le prestan atención, inclusive tú, marimo estúpido desconsiderado idiota tonto – empezó a golpearlo en el pecho

-        ¿Qué? – azuzó, incrédulo - ¿hablas del pelo de nieve? ¿Cuándo le he prestado atención? ¡Ni siquiera escuché lo que dijo!

-        ¡Sí le prestaste atención por tres segundos! ¡Yo los conté!

 

Zoro se preguntó… “¿Qué onda con el cejillas?” y entonces recordó, que se ponía inseguro con facilidad, probablemente estaría celoso o algo por el estilo, y al peli verde le pareció una reverenda tontería, ya ni se acordaba del que Sanji hacía referencia, Zoro no era como la mayoría.

 

-        ¡Demonios Sanji!

 

Le sostuvo las manos y lo acorraló contra un mural que promocionaba chocolates, acechándolo y mirándolo fijamente, sabía que eso derretía al rubio.

 

-        ¿Sabes, cejas de espiral? A veces te pones histérico por las puras

-        ¿¡Cómo te atreves!?

-        Lo digo enserio – sentenció – no te puedes poner celoso de todo, por favor

-        Es que… todos se le quedaron mirando y…

-        Y nada – se acercó más, mirándole profuso de decisión – a mí sólo me gusta Sanji, el cejitas de sushi, el buen cocinero pervertido e histérico

 

El rubio se sonrojó hasta las orejas y, lentamente, se abrazó como koala al peli verde, ocultando su rostro avergonzado. Zoro sonrió con superioridad, “Este Sanji bipolar…” pensó con sorna, no era algo propio del rubio pero era probable que esté más sensible que antes, se le ocurrieron un par de frases para fastidiarlo, pero se contuvo, mejor no regar el momento. A pesar que el bulto unas palmas más abajo era impedimento para estrecharlo entre sus brazos con fuerza, lo asió con cuidado y se sentó en una de las bancas, esperando que Sanji se calmase, lanzando unas cuantas miradas asesinas a los que pasaban mirándoles raro.

Una vez listos, fueron a una tienda exclusiva de cochecitos, andadores y cunas.

 

-        Este me gusta – dijo Sanji, rodeando una cuna finamente labrada, muy bonita

-        Lo llevaremos entonces

-        Sí pero… llevemos dos

-        ¿Otra vez con eso? Te lo creo de la ropa y los accesorios, pero ¿de la cuna?

-        ¡Yo lo decía porque…! Pues porque… - intentó no parecer muy nervioso – porque ¿qué tal si lo rompe jugando?

-        ¿Ah?

 

Zoro se quedó analizando por unos segundos, y luego asintió. “¿En serio Zoro? ¿Te la creíste…?” pensó curioso, agradecía que el peli verde fuera así de vez en cuando.

 

-        Definitivamente, este – dijo Zoro, mirando un coche muy varonil

-        ¿Y si es niña?

-        Igual le gustará

 

Sanji rodó los ojos, al parecer Zoro quería un varón, por esa manía de entrenarlo y tener su mini discípulo ¿tanto le gustaba esa idea?

 

-        Está bien, llevemos ese coche y el otro lo escojo yo

-        ¿Por qué quieres dos de todo lo que compremos?

-        Ya te lo dije, marimo, además, el coche es más susceptible a romperse, deberíamos comprar cuatro

-        Si se rompen ambos ya vendré a comprar uno yo, no va a caber todo en el auto

 

Un poco regañoso, el rubio aceptó. Lo mismo con los andadores, Zoro escogía unos bien varoniles y Sanji era el que imponía los unisex, todo ese temita de que venían dos y no saber el sexo lo estaba estresando.

Tal vez, Sanji debería decírselo a Zoro.

 

-        Sanji, vamos a almorzar antes de seguir – le dijo cuando llevaron las cunas y los coches comprados al auto – necesito reponer fuerzas cejitas

 

O tal vez no. Tal vez debería esperar un poco más.

 

 

 

****.****

 

-        Ffuffuffuffuffu~ mira Croco-chan le compraré a nuestra niña este lentes, se verá idéntica a su papi ffuffuffu

-        ¿¡Y que parezca una pervertida desde pequeña!? ¡Jamás!

-        Eso me dolió, yo no parezco un pervertido

-        No, no pareces, lo eres

 

El par discutía en plena tienda de accesorios, como toda pareja, habían salido de compras para la bebé.

 

-        ¿Por qué eres así? – dijo el rubio con un puchero

-        Así me conociste, además, toda esta situación no estaba planificada

 

Un par de mujeres pasaron al lado de Sir Crocodile, coqueteándole un poco, el hombre siempre se vestía muy elegante, y con su semblante serio y de hombre soberbio, atraía mujeres por doquier, siempre tuvo que lidiar con eso. Doflamingo les dedicó una mueca tan tenebrosa que las espantó en menos de lo que canta un gallo.

 

-        Detesto que esas mujeres siempre te coqueteen – admitió el rubio – ¿Por qué eres tan elegante Croco-chan?

-        ¿Y tú por qué eres tan huachafo? Creo que la pregunta se explica sola

-        ¿¡Huachafo!? Tienes que estar afectado por el embarazo, sí sabes que soy dueño de una agencia de ropa ¿verdad? ¡Yo soy un hombre fashion! ¡Glamuroso!

-        ¡Já! Deberías leer las revistas Vogue más seguido

-        ¿¡Qué!? ¿¡Vogue me ha criticado en alguna de sus páginas!?

 

Sir Crocodile sólo soltó una burlesca carcajada antes de llenar un biberón en la canastita, le divertía ver a Doflamingo pensativo, sí, ya lo había dejado más que picado con ese tema. Al menos así se distraía y se olvidaba de comprarle lentes a su bebé.

 

-        Croco-chan, ya lo he decidido, nuestra hija será la modelo principal de la línea de ropas para bebé que sacaré

-        ¿Qué?

-        Sí, yo diseñaré ropa para nuestra bebé, usará ropa exclusiva desde recién nacida ffuffuffuffuffu

-        ¡No quiero paparazzis en la casa!

-        Pero si ya todos lo saben, ffuffuffu… será una de los bebés más esperados del año, Inclusive pasé la voz a Mario Testino para la sesión de fotos…

 

Le lanzó un capote, ¿será posible? Ya habían conversado el tema antes, si bien Doflamingo era famoso, no quería que la prensa estuviera detrás de la recién nacida, porque ser hijo de un famoso era complicado desde pequeño… y Crocodile lo sabía de sobra, no quería lo mismo para su hija.

 

-        Eres imposible, Doflamingo

-        ¿Cuál es el problema? ¡Cuántas chicas no darían por tener lo que nuestra Hana tendrá! Un padre famoso, una madre adorable, una marca de ropas que heredará…

-        ¡Vuélveme a decir “madre” y te partiré la ostia!

-        ¡Cálmate Croco-chan! Ffuffuffuffu~ yo hubiera querido que mi padre fuera famoso

-        No sabes lo que son… los acosos, las expectativas, las preguntas, los itinerarios, tener privacidad es algo imposible

-        Parece que sabes del tema Croco-chan

-        Te olvidas que mi padre fue uno de los mejores actores de su época

-        Oh… mi suegro… el gran Sir Damian… ganador de tantos Oscar y reconocimientos… descanse en paz

-        No quiero eso para la bebé, Doflamingo, que os quede claro

 

De pronto, se distrajeron con un par de chicos que pasaban justo delante de ambos, pero del otro lado de la vitrina, en las aceras.

 

-        Ffuffuffuffuffuffu~ a Law no le va a gustar esto

-        ¿Por qué? ¿Con quién está Luffy?

-        Si no me equivoco, es su ex – Doflamingo sacó su celular, marcando el número de su hijo adoptivo

 

****.****

 

Sabo y Luffy caminaban por las calles del centro de Grand Line, mientras comían un helado, el par sólo platicaba acerca de sus nuevas vivencias y cómo la estaban pasando con sus respectivos.

 

-        A mí me gusta Torao, pero a veces se preocupa mucho por las cuentas y me dice que debería dejar de comer tanto, creo que lo que le falta es relajarse

-        ¿Tienen sexo a menudo? – inquirió Sabo pícaramente al ver a Luffy sonrojarse

-        Pues sí…

-        A ya veo, en mi caso, Ace se relaja bastante teniendo sexo, así que… si ustedes lo hacen a menudo y aun así Law-san sigue estresado, tiene algo más

-        ¿Cómo qué podría ser?

-        Ni idea

 

De improviso, entraron a una tienda para bebés.

 

-        Me gustan los juguetes para bebés, quisiera comprarle todo al mío

-        ¿Sabes si va a ser varón o dama? Depende de eso qué tipo de juguetes le compras

-        Pues no ¿tú sabes?

-        Varón, será varón según las predicciones del señor Roger, dice que lo presiente en las venas

-        Shishishishi así que no lo sabes

-        No, pero Ace también dice que será varón, así que… estamos comprando todo para varón, la verdad, yo también presiento que será varón

-        ¡Oh! ¡Yo quisiera predecirlo también!

-        ¿Law-san no te ha dicho qué le gustaría?

-        No – hizo un puchero – le da igual, siempre dice eso

-        Jajaja al parecer él es así

-        Sí, qué se le hace

 

Ambos escogieron unos baberos color azul, y unos cuantos chupones, iban a llevarlos.

 

-        Oye Luffy, ¿no has pensado en ir a  clases de preparación? Ya sabes…

-        ¡Sí, mi compañero Sanji está yendo a algunas! Pero Torao no quiere ir

-        Le debe dar pena hahaha

-        Igual me inscribiré a la misma de Sanji, para no estar solo, además, me enteré que Shanks también está en lo mismo

-        ¿Shanks está en cinta de nuevo?

-        Si shishishishi Oye Sabo ¿tú irás?

-        Ace me va a obligar hahaha ¿nos inscribimos?

-        ¡Por supuesto! ¿Puede ser en el mismo de Sanji y Shanks?

-        ¿No están avanzados?

-        No, esa preparación es todo el año, repiten para los nuevos, no es como si fueran ejercicios muy difíciles, así me dijo Sanji

-        Ya veo… lo pensaré

 

Iban a entrar a un Starbucks pero algo los detuvo.

 

-        ¿¡Luffy!? ¿Por qué no me avisaste que salías con él?

-        Te lo dije, pero estabas ocupado con lo del trabajo y…

 

Law aparecía en escena, ni bien su padre adoptivo le había llamado, fue directo a buscar a su novio.

 

-        Hola Law-san

-        Nada de Law-san, ¿por qué invitaste a mi novio a salir?

-        Hum… somos hermanos jurados

-        Torao, estás exagerando

-        ¡Nada de eso!

-        ¿¡LUFFY!?

 

Todos voltearon a ver de quien era la voz que llamó a Luffy, y esta vez aparecía en escena la mamá del chico, junto con Dragon, estaban de compras. Al mayor de todos casi le da algo al ver el bulto en el vientre de su hijo. No, pensó que se había hecho a la idea pero no, le costó ver a su hijo así.

 

-        Vámonos, cariño – dijo Dragon, intentando no ver mucho a su hijo

-        ¿No vas a saludar a tu hijo siquiera? Te estas comportando tan o más crío que él

-        No me acostumbro a verlo así

-        ¡Exageras!

-        Espera ¿ese es el que lo preñó? – miró a Law, taladrándolo con la mirada

-        Pues sí, el yerno

 

Dragon fue directo hacia ellos, Sabo supo, que con esa mirada tenebrosa, no le esperaba nada bueno al oji gris.

 

-        ¿Papá? – llamó Luffy, sorprendido

-        Ahora no, niño irresponsable – fulminó al ojeroso – contigo quería hablar

-        ¿Mn? – Law se cruzó de brazos – ahora son la responsable familia, cuando todo este tiempo lo abandonaron a mi cuidado

 

Sabo tomó a Luffy del hombro y lo alejó un poco, por si acaso.

 

-        Si ya no me causas ninguna impresión a vista, menos con esa respuesta

-        No pretendía obtener aceptación, quieran o no, soy el padre de su futuro nieto

 

Dragon achinó los ojos.

 

-        Menudo chico en el que vino a fijarse mi hijo

-        Papá, Torao es buena persona

-        Para ti, hasta un corrupto es buena persona si te lo dice

 

Luffy hizo un puchero.

 

-        ¿Eso es todo, señor Monkey?

-        En verdad no te molesta guardar las apariencias ¿cierto?

-        Si a la familia de mi pareja no le gusto, no importa, me basta con gustarle a Luffy

 

Dragon no sabía si eso era positivo o negativo, el chico tenía carácter, probablemente eso le gustaba a su hijo, a Luffy no le gustaba los cobardes.

 

-        Papá…

-        Luffy, no me cae este chico, y probablemente sea la última persona en la que pensé que sería tu pareja, mucho menos el padre de mis nietos… pero, si estas feliz con eso, supongo que aunque yo te lo pida, no lo dejarías

-        Shishishishi no, claro que no

-        Señor Monkey…

-        Pero antes… esto va en nombre de mi padre

 

Dragon cogió una de las sillas de la cafetería del Starbucks, pues estaban prácticamente al frente, e intentó darle a Law con ella.

 

-        ¡Yo sabía que contigo nada iba a ser normal! ¡DRAGON, NO SEAS COMO UN CRÍO, POR DIOS!

 

La mujer, con vanos intentos, intentó calmar a su esposo. Aunque Law no se dejaba, también cogió una silla y la chocó como si fueran espadas, con su suegro. Luffy se sentó en la mesa contigua y por invitación de Sabo, pidieron café helado y empezaron a beber, mirando como esos dos luchaban.

 

-        Ya se van a calmar, shishishishi

-        Sí, espero

 

Esta vez, la seguridad del lugar fue a ver qué tanto escándalo hacían frente al Stabucks. Pero Law y Dragon eran fuertes, no se los podían tumbar tan fácilmente.

 

-        Doflamingo, eres un maldito metiche, si no es Rocinante, eres tú, pero siempre sus chismes causan problemas – azuzó Sir Crocodile, mirando la escena desde lejos, comiendo palomita

-        Hummm se suponía que el lío se armaría con el otro, no con el padre… ffuffuffuffu… bueno, no es lo que esperaba, pero estoy satisfecho – dijo con una ladina sonrisa

 

 

 

****.****

 

Ya era de noche, y a eso de las siete, Sellawk llegaba, había cavilado las cosas y, literalmente, la situación no tenía remedio, ese hermanito iba a nacer sí o sí… así que… ¿por qué complicarle más las cosas a su embarazado papi? Aunque tampoco podía tomárselo muy bien de buenas a primeras, pero lo intentaría.

Cuando entró, sus padres discutían en la sala.

 

-        ¿Qué clase de nombre es Amadeus Alastair Wolfgang Randolph? ¿Quieres frustrarle la infancia a nuestro hijo?

-        Todos esos nombres son legendarios, elegantes, merece llevar los custro juntos, mi hijo será un Dracule digno

-        Ya no estamos en el siglo XVIII, esto es Japón 2017, por favor

 

Sellawk suspiró, seguro debatían el nombre de su hermano. Examinó el bulto ahí abajo que tenía su pelirrojo padre, sí, ahí crecía el pequeño que le quitaría el trono en el corazón de Shanks.

 

-        Me agrada Amadeus pero por favor, ni lo piensen con Wolfgang, me da nauseas de solo escucharlo

 

El par de padres de inmediato la miraron, aliviados de verla, prácticamente había desaparecido todo el día.

 

-        Usted, señorita, se ha ido sin avisar y regresa a estas horas ¿cree que son conductas adecuadas? – dijo Shanks, con una mano en cada cadera reprochándole

-        No empecemos con lo de conductas apropiadas, papi, puede que no salgas muy airoso del todo

-        Al parecer ya estás más calmada, Sellawk

-        Lo he meditado todo mejor, papá

 

Sellawk ya hacía diferencias cuando se dirigía a sus dos padres, a Shanks le decía “papi”, y a Mihawk “papá” o “padre”.  Fue a la cocina y sacó un tarrito de leche de soya antes de ir a sentarse en el sillón en frente de ellos.

 

-        Miren, no es fácil, pero intentaré aceptar a ese hermano que viene, aunque no me pidan milagros, sólo… - bebió de su latita – sólo no hagan de todo esto un circo ¿ok?

-        ¿Circo?

-        Papi, sabes perfectamente a lo que me refiero

 

Sí, ya lo sabía, cuando una de las mujeres del edificio salía embarazada, todas eran muy escandalosas con las celebraciones y los preparativos para la llegada del bebé. Ah… y el baby shower.

 

-        ¿No quieres un baby shower para tu hermano? – inquirió Shanks, divertido

-        ¡Por supuesto que no! O al menos no como los que conozco… por ejemplo el Príncipe George no tuvo uno… no son necesarios

 

Sí, los baby shower a los que había asistido Sellawk eran… escandalosos, ridículos y… vergonzosos.

 

-        Bueno, no pensábamos hacer uno de igual manera – habló Mihawk, cruzado de brazos

-        ¿Ah no? – soltó Shanks, apenado

-        No, no habrá ninguno – Mihawk recordaba los pocos que tuvieron sus primas, y no le agradaban – Amadeus no necesita de esas cosas

-        ¿¡Por qué asumes que lo llamaremos así!? ¡Fitzwilliam se llamará!

-        ¿Y Fitzwilliam por qué? – inquirió Sellawk

-        ¡Por el de Orgullo & Prejuicio! ¿No sería romántico?

 

Padre e hija de mirada miel rodaron los ojos, esto de escoger el nombre era un dolor en… ya saben dónde.

 

-        Estoy pensando – empezó Mihawk – en que este departamento es muy pequeño para criar a un niño

-        Yo me crié aquí – debatió la chica

-        Tu eres una dama, los niños son más agresivos… mientras tu jugabas con muñecas, los niños correteaban por doquier... necesitaremos un lugar más amplio

-        Mihawk, ¿tienes idea de cuánto me costó este departamento? – espetó Shanks, incómodo

-        Piensa en nuestro hijo

-        ¿Y qué opción tienes, papá? – preguntó la pelirroja

-        Nos mudaremos a mi mansión, Shanks, ¿la recuerdas?

 

El pelirrojo pintó sus mejillas de carmín, sí recordaba la mansión del azabache, hacía años que había estado ahí, por invitación del azabache.

 

-        Ya… ¿ya es tuya? ¿no era de tu familia?

-        Hace unos cuantos años la pasaron a mi nombre, nadie la habitaba, cortesía de mi padre, supongo

-        ¿¡Tenemos una mansión!? – Sellawk no cabía en su asombro – ¡Haberlo dicho antes! ¿Cuándo nos mudamos? ¡Seré como las princesas de la realeza con mi mansión!

 

Ambos la miraron subir las escaleras, gritando, luego se vieron a la vez y suspiraron. Quién entendía a una chica…

 

-        Bueno, Mihawk, ya vuelvo – susurró en el oído del otro, coquetamente

-        No te tardes

-        No lo haré – le guiñó un ojo

 

 

Iría a comprar al supermercado los insumos para la cena, así que sólo alistó una pequeña canastita, tenía todo en la despensa, pero había algunas cosas que se necesitaban frescas.

Shanks sonreía a las personas que lo miraban extraño, ya que no se había tomado la molestia de disimular su estado, y era evidente que ese bulto en su vientre no era por gordura. Un par de niñas le preguntaron si había bebé, a lo que él respondió afirmativamente, dejándolas tocarle.

 

-        No has cambiado nada, Akagami – escuchó la voz de Smoker cerca

-        Ha… Hola, oye, lo del otro día, mi pareja es un poco celoso y…

-        No te preocupes, yo lo provoqué, me sorprende que no haya pasado a puños eso

-        Dahahaha sería el colmo… y… ¿Y tu chica?

-        En casa, no la dejo salir en su estado, ella va más tiempo que tú en cinta, así que… bueno, yo hago las cosas pesadas

-        Ya veo

-        ¿Tu esposo no te acompaña siquiera?

 

Empezaron a caminar juntos por la sección de verduras.

 

-        No, es que… bueno, yo aún puedo salir de compras dahahaha

-        Si yo fuera él, te cuidaría más y no te dejaría ir a ningún lado a solas

 

Shanks se sintió nervioso de improviso, esperaba que ese sea el trato normal del peli gris y no una especie de coqueteo.

 

-        Smoker… ¿Estás coqueteando? Espero que no sea así

-        No, tengo mi chica, pero tengo que admitir que… verte nervioso es algo muy grato de apreciar

-        ¡Serás!

-        Jajajaja es bueno verte sentar cabeza, cuando te conocí…

-        Eso quedó en el pasado, ya no bebo… tanto

-        Pensé que dirías que no bebías… nada

-        Uno necesita sus tragos de relajo

-        ¿Bebes estando embarazado?

-        ¡No!... no soy tan inconsciente, bueno, tal vez un poquito, pero cuando no estaba pues…

-        ¿Tu pareja lo sabe? ¿Tu hija lo sabe?

-        No, por favor no, Sellawk nunca me vio borracho, ya no termino así… y Mihawk, mi pareja, cree que ya lo dejé del todo…pero sólo “he dejado de beber como antes”… nunca dije que había dejado de beber totalmente

-        Eso te traerá problemas con tu familia, si no se los cuentas

-        No tienen que enterarse

 

Al pasar por una de las refrigeradoras, Shanks la abrió y sacó una latita de cerveza light.

 

-        ¿Qué crees que haces, Akagami? – intentó quitarle la lata

-        Smoker… por favor, no me digas que Hina no bebe, sé que a ella le gusta los tragos elegantes

-        No que yo sepa, deja esa lata

-        ¿Por qué crees que vine al supermercado sólo? Dahaha no me tomo toda la lata, sólo menos de la mitad y luego la boto, pero si la pago

-        ¡Ni siquiera un sorbo, Akagami! No cambias

-        ¡Si he cambiado! Nadie es perfecto y yo tengo mis defectos

-        Antes de que me abandonaras en plena proposición de matrimonio yo sí pensaba que eras perfecto

 

Ambos se quedaron en silencio, hasta que Shanks decidió hablar.

 

-        Lo lamento, no estaba preparado, jamás fue mi intención hacerte sentir mal

-        Supongo que lo entendí, Shanks, pero fuiste bien hijo de puta, para qué mentir, mi familia te odió a morir

-        Y me merecía ese odio, tal vez nunca merezca su perdón

-        El mío lo conseguiste con el tiempo

-        Gracias, bueno, ya me voy a pagar a caja

 

Smoker negó al verlo abriendo la lata mientras caminaba, ese hombre no cambiaba en algunos aspectos.

Pero de pronto, un ruido poco común lo alertó, el grito de algunas personas lo alarmó y por curiosidad, fue a asomar; soltó su canasta de compras cuando, en el piso del sótano, justo al terminar la escalera, yacía Shanks tumbado.

 

-        ¿Qué demonios paso? – preguntó a una de las señoras

-        Se cayó, ni sé cómo, sólo lo vi resbalar de espaldas, protegiendo ese bulto en su panza, pero se golpeó la cabeza

 

Algunos se aglomeraron alrededor del pelirrojo, Smoker los apartó a todos y lo cargó, definitivamente tenía que llevarlo al hospital, pronto. ¿Cómo se lo comunicaba a su pareja? Pues no tenía idea, lo único que optó por hacer fue llevárselo en su auto.

 

-        Eres un estúpido, Akagami – le espetó, Shanks yacía desmayado en el asiento de atrás, a pesar de sonar brusco, estaba preocupado e intrigado

 

 

****.****

 

 

 

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Notas finales:

¿Les gustó alguno de los nombres que escogió Mihawk? xD ¿El que escogio Shanks? D: stos padres... e.e

Un par de cositas más, y ya se acercan los nacimientos ¬w¬…. necesito un tiempo para ordenar ideas, hay algunas cosas que quiero poner antes de los nacimientos, veré si encajan xD y entraremos a la recta final del fic supongo :s

 

Imágenes MISHA (*---*) – ZOSANLAWLUACESABO – y…. mientras encuentro más imágenes de doffycroc, les dejo el link de un dounjinshi hard XD SOLO APTO PARA MAYORES DE 18 HEEE!!! Y no apto para mentes inocentes e_e Es que ya no tengo imágenes T_T click aquí: DOFFYCROC DOUNJINSHI  créditos a sus respectivos autores y traductores, yo solo les paso la página :’v provecho para los simpatizantes de esta pareja :v

 

Shanks: ¿Ya se acaba el fic? T-T

Autora: No lo sé :l tal vez sí, tal vez no xD ¿qué más puede pasar luego de que nazcan los bebos? :’v

Sanji: Nuestras experiencias como padres DX

Autora: Pensé que no querías bebés con Zoro ¬w¬

Zoro: Admítelo cejas de sushi, te tengo loco e_é

Sanji: ¡No es eso! ¬///¬ lo hago por las damiselas, a ellas les gusta u///u si he de sacrificarme en nombre de ellas…

Shanks: A mí no me engañas >:D tú quieres más bebés con Zoro, así como yo con Mihi u//w//u

Mihawk: ¿Qué?

Shanks: ¡Pero qué haces tú aquí! ¡Esta es conversación privada!

Mihawk: No es privada si todo el mundo la está leyendo ¬ ¬

Luffy: Shishishishi yo solo quiero que el bebé venga con una tonelada de carne *¬*

Law: No, más bien vas a tener que cederle de tu carne para alimentarlo

Luffy: ¿Qué? ¡Entonces no tiene gracia tener bebé!

Autora: Luffy n.nU tú solo piensas en la carne…

 

Bueno, me voy hahaha :s espero que el episodio haya sido de su agrado, si tuvieran alguna queja, duda, sugerencia, crítica, comentario, corrección, saludito, etc, podéis dejarlo con toda confianza, los recibiré con cariño c:

Cuidense mucho ¿sí?

¡Nos vemos! Espero el siguiente domingo, sino, en los días posteriores…

 

 

Domingo 26 marzo 2017


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