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SÍ, SOMOS PADRES por The_dark_Duchess

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Notas del capitulo:

Holu :'D

Bueno, me queda anunciar que estamos en la recta final; apartir de est capítulo, al fic le quedan dos o tres capitulos a lo mucho, dependiendo de cuanto espacio ocupe relatar lo poco que falta xD que más que nada son siuaciones parecidas a la que estáis a punto de leer, porque bien pude haberla cortado cuando todos los bebos nacieron :v pero dudo que vuelva a hacer un fic parecido a este en muuuuch tiempo, así que quise sacarle todo el jugo xD.

¿Quieren saber cómo luce Sella?= IMAGEN 1  -  IMAGEN 2  -  IMAGEN 3  -  IMAGEN 4

Y la vida diaria de Sella y Arcturus en la escuela :'v : IMAGEN 5

Sin más preámbulos, nos vemos abajo.

Capítulo 18:

 

 

“Se pasaron de la raya”

 

 

 

***.***.***

(4 años después)

 

 

 

En cuatro años habían pasado muchas cosas, entre ellas, quizá deba mencionar que todas las parejas involucradas en esta historia contrajeron nupcias; hubiera sido maravilloso narrar cada una de ellas, pero lamentablemente, los detalles de ninguna eran el tema principal del capítulo de hoy.  Tal vez cabe mencionar que la boda de la pareja Dracule-Akagami fue el último de todos, hacía solo unos cinco meses, sobre todo porque Shanks era un nervioso empedernido que siempre encontraba excusa para retrasar la fecha; quién pensaría que una vez tuviera el anillo de casado, andaría enseñándoselo a todo mundo, orgulloso de estar… casado, obviamente, la pesadilla de muchos hombres.

 

Pero en fin, en este tiempo, la mayoría había regresado a sus trabajos, dado el hecho de que los pequeños ya empezaban a ir al kínder o al jardín, pronto a la escuela, así que ahora podían ocupar la mitad de su día en otras actividades.

 

Shanks había vuelto a trabajar al área correspondiente al igual que Sanji; Zoro había conseguido un ascenso, así que el par de esposos solía hacer un lío algunas veces porque Sanji tenía problemas con la jerarquía, líos que muchas veces terminaban siendo resueltos en privado en alguno de los baños o lugares privados del edificio; en la empresa tenían fama de desvergonzados; Zoro le echaba a la culpa a los ‘gritos’ de Sanji cada vez que ‘resolvían’ sus diferencias. Según las secretarias y los pasantes, ellos se peleaban a propósito para acabar así.

 

Trafalgar había conseguido un puesto fijo en el Ishida Hospital y adquirido una casa mediana no muy lejos de la casa Donquixote (en realidad eran casi vecinos); increíblemente, Luffy y Rosinante lloriquearon apenados cuando tuvieron que dejar la casa, y aunque nadie lo crea, Crocodile lamentó la partida ya que ahora él sería el único cuerdo de esa casa. Hablando de Luffy, éste había retomado la universidad, cabe recordar que la había tenido que dejar porque salió en cinta, afortunadamente, Law lo apoyó en su reincorporación, se debe destacar que los Donquixote habían jugado un papel importante en el asunto ya que Kazuhiko quedaba a cargo o bien de Crocodile o de Rosinante, en todo caso el pequeño no objetaba ya que se distraía con la pequeña Hana.

 

Y en cuanto a Ace y Sabo, éste último se había vuelto investigador privado, adoraba su trabajo, pero ya no podía dedicarle el mismo tiempo que antes; de todos, el trabajo de detective era el que más tiempo demandaba, así que por su parte, el rubio tenía contratos limitados. El pecoso seguía igual que siempre, también había conseguido un ascenso y con ello, consentía hasta más no poder a Nyoko. Roger era del tipo abuelo consentidor también, a veces hostigaban a la niña con tanta atención.

 

Ese día era viernes y el domingo inmediato era el cumpleaños de Mihawk; por lo que Shanks había organizado una fiesta sorpresa en la sede en la que el oji miel era CEO; como era el esposo del mismo, recibió apoyo absoluto para con ese tema, además, todos estaban de acuerdo si se trataba de una distracción. El azabache volvía de Nápoles ese día en la tarde, debido a una inspección de tres días que tenía que hacer, así que era fácil ocultarle la sorpresa.

 

En ese momento, Shanks había comprado la cantidad tope de licor que era permitido comprar legalmente, caminaba de un lugar a otro mientras estaba al teléfono; Mihawk había mandado a construir una sala infantil exclusiva para niños, por lo que los pequeños de varios trabajadores estaban ahí al cuidado de Shirahoshi, la licenciada que gustosa había aceptado el trabajo de medio tiempo en la empresa.

 

—Dije bien claro dos cajas de vino italiano ¿no me escucharon? —reclamaba apurado

 

Sanji decoraba el lobby principal con luces doradas, como había sugerido el pelirrojo en honor a los ojos del CEO; Zoro hacía cuentas en su espacio de trabajo y Ace junto a otro cúmulo de trabajadores, mandaba a remodelar el tercer piso, donde sería la ‘elegante fiesta’ por el cumpleaños de Mihawk; el azabache casi nunca celebraba su cumpleaños, estos cinco años con Shanks y sus hijos a las justas aceptaba un pastel de chocolate amargo, ahora como el pelirrojo era oficialmente su esposo, quería darle una grata sorpresa y demostrarle que una fiesta no era tan mala idea después de todo.

 

—Papi, los bartenders ya confirmaron, estarán aquí a la hora requerida

—Es un alivio nena

— ¿Es cierto que habrá barra libre? —inquirió la chica

—Sí, Sella… pero esta es una fiesta para adultos, ya sabes, habrá muchos tragos, no creo que sea un ambiente adecuado para ti

—Pero no es justo —reclamó la pelirroja— ya estoy en edad de probar vino

 

Y esa era la razón por la que Shanks no quería que la adolescente estuviera ahí esa noche, era más que seguro que Sellawk intentaría probar vino, estaba en toda la etapa de la curiosidad y ella había salido a él en ese aspecto, era un espíritu libre con hambre de aventura; y porque Shanks sabía todos los problemas que eso le acarrearía, intentaba protegerla.

 

—Cariño, dime ¿quién se quedará con Alastair? Tiene cinco años apenas y necesita atención

 

Los cachetes inflados de la adolescente delataron su disconformidad, pero a fin de cuentas, era una hermana mayor y Shanks le había enseñado que como tal su prioridad era velar por el menor de la familia cuando se requería. Además… la chica ya sabía perfectamente que no la dejarían estar, pero no estaba de más intentar.

 

— ¡Está bien! —Farfulló— cuando todo esté listo, me lo llevaré a casa

— ¡Sella-swaaaaaaaaan! —Llegaba un animado Sanji con una sonrisa resplandeciente— ya que te vas a quedar con tu hermanito en casa, ¿puedo encargarte a mis alguitas? ¡Solo si no es mucha molestia!

—Err… en realidad, primo Sanji…

 

Cabe mencionar, que los gemelos Roronoa eran sobrinos de Sellawk y Alastair.

 

— ¡Claro que puede! ¿Cómo decirle no a sus sobrinos? —Agregó Shanks— además Alastair se distrae con sus sobrinos también

 

El foquito de ideas se le encendió a Sellawk en ese momento.

 

— ¡Claro cuñado Sanji! —Reivindicó entusiasta— no se preocupe, puede dejarme a Reizei y Michiko esta noche

 

Cuando la dama se dispuso a marcar un teléfono en su celular, alguien más le interrumpió.

 

— ¡OOOIIIII SELLAAAAAAA!

 

Y ella conocía muy bien ese llamado. Era onii-chan Luffy.

 

— ¿Onii? ¿Qué haces por aquí?

—Shanks me invitó a la fiesta para su esposo —se acercó a su oído— que da miedo, siempre anda con cara de no querer ningún amigo

—Ajajaja bueno no puedo contradecirte eso, mi padre es… es un poco difícil de tratar

— ¡Sella voy a venir con Torao a la fiesta!

— ¿Torao? ¡Ah, Law, tu esposo!

—Shishishi ese mismo y pues… Su familia no va a estar disponible hoy en la noche y Torao no quiere que llame a la niñera porque la odia

— ¿Odia a la niñera?

—Sí, se llama Hancock, y dice que es una entrometida ¡solo porque siempre me preparaba mis platos favoritos y me hacía cumplidos! Es un exagerado

—Humm… no creo que esté exagerando… —agregó con un goterón resbalando por su cabeza

—La cosa es que quiero pedirte algo…

—No me digas —interrumpió la pelirroja— quieres que cuide a Kazuhiko

— ¿Te he dicho que admiro tu inteligencia?

—No tienes que halagarme para que acepte, está bien…

— ¡Eres la mejor Sella! —Afirmó— ¡Toraoooo ya sé dónde se va a quedar Kazuuuuuu! —exclamó a su celular luego de marcar a su esposo

 

Bueno, si algo positivo podía sacar de quedarse con los mocosos, era que Alastair estaría distraído para…

 

 

Rebecca, me dejaron a cargo de mi hermano, pero ya lo habíamos previsto, el plan sigue en pie —Sella

 

 

No va a ser fácil con un niño que cuidar —Rebecca

 

 

Lo sé pero no habrá que preocuparnos, estoy llevando a mis sobrinos y un amiguito más, con que los dejemos en el cuarto de mi hermano jugando será suficiente —Sella

 

 

Perfecto, me avisas cuando deba ir, ya tengo los cócteles comprados y Mark dice que conoce un DJ —Rebecca

 

 

Excelente, nos vemos en mi casa a las 2 pm —Sella

 

 

 

Sellawk tenía dieciséis años y su última fiesta de cumpleaños había sido una reunión tranquila y aburrida, al estilo de Mihawk, con música clásica y jugo de durazno; no hay que ser magos para adivinar que hasta ella misma lo calificó como su cumpleaños más aburrido. Por lo tanto iba a aprovechar que esa noche probablemente sus padres estarían celebrando en la empresa, así que decidió hacerse su propia fiesta de ‘un par de horas’ en casa; además, la mansión familiar en la que vivían se prestaba para ese tipo de celebraciones, era absolutamente ideal. La habitación de Alastair era espaciosa, así que allí podrían concentrarse los niños, mientras les dieran alimento y bebida, ellos ni cuenta.

 

 

 

 

 

****.****.****

 

 

 

Eran las seis de la tarde y la casa de los Dracule-Akagami estaba lista para empezar a recibir invitados adolescentes en su mayoría. Quizá algunos universitarios, Sellawk estaba un paso de ir a la preparatoria y tenía algunos contactos.

 

—Rebecca-chan ¿puedes traer también leche sabor a vainilla?

—Claro que sí

 

A la pelirosa poco le faltaba para derretirse con esos niños, eran todos muy educados y obedientes hasta el momento; Rebecca era una adolescente con proporciones bien remarcadas, vivía con su padre, tía y abuelo, éste último era un importante socio de los negocios de la familia de Mihawk, en una de esas ocasiones se conoció con Sella y se hicieron amigas, resulta ser que ahora estudiaban en la misma escuela.

 

— ¡Sella! ¡Esos niños son un amor! ¿Es cierto que todos también son fruto del yaoi? —preguntó con brillo en los ojos

—Rebecca, no empieces, sabes la respuesta

 

La pelirosa tuvo que cubrirse la nariz sangrante mientras alzaba la mano haciendo el símbolo del OK.

 

— ¡Eres una fujoshi pervertida! ¡No mires a esos niños como fruto de las depravaciones que ideas en tu cerebro!

 

Rebecca la miró fijamente.

 

— ¡MENOS A MI!

—No puedo evitarlo, sabes que shipeo a tus padres, a tu primo con su esposo y a tu Onii-san con su esposo a morir, si no existiera el Spirk, cualquiera de ellos sería mi OTP

 

Era imposible para una fanática de los “gays” no curiosear con los padres de su mejor amiga si es que estos eran… pues dos varones.

 

 

*

 

 

 

Eran las ocho de la noche, y en casa Sellawk correteaba de un lado a otro para vigilar a sus invitados; había planeado que solo fueran entre treinta a cuarenta personas, por eso solo había invitado a un número exacto; sin embargo, al parecer la joven chica poco o nada tenía de experiencia en estas circunstancias, ya que sin esperarlo, en su casa ya habían cerca de sesenta personas, algunas nunca había visto en su vida y otras… Sella no tenía planeado verlas ni en pintura. Lo peor de todo es que seguían llegando, un amigo traía a más y así sucesivamente, inclusive Momonosuke que apenas tenía doce años estaba ahí intentando ligarse a unas cuantas chicas con el cuento de “necesito ayuda para aprender a vivir las fiestas”, el púber era hijo de un vecino, ni siquiera sabía cómo se había colado.

 

—Hermosa casa, Miel de gusano, quién diría que tus padres tendrían estilo, lástima que no les heredaras eso —era una de las personas que menos quería ver, suficiente tenía con aguantarla en la escuela, ahora la infame chica estaba en su casa junto a su séquito de abejas venenosas que siempre la seguían

—Agh… Charlotte

—Yugh… Akagami

—Vete a lavar trastes, Charlotte Pudding, no eres bienvenida aquí

— ¿Enserio? ¿Quieres que me vaya? Pues te aguantas, gusanito, si no me quisieras aquí entonces no hubieras corrido la voz a tanta gente, se nota que eres inexperta. Ahora, si quieres que un millón de chicos guapos que nunca te mirarían a ti sigan llegando, tienes que dejarme estar, sabes que vienen por mí

— ¡Vete al demonio Pastel mosqueado! Es mí…

 

Para cuando Sella estuvo a punto de culminar con su retahíla, observó con sorpresa que Pudding tenía los ojos acuosos y una cara de cachorrito herido; la pelirroja no era tonta, la chica de cabellos de toffie se hacía la víctima cuando le convenía, justo cuando…

 

—¿Sella? ¡Hola, vine al fin de cuentas hahaha! ¿Pudding, por qué estás llorando? —Arcturus Black Snape era el que saludaba, el chico era alto, blanco como la nieve, de cabellos negros como la noche semi ondeados y tenía unos profundos ojos plateados que sin intención hipnotizaban al ochenta por ciento de señoritas en la escuela; en otras palabras, era de los chicos más codiciados de la escuela de Sella, y ésta estaba encantada con él, de hecho se estaban haciendo mejores amigos; inclusive conocía a sus dos progenitores y había caído bien, cosa que muy pocas/os conseguían ya que uno de los progenitores del chico era gélido y crítico con las personas que frecuentaba su hijo.

 

Así que lo último que quería era arruinar su “buena reputación” con Arcturus, y estaba segura que la mosquita muerta de Pudding haría todo lo posible por avergonzarla.

 

—¡Arcturus! —la castaña se abalanzó con un abrazo fingiendo inocencia— qué bueno verte, Akagami estaba…

—¡Dándole la bienvenida! —Interrumpió la anfitriona— de hecho invité a Pudding para que se pasara un buen rato

 

Ambas se miraron filosamente, se conocían unos cuantos trapillos sucios que estaban dispuestas a soltar, por lo que firmaron tregua en silencio.

 

—¡Qué genial!, me alegra que ya se lleven bien —el chico apenas y se daba cuenta de la tensión desbordante que esas dos exudaban con solo tenerse cerca

Arcty, ¿te parece si me acompañas? —Sellawk tomó del brazo al chico y lo llevó lejos del “pastel mosqueado”, mientras exhibía orgullosa la confianza que se tenían, sobre todo porque ya acortaba su nombre, cosa que no muchas personas hacían

 

Bueno, quizá todo había resultado en un empate.

 

Una hora después, el DJ se agitaba junto a un pequeño grupo que lo veían trabajar con admiración, y en todo lo amplio de la sala y el jardín los jóvenes bailaban y saltaban, otros bebían ponche combinado con licor y algunos se besaban en las esquinas de la mansión, de hecho, nada se podría asegurar de lo que se hacía en los rincones más privados del lugar, donde también años atrás el ahora matrimonio Donquixote había jugado un poco en el onomástico primero de Alastair.

 

Los niños ahí presentes, apenas y podían jugar con sosiego ya que tenían que gritar para escucharse mutuamente debido al estruendoso sonido de la música fuera de la habitación que se escurría en todos los rincones de la casa.

 

—Se acabó la leche con fresa —avisó la única dama entre los pequeños.

—Vamos a pedirle a la tía Sella más.

—Sella prohibió que saliéramos. —Avisó Alastair mientras acomodaba sus juguetes.

 

Los gemelos Roronoa entornaron los ojos fulminando con la mirada a su tío.

 

—No hay que ser muy genios para saber por qué la tía Sella no quiere que salgamos —Afirmó la pequeña, comiendo la última pera que quedaba.

 

El pequeño pelinegro suspiró resignado, la verdad era que él era el que menos disfrutaba con el alboroto que armaban los amigos de su hermana ahí afuera, y por si las moscas, juraría que sus papás no le habían dado permiso.

 

—Voy a salir por más fruta —Dijo Kazuhiko poniéndose de pie— Quién desea venir…

 

No fue necesario decir más, los niños se pusieron listos de inmediato y contra la orden de Sellawk, salieron en fila india por la puerta de la habitación.

El panorama que encontraron era desconcertante, parejas de adolescentes bebiendo cerveza o besándose en cada columna; sin contar con ese extraño humo blanco que se neblinaba el lugar, dándole un aspecto de estar por otro mundo. Los niños se tomaron de las manos para no perderse y empezaron a abrirse paso entre las personas.

 

—Oye bato… ¡Estos cristales están que la rompen! Mira nada más… Jajajaja estoy viendo duendes de cabello verde paseándose pfff

 

Michiko observó al joven que los había confundido a ella y a su hermano con un par de duendes a lo largo del pasillo; el joven en cuestión estaba despeinado y aspiraba un humo blanco de un pipero transparente junto a su grupito.

 

—Yo veo duendes de cabello negro también joder…

—No seas weón, son… son enanos, míralos, igualitos que Tyrion Lanister

—Hay que ofrecerles la gloria —Llamó uno de ellos— vengan duendecitos de la suerte, vengan

 

Kazuhiko enarcó sus ojos con desconfianza; Reizei iba a ir inundado de curiosidad, pero el agarre firme de su hermana lo forzó a quedarse en donde estaba.

 

—No los hagas enojar imbécil —sopesó uno de ellos— nos están mirando mal ve, seguro mañana reprobamos el examen por las malas leches que nos tiran estos duendes

 

Alastair decidió encabezar un recorrido lejos de esos extraños muchachos, lo lamentable era que había muchos otros grupos irregulares con pintas similares desperdigados por lo que les tocaba recorrer de casa. ¿Dónde estaban Sella o Rebeca? No podían identificarlas entre tantos adolescentes, a este paso, mejor irían a la cocina y se atenderían ellos mismos.

 

 

 

 

***.***

 

La que se suponía era una fiesta tranquila o lo más sana posible se había salido un poquito de control.

Shanks había cometido el error de comprar mucho más licores de lo que habían calculado; el tercer piso había sido ambientado perfectamente para la celebración e inclusive contaba con una barra libre, por lo que muy pocos trabajadores se atrevieron a no asistir.

El problema era que se suponía que Mihawk ya debió haber llegado; sin embargo, ni siquiera un mensaje de texto hacia Shanks había sido recibido y éste se encontraba preocupado y nervioso, las personas en el lugar estaban queriendo empezar la fiesta sin el agasajado y eso sería algo bastante imprudente.

 

La música empezaba a sonar un poco más fuerte; al DJ poco o nada le importaba ya las órdenes de Akagami, los empleados presionaban y obtenían lo que querían. Ya había un par de parejas moviéndose disimuladamente por los rededores de la pista principal.

 

—Shanks, tu esposo no llega y yo quiero tomar ponche —Luffy se acercó al pelirrojo que miraba su celular peor que paranoico.

—Bebe si deseas Luffy, el impuntual de mi marido no se digna a llamar siquiera

 

El menor corrió hacia la barra libre donde ya le esperaba Law bebiendo unos vasos de whiskey.

 

—No es posible, ese Mihi me las paga…

—¿Problemas en el paraíso? —Le habló una chica de cabellos rosas.

—Shirahoshi, hola; hump, no llega mi marido ¿qué ironía no? Se supone que es el agasajado

—¿Él sabía de esto?

—No, se supone que es algo así como sorpresa…

—Entonces no tiene prisa, ni cuenta de seguro; ya sabe cómo es el señor Dracule…

—¿Sabes? —Shanks se subió a uno de los escritorios de la recepción del piso— ¡Gente! ¡Comiencen la celebración!

 

Un júbilo se escuchó sonoro por cada rincón de la empresa. Y se alzó fuerte la música antes de que un tumulto de gente se aglomerara en el centro de la pista de baile y empezaran a moverse con vaso y copa en mano. Algunos traviesos se escabullían por los corredores para divertirse de una manera un poco más privada, mientras otros arrastraban los estantes y escritorios de quién sabe dónde y los colocaban desordenadamente para pararse sobre éstos y saltar encima; Shanks sintió que algo no estaba saliendo muy bien, pero prefirió ir a por un trago antes que estresarse.

 

Así fue como empezó una fiesta un tanto fuera de cuadro, además…

 

—¿Saben? ¡El lunes es mi cumpleaños! ¡Así que me vale si llega Mihi o no! — avisó Shanks.

 

Los onomásticos de Mihawk y Shanks eran seguidos, pero como el pelirrojo se había “controlado” los últimos dieciséis años, esta vez no dejaría pasar la oportunidad de divertirse en una fiesta.

 

Por otro lado, Zoro y Sanji habían adelantado la celebración desde hacía mucho rato en los baños de cuarto piso; lo más escandaloso era que no eran los únicos que estaban “usando” el lugar para sus fines depravados, los trece cubículos dejaban escapar el placer de sus ocupantes sin pudor alguno. Curiosamente, los Roronoa-Vinsmoke no eran la única pareja gay ahí haciendo representación, dos cubículos más allá ocupados por una pareja de novios y otra por un empleado con tres chicas, estaba el matrimonio Donquixote; ¿cómo habían terminado allí? Pues fueron de colados junto a Trafalgar, a su pequeña Hana la dejaron a cargo de una niñera local que Law no podía ver ni en pintura. Rosinante por su lado se encontraba haciendo de las suyas en el salón de la fiesta.

 

—Rayos… Zo… ro… ah… —Sanji se apoyaba en la puerta del cubículo mientras era embestido sin perdón por su esposo, sacudiendo la puerta de lo fuerte que se aferraba el rubio.

 

Zoro era una máquina insaciable de gruñidos exasperados y frenéticas maniobras que disfrutaba haciéndole perder la razón a Sanji; la discreción o el pudor se habían perdido cuando ambos se dieron cuenta de que otros tomaron su ejemplo en los cubículos contiguos.

 

—Sanji, no… aprietes tanto… —El peliverde apretó las caderas pálidas contra sí para salir del cuerpo de su pareja antes de volver a introducirse con una estocada profunda.

 

El cuerpo del rubio tembló loco de placer y si no fuera porque Zoro lo mantenía firme, sus piernas hubieran cedido de lo laxas que estaban; su entrada resentida y palpitante aún era arremetida por el grosor de su pareja, ya ni llevaban cuenta de cuantas veces se habían corrido.

 

Además, los gemidos de otras personas se perdían entre estos mismos, instándoles a buscar más concentración para escucharse mutuamente.

 

Doflamingo y Crocodile no se quedaban atrás en cuanto a sus “competidores”, la pareja de al lado que era una heterosexual les hacía bastante ruido.

 

—Idio…ta… No estamos en …ninguna… competencia

—Croco-chan~ ffuffuffu~

 

Doflamingo estaba sentado sobre el escusado con la tapa puesta, sobre él, su esposo se empalaba con suaves movimientos; Crocodile nunca podrá entender cómo es que siempre se dejaba arrastrar por su marido a hacer ese tipo de shows que si se descubrían, les mancharía la reputación a ambos.

 

—¡Ah! ¡No seas tan brusco! —Reclamó el azabache cuando las uñas de su pareja se aferraron sin piedad a sus muslos.

—Cariño~ si no te fijo… te podría romper~ ffuffuffu~

 

El sometido se mordió los labios cuando su marido empezó a entrar con estocadas disparejas, taladrando las dos paredes del cubículo con las yemas de sus dedos para mantener el equilibrio.

 

 

En los rededores de la segunda planta del tercer piso, algunos se tambaleaban con los adornos que Sanji había dispuesto; en la oficina principal de fotocopias, algunos se sacaban réplicas de sus caras.

Shanks había mandado a traer una máquina de fotografías instantáneas en donde varios hacían fila para sacarse un ejemplar. Al centro de la pista de la primera planta, donde estaba el griterío principal, Shanks era el árbitro en una competencia de bebedores de diferentes categorías.

 

 

 

 

***.***

 

 

Una competencia de vasos y puntería tenía a un grupo de adolescentes con algunas prendas fuera, era uno de los grupitos “relax” de la escuela de Sella, con quienes ésta ni siquiera se hablaba, pero por alguna extraña razón habían terminado allí.

 

La anfitriona de casa estaba como loca buscando a los niños que mágicamente habían desaparecido de la habitación de Alastair.

 

—No están, Rebecca, los mocosos se escaparon —La chica se jalaba los cabellos rojizos de pura desesperación

—No exageres, Sella, esos niños están protegidos por el dios del yaoi —Afirmó con seguridad— apuesto que salieron al baño y se distrajeron.

—¿Se distrajeron con qué? ¡Los grupos de Rabastan y Neville están fumando algo raro, mujer, nada es seguro aquí! ¿Cómo llegamos a esto? ¡No puedo controlar mi propia casa!

—Todo fue que llegó a oídos de Luna, esa chismosa avisó a toda la escuela…

 

Sellawk corrió alertada solo para ver con resignación cómo un grupo de adolescentes se tiraba en la piscina. Lo peor era que estaban jugando con unos jarrones tradicionales de su padre, Mihawk, uy… definitivamente le esperaba un castigo si es que éste se enteraba.

 

Arcturus se había unido a su causa y estaba intentando calmar el alboroto.

 

—Vete al diablo Black —Azuzó uno de sus compañeros de curso con quien no se llevaba muy bien. — Mete tus narices donde te llamen ¡déjanos divertir!

 

Arcturus Black Snape iba a perder la paciencia, uno de sus padres poseía muy poca paciencia, y el chico azabache rizado había aprendido un poco de eso, pero lo último que quería era arruinarle la fiesta a Sellawk; de pronto, vio a un niño de cabello verde y cejas rizadas correr con una bolsita con polvo blanco a lo largo de la sala; alarmado, siguió al infante hasta llegar a uno de las esquinas cercanas a la cocina.

 

—Perfecto duende, ¿ya ven muchachos? Estos duendes también hacen delivery jajajaja

 

Reizei había hecho de recado entre dos bandos de adolescentes que se intercambiaban sus productos a escondidas, lo había hecho antes Kazuhiko, los tenían enganchados con la excusa de que les iban a preparar ensalada de frutas; Alastair y Michiko habían ido a la cocina, mala idea el separarse.

 

—¿Qué creen que están haciendo? —exclamó el azabache de ojos grises al grupo— ¡Es el colmo, son apenas niños!

—A la mierda, Black, largo estamos ocupados.

—¿Mejor por qué no te vas con tu novia Akagami? ¿Uh?

—Más respeto con ella… Además no somos… —Arcturus se sonrojó un poco— Esa no es la cuestión.

—¿Arcturus? —Llegó Pudding donde estaban los jóvenes. — Te estaba buscando

 

La de cabellos Toffie distinguió al niño de cabellos verdes y cejas rizadas, le recordó a alguien.

 

—¡Hey! Ese mocoso tiene las cejas como el prometido de mi hermano mayor— señaló la chica acercándose al menor. — ¿Serás acaso un pariente de Ic…?

—¡Ahí están! —Sellawk corría a empujones con Michiko y su hermano uno tomado de cada una de sus manos. — Cielos, estaba tan preocupada…

 

Se escuchó un estruendoso sonido proveniente de las ventanas que daban al jardín; un grupo de adolescentes habían roto tres ventanas. ¡Oh no!

 

—Estás en problemas, hermanita. —Avisó Alastair con una sonrisa autosuficiente.

—Estoy jodida.

 

 

 

 

***.***

 

 

Mihawk estaba que hecha a humos, su vuelo se había retrasado y por consiguiente, llegaba más tarde de lo que había planificado; tenía como cincuenta llamadas perdidas de su esposo y más de diez mensajes de texto que le exigían explicar porqué se demoraba tanto. ¿Y eso que tanto interesaba? Que él supiera, no tenía asuntos pendientes en la oficina, por lo que encontraba extraño que Shanks le exigiera ir de frente a la oficina en vez de casa.

Y a decir verdad, le daba pereza, eran casi las doce y de seguro la sede estaría ya cerrada, por lo que decidió ignorar la exigencia de Shanks y tomó un taxi hacia casa; lo único que deseaba era saludar a sus hijos, una taza de café cargado y a su esposo dispuesto en su cama.

 

Cuando el taxi fue llegando por las cercanías de su casa, le sorprendió ver a su vecina arrastrando a Momonosuke que gritaban.

 

—Mocoso imprudente ¿cómo se te ocurre colarte en la fiesta de los Dracule? ¡Esa casa es un loquerío!

—¡Pero mamá! ¡Esa fiesta está padrísima!

—Por favor deténgase —Pidió Mihawk al taxista— Disculpen ¿la fiesta en dónde? —preguntó bajando el retrovisor a madre e hijo que discutían, apenas estaba a unas dos cuadras de su casa, y una bulla de música electrónica se escuchaba a lo lejos.

—¡Oh, señor Dracule! Vaya a su casa, será mejor que lo vea usted mismo.

 

Genial, estaba cansado y de poco humor para payasadas, ¿qué ha hecho Shanks ahora? Porque Sellawk y Alastair son incapaces de…

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos al ver su casa abarrotada de adolescentes que incluso bebían botellas de licor en el jardín de la parte delantera. ¡Eso ni siquiera era legal!

Pagó al taxista y cogió sus maletas sin prestarles atención; como pudo las arrastró y de una patada abrió completamente la puerta labrada y observó el desastre que se desataba; adolescentes besuqueándose en sus sillones, otros bebiendo ponche o licor recostados en las paredes, y muchos saltando y bailando en el centro y a lo lejos por el jardín y oh… la piscina, el prisma lleno de agua albergaba adolescentes que jugaban con… Con… ¿¡Con el jarrón de su bisabuelo!?

 

—¡QUÉ CARAJO ESTÁ PASANDO AQUÍ!

 

El barullo se detuvo por lo que fueron apenas cinco segundos antes de continuar, ignorando olímpicamente al azabache de ojos miel, lo que no hizo más que enfurecerlo en sobremanera. Bien, ¿Quién había iniciado esto?

 

Por otro lado Sellawk estaba empapada, en su intento por quitarle el jarrón ancestral a esos adolescentes le habían aventado a ella a la piscina, ahora que finalmente pudo ser rescatada por Arctururs, tiritaba de frío. Su hermano se reía junto a Kazuhiko; habían disfrutado el espectáculo.

 

—¿Estás bien?

—Arcty, si no acabamos esto, mis padres van a llegar y…

—Descuida, lo intentaremos.

 

Para ese punto, Mihawk ya fulminaba a Arcturus con un tic en el ojo, sus celos de padre nunca lo iban a dejar en paz.

 

—Sellawk ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?

—¡Papá! —Alastair corrió a resguardarse detrás de su padre.

 

Por otro lado, Rebecca casi lloriqueaba junto a Mark que observaban horrorizados como Reizei se había trepado al candelabro de la sala principal, había sido ayudado por algunos ebrios muchachos que ahora le festejaban la hazaña junto a todo el público de abajo.

 

—¡Rei! ¡Bájate o le diré a papounet! —Lloriqueaba Michiko, asustada hasta la médula.

 

Pero el infante tenía la terquedad de Sanji y la osadía despreocupada vale madres de Zoro, lo que era una bomba de tiempo.

De pronto, Reizei empezó a balancearse con el candelabro; sí, iba a tirarse. Rebecca ya estaba semi desmayada en el piso, Michiko lloraba a pulmón desnudo sin poder ser consolada y Mark se preparaba para lo peor; Arcturus, con los ojos saliéndose de sus lugares -prácticamente- subió ágilmente las escaleras hasta llegar a un ángulo conveniente, separó sus piernas firmemente y le extendió los brazos a Reizei, dándole a entender que lo atraparía. Mihawk y Sellawk que habían estado discutiendo en el jardín recién llegaban a la sala, justo cuando el pequeño Reizei dio el último balanceo y se soltó, en dirección del azabache de apellido Black Snape. Lo que pasó después fue tan confuso y extraño que ya luego cada quién contaría su versión de los hechos. Además, muchos celulares estaban grabando el épico momento para luego hacerlo viral.

 

La figura de Reizei fue como un proyectil que impactó sobre el cuerpo de Arcturus, que lo atrapó exitosamente; sin embargo, la fuerza acumulada por el impacto fue más que suficiente como para tumbarlo escaleras abajo; Arcturus soltó al infante y lo soltó tropezado al borde de la escalera, que fue auxiliado por Mark, por suerte no sufrió rasguño alguno, solo estaba impresionado; pero Black Snape no corrió con la misma suerte, éste se fue escaleras abajo y se volcó peor que protagonista de película, culminando inconsciente en la primera planta. A la vez que todo sucedía, antes de que Arcturus terminara de rodar magullándose con las escaleras, el elegante candelabro se desprendió de su sitio y en lo que canta un gallo, todos se lanzaron dando un grito de alerta; el candelabro se hizo trizas con un estruendoso sonido.

 

—LARGO TODOS DE MI CASA— Ordenó el de mirada de miel, amenazante.

 

Algunos fueron yéndose, pero el DJ y un buen porcentaje de asistentes tenían la sangre abarrotada de licor y otros con drogas; estos eran los que decidieron continuarla y es puesta a su negativa, Mihawk cogió su espada familiar para amenazarlos. El lugar empezó a llenarse de jovencitos que creían poder hacerle frente a Mihawk, el problema era que no podía cortar a nadie o sería denunciado seguro; harto y preocupado; el azabache mayor optó por correr hasta su almacén principal y sacar el lanzallamas que compró su padre cuando era joven y empezó por el jardín.

 

—¡O SE VAN, O JURO QUE LOS QUEMO!

 

Sin pensárselo, lanzó una cantidad regulada como advertencia. Al final el lugar terminó siendo un griterío de adolescentes huyendo del papá lanzallamas que parecía importarle poco si quemaba su casa de paso.

Era un desastre, un verdadero desastre.

 

 

 

*

 

—Sev, amor, tranquilízate.

—No chucho, nuestro hijo casi se muere y tú tan campante

—Es un adolescente… nosotros hicimos peores cosas cuando tuvimos su edad~

—Habla por ti, eras un alborotador juvenil en la escuela, aún no sé cómo es que terminé casándome contigo

—Me costó un huevo enamorarte ¡no me quites crédito! Lloré sangre en el proceso y lo sabes~

—Claro, el engreído Black, gigoló de la escuela y rey narcisista que estaba acostumbrado a que todos le besaran los pies no pudo aceptar que a mí me importaran más los libros que él

—Pero al final aceptaste ¿o no? —El hombre de cabellos marrones y ondulados abrazó como solapa a su marido que evaluaba a su hijo con ojo crítico.

—Quítate chucho, estoy curando a nuestro hijo. —Pasó algodón por las mejillas del adolescente.

 

Los padres de Arcturus se llevaban a su hijo ya despierto después de su altercado con el niño del candelabro -Reizei- mientras Sella no sabía cómo disculparse con los padres de éste.

 

—Señores Black, Hum si me permiten… —Se acercó ella, habían preferido llamar una ambulancia pero los padres decidieron ir a por su hijo ellos mismos.

—¡Sella! Jajaja ha sido la ostia, hubo lanzallamas y un accidentado ¿a poco tu fiesta tuvo de todo? —Dijo Arcturus intentando animarla.

 

Sev, el progenitor que lo albergó dentro observó a su hijo detenidamente y se dio cuenta de los sentimientos de su primogénito, obviamente ni cuenta se daba el chico, había salido igual de despistado que el otro padre. Pero Sev -de cabellos y ojos negros como la noche y piel tan pálida como la nieve- suspiró resignado; miró a Sirius, su marido, pero el hombre no le entendió la indirecta; rodó los ojos y se quedó con Sella luego de que su chucho subiera a Arcturus al auto.

 

—¡Señor, lo lamento mucho! No era mi intención que Arcty acabara golpeado…

 

El pálido hombre la escaneó disimuladamente, sin cambiar su semblante serio y espectral que siempre había tenido, dio un suspiro y cruzó sus brazos sobre su pecho.

 

—No vuelvas a invitar a Arcturus a una fiesta similar, tiene la desgracia de haber heredado esa habilidad de meterse en problemas que tiene mi marido.

—¡Hey! Sev, te escuchamos ¿he? —Le dijo Sirius desde el auto.

—No interrumpas chucho, ya hablaremos en casa.

 

Los ojos de la pelirroja le observaron esperanzados; decían que el humor de Severus era peligroso; sin embargo, parecía que no la había colocado en su lista negra.

 

—Nos vemos, niña. —Se despidió y subió al auto junto a su marido e hijo.

 

Sellawk soltó aire, calmada.

 

—Esto no se ha acabado, Sellawk. —Mihawk estaba con los brazos cruzados y notablemente molesto, por suerte no se había muerto uno de los gemelos Roronoa, y eso no se lo iba a perdonar nunca. — ¿Dónde está Shanks?

 

—Bueno… En la sede, padre. Han organizado una fiesta sorpresa para ti y…

—Al auto.

—¿Ah?

—Al auto, y sube a los niños también.

 

 

 

 

***.***

 

 

La sede no parecía un centro de trabajo, todos estaban pegoteados mientras bailaban o bebían. La barra libre parecía no acabarse nunca y en los baños del piso superior se escuchaba un griterío incontrolable.

 

Zoro y Sanji estaban bailando en una esquina, el primero con una botella de champaña en mano y el segundo con un cigarro; Shanks era el nuevo agasajado ahora, en el estrado electrónico de colores blancos que habían ambientado, él -con micrófono en mano- había hecho una rifa con bonos de supermercados que siempre le regalaban, luego había animado a todos con barras y karaoke y por último, calificaba la competencia de baile que los departamentos en la empresa estaban haciendo.

 

—¡Definitivamente ganan los pasantes de mercadotecnia!

 

Los de Atención al cliente protestaron con abucheos y silbidos.

 

—¡No os quejéis! —Shanks se terminó su copita de whiskey— ¿Cómo los de Innovación y Desarrollo no se quejan?

 

Cuando una nueva canción sonó, los que pasaron al medio fueron Sabo y Ace; sí, otro par de colados gracias a Luffy. La verdad era que se suponía que solo deberían estar los empleados de la empresa, pero si se “cola” Luffy, pues él llega con toda su gente.

 

Ace estaba en la gloria, hacía bastante que no iba a una fiesta y aprovechaba para lucirse frente a Sabo; todos animaban alrededor del centro mientras pasaban un par de retadores. A su Nyoko la habían dejado con el abuelo Roger, éste siempre encantado con llevar a su nieta al cine.

De pronto, un rubio con varias copas de más -en realidad ya propasaba lo legal- se apoderaba de la atención, con un grito de Tarzán, se arranchó la camisa -cara, auch- y salto a la pista de baile; con sus maniobras pies arriba, logró que todos lo aplaudieran; ajá, Rosinante disfrutaba la fiesta tanto o más que el anfitrión si era posible.

 

Luffy miraba eufórico y con un par de copas de más cómo los pasantes de Exportaciones y Proyectos arrastraban un escritorio de metal hacia los límites de vidrio del piso.

 

—¿Chicos qué van a hacer?

—¿Qué parece? —Le hablaron masticando las palabras— ¡vamos a tirar el escritorio del jefe!

 

 

 

*

 

 

Mihawk manejaba impaciente, ya solo una cuadra más y llegarían a la empresa. Miró de reojo a su empapada hija, parecía arrepentida -obviamente lo estaría- y por el retrovisor vigiló a los pequeños que jugueteaban con sus dedos; Michiko abrazaba a su gemelo como si no lo hubiera visto en años, no era para menos, casi pasó una desgracia. En fin, solo quería llegar a la sede, recoger a Shanks, dejar a los niños en sus respectivas casas e ir a la propia a descansar; ya había sido demasiado con lo de la fiesta, mañana tendrían mucho que limpiar.

 

El azabache miró desconcertado el espectáculo de luces que se llevaba a cabo en uno de los pisos del edificio. Una vez estacionó, salió junto a Sella, a los niños los dejó distraídos con un par de galletas de chocolate.

 

—Te dije que era una fiesta sorpresa…

 

De pronto, el mayor apartó a su hija, se había escuchado un estruendoso vidrio roto y luego  un escritorio caía hasta estrellarse en el piso y deformarse producto de la gravedad.

 

—Y creo que sí que es una sorpresa. —Agregó Sellawk

 

Padre e hija ingresaron al edificio, ansiosos, hasta que el azabache tomó del brazo al primero que estuvo a su alcance.

 

—¿Qué está pasando allá arriba?

—Hip una gran fiesta jejeje —el tipo estaba borracho y casi inconsciente.

—¿De qué departamento eres?

—¿Ah? No sé, yo ni siquiera trabajo aquí…

 

El mayor lo soltó y junto a su hija miraron al extraño tambalearse y seguir su camino. Con apuro, subieron a pie los pisos hasta llegar al que tenía todo el escándalo.

 

Mihawk vio horrorizado cómo las personas saltaban, gritaban y bebían como si la vida se les fuera en ello, el DJ era un pasante de quién sabrá dónde, y la barra libre soltaba whiskey como si fuera agua bendita, la gente se desesperaba por bañarse en licor.

 

—¡BASTA TODOS! —intentó ordenar el alboroto, pero su voz ni se escuchaba.

 

Buscó con sus ojos miel a su marido hasta que lo localizó; en un estrado animando a un rubio -Rosinante- antes de lanzarlo al mar de brazos que lo paseó hasta la otra esquina. Por otro lado, algunos corrían con las fotocopias desperdiciadas y arranchaban los pósteres de marketing ¡Por dios!

Mihawk, agotado y hastiado, caminó a empujones, protegiendo a su hija, hasta llegar a la manija contra incendios y la bajó sin contemplaciones.

De pronto, la alarma empezó a sonar y los sprinkler soltaron sin estupor el agua que correspondía, bañando a todos y logrando que la música parara; todos con las manos en sus cabezas, intentando protegerse del agua en vano, desconcertados y algunos buscando el origen del supuesto incendio; aprovechando la “calma”, Mihawk decidió hablar.

 

—¡SHANKS, TODOS VOSOTROS…! ¡ES EL COLMO! ¿¡HAN VISTO EL DESASTRE QUE ES ESTO!?

 

Miró de reojo a su hija, reprochándole.

 

—¡SE PASARON DE LA RAYA!

 

Avanzó un par de pasos, alterado.

 

—¡TODOS ESTÁIS DESPEDIDOS!

 

 

 

*

 

Bueno, como verán, el desenlace de eso acabó con Mihawk haciendo ley del hielo a casi todos sus jefes de departamentos luego de reconsiderarse mucho la tentadora opción de despedir a todos; quienes si la vieron mal fueron los pasantes, con ellos si no hubo piedad.

 

 

 

***.***

 

 

 ███▓▒░░.TO BE CONTINUED.░░▒▓███►

Notas finales:

Esta people se pasa de pendeibis XD pobre Mihi ¿no? jajaja :'v

Si por aquí hay alguna Potterhead OwO)// pues... hola :v XD nu ma~ se habrá dado cuenta que hice una olímpica referencia a mi pareja favorita de Harry Potter: Sirius x Severus (los padres de Arcturus Black Snape y posiblemente los futuros suegros de Sella) >:'v no me juzguen, shipeen y dejen shipear xD sí, me encantan el chucho y el pocionista, ¿Qué hago yo revelándoles mis fantasías más enfermas? XD TwT ♥ ya, ya gente, no se me traumen :'v (soy Drarry-Harco team alv!) 

 

Se acaba, se acabaaaa TTuTT jajajaja el siguiente será parecido a este, con otra situación claro :D

 

Aviso:

Para aquellas personitas que han leído el otro fic y también me siguen aquí, vuestros reviews ya están contestados xD siempre contesto :'v pero por si las moscas, digo. Además :'v en el introductorio habrá votación para ver qué parejas (aparte del ZoSan y MiSha) salen xD, les doy la ventaja a aquellas que me siguen en este también :'v uds son mis "clientes" más antiguos por así decirlo. (Nu ma~ eso se oyó mal XD jajajaja).... Además vosotros siguen aquí conmigo a pesar de

Además, de antemano aclaro que ese fic será continuado una vez acaba este, por eso solo publiqué un piloto xD porque no soy capaz de llevar dos fics a la vez, concentraré mis fuerzas en terminar este c: espero no demorar para traer el siguiente :s

 

Gracias por seguir aquí, que tengan un gran inicio de semana, cuidense!!! nos vemos ♥

 

 

 

Domingo 03 septiembre 2017


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