Las cosas eran mejor, cuando él me las enseñaba.
Y aun q fuera un artefacto simple o complejo. Sus ojos café, siempre destellaban de emoción.
Su ojos chocolate, son lo q más extrañare.
Tan inteligentes y soñadores. Sumidos en una paz q el resto de su cuerpo intentaba seguir.
Sus ojos calmos, sus ojos tiernos. Tan sinceros y dulces como el chocolate.
Ojos café cálido…
Recuerdo el olor manso q desprendía, una mescla del sencillo té de manzana q tanto le gustaba consumir, y el rico olor a miel…tan apacible incluso en su aroma.
Él era toda calma. Toda la q yo no tenía.
Me gustaba ver, la ilusión en sus ojos, cuando me enseñaba cualquier cosa. No necesitaba explicarme tanto, lo entendía a la primera, eh incluso muchas cosas ya las conocía, no era la primera vez q venía a Midgard…pero él, me lo explicaba de un millón de formas, utilizando un monto de alusiones; palabras incluso q venían de sobra…pero cuando él, me hablaba de estas cosas, era como si me resumiera todos los más grandes logros de la humanidad. Y él era tan feliz por ello.
Yo también…empecé a ser feliz…perdiéndome en sus ojos cafés…
Y ahora. Realmente me eh perdido sus ojos cafés…no los veré de nuevo. Lo sé. Y quizás es de las cosas q más lamente. Porque enserio, empecé a disfrutar la comodidad de eso expresivos ojos…ojos q se delataban a sí mismos, q me hablaban, diciéndome si él era feliz, si estaba enojado o cuando había llorado…
Él era una buena combinación entre el café y el verde…los dos mis colores favoritos…
Ambas facetas de él me gustaban.
Por Odin. Adoraba sus ojos cafés, de ese bello avellana, ojos q desterraban mi soledad. Su mirada no era impetuosa, o prepotente. Sus acciones jamás eran avasalladoras. Simplemente, conseguía ocupar espacios vacíos de la manera más pacíficamente posible.
Con aquellos matadores ojos café y la sonrisa serena…
La sumisa sonrisa en el rostro, las expresiones tranquilizas, mejor aún las sonrisas avergonzadas detrás de sus lentes y las mejillas sonrosadas, todo él era dulce y tierno. Pequeño y luego grande…
Me gustaba mucho…todo él. Y sus malditos ojos cafés. Ojos a los que nunca les negué nada. No podía. Él me controlaba con solo una mirada…
Esa mirada sedante para mi cruel bestia de locura y conquista, cuando me enfocaba esa mirada, solo deseaba conquístalo a él. Solo me enloquecía él con sus dulces gemidos…
Él era uno de los pocos q pasaba tiempo conmigo, procurando no pelear. Volviéndose de apoco mi indispensable amigo. Mi mejor amigo, y luego mi amante. A diferencia del resto, y si, quizás se trataba por su condición. Pero yo también note q era sincero…solo un dios de las mentiras sabe cuándo alguien dice la verdad.
Y en todo momento se q no me mintió.
Ni cuando dijo q le agradaba. Ni cuando en el lecho confeso amarme. A verse enamorado de mí…fue verdaderamente honesto cuando busco mis brazos, cuando beso mi cabello o me dejo enterrarme en su interior…traspasando también mi corazón. O las veces q su piel se volvía verde, después de q su corazón se acelerara por mí.
Y a través de todos mis años de existencia…estuve con muchas personas. Pero ninguna tuvo el efecto q tubo Bruce. Nadie más pudo trasmitirme lo q sus bellos ojos cafés si…
Sus ojos café, lo son todo para mí…en sus ojos cafés, se va el tiempo y solo existe él. Con sus hermosos y enromes ojos café. Solo él q lo es todo. Al único q puedo llamar mi amante, de ojos café…
Por hel. Me gustan demasiado sus ojos…
Y lo amo…amo sus ojos cafés…