Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Don't Steal My Heart! por Sly_D_Cooper

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Otra vez. Ya se había vuelto una costumbre que no remediaba nunca, por más que lo intentase. ¿Qué lo intentaba? Bueno… Eso siempre se podía discutir. Vivía con Asriel, que era unos seis años mayor que él, y cuidaba de su persona, al lograr independizarse de Toriel, su madre. Pero la verdad… Asriel trataba de ser responsable y Chara no se quejaba que hacía bien su papel de “tutor”, dado que no tenía familia biológica. No obstante… Para despertarle y asegurarse de que llegara temprano a la escuela… Ahí es donde comenzaba el conflicto.

No le echaba la culpa, ya que él también podría hacerlo por sí mismo y sin embargo no lo hacía. Por eso no se quejaba, no demasiado.

En el instituto ya era algo normal que se retrasara, su lista no terminaba y usualmente los profesores le obligaban a esperar fuera. Algunos días, Chara se quedaba sin entrar toda la mañana, o gran parte de ella. Le daba lo mismo, no es como si se tomara enserio sus estudios… En eso se diferenciaba de Frisk, su mejor amigo y el que vivía con Toriel. Chara tenía mal carácter, razón por la cual soportaba más a Asriel que a la madre de éste. Por esa misma razón, Asriel se ocupó de buscarle un deber extra para que se mantuviera ocupado durante la tarde.

Entrenaba en el Dojo Tendo, donde practicaba artes marciales.

Allí conoció a la insoportable de Akane, y su peculiar prometido Ranma Saotome. No es como si hacerse amigo de estos dos hubiera sencillo para Chara pero… No supo cómo pero lo logró. Lo que nunca se esperó es que Frisk también terminara siendo un aprendiz dentro del dojo. Pero le gustaba, al menos tendría alguien agradable a su alrededor. La verdad, la vida de Chara era algo parecido a una montaña rusa. Nunca te esperabas lo que iría a pasar.

- ¿Qué? ¿Otra vez llegando tarde? – Le habló Frisk después de haber llegado a clases.
- ¡Ah, ah…! – Chara respiraba agitadamente por la carrera. - ¿Qué hora es…?
- Y media. Llegas como quince minutos tarde.
- El profesor me va a matar…
- El maestro no ha venido hoy, así que has tenido suerte. – Aquella noticia sorprendió a Chara pero sí, era justo como Frisk decía: había tenido suerte.
- Por cierto. – Habló. - ¿Tú qué haces fuera?
- Iba a por unos libros a la biblioteca. Akane me recomendó algunos y voy a ver si están disponibles. – Contó. - ¿Entras a clase y me acompañas?
- Bueno… Si estás dispuesto a esperarme, entonces sí. – Comentó Chara de manera divertida.
- Siempre soy el único que te espero así que…
- ¡Ah! ¡Qué gracioso! – Refunfuñaba el chico.

Abrió la puerta de clase y dejó la mochila. Curiosamente iban a la misma aula que Ranma y Akane, razón por la cual, ambos le miraron. La chica le sonrió, Ranma sólo se mantuvo cual curioso. Chara tardó alrededor de cinco minutos, y como siempre, Frisk tuvo que ser paciente. No había de otras con Chara, éste era el tardón número uno en todo. Por su cantidad de retrasos en la escuela, algunas veces le habían expulsado, ya que se acumulaban y se convertían en “faltas” y éstas, a la larga, en expulsiones.

Asriel se las veía negras, pero no decía nada porque sabía que también compartía parte de la culpa.

Chara salió, y vio que Frisk seguía ahí.

- ¿Vamos? – Le preguntó el más moreno.
- Sí. – Asintió Chara. – Perdona por hacerte esperar siempre.
- Ya estoy acostumbrado. Viniendo de ti, es algo totalmente común.
- No sé si tomarme eso como un cumplido o bien como una ofensa. – Chara llevó sus manos a los bolsillos, observando a su compañero con una extraña mueca.
- Bueno… - Frisk le miró y esbozó una cálida sonrisa. – Soy el único que te espera siempre, ¿Y sabes? Siempre te esperaría.
- ¡CHT! – Chara se sonrojó y movió su rostro a otra parte. - ¡¡Mejor cállate!! ¡Eres un cursi!

Frisk se rió por la actitud de su amigo y ambos siguieron yendo hacia la biblioteca. El silencio del largo pasillo y el hecho de que la sala a la que iban quedaba a la planta baja y al fondo, ponía nervioso a Chara. Él últimamente se comenzaba a sentir distinto con Frisk y por eso, había veces, como la de ahora, en la cual no se sentía cómodo. Frisk parecía tan tranquilo, a lo suyo. Parecía un poco pensativo, quizá por tratar de recordar aquellos ejemplares que Akane le recomendó.

- Oye Chara. – Le llamó, captando la atención de su acompañante. - ¿Te gustaría venir esta tarde a casa?
- ¿Eeeeh? – Hizo el aludido, mirándole con una mueca y la boca abierta. - ¿A qué viene eso?
- Toriel quiere hacer un pastel y conociéndola, será demasiado para mí solo. – Frisk rascó su cabeza. – Por eso, quisiera invitarte a ti. Por supuesto, si traes a Asriel mejor.
- Sabes que Toriel no me cae bien, no la trago.
- ¿Por qué?
- Es… No sé… Demasiado empalagosa.
- Vamos, Toriel es muy buena madre. Lo que pasa es que no estás adaptado al afecto de los demás.
- ¿Y qué tiene de malo?
- Nada pero… No deberías verlo de mala manera. – Dijo. – Bueno, ¿Qué? ¿Te apuntas o no?
- Lo haré pero vendré con Asriel. No me fio de Toriel.
- Por favor, Chara… Ni que Toriel fuera a comerte.
- ¡Nunca se sabe!
- ¿No será que sientes celos?
- ¡¿QUÉ?! ¡¿CÓMO SE TE OCURRE?!
- Shhhh, ¡No hace falta que grites en medio del pasillo!
- ¡Tú tienes la culpa! ¡Mira con la que me sales ahora! ¡Estás loco!
- Bueno… Tú lo estás más que yo, jiji. – Rió.
- A mí no me jodas.
- Te recuerdo que tú fuiste el único en ser capaz de ponerte una lagartija en la boca, ¡Y encima la lagartija aquél día te mordió la lengua! ¡JAJAJAJA! ¡Fue tremendo!
- ¡Ranma me desafió! ¡Y sabes que yo no paso por alto que me desafíen!
- Eres demasiado competitivo, Chara.
- Para depende qué cosas.
- Tú mismo lo has dicho… Pero pelearte es una de ellas.
- Cht… Lo que te pasa a ti es que eres un maldito pacifista.
- Yo al menos me preocupo de no hacerle daño a nadie… No como tú, te pasas.
- ¡Jah! ¡Y a mi qué! – Cruzó sus brazos, cerrando sus ojos carmesí. Claramente mostraba lo poco que le importaba. – La gente se lo merece por querer enfadarme.
- Se supone que Asriel te apuntó a artes marciales en el Dojo Tendo para que aprendieras a controlar tu carácter.
- Lo que Asriel hizo fue ponerme ahí para que despareciera de su vista.
- Vaya… Diría que vuestra convivencia es de amor-odio, ¿Cierto?
- No lo sabes tú bien… Llego tarde cada día por su culpa.
- Bueno, tú tampoco haces nada para remediarlo.
- Lo sé, y lo odio. Soy bastante vago en ese sentido

Frisk se rió. Tal parecía que, aunque Chara pudiera quejarse, en el fondo le gustaba, por eso a lo mejor no cambiaba esa actitud a la hora de despertarse o ser despertado. Al morenito se le hacía curioso y a la vez enternecedor el simple hecho de que Chara y Asriel tuvieran una manera muy peculiar de vivir el uno con el otro. Cualquiera dirían que parecían una pareja pero, Chara ya había dejado bien claro que por Asriel sólo sentía una gran amistad. Y eso, aliviaba a Frisk, porque él admitía, internamente que se ponía celoso… Aunque a veces no evitaba comentárselo a Toriel.

Finalmente llegaron a la biblioteca. Chara se mantuvo siguiendo a Frisk, que miraba libro por libro. Sin embargo, Chara observó que su amigo se ponía de puntillas, tratando de llegar a uno sin demasiado éxito. Se lo quedó mirando, hasta decidir ayudarle. Se acercó a él, rodeando su cadera con sus brazos para ejercer fuerza y alzarlo del suelo. Frisk se sorprendió y se echó una pequeña risilla que avergonzó a su compañero, quien le dejó de nuevo en el piso, al soltarle.

- Gracias. – Agradeció Frisk.
- No, no es nada. – Chara rascó su nuca.

Él vio, sin embargo, que Frisk se le acercaba y eso lo puso realmente nervioso, más aún cuando no pudo retroceder porque su “amigo”, le cogió de los hombros. Intuyó lo que haría, así que cerró los ojos y movió a un lado la cabeza, por ello, Frisk sólo pudo besar su mejilla. Chara sólo pudo sonrojarse, mientras Frisk se rió ligeramente por su reacción, al verle bajar ligeramente para que su flequillo, hacia un lado de su rostro, tapara su mirada.

Se le hizo adorable.

- ¿Vamos? Ya tengo los libros que quería. – Dijo Frisk. Vio asentir a su compañero. – Bien, vamos entonces. – Sonrió, y le cogió de la mano.
- Oye… Esto no hace falta… - Habló, avergonzado.
- ¿Por qué? No es nada malo.
- Es… Raro.
- ¡Nah! ¡Es muy normal! – Frisk la entrelazó con la del otro. - ¿Ves?
- Cht… - Giró su cara. – Eres un cursi de campeonato.
- Y tú eres un bruto.

Salieron de la biblioteca, teniendo una discusión bastante tonta, que continuó mientras andaban por el pasillo. Frisk adoraba provocar a Chara y ver sus reacciones que le parecían tiernas. Chara era fácil de abochornar, bastaba con decirle cualquier comentario dulce. Quizá porque no estaría acostumbrado, pero Frisk se lo pasaba genial. Una vez llegaron a clase, todo siguió tranquilamente. Había venido una profesora para mantenerlos vigilados y como no…

Chara y Frisk no estaban demasiado lejos el uno del otro, y afortunadamente, tenían a Akane y a Ranma cerca. Ellos dos parecían haberse peleado, pero en ambos era demasiado habitual. Así pues, las horas fueron pasando hasta que el horario escolar acabó. Salieron junto a Ranma y a Akane, encontrándose con Nabiki, la hermana mayor de la chica. Entre los tres bromeaban o hacían enfadar a Akane, lo cual ya era usual. Ranma, era el especialista en ello, sobretodo. Por eso, Kuno siempre quedaba en segundo plano.

- Me pregunto qué habrá hecho Kasumi para comer hoy. – Habló Akane.
- Tu plato favorito seguro que no. No te lo mereces, por ser una mala niña. – Dijo Ranma.
- ¡¿Quieres recibir otra vez?!
- ¿Vosotros no os cansáis nunca de discutir, cierto? – Nabiki parecía impasible. – Cuando estáis presentes, no se respira tranquilidad en el ambiente. Aah… - Suspiró. – Papá hizo bien en prometeros, sois tal para cual.
- ¡¡ESO NO ES VERDAD!! – Gritaron al unísono.
- La verdad, para mí lo de un matrimonio concertado me parece… No sé… Algo inapropiado. – Opinó Frisk. – Digo, yo lo respeto, pero aún así…
- Es una tontería de las gordas. Prometer a una hija con un desconocido… Qué locura.
- Bueno, “desconocido” – Nabiki hizo el gesto de las comitas para recalcar la palabra. – El padre de Ranma es amigo de nuestra familia según nuestro padre, quizá por eso lo hizo.
- De todos modos, ni Ranma ni Akane se conocían. Así que insisto en que era un desconocido.
- ¡Ustedes ya no estén hablando de mí como si no estuviera aquí! – Habló el propio Ranma, molesto.
- Ojalá mi padre pensara como tú, Chara. Así no tendría que soportar a este idiota cada día. – Dijo Akane, adelantándose.
- ¡Aquí la tonta eres tú! ¡Que te enfadas por todo! – Ranma fue tras ella. - ¡Siempre arrugando esa cara cuando te cabreas! ¡Eso te hace realmente una niña fea, antipática y por supuesto, insoportable!
- ¡¡RANMA, MEJOR CÁLLATE!! – Akane ya entró en su modo violento. Ranma salió corriendo y siendo perseguido por su prometida.
- ¡¿Lo ves, lo ves?! ¡No eres para nada femenina! – Le decía el chico.

Nabiki suspiró, mientras Chara tenía sus manos detrás de la cabeza y Frisk sonreía con torpeza. Era algo bastante… Bochornoso verlos así, como un par de niños pequeños. Nabiki ya tenía costumbre de ello, pero a Frisk le seguía chocando un poco. A Chara le daba igual, él era experto en meterse en peleas y conflictos ajenos, así que de todos modos no le importaba demasiado. Chara se mantuvo en silencio, o comentaba poca cosa mientras Nabiki y Frisk hablaban entre ellos.

Hasta que llegaron a la casa en la que las hermanas Tendo y Ranma vivían. Se despidieron de ellos, hasta más tarde. No tardaron mucho en quedarse solos. Al principio, reinaba el sosiego, pero Frisk sonrió y cogió a Chara de la mano.

- Ven a casa a comer, anda. – Le pidió.
- ¿Bromeas? – Usó un tono irónico. – Si lo hago sin avisar a Asriel… Él me matará.
- Siempre puedes llamarle al móvil.
- Se me rompió la semana pasada.
- Ala, qué bestia. ¿Lo ves? Ya te digo yo que eres un irresponsable que no cuida de sus cosas.
- ¿Y si mejor te callas, enano pacifista?
- ¿Por qué siempre te metes con mi altura? ¿No tienes mejores argumentos?
- Mira quien fue hablar.
- Ajá, así que tengo razón.
- ¡¡No te hagas el listo conmigo!!
- Anda, porfa. – Le volvió a pedir con ojitos de corderito. Por supuesto, era una táctica chantajista a la que Chara nunca fue capaz de negarse. – Ven a comer.
- No soporto a Toriel… - Murmuró, mirando a otra parte.
- ¡Será rápido! ¡Si luego tenemos que venir aquí!
- … - No contestó.
- ¿Sí?
- Bueno… Está bien… - Accedió, no muy convencido de todos modos.
- ¡YAAY! – Se alegró Frisk, quien sin pensar se acercó a su “amigo” y le besó.

Eso a Chara le sorprendió, y mucho. Se quedó atónito y estático, pero no negó que… Le gustaba ese contacto, y por supuesto, lo correspondió como pudo. Era inexperto así que era bastante torpe. En cuestión de minutos, se separó del castaño, que seguía sonriendo, al contrario que Chara, de quien cuyas mejillas yacían rojas.

- ¿Por qué has…?
- ¿Es lo que hacen las personas para demostrar que se quieren, no?
- ¿Espera, qué…? – Chara abrió de par en par su mirada escarlata, asombrado. - ¿Acaso tú…?
- ¿Tiene algo de malo que te quiera?
- ¡Cht! ¡Ya estás otra vez con tus cursiladas! – Llevó sus manos a los bolsillos, girando su rostro a otra parte.
- ¡No! ¡Esta vez hablo enserio, Chara! ¡Yo te quiero mucho! ¡Eres la persona más importante para mí, de verdad!
- Hm… - Suspiró.
- Bueno… Supongo que tú no sentirás lo mismo, ¿Verdad?
- ¿Eh? – Le miró. – Pensé que lo decías… No sé, en plan fraternal…
- ¡Para nada, Chara! – Frisk le cogió de su jersey verde de líneas amarillas. - ¡Yo te quiero, pero no simplemente como un hermano o como un buen amigo! ¡Para nada! ¡Yo…! ¡Quiero que salgas conmigo!
- ¡¿Qué?! – Se quedó impactado al oírle. - ¡¿Tú realmente piensas en lo que dices?!
- ¡Perfectamente! ¡Sé que lo quiero así! ¡Sé que te quiero así!
- … - Entrecerró la mirada.
- Soy consciente de mis sentimientos por ti. Créeme que lo soy.
- Entonces… Habrá que ponerle remedio a eso, ¿No? – Esbozó una sonrisa, sorprendiendo a Frisk. – Yo… También siento lo mismo.
- ¡¿Enserio?! – Vio a Chara asentir. - ¿Entonces, aceptas salir conmigo?
- Claro. – Se sonrojó ligeramente.

Frisk se rió y entonces, le besó. Esta vez, fue correspondido, sin más dudas. Más tarde, Frisk llevó a Chara a su casa, y los dos fueron recibidos por Toriel, quien al ver a su invitado, decidió llamar a Asriel para que viniera, ya de paso. Chara bufó, pero al menos la sonrisa cómplice de Frisk le alivaba.

La buena noticia sería que comerían un delicioso pastel de chocolate.

THE END

Notas finales:

¡Espero que os haya gustado! ¡Hasta más ver!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).