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Ciego [One Shot - Meanie] por LightBlue12

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Notas del capitulo:

De la mini serie Ciego, Sordo y Mudo.

Bien esto iba mal, había estado rogándole a una hermosa chica por una cita durante semanas, normalmente con una vez bastaba pero ella era particularmente exigente, y cuando finalmente acepto, planeo todo para que fuera perfecto, y llegar 20 minutos tarde no estaba en sus planes. Se encontraba corriendo de un lado a otro cuando su celular comenzó a vibrar dándole a entender que tenía un mensaje, era ella.   -Me largo-   —Genial— dijo al aire. Quiso golpearse y corrió aún más rápido para llegar a ella y así quizá arreglar las cosas, tener su cita y tal vez besarla (claro, si todo salía bien). Pero no, la vida le puso a un estúpido que se llevó por delante cayendo así  sobre este.— ¡Maldición! ¡¿Que no puedes fijarte por donde mierda caminas?!   —No, no puedo, soy ciego—    Mierda.   Ahora era un idiota, le había gritando a un ciego, genial. ¿Y ahora que hacia? ¿Huir? Después de todo no lo vería irse. No, pasaría de idiota a escoria humana. ¿Ayudarlo a levantarse? Oh espera ya lo hizo el mismo. Maldición. No era bueno pensando bajo presión.   —Eh...yo...emm...bueno...lo siento— ¿en serio Mingyu? ¿Desde cuándo no sabes hablar?    —No importa, estoy bien— dijo el.       Estaba más que claro que no estaba bien, primero: el chico tenía el brazo raspado y sangrando levemente, segundo: su ropa estaba echo un desastre, ¿En serio había causado eso con el impacto? Lo más seguro es que si, y tercero: sus muecas  le hacían saber que no, no estaba "bien".   —No te vez muy bien—genius — déjame ayudarte— lo tome del brazo y lo guíe a sentarse a uno de los muchos banquillos del parque — tienes una pequeña herida en tu brazo, iré por algo para curarlo, quédate aquí regresaré pronto.   El sólo suspiro y asintió.    Bien ahora le tocaba correr, en ese parque había un centro tipo atención al cliente, seguro allí encontraría algo útil. Corrí lo más rápido que pude y regrese de la misma forma, estaba exhausto me recargue sobre mis rodillas tratando de recuperar el aire que me faltaba, incluso me había olvidado de lo que estaba haciendo, hasta que una hipnotizante risa se hizo presente y me saco de mis pensamientos.   —Wow, eso si que fue rápido— dijo el azabache mientras con una mano cubría su boca tapando así su sonrisa. Lindo.    Me acerque y tome su brazo con sumo  cuidado, su piel parecía porcelana, banca y delicada, contrastaba demasiado con la mía, morena y tosca. Coloqué la bandita sobre la herida y la apreté levemente.   —Gracias...emm, ¿Cual es tu nombre?— dijo con su cabeza agachada.   —Mingyu, Kim Mingyu—   —Entonces gracias Mingyu— su nombre sonaba tan bien saliendo de aquellos finos labios, más aún si después venía acompañado de una linda sonrisa— y lo siento, parecía que llevabas prisa.   —Oh, si, ya no importa de todas formas era imposible llegar a tiempo.— y era verdad lo más seguro era que la chica se aya ido furiosa, tendría que arreglar eso después.    —Por cierto soy Wonwoo, Jeon Wonwoo— dijo    —Un lindo nombre para un chico lindo— un sonrojo se asomó por sus mejillas y fue cuando me di cuenta que, si, había dicho eso en voz alta, (eres un genio Mingyu, un genio).—Eh...—   Río cubriendo su boca —Gracias, supongo—   Si, era lindo, muy lindo, un poco más bajo que el, siempre había tenido una debilidad por las cosas más pequeñas que el, que era, básicamente todo. Labios finos, besables, espera ¿que? Bueno, si, definitivamente si fuera una chica ya habría sacado a Mingyu modo galán y si ya estarían besándose pero el era un hombre. Su nariz era afilada y sus ojos, sus ojos estaban siendo tapados por unos lentes oscuros que le impedían ver más allá, sin embargo, el sabía que aquel chico era sin duda alguna muy lindo.   —¿No me devolverás el cumplido?—si quería ser llamado lindo por un extraño, que además era ciego, pero era muy lindo. Maldición cuantas veces le había dicho lindo.   El sólo río un poco más fuerte esta vez repitiendo el gesto de cubrir su boca con la mano — ¿Eres consiente de que soy ciego, y que si te digo lindo estaría mintiéndote descaradamente?— dijo divertido.   —Podrías, tal vez tocarme la cara y comprobarlo, ¡Lo he visto en muchas películas!—   Él parecía considerarlo— Esta bien, porque no, acércate— dijo finalmente, indicándome con su mano a que tome asiento en el banquillo a su lado, su sonrisa no desaparecía, parecía divertido con la situación.   —Listo— dije    —Ahora cierra los ojos—   —Hecho— sentí como una de sus manos subía por mis brazo, después a mi hombro, cuello, y se detenía en mi mejilla, ambas manos se encontraban ahora allí sus manos eran suaves como pétalos y frías como el hielo, con sus dedos comenzó a tantear mi nariz, mis ojos cerrados, mi barbilla, podía escuchar su hermosa risa salir, lo cual me hizo sonreír a mi también  prosiguió con mis orejas y pasó una de sus manos por mi pelo, su otra mano en cambio se detuvo en mis labios pasando suavemente. Después aparto sus dos manos de mi cara.—¿Y  bien? —   —Puedo asegurarte, que eres el hombre más apuesto de todo este parque— dijo sonriendo.   —Oh wow, me siento particularmente halagado, esperaba algo así como "oh dios mío eres todo un adefesio" pero al parecer este día va mejorando conforme más tiempo la pasé junto a ti.—   Sonrió — Créeme no eres ningún adefesio Mingyu—   —Mingyu-hyung— le corregí    —Oh, ¿Que te hace pensar que eres mayor que yo?— respondió cruzando sus brazos    —No podrías ser mayor que yo, es imposible—   —¿Cuantos años crees que tengo Mingyu?—   —No lo sé, ¿16?¿17? No puedes ser mayor de 18 años, eso seguro— respondí, pero el lucia un poco ofendido, tenía la boca levemente abierta.   —Tengo 20— dijo— y estoy completamente  seguro de que eres menor que yo.   —¿¡20!?—¡no podía ser legal tener esa cara a los 20!— Imposible.   Busco algo dentro de sus bolsillos y me lo mostró, era un carnet de la biblioteca, y si, tenía 20 años— Si no me equivoco, debes tener entre 18 y 19 años ¿no?— pregunto con una sonrisa.   —Tengo 19, ¡no puedo creer que seas mi hyung!— me quejé —¿Y como sabías que era menor que tú? Soy más alto-    —La altura no importa en eso.—sonrió—   -—Supongo...— debió haberlo aprendido cuando conoció a Jihoon-hyung y creyó que este tenía 14, ese día se había ganado una patada en la rodilla que lo dejo cojeando por tres días, ese hyung era peligroso y se reprendió por no haberle prestado atención a Seungcheol-hyung cuando se lo advirtió. Bueno al menos no había terminado herido esta vez- Hyung, ¿porque tiene un carnet de biblioteca si usted...bueno...—   —Tranquilo, no me incómoda hablar sobre esto—dijo señalando sus ojos- Lo tengo porque desde niño me han encantado los libros y en la biblioteca tienen muchísimos que soy capaz de leer, incluso si ahora no puedo ver las imágenes que de niño tanto me gustaban y era lo que desde un principio me atraían.   Entonces pensé, que eso puede ser lo más desafortunado que le pueda pasar a una persona que le guste leer, o bueno... a cualquier persona.   —Ohh, entonces no e-eres cie-ciego de nacimiento— ¡habla bien idiota!   Sonrió— No, sólo fue el producto de un accidente—   —Hyung, ¿cuantos años tenías cuando sucedió?— pregunté, esperando no sonar demasiado interesado, cuando en realidad quería saberlo todo.   —Tenia 13— dijo sin perder la sonrisa.   —Hyung, tu sonrisa es muy hermosa— no otra vez.    —La tuya también— dijo con un sonrojo en sus mejillas.   —¿Ah si? ¿Y como lo sabes?— dije un poco divertido, aunque estaba avergonzado, si el pudiera verme se daría cuenta que mi cara estaba completamente roja, porque bueno, no me esperaba esa.   —Las personas apuestas tienen naturalmente sonrisas matadoras— dijo relajado.   —Bueno es verdad pero ¿y si tengo los dientes torcidos?— porque si, el apuesto Kim Mingyu también tenía algo que lo cohibía, y es que aunque muchas veces le decían que era parte de su atractivo, él seguía odiando a sus caninos deformes.   —Apuesto a que aún con los dientes torcidos eres apuesto— y me reí porque, ¡Dios! Que clase de hombre heterosexual quiere besar a otro hombre con tantas ganas, al parecer sólo el, porque de otra forma no estaría acercándose tan peligrosamente al rostro del azabache— ¿Mingyu?— su aliento me pegaba en la boca y yo solo pude contener la respiración y apartarme rápidamente antes de pudiera notar la cercanía.   —¿Q-que pasa hyung?— tonto, tonto, tonto Mingyu.   —Ya debo irme— ¿que?— mi primo se preocupara si me tardo demasiado, se supone que solo era un paseo rápido.   —Pe-pero, ¡te acompaño!— dije, casi grite levantándome del banquillo, quería estar más tiempo con el.   Me sonrió hermosamente una vez más y hablo— Está bien, debo tomar un taxi.— se levantó y tomo mi brazo, mentiría si dijera que no me tense ante su tacto, se sentía bien tenerlo cerca.— Vamos.   —S-si, es aquí cerca— aunque la parada de los taxis era realmente cerca, camine lo más lento que pude y tome uno que otro desvío sin que lo notara para retrasar la llegada, cuando finalmente llegamos mentí diciendo que los taxis realmente no pasaban como deberían y el sólo esperaba con paciencia y una sonrisa. Lindo e inocente. Cuando finalmente mi lado de la razón me dijo que debía dejarlo ir, que parecía un idiota, pare un taxi y enserio, enserio quise decirle que lo acompañaba para que todo estuviera en orden, pero el tal vez pensaría que era un acosador y causaría miedo al mayor, por lo que me quité esa idea de la mente.—Hyung, aquí está el taxi.—   —Gracias Mingyu, por todo.— sonrió quitándose los lentes oscuros dejándolo ver así sus afilados ojos. Mierda, mierda, mierda. Wonwoo definitivamente era la persona más hermosa que sus ojos habían visto jamás.    —A-ah...si...eh...bueno...yo, perdón hyung—   —¿Por-...— y lo bese porque prácticamente sus labios me estaban invitando a probarlos y yo no era nadie para negárselo, dios mío eran tan suaves, debí suponerlo. Pose una de mis manos en su espalda para atraerlo aún más a mí y con la otra sujete delicadamente su mentón para profundizar más el beso, el se encontraba quieto, dejándose besar por un completo desconocido, y le agradecí al mundo el echo de que no se allá alejado asustado. Hasta que la falta de oxígeno se hizo presente y tuve que alejarme, lo hice lentamente mi respiración estaba un poco agitada, aunque no resistí el alejarme mucho tiempo porque regrese a posar mis labios sobre los suyos por menos de un segundo e ir apartándome nuevamente. Sus ojos estaban cerrados, al igual que yo tenía la respiración agitada, sus mejillas se encontraban muy sonrojadas y los labios húmedos y rosados.   —Realmente hermoso— dije, y antes de siquiera recibir respuesta lo solté suavemente y salí corriendo como alma que lleva el diablo, corrí lo más rápido que pude hasta estar detrás de un gran árbol y desde allí escondido, como si pudiera verme lo observé, mientras se tocaba los labios, para después entrar al taxi y marcharse.- Mierda Mingyu te aprovechaste de un ciego, y lo peor es que te gustó. 

 

Notas finales:

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