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El regalo de San Valentín por Samantha0507

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Notas del fanfic:

Los personajes de KnB no me pertencen, son solo usado por diversion y sin fines de lucro.

Notas del capitulo:

Espero les guste, es un poco más subido de tono, me cuentan que piensan 

Aomine sentía su cuerpo calentarse, mientras buscaba con desesperación dentro de su mochila, pero nada, simplemente no estaban, había perdido sus inhibidores.

 

Por meses había planeado ese viaje, esa semana por primera vez vería a la familia de Himuro, por fin conocería a quienes eran su familia política y su estúpido celo estaba haciendo de las suyas.

 

Daiki sabía que era un omega y aunque no se sentía orgulloso de serlo, cuando conoció a Himuro, simplemente dejó de molestarle, incluso le fue honesto a sus compañeros de equipo y con sus amigos, pero en ese exacto minuto serlo, le iba a costar la presentación con los demás.

 

Se llevó las manos al pecho, tratando de respirar, podía sentir el aire caliente, el sudor había comenzado a correr por su cuerpo, trató de quitarse los pantalones, pero simplemente le era imposible, sus manos temblaban.

 

Se recostó sobre la cama, rozando su pene,  logrando su cuerpo estremecer, su pene estaba duro y su entrada se dilataba por la desesperación, Himuro Tatsuya era su alfa y en ese instante lo quería, lo necesitaba.

 

 

Himuro por su parte entró al edificio donde se estaban alojando, lo había comentado a su familia que estaría en Nueva York esa semana, ya que primero quería darle a Daiki un día de San Valentín muy especial, miró a su alrededor, notando como algunos alfas actuaban incomodos por el dulce aroma que se rápidamente se extendía por el lugar, miró al encargado de la recepción, preguntándole por el sistema de ventilación, los hoteles de mejor calidad se habían adaptado para tener buenos sistemas para comodidad de Alfas y Omegas al minuto de la llegada de sus celos.

 

Himuro iba con una sonrisa en los labios, tenía un buen control de su cuerpo, lo había tenido incluso cuando había visto a Daiki por primera vez.

 

Subió al ascensor, recordando cómo había sido ese día.

 

Himuro miró a los chicos que su hermano le estaba presentando, hasta que su mirada se cruzó con el de piel morena.

 

Daiki se había llevado las manos al pecho, sintiendo que un profundo calor lo invadía, tanto Kise, como Kuroko había corrido a su lado, pero el simplemente había aceptado la mano que Himuro había alargado hacía el, para ayudarlo.

 

Tatsuya no perdió el tiempo, obligándolo a apoyarse sobre su cuerpo, haciendo que el moreno estremeciera.No sabía que había un omega entre los amigos de Taiga.Daiki quiso besar los labios de Himuro, pero se detuvo, al notar como el mayor lo mantenía un poco lejos.es increíble, eres mi omega, quien lo diría.

 

Himuro se lo llevó en su auto, donde con mucho esfuerza trataba de no respirar las feromonas que su amigo estaba dejando salir.

 

Aomine, escúchame, esto es solo temporal, es necesario que Himuro te marque o que te mediques, de otra forma tu celo será irregular y así de fuerte siempre.Midorima miró, al moreno y luego a Tatsuya que esperaba fuera del auto, pendiente de los movimientos del peliverde.me alegra saber que Aomine tendrá un buen alfa de pareja.Midorima le tendió la mano y simplemente cerró el agradecimiento con una sonrisa.

 

 

Himuro tomó el pomo de la puerta, sabiendo que al otro lado su omega lo esperaba, entró notando como el olor que simplemente llenaba el departamento.

 

Se encaminó hacia el cuarto, notando como el moreno se revolcaba sobre la cama, las maletas de ambos estaban vacías y la ropa estaba regada por el piso, simplemente parecía un desastre que los rodeaba.

 

—¿Aomine? —Himuro preguntó, ocultando la alegría que le producía ver como el deseo de su pareja simplemente aumentaba al paso de los segundos. —¿y tus medicamentos?

 

—No lo sé…—La respiración del moreno se entre cortaba. —Duele Tatsu, ayúdame…—Aomine apretaba entre sus manos la camiseta de Tatsuya, esa con la que dormía cada noche.

 

Daiki pegó la pieza de ropa a su nariz, olfatiando profundamente, mientras lamía sus dedos con desesperación.

 

Tatsuya disfrutaba la imagen frente a sus ojos, la desesperación en el cuerpo del moreno lo estaba enloqueciendo y su cuerpo deseaba tomar a su omega con desesperación.

 

—Tatsu…—Aomine se quedó en silencio, mientras sus dedos se habrían paso en su entrada, jugando con ella, dilatándola, sacó sus dedos, rozando sus testículos y su pene en el proceso, el líquido pre-seminal se dejaba ver en el erecto miembro de Daiki.

 

Himuro no perdió su tiempo, se quitó la ropa y gateando en la cama hasta llegar al sudado cuerpo de Aomine, quien respiraba con dificultad. —¿tanto me deseas? —Himuro lo miró y tomó sus labios. —vamos Daiki, suplica, pide que te tome, quiero poseerte, vamos, déjame verte suplicar, déjame verte rogar por mi semen en tu trasero. — en un segundo el moreno estaba tomando la boca de su pareja, comiéndose los labios

 

Ambos comenzaron a moverse, uno sobre el otro, rozándose, sus penes, sus piernas, toda su piel se sentía junto a la del otro, así que cuando Aomine soltó un suspiro pesado, enarcando su espalda, corriéndose y manchando la poca ropa que Tatsuya aun portaba.

 

—No es justo…—Aomine hablaba, tratando de regular su respiración, pero por mucho que lo intentaba. —yo había planeado que tuviéramos un bello San Valentín y ahora está arruinado, todo por ser un maldito omega.

 

—Oye, mírame. — la mirada de Tatsuya era intensa. —no eres un maldito omega—tocó la marca en su cuello, esa que había hecho meses antes y agregó— eres el hombre que más amo en este mundo y me estás dando el mejor regalo, hasta ahora, sabes que es lo que deseo…— terminó la frase mordiendo suavemente el hombro de su pareja.

 

—entonces…—Aomine respiraba con dificultad nuevamente. —te daré lo que tanto deseas, embarázame Tatsuya, quiero tener a tú hijo, quiero parir a tú pequeño cachorro.

 

Himuro no perdió su tiempo, llevó las piernas del moreno a sus hombros, acomodándose en la entrada del moreno y obligando a que un poco de líquido pre-seminal se quedará en la entrada del moreno, lubricando el camino que prontamente sería llenado por el miembro de Tatsuya.

 

—No sabes como deseaba que me lo podieras…

 

Himuro penetró el cuerpo del otro con fuerza, en una estocada que llevó a Daiki a enterrar dedos a la almohada donde se encontraba recostado.

 

Se llevó una mano a la boca, buscando evitar que sus gemidos escaparan y llenaran el silencioso cuarto, pero Tatsuya lo evitó y simplemente besó sus labios, mientras embestía a su pareja. —Quiero escucharte…—entre jadeos había agregado esa frase, que solo logra que el miembro de Aomine palpitara en sobre su pecho.

 

—Embarázame Tatsuya. —Aomine se corrió en un grito, mientras el miembro de Tatsuya era apretado por el cálido interior del moreno.

 

Solo bastaron dos estocadas y Tatsuya terminó en el cuerpo de su pareja.

 

Ambos se mantuvieron recostados, el olor de Daiki llenaba el lugar, su celo era fuerte, pero Tatsuya se encargaría de calmarlo el tiempo que fuera necesario.

 

Se besaron de forma cálida, empezando nuevamente un juego, el día era joven, su San Valentín sería en la cama.

 

 

Cerca de la medianoche y con un Aomine profundamente dormido, Tatsuya sacó los inhibidores de su pareja y los tiró en el retrete. —lo siento Midorima, pero soy todo menos un buen hombre. —volvió a la cama con su pareja, mirando todas las marcas en la piel de Daiki y como el semen bajaba por su trasero. —serás una buena madre, Daiki.

 

 

Fin

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Gracias 


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