Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor Super Psicopata [One-Shot] por ryuzaki uzumaki

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esto es un Songfic, les recomiendo ver primero la cancion, esta en ingles :c

>♥> https://www.youtube.com/watch?v=PQvb4Km5bkQ <♥<

 

Algo últimamente me vuelve loco, tiene que ver con cómo me haces luchar para tener tu atención, incluso el poder llamarte me trae cierto miedo, ­­ ¿Cuánto tiempo llevamos así? ¿Meses? ¿Años? Ya no lo sé… pero si sé que siempre terminó de la misma manera, enloqueciendo, confundido, tumbado en mi cama boca bajo, con mi cara hundida en mi almohada, pensando, ¿Cómo es que alguien tan puro y gentil como tú tenga gustos tan…? ¿Cómo decirlo? Tan contrarios… tan opuestos a tu persona… sigo sin creerlo, pero lo que más me cuesta digerir es que me enamore de ti.

Mi celular vibro y sabía que esa era mi señal, pero de igual manera revise para estar seguro, tome el aparato que había guardado debajo de la almohada, ‘’Mensaje de: Shun’’  lo sabía, abrí el mensaje - ¿Sigues despierto?-

-Sabes que si-

-¿Por qué no vienes un rato a hacerme compañía?- sabía que lo diría

Me levante de mi cama, era la una de la madrugada, no temía despertar a nadie, todos dormían como las veces anteriores, es tal como aquella vez, aquella primera vez.

Era de madrugada, suelo tener insomnio a contra de mi voluntad, estaba despierto viendo la televisión con el audio bajo, no quería despertar a los demás, pero fue inevitable, esa noche Shun había bajado por un vaso de leche y se topó conmigo.

-¿Hyoga?-

Me gire, estaba seguro que era la voz de Shun, pero igualmente quería corroborar, varias veces el sueño me jugaba bromas pesadas -¿Te desperté Shun?-

Shun negó con la cabeza y se sentó a mi lado con su característica sonrisa -¿Qué es lo que miras?- se giró a mirar la televisión y se recostó totalmente en el respaldo del sillón

-No tengo idea, hace poco cambie de canal, pero creo que se llama la vida de Adele- no tenía idea de que esa película fuera temática Lésbica, además de que era clasificación C, a mis diecinueve años me dio completamente lo mismo, pero Shun tenía diecisiete además de ser poseedor de una mente pura e inocente.

La película tenía escenas muy fuertes, tanto con las mujeres como con el hombre, Shun se había mantenido en silencio todo este tiempo, casi fue que me olvide que estaba conmigo, la película había terminado, no negare que me sentía caliente, pero nada que no pudiese arreglar en el baño antes de ir a dormir, sin embargo Shun…

-Hyoga…- le mire y estaba completamente sonrojado

-¿Qué pasa?-

Shun respiraba agitadamente y eso me preocupo  -Me… me siento extraño… tengo mucho calor… me siento raro-

-¿Te sientes mal?- Shun negó con su cabeza pero igual quería corroborar –Ven aquí- lo tome y lo senté en mis piernas revisando si tenía fiebre, estaba sonrojado únicamente pero no tenía la temperatura fuera de lo común cuando fue que instintivamente dirigí mi vista a sus entre piernas

Shun se percató de mi mirada en ipso facto se cubrió con sus manos –Hyoga… no me mires-

-Shun es normal… es mi culpa, no sabía que la película fuera para adultos, además tampoco la quite sabiendo que…- me beso, me sorprendí tanto, nunca sabré porque le seguí el juego, quizá por la excitación, por la película que aun recorría mi mente, nunca lo sabré, pero también lo bese.

Tome su cintura y lo pegue más a mi cuerpo, Shun estaba muy caliente, además de que temblaba con cada contacto que le daban mis manos, metí las mismas por debajo de su playera blanca, su piel era el cielo y jamás lo había notado, era tan suave, fina, delicada, juraría que el mármol era áspero a comparación de su piel de nívea tez.

Y no hablar de sus labios, eran lo más exquisito que había saboreado en mi vida, eran tan suaves y pequeños, con un sabor único, dulce… pero no empalagoso, un sabor que simplemente era incomparable, deje de lado esos perfectos labios y con mis dientes desabotone la playera de dormir de Shun, su aroma me embriago, era tan bueno o más como el sabor de su boca, era fuerte pero era sutil a la vez, un aroma que solo él posee, que de inmediato me hice adicto a él, bese su pecho mientras a la vez lo mordía, Shun hacia ruidos guturales, presionaba su espalda con mis manos y mordía su pecho con mi boca, él se dedicó a abrazar mi cabeza quiero imaginar que no quería que me detuviera, eso era bueno, porque no tenía ni la más mínima intención de hacerlo.

Lamí su pequeño pezón y este se endureció, pude escuchar cómo le gustaba por lo que decidí mirarle la cara mientras lo hacía, estaba tan sonrojado, se vería adorable, se veía deseable, sus ojos estaban cristalinos, posiblemente por la vergüenza, pase mi mano derecha al frente para jugar con el otro pezón, mientras mi lengua se encargaba del izquierdo, no se pudo contener y gimió ante tal placer.

 -¿Te gusta?- le pregunte aun con su botón en mi boca, no me respondió con palabras pero si asintió -¿Quieres más?- Shun entre abrió sus ojos y nuevamente asintió

Baje su pantalón y su hombría resalto en la ropa interior, mi mano derecha dejo de lado su pezón para ir a atenderla, seguramente le dolía de la poca interacción que tenía, Shun me abrazo más fuerte y mordió su labio inferior intentando no hacer más ruido, aún seguía siendo de madrugada y aun había gente dormida en la planta de arriba.

Mi mano izquierda se cansó de no hacer nada más que acariciar la espalda de mi pequeña víctima, metí mi mano izquierda entre sus glúteos buscando su entrada, una que más al rato profanaría, él reacciono empujando su cadera, sintiendo la leve intromisión, yo bufe mentalmente, si esto te hacia estremecer, ¿Cómo te sentirías al sentir a mi “amigo”?

Shun no podía evitar soltar gemidos aunque se mordiera el labio hasta el grado de casi hacerlo sangrar, lo levante en vilo por un momento, me gire y lo recosté en el sillón, me deshice de mi playera, tanto calor me estaba matando, baje las prendas de Shun y las deje cerca del televisor al aventarlas, acaricie sus piernas con las yemas de mis dedos, cada parte de él era tersa, sensible y eso me encantaba, metí aquel trozo de carne erecto en mi boca y valla… parecía que había condenado a Shun, soltó un gemido ahogado y se cubrió la boca con sus manos.

Con mi mano derecha volví a invadir levemente su orificio, estoy seguro que lo asfixiaba de placer, su cadera se contorsionaba sola, al igual que sus piernas, seguí acariciando su cadera con mi mano izquierda, ya no aguantaría más, me estaba doliendo a mí también, tenía que meterla.

Me separe completamente de Shun y el me miro agitado, sonrojado y con algunas lágrimas en sus ojos, baje un poco mis pantalones y bóxer solo para que mi miembro tuviera el camino libre, pude ver como Shun se anonado al verme, ambos sabíamos que pasaría después, me senté nuevamente en el sillón y lo puse sobre mí.

-Te dolerá al principio… pero después te gustara, solo trata de relajarte-

Shun rodeo mis hombros y me dio un cálido beso –Esta bien…-

Coloque cada una de sus piernas al costado de mi cadera, lo tome por debajo de sus glúteos, lo levante y lo mire buscando su consentimiento, Shun me sonrío y justo después lo comencé a invadir, me abrazo fuertemente, quizá debí meterle dos dedos en lugar de uno, por fin estaba dentro y Shun aun respiraba con cierta incomodidad

A mí por otro lado me encanto su interior, tan estrecho, tan perfecto, no pude evitar gemir por tal sensación primeriza. -Dejara de doler…- lo bese, lo mordí, lo distraje con mis caricias, bese su cuello y él sintió cosquillas, eso era bueno, la riza relajaba el cuerpo, me abrazo con sus piernas y me miro dedicándome una sonrisa

-Ya me siento bien…-

Me comencé a mover, primero lento intentando acostumbrarlo, lo cual fue un martirio para mí, ya no podía resistir, me recosté dejándolo sobre mí y me pude mover con más libertad, Shun recargaba su cabeza sobre mi pecho mientras soltaba gemido tras gemido, eso me animaba, al menos sabía que le gustaba, estaba en mi limite y no quería parar todavía, lo abrace fuertemente no me contuve y le inyecte en su interior lo que había estado conteniendo con dificultad.

Él tampoco pudo resistir, me había batido todo el abdomen con su excitación, pero en ese momento no intereso, ambos estábamos agotados, sudados, extasiados.

Giro su rostro a mirarme y yo solo me limite a besarle, toda esa noche paso con velocidad en mi mente, aquel recuerdo, aquel comienzo.

Me agache y saque una caja pequeña que estaba por debajo de mi cama para después salir de mi habitación, camine por el pasillo descalzo, a oscuras, aun así se veían las siluetas de las mesas con floreros, los retratos y varios adornos más, camine tres puertas y al estar frente aquella entrada ajena golpe suavemente tres veces con mi nudillo.

No me respondieron de otro lado con palabras, solo se giró el pórtico escuchando como aquella pequeña barra de metal se recorría para dejarme pasar, entre y después yo cerré la habitación poniendo el seguro.

-Me alegra que hayas venido- Shun se sentó en el borde de su escritorio con una sonrisa inocente, le sonreí y lo mire atento, su mirada era tierna, su sonrisa sincera, pero detrás de él había un alma insaciable, lujuriosa era un satiriasis. -¿Qué tienes ahí?- señalo la caja en mi brazo con una mirada curiosa

-Unos juguetes que me recomendó un amigo- sonreí de lado dándole la caja por si quería verlos

Shun me miro un poco celoso -¿Le dices a tus amigos?-

-No seas tonto- acaricie su cabeza con mi mano –Jamás le diría algo a alguien-

Shun me miro con celos y después con normalidad –Al menos dime que no fue Seiya-

Me bufe del comentario -¿Te digo la verdad o seguimos siendo amigos?-

Tome su cadera con mis manos y la acerque a la mía –Eso depende de ti…- rodeo mi cuello con sus brazos y se acercó a mis labios -¿Qué tal si jugamos con tus nuevos juguetes?-

Lo bese un buen momento, mordí su labio y después lo jale hasta dejarlo en libertad –Sera un placer…-

-Eso espero-

Lo recosté en la cama y quite su camisa, ¿Por qué tenía que usar con botones? No podía romperla, una vez le rompí una pijama y me regaño, solo podía rasgar la ropa cuando fuera un disfraz, pues Ikki tiene la costumbre de revisarle sus pertenencias, es por eso que yo guardo todas las cosas de nuestros pequeños juegos.

Lo despoje de la camisa–Cierra los ojos- Shun me obedeció, cerro sus ojos, tome la caja y de ella saque unas esposas afelpadas, no quería lastimarle las muñecas, se las coloque y lo puse preso atorándolas en la cabecera de su cama; Shun abrió los ojos al pensar que había terminado -¿No te dije que los cerraras?-

-Lo siento…- se sonrojo y eso causo que en mi espalda hubiera cierto escalofrío

-Está bien… solo ciérralos- bese sus ojos y después amarre sus rodillas sujetándolo con firmeza, pero con cuidado de no lastimarlo, dejando sueltos los otros extremos, volví  a toparme con que Shun había abierto los ojos –Shun…- este los cerro nervioso

-Perdón… no lo haré de nuevo-

-No puedo confiar en ti…- de la cajita saque un antifaz negro con encaje y se lo coloque –Ahora no podrás ver…- como si eso no fuera obvio.

Me despegue de su cuerpo, él inmediatamente me busco con sus piernas -¿Hyoga…?- No respondí -¿Hyoga? ¿Dónde estás? ¿Qué estás haciendo?- note como Shun se puso nervioso y esa era mi señal, quite el seguro, abrí la puerta y después la cerré, Shun se asustó,  quite mi playera y la deje en el suelo con sumo cuidado, no sin antes volver a colocar el seguro, “por si las moscas”.

Camine con cuidado, me coloque entre sus piernas y al sentir mi tacto se sorprendió -¿Te asustaste?- me burle por lo bajo mientras acariciaba sus piernas, no me respondió, no hacía falta que lo hiciera, yo sabía que si lo había hecho, baje mis labios a su abdomen y lo lamí, él se estremecía con facilidad -¿Qué tal se siente?- esto era nuevo para ambos, según al no poder ver y oír nada tus sentidos se agudizan

-Se… se siente bien-

Lamí su abdomen y lo besada dejando pequeñas marcas, desabroche su pantalón con mis dientes, y sobre la ropa acaricie su miembro -¿Ya estas duro? ¿Tan rápido? Apenas te toque-

Shun se sonrojo –No digas esas cosas… - me reí suavemente

Quite toda ropa que le quedaba, recorriendo cada parte de su piel como si un pincel recorriera un lienzo blanco, lo gire y levante su cadera, con la yema de mis dedos recorrí sus piernas, mientras él temblaba ante mi tacto, marque con mis dedos su glúteos, veía como su piel se sensibilizaba y le di una pequeña nalgada, Shun gimió –A que eso no te lo esperabas- nuevamente acaricie con delicadeza su glúteo algo rosado por mi golpe, Shun suspiraba por mis caricias y nuevamente lo golpee un poco fuerte, no quería excederme

-Más… fuerte- pero él se dedicaba a contradecirme

-A tus órdenes- hice el mismo procedimiento, al incrementar mi fuerza su voz hacia lo mismo, de la cajita tome el último juguete una ball gag, se la coloque y esto evitaba un poco el que gimiera o dijera algo, seguí dándole palmadas en sus glúteos durante un buen rato sus glúteos ya no estaban rosados, estaban rojos de tantas nalgadas que había recibido de mi parte, la comisura de su labio dejaba escapar un hilo de saliva, seguramente tenia entumecida la quijada, desabroche la mordaza y Shun inmediatamente escupió la pelota.

-Ya no aguantaba…-

Acosté a Shun nuevamente con normalidad –Me alegra que lo digas… porque yo tampoco- las sogas que había atado con anterioridad a las rodillas de Shun las sujete en las patas de la cama inmovilizándolo completamente

-Hyoga… ¿Puedo ver?-

-No… aun no-

Me quite el resto de mi ropa y me hice espacio entre sus piernas, coloque dos dedos dentro de la boca de Shun y este los chupo gustoso, mientras tanto yo me hacía cargo de su hombría con mi boca, una vez sintiendo mis dedos húmedos los metí en su entrada, se estremeció como las primeras veces, hice un vaivén con mis dedos, queriendo prepararlo, Pero Shun no quería esperar –Hyoga… ya… ya… yo te quiero a ti, no a tus dedos-

Saque mis dedos y sin previo aviso lo penetre, contorsionaba su cadera al igual que intentaba zafarse de los amarres, me moví con fuerza mientras lo besaba, Dios ¿Cómo podía sentirme tan completo al tenerlo? Quite su antifaz dejándome verme, sus ojos se clavaron en los míos, dejándome con ganas de más, me moví con fuerza y rapidez, no podía evitarlo, me hacía enloquecer, después retire las esposas, me abrazo con fuerza y de paso araño mi espalda por accidente.

Lo masturbe mientras lo penetre con mi último aliento, ambos nos venimos, por accidente me salpico en la cara, Shun se asustó –Perdón…-

-Descuida…- tome una de las gotas que tenía en mi rostro y las lamí frente a sus ojos –Me gusta tu sabor…-

El día siguiente había llegado y nuevamente me sentía ignorado por ti, textos de ti, sexo de ti, son cosas que no son tan poco comunes, de las pocas veces que te encontraba solo en los pasillos te acorralaba, acariciaba tu fino rostro, diciéndote cosas al oído, pero te hacías a un lado regalándome una sonrisa, varias veces creía que el tener sexo contigo en las noches era fantasía mía, ¿Por qué me siento no deseado? Ignorado durante el día… como si nada pasara en la noche.

Mierda, si no me querías de nuevo
¿por qué tuviste que actuar así?
Es confuso hasta el núcleo
Porque sé que lo quieres

-¿Y si no quieres algo serio conmigo? ¿Entonces porque me das más? Bebé… ¡Sé que tú quieres!-

Pero siempre me respondes con lo mismo… -No confundas un juego con un sentimiento- no me lo creo… tú mirada es honesta, tu sonrojo es genuino, ¿entonces? ¿Por qué juegas conmigo?

-Shun… yo-

-Shun te estoy buscando- Ikki nos interrumpió

-Hermano, ¿Qué necesitas?- y de nuevo como si nada

-Bien Shun, gracias por el libro, nos vemos después, adiós Ikki- seguí con mi camino, con una presión fuerte en mi pecho, me gire un momento para ver a ambos hermanos, para costumbre suya se estaban abrazando, riendo, como envidiaba a su hermano, él podía abrazarlo cuando quería, besarle su mejilla donde fuera, demostrarle su amor cuantas veces quisiera… Shun… has hecho que te amé, pero no quieres hacerte responsable.

Nuevamente en la noche estamos con las mismas circunstancias, teniendo sexo pero esta vez en la cocina, tu calor deja rastro en el azulejo de la barra, tienes la rodilla sobre la misma y con el resto de tu pierna abrazas parte de mi cadera, apenas te puedes sostener con la otra pierna, tus manos son presas de las mías, me entretengo mordiendo tu lóbulo y no me pude contener, me acerque a su oído y le susurre –Di que me quieres cada día, que me quieres de todas las maneras, que me necesitas…-

Shun se giró a mirarme, tenía su característico sonrojo y sus ojos cristalizados –Hyoga…- temí a su respuesta y lo penetre con más fuerza -¡Ah! ¡Ahí! ¡Más, más, más, más!- y es aquí cuando vuelvo a pensar… este amor es tan psicótico… no dudo terminar con una enfermedad mental un día de estos, pero es que tú cuerpo es mi adicción.

Nuevamente te di lo que querías, pero tú seguías en las mismas, te deje en tu cuarto y me retire al baño, llene la tina de baño con agua, y del contenedor escondido por el espejo saque un pequeño estuche, cerré la llave del baño, puse el seguro en la puerta, me desnude y me metí al agua tibia, me relaje lo más que pude, pero el dolor en mi corazón era tan fuerte que no me pude resistir.

Abrí el estuche encontrándome con mi amiga, mi navaja, la saque del estuche, la admire un momento, dudoso de lo que estaba a punto de hacer, pero ya lo había hecho antes y no había pasado nada, deslice la cuchilla en mis muñecas y una pequeña gota de sangre salió de la herida, me gustaba ver como esa gota se hacía cada vez más grande y después se convertía en un fino hilo que recorría mis ante brazos hasta llegar al agua caliente y disolverse completamente.

Sé muy bien que esto es ansiedad, otro corte más… Por el dolor, Otro más… pero prefiero el ardor del dolor físico que el emocional y otros dos más… No puedo evitar enloquecer por el amargo sentimiento –Que amor súper psicópata-

No nos miran

Llévame a rincones oscuros
Donde los ojos de los demás nos ignoran

Esta vez te atrape entre los arboles fuera de la mansión Kido, al parecer hacerlo en la cocina te encanto, la adrenalina de que nos pudiesen ver te fascino y por eso hoy lo hacemos después de la cena en el jardín, al lado de la mansión, Me encanta que tengamos toda nuestra ropa, eso no evita que pueda sentir tu delicada piel, la tela no es impedimento aunque un poco desalineada, no dejabas de gemir mientras te aferrabas al tronco, sentí ciertos celos por el árbol al que le dedicabas abrazos, sin embargo no tenía planeada una visita de Seiya y Saori.

Seiya y Saori caminaban risueños por los senderos del jardín, que suerte que tú y yo estábamos en las esquinas oscurecidas donde todos los demás ojos nos evitan y para nuestra suerte los suyos lo hacían, me detuve para que Shun dejara de gemir

-Hyoga… ¿Por qué te detienes?-  giro su rostro sonrojado, jadeando intentando recuperar el aliento, con pequeñas lágrimas en los ojos y con un mirar preocupado

-Shhhh…- me acerque a él y lo bese, adoro la manera en cómo me corresponde –Mira- dirigí mi mirada a Seiya y Saori quienes estaban a exageradamente tres metros de nosotros, Shun los miro

-¿Crees que nos vean?-

-No… podemos irnos en silencio y seguro… - tomo mi rostro, interrumpiéndome  y me beso una vez más –Shun…-

-Yo no quiero irme… quiero seguir- Me miro como si fuese un cachorrito rogando por jugar con su dueño –Por favor Hyoga… Por favor…- él comenzó a mover su cadera por si solo y eso me enloqueció a mí

-Tus deseos son ordenes…- le dije con una voz seductora y continúe con mi labor, no podía evitar mirar a Seiya y Saori de reojo, estaban metidos en su conversación y por nuestro bien espero que la voz de Shun fuera más tenue que la de su plática.

Shun hacia bastante ruido y eso me preocupaba, ocupe sus labios metiendo dos dedos para que los chupase –Mmmph… Mmmph… ¡Mmmmmph!- sentía como su lengua recorría cada parte de mis dedos, seguimos así un poco más hasta que me molesto el que Shun se aferrara al tronco, deje de penetrarlo, lo volteé, lo levante en vilo, recargue su espalda contra el tronco y lo volví a penetrar

-Abrázame a mí…- Shun me abrazo la cadera con sus piernas y mis hombros con sus brazos, nuevamente lo bese, explore el interior de su boca con mi lengua mientras él intentaba arremedarme torpemente, no importa, al menos sus suspiros cedían –Me voy… a…-

-Hyoga… estamos vestidos… nos vamos a ensuciar-

Me detuve –Si, tienes razón-

Baje a Shun, me recargue en el tronco y lo puse frente a mí -¿Qué vas a hacer?- me miro coquetamente

-Shhhh…-  coloque mi miembro al lado de su cadera y comencé a mastúrbalo para que se esparciera en la hierba húmeda –Tócame tú también…- y así lo hizo, ambos nos encargábamos de otro hasta por fin llegar al clímax, ambos cansados, jadeando, lo volteé por última vez y lo bese.

Este fue un beso dulce, tierno, acaricie su cintura y el rodeo mi cuello con sus brazos, sin dejar de besarlo acomode su ropa, nos separamos a causa del estúpido oxigeno que escaseaba en nuestros pulmones –Hyoga… Saori y Seiya…-

-Lo sé… ven vamos a rodearlos-

-No…- lo mire confuso –Tú ve por haya… y yo por acá…- no pude evitar sentir cierta molestia –Me la pase muy bien esta noche…- me dedico su tierna sonrisa y después me regalo un beso en la comisura de mis labios para después separarse de mis brazos e irse del lado contrario

-Dime como te hipnotizo… porque Te amo y te desprecio… -

De vuelta a la multitud donde me ignoras, era una tarde aburrida de domingo, ¿o sábado? Quizá lunes, la verdad es que no importaba, todos estábamos en la sala, Shiryu culto como siempre, con un libro grueso de pasta dura sobre sus manos, por la cantidad de páginas en el lado izquierdo se notaba que iba a más de la mitad, Seiya fastidiando como de costumbre, comiendo, jugando videojuegos con tú hermano que lo vencía con facilidad, hacia tal escandalo al reclamar cuando perdía.

Tú estabas a su lado y yo con mi mirar clavado en tus labios, recorriendo cada facción de tu ser, debí de ser más discreto… pues te diste cuenta, me sonreíste coquetamente, tu mirada no se quedó atrás, parecías desnudarme con la mirada, no me provoques… porque soy capaz de ir y cargarte hasta tu habitación sin interesarme que digan esos tres.

Comenzaste a acariciarte con delicadeza tus muslos, a mis ojos eso era una clara incitación pero para los demás seguro tenías comezón, te bajaste un poco la playera dejándome ver tu cuello y parte de tu pecho, jugaste con tus cabellos, relamiste tus labios, contorneabas tus labios con tú  dedo medio e índice, lo jalabas con delicadeza, me imagine de inmediato cuando te mordía y jalaba tu labio, Dios mío has que se detenga ¿Cómo se supone que me controle?, lamiste discretamente tu dedo índice y después metiste solo la punta del dedo medio a tu boca, El ambiente yo lo sentía tenso o ¿solo sería mi persona? ¡Seiya, Shiryu, Ikki!, ¿Cómo no se dan cuenta de tal espectáculo?

Fui salvado ¡El timbre de la mansión sonó por todo el edificio! -¡Yo voy!- corrí a la puerta casi callándome, pero Señor, si no me iba de ahí, me iba a morir, Miho y Erii se encontraban fuera, ambas me dirigieron una sonrisa pero más Erii, cuando sucedió la pelea con Eris no negare que me sentí atraído por ella, pero simplemente lo deje pasar –Buenos días, seguro buscan a Seiya, pasen-

Miho asintió -Sí, muchas gracias- y ambas entraron, esperándome a cerrar la puerta para guiarlas a donde estaban los demás -¿Cómo has estado Hyoga?-

-Muy bien Miho, gracias, ¿Qué tal ustedes?-

Miho rodeo con su brazo la mano de Erii –De maravilla, hoy teníamos el día libre y yo quería venir a ver como se encontraba Seiya, Erii fue tan amable en venir conmigo, no tenía que hacerlo ¿O tú que creer Hyoga?-

Erii se avergonzó –No es ninguna molestia, además yo… quería ver como estaba Seiya también-

-No digas mentiras… ¡querías ver a Hyoga!- Erii se sonrojo inmediatamente

-Muchas gracias, me encuentro bien- eso ultimo lo habían escuchado en la sala y fui objeto de burla por parte de Seiya

-¡Uh! ¡Hyoga tiene novia!-

-Silencio Seiya- dije algo molesto

-¡No lo niegues! ¡Hasta colorado te has puesto!- no lo había notado pero mis mejillas estaban levemente más calientes de lo normal

-Seiya, deja de decir cosas inapropiadas y recibe a tus visitas, han venido a verte-

-¡De Miho lo creo! ¡Pero seguro ella te ha venido a ver a ti!- señalo a Erii, su escandalo fue notorio en los otros tres, no me percate pero Shiryu había dejado de leer, Ikki pauso el juego cuando Seiya comenzó a burlarse de mí y Shun me miraba, no podía ver con detalle que sentimiento reflejaba, su hermano estaba al lado y si lo veía de más seguramente me echaría bronca

Miho se sentó al lado de Seiya y siguieron jugando, ella solo veía jugar a Ikki y a su amigo de la infancia mientras platicaban, Seiya jugaba y respondía sin problemas, yo había vuelto al sillón donde estaba en un principio, solo que esta vez la chica rubia estaba a mi lado, mirándome con una gran sonrisa, atenta a cada movimiento mío, me sentía en parte alagado y la otra preocupado, porque no era su mirada la que sentía, era la de Shun, dije un comentario que le causo gracia y se recargo en mi hombro, vi a Shun por el rabillo de mi ojo y estaba de brazos cruzados viendo como jugaba su hermano, Entonces ¿Por qué me sentía vigilado? ¿Me miraría por el rabillo de sus ojos también? Cuidando lo que le pertenece, celoso de aquella chica rubia, la hora de cenar se había hecho presente y Seiya pidió permiso a Saori de que sus amigas las acompañaran.

Saori encantada también les insistió en que se quedaran, fuimos todos al gran comedor, Erii estaba  a mi lado y Shun frente mío, no quería mirarlo, tenía vergüenza, no sabía que pensaba de mí en estos momentos, aunque yo no hiciera nada malo, sentí un pie recorrer mi pierna, no podía ser Erii pues ella mantenía cruzadas sus piernas por debajo de la mesa, instintivamente mire a Shun, tenía el codo recargado sobre la mesa, haciendo apoyo para que su mano sostuviera su mejilla, me miraba con complicidad y me sonreía con ternura, sonreí ante su acción, sentía su pie en mi rodilla, baje mi mano discretamente y acaricie su pantorrilla.

Pude notar como eso lo tranquilizo y después retiro su pie de mi rodilla, ¿Por qué la quitaba? Sentí mis comisuras descender, Debí de haberlo ignorado haber hasta donde podía llegar, la cena transcurrió con normalidad, Erii me coqueteaba y Shun no reaccionaba de ninguna manera, él platicaba alegremente con Ikki mientras comía, las invitadas se habían retirado, solté un suspiro irritado, subí las escaleras agotado, llegue a mi cuarto para encontrarme con Shun sentado en el borde de mi cama.

Cerré la puerta y puse el seguro -¿Qué necesitas?- pregunte extrañado

-¿No puedo venir a verte?- me regalo una sonrisa honesta

-Sí que puedes, pero si Ikki te ve en mi cuarto hará preguntas-

-Me escape, quería verte, estar contigo-

-Yo también…- Shun se levantó, camino hasta donde estaba, acaricio mi pecho con la palma de sus manos y después recargo su cabeza en mi hombro

-Hyoga…- lo abrace y acaricie su nuca -¿Acaso no me querías a mí?-

-¿Por qué lo dices?- no me separe un solo momento de él, pero intente buscar su mirada

-Parecía que estabas muy a gusto con Erii Aizawa – no pude evitar sentirme apreciado

-¿Estas celoso?-

-No… después de todo esto es un juego-

¡Mierda!, si quieres dejarme ir

Bebé por favor solo házmelo saber

No te vas a escapar

Engatusándome

 

-Shun… ¿A caso no me amas?-

-Deberías saberlo- me miro con tristeza – ¿No lo sabes?- si bien no me dijo con claridad “si” o “no” me dio a entender un “Si”

-Shun…- fue por eso que enmarque su rostro y lo bese, él me rodeo la cintura con sus brazos, le mordí el labio y lo jale con un poco de brusquedad, después pase a su cuello, una zona tan frágil que lo estremecía de inmediato, además de que mis oídos quedaban al costado de su boca dejándome escucharlo gemir con claridad, Shun se aferró a mi espalda, lo acorrale contra la pared, justo al lado de la puerta, levante su pierna izquierda con mi mano haciendo que me abrazara la cadera, mordía su cuello con cuidado de no dejar evidencias, mi cadera se movía sola, mi bragueta rosaba la suya, Shun se aferró con una mano a mi espalda, sujetando parte de mi playera y con la otra tomo mi nuca evitando que me separase aunque sea un  milímetro.

-Hyoga… ah…- amaba el que dijera mi nombre pero no era lo que quería escuchar en esos momentos

-Di que me quieres todos los días…- tome su rostro una vez más mirándolo a los ojos –Que me quieres de todas las maneras- lo bese con ternura, dejando la lujuria de lado –Que me necesitas- Shun miro avergonzado a otro lado, sus labios se entre abrieron y después se cerraron, su mirada estaba confundida, quizá buscaba las palabras correctas.

La puerta de mi habitación fue llamada, antes de poder preguntar quién era Ikki hablo del otro lado –Hyoga, ¿Has visto a Shun?-

-Mierda…- susurre y mire a Shun                                                        

-Es mi hermano…- susurro asustado

-Puse el seguro tranquilo- me separe de su lado –Queda te aquí… no te muevas-

-¿Hyoga?- abrí la puerta un poco dejando mostrar únicamente mi cara junto con parte de mi hombro  y lo mire –Disculpa, ¿Has visto a Shun?- su mirada paso sobre mi hombro buscando señales de su hermano, con la mano que ocultaba mi puerta, cubrí la boca de Shun, dejándolo oculto en la pared

-Si no está contigo ¿Qué te hace creer que estará conmigo?-

-Fui con Seiya y Shiryu primero y tampoco está con ellos, supuse que estaría contigo-

-Lo siento pero si no está contigo, esta con alguien más-

Intente cerrar la puerta pero me detuvo, intentando abrirla de nuevo, me asuste pero no deje que lo notara, Shun igual se asustó, tomo mi mano que cubría su boca con ambas manos apretándola -¿Tienes idea de donde pueda estar?- lo mire en silencio un momento

-¿Has ido con Saori?-

-Está bien, gracias- se fue de mi habitación y yo cerré la puerta

-Eso si me asusto…- dije burlón y después solté la boca de Shun -¿Qué me ibas a decir?- lo abrace de la cintura pero este se zafo con delicadeza de mí

-Tengo que ir con mi hermano… no dejara de molestar hasta que me encuentre-

-Sí… eso es verdad, pero antes dime…- Shun me beso la comisura de mis labios y se dirigió veloz a la puerta, yo lo detuve, me miro muy asustado, era claro que no quería responder a mi pregunta –Espera… déjame revisar si está en el pasillo o al que matara será a mí- Shun no dijo nada, pero se apartó de la puerta, me asome por el corredor y estaba vacío –No esta… puedes irte- al estar justo fuera de mi puerta Ikki salió de un pasillo –Si, Shun, te está buscando, hace poco estuvo aquí, le dije que quizá estabas con Saori-

-¿Qué?- me miro confundido

-¡Shun!- él se giró a mirar a su hermano y más que sorprenderse se asustó -¿Dónde estabas?- Shun se silenció y eso era malo

-Me dijo que te estaba buscando también, ¿verdad Shun?- Shun me miro agradecido y asintió

Ambos se alejaron de mi puerta y yo regrese a mi habitación, de nuevo el mismo proceso, me tire en mi cama y hundí mi cara sobre la almohada, ¿Por qué Shun? Si eres tan gentil… ¿Por qué me haces sufrir? ¿Te sentiste obligado a continuar? Desde aquella noche yo me acerque más a ti, tenía miedo de que pensaras que te utilice, de que no significo nada, de que solo fueras un juguete cuando realmente te apreciaba como un pequeño hermano menor, pero los hermanos no hacen esas cosas entre sí, nuestra amistad, nuestra relación cambio desde esa madrugada viendo esa película.

Me duele, me quema por dentro, me siento impotente, me siento molesto, asustado, enamorado… me levante de golpe tome mi toalla y me encerré en el baño, saque mi navaja y de nuevo lastime mis muñecas que no tenían la culpa de nada, pero mi dolor era insoportable, era amargo, era un estrujo en mi pecho, ni los golpes de los enemigos en las batallas tenían tan amargo sabor y yo sé de qué hablo… siempre atacando a mi madre, mis sentimientos, mi cuerpo, mil cosas más.

Me sentí mareado, no me percate pero estaba perdiendo bastante sangre, incluso el agua de la tina se tornó a un color naranja muy tenue, mi dolor no había cesado del todo, pero me detuve por el susto de la situación, limpie la navaja y nuevamente la metí en el estuche, no me había traído ropa limpia, solo me cubrí de la cintura para abajo con la toalla, abrí la puerta y Shun iba pasando en el corredor.

Se sonrojo al mirarme –Estabas aquí…-

-¿Me buscabas?-

-Si… te mande mensaje, pero no me respondiste, creí que te dormí…- dirigió su mirada a mis muñecas -¡¿Qué te ocurrió?! ¿Estás bien?-

Mire mis muñecas, había olvidado mis muñequeras azules que usaba como costumbre, Shun en ipso facto quiso tomar mis manos pero yo las retire –No es nada…- me miro con tristeza y me empujo al baño cerrando la puerta tras de si

-¿puedo?- señalo mis muñecas, negué con mi cabeza, sabía que se molestaría, o peor, se entristecería y más si supiera que estas pequeñas heridas fueron en parte su causa –Hyoga… me preocupas… por favor…- ya no le respondí, solo evite mirarlo

Tomo mis muñecas con delicadeza pero accidentalmente toco una cortada y solté un quejido, instintivamente hice mi muñeca para atrás intentando alejarme del ardor de aquella abertura en mi piel –Auch…-

-Lo siento…- Sentí el suave rose de Shun en mis manos, el dolor de mi corazón se había ido y el ardor en mi piel estaba desapareciendo dejando lugar a un cálido tacto, del compartimento que estaba en el espejo saco un pequeño botiquín, se sentó en la tapa de la taza del baño y yo me sentí en el borde de la tina de baño mientras Shun limpiaba mis heridas con un algodón húmedo en alcohol -¿Cómo te has hecho esto?- me miro un tanto preocupado –No quiero mentiras… tienes más cicatrices- No quería mentirle pero tampoco decirle la verdad, abrí el contenedor del espejo y de el saque mi pequeña caja, se la extendí un tanto nervioso, este la tomo y abrió, tardo algo de tiempo en procesar la información, su rostro se palideció y sus labios mostraron una clara tristeza acompañada con una mirada confundida  -¿Por qué?- si bien me esperaba un regaño, un sermón  o una mirada molesta me respondió con preocupación e ingenuidad, tal como era su costumbre, tal como él era.

-Me relaja…-                                                                       

-¡Esto te hace daño! Estas pálido…- Soltó la caja y esta cayó al suelo, dejando salir la navaja volando, revotando hasta un rincón y me tomo en sus brazos abrazándome –Eso… eso puede matarte…- sentí unas gotas de agua caer sobre mi hombro, estoy seguro de que no eran las que aun resbalaban por mi cabello húmedo, estas eran cálidas, estas me llenaban de tranquilidad pero me destrozaron el corazón al saber que provenían de Shun.

-No llores…- me agache hasta quedar a su altura y lo abrace con fuerza mientras me enderezaba dejando sus pies en lejanía del suelo  

-No te vuelvas a hacer eso… nunca… ¿Me oyes?-

-Por ti… lo que sea-

-No lo hagas por mi… hazlo por ti- un escalofrió recorrió el interior de mi piel, pero por fuera me sentía arder

-No puedo más con este amor súper psicópata…-

-¿Hyoga?- acorrale a Shun contra la pared, esta vez no me evadiría

-Shun… Di que me quieres- Shun se sonrojo y nuevamente desvió su mirada, pero ambos sabíamos que esto terminaría aquí y ahora, estaríamos juntos de una manera buena, por el bien de ambos o esto se dejaría hasta aquí para no herir a nadie más, tome su mentón y lo gire para clavar mi mirada en la suya –Di que me necesitas… porque estas desgarrando mi corazón lentamente y haciéndome sangrar…-

Abrió sus ojos completamente y miro mis muñecas un momento para después mirarme a los ojos -¿Me quieres?- ¡cielos Te amo! ¿Cómo puedes preguntar eso? – ¿Me necesitas?- más que el oxígeno a mis pulmones, más que mi cuerpo a mi vida… -¿Vas a estar conmigo?- Quizá… ese fue siempre el problema… quizá temía que me alejara de su lado, tal como su hermano.

Lo bese, o más bien apenas di un  rose a sus labios con los míos –Sé que también me quieres… Pienso que… me quieres también, Por favor di que me quieres también-

Porque vas a hacerlo

-Hyoga… ¿Es que aún no lo entiendes?- Shun me miro con lágrimas en sus ojos, lamí las pequeñas lagrimas que amenazaban con salir de aquellas bellas esmeraldas, lo abrace por su cintura, coloque mi frente pegada a la suya y solo me dedique a ver sus ojos –Hyoga…-

-Shun… ¿Esto es un juego para ti?- me miro asombrado

-No…-                                                                                                   

-¿Entonces porque me dices que no me haga a la idea de algo que no es un juego?-

Shun negó algo ¿feliz? Con su sonrisa ¿Por qué se alegraría? –Ya entiendo… ha sido todo un mal entendido- ¿Así? ¿Siempre estuve equivocado? –Hyoga… te eh querido desde hace tanto tiempo… ¿Desde la última batalla? ¿Desde Poseidón? ¿Desde Odín? ¿Desde la batalla en el santuario? ¿Desde la casa de Libra? ¿O será la de Géminis? ¿Desde qué estuviste para mí cuando Ikki no? ¿Desde el torneo galáctico? ¿Desde niños? La verdad es que ya no lo recuerdo…- Le mire asombrado… y pensar que hace unos cuantos años me di cuenta de que yo le amaba de una manera distinta a un cariño fraterno –Hyoga… esa noche que vimos la película… te bese porque era lo que más quería en el mundo, me arriesgue con el miedo que me apartaras de tu lado, de que no me vieras de la misma manera que antes, pero… cuando me besaste, cuando lo hicimos tú y yo… me sentí la persona más feliz en el mundo- deje de mirarlo y lo abrace aún más fuerte, sentía una presión en mi pecho, en mi corazón… - Pero…- Shun lo dijo más como un sollozo y me rodeo fuertemente mi cuello, como si no quisiera que me separara ni un milímetro de sus brazos –Esa noche… estabas excitado, me dio tanto miedo pensar que lo que habíamos hecho fue una calentura de una noche… no quería eso ¡No quería hacerme a la idea de que fue un aventura!-

Shun comenzó a llorar desconsoladamente, lo abrace tan fuerte como pude, con cuidado me arrodille en el suelo para poder abrazar todo su cuerpo, lo abrace colocándolo en posición fetal recargándolo sobre mi pecho –Shun… tú jamás serias una aventura… ¡Nunca!-

-Comenzaste a decir que me querías… y yo… y yo… me sentí tan feliz… y asustado a la vez, no quería que confundieras el amor con un juego… no sabía si era verdad lo que decías o solo lo hacías para pasar un buen rato… no quería alejarme, no quería que me dejaras… pero tampoco quería que no significara nada… Hyoga… Hyoga…- acaricie su cabello sin dejar de abrazarlo, lo deje llorar, lo deje abrazarme, lo deje amarme. –No quiero tener sexo contigo…- tomo mis manos y me miro a los ojos –Quiero hacer el amor contigo… quiero sentirme amado por ti…-

-Siempre eh querido escuchar eso…- enmarque su rostro con mis manos y con delicadeza lo bese

Ambos nos sentimos muy diferentes con ese beso, lo sentí en como reacciono su cuerpo y yo lo sentí en como reacciono mi corazón, bese con extremo cuidado esos labios que siempre había tenido pero que a la vez estaban tan fuera de mi alcance, ambos pensábamos lo mismo y sentíamos lo mismo, esto es a lo que llamo ironía o inclusive me atrevería a decir buena suerte, acaricie sus tersas mejillas y Shun sujeto mi mano derecha con su mano izquierda, entrelazamos nuestras manos sin dejar de besarnos.

Con cuidado fui quitando la playera de Shun, dejando unos pequeños besos en sus hombros y en su cuello, él acariciaba mi espalda, con su dedo recorría cada musculo de ella como si la estuviese contorneando en una hoja de papel, desabroche su pantalón y el me detuvo las manos, me miro un poco nervioso –Hyoga… yo-

Le bese tiernamente –Lo sé… descuida, no será como las otras veces, lo prometo- su mirada se tranquilizó al igual que sus facciones

-Eso espero…- regrese a mi labor y lo seguí desvistiendo hasta estar por completo desnudos, no era la primera vez que tuvimos relaciones, pero esta vez me sentía tan nervioso, no sabía por dónde comenzar, o que debería hacer

Fue cuando recordé, que no había vaciado la tina de baño, lo iba a hacer después de vestirme, seguramente el agua seguiría tibia, levante a Shun entre mis brazos para que no caminase descalzo -¿Puedes quitarme la toalla?- Shun se sonrojo y sin mirar únicamente jalo la toalla deshaciendo el amarre, haciendo que callera al suelo –Gracias…-

-No hay de que…- ¡Dios quítame lo penoso!

Metí  un pie con cuidado, lo último que quería era perder el equilibrio, caer y desnucar a Shun, apoye mi pie con firmeza y después metí el otro, como pude me hinque en la tina de baño, dejando a Shun sentado sobre mi cadera, colocando una de sus piernas en cada costado de mi cintura, Shun abrió la llave de la regadera dejando caer agua tibia sobre nosotros.

No hacíamos nada, solo nos mirábamos y para mí eso era suficiente, recargue mi espalda sobre el frio azulejo y Shun se recargo sobre mi pecho, acomodando su cabeza en mi hombro, me sentía unido a él, cuando menos me percate me estaba mirando con una gran sonrisa en sus labios -¿Shun?-

Negó con la cabeza –No es nada… solo pensaba que… bueno creía que era imposible tener un momento así de intimo contigo… sin necesidad de tener sexo… estar así abrazado contigo me hace sentir cálido, me trae paz, me siento feliz… eso pensaba-

El agua había hecho que algunos de sus mechones se pegaran en su rostro, con mis dedos los acomode dejando a mi vista un rostro completamente sonrojado –Di que me quieres cada día…-

-Te querré… por el resto de mis días-

-Que me quieres de todas las maneras-

-De todas las posibles e imposibles-

-Que me necesitas…-

-Te necesito más de lo que Ikki me necesita a mí…-

Nos fundimos en un beso, con la punta de mis dedos recorrí su mejilla y Shun acercaba lo más que podía su rostro al mío, sus manos recorrían mi pecho, bajaron por mis costillas hasta perderse en lo profundo del agua junto con mi cintura, mis manos hicieron lo mismo, acariciaron cada parte de su espalda, su cadera, hasta llegar a sus piernas, sujete sus muslos y los jale a mi persona, Shun se levantó sobre sus rodillas sin dejar de besarme, tomando mi rostro, mordiéndome.

Sujete las piernas de Shun y las coloque en mis costillas, me levante en mis rodillas y lo recargue en el azulejo, bese la comisura de sus labios, después deje un rastro de besos hasta llegar a su cuello –Te adoro…- le dije mientras besaba su lóbulo

-Hyoga…- le mire a los ojos y sabía que es lo que me pedía

-Tus deseos son ordenes- lo saque de la tina sin dejar de cargarlo, cerré la llave y me lo lleve a mi cuarto, ambos escurriendo agua, sin ropa, no temía que nos vieran, como costumbre la madrugada era nuestra aliada.

Me senté en el borde de la cama y con delicadeza lo recosté sobre mi cama, las luces estaban apagadas, sin embargo la luz de la luna que se colaba por la ventana me ayudaba a ver sus hermosos ojos, su rostro nervioso, sus cabellos empapados, todo de él con una luz tenue.

-¿Estas nervioso?- me miro con unos ojos tan asustados, quizá pensaba que solo él se sentía de esa manera

-Más de lo que crees- le sonreí y acaricie su rostro –Tranquilo… seré delicado contigo-

Sus brazos rodearon mi cuello quedando atrapado, me robo un pequeño beso, algo que me sonrojo de tal manera que era imposible el disimularlo, soltó una risilla que me mato –Te creo…- recorrí su cuerpo como si fuese la primera vez, me di cuenta que tenía varios lunares, pequeños pero notables, algunas cicatrices en sus brazos, en su abdomen, en todos lados seguramente por las batallas, ¿Cuántas veces había estado conmigo desnudo? ¿Cómo es que jamás me había dado el lujo de explorarlo minuciosamente?

Besaba cada lunar que me encontraba, cada cicatriz, cada parte de su piel, lo senté sobre mis piernas mirándonos a los ojos, deje salir una boba sonrisa, acaricie sus piernas llegando a su entre pierna –Toca me también…- hizo lo mismo que yo, bese su cuello, esa parte que tanto lo hacía estremecer y mi favorita también, podía escucharlo gemir mientras besaba su piel.

Mi mano libre la lleve a su entrada, metí dos dedos haciendo un vaivén con ellos, Shun alejo su cuello de mis labios, se dedicó a jugar con mi lóbulo, mientras me susurraba cosas al odio –Te amo…- esa era mi favorita –Me encantas…-

-Y tú me fascinas-

La hora había llegado, ambos lo queríamos más que otra cosa, pero esta vez estaba tan asustado y no sabía porque –Hyoga…- coloco una mano en cada uno de mis hombros y me empujo con delicadeza, me recosté viéndolo encima de mí –Estoy…-

-Si… yo también- me sonrió y entrelazo su mano derecha con mi mano izquierda, el mismo levanto su cadera y me introdujo en su interior, despacio, con seguridad, no había prisa. Note una sonrisa en sus labios que no pude evitar jalarlo hacia mí para poder besarla –Hazme tuyo-

Recargo su mano izquierda en mi pecho y comenzó a mover su cadera con un suave vaivén, ambos soltábamos suspiros, la suavidad incremento con el tiempo, ambos soltábamos suspiros, la suavidad disminuyo con el momento, se veía que estaba cansado, doble mis piernas y yo continúe con su labor.

Jamás solté su mano y jamás la soltaría, Shun gemía mientras se mordía los dedos y apretaba mi mano, no pude aguantar más tiempo y me corrí dentro de él, estaba jadeando, él no había terminado, dirigí mi mano a su entre pierna pero no me dejo tocarla, lo mire extrañado –Hyoga… yo- se sonrojo un momento y miro a otro lado –Quiero hacerte esto también…- Eso nunca me lo espere, sentí como mis ojos se abrieron completamente incrédulos –Quiero hacerte sentir de la misma manera en que me haces sentir a mi…-

-Bien- Me miro anonadado, juraría que daba por seguro que la respuesta seria no, quizá por eso fue su reacción.

Salí de su interior y lo mire con toda la vergüenza que jamás había poseído en mi vida, Shun me abrazo y beso mis hombros, me sentía tenso, pero con sus besos y abrazos me fui relajando, me recosté boca bajo sobre mi almohada, estaba nervioso pero no tenía por qué estarlo –Si te duele dime… me detendré enseguida- ¡¿Dolerme?! Eso ya lo sabía pero ¿Tanto?

-No te preocupes…- abrace mi almohada, sentí como Shun levantaba un poco mi cadera y se abría paso entre mis piernas

-Voy a hacerlo…- no le respondí, solo asentí, sentí como entro en mí, al principio fue incómodo y doloroso, pero no quería que Shun se detuviera, mordí mi almohada y encorve mi espalda, Shun gimió y cubrió su boca

-¿Qué pasa?- ¡El penetrado era yo! ¿Porque le dolía a él?

-Me estas… estas apretando- eso me sonrojo increíblemente y hundí mi rostro sobre la almohada

-No digas esas cosas…- soltó una risilla y se recostó sobre mi espalda besando mi cuello, después de un rato, me acostumbre a la sensación primeriza –Ya me siento bien… cuando quieras puedes moverte-

Shun asintió, giro mi rostro y me beso –Entonces… aquí voy Hyoga- sentí como su miembro salía de mí y después volvía a donde estaba, era una sensación que me gustaba, era imposible no soltar suspiros por los actos de Shun, al principio lo hizo despacio pero después mi cadera se movía sola pidiendo que incrementara la velocidad.

Ambos gemíamos, solté la almohada, recargue mi pecho sobre la cabecera, Shun abrazaba mi cintura y yo sujetaba sus manos, o más bien las apretaba, incluso me había puesto duro otra vez, Shun lo noto y se hizo cargo con una de sus manos –Shun… ah…-

-¿Te…Te  gusta?-

-Me encanta- gire mi rostro encontrando él suyo recargado sobre mi hombro y lo bese –Más… amor dame más de ti- continuo más rápido sin soltar mi cadera, sin dejar de besarme, nunca me había sentido así, si Shun se sentía de la misma manera conmigo me alegraba.

-Me voy a... a…-

-No… ah aun no…- sé que intento resistir lo más que pudo, se vino pero salió de mi interior, quizá no quería dejarme “sucio” por dentro, rego algo de su excitación en mi cadera y espalda por accidente y poco después yo le seguí.

Ambos caímos rendidos en la cama, por suerte con todos los movimientos la habíamos des tendido, cubrí a Shun con una sábana, yo no me cubrí al ver eso Shun se recostó sobre mi pecho y me compartió de aquella tela para que no pasara frio, aunque con o sin sabana mientras estuviera en sus brazos jamás sentiría frio

-Hyoga… te quiero- lo abrace fuertemente

-Te quiero aún más- y bese su frente

-No… yo te quiero más- soltó un bostezo y se acurruco en mi pecho

-No es verdad… yo te quiero más- recargue mi cabeza sobre la suya y ambos quedamos dormidos.

La mañana nos despertó con un Ikki furioso -¡Shun! ¡¿Por qué no recogiste tu ropa del baño?! ¡¿Por qué no vaciaste la tina después de usarla?! ¡Shun responde!- los golpes sobre la puerta de Shun nos despertaron.

-¡Mi hermano! Cree que estoy en mi cuarto

-Espera aquí-Me puse unos pantalones, abrí la puerta y me asome, Seiya y Shiryu habían hecho lo mismo, solo asomaban su cuerpo viendo las acciones de Ikki, Shun se colocó tras de mi sin salir de mi habitación –Shun si no le respondes Ikki va a…-

Muy tarde derribo la puerta -¡Shun! ¡Shun ¿Dónde estás?!-

-Ahora si estamos muertos, ¡Bien, bien muertos!- cerré la puerta y puse el seguro

-¡Hyoga ¿Por qué te escondes?!-

-¡Shun tienes que esconderte! O me va a golpear por dos-

-¿Pero en dónde?- ambos buscábamos donde podía ocultarse, cuando mire la ventana

Ikki golpeo mi puerta -¡Hyoga! ¡Si mi hermano está ahí dentro te juro que no la cuentas!- le di mi ropa a Shun y se vistió lo más rápido que pudo, esa puerta no resistiría mucho

-¡¿Y a mí que me cuentas?! ¡Si Shun no está en su cuarto está en otro lado!-

Shun y yo corrimos a la ventana -¡El que nada debe nada teme! ¡Abre la puerta!- Shun paso un pie al marco de la ventana

-¡Es mi cuarto!- me gire a Shun y acaricie su rostro –Te veré esta noche…-

-sí… por favor no mueras- me beso rápidamente y salió por la ventana, cruzando el balcón de Seiya, el de su hermano hasta llegar al suyo.

Mi puerta fue derribada -¡Hyoga!-

-¡¿Pero qué te ocurre?!-

-¡Shun! ¡¿Dónde…?!-

-¿Hermano?- ambos nos giramos a la puerta -¿Qué le hiciste a mi puerta?-

Estaba vestido con su típica pijama -¡¿Dónde estabas Shun?!-

-Baje por un vaso de leche… ¿Necesitas algo?-

-¡Recoge el tiradero que dejaste en el baño!-

-A eso…- se sonrojo y me miro a través de sus cabellos –Ayer me sentí muy cansado, planeaba recogerlo esta mañana, no te molestes, ya mismo lo recojo-

Ikki salió molesto de la habitación –Apúrate que me quiero bañar-

-sí- Shun asintió alegremente –Te preparare el baño para compensarte- Ikki acaricio los cabellos de Shun y sonrió para después irse

Shun y yo nos miramos victoriosos, posiblemente no nos tocaríamos en un buen tiempo, hasta que repararan las puertas de las habitaciones, me acerque a él y acomode su pijama, se la puso encima de mi ropa, acaricio mi mentón y me beso para después irse.

-Que amor tan psicópata-

 

Notas finales:

Dejen RW por favor, me ayudan muchisimo a motivarme, regresare pronto con más historias "cortas" xD y más romanticonas esta esta muy lujuriosa, si no han visto la vida de Adele y tienen más de 18 veanla esta buena la pelicula (Fuera de que tiene un shingo de erotismos :v) tiene una buena historia y el final a mis hojos estubo genial.

 

Bueno nos vemos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).