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Mi alfa. Mi pequeño omega. (Delic x Izaya) por Nira Tao

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Shinjuku, Mansión Orihara. Año 2135, Abril 26.

 

Izaya empezaba a re plantearse la idea de ir cada tarde después de la escuela a la oficina a acompañar a su abuelo, pues cada vez que llegaba, apenas cruzaba el umbral de la puerta principal veía a ese molesto alfa de ojos magenta sonreírle de manera prepotente, las primeras veces lo ignoraba y lo trataba como si fuera la misma maceta de flores que tenía la recepcionista en su escritorio. Pero luego empezaba a cortarle el camino en los pasillos, o en las puertas, incluso llegó a querer entrar al mismo elevador que él, y cuando lo hacía lo pateaba hasta dejarlo en posición fetal para luego cambiarse de ascensor.

¿Cómo Delic había terminado en las oficinas de la Corporación "O"? Pues resultó que después del velorio de sus padre, Delic repentinamente sintió un gran interés por el trabajo de Shizuo, diciendo que quería aprender todo lo posible en la disquera para ayudar a sus hermanos en sus carreras como cantantes, pues tanto Tsugaru como Psyche eran cantantes en algunos comerciales o en pequeños eventos nacionales. Shizuo decidió darle la oportunidad, pero Izaya presentía que ese alfa tenía algo entre manos, pero decidió ignorarlo siempre y cuando no interfiriera en sus estudios y en su entrenamiento para ser el sucesor de los Orihara. Aunque igual podía evitar ser molestado por Delic siempre y cuando estuviera pegado a su abuelo o a Shizuo.

-Buenas tardes mi lindo gatito~- Y ahí estaba el molesto saludo que le daba Delic cada vez que cruzaba la puerta- Hoy tu abuelo no está...

-Lo sé, y tengo trabajo que hacer, así que no molestes Delili- Sonrió con cinismo, pues el juego de los apodos se podía hacer de dos. A paso firme caminó hasta el ascensor siendo seguido por el alfa.

-¿Acaso tuviste un mal día? Puedo animarte si gustas- Delic se acercó peligrosamente al inexpresivo rostro de Izaya.

-Acércate un milímetro más y perderás la capacidad de hablar- Dijo con una tétrica sonrisa Izaya, sacando una navaja de los bolsillos de su pantalón y poniéndolo en el cuello del alfa.

Izaya empezaba a hartarse de esas cercanías, tenía pensado en el aerosol pimienta, pero lo veía muy de "omegas" y aprender defensa personal le tomaría algo de tiempo, necesitaba algo seguro y rápido de usar, que fuera lo suficientemente amenazante para alejarlo a él y a cualquier otro alfa que intente sobrepasarse con él. Y no tenía nada en mente hasta que su abuela le llamó la atención por estar jugando con el cuchillo de carne con el cual estaba cenando, pues Natsu temía que su nieto se cortara al ver como pasaba entre sus dedos aquel filo y luego lo lanzaba para atraparlo sin problemas. Y así fue como surgió la idea de conseguir un par de navajas, quien gracias a Shinra pudo tener.

-Eh~ De nuevo las garras, mi lindo gatito- Delic se alejó al escuchar el timbre del ascensor al llegar al último piso- Vamos no seas arisco conmigo, vamos a comer, te invitaré todo lo que quieras. ¿Qué tal un helado o una crepa?

-Odio los dulces- Dijo seco abriendo la oficina de su padre y ahora abuelo, cerrándole en paso a Delic con su cuerpo y su navaja aun en mano.

-Vamos, todos los omegas aman los dulces.

-Lamento informarte que YO, no soy como los otros omegas, y menos a los que te devoras- Izaya lo vio de pies a cabeza- Apestas a omega necesitado.

-Las omegas de mi facultad no me dejan un respiro- Dramatizó poniendo una mano en su frente, peinando hacia atrás sus cabellos.

-Vete y déjame trabajar.

-Vamos Izaya-chan, es mucho trabajo para un pequeño omega, deja que te...- Delic se detuvo, estaba a punto de entrar a la oficina cuando sintió el fuerte aroma de su padre. Al instante se hizo para atrás y se alejó de Izaya, recibiendo una mirada severa de Shizuo.

-Izaya, ¿te está molestando?- Dijo serio. Delic tragó duro y vio de reojo como Izaya le sonreía con malicia y guardaba su navaja rápidamente.

"No me delatará, ¿verdad?" Pensó nervioso Delic, intentando con todas sus fuerzas que su aroma no se viera alterado. "Estoy muerto si le dice la verdad. No, muerto no, me castrará... Lo que es peor que estar muerto ¡No! ¡Prefiero que me maten!"

-No es nada Shizuo-san, solo me ayudó con mi mochila, hoy me dejaron mucho por hacer- Dijo con una dulce sonrosa, que para Delic no fue más que la cosa más linda y peligrosa a la vez, un escalofrío le recorrió.

-Ya veo. Ven, vamos a almorzar yo invito. Tu abuelo me habló diciendo que estarías hoy solo, mientras iba con los Saeki.

-¡Sí!- Izaya se colgó del brazo de Shizuo después de lanzar su mochila a uno de los sillones que estaba dentro de la oficina, para luego caminar al ascensor. Izaya le sonrió con superioridad a Delic mientras el alfa mayor no los veía, y le sacó la lengua.

"¡Eso es trampa!" Pensó frustrado Delic. Izaya se dejaba abrazar y tocar por su padre, su hermano y por otro alfa que no sabía quién era, pero podía sentir el aroma de un joven alfa cuando Izaya volvía de la escuela, pero él no. No podía siquiera estar a dos metros de distancia si estaba su padre cerca.

-Delic, tienes que revisar los documentos que dejé en la oficina provisional que nos dejó Orihara-san- Shizuo señaló con la mirada la puerta que estaba al lado de la oficina principal- Cuando termines puedes irte a casa.

-Eh... Sí padre.

-Adiós~- Izaya le sonrió con malicia y movió la mano como despedida. Más bien burla a ojos de Delic.

-Izaya-kun, ¿te molesta Delic?- Le preguntó Shizuo mientras caminaban de la mano hacia una cafetería que estaba cerca del edifico.

-No, solo jugamos un poco. ¡Aquí!- Izaya jaló al alfa a la cafetería que le gustaba ir con su abuelo.

-De acuerdo- Shizuo le abrió la puerta dejando pasar la pequeño omega, lo siguió hasta un cubículo donde se sentaron uno frente al otro- Tu abuelo te dejó bastante trabajo, ¿crees poder hacerlo?

-Seguro, no es nada difícil. Solo tengo que revisar los nuevos programas para la compañía "A", estuve a cargo desde la sombras de ese proyecto cuando papá lo inició.

-Realmente eres increíble- Izaya bajó la mirada sonrojado jugando con sus pulgares.

La camarera omega llegó a atenderlos, Shizuo pidió un café y un pastel en cuanto a Izaya pidió un croissant de salmón con queso crema, un té helado y unos bocados de crema pastelera. Shizuo le dijo al pequeño Izaya que él ya había almorzado con su familia, pero que había escuchado de su abuelo que no iba a poder acompañar a su nieto a la hora de la comida, dado que se había atrasado en la reunión.

-Por cierto, Tsugaru entrará a tu escuela en unas semanas- Sonrió al ver como Izaya sonreía emocionado- Dijo que quería hacerte compañía al menos en la hora del almuerzo, sabe que tú eres de un grupo avanzado y él apenas entrará.

-Eso es genial. Pero pensé que Tsu-chan estudiaría música, canta muy bien- Izaya recordó haber escuchado a Tsugaru cantar y solía molestarlo cada vez que lo sorprendía tarareando o cantando cuando pensaba que estaba solo.

-Sakuraya y yo pensamos lo mismo. Gracias- La omega dejó el pedido de ambos y se retiró con una leve reverencia. Shizuo le dio un sorbo a su café con leche mientras Izaya le daba una mordida a su almuerzo- Pero dijo que le gustaba la idea de desarrollar videojuegos, estudió duro para pasar el examen de admisión.

-Ya veo, el cupo de esa área es algo limitada, pero he escuchado que es muy demandante. Será gracioso ver a Tsu-chan odiar los juegos por un tiempo- Rió entre dientes- Igual lo esperaré en la escuela, y podremos regresar juntos a las oficinas, suelo estar mucho tiempo solo cuando el abuelo no está, Tsu-chan será una gran compañía.

"Sin mencionar que estando él al rededor, Delic dejará de fastidiar de más y no tendré que hacer un reguero de sangre de manera innecesaria" Dijo para sí mismo Izaya. Le agradaba mucho Tsugaru, se había vuelto su gran amigo en tan poco tiempo.

-Es bueno que se cuiden el uno al otro, eso me deja bastante tranquilo- Izaya sintió un calor envolverlo al ver esa sonrisa de Shizuo. Se bajó de su asiento y se sentó a lado de Shizuo acurrucándose a su costado- ¿Sucede algo?

-Huele parecido a papá...- Dijo en un susurro. Shizuo sintió su corazón estrujarse y sin pensarlo rodeó a Izaya en un protector abrazo dejando que sus feromonas lo calmaran.

-Yo cuidaré de ustedes Izaya, no tienes que preocuparte por nada- Shizuo acarició con cariño sus cabellos.

Después del almuerzo caminaron tomados de la mano de regreso a sus labores conversando de las travesuras de las gemelas y Psyche de cada vez que se reunían. Izaya estaba feliz y tranquilo de que sus hermanas riera y siguieran siendo las mismas aun después de la repentina muerte de sus padres, realmente se sentía en deuda con los Heiwajima, incluso Tsugaru se había vuelto su amigo, y aunque tuviera a Shinra y a Kadota, se sentía más a gusto con la familia de rubios, tal vez se debía al aroma protector por el cual eran envueltos sus hermanas y él cada vez que estaba con Sakuraya y Shizuo, tratándolos como si ellos fueran sus propios cachorro.

Shizuo tenía una junta con algunas alfas que seguían negando al omega como futuro líder de la familia Orihara por lo que acompañó a Izaya hasta el lobby, despidiéndose de un abrazo y un beso en la frente de parte del alfa hacia el omega. Izaya contento se fue hasta el elevador, pero de nuevo antes de que cerraran las puertas fue interceptado por el primogénito de los Heiwajima. Izaya suspiró resignado, no quería que el buen ambiente que había tenido con Shizuo se fuera a la basura por culpa de Delic y ese molesto golpe de feromonas que lo rodeaba, imponiendo territorio.

-Así que tenemos a un omega asalta tumbas- Dijo serio, pero no recibió respuesta alguna del omega, al contrario este sacó su celular y empezó a teclear algunas cosas, ignorando al alfa completamente, ocasionando que Delic empezara a sentirse frustrado- Mi padres es un hombre enlazado, lo sabes, ¿verdad? ¿Qué diría tu abuelo su te viera coqueteando con un alfa que te triplica la edad y está enlazado?

-Yo no coqueteo con nadie. No me trates como a tus omegas ofrecidos. Shizuo-san es un buen padre y lo admiro y respeto por eso- Alzó la vista sonriendo de lado, acomodando su celular sobre su labio- Que me deje mimar por Shizuo-san es porque, aun soy "un cachorro", ¿o no es lo que siempre me dices?- Izaya rió entre dientes al sentir el aroma del Delic más fuerte mientras soltaba un bufido- Tengo trabajo, si tienes tanto tiempo libre puedes ir por aquella omega de relaciones exteriores, apesta a alfa necesitado y es molesto... Nos vemos, Delili~

Izaya salió del elevador, no sin antes apretar el botón del piso donde se encontraba la omega mencionada. Delic vio como el pequeño omega se iba caminando con una gracia que solo los omegas maduros tenían, ese movimiento de sus pequeñas caderas y lo bien formadas que se veían sus piernas aun con aquel pañalón azul oscuro que era parte de su uniforme.

-¡Dotachin!~ - Delic alcanzó a escuchar como Izaya hablaba muy animado antes de que las puertas se cerraran en sus narices. Golpeó la puerta del elevador frustrado.

Delic llevaba un par de semanas intentando acercarse a Izaya y dejar que su aroma lo envolviera, pero cada vez que estaba a pocos metros de él, sentía el aroma de otro joven alfa, de su hermano o de su padre, eso le irritaba. No quería que el dulce aroma a vainilla de Izaya se mezclara con el de otros, desde lejos solía vigilarlo y aprovechando que su oficina provisional estaba al lado de la del omega, podía sentir el aroma de los alfas que intentaban acercarse e intimidar al pequeño Izaya. Él salía a enfrentarlos, y como buen Heiwajima, lograba ahuyentarlos y dejando en claro que "ese" era SU territorio.

Desde que había conocido a Izaya en la fiesta de su hermanito Psyche, ignoraba por completo a los omegas de su universidad que se les acercaba para que los ayudara a aliviar su celo, sus aromas empezaban a parecerle molestos y algunas veces asquerosos, demasiado dulces, demasiado "necesitados". No eran como el sutil y elegante aroma de Izaya, aunque oliera a vainilla, no significaba que ese sería su aroma, aun no pasaba su primer celo, y eso en parte era lo que le preocupaba.

Izaya en este lugar, rodeado de muchas alfas, era como ver a un corderito en medio de una manada de lobos hambrientos, él era uno de esos lobos que deseaba comérselo, no lo negaba. Pero algo en su alfa interior no solo deseaba eso, deseaba protegerlo y proveerle de todo lo que él deseara, estaba perdido, lo sentía.

¿Cómo sería el aroma de Izaya en su primer celo? ¿Estaría a salvo en su casa o peligraría en alguna parte de la ciudad, la escuela o las oficinas? Confiaba en que su padre y el abuelo de Izaya lo protegería, pero ellos siempre estaba de un lado a otro ocupados, él podría vigilarlo desde lejos como siempre, pero... ¿Y si perdía el control y terminaba marcándolo?

"¡Oh por los Dioses! ¡Hablé de marcarlo!" Delic azotó su cabeza en la puerta del elevador, notando que pronto llegaría a la planta de relaciones exteriores, cambió el destino de regreso a su piso. "Es un niño, un cachorro... No Delic no puedes pensar en nada impuro con un mocoso..."

Izaya podría ser su perdición, si verlo con ese hermoso traje chino el día de la fiesta le hizo erizarse y que su lado más animal quisiera salir a controlarlo para marcarlo, no quería ni imaginar cómo sería cuando pasara su celo. No... Cuando se creciera y se viera como un omega maduro como tal. Un Izaya maduro, alto tal vez con uno setenta de altura, su piel blanca y suave, sus ojos rojos rasgados, su cabello negro bien peinado, labios delgados y rosados con aquella prepotente sonrisa, cintura estrecha, piernas delgadas...

"¡Piensa en otra cosa!" Volvió a golpear su cabeza con la puerta del elevador antes de que estas se abrieran.

-Oh... ¿Tan rápido te comiste a la omega?- Delic vio como Izaya estaba saliendo de su oficina, pero no llevaba su uniforme de la escuela. Tenía una camisa negra ceñida al cuerpo con manga tres cuartos, en el cuello tenía un pequeño corte en "V"  y entrelazado con un hilo, pantalones ajustados negros, cinturón rojo con hebilla plateada y zapatos negros.

"Este niño terminará por mandarme a prisión" Se lamentó al ver tan hermosa imagen. No supo si llorar o celebrar por verlo así vestido.

-No deberías vestir así, aun eres un cachorro...

-Así estoy más cómodo- Abrió la puerta de su propia oficina, y antes de entrar vio fijamente a Delic- Te dejé unos documentos que tienes que revisar, los necesito para esta noche.

-Bien- Ambos se quedaron viendo a los ojos por un largo minuto. Estuvo tentado a acercarse, al menos para acariciar sus mejillas, quería tocar esa joven piel.

Dio un paso y para su sorpresa vio a Izaya voltear su cuerpo completamente hacia él, tal vez era una invitación a que lo hiciera. Pero no espero el siguiente movimiento del moreno, este sonrió y a grandes pasos se acercó a él, o eso fue lo que pensó. El sonido de las puertas del segundo elevador abriéndose le indicó que alguien más estaba en aquel pasillo, y suave aroma a macha de su hermano le llamó la atención. ¿Qué hacia Tsugaru en ese lugar?

Tsugaru llevaba el uniforme de su escuela, pantalones blancos al igual que su camisa de vestir, un saco azul con bordes dorados y corbata azul marino con el logo de su escuela.

-¡Tsu-chan!- Izaya corrió hasta el otro rubio para recibirlo con una eufórico abrazo, que fue bien correspondido por el joven alfa, quien hasta le dio vueltas al moreno- Papá me dijo lo de la escuela. ¡Felicidades!...- Izaya se dio cuenta de lo que dijo y se sonrojó al instante- Lo siento, tu papá...

-Está bien Ii-kun, papá no se molestará si lo llamas de esa manera- Tsugaru afirmó su abrazo en la cintura de Izaya, dejando que este se acomodara en su pecho- Las gemelas y Psyche son casi hermanos ya se podría decir que todos somos familia.

-Cierto- Izaya se separó de él y le tomó de la mano para llevarlo a su oficina- Ven cuéntame cómo fue tu examen, si necesitas ayuda en algo no dudes en decirme, conozco los registros de información de la escuela de memoria- Tsugaru se dejó guiar, ignorando la presencia de su hermano mayor, incluyendo su amenazante aroma y la forma en la cual lo miraba- Delic, no olvides los documentos- Izaya vio al alfa mayor para luego cerrar la puerta.

Delic no pudo evitar reprimir un gruñido y patear la puerta de su oficina, la cual abrió después de mala gana, azotando la puerta al cerrarla. Le hervía la sangre el ver como Izaya se iba con otros alfas, si tanto le gustaba su padre y su hermano, por qué él no, era rubio igual que ellos. Puede que sea más impulsivo y un poco más coquetos que ellos... Bien, lo admitía era un Host, un playboy, pero no podía evitarlo, su atractivo y su estatus de alfa hacía que los omegas se arrastraran a él, incluso los adolescentes que pasaban a su lado, apenas lo veían estos soltaban sus feromonas, ganándose una severa reprimenda de parte de sus padres. En cambio tanto su padre como Tsugaru eran tranquilos.

Pero Izaya no, seguía resistiéndose, incluso si dejaba que sus feromonas protectoras lo envolvieran este lo ignoraba a sobre manera y terminaba por amenazarlo con la mirada. Ese omega sería difícil de cazar, y puede que eso le guste... Pero no el hecho de que Izaya esté como si nada con otros alfas como si él no fuera un omega.

Empezaba a estresarse y sentirse frustrado. No había tenido relaciones con nadie en las últimas semanas, y todo porque nadie le llamaba como Izaya lo hacía, su alfa llamaba por ese omega no por otro. Resignado decidió ir a su escritorio a revisar lo que su pequeño omega le había dejado, una vez se acomodó en su silla vio que en el pequeño sofá que había en la habitación había una pequeña corbata roja abandonada, por el logo dorado en la parte inferior supuso que era de Izaya. ¿Acaso él se había cambiado ahí o solo lo dejó olvidado? Prefirió no pensar más en el asunto y ponerse a trabajar, tal vez si le demostraba a Izaya que era serio y responsable en el trabajo como su padre, gane algunos puntos.

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-Entonces haces todo esto para molestar a mi hermano- Tsugaru estaba sentado en el sillón de dos plazas con Izaya acostado en su regazo con un adorable puchero.

-Es molesto, no deja de intentar imponerse ante mí- Soltó un suspiro masajeando sus sienes- Si tengo el aroma de Dotachin, de papá o tuyo sobre de mí, me ve con cara de degollarme o algo parecido.

-Eso es raro... Aunque Delic ha estado actuado raro desde hace un tiempo- Vio como Izaya le dijo con la mirada que siguiera- Desde ese día de la fiesta de Psyche no ha salido con otros omegas, y ya lleva dos semanas así. Eso es mucho para el playboy de mi hermano.

-Oh~... Bueno dejemos a Delili por otro lado- Izaya se sentó a lado de Tsugaru y lo vio con malicia- Ahora dime... ¿Cómo te fue en tu cita?

-¡Que no era una cita!- Tsugaru se sonrojó al instante- Sabes, no debí contarte sobre él...

-Calla que yo te estoy ayudando. Vamos quiero detalles- Dijo emocionado, pues su amigo dijo que cabía la posibilidad que haya encontrado a su pareja destinada.

-¿Acaso el gran Orihara Izaya no sabe lo que sucedió?- Dijo en broma, su amigo era bueno para seguirle la pista a cualquiera, tanto que hasta daba miedo.

-Solo quiero detalles tuyos, yo averiguaré por mi parte lo que pasó. Además yo te di toda la información de ese omega, sin mí no sabrían de cuál era su helado favorito.

-De acuerdo, de acuerdo, te cuento.

Después de su pequeña charla, Izaya le dijo que tenía que hacer la revisión de los programas que tenía, Tsugaru e ofreció a ayudarlo, más por cortesía que por saber lo que hacía. Izaya le iba explicando algunas cosas que en un futuro le serviría como programador de videojuegos. El rubio felicitó a su amigo por su gran habilidad con los programas, pus habían terminado a tiempo, y aun faltaba algo de tiempo antes de que pasaran por ellos, por lo que decidieron hacer sus tareas de la escuela.

A mitad de estudio, Izaya recibió el mensaje de su abuelo, diciéndole que esa noche la pasaría en casa de los Heiwajima, ya que era fin de semana y las gemelas querían pasar los días con Psyche; además el tendría que viajar junto a su abuela a Sapporo por negocios, que él se quedaría a cargo de la compañía junto a Shizuo, y que no se preocupara por sus cosas, que ya habían sido mandadas junto a las gemelas.

-Espero que ellas no escogieran mi ropa- Dijo en un susurro, que alcanzó a escuchar Tsugaru.

-¿Pasa algo?

-Pasaré el fin de semana en tu casa. Y mis hermanas hicieron mi equipaje- Dijo recargándose en la mesita de centro donde estaba sus apuntes y pequeñas talillas de base de datos regados- Les gusta llenarme de ropa vergonzosa.

-Te verás bien con cualquier cosa que uses, sino puedo prestarte mis yukatas, y estoy seguro que mi madre debe de tener kimonos.

-Gracias- Se abrazó del cuello de Tsugaru- Eres mi mejor amigo, Tsu-chan~- Ambos rieron, decidieron acomodar un poco su desastre para no salir corriendo cuando Shizuo pasara por ellos- Oh, mi corbata no está...

-¿La de la escuela?- Izaya asintió con la cabeza- Si te cambiaste aquí, entonces no puede estar en otra parte- Ambos buscaron entre sus útiles, debajo de los estantes, sillones y escritorio pero nada- No pudo salirle pies y perderse...

-Umm... Lo tenía en la mano cuando me llegó los documentos que Delic debía de revisar... Oh, no...- Izaya sintió palidecer- Creo que lo dejé en su oficina... Debería de ir a buscarlo, ¿no?

-Mejor se lo pedimos cuando llegue papá- Izaya asintió con la cabeza y se volvieron a acomodar para seguir con su tarea.

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Durante todo ese rato Delic se había dedicado a revisar los papeles que tenía que firmar, no eran muchas cosas solo la aprobación del equipo que se usará en las disqueras Dreams y los programas de sintetizadores para los nuevos proyectos, el cual él tenía que hacer. Debería de crear un personaje el cual cantaría por medio de hologramas, después de que hace un siglo atrás se hicieran famosos "Vocaloid" la industria de la música le resultó bastante interesante el hecho de programar con bailes y canciones a estos personajes y sin temor que estos artistas virtuales enfermaran o estuvieran cansados por los conciertos. Desde pequeño le interesaba ese lado de la música con hologramas, él era bueno componiendo canciones con su sintetizador, incluso cantaba pero no era algo que le llamara mucho la atención. Creció con la música así que hacerla era como respirar para él.

-Por fin terminé- Dejó bien apilado los documentos y los metió a una carpeta para llevárselos a Izaya de vuelta.

Caminó hacia la puerta, pero a medio camino su celular sonó. Era un mensaje de texto de uno de los omegas de su universidad, preguntándole si estaba libre esa noche, pues su celo se había presentado y tendría su casa sola. En un día normal para él hubiera aceptado a la primera y hubiera dejado el trabajo tal y como estaba para devorarse al necesitado omega, pero la imagen de Izaya lo detuvo antes de siquiera contestar. Se mordió el labio frustrado, quería descargarse, pero no con aquel omega. Con un suspiro hizo algo que en su vida pensó que haría.

Delic:

Lo siento, tengo trabajo que hacer con mi padre. Será para la próxima cariño- Emoticono de carita lanzando beso-

Omega 23:

Muérete... Las chicas dijeron que estabas raro ultimadamente. ¿Acaso ya encontraste a tu omega? ¿O tu papá te amenazó?

Delic:

Eso no les interesa. Búscate a alguien más    .I.

 

Borró y bloqueó aquel contacto. Se sentía estúpido, nunca había tratado a un omega de esa menara, y mucho menos rechazarlo. Lanzó la carpeta a la mesita de centro que tenía y se dejó caer en el sillón, y no fue hasta que su mano sintió una suave tela rozar el dorso de su mano.

"Es la corbata de Izaya" Tomó entre sus dedos la pequeña prenda, acercándola lentamente a su rostro. "No... No soy un estúpido puberto... Oh, realmente huele a vainilla y un poco de café" Aunque no quisiera, terminó por olfatear la prenda de Izaya la cual estaba impregnada de su aroma, al estar todo el día alrededor del cuello del omega y en su pecho. "Realmente huele mucho mejor que cualquier otro"

Delic empezó a sentir su alfa rugir en su interior, su respiración empezaba a ponerse pesada y su cuerpo empezaba a calentarse. Se acomodó mejor en el respaldo del sillón, sin apartar la corbata de Izaya de su rostro llevó su mano libre a su entrepierna la cual empezaba a despertar entre sus pantalones blancos. Siguiendo sus instintos, deshizo su cinturón, abrió el botón y la cremallera de su pantalón y bajó solo un poco su ropa interior dejando salir su miembro el cual empezaba a ponerse cada vez más duro.

-Izaya...- dijo en un susurro relamiendo sus labios, al acariciar lentamente su miembro. Lo tomó con algo de fuerza empezando con un lento vaivén, sintiendo como poco a poco el pre semen empezaba a humedecer su mano y su miembro.

El aroma del omega le hizo dejar que su imaginación lo dejara llevar. Un Izaya apareció en sus fantasías, usando ese mismo uniforme, viendo como el joven omega le llamaba con su aroma del primer celo, caminaba hacia él con un andar seductor y la mirada perdida ante el placer. Izaya se había arrodillado frente a él y empezó a devorar su miembro como si se tratada de un dulce. Su pequeña boca era tan cálida y húmeda, no podía abarcar toda su longitud por lo que se ayudaba con sus pequeñas manos sosteniendo la base y acariciando su glándula que estaba levemente inflamada.

La escena cambió, ahora Izaya estaba costado en ese mismo sillón, con las muñecas atadas con su corbata, había perdido todas las prendas de la parte inferior y tenía sus piernas abiertas. Delic se imaginó preparando al omega, metiendo un dedo lentamente, no quería lastimarlo en su primera vez; era tan húmedo, suave y caliente, y los gemidos de Izaya empezaban a inundar la habitación al igual que sus aromas. Sí, quería que Izaya fuera rodeado de sus feromonas, dando a demostrar que él y solo él, podría estar con el moreno.

Cuando sintió que estaba listo, y con los llamados del omega pidiéndole que entre en él lo hizo querer complacerlo, entrando lentamente en él. Tan cálido y suave, el leve llanto de Izaya le hizo empezar a mimarlo, repartiendo besos en su rostro y en sus exquisitos labios, acariciando de igual modo su miembro, sintiendo como Izaya empezaba a mover las caderas en una señal de que podía seguir. El vaivén fue delicioso, sus gemidos de ambos y sus feromonas marcándolos.

Aumentó el ritmo de las embestidas sintiendo como ambos estaban cerca del clímax, y sintiendo como el nudo se amarraba a Izaya, el cual gritó de dolor y placer. "Márcame" Le escuchó decir entre gemidos, y por primera vez complació al omega con aquel pedido. Mordiendo el cuello de Izaya para luego lamer la herida, y repartir suaves besos subiendo hasta sus labios.

-Maldición...- Con la respiración entre cortada y la mano manchada de su escancia, dejó a un lado la corbata de Izaya para evitar mancharla y buscar algo con lo cual limpiar su desastre.

Una vez que terminó y se arregló aparentando que nada había pasado, se dio cuenta de lo que hizo. "Tuve una fantasía con un ¡NIÑO! ¡UN NIÑO! Estoy muerto... Soy un asco de persona" Delic terminó por jalar sus cabello y sentarse detrás del sillón en posición fetal.

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-¿Ii-kun?- Tsugaru sintió que el aroma de su amigo aumentó solo un poco, por lo que alzó la vista a él notando como este se había estremecido- ¿Estás bien?- Temió que Izaya entrara en celo en ese momento, pero era poco probable, ambos tenían catorce años, por ende a Izaya le faltaba un año como mínimo, a lo que le hizo recordar. ¿Cuándo era el cumpleaños número quince de Izaya?

-¿Escuchaste eso?- Izaya sintió su voz salir un poco extraña, carraspeó intentando que volviera a la normalidad.

-¿De qué hablas?- Ninguno parecía contestar la pregunta del otro, lo que empezaba a ser molesto y extraño.

-Escuché un gruñido y alguien llamándome- Izaya volteó a ver a su alrededor, confirmando que solo eran ellos dos en la habitación, en ventanal mostraba las luces nocturnas de la ciudad.

-No escuche nada. ¿Te sientes bien? Tu aroma se hizo un poco más fuerte.

-No es nada, solo fue extraño- Puso una mano en su pecho- ¿Crees que mi celo esté cerca?- Dijo nervioso. El celo era un tema que trataba con todas sus fuerzas no tocar, pues como Omega sabía que ese sería su estado vulnerable y no quería comportarse como los demás omegas, prefería ignorar que lo era.

-No creo, ambos tenemos catorce Ii-kun, hasta que no cumplas los quince todo estará bien- Vio a Izaya palidecer- ¿Pasa algo?

-Cumplo los quince en cuatro de mayo- Ambos tragaron duro- Tsu-chan...

-Tranquilo Ii-kun, yo te cuido- Tsugaru sintió su instinto protector despertar, le dio su saco para que se lo su pusiera, y aunque no lo deseaba Izaya se lo puso solo por si acaso- Papá ya no debe de tardar en venir, le diéremos y mi mamá pude ayudarte. No tengas miedo...

-¡¿Qué no tenga miedo?! ¡Tsugaru soy un maldito omega!- Dijo temblando- Los alfas irán por mí y entonces...- Se llevó las manos al cuello, protegiéndolo- No quiero que me marquen.

-Tranquilo, no dejaré que nadie te marque. Eres mi amigo, yo te cuidaré- Tsugaru se acercó a Izaya abrazándolo- Como ya te dije, mi mamá te ayudará, ella tiene suspensores y todo lo que necesites, y yo te protegeré.

-Gracias...

Ambos escucharon la puerta abrirse, ocasionando que Izaya se resguardara entre los brazos de Tsugaru, y ese apretara su agarre, vieron como el que entraba por la puerta era Delic, que al verlos bufó fastidiado y a paso rápido lanzó la carpeta a la mesita de centro donde había un par de cuadernos. El alfa mayor notó como su hermano lo desafiaba con la mirada y su aroma, en cuanto a Izaya parecía evitar su mirada y esconder su nariz en el cuello del alfa menor, eso le causó curiosidad, el omega no había hecho eso antes.

-¿Interrumpí su romance?- Dijo divertido, sentándose en uno de los sillones libres, que estaba frente a los más jóvenes- Debería de vigilarlos, no queremos que Izaya-chan entre en celo y Tsu-chan se descontrole y termine por marcarlo- Vio a Izaya tensarse y como queriendo huir de su hermano menor.

-Cierra la boca Delic, nunca haría algo que Ii-kun no quiera- Gruñó a su hermano.

-¿Pero qué haces si su omega te pide que lo marques? ¿Ayudaras a su omega o protegerás a Izaya?

-¿Tienes que ser un imbécil siempre?- Le volvió a gruñir Tsugaru.

-No hay respuesta, ¿eh?- No siguió hablando, Izaya le había lanzado una de sus navajas clavándose en el sillón entre su brazo y torso.

-Déjanos en paz- Izaya afiló la mirada hacia Delic.

-¿Qué está pasando aquí?- Todos parecieron relajarse al escuchar como la puerta se abría nuevamente dejando ver al rubio alfa mayor.

-Papá...- Izaya salió de los brazos de Tsugaru y se refugió en los de Shizuo, quien apenas lo vio le abrió los brazos.

-Tranquilo, ¿pasó algo?- Vio al alfa menor acercarse a paso lento.

-Izaya olía un poco fuerte de repente. Tememos que sea su celo- Shizuo asintió al sentir a Izaya temblar ante aquello.

-Calma, ¿sientes calor? ¿Cómo si no pudieras respirar?- Izaya negó con la cabeza- Solo fue tu aroma, ¿no es así? ¿Qué sentiste?

-No lo sé, sentí que alguien me llamó, sentí un escalofrío y luego Tsu-chan mencionó lo de mi aroma...- Dijo Izaya contra el pecho de Shizuo, aspirando el aroma protector de este, y dejándose llevar por la calma.

-No es nada, no se asusten. Vamos recojan sus cosas y vayan bajando- Ambos niños recogieron lo que quedaba rápidamente y salieron del lugar tomados de la manos- No se separen... Delic- Vio serio a su hijo mayor, tenía un aroma fuerte, como si apenas hubiera...

-No me veas así, yo no hice nada. Acabo de entrar poco antes que tú, y lo primero que vi fue a eso dos abrazados- Se puso de pie para desperezarse- Y antes de que preguntes, solo vine a dejar eso que me pidió el mocoso.

-No intentes nada Delic...

-Ya me lo dijiste- Delic caminó pasando a su padre, deteniéndose en el umbral de la puerta- Además sería incapaz de lastimarlo...- Dijo en un susurro.

"¿Acaso será?" Shizuo sintió un aroma algo dulce provenir de su hijo mayor, combinado con uno amargo, como si su alfa lloraba por un omega. "Tal vez lo rechazaron en la universidad" Prefirió no darle vueltas al asunto.

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Una vez que todos estuvieron en el auto, Delic no se le hizo raro que Izaya los acompañara, ellos solían dejarlo en su casa primero, pero vio que su padre conducía directamente a su hogar. El rubio rogaba por todos los Dioses, que no fuera a pasar lo que pensaba. Vio de reojo a su hermano y a Izaya jugar muy entretenidos con sus celulares y su padre mantenía la mirada fija en el camino, empezaba a sentirse nervioso, y más por las palabras que diría Izaya.

-Ah, olvidé buscar mi corbata- Dijo sin despegar a vista de su juego.

-Es cierto, tal vez debas buscarlo en objetos perdido.

-Delic...- La voz de Izaya le hizo estremecer, intentando no parecer nervioso ni que su voz lo fuera a traicionar, solo hizo dejó salir un monosílabo en respuesta que lo escuchaba- ¿No viste mi corbata roja de la escuela en tu oficina? Creo jugaba con ella y la dejé por ahí cuando deje los papeles... ¡Oh! ¡Estuvo cerca!- Él y Tsugaru rieron, viendo como uno de sus compañeros casi moría, pero con la llegada de ellos se salvó.

-Eh... No, no, para nada. Solo revisé y firmé todo, directamente fui contigo.

-Oh, ni modos. Gracias de todos modos.

-¿Estás bien?- Shizuo se preocupó un poco al ver como su hijo parecía algo perturbado.

-Creo que necesito recostarme- Empezaba a sentirse cansado repentinamente, como si hubiera corrido una maratón.

-Izaya, dormirás con los cachorros, ¿verdad?- Delic golpeó su cabeza con el tablero del auto, asustando a su padre y ganándose la mirada extrañada de los más pequeños.

-Eh... Papá, ¿no puede Ii-kun dormir conmigo?- Tsugaru pensó en una noche de desvelo jugando hasta que no pudieran apuntar a nada en la pantalla.

-No es correcto chicos, aunque sean muy amigos siguen siendo...

-Está bien, lo entendemos- Izaya dio una pequeña sonrisa- Tsu-chan aun podemos jugar hasta tarde, cuando tengamos sueños yo duermo con los cachorros.

-Está bien- Dijo resignado Tsugaru, la pasaba tan bien con Izaya que realmente olvidaba que ambos era de clases diferentes.

-¿Delic?- Shizuo empezaba a preocuparse por la actitud de su hijo, no entendía que tanto balbuceaba y parecía que estaba a punto de sufrir algún colapso."¿Estará cansado del trabajo? Normalmente no acostumbra a pasar todo el día en la universidad en las oficinas"

-Sigo con vida...- Le había respondido a su padre de alguna u otra manera.

Delic sentía que el destino era malvado y cruel con él, tener a Izaya baja el mismo techo durante toda la noche sería su más grande tormento, tal vez si ponía todos sus muebles contra la puerta y bloqueaba su ventana podría evitar que su alfa interno lo obligara a hacer cosas que no deseaba, o al menos, por el momento hasta que Izaya fuera más legal. ¡No! No podía... Tal vez escapar esa noche con algún omega, no imposible. Bueno no que fuera imposible, los omegas que conocía siempre le abrían las puertas y no solo de sus casas.

-Delic, Izaya y las gemelas pasarán el fin de semana en la mansión...

"Si me tiro en este momento del auto mientras anda, ¿podría morir? ¿O mínimo ir al hospital por todo un fin de semana?"

-Así que cuiden a los Orihara, ¿entendido?

-No tengo problemas. Jugaremos hasta que tengamos ojeras, ¿no Ii-kun?

-No gracias, no quiero tener bolsas negras bajo mis  lindos ojos tan joven- Izaya dramatizó poniendo una pose de diva, y al instante ambos soltaron a reír- Debemos cuidar nuestras espaldas

Al llegar a casa Sakuraya recibió a todos con un beso y un abrazo, diciendo que los él y los más pequeños ya había cenado. A Izaya le gustaba estar cerca de Sakuraya, siempre vestía hermosos kimonos y ese agradable aroma a flores que le hacía relajarse. La cena transcurrió tranquila, Izaya y Shizuo hablaban muchos sobre negocios, ganándose un par de reprimendas de parte del omega mayor, diciendo que no era momento para eso y que Izaya merecía un descanso de tanto ajetreo, ganándose un buen descanso y ser un niño como lo demás.

Después de cenar Izaya tomó un baño, relajándose con el agua caliente, pero fue interrumpido por un par de suaves toques a la puerta, por el aroma supo que se trataba de la madre de Tsugaru, le dio el pase y vio al omega con una pequeña toalla cubriendo la parte inferior de su cuerpo.

-¿Tomamos un baño juntos?- Dijo con una suave voz, Izaya asintió, observando cómo se lavaba el cuerpo y luego entraba a la gran tina junto a él- Shizuo-kun me dijo que tenías algunas dudas sobre esta tarde. ¿Está todo bien cariño?- Habló directo.

-No lo sé... Esta tarde pasó algo extraño- Izaya le relató lo que pasó y lo que Tsugaru había sentido al mismo tiempo- ¿Es mi celo?- Preguntó temeroso.

-Tu primer celo no será así bebé- Sakuraya se acercó a Izaya y lo abrazó protectoramente dejando que sus feromonas inundaran el baño- Cuando llegue, sentirás mucho calor, tu cuerpo lo sentiras como si estuvieras enfermo y... Sentirás humeo "ahí"- Acarició los cabellos de Izaya con amor.

-Tengo miedo.

-Es normal, todos tenemos miedo a nuestro primer celo.

-¿Qué fue lo de esta tarde?- Esa duda no podía sacarla de su mente.

-Bueno, es posible que tu alfa destinado estaba por ahí rondando- Sakuraya sonrió pensando en que su pequeño Tsugaru fuera la pareja destinada de Izaya, ambos eran muy unido a pesar de los pocos días y hacían una linda pareja- El llamado entre Alfa-Omega, es algo complejo, tu omega interior llamara a su alfa cuando más lo necesites, es decir cuando te sientas en peligro o inseguro, y es lo mismo para los alfas, cuando estos se sienten ansiosos y lejos de sus parejas los llaman para poder protegerlos.

-¿Mi alfa?... Yo no quiero tener un alfa- Dijo con un puchero y con el seño fruncido- Yo seré la cabeza de los Orihara.

-Y de eso no cabe duda cariño. Pero tener un alfa a tu lado no significa que seas débil, al contrario te harás aun más fuerte- Sakuraya se puso de pie- Vamos, Tsu-chan debe estar esperando por ti.

Izaya terminó por ponerse su short negro y su camisa de manga larga de color gris, el cual tenía una capucha con orejas de gatito. Le dio las buenas noches al omega mayor, y en respuesta él le dio un peso en la frente pidiéndole que no durmieran hasta muy tarde o quedarían ciegos de tanto jugar. Izaya rió divertido, ver a Sakuraya era como mirarse en un espejo, en su interior, pero muy en su interior, deseaba ser un hermoso omega como él cuando creciera. Porque para qué negarlo, Izaya era vanidoso, sabía de su belleza siendo aun joven, ¿qué provocaría a los alfas al verlo en su mejor momento? Una sonrisa maliciosa pasó por sus labios el solo imaginar a aquellos alfas arrastrándose a sus pies por solo un poco de atención de parte de él.

Izaya ya conocía aquella gran casa por lo que sin problemas se encaminó a la sala de juegos de Tsugaru, pero antes pasó a la habitación de los cachorros para darles las buenas noches y preparar el futón donde él dormiría. Al salir de la habitación de Psyche caminó a paso lento, ahora sí, con Tsugaru; se distrajo en el camino enviándole un par de mensajes a Kadota y a Shinra diciéndoles que no estaría en su casa ese fin de semana, por lo que si reunión se demoraría para la siguiente semana y que por fin les presentaría a su nuevo amigo, del cual Shinra tano celaba diciendo que se llevaba toda la atención de su dulce Izaya-chan, Kadota solo le pidió que tuviera cuidado porque era un alfa, y aunque él confiaba en mantener sus instintos al margen con el omega, no se fiaba de los demás.

-Dotachin parece mi...- Izaya se detuvo abruptamente al sentir un fuerte aroma a fresas, chocolate y tabaco, una extraña combinación que le hizo estremecer- Delic...- Dijo en un susurro casi gruñendo, no esperaba ver al alfa saliendo de uno de los baños usando únicamente un pantalón de algodón de color vino, con el torso desnudo y húmedo por el reciente baño, y tenía un cigarrillo entre sus labios.

-¿Izaya?- Delic sintió el aroma del omega apenas salió del baño, esa dulce escancia a vainilla y Sakura, posiblemente estuvo con su madre.

Ambos se vieron fijamente sin mover un solo músculo, Delic estaba en medio del pasillo e Izaya debía pasar a su lado para llegar a la habitación de juegos. El moreno suspiró pesadamente y siguió su camino como si nada, pero al pasar a su lado vio como este retrocedía a cada paso de daba. ¿Acaso Delic intentaba evitarlo? Fijo su vista el seño fruncido del rubio, se veía extraño, sus manos estaban crispadas en puños y arrugaba la nariz.

-¿Pasa algo?- Dijo con una traviesa sonrisa dando un paso hacia Delic, y comprobó que en efecto entre retrocedió ante su acercamiento- Delic...

-No me tientes mocoso- Sintió como los vellos de su nuca se erizaron a escuchar a Izaya llamarlo con una voz suave, no era su voz de omega, lo sentía.

-¿Qué haces?- Volvió a dar otro paso Izaya divertido por la peculiar y extraña situación.

-¿Tú qué haces? ¿No se supone que estaría jugueteando con mi hermano?- Dijo molesto.

-Si lo dices de esa manera uno lo puede mal interpretar~- Rió entre diente, afiló la mirada  hasta lograr acorralar a Delic contra una de las paredes del pasillo. Estaban a centímetros el uno del otro- ¿Estas molesto? ¿Quieres jugar conmigo?

Izaya volvió a reír al ver como el rubio frunció aun más el seño y parecía gruñirle. Posiblemente amenazado, tal vez, eso esperaba. La dicha de poder retar a un alfa que no podía responderle era como el más grande logro de los omegas, o mejor dicho. El inicio del titiritero Orihara Izaya.

-Sí...- Dijo casi en un susurro, sonrojándose al instante e intentando mantener la compostura- ¡Deja de molestar mocoso!- Gruñó.

-¿De qué hablas? Delic-nii chan es quien siempre me molesta- Izaya hizo un tierno puchero, bajando un poco la mirada y alzando la vista, dándole una apariencia dulce e inocente.

-Estas empezándote a meter en la hoguera, Izaya-chan- Delic sintió su alfa interno rugir ante aquella imagen, se inclinó un poco para ponerse a la altura de Izaya, sujetando sus brazos suavemente- Y terminaras quemado...

-¿Y si quiero quemarme?... - Izaya tal vez estaba empezando a perder el control de lo que estaba haciendo y lo supo al sentir el fuerte aroma de Delic invadirlo, pero muy a su pesar, ese aroma le gustaba. Sus rostros peligrosamente cerca, sus narices casi se rozaban.

-¡Ii-kun! ¿Dónde estás? El sushi está listo- Ambos se separaron rápidamente al escuchar el grito y el paso rápido de Tsugaru. Que al encontrar a su hermano con Izaya en el pasillo sintió extraño, como si no debería de estar en ese momento, pero su instinto de alfa le decía que debía de proteger a su amigo- ¿Qué está pasando?- Dijo serio viendo a su hermano darle una fuerte calada a su cigarrillo.

-Tsu-chan, no es nada. Vamos, muero de hambre- Izaya fue hasta el rubio menor y lo arrastró hacia el cuarto de juegos. Pero mientras caminaba volteó la cabeza para ver como Delic fruncía el ceño y luego irse por el lado contrario a ellos.

-¿Te estaba molestando?- Le dijo de improvisto Tsugaru cuando entraron a la habitación y estaban acomodando los "Puff" frente al televisor.

-Creo que sería mejor decir... Que fue YO quien lo molestaba a ÉL- Rió entre dientes con malicia.

-Eres aterrador, Ii-kun- Ambos rieron- Si necesitas ayuda sabes que puedes contar conmigo.

Izaya no sabía qué pensar en ese momento, que Delic actuara de esa manera era muy extraño, considerando que siempre era él el que lo acosaba. No parecía ser algo mala que pudiera manipular y perturbar al oji rosa por un rato, sería divertido verlo perder el control, pero algo igual lo inquietaba y era lo que sentía en su interior, era como si su instinto de omega quisiera controlarlo, pero para hacer qué. La imagen de Delic con el torso descubierto, dejando ver su bien formado y trabajado abdomen, el rostro afilado y suave, el cabello rubio que brillaba contra la luz, y aquello ojos de peculiar color rosa brillante que al ser retado en ese momento los vio oscurecerse, ese cambio le hizo estremecer aunque no lo demostró o eso esperaba.

Izaya se dejó caer en el puff rojo que solía usar, vio de reojo a Tsugaru que parecía preguntarle si veían mejor una película para comer y después jugar, él solo asintió con la cabeza viendo el gran contenedor de madera llena de exquisito sushi, un par de vasos de cristal con té verde helado y los controles y cascos que pensaban usar. Regresó su mirada a su amigo, que se quedó de pie frente a él parecía que le preguntaba si estaba bien, pero esta vez no le contestó, se limitó a tomar la parte baja de la camisa azul de Tsugaru y la levantó dejando ver su estómago.

-¡¿Qué haces?!- Tsugaru le alejó la mano de un manotazo para cubrirse de nuevo avergonzado.

-Diferente...- Dijo en un susurro- Deja de chillar, somos hombres, somos iguales.

-No Izaya, aunque seamos chicos y tengamos lo mismo... No somos iguales- Tsugaru se dejó caer en el puff verde a lado de Izaya- ¿Qué fue eso?

-Investigaba- Tomó el control remoto de la consola y dio inicio a la película de terror.

-¿Puedo saber sobre qué? Sabes que puedes decirme lo que pasa y así te puedo ayudar, pero no quiero que hagas ese tipo de cosas de improvisto- Tsugaru hizo un puchero al escuchar a Izaya reírse de él.

-¿Te estás escuchando? Pareces un omega virgen que teme que el alfa que tiene a su lado intente marcarlo- Volvió a reír, sujetándose el estómago.

-No es divertido Izaya...- Dijo levemente molesto, su orgullo como alfa fue herido.

-Lo es para mí- Sonrió con malicia y sin un gramo de arrepentimiento. Tomó un sushi de atún y lo comió de un bocado- El sushi de tu casa es el mejor de todos~

-Eres el omega más raro que he conocido en mi vida.

-Pero aun así me amas~ -Ambos rieron y siguieron comiendo mientras veía la película, que en vez de asustarse terminaban por reírse.

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Delic estaba pensando seriamente en lanzarse desde el techo de su casa. Tal vez si se tiraba de cabeza y apuntaba al borde de piedra del lago podría matarse o mínimo quedar en coma hasta que Izaya se volviera un adulto... Y de nuevo la culpa.

-Soy el peor ser humano de la Tierra- Delic se dejó caer pesadamente en su cama.

Ese momento en el pasillo casi pierde el control, Izaya se veía tan dispuesto a él, sus feromonas habían reaccionado a las suyas, era tan dulce y ya no solo olía a vainilla, había una escancia diferente un poco más fuerte y madura, pero no podía reconocerla del todo. Temía que su celo estuviera cerca, y no era por el hecho de que pudiera perder el control, temía por la seguridad del Izaya ante otros alfas, él estaba siempre en las oficinas llenas de grandes alfas maduros que podrían herirlo y ni que hablar de escuela donde las clases se impartían por el nivel académico y no por edad.

Gruño ante la idea de ver a algún alfa en la escuela de Izaya intentar a provechase de él, no importaba si él decía poder cuidarse solo, una cosa enfrentarlo a él y otra a un alfa que se dejaba llevar completamente por sus instinto. Tal vez debería de hablar con Tsugaru, aunque no le agradaba mucho la idea de compartir a su omega...

-¡Oh por los Dioses! ¡Lo llamé mi omega!- Gritó contra su almohada y mordiéndola hasta destrozarla- No.. Respira Delic, no pierdas el control... Respira o mamá vendrá y tendrás problemas.

¿Por qué no tenía un apartamento? Ah, sí, su madre casi llora por solo mencionar la idea, su padre omega era tan dulce y sensible que la idea de que sus cachorros se fuera de su hogar le lastimaba, no necesitó de un reprimenda de su padre alfa, él no tenía el corazón para decirle a su madre que se iba, por lo que mejor no volvió a tocar el tema y se quedó como todo estaba...

Pero regresando a lo de su hermano menor, él e Izaya era muy cercanos y lo serían más ahora que estarían en la misa escuela, cosa que realmente molestaba. Tal vez si le ponía un par de micrófonos y cámaras a Tsugaru para asegurarse que Izaya estuviera bien... No, imposible. Tal vez solo hablar con él para que cuidara de Izaya como se debía... Terminaría por retarlo y decirle que ya lo hacía, y de nuevo terminaría imponiéndose ante su hermano.

Suspiró pesadamente, todo ese asunto era difícil. Pero se le escapaba algo, su padre le había mencionado, justo antes de conocer a Izaya en persona sobre su historia, de la pérdida de sus padres y que peleaba por un puesto en la sociedad a pesar de ser un omega y la responsabilidad de cuidar de sus hermanas a pesar de que tenía en apoyo de sus abuelos y el resto de su familia. Izaya ponto tomaría un examen especializado que le daría el pase a la universidad, SU universidad. Estaba seguro que Izaya ignoraba ese punto, ambos estudiaban lo mismo y lo descubrió al notar que había descargado uno de los reportes que él había subido en la plataforma de la universidad y que tenían solo acceso los que contaban el buen visto para entrar.

Solo debía de esperar y ser paciente. Esperar a que Izaya entrara a la universidad con él y cuidarlo ante cualquiera que intente sobrepasarse. Esperar a que Izaya tome la experiencia para poder cumplir su objetivo de ser la cabeza de los Orihara sin necesitar de un alfa. Esperar a que el ambiente entre ellos mejorara, él debía de poner mucho esfuerzo con eso, debería de dejar de molestarlo y tratarlo como se debe. Esperar a que su celo no lo ataque cuando él no este serca para protegerlo. Y lo más importante, esperar a que Izaya llegara a la mayoría de edad para cortejarlo, aunque eso podría hacerlo desde ahora, pero para debía de ser paciente y esperar por la aprobación de Izaya para convertirse en su alfa.

-No puedo creer que esté cayendo ante un niño...- Molesto con él mismo hizo a un lado los restos de algodón y pedazos de tela que antes era su almohada, se acomodó tomando otra y se dedicó a dormir intentando ignorar las risas de Izaya y su hermano.

 

 


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