Si las mariposas tuvieran un aroma seguramente olerían a hermosura.
Si el ser humano tuviera un perfume seguramente sería egoísmo.
Por eso Hera había las había más pequeños ante el mundo y a nosotros nos quitó las alas para ya no alcanzar el cielo.
Si las flores pudieran hablar seguramente hablarían mal del hombre y quisieran ser adoradas por su belleza.
Si el hombre pudiera hablar con las flores seguramente las desmentiría.
Por eso Hera las enmudeció de toda voz.
Si el mar pudiera representar su fuerza seguramente sería el regente del mundo.
Si el hombre pudiera representar su fuerza seguramente sería nada.
Por eso Hera le quitó su forma al mar para que no estuvieras bajo el régimen de un avaricioso dictador.
Si la tierra pudiera quejarse; Seguramente nos reclamaría la sangre derramada encima de ella.
Si el hombre pudiera quejarse de la tierra; Que su labor era soportar.
Por eso Hera le robó sus sentimientos.
La sucia segunda ciudad, la que ya no pudo volver a ser como era; a la que sus gobernados perdieron toda la esperanza por el egoísmo de su misma población. Destruyeron, desperdiciaron y la vida dejaron pasar por el vacío poder de las monedas de oro. No existe el control, ni siquiera la moral, la madre Hera odio a la segunda ciudad y a sus invisibles paredes que han ido malbaratando sus sistemas.
Les advirtió, pero no prestaron atención de sus alertas, arrogantes y victoriosos no la escucharon y a sus hijos malbarataron. Añicos, el hogar del hombre se hizo añicos. Ensució los lagos, cazó a sus hermanos y la tierra fue desangrada. El blanco piso fue pintada de negro y acero.
Las mariposas fueron asesinadas, las flores fueron pisadas, la tierra profanada y el mar fue ensuciado. A los árboles no dejaron crecer y al viento transformaron en llantos de polvo. Hera se cansó de sus impertinencias.
Los paisajes verdes se disiparon y las nubles blancas huyeron, en su lugar sólo quedaron nubes grises y extrañas cortinas de fuego.
¡Su ira cayó sobre las ciudades!
El viento sopló tan fuerte que las tierras volvieron a su origen. El trueno bramó, cayendo y explotando contra el lugar profanado. El fuego quemó todo el metal y el agua cayó en ardientes lágrimas de la diosa Hera.
¡Ha demostrado su odio! El rugir de su furia los ha azotado sin misericordia, ellos no lo merecen. Lastimaron a sus hijos.
Dejaron lienzo negro y rojo. ¡Vuela gárgola sin alas! ¡Hazlo! Atrae con tu manto nocturno el dolor que le falta a su pueblo. Porqué aún no han tenido castigo suficiente, aún sigue actuando como barbaros.
Las estaciones cambian, el sol no tiene misericordia y la vida se acaba con un lamento efímero. Hay miedo de vivir aquí porque no existe un futuro para el cuál soñar, los sueños quedan en fragmentos de un quisiera o un tal vez. La paz se ha ido y el miedo lo ha reemplazado.
¡Descontrol! ¡Oh bello descontrol! Gobierna con tus alas colorida reemplaza esta aburrida ciudad con diversión y corrupción.
Trae a tus perros demoníacos y a tus fieles seguidores. Aparece un grito de dolor, los middles se esconden en su habitación y los Ups pueden pasear por su jardín.
¡Pobres desdichados de Hera! Nadie puede escuchar su voz, nadie puede devolverles la fé.
Los marginados gritan, sobreviviendo con sus piezas oxidadas y sus partes rotas. Estafan, matan y se adaptan para poder volver a mirar a la esperanza, las peores injurias están a su nombre. Aunque ya no tienen camino, aún buscan la exoneración de Hera, pero pobres incrédulos, Hera ni siquiera los mira, ¿cómo pueden alcanzar el cielo los marginados?
¡Todavía no hay respuesta!
¿Por qué ya no se puede alcanzar el cielo?
¡Hera salva a los condenados!
Las que están lejos de obtener el cielo, los que no puede ser de la raza superior como los Ups. A esos pobres hombres que le han entregado su humanidad a las máquinas y su razón, a los gamberros de la ciudad.
¡Hera salva a los marginados!
Los que se han alejado de la entrada de los caídos, los que ya no pueden alcanzar el edén. A los mentirosos, ojalá el mesías puede ser su guía y otra vez los lleve al camino.
¡Hera salva a los condenados!
No, mejor que Hera les dé su bendición a los otros héroes. Los escuadrones que escuchan nuestras voces, los valientes guerreros que limpian la ciudad acompañados de sus mejores amigos, sí, que dios le dé su gracia a caballeros que eliminan la peste de la ciudad.
Eliminan a esos desagradables maginados.
Por favor Hera, cuida a la autoridad y elimina a los marginados.