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UN DESTINO DIFERENTE por shiki1221

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Notas del fanfic:

Hola a todos :D sé que muchos estan molestos por el pésimo final de Naruto y bueno yo estoy igual XD.

El fandom se puso algo loco con las parejas canon y el fanservice NH, de hecho una de esas fans me dijo que que el SNS era crack porque en el manga el NH estaba perfectamente explicado. En ese momento lo leí solo para hacer un post de porque el SNS era más canon que todo pero luego pensé ¿Por qué no aprovechar todos los momentos del manga y anime? Así que aquí les traigo un fic que inicia desde el 698 del manga y 479-480 del anime. 

En los caps verán aparecer las notas de autor (N/A) para señalar el cap al que se hace referencia porque de esa manera podrán ubicarse en cuanto a de que momento hablo y opinar si es que lo percibieron de manera distinta. Si tienen una perspectiva diferente en algun cap señalado pueden hacermelo saber y yo podre tomarlo en cuenta para un fic futuro.

PD: tengo una beta a la que le agradezco su colaboración en este fic LaMueRtHeSitHa la autora de Dark horse :D

Notas del capitulo:

DISCLAIMER: Los personajes son propiedad de kishimoto solo la historia me pertenece a mi.

CAP 1: Naruto y Sasuke

(Basado en el capítulo 698 del manga)

Luego del choque de las mejores técnicas de Naruto y Sasuke, es decir, el Rasengan y el Chidori respectivamente, todo se volvió oscuridad para ambos, ninguno tenía suficiente fuerza para mantenerse siquiera despiertos. El escenario que los rodeaba tenía los claros signos de haber sido testigo de un choque de colosales poderes, dos grandes shinobis de elite volvían a batirse en duelo en aquel lugar, tal y como sus antecesores, Madara y Hashirama. Unos minutos después de haber vagado en la oscuridad de la inconsciencia, el último Uchiha se despertó desorientado, por lo que miró a su alrededor buscando respuestas a lo sucedido. ­

—Ohh veo que ya despertaste. —Escuchó la conocida voz del rubio cerca suyo.

—Ouch. —Nada más intentar moverse, una queja involuntaria escapó de los labios del vengador, producto del abrumador dolor que recorría todo su cuerpo.

—Es tal y como ves, Sasuke —habló nuevamente el jinchuriki—. Si nos movemos mucho moriremos desangrados.

El de cabellos rubios tenía razón al afirmar aquello, dado que los brazos de ambos tenían heridas muy profundas que sangraban de manera abundante. La carne de sus brazos parecía que pronto dejaría de mantener sus extremidades superiores unidas a su cuerpo de no recibir atención de manera inmediata. El chakra usado causó severos daños en ambos, tanto el brazo izquierdo del Uchiha como en el brazo derecho de Naruto.

—Mírate, ¿por qué insistes tanto en meterte? —dijo Sasuke molesto de ver que la insistencia del otro no cedía—. Caí en la oscuridad y gané poder para cortar todo en mi camino. No me importaba quien fuera, traté de cortar los lazos con todos, pero tú nunca pensaste en cortar tus lazos conmigo. —A la mente del portador del sharingan llegó el recuerdo de cuando Naruto le dijo “soy el único que acepta el odio que hay en ti”—. Sin importar qué, ¿por qué te preocupas tanto por mí?

—¿No lo sabes aun? —interrogó con una sonrisa mientras ladeaba su golpeado rostro para fijar su mirada en su compañero—. Jeje mírate hablando tanto sólo porque no te puedes mover. —Señaló divertido pese al ceño fruncido del otro.

—Cállate y responde —ordenó enojado el moreno.

—Es porque somos amigos —respondió con gran seguridad el Uzumaki. Sasuke lo miró en silencio

—Eso ya lo dijiste antes, pero ¿qué significa exactamente para ti? —la respuesta que siempre le daba su ex compañero le resultaba insatisfactoria, era como si aquello no fuese del todo suficiente para él.

Naruto lo pensó unos segundos buscando las palabras con la que expresarse mejor—. Si quieres que lo explique, no sé cómo decirlo, es sólo que cuando escuchó hablar sobre cargar todo sobre tus hombros…

Sasuke permaneció expectante ante lo que diría el de ojos claros.

—También puedo… sentir tu dolor. —La voz cargada de sinceridad no daba lugar a dudas sobre aquello que sentía en verdad.

Sasuke abrió los ojos impresionado por lo oído, no eran las palabras en sí lo que más lo impresionaba, era como los azules ojos del Uzumaki reflejaban el dolor que él sentía, tan vivido, como si fuese el suyo propio. El contenedor del bijuu no debería sentir aquella carga que no le correspondía, sin embargo, de alguna manera que aún no llegaba a comprender, aquel peso en su espalda era compartido con el otro.

—Mucho dolor. ¡¡No hay manera de ignorar eso!! —dijo Naruto en un tono más alto, casi a gritos—. Bueno, hoy me duele todo, así que no hay mucho que pueda hacer. —El de los cabellos noche lo observó con los ojos negros brillando como nunca mientras se perdía en sus propios pensamientos.

Naruto, sé que en el pasado siempre estabas solo al igual que yo, el último Uchiha. Fuiste expulsado, actuabas como un idiota a propósito, sólo para que te regañaran, porque querías que te prestaran atención. Al principio pensé que no valía la pena considerarte en absoluto, que sólo eras alguien débil, pero después de verte hacer cosas estúpidas y ser regañado siempre… por alguna razón empecé a observarte. En ese momento, también noté que tu debilidad comenzaba a hundirse también en mí, no podía dejar de prestarte atención. Cuando te veía hacer todo lo posible por crear lazos con otros… me recordó a mi familia y por alguna razón, me sentí aliviado. Sin embargo, también pensé que era debilidad.

Entrené duro para escapar de esa debilidad y volverme más fuerte que mi hermano, para tomar venganza, pero entonces terminaste en el mismo equipo que yo y recordé a mi familia una vez más. Después de terminar misiones contigo, quien quería convertirse en Hokage, claramente podía sentir que ambos nos volveríamos más fuertes y me di cuenta de que quería luchar contigo. Empecé a ver de alguna forma al equipo 7 como mi familia y es por eso por lo que cuando te veo sufrir... así es, tal como tú, siento dolor. Cuando entendí tu dolor, por primera vez te consideré mi compañero, pero al mismo tiempo, no podía dejar que te volvieras más fuerte. Cuando vi que tan fuerte te habías vuelto yo…

Recuerdo cuando me dijiste “también sabía que siempre estabas solo, me aliviaba ver a alguien más como yo y me sentí tan feliz que quería hablar contigo de inmediato, pero no lo hice, porque tenía envidia de tus habilidades y decidí ser tu rival, te convertiste en mi objetivo y por primera vez tenía un lazo. Durante nuestras misiones como el equipo 7, seguía yendo detrás de ti, porque quería volverme fuerte y genial como tú”

Es lo contrario, yo tenía envidia. Tú tenías un tipo de fuerza que yo no, siempre caminaste frente a mí, al igual que lo hacia mi hermano y hoy también. Nada ha cambiado, mientras yo me detengo para hundirme en la oscuridad, tú eres el que continúa avanzando hacia sus metas.

Luego de aquellos pensamientos y memorias que llenaron los pensamientos de Sasuke éste, al igual que su malherido amigo, cerraron los ojos para descansar por tan dura batalla que libraron. Sin medir la cantidad de tiempo transcurrido, ambos comenzaron a recuperar nuevamente la consciencia, sintiéndose de nueva cuenta perdidos y desorientados.

—¿Dónde estamos? —preguntó Naruto—. ¡¿No me digas que es el cielo?! —demandó saber, alarmado de haber pasado al otro mundo sin cumplir con su meta.

—Parece que dormimos toda la noche —le aclaró su duda al verlo mirar hacia todos lados en busca de una respuesta—, y de nuevo parece que aun estas vivo.

—Ghh diablos —gruñó con molestia al oír lo que dijo su compañero—. Aún no puedo moverme, quiero golpearte hasta que abras los ojos de una vez por todas. —Se removió el de cabellera dorada en un inútil intento de que su cuerpo obedeciera lo que intentaba hacer.

—Kukuku —la tenue risa casi imperceptible de su compañero captó de inmediato la atención del jinchuriki— Jaja.

—¿Qué? —preguntó Naruto sorprendido, al ver aquella inesperada reacción por parte del Uchiha.

—¿Aun quieres luchar en esa condición? —la pregunta fue hecha en un tono que denotaba diversión ante tal ocurrencia por parte del Uzumaki.

—¡Claro! No me rendiré —afirmó denotando la confianza en sus palabras.

—Lo admito. —Fue la corta frase que escapó de los labios del de ojos noche y que en tan sólo dos palabras ya tenían toda la atención de los ojos cielo—. Yo perdí.

—¡Idiota! En esta pelea no hay ganadores o perdedores. ¡Sólo trato de hacer entrar en razón a un amigo que no me escucha! —gritó sin paciencia el malherido blondo con los ojos en blanco ante la terquedad de su acompañante—. La verdadera pelea viene después de eso.

—Hey Naruto —llamó con su tono de voz característico.

—hum —torció una mueca pese a los golpes en su rostro, aún tenía una expresión similar a una media sonrisa, listo para oír lo que el otro fuera a decirle.

—Por fin te reconozco. Si muero ahora, el destino que según el rikudou sennin nos ha unido, terminará también. Eso podría ser un tipo de revolución, el Tsukiyomi infinito se disipará después de que muera, tras eso toma mi ojo izquierdo y trasplántaselo a Kakashi, quiero pagar todas mis deudas. —Dio indicaciones de los pasos a seguir. El último Uchiha preparaba todo para su partida junto al resto de su clan, no tenía más deudas que saldar y según él, con su reciente explicación estaría todo resuelto.

—Si mueres… no creo que al morir resuelvas algo —replicó el rubio tratando de hacerlo desistir de aquellas ideas tan pesimistas—. Si piensas morir, ¿por qué mejor no trabajas conmigo? Lo que quiero hacer es unir a los shinobis de todas partes y por supuesto, eso te incluye a ti.

—Incluso si pienso bien de ti, no seré capaz de aceptar a alguien más —advirtió Sasuke, sabiendo de antemano que, por su propia forma de ser, no otorgaría fácilmente su confianza.

—¡Diablos! Trata de decir más tonterías —exclamó frustrado por aquella idea a la que su amigo estaba tan aferrado—. Te venceré de nuevo.

—¿Qué tal si al final termino oponiéndome de nuevo? —Hizo aquella pregunta planteándole un escenario que él veía muy posible. Ya antes se intentó que los Uchiha estuvieran en paz y las cosas no resultaron. ¿Qué le aseguraba que no terminaría sucediéndole lo mismo que a Madara?

—Entonces te detendré de nuevo —aseguró completamente confiado de sí mismo—, pero no lo harás de nuevo. —Si había algo que superaba su confianza en sí mismo, era la su plena certeza de que el azabache no volvería a hacer algo como aquello.

—¿Cómo puedes decir eso? —cuestionó sumamente intrigado. Inclusive él mismo dudaba de no terminar como los Uchiha anteriores que se hundieron en la oscuridad y causaron tanto sufrimiento.

—No voy a repetirlo de nuevo. ¡Cielos! ¿Aún no lo entiendes? Bueno, no hay nada que hacer, siempre fuiste muy estúpido —afirmó Naruto, quien se sorprendió enormemente de ver a Sasuke llorar, ya que él no recordaba haberle visto derramar lágrimas por nada.

—Cállate, Usuratonkachi. —Aquella palabra, “Usuratonkachi”, la cual desde hacía tanto no la oía que ya la extrañaba. A ambos les daba una sensación de paz y felicidad poder decirla y oírla, respectivamente.

Ambos se encontraban en paz consigo mismos, luego de haber logrado aliviar el dolor que llevaban por dentro, sólo se quedaron tendidos disfrutando en silencio de la compañía del otro. Era momento de volver a empezar, bajo el sol de un nuevo amanecer, Uchiha podría retomar la vida que abandonó y aunque el camino no le augurara ningún tipo de facilidad a su reintegro, estaba seguro de que permanecería a su lado para lo que Sasuke necesitase. Uzumaki estaba dispuesto a usar sus manos para sostener cada nuevo anhelo que tuviera quien nunca dejó de ser su mejor amigo. Si iba a reiniciar una vida nueva, libre de odio y rencor, él anidaría los nuevos sueños que él tuviera y lo ayudaría a cumplirlos como si fuesen los propios.

Tanto tiempo transcurrido dio la oportunidad de que tanto Sakura como Kakashi arribaran al lugar, dando como resultado que se llevara a cabo un reencuentro en el lugar donde todo había concluido.

—¡Ahí! —gritó Haruno al divisar a sus compañeros de equipo.

—Así que aquí es a donde habían venido —comentó sin sorpresa el ninja copia, sabiendo de primera mano la razón de que eligieran el “valle del fin” como escenario para su última batalla.

—Sakura-chan —dijo el rubio al ver acercarse a su amiga.

La kunoichi guardó silencio y se dispuso a tratar las heridas de ambos, reunió chakra para detener la hemorragia en los brazos de ambos chicos. Ambos brazos estaban seriamente heridos y de no tratarlos con rapidez podrían perderlos. Lo mejor sería brindarles los primeros auxilios ahí mismo y cuando llegaran a Konoha atenderlos con mayor eficiencia, teniendo el equipo médico necesario para tratarlos.

—Gracias, Sakura-chan —agradeció el de ojos cielo.

—Sakura yo… —comenzó a hablar Uchiha, pero fue interrumpido.

—Mantente callado, por favor —pidió la de ojos verdes sin apartar la vista de las heridas que debía cerrar—, estoy concentrándome.

—Lo siento —susurró el moreno.

—¿Qué lo sientes? —cuestionó ella ante el inesperado comentario del Uchiha—. ¿Por qué?

—Todo lo ocurrido hasta ahora —aclaró el azabache, mientras su hemorragia era detenida.

—Más te vale sentirlo —reclamó sollozando con los ojos cerrados sin atreverse a mirarlo directamente—. Shannaro imbécil.

El sensei del ex equipo 7 miraba a la distancia la escena que le presentaban aquellos shinobis que él entrenó en el pasado. Recordaba como fue el comienzo al conocerlos, aquella primera impresión que se llevó al verlos en el salón de la academia. Mientras Sakura lloraba, el rubio mostraba su brillante sonrisa sabiendo que el de ojos noche ya había abierto los ojos, Sasuke mientras tanto, sólo miraba la alegría que expresaba Naruto en su rostro.

—Por fin han vuelto —afirmó el de pelo plateado feliz de ver a sus alumnos juntos nuevamente.

Mientras Uchiha miraba la cálida sonrisa de Naruto reflexionaba sobre unos comentarios que el rubio le había dicho en el pasado.

Naruto, acabo de recordar las palabras que solías repetir de cómo te sentías cuando estabas conmigo, como si tuvieras la sensación de estar con un hermano. Esa sensación de la que hablabas… creo que por fin lo he comprendido. He recorrido todo el mundo y en el camino me venían a menudo esos recuerdos a la mente. Recuerdos de cuando éramos unos niños solitarios que añoraban el cariño… pero no encontraron nada más que odio. A partir de ahí cada uno recorrió su sendero y… luchamos.

Pero ahora que ha pasado un tiempo he visto que quizás de la misma manera en la que llegué a entender el sufrimiento que pasaron y las esperanzas que tuvieron mis padres y mi hermano. ¿Llegaría a entender también las esperanzas y el sufrimiento que tuviste tú, Naruto? Nunca me has abandonado, pasase lo que pasase, por mucho que yo me distanciaba, tú nunca te rendiste y recortaste la distancia entre nosotros. No me hubiese extrañado si hubieses terminado odiándome, pero no lo hiciste, te empeñaste en que fuésemos amigos, aunque yo hiciese todo lo posible por destruir ese sentimiento.

El sello que combinaba el chakra de Naruto y Sasuke, consiguió su propósito, tal y como les dijo el sabio de los seis caminos, lograron liberar a todos del poder del Tsukiyomi infinito. Pese a las heridas en su cuerpo, Kakashi junto con Sakura consiguieron llevarse a ambos heridos, ante el mejor ninja médico, Tsunade, quien de inmediato acudió a revisar las heridas de Naruto, al cual quería como si fuese su propio nieto. Haruno que estaba presente se acercó rápidamente al Uchiha para atender las heridas que poseía y que no había tratado aún. Inmediatamente, los ninjas médicos comenzaron a tratar las heridas de los maltrechos shinobis. Sin fuerzas para oponerse o hacer algo para negarse, fueron llevados al lugar al que ellos menos deseaban ir a parar: un hospital.

Pese a la fobia, casi justificada de Naruto, estaba encerrado en aquel lugar con aroma a enfermedad y muerte, su único consuelo era que, si él estaba atrapado allí, su mejor amigo también estaría para hacerle compañía. Esta vez Sasuke no escaparía mientras él se recuperaba, como fue el caso de aquella vez en la que falló en traerlo de regreso, luego de su batalla en el valle del fin. Presos del efecto de los calmantes y anestesia necesaria para el tratamiento de sus fracturas, ambos abandonaron la poca consciencia que aun poseían, al ser trasladados a las correspondientes habitaciones designadas para cada uno.

Pasada una cantidad de tiempo incalculable para Uzumaki, dada su inconsciencia prolongada, abrió los ojos cansado, lleno de dolor, y un muy molesto hormigueo recorriendo su cuerpo. Aquella sensación era molesta, aunque no tanto como la de intuir exactamente donde estaba. El hospital de Konoha era su ubicación actual y no le costó nada reconocerla, considerando las veces que estuvo allí atado a la cama por órdenes de su “oba-chan”. Sin embargo, cualquier enojo por su estancia allí era fácilmente olvidable al pensar en cierta persona.

—Hinata —llamó el rubio a la chica que dormía apoyada en la cama.

—Naruto-kun, despertaste —dijo ella sonrojada y feliz de verlo abrir sus ojos.

—Hinata necesito saber algo muy importante ttebayo —habló con seriedad el de los ojos celestes.

—S-si s-si ¿Qu-qué necesitas? —cuestionó ilusionada de serle de ayuda en lo que quisiera.

—¿Dónde está el Teme? —preguntó preocupado por lo que pudo haberle pasado. Sus heridas no eran mortales, ya que no atacó con esas intenciones, pero… ¿Estaba bien?

—¿Para qué quieres saber de él? —Aquella pregunta tenía impregnados celos y enojo por tal grado de preocupación—. Seguramente pronto será encarcelado.

—¡¿QUÉ?! —gritó alterado subiendo la voz rápidamente. Se le olvidó el dolor de su cuerpo y cualquier cosa que no estuviera estrictamente relacionado con Sasuke—. Debo ir a verlo.

—De-deberías descansar —sugirió tartamudeando, intentando acercarse para hacerlo recostar de nuevo, pero Naruto seguía firme en la idea de ir a ver como estaba su amigo.

—¿Cómo lo haría si le están por hacer algo así de injusto a Sasuke? —replicó con molestia pensando en que podrían castigar al Uchiha pese a su ayuda en la guerra—. Debo ir con él.

—¿Injusto dices? —La ironía en esa pregunta era algo que nadie esperaría de la “dulce” Hinata—. Pero si él es un Uchiha, él es tan culpable de la muerte de Neji-nii como Madara.

—Él no lo mató —negó de inmediato tal calumnia—. No es como Madara, es un héroe, gracias a él finalizó la guerra.

—Se te olvida todo el daño que nos ha causado a todos nosotros. —Elevó un poco más la voz dejando notar su indignación—. ¿Crees que lo perdonaremos después de que nos traicionó?

—Sasuke jamás lastimó a nadie de Konoha, y ninguno de ustedes era cercano a él como para hablar de traiciones. —Señaló con un tono de voz serio y amenazante—. Sólo nos concierne quejarnos o reclamar por ese tipo de cosas a Kakashi-sensei, Sakura-chan y a mí.

—Trató de matarte —le recordó la morena mirándolo de frente—, deberías dejar que se haga justicia.

—En lo que a mi concierne —afirmó el rubio arrugando las facciones de su cara en gesto de molestia—, él me salvó.

—¿Y qué hay de lo que yo hice por ti? —cuestionó enojada la de ojos perla—. Durante la guerra y tu batalla con Pain, yo te protegí.

—Hinata no tengo tiempo para ti, sino me vas a decir nada acerca de donde esta Sasuke, no me interesa en estos momentos.

—Pero yo...

Ignorando por completo a Hyuga, el de ojos azules se levantó de la cama con mucho esfuerzo, la más simple acción que implicara el uso de sus dañados músculos resultaba más complicada que tratar de levantar las pesas de Maito Gai o las que llevaba su alumno Rock Lee. Aun así, se movió a prisa por el hospital, buscando alguien que le indicara donde estaba Tsunade para que le diga dónde podía ver al Uchiha. La tarea de preguntar era demasiado difícil, dado que cada persona que veía lo felicitaba por su ayuda en la guerra, le pedían autógrafos o se le acercaban a hablar. Nada de eso le interesaba en estos momentos, intentaba ser cortés al rechazar toda la atención, pero le estaban colmando la paciencia, su mejor amigo podía ser encarcelado injustamente y no lo permitiría. Para su suerte, logró divisar los cabellos plateados de Kakashi doblando en un pasillo, por lo que apresuró el paso para llegar hasta él.

—¡Naruto! ¿Qué crees que estás haciendo? Estas muy lastimado aún. —El ninja copia tuvo que prestarle el hombro a su alumno para evitar que vaya a parar directamente al suelo. La fuerza de voluntad de Naruto para estar en pie era por sí misma una hazaña, pero como cualquier humano también tenía limites, y el suyo había sido sobrepasado desde que se levantó de la cama.

—No me importa. Quiero ver a Sasuke. ¿Dónde está? ¿Es cierto que lo quieren encerrar? ¿Por qué? ¿Quién lo dijo? ¿A quién tengo que golpear para evitar que lo hagan? —gritó todas las preguntas que se le ocurrieron buscando que alguna tuviera una respuesta.

—Primero Naruto, cálmate —pidió con paciencia Kakashi sosteniéndolo de los hombros—. Yo ya hablé para que nadie siquiera piense en encarcelarlo y lo de su habitación… te acompaño para que veas como esta. —Ofreció pasando uno de los brazos del rubio por su propio hombro—. Sé que si te trato de devolver a tu cuarto irás, así sea a la fuerza, a buscarlo.

—Jeje gracias ttebayo —contestó el de ojos azules rascándose la cabeza, apenado, mientras le sonreía.

El cuarto que le habían asignado al último de los Uchiha, estaba en la parte más apartada del hospital, todos los pasillos que se dirigían a esa área eran oscuros y fríos. Definitivamente a Naruto no le agradaba esa parte tan carente de alegría o vida, pero si era por ver a su mejor amigo, la soportaría. Nada más entrar, Naruto frunció el ceño, al ver a la de pelo rosa abrazando a un medio inconsciente Sasuke que aún no identificaba donde estaba. (N/A: como cuando despertó del genjutsu de Itachi en el capítulo 98 de Naruto).

—Sakura-chan, ¿cómo esta Sasuke? —la pregunta logró hacer que Haruno se alejara del moreno para contestarle a su compañero de equipo.

—NARUTO ¿QUÉ DEMONIOS HACES AQUÍ? —gritó mientras le amenazaba con el puño en alto—. Deberías estar descansando en tu cuarto mientras Hinata te cuida.

—Estoy bien —respondió con simpleza ignorando el grito—. ¿Cómo está el Teme? —preguntó ignorando todo lo que la de pelo rosa le había dicho.

—Eso es lo que vine a chequear —dijo seria, una recién llegada Tsunade—. Tú deberías estar descansando en tu cuarto y tú —señalando a su alumna—, creo haberte dicho que cuidaras de Naruto mientras se recuperaba. ¿Qué se supone que haces aquí?

—Bueno es que yo… quise venir a ver como se encontraba Sasuke-kun —respondió apenada por los regaños de su sensei—. Además, Hinata-chan se ofreció a cuidarlo.

—¿Y por eso dejaste a un ninja que no sabe nada de medicina a cargo de un paciente de cuidados intensivos? —regañó con una mueca que demostraba el reproche por la conducta de la kunoichi—. Creí haberte entrenado mejor como ninja médico.

—Pero yo… —quiso interrumpir Sakura para alegar en su defensa.

—Ve a atender a quienes lo necesitan y esta vez no lo derives a gente que no podrá atender una recaída o cualquier problema de salud que pudiera surgir —ordenó imponente la rubia, haciendo notar que no volvería a pasar por alto una negligencia de ese tipo.

—Enseguida, Tsunade-sama —dijo casi a regañadientes la aludida, molesta porque le hablara como a una principiante y la dejara mal parada precisamente delante de Sasuke.

—Oba-chan, ¿cómo está el Teme? —preguntó preocupado Naruto.

—Dobe —llamó el de ojos negros desde la cama—. Me siento bien, algo adolorido, pero bien. No necesitas hacer tanto escándalo —dijo con su expresión de indiferencia ante los gritos de su amigo desde que hizo acto de presencia.

—Pero yo tenía que venir a confirmarlo ttebayo. —Comenzó a hablar de nuevo el contenedor del kyubi—. Hinata me dijo que te encarcelarían.

—¿Y eso te sorprende? —preguntó sin ninguna emoción en la cara—. Qué tú me perdonaras con facilidad no significa que los demás lo harán de la misma forma.

—Pero ya es parte del pasado, no lo volverás a hacer —dijo triste y algo dolido el blondo pensando en que hasta el propio azabache aceptaba tal destino.

—De eso venía a hablarle —interrumpió la Hokage la conversación que sostenían ambos adolescentes—, dada tu participación durante la guerra contra Madara y pese a que odie admitirlo, si no fuese porque resucitaste a Orochimaru, los kages y yo, en estos momentos no estaríamos con vida. Por esa razón el consejo te ha permitido que permanezcas en la aldea, pero estarás bajo la constante vigilancia de un anbu.

—¡¿QUÉ?! ¡¿POR QUÉ NO PUEDO VIGILARLO YO? TTEBAYO! —reclamó Uzumaki enojado por no ser participe en algo tan importante.

—Tú eres su amigo y fácilmente cederías a lo que él te pidiera —explicó con seriedad la gondaime—, se necesita a una persona objetiva que nos informe que no es una amenaza.

—Yo podría cuidarlo mejor que cualquier anbu —exclamó refunfuñando por no ser el elegido para vigilar al de ojos negros.

—Por ahora ambos permanecerán en el hospital, ya que sus heridas deben curarse bien —dijo la rubia ignorando lo dicho por Uzumaki—. Una vez que tengas el alta comenzará la vigilancia. Naruto regresa a tu cuarto y quédate allí o te ataré a la cama.

—Si quieres que no me escape del hospital déjame en un cuarto junto al Teme —exigió Naruto, quien le sonrió a la rubia de una forma que, prácticamente resultaba en la amenaza, de que escaparía si no le concedía lo pedido.

—Está bien —accedió sabiendo del carácter del aspirante a Hokage—. Los pasaré a ambos a un cuarto común, ya que sus peores heridas han mejorado. —Se resignó con un suspiro Senju a dejarlo hacer lo que quería Uzumaki, si con eso lo tenía tranquilo. Suficiente trabajo tenía como para dejarlo corretear por todos lados como era su costumbre.

En todo lo que llevaba hablando la de ojos color miel, Sasuke no emitió ningún comentario al respecto, ni acerca de lo que decía la líder de la aldea ni de las peticiones de Naruto. No transcurrió mucho tiempo antes de que los cambiaran a ambos a un cuarto, sólo prepararon las camas individuales que ocuparía cada uno antes de mandarlos a reposar. Sin embargo, pese a que prometió no escaparse del hospital, Naruto no dejaba de estar inquieto, odiaba estar allí, quería salir e ir a comer un rico ramen. ¿Era mucho pedir algo de la comida que tanto le gustaba luego de lo mucho que ayudó en la guerra? Estaba molesto por no poder hacer lo que quería, pero deprimirse no era algo que él acostumbrara a hacer, aprovecharía el tiempo para hablar con Sasuke. No tenían nada mejor que hacer y según Tsunade les esperaba una larga estancia allí, así que mejor aprovechar para ponerse al corriente de la vida que estuvo llevando cada uno.

—Nee… Sasuke Teme… mm. —Comenzó a hablar el de cabello rubio.

—Hmn. —Fue el sonido que escapó de los labios del antes vengador como única respuesta al llamado de su amigo.

—Yo pensé que… —comenzó a explicarse el de ojos azules.

—Me sorprende que pienses —interrumpió con burla el de cabellos negros.

—Bastardo no interrumpas —dijo Naruto mientras hacia un gracioso puchero—. Yo quería hablar contigo. —Lo último lo susurró mientras agachaba la mirada con pena por lo absurdo de lo que pedía.

—¿De qué quieres hablar exactamente?

—De todo —contestó alegre de que no lo rechazara de inmediato.

—Ya te dije que los grandes ninjas se entienden sin la necesidad de palabras —le recordó tranquilamente—. ¿No nos entendemos lo suficiente ya?

—Yo sólo quiero saber más de ti —dijo Naruto tratando de explicarse—. Yo de alguna manera te entiendo, siento tu dolor como mío, pero no es lo mismo a saber las cosas que has visto y vivido. Es como… si lo entendiera, pero al mismo tiempo no… no sé ni que quiero decir ttebayo

—Entiendes las cosas por instinto, Dobe —comentó el azabache sabiendo más o menos que era lo que trataba de expresar su amigo—. Si tuviera mi chakra te mostraría todos mis recuerdos como hizo Itachi conmigo —susurró por lo bajo pensando en la manera más fácil de hacer las cosas y con la que perdería menos tiempo.

—¿De verdad lo harías? —cuestionó con los ojos abiertos por la sorpresa por lo dicho.

—Hmn, —se encogió de hombros Sasuke—. Sería más rápido ¿no? —resolvió con sencillez.

—Sí, pero ahora estaremos un largo tiempo aquí encerrados sin nada que hacer —le recordó Naruto pensando en lo limitados que estarían hasta curarse—. Podemos aprovechar ¿no? Digo en el valle del fin estuviste muy hablador mientras no podíamos movernos.

—Hmn no tenemos nada que hacer y seguro me volverás loco por no poder irte —contestó con aburrimiento el portador del sharingan—. ¿Por dónde empezamos entonces?

—Desde el principio ttebayo —exclamó emocionado el rubio—. Me gustaría saber cómo es tener una familia.

—Mi familia no era precisamente un buen ejemplo y lo sabes.

—Aun así, quiero saber, ya que nunca tuve la oportunidad de tener una propia.

—Ahh —suspiró molesto Uchiha por ver al otro triste al no tener idea de lo que era convivir con gente que compartía lazos sanguíneos—. Entonces a cambio quiero que me cuentes de tu vida también.

—¿Ehh? ¿Por qué pides eso? Si puedes averiguarlo aun sin que yo quiera —comentó confundido Naruto por lo impredecible que le resultó aquella petición—. Además, ¿para qué? Si no tengo nada interesante que mostrarte ttebayo.

—Forzarte a mostrarme algo así de personal no sería justo para ti —le aclaró con simpleza—. Y la razón es sencilla, si tú quieres saber de mi vida, yo quiero algo a cambio —explicó con una media sonrisa.

Una afirmación que, en parte era verdad, pero que al mismo tiempo guardaba la curiosidad de saber cómo era en realidad aquel niño rubio que siempre se metía en problemas. Una cosa era mostrarse sonriente todo el tiempo, pero esa era una máscara, tal y como la que él mismo usaba de persona fría e insensible. Si él se quitaba la máscara que el mundo veía de él, lo justo sería que Naruto le devolviera la misma confianza y le dejara ver quien era en realidad. De eso se trataba esto en parte ¿no? De reestablecer aquel lazo que los unía que, pese a los daños que sufrió, los seguía uniendo, pero eso no quería decir que no pudieran limar las asperezas ocasionadas por la separación tan prolongada. Volverían a ser los mismos compañeros que confiaban mutuamente cuando compartían misiones en el equipo 7.

Para Naruto era muy grato saber que Sasuke estaba demostrando con acciones que también quería volver a ser aquella persona a la que llamó mejor amigo. Uchiha nunca fue de muchas palabras, pero sus acciones siempre demostraban que tan importante era algo para él, que aceptara su petición de hablar acerca de aquellas cosas que no le contarían a nadie y que, sólo serían de ellos dos lo emocionaba de sobremanera. Después de todo y pese a lo mucho que odiaba que Sai siempre se apoyara en los libros para todo, una cosa que le comentó, si le llegó.

Los mejores amigos son aquellos que se cuentan todo y saben todo el uno del otro, Sai le hizo un montón de preguntas vergonzosas porque decía que quería volverse su mejor amigo, pero él ya tenía a uno y ese siempre sería Sasuke. Empero, tampoco estaba de más poder conocer más a fondo a su amigo, eso le permitiría comprenderlo mejor y ayudarlo si en el futuro lo requería. No dejaría que fuera como antes que, por culpa de no saber ver lo que le pasaba a Sasuke, este término yéndose con Orochimaru. Las cosas serían como siempre debieron ser, o al menos, ese era el deseo del Uzumaki, mas las cosas no serían tan fáciles como él las suponía y por las malas tendría que aprender dicha lección.

 

CONTINUARÁ…

 
Notas finales:

Espero que esta historia llegue a agradarles un poco, sé que hay mejores autoras que yo (hay varias que yo sigo que son realmente buenas) podrían hacer una historia mejor, pero tristemente debido al final algunas dejaron este fandom ToT

Como advertencia no estan todas los avisos de advertencias porque no sé aun como se ponen XD lo lamento.

Hasta la proxima janne n_n


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