13 años después.
Un pequeño niño se encontraba hojeando una revista sobre el suelo de madera, tenía la cabeza sobre unos cojines, suspiro y dejo sus lentes a un lado para tallar sus ojos con pereza lo primero que enfocó al ponerse de nuevo sus gafas fue el póster de Víctor Nikiforov que tenía en el techo, con su traje azul y su cabello color plata largo sostenido en una coleta de caballo y con una Corona de rosas azules sobre la cabeza le guiñaba el ojo, clara señal de que no se encontraba bien, ya que el póster solo se movía cuando había "mala vibra" en la habitación, volteo la cabeza hacia la puerta al escuchar que tocaban y su hermana, que no había visto desde hacia una semana a causa de una de sus practicas Universitarias, entro para dirigirse y sentarse en la cama, no dijo nada solo se quedo allí, supuso que sus padres ya le habían contado y no haberlo visto en una fiesta donde podía comer katsudon sólo significaba que o estaba deprimido o algo le preocupaba de más.
Cuando cumplió 10 años, sus padres le dijeron que era adoptado, que sus verdaderos padres habían muerto en un accidente y que lo habían enviado con la hermana de su madre, mujer que tenia 5 hijos y que no podía tener uno mas, le dijeron que no se sintiera mal que no se lo decían para que supiera que no era parte de la familia, si no para que estuviera enterado de que las cosas "extrañas" que le sucedían, como quedarse flotando cuando lograba un salto en su clase de patinaje o que los objetos temblaran cuando se enojaba o cuando estaba feliz flotaban, era normal sus verdaderos padres eran magos y por ende el también lo era.
Cuando cumplió 11 una mujer muy hermosa apareció en la puerta de su casa, le confirmo lo que era y le explico que tenia que controlar esa magia, lo invito a pertenecer a la Academia de magia Oriental, Mokuren, institución que concentraba a varios países como Corea, China, Tailandia, Kazajistán, Taiwan, Filipinas y Japón, países donde la educación mágica se impartía en casa o en institución de alto estatus como Mahoutokoro que tú tenías que buscar, era la opción para chicos nacidos en familias no mágicas, las clases se impartían en el ministerio de magia asiático, en un horario de 8 de la mañana a 12 del medio día, donde después tenias que ir a la escuela muggle, que era básicamente un requisito para obtener tu constancia de estudios en Asia, razón por la cual no era un internado, la oportunidad le permitió estudiar magia y seguir con sus clases de Ballet y patinaje, razón por la cual acepto con gusto la oferta.
Su tutor un hombre de nombre Charlus Potter que le daba clases particulares cuando tenía problemas con alguna materia le gustaba frecuentar el onsen de su familia, era inglés, hombre con cabello rubio y ojos color miel, Minako- sensei decía, que era muy atractivo a pesar de su edad, estaba casado con Dorea, ambos eran las personas mas amables y encantadoras que tenía el placer de conocer, su padre no perdía oportunidad de ofrecerle una copa de licor, una vez después de un partido de futbol, donde el equipo favorito de su padre había perdido, bebieron de más y se entero que la pareja tenia un hijo, pero que no le hablaban por qué era un ingrato y que por eso se habían ido después de su boda con aquella pelirroja... Su madre lo llevo a dormir en ese momento antes de poder saber más pero a lo lejos pudo escuchar palabrotas en inglés.
Ese año, su escuela había sido invitada a participar como espectadora en un torneo en Londres, en el castillo de Hogwarts colegio de Magia y hechicería, habían elegido a los chicos de mejores notas desde segundo hasta cuarto para representar a cada país en un pequeño show que se montaría cuando se presentara la escuela, tendrían la oportunidad de patinar, viajar y estudiar por un año en la mejor escuela de magia de el mundo, ademas de que Pichit iría con el, junto con Seung- lee, Guang- Hong y Otabek que compartían el mismo gusto por el patinaje artístico sobre hielo.
Separarse de sus padres nunca había sido fácil, pero quien lo culpaba? Habían sido su soporte cuando los compañeros de la escuela lo molestaban por no ser japonés, o por pertenecer a una escuela de cebritos e ir solo unas cuantas horas a la escuela, siempre habían estado allí para el, cuando eligió su varita, cuando decidió tomar clases de ballet con Minako- sensei, cuando realizo aquel hechizo que nadie de su grado podía hacer, en la primera clase de patinaje que tuvo o cuando el y Pichit tuvieron su primera clase de vuelo. Y no es que estuviera pegado a las faldas de su madre siempre, había ido a visitar Tailandia con Pichit y juntos habían ido a Canadá para un campamento de verano por un mes, Pero separarse todo un año para ir a Inglaterra eso era distinto.
- oye- se había olvidado por completo que su hermana estaba ahí salí de el susto cuando escucho de nuevo su voz- si quieres hacer esto tienes mi apoyo y el de mamá y papá también Yutopia seguirá aquí cuando regreses, es momento de brillar- se levanto y revolvió su cabello para después salir.
Al pequeño de ojos verdes se le iluminaron los ojos, se levanto de un salto, acerco el baúl que la escuela le había dado para el viaje y comenzó a meter todo lo que ya tenia listo su madre con la esperanza de que se decidiera a ir.
E.U. Nueva York.
En un solitario café un hombre estaba sentado en la esquina bebiendo de una humeante taza, miraba por el ventanal. afuera llovía y poco a poco el local se fue llenando con gente que huía de el agua, se puso derecho cuando una mujer entro con una cara de fastidio extremo, no sabía si por la lluvia que repentinamente comenzó o por tener que verlo a él, se sacudió de el abrigo las gotas que bajaban por sus hombros y se acerco a el.
-no se por que sigo haciendo esto para ti- comento y puso en la mesa un sobre- casi Trece años haciendo esto, que va a suceder cuando ella se entere? siento que estoy traicionando a buenas personas.
- solo quiero saber que es feliz- murmuro el hombre y saco un fajo de fotografías de dentro de el sobre.
- lo es y no gracias a ti o a mi hermana, me alegro profundamente que este alejado de ustedes- le hizo una seña al camarero y cuando este se acerco pidió un café.
James se fijo en las fotografías y no pudo evitar que su rostro se crispara en una mueca triste.
Cuando Charlus cumplió 11 aun no había tenido muestra alguna de magia accidental, el chico estaba muy molesto y ni que decir de Dumbledor o de Lily, juraban que se habían equivocado, Lily lloraba amargamente pensando en que diría la comunidad mágica, pero no por que se enteraran de que había abandonado a uno de sus hijos, si no por que ella había sido la causante de que el verdadero elegido estuviera pasando hambre y frío con muggles que sabia de antemano lo iban a odiar.
Por obra de el destino la carta de Charlus llego el día de su cumpleaños numero 11, el chiquillo estaba que no cabía de gozo igual que Lily, su esposa no tendría por que dejar de frecuentar a sus "amigas", mujeres que solo se interesaban en ella por ser la madre de el elegido, después de todo era el tipo de gente que se habían ganado después de que sus verdaderos amigos se enteraran que había hecho con su otro hijo, sin embargo las cosas fueron de mal en peor, Charlus fue a dar a Slytherin, la comunidad lo atribuyó a que era por qué tenía mucha maldad en el, el pobre era malo en todas las materias, en primer año no pudo impedir que Voldemort se llevara la piedra filosofal y en segundo casi matan a la hija de los Weasley por que no pudo ingresar a la cámara de los secretos, Dumbleldore estaba furioso y Lily casi no salia de casa, afortunadamente Remus entro como profesor en tercero, con paciencia y amor logro que Charlus mejorara mucho en la escuela, después de todo Rem era el padrino de el niño.
Hace un año, todo sucedió muy rápido, Charlus estaba en vacaciones de Navidad, buscando adornos para Lily en el ático cuando encontró todo lo que había sido de Harry
Charlus se horrorizo como era de suponerse pensando en cómo el hubiera podido tener el mismo destino de no haber sido el el elegido, Lily trato de convencerlo de que todo lo que habían hecho era por que el si era querido y que Harry no había sido mas que un error, tema que solo pudo horrorizarlo mas. Salio por la chimenea hacia la casa de los Malfoy y no lo habían vuelvo a ver en lo que quedaba de vacaciones, del año y en todo el verano, no hace falta decir que fue la peor Navidad de el mundo.
El estaba muy arrepentido, cuando Lily fue a dejar a Harry a la casa de su hermana, un par de meses más tarde busco a Petunia, pero lamentablemente ella ya no tenia a Harry, lo había dado en adopción, con personas que si lo querían, tendría una buena vida y seria feliz lejos de toda la porqueria que le esperaría en manos de esa mujer o de ellos.
Paso casi dos meses más rogándole que le diera alguna información de el pequeño hasta que ella accedió a hacerlo, con la condición de que no lo buscaría y ayudaría a su marido a alcanzar el éxito, desde hacia 13 años el recibía constantemente fotos de Harry en su vida en Japón, con sus "padres", sus amigos y con esa sonrisa radiante. Lo había visto crecer a base de fotografías y eso era bueno, no lo metería a ese mundo e impediría que Dumbleldore o Lily lo hicieran, le rogó ayuda a Snape y a los Malfoy, que lo orientaban continuamente sobre como guardar secretos, hechizo al jefe de una constructora en EU que le ofreció trabajo a Vernon y para que la morsa no lo arruinara Petunia tuvo que poner Félix Felicis en el jugo y café que le sirvió esa mañana en el desayuno y envió a los Dursley fuera de el país, donde se reunía cada mes con la mujer en un cafe,
Con ayuda de Sirius, que aun no lo perdonaba del todo, desapareció todo rastro de ellos para que nadie pudiera dar razones de la familia Dursley, todo sea por proteger a ese pequeño que no tenia la culpa de sus errores, sin embargo no contó con lo siguiente que la mujer dijo.
-por cierto, Hiroko me comento que el chico vendría Londres a una actividad escolar- dijo la mujer como si nada y le dio un sorbo a su taza.
Como haría para esconder al niño bajo las narices de Dumbleldore?...
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