Loki vaga a lo lejos y cerca, mucho tiempo y a la vez, solo milésimas.
El espacio es un lugar así, y mucho más el lugar en el q esta.
Molestamente, recuerda aquello último q ocurrió una y otra vez, su muerte, sus mentiras, su caída, su padre…su hermano. Aquello q nunca puede concluir. El eterno bucle en su vida. El de su fracaso.
Loki siente, y es honesto, solo cuando se mese entre la oscuridad del infinito espacio, cuando otras criaturas le susurran cosas desalentadoras y tu propiamente, juega trucos a expensas de un vacío q no es capaz de soportar.
Locura. Locura cuantiosa y material; en la q Loki se refugia de cuando en cuando. En ese lugar, donde uno desconfía, cernido en la oscuridad fría y sola q no halla principio ni fin. Es exactamente como el Hel. Solo q esto, es, quizá. Voluntario. O al menos para él.
Ahora ya no es igual q la primera vez q estuvo allí, ahora aprendió a defenderse; y como el colonizador q le enseñaron a ser. Colonizo parte de ese inmenso oscuro, con el fin; de volverlo el refugio más seguro. Un sitio donde ni él mismo alcanza a verse, mucho menos Heimdall; en ese grado de oscuridad. Ahora ya no es esclavizado y violado atemporalmente; por toda la cantidad de seres q realmente lo habitan y nadie sabe. Ahora está solo, como realmente quiere estarlo; expulso a otros de allí; aun q la batalla fue dura, y sangrienta; quizá la misma q comenzó a matarlo realmente. Desde la primera vez, q se lanzó, hasta ahora. A aprendido un par de trucos, cosas q no le gustaron aprender. Pero q sabe q es indispensable, y en alguna medida está orgulloso por eso.
Porque solo Loki, puede sobrevivir en ese espacio. Y es tal su capacidad. Que migra allí, para recomponerse. Para unificar sus piezas rotas, al calor de la demencia en la negrura.
No es cálido ni frio, de cualquier manera quema. Pero solo el fuego provoca el renacimiento, la redención. Esa es la eterna persecución de Loki. El espacio vacío le hace sentir q puede alcanzarlo. Aun q sea un poco, solo rosarlo con los dedos se siente muy bien.
Por eso, huye allí, cuando siente q no puede más, cuando sus máscaras amenazan con mezclarse y atacarlo con una maldita autonomía, propia de su ser destructivo, y sobre todo autodestructivo, como él.
Este es el lugar donde no utiliza, máscaras o indumentarias. No hay de quien defenderse, ya no. No hay a quien impresionar. No hay nada más q él y el silencio de la verdad, q solo asume en ese lugar.
Esta desnudo, al menos finamente envuelto por una seda verde claro y pálido q siempre flota en un viento inexistente; cubre su cadera, y ondea cual víbora en su blanco pecho, él brilla como una estrella muriendo en el infinito espacio. Y ciertamente muere. Muere en la agonía de sobrevivir.
A su hermano, al espacio, al rechazo, a sus miedos, a sus mentiras, así mismo.
Al amor q lo condena, y otros sentimientos igual o peor de malvados.
Loki aprendió a defenderse de todos y de todo. Porque es muy frágil. Como una fina capa de hielo, endeble y lista para craquelarse. Ceder a derretirse.
Y medita, en ese vacío, en el silencio de todo el tiempo, y la oscuridad más allá del universo, sino dentro.
Casi ni lo nota. Cuando una ola, casi perturbadora de magia, le llega como por escala, en la inmensidad del oscuro lugar. Está seguro de q es algo malo, algo problemático para él, en un futuro quizás. Como dicho y hecho; una dolorosa visión se clava en su cien. Mira a su hermano, o bueno, al aditivo ese; vestido en ropas humanas, tomando una interminable cerveza, mientras habla con un hombre al q no conoce, solo sabe q es un mago. Un gran mago, como para ser midgardiano. Están pactando algo, algo q puede jugar en su contra.
Por esa razón, teme.
La visión termina allí, Loki ciertamente, no es ningún vidente. Pero en el pasado la adivinación del futuro para él era un practica constante, y lo q bien se aprende difícilmente se olvida. Le fluye natural hacer este tipo de magia.
Después de mucho tiempo, o en realidad nada.
Siente otras presencias. Una más fuerte q todas.
Se siente antigua, se siente. Sola.
Loki en su mente, puede más o menos reconstruir la imagen, de cómo lucia aquella fuerte presencia. Cuando poseía un cuerpo.
Sin darse cuenta, sonríe.
Entonces la enorme presencia, lo siente, a él también, se aparta un poco, se inquieta.
Se reúnen. Y no separan más.
No es un de una manera oficial. Es solo el cosmos. Empujándoles, uno contra él otro.
Y son mil años. O solo un día. Es tanto tiempo y a la vez, el eterno q pasan juntos.
Sus vidas, son un libro abierto para él otro.
Loki admira, Loki sufre, y se encorajina. Loki ahora conoce toda la vida de Kaecilius.
Y Kaecilius conoce toda su vida también.
En pequeños pestañeos, Kaecilius conoce los nueve mundos, misterios inimaginables, magia pura, y lenguas y lugares q jamás imagino. Y Loki, ve paisajes q nunca aprecio solo hasta ahora, casi experimenta en carne propia lo mucho q sintió Kaecilius en toda su larga existencia.
Con casi agrado. Con, sobre todo, gratitud, disfrutan el hecho de tener sentimientos parecidos.
Es como una eterna y larga cita en el frio espacio. Tan enorme y largo q es imposible no hacerse compañía.
Y seguro, de ser un humano el q los estuviera divisando desde su tierra. Pensaría q son dos estrellas gemelas. Brillantes una al lado de la otra. Compartiendo energía y manteniéndose con vida.
Loki le enseño como reconstruir una figura. Kaecilius eligió la q siempre tuvo. En el espacio y con la sapiencia necesaria puedes ser cualquier cosa. Las moléculas de la química flotan en el ancho. Listas para ser usadas o ignoradas. Loki aprendió como dominar ese tipo de alquimia.
Fue un tiempo, como cualquier otro. Loki estaba finamente abrazado a Kaecilius, ambos suspendidos en gravedad, mirando las estrellas sin mirar, el contacto “físico” en un lugar así de solo. Se sentía demasiado bien. Fue entonces, q Loki, pensó q tal vez, así debía ser. Que debía una vez, más abandonarse al espacio y su negrura. Porque solo allí, encontraría un alma tan idéntica y a la suya, y a la vez tan diferente. Aquel equilibrio entre sí y otro ser. Solo ahí encontraría a Kaecilius.
Entonces pensó q todo estaba bien, excepto una cosa.
El problema no era donde se habían conocido, probablemente de hacerlo en otro lugar, ambos se abrina jugado sucio, pero aquí. Solo les quedaba ser honestos. El problema radicaba, en los otros mundos. Lejos del espacio.
Donde se asentaban los otros. El problema estaba en el traidor de su no hermano, y de la tal, “suprema” además de ese mago de cuarta q condeno a este lugar a Kaecilius ignorando la obvia y corrupta verdad.
¿Y ellos les llamaban buenos?
Nadie tenía idea, de cómo eran realmente. De lo oscuro y negro de sus almas.
Pero ellos dos, sí. Y se merecían algo diferente.
Fue por eso q esbozo una sonrisa altiva, y serpenteada. Apretando más fuerte el pecho de Kaecilius.
Estaba ahora seguro de lo q aria. Después de todo. Había encontrado una parte muy importante de sí mismo q perdió, la encontró en el espacio junto a Kaecilius.
La motivación.
Y juntos saldrían de allí, a hacer lo q tenían q hacer, por todos los mundos…
Que Odín y los otros se preparen, esos traidores corruptos. Los dos, estaban de regreso.
Y no pararían. Pues el uno del otro. Eran su motor...
Fin?
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