Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿A qué sabrán las alas de un ángel? por Mariposa23

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Este no es Dean. No puede serlo.
Dean es el hombre recto.
Dean es bueno.
Pero todo empezó con esa perversa pregunta.
D-¿A qué sabrán las alas de un ángel? Cass-le había dicho, con una voz ronca y retorcida.
Pero esto, no estaba bien.
Dean lo ama.
Y no era mentira, no cuando se lo dijo ni cuando él le correspondió también.
Es por eso. Que ahora, no lo entiende, no le entra en la cabeza. Lo q Dean está haciendo.
Duele, en la medida q se siente bien. Esto es, como el canibalismo.
Dean, Dean se lo está comiendo. No todo de él pero si una parte muy importante.
Sus alas…
Se come sus alas. Relamiéndose los labios resecos y marchitos. Salivando como un peligroso animal rabiosos. Se las come a mordiscos, le arranca carne y plumas q caen como un día nevado. De cuando en cuando Dean comenta, q sus alas saben a una rara combinación entre frutas frescas, y algodón de azúcar.
No entiende a lo q se refiere. Pero ve la gula en sus ojos. Ve el apetito voraz q tiene por probar su gracias.
Dean ahora es un demonio. Y se siente, enteramente responsable por ello. Es por eso q no detiene a Dean. De haberlo querido, solo tendría q mostrar la luz resplandeciente de su verdadera forma. Pero no lo hace, se contiene. Aguante el dolor, y el placer q le arrancan esos perversos dientes golosos. Y los explosivos chorros de sangre roja sobre la seda suave de la q están hechas sus blancas alas.
Deja q Dean le arranque dolorosamente la carne, y se la coma.
Lo ama. De una manera enferma y blasfema. Como se debería mar a dios. Y aun q Dean este casi perdido. Sabe q también es amado por el cazador ex humano.
Por eso, es paciente.
De estas alas, q arranca y come. Ya crecerán otra vez. Mientras él tiene q pensar en una manera.
Para hacer q las cosas vuelvan a funcionar entre él y su cazador. Ahora es, su, demonio.
No sabe cómo lo ara, volver a ser lo q eran antes. Pareja, pero se jura. Que aun si tiene q darle, todos los días una parte distinta de su cuerpo, para q se satisfaga. Así lo ara.
Todo, todo.
Por permanecer a su lado.
Al fin y al cabo. Todo de él. Sus gracias, sus alas. Su cuerpo celestial y el cuerpo mortal. Le pertenecen a Dean. Su protegido, su amante.

Fin.
.........
(esto es para rellenar)
Este no es Dean. No puede serlo.
Dean es el hombre recto.
Dean es bueno.
Pero todo empezó con esa perversa pregunta.
D-¿A qué sabrán las alas de un ángel? Cass-le había dicho, con una voz ronca y retorcida.
Pero esto, no estaba bien.
Dean lo ama.
Y no era mentira, no cuando se lo dijo ni cuando él le correspondió también.
Es por eso. Que ahora, no lo entiende, no le entra en la cabeza. Lo q Dean está haciendo.
Duele, en la medida q se siente bien. Esto es, como el canibalismo.
Dean, Dean se lo está comiendo. No todo de él pero si una parte muy importante.
Sus alas…
Se come sus alas. Relamiéndose los labios resecos y marchitos. Salivando como un peligroso animal rabiosos. Se las come a mordiscos, le arranca carne y plumas q caen como un día nevado. De cuando en cuando Dean comenta, q sus alas saben a una rara combinación entre frutas frescas, y algodón de azúcar.
No entiende a lo q se refiere. Pero ve la gula en sus ojos. Ve el apetito voraz q tiene por probar su gracias.
Dean ahora es un demonio. Y se siente, enteramente responsable por ello. Es por eso q no detiene a Dean. De haberlo querido, solo tendría q mostrar la luz resplandeciente de su verdadera forma. Pero no lo hace, se contiene. Aguante el dolor, y el placer q le arrancan esos perversos dientes golosos. Y los explosivos chorros de sangre roja sobre la seda suave de la q están hechas sus blancas alas.
Deja q Dean le arranque dolorosamente la carne, y se la coma.
Lo ama. De una manera enferma y blasfema. Como se debería mar a dios. Y aun q Dean este casi perdido. Sabe q también es amado por el cazador ex humano.
Por eso, es paciente.
De estas alas, q arranca y come. Ya crecerán otra vez. Mientras él tiene q pensar en una manera.
Para hacer q las cosas vuelvan a funcionar entre él y su cazador. Ahora es, su, demonio.
No sabe cómo lo ara, volver a ser lo q eran antes. Pareja, pero se jura. Que aun si tiene q darle, todos los días una parte distinta de su cuerpo, para q se satisfaga. Así lo ara.
Todo, todo.
Por permanecer a su lado.
Al fin y al cabo. Todo de él. Sus gracias, sus alas. Su cuerpo celestial y el cuerpo mortal. Le pertenecen a Dean. Su protegido, su amante.

Fin.
Este no es Dean. No puede serlo.
Dean es el hombre recto.
Dean es bueno.
Pero todo empezó con esa perversa pregunta.
D-¿A qué sabrán las alas de un ángel? Cass-le había dicho, con una voz ronca y retorcida.
Pero esto, no estaba bien.
Dean lo ama.
Y no era mentira, no cuando se lo dijo ni cuando él le correspondió también.
Es por eso. Que ahora, no lo entiende, no le entra en la cabeza. Lo q Dean está haciendo.
Duele, en la medida q se siente bien. Esto es, como el canibalismo.
Dean, Dean se lo está comiendo. No todo de él pero si una parte muy importante.
Sus alas…
Se come sus alas. Relamiéndose los labios resecos y marchitos. Salivando como un peligroso animal rabiosos. Se las come a mordiscos, le arranca carne y plumas q caen como un día nevado. De cuando en cuando Dean comenta, q sus alas saben a una rara combinación entre frutas frescas, y algodón de azúcar.
No entiende a lo q se refiere. Pero ve la gula en sus ojos. Ve el apetito voraz q tiene por probar su gracias.
Dean ahora es un demonio. Y se siente, enteramente responsable por ello. Es por eso q no detiene a Dean. De haberlo querido, solo tendría q mostrar la luz resplandeciente de su verdadera forma. Pero no lo hace, se contiene. Aguante el dolor, y el placer q le arrancan esos perversos dientes golosos. Y los explosivos chorros de sangre roja sobre la seda suave de la q están hechas sus blancas alas.
Deja q Dean le arranque dolorosamente la carne, y se la coma.
Lo ama. De una manera enferma y blasfema. Como se debería mar a dios. Y aun q Dean este casi perdido. Sabe q también es amado por el cazador ex humano.
Por eso, es paciente.
De estas alas, q arranca y come. Ya crecerán otra vez. Mientras él tiene q pensar en una manera.
Para hacer q las cosas vuelvan a funcionar entre él y su cazador. Ahora es, su, demonio.
No sabe cómo lo ara, volver a ser lo q eran antes. Pareja, pero se jura. Que aun si tiene q darle, todos los días una parte distinta de su cuerpo, para q se satisfaga. Así lo ara.
Todo, todo.
Por permanecer a su lado.
Al fin y al cabo. Todo de él. Sus gracias, sus alas. Su cuerpo celestial y el cuerpo mortal. Le pertenecen a Dean. Su protegido, su amante.

Fin.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).