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On fire por Pikacha-sama

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Notas del fanfic:

 

 

 Los personajes de Naruto no me pertenencen, son de Kishimoto-sama.

Un regalo para Brenda Megumi.

Autor:Pikacha-sama.

Render: Midori.

Notas del capitulo:

A decir verdad, la historia ya casi está finalizada.

Es un regalo para Megumi por ayudarme muchísimo con su apoyo en los juegos del hambre. Un lindo SasuNaru para tu delicia.

Serán cinco capítulos, chicas (os)

Enjoy.

On fire.
Prólogo.

 

No podía hacer más que rendirse ante sus encantos, no había elección porque lo deseaba más de lo que creía. Su placer era inminente, devastador y lo abrazaba con intensidad, sentía su cuerpo estremecerse con cada roce, en el movimiento sólo sentía sus piernas temblar del placer que lo derretía.

 

«Más rápido, más veloz» le reclamaba su mente perdido en un mar de sensaciones que lo corrompían. Lo penetraba salvajemente, no había compasión en ello, era tan erótico mirar sus movimientos arremeter contra aquel cuerpo acanelado que sólo sabía gemir insultos. El deseo aumentaba con la temperatura, delirando del calor que los dominaba a ambos.

 

Entre tropiezos volvió a acorralarlo entre la cama y el suelo. Ninguno de los dos había podido llegar hasta ella cuando sus cuerpos se habían fusionado cegados por la lujuria. Estaban locos, flechados por una capa de debilidad que los hacía complementarse totalmente.

 

Naruto se restregaba contra Sasuke lo más que podía, dejando todo su cuerpo a su merced, dejándose llevar por la intensa llama de pasión e intentando saciar la sed de deseo que le provocaba su acompañante. No podía dejar de intentar calmar sus deseos, «más fuerte, más profundo» gritaba su mente entre anhelos desesperados.

 

No quería dejarlo así, no quería escapar de él, solo entregarse a esa necesidad que lo tenía tan hambriento. Lo tiró a la cama mirando la sorpresa en los ojos azabaches, Sasuke era un bastardo que le gustaba dominar la situación, lamentablemente, tenían el mismo complejo.  Lo volvió a empujar remarcando su autoridad para domarlo.

 

Se subió a él mientras sus ojos entrecerrados lo contemplaban. Después de mucho tiempo en soledad había aceptado a ese hombre como su amante de placeres.  Se sentía dichoso de haber encontrado a alguien que lo satisficiera con la misma necesidad que él. Esos ojos negros lo corrompían de tal forma que lo hacían olvidarse de su propio nombre.

 

Dobe

 

— Cállate, teme, no arruines el momento.

 

Era un juego de insultos, siempre era así con Sasuke. Lo último que pensó cuando lo conoció era que terminaría entre sus manos ¿o era al revés? Sasuke idolatraba su cuerpo de la misma forma que lo hacía él. Estaban enfermos, idiotizados por una lujuria que día a día los consumía cada vez más a ambos.

 

Quiso tomarlo, alcanzarlo, pero Naruto sonrió con arrogancia y golpeó su mano, remarcando quién tenía el control de la situación. Comenzó a hacer fricción entre sus dos cuerpos, sintiendo como Sasuke se estremecía igual o más que él. Besó su pálido cuello con pequeños toques, suspirando en aquel punto sensible que tenía.

 

Era absurdo pensar en lo bien que se conocían sus cuerpos en tan solo seis meses.

 

Sintió pender el dominio de la situación cuando Sasuke lo mordió detrás de la oreja, ese maldito bastardo sabía lo que le gustaba. Gimió alto, con pasión, con ansiedad y necesidad, pero de nuevo volvió a empujar a su amante contra la cama. Cuando estaba por replicar lo besó, dejó que sus labios hablaran con su lenguaje corporal y se tragaran, literal, esos carnosos labios que lo derretían.

 

Ambos gimieron extasiados. Sus lenguas bailaban sincronizadas al ritmo de su pasión. Sentía que se derretía, que la lujuria lo dominaba y cuando Sasuke estuvo por girarlo tomó su miembro tan caliente como el suyo. Dejó que sus movimientos ardieran tanto como su tacto, no lo dejaría ganar.

 

Su amante se estremeció y de nuevo se dejó caer a su merced. Su cuerpo temblaba del deseo contenido, Naruto estaba siendo cruel con su cuerpo, poniendo a prueba su tolerancia, pero al mismo tiempo, dándole un placer arrebatado ¡Ya no podía esperar más! Y estaba seguro que el rubio tampoco.

 

Sonrió al ver su desesperación y soltó un suspiro de resignación. Lo necesitaba, su interior pedía a gritos ese pedazo de carne. Lo tomó con más suavidad mientras seguía con sus caricias, lo acercó peligrosamente a su interior y se dejó caer sobre él. Estaba lo suficientemente lubricado para disfrutarlo. Soltó un gruñido acompañado de Sasuke.

 

El palpitar de su interior lo mataba, lo consumía y cegaba. Apoyo sus manos sobre sus caderas encendiendo aún más la llama que los guiaba. Naruto sostuvo sus manos contra su abdomen y el vaivén comenzó de nuevo. El placer recorría hasta las uñas de sus dedos por el movimiento frenético que los impulsaba, la codicia los sumergía en sus instintos mientras los avivaba con emergencia.

 

Lo sentía tan suyo, tan arisco, pero tan entregado. Naruto cerraba sus ojos perdido en sus sentidos, su pulso estaba impulsado y su corazón amenazaba con salirse del pecho. Sus labios solo gemían extasiado por su anhelo, lo sentía tan cerca, tan próximo que empezó a moverse más rápido mientras sus piernas se abrían más dejando que el miembro lo tomara más profundo.

 

Sasuke hubiera preferido esperar, seguir el vaivén con frenesí, pero conocía el cuerpo de su amante, estaba próximo al orgasmo. Acentuó más sus movimientos y lo penetró con furia y fuerza, escuchando ese gemido enloquecedor que tiraba Naruto cuando alcanzaba la cima. Cerró los ojos mientras navegaba en sus placeres, sentía la opresión dispararse en su miembro, como esas paredes lo estrechaban en calidez y lo hacían gemir enloquecedoramente.

 

Siguió dando con fuerza sus embestidas, arremetiendo sin compasión, extasiado por sus sensaciones. Sentía un vacío situarse en su pelvis, indicándole que estaba por llegar. Naruto gemía desbordando su placer, enfocándose en sus movimientos de caderas, auto complaciéndose naufrago de su pasión.

 

Ya no podían más, los dos aceleraron sus movimientos, sufriendo los síntomas fogosos del orgasmo. Sus respiraciones agitadas y sus cuerpos delataban sus propios pesares de deseo. Cerró los ojos aún más fuerte alcanzando ese punto que lo volvía loco… una, dos, tres, las embestidas siguieron y sólo bastó un ferviente movimiento más para que culminara. Gritó extasiado abriendo los ojos nublados por su placer, su interior palpitaba furioso, víctima de su propio placer. Sin poder sostenerse más, su cuerpo cayó arriba de Sasuke mientras este seguía profanando su cuerpo.

 

Sólo le faltaron unas cuantas embestidas más para que su amante terminara del mismo modo. El azabache había alcanzado su orgasmo sin ningún problema después del rubio, sin contenerse había dejado su esencia dentro mientras su amante soltaba un gruñido de placer. El ruido de sus respiraciones agitadas era lo único que se escuchaba en la habitación tratando de recuperar el aliento.

 

Naruto se quitó de arriba de Sasuke cayendo bocabajo sobre las sábanas blancas. El orgasmo lo había bofeteado y sumergido en un estado soñoliento, su respiración no lograba normalizarse y la esencia salir de su interior sólo le hacía estremecerse más. Pasó sus manos sobre sus hebras rubias mientras reía casualmente.

 

— ¿Qué es tan gracioso, dobe?

 

— Tú, estabas muy ansioso ´ttebayo.

 

— ¿Lo dice quien terminó primero? — su voz todavía se escuchaba agitada y baja. El orgasmo todavía tenía su cuerpo hecho un estrago del placer consumido, ni siquiera había abierto los ojos, su mente seguía visualizando los momentos plenamente adquiridos esa noche. Porque a pesar de que tres días atrás había tomado al rubio, su cuerpo lo había aceptado como una terrible droga en adicción.

 

— ¡Cállate, teme! — respingó mientras un puchero salía de su boca —.  Aprovecha porque serán unas largas vacaciones —  soltó mientras seguía riendo, había apoyado sus codos sobre la cama y dirigía su vista a su rostro. Sasuke seguía agitado y sonreía coquetamente, exaltando su ego en demasía.

 

Su amante resopló molesto por la información que ya conocía. Sería dos largas semanas sin sexo, lo sabía, pero eran épocas navideñas y Naruto viajaría a Kyoto con su madre, mientras él disfrutaba de la compañía de sus padres y hermano. En ese momento, lo que menos quería pensar era en el odioso de Itachi. Abrió los parpados acostumbrándose a la poca luz de la habitación y enfocándose en un par de ojos azules.

 

— Tú serás quien llorará por mí.

 

— Eso quisieras, bastardo ¡Disfrutaré sin tu amarga presencia!

 

— Eso quiero verlo, usuratonkachi.

 

Naruto rió con más empeño y fingió demencia. Ciertamente extrañaría el sexo, pero fuera de ahí se relajaría lejos del trabajo con la presencia de su madre. A pesar de que la visitaba un fin de semana al mes, sentía que después de la muerte de su padre le hacía mucha falta su compañía. Terminó suspirando ante los recuerdos, pero le regaló una tierna sonrisa a su amante.

 

— Imbécil — le susurró cerca de su oído mientras volvía a ponerse arriba de él. La noche todavía era joven para ambos, y la luna sería testigo de cómo se dejaban consumir por la pasión y el desempeño por alcanzar su clímax.

 

Sasuke sonrió con arrogancia, recibiendo los cálidos labios del rubio como suyos. No hacía falta decir nada más para dejarse llevar por la tempestad de erotismo en la que lo envolvía su delirio.

 

 

 

Notas finales:

Dejen comentarios me ayudan a subir más rápido los capítulos :)

 


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