Emil
La tregua que mi madre había mantenido por más de 500 años entre los clanes se acabó hace un par de meses con la muerte de Aurora Malbec, hija de Timos Malbec el regente del clan Malbec, mi prima Lili, perteneciente al clan de los Colvec terminó con la vida de Aurora además de diez Malbec más debido a que Lili asesino accidentalmente al humano de Aurora. Los Malbec junto con los Kalvian pedían la vida de Lili en recompensa. La amistad entre los Bouchamp, mi clan, y los Colvec es tan vieja como el tiempo mismo, así que siendo Lili la sobrina favorita de mi madre optó por fracturar el pacto para defender a Lili apoyando a los Colvec, a mi punto de vista no fue una decisión muy sabia, aun siendo nuestros clanes los más poderosos, somos pocos comparados con los Malbec, le hice ver esto a mi madre, la cual sabiamente dio la orden de disipar el clan y separarnos a buscar a los Salvin, pues eran la primer opción para aliarnos y poder contra nuestros enemigos, a los Salvin se les conocía por ser nómadas jamás se quedaban más de una década en un solo lugar, lo que nos hizo difícil encontrarlos, nos llegaron rumores de su paradero que fue lo que nos trajo hasta aquí, una vez que los hallamos planteamos nuestro problema a los Salvin más viejos, ellos estuvieron totalmente de acuerdo, debido a que para los inmortales están primero los inmortales que los humanos, por lo que Aurora, a los ojos de los Salvin era la culpable de su propia muerte. Los Salvin nos dijeron que atrajéramos a todos los Bouchamp y los Colvec para poder hacer oficial la alianza entre los clanes, ya casi estamos todos, se está preparando una fiesta para celebrar la alianza. Los Bouchamp somos concidos por dar grandes festines, por lo que mi madre nos ha pedido a mi prima Lili y a mí que casemos algunos aperitivos para ofrecer durante la celebración.
Por otro lado, se ha pactado que los clanes se establezcan en esta zona para poder reunir fuerzas en caso de que los Malbec decidan cazarlos, así tendremos la ventaja de territorio, eso me agrado el área es muy boscosa, además las montañas que nos rodean facilitaran la caza para limitar lo más que se pueda la muerte de humanos.
Como nos asentaremos durante un buen tiempo aquí he decidido inscribirme a la universidad, hace siglo que no tocaba una, me sentí bastante bien al notar que no he olvidado mis viejos conocimientos, creo que la clase que más me agrada es la de historia, me trae recuerdos alegres.
- Estas listo niño? – Me dijo Lili sacándome de mi trance.
- Perdón? – Dije aun un poco confuso.
- Anda que nos falta conseguir varios humanos y la fiesta será pronto, solo estamos esperando a 10 Bouchamp más y 4 Colvec.
- Si tienes razón, adelántate, olvidé dar de cenar los humanos. -
- Por un día no les va a pasar nada anda consigamos algún aperitivo en el camino. – Dijo relamiéndose sus colmillos.
- Sabes que Artemisa los quiere completamente sanos para el banquete, anda ve comiendo algo, ahora te alcanzo. -
- Ok, no tardes. – Salió por la ventana con su corto vestido negro.
Bajé al sótano para alimentar a los humanos, recordé al niño que Lili había capturado hace dos días...
Flash back
- Excelente prima. - le dije a Lili – Cuántos años tienes pequeño? – Interrogué al infante, pero no recibí respuesta alguna. Lili, se impaciento, lo tomó de su muñeca fuertemente.
– Te preguntaron tu edad, acaso estas sordo?.- Comenzó a llorar y con su otra mano intento zafarse de la de Lili.
- Tre- trece, no me hagan daño.- Lili lo soltó, el niño solo se encogió
- Entre más jóvenes mejor, este le va a gradar a Isac, es fanático de la sangre joven. Dónde lo conseguiste?- Solo miro hacia otro lado.
- Lili, dónde lo conseguiste?.- Repetí más enérgicamente.
- Puede que... un poco... cerca de aquí. – Se miraba los zapatos.
- Te dije claramente que no quería que cazaras en la zona cerca de nuestra casa, me encargo de proteger a los demás, pero contigo robando humanos a tres calles de nuestra madriguera, se me es imposible llevar a cabo mi tarea, que casualidad que nosotros llegamos y comienzan a desaparecer personas, no?, los humanos hablan Lili. Por eso cazamos en el este de la zona. No quiero que pase de nuevo. - Tomé al niño y lo coloqué con los demás humanos.
Fin de Flash back
Baje con la comida, ya hace mucho tiempo que había olvidado el sabor de la comida, su olor se me hacía poco agradable, solo recuerdo que yo amaba los duraznos, mas no recordaba su sabor. Deposite la comida en la mesa que habíamos puesto para los humanos.
-Coman, - Les ordené a los humanos, los cuales se quedaron en sus lugares correspondientes sin moverse, solo hizo falta que transmutara mis ojos para que se acercaran de inmediato a la mesa y comenzaran a comer, ninguno de los humanos era mayor a 30 años, esto sí que era control de calidad.
Me preparaba para alcanzar a Lili cuando mi madre me abordó, siempre vestida con sus grandes vestidos de noche, es su único problema no se ha podido adaptar a la forma de vestir del siglo:
- Emil cuantos humanos tenemos?- Me interrogó.
- 64 Artemisa, cuantos más crees que sean necesarios? -
- Me conformaré con 100, dense prisa.- Asentí con la cabeza para después salir por la puerta en busca de Lili. Siempre son así las charlas con mi madre, cortas frías e irremediablemente insípidas, creo que inclusive ya podría decir que no soy su hijo, ya ha pasado tanto tiempo desde que ese vínculo madre hijo se rompió, ya no me es posible poder decir que recuerdo lo que es tener una madre.
Estaba a punto de dejar la zona de "no cazar" cuando me llego un olor muy familiar, sangre, seguido de gritos, Lili fue lo primero que pensé, corrí o más rápido que pude para evitar que hiciera otra locura que pudiera poner en peligro al clan, de todos los vampiros del clan ninguno había desobedecido mis órdenes porque Lili si?. Me posé sobre las ramas del árbol más cercano, el niño que tenía inmovilizado era bastante agradable a la vista, y verlo así sometido, e indefenso me produjo una sensación que no había sentido ya hacía mucho creo que era placer, su corazón palpitaba con la fuerza de una tormenta por eso no me precipite a detener a Lili, me gustaba lo que estaba viendo era delicioso, le estaban poniendo una buena lección al pequeño, pero me enojo que no fuera yo el que lo hacía, intervine.
- Lili deja al pobre chico. - Dije calmadamente. Note como el pálido chico me buscaba con la mirada.
- Eres un aguafiestas Emil.- Dijo fastidiada la chupasangre ante mi presente.
- Sabes que no tenemos permitido alimentarnos tan cerca de casa, atrae rumores, ahora suéltalo.- Dije en total calma
- Pero solo será este lo prometo. - Dijo Lili inclinándose para volver a su presa
- Ahora! – Dije enojado.
-Ah! Bien. Qué lindo está llorando, y mira que ese rojo le va muy bien a esa pálida piel tuya- dijo recorriendo con el dedo la ruta que la sangre había tomado por el pálido cuerpo del chico, eso me incomodó más, deseaba hacerle eso yo, seguido de eso Lili salió corriendo.
- A como cuentes algo niño te las verás conmigo. – Dije en tono amable para asegurarme que no abriera el pico, finalmente logró ubicar donde estaba me miro fijamente - Te estaré vigilando- agregué para cerrarle bien la boca acompañado de una gran sonrisa.
Alcancé a Lili, a la cual ni siquiera tome en cuenta yo estaba centrado en esa pequeña sensación que acaba de sentir al verlo así, digo no es que tuviera muchas emociones, así que por pequeña que fuera necesitaba sentirla, no siempre tenía la oportunidad.
- Estas bien Emil, si fue por lo del niño ese me hizo enojar en la tarde y tenía que devolvérselo. - Me saco de mi trance.
- Ehh! Si sin problemas ahora vamos a conseguir más comida, quieres. -
- Sera un placer. – Continuamos saltando por las azoteas de las casas hasta que llegamos a los edificios, fue cuando incrementamos los saltos, no me podía sacar de la mente lo que sentí cuando lo vi, necesitaba volver a sentirlo.
- Necesito un humano para mi. -
- Mande? Ah ya veo, hace mucho que no te diviertes con alguien verdad, anda encontremos uno bueno. – Dijo sonriente.
Aterrizamos en una calle sin gente, empezamos a caminar por las calles del centro, evaluando quienes eran los correctos, que persona no sería muy extrañada ni demasiado importante como para buscarla, alguien cuya ausencia pasara desapercibida, lo hemos hecho bien porque después de todo solo han reportado un 10% de los que hemos tomado, al fin Lili encontró a sus 2 y yo al mío, ahora solo faltaba mi humano, lo necesitaba desesperadamente pues empezaba a desaparecer esa pequeña sensación, logré identificar a uno no más grande de 19 años pero no más pequeño de 16 años, lo tome por el cuello cortando su flujo sanguíneo lo suficiente para que se desvaneciera, una vez con las víctimas en nuestros hombros nos dispusimos a regresar, llegamos a casa sin ningún contratiempo.
- Anda vete yo me encargo de los jugosos. - Me dijo Lili guiñándome un ojo.Ok, gracias. - Dije tomando a mi humano. Salí de la casa para así poder actuar tranquilo, lo llevare a las montañas.
- Ok, gracias. - Dije tomando a mi humano. Salí de la casa para así poder actuar tranquilo, lo llevare a las montañas.
Lo deje recostado y le quite los amarres, decidí que jugaría con él antes de comer, le retire os zapato y calcetines para hacer más difícil su correr. Mi abuela siempre decía que con la comida no se juega, pero de verdad que es emocionante jugar con los humanitos.
Se empezó a mover la sangre había ya activado por completo su cerebro, en su cara no había más que confusión, se levantó...
-Hola? Hay alguien ahí? Qué esta pasando? – Comenzó a caminar rápidamente, lo empuje por detrás y salte al árbol más cercano para evitar el contacto visual.
- Quién anda ahí? Por favor déjame!.- Comenzó a correr ce coloque mi gorro y me pare enfrente de él de manera espontánea, se fue de espalda al verme, corrió en dirección contraria, esta vez al alcanzarlo lo golpe en el pecho lo cual hizo que callera al suelo, se puso boca abajo para poder arrastrase lo cual impedí al sentarme en su trasero, intento voltearse, lo cual impedí al presionar con mi mano su espalda contra es suelo,
- Déjame ir!!! ¡Te lo suplico!!!- Siguió gritando lo mismo lo cual fue aburrido así que comencé a romper su ropa hasta que quedo en bóxer entonces decidí dejarlo correr un poco más, me quité de encima.
- Corre lo más lejos que puedas, hacia allá esta una casa color blanco si logras llegar ella ganarás tu salvación, sino además de que te voy coger duro te voy a drenar hasta la última gota de sangre, tienes 10 seg... Corre. - No lo pensó dos veces empezó a correr lo más rápido que pudo, aun así la casa estaba unos 10 km de donde estábamos.
Me tomo un segundo después de haber contado 10 alcanzarlo, lo tome por el cuello y lo tire al suelo.
-Por favor no! - suplicab el niño, puse mis piernas a cada lado de sus caderas, las manos del mismo modo que Lili las tenía en ese chico, aun así, no podía sentir lo mismo que sentí al ver a ese niño bajo el cuerpo de Lili. Me desespere por lo que tome al chico de la cadera para voltearlo, él quedo dándome la espalda, tome una de las cuerdas que le había quitado y amarre sus dos manos a una raíz de un árbol que sobresalía del suelo, él no sabía hacer nada más que gritar, me harto sus lloriqueos decidí callarlo con su propio bóxer se los retire para después colocarlos en su ruidosa boca, me quite todas mis prendas, las acomode y las puse aun lado, ya tenía hambre así que lo mordí un poco solo lo necesario, su piel se rindió tan fácil ante mi mordisco, entonces la sangre lleno a chorros mi boca caliente y ligera, invadiendo cada una de mis terminaciones nerviosas como de costumbre pero aun no lograba conseguir esa sensación tan peculiar, me dispuse a tomar su cuerpo.
- Te lo dije, te voy a partir en dos- su piel era lisa pero no se comparaba a la de aquel niño, abrí sus piernas para encontrarme con su entrada, al parecer virgen. – eres virgen? – pregunte cortésmente, no contesto a lo que presione con fuerza su pierna para que entendiera que la rompería si no respondía, asintió a mi pregunta – entonces esto te dolerá más – dije con toda sinceridad, posiciones mi miembro ya erecto en su entrada y sin aviso alguno lo introduje de una sola estocada, se sentía bastante bien estar dentro de él, pero no lograba lo que quería, él solo se revolcaba de dolor tratando de zafarse de mi agarre, entre en desesperación por no poder lograr lo que quería empecé a moverme más rápido sentí como empezaba a salir sangre de su entrada ocupada en ese momento por mi miembro, lo cual me permitía resbalar aún más fácil, se desmayó del dolor pero no lograba mi propósito me puso furioso, por más rápido que metiera y sacara no lo lograba, me pare lo desate seguido lo saque de su sueño, una vez volvió en sí a gritar empecé a violarlo con más violencia pero nada, le saque mi miembro lleno de su sangre y o avente lejos, se golpeó la cabeza contra la raíz que sobresalía del suelo, quedo inconsciente, termine por darme por vencido y con una calentura enorme, drene hasta la última gota de sangre del niño para evitar problemas.
- Pequeño teatro, no me dio lo que quería y encima ensucio mis tenis y mi sudadera, valla noche. – Me puse mi ropa después subí el cuerpo del inútil niño a la copa del árbol más alto que vi, lo escondí. Lo que resto de la noche solo pude pensar en ese niño que encontró Lili, lo necesitaba, tenía que tenerlo a mi lado, tenía que ser mío.
- Lo encontraré –
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