Eran aproximadamente las 10 pm, de la noche antes del festival de verano que se llevaba acabo en aquella ciudad.
Cierto pelirrojo dejó su libro casí finalizado en una mesita,se levantó del sofá y se asomó a la cocina por un vaso de agua y una manzana.
"¡Ya no puedo esperar a que sea mañana!"-pensó emocionado en voz alta su hermano menor.Quien se esmeraba preparando diferentes pastelitos.
"¿Que va a suceder mañana?"-contestó curioso.
"Es que mañana..."-comenzó el rubio con un brillo en esos ojos azules, que nunca había visto antes.
"Pues ya lo sabes Ichiji nuestro pequeño hermanito se le confesará a la linda Pudding durante los fuegos artificiales del festival"-contestó una voz burlona.
Por alguna razón esas noticias no le habían sentado bien al mayor de los cuatro.
"¿Es esa castaña bajita con los pechos enormes verdad?"-comentó Yonji asomandosé por encima del hombro del de cabello azul
Nadie notó como el de cabello rojizo se ponía tenso.
"Yonji no seas maleducado...¿Podrían tú y Niji tomar los pasteles que quieran y marcharse por favor? Todo debe salir bien mañana"
"Ya que insistes"-constestaron ambos al unísono ,tomaron todos los que pudieron y desaparecieron.
"Tu también puedes tomar uno o dos sí quieres hermano"
"Sí así lo hiciera tendrías que desvelarte preparando suficientes para tu cita.No te preocupes, estoy bien "
Comenzó a alejarse para continuar su lectura...
"¿Ichiji?"
"¿Sí?"
"¿Crees que ella acepte estar conmigo?-le preguntó con voz temblorosa pero llena de ilusión.
"Solo sé que tienes un corazón muy noble y que mereces ser feliz"-le contestó sin voltear.
"Gracias!Daré lo mejor de mí mañana"
Tras veinte minutos leyendo y releyendo la misma página sin realmente poder procesar su significado,el de gafas decidió que lo mejor era darse un baño de agua caliente e ir a dormir.
Tras terminar secó su cabello y su cuerpo para luego ponerse una bata y recostarse.Sin embargo, estuvo dando vueltas en la cama por una hora sin poder conciliar el sueño.
¿Porqué estaba tan preocupado?
¿Quien era esa Pudding? ¿Era tan hermosa como la describían?¿De verdad merecía las atenciones y el afecto de su hermano menor?
Su ansiedad lo hizo tomar su den den mushi que ya estaba durmiendo.Tuvo que darle unos toques para que despertase.
"Lo siento,serà rápido"
Marcó un número y llamó.
"Ya estaba dormida...¿Ichiji que pasó?"-preguntó su hermana mayor bostezando.
"¿Reiju sabes algo acerca de una tal Charlotte Pudding?"
"Mmm dejame llamar a Nami esa chica parecer tener conexiones en todas partes.¿Que sucede con ella?"
"¿Irás al festival mañana?"
"Quería ir pero es cumpleaños de Wanda y Nami,Vivi y Perona se pusieron de acuerdo para celebrar así que lo dudo.Te devolveré la llamada dame unos minutos"
La llamada se cortó
'Si se tratase de Niji o Yonji no me importaría...'
Nuevamente el den den mushi sonó interrumpiendo sus pensamientos
"Bueno según mis fuentes,parece una chica agradable y algo tímida.¿A que se debe tanta curiosidad?"
"Sanji irá al festival con ella y piensa confesarle sus sentimientos"
"Oh nuestro pequeño Sanji ya esta en esa edad.¿En que momento creció tanto?"-dijo al borde de las lágrimas.
"......"
"Si tanto te preocupa envía a Yonji y a Niji o tu mismo encargate.Yo ya voy a dormir,buenas noches"
Y la llamada finalizó.
El pequeño animalito se durmió.
'Dudo que Niji o Yonji tengan la discreción necesaria.Esos dos son capaces de ponerse a comer como si no hubiera mañana.O de arruinar el esfuerzo de Sanji...'
Era por eso que estaba preocupado se dijo a sí mismo porque no quería ver al rubio triste.Después de todo el había sido el más afectado por la perdida de su madre cuando eran niños.Era el más sensible y bondadoso entre ellos.Y no permitiría que nada lo hiciese sufrir.
Al día siguiente aproximadamente a las 5
El rubio ya había terminado de cambiarse.Y ahora iba ataviado de un yukata azul marino que descataba sus ojos.Con obi negro y getas que hacían un ruido gracioso mientras caminaba.
"Ya me voy al festival"-anunció tomando una cesta que contenía los bocadillos que había preparado con mucho amor para deleitar a su querida Pudding.
"Recuerda usar protección"-le instó Niji.
"Celebraremos tu salida de la liga de los virgenes cuando vuelvas"-añadió Yonji.
Ichiji los miró estoico
'Sanji no es así'
El avergonzado rubio partió.Afortunadamente el lugar donde se realizaba el evento no estaba lejos de su casa.
Así que en cuestión de minutos llegó.
'Parece que lloverá...No importa...Serà una velada inolvidable'-pensó para si mismo con una tierna sonrisa.
En el camino también habìa comprado un ramo en la florería de Cavendish.
A veces se preguntaba como hacía el pelilargo para que su negocio fuese exitoso.Si casi siempre lo encontraba atiborrándose de rosas.
Llego la hora que habían acordado las 7
pero no había rastro de su adorable castaña.En ese momento la lluvia comenzó.
Mientras tanto en la mansión Vinsmoke
'Esta lloviendo...quizá deba llevarle un paraguas a Sanji.Sería inconveniente que se resfrìara porque todos podríamos salir contagiados'
Recordó lo bien que lucía su hermano menor en ese yukata...
Y decidió ponerse uno para quedar bien con la cita de su hermano.Era negro con un obi rojo oscuro
Descolgó un paraguas negro de un perchero de la pared de su habitación.Y tomando sus llaves encendíó el motor de su camioneta de lunas polarizadas.
Sanji estaba contento pues Pudding se había presentado y en un yukata color palo rosa con flores fucsia que le quedaba demasiado bien.
"Lamento la demora Sanji-kun se me hizo un poco difícil ponermelo"
"No tienes porque disculparte, te ves muy linda así"
"¿De verdad?Muchas gracias"-le dijo con una tierna sonrisa.
Estuvieron caminando por diversos stands.El rubio quería tomarla de la mano pero todo el tiempo la mas baja tenía las suyas entrelazadas
Porfin anunciaron que en breves instantes comenzarían los fuegos artificiales.
Sanji la guió hasta un lugar algo apartado pues era muy timido para decirle sus sentimientos ante tanta gente.A pesar de la lluvía se sentía cálido porque todo estaba saliendo como lo había planeado.
El pelirrojo comenzó a buscar a su hermano menor, dio dos vueltas por todos los puestos pero no estaba.Muchas chicas le lanzaban miradas y sonrisas seductoras pero el las ignoraba
Como siempre usaba sus gafas de sol pues de pequeño mucha gente en la escuela le había dicho que tenía los ojos de un mounstruo.Pues no eran de un azul cielo como los de Sanji, ni azul eléctrico como los de Niji,ni tampoco verdes como los de Yonji.No, los suyos eran de un escarlata intenso como la sangre.Por eso se cubría uno de ellos con su cabello y usaba esos lentes oscuros casi en todo momento.
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Un día que habían ido de campamento había escuchado a sus hermanos hablar sobre eso.Seguramente pensando que se había dormido.
"¿Oye Yonji que piensas de los ojos de nuestro hermano mayor?"
"Son intimidantes...por eso trato de no mirarlo directamente"
"Pensé que era el único que pensaba así...Parece un vampiro ¿Verdad?"
"Sí...es un poco aterrador.Es bueno que padre le haya comprado esos lentes"
"N-no sé de que hablan-los interrumpió una vocecita tímida-A mí me gustan mucho los ojos de Ichiji-niisan.Nunca he visto nadie más con esos ojos.Pienso que son muy bonitos"
'Sanji....'-pensó con una pequeña sonrisa formandosé en sus labios.
El rubio había sido el primero y el único que había dicho algo tan agradable sobre el extraño matiz de sus pupilas.
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Sin darse cuenta el de cabello rojo habìa llegado cerca a un pequeño templo.Fue entonces cuando escuchó una voz que reconocería en cualquier lugar.
"San-"
Fue interrumpido por los primeros fuegos artificiales.Y vio la expresión de su hermano.Sus ojos azules brillaban y un intenso rubor teñia sus mejillas.Observó como tomaba las manos de aquella atractiva jovencita en las suyas y acercaba màs su rostro al contrario.
No sabía porqué pero una dolorosa presión se había apoderado de su pecho.
Comenzó a alejarse de aquel lugar, cuando súbítamente pudo oír parte de la conversación.
"No eres tú de quien estoy enamorada Sanji-kun"
"¿Qué?"
"Solo fuiste un pretexto para acercarme a él.¿De verdad pensaste que me fijaría en un chico tan afeminado y llorón como tú?"
En ese instante tiro las rosas y comenzó a pisarlas.
"Pero Pudding-chan...."
"Ni siquiera me fuiste de utilidad porque no veo a Ichiji por ninguna parte"
"¿T-te gusta Ichiji?
"El es tan sofisticado y varonil.Tu en cambio eres solo un perdedor.Y un iluso solo me das lás-"
"Aléjate de mi hermano"-dijo el pelirrojo muy serio mientras se interponía entre ambos"
"I-ichiji-sama.Es un placer que te nos unas en esta linda velada..."
"Puedes dejar de mentir.Escuché todo.Vete de aquí.Ni en un millón de años serás digna de Sanji.No eres nada atractiva si por dentro estas llena de veneno"
"....."
La de cabello marrón se quedó en silenció y se alejó.
Los fuegos artificiales aún continuaban
"Soy tan patético"-susurró el ojiazul sentandose en la hierba abrazando sus rodillas contra su pecho.
El de cabello rojo se sentó a su lado y lo cubrió con su paraguas.
Odiaba a esa muchacha por hacerle daño a su adorable hermano.
"¿Y porque no aceptaste.Si ella dijo que le gustabas?"
¿Porque no podía ver cuan maravilloso era?
Talvés si el se confesaba Sanji podría entenderlo.
"Solo hay una persona con la que quisiera estar en estos momentos.Y tiene ojos azules más hermosos que los fuegos artificiales"
"........"
Ichiji acercó sus labios hacia el oído del menor.
"He estado ocultandolo todo este tiempo.No tenía el valor de decirtelo y puede que me odies pero...estoy enamorado de ti..."
Fuegos artificiales color carmesí iluminaron el cielo en ese momento.
El menor de los dos se había ruborizado talvez era por el yukata pero su hermano se veía aún más apuesto de lo normal esa noche
"¿T-tienes hambre hermano?"-le respondió nervioso pasandole la cesta y evitando mirarlo a los ojos.
"Tu...no sientes lo mismo...Esta bien"
Recordó como muchas chicas le habían declarado sus sentimientos hasta la fecha.No obstante, el siempre se había negado pues solo podía ver a Sanji con esos ojos.
Estaba mal ver a su hermano de esa forma lo sabía.Sin embargo,¿Quien puede ir contra lo que dicta el corazón?
Se sentía decepcionado y arrepentido de haberselo dicho.Por lo que comenzó a incorporarse.
En lo que se levantaba el de cabello dorado sujeto su muñeca.Y malditos fueran esos zapatos.Perdió el equilibrió y cayó encima de Sanji.
Se había apoyado en sus manos para no lastimarlo con el impacto y ahora sus rostros estaban a escasos centímetros.Y sus gafas estaban en el suelo por lo que se sentía màs incómodo aún.
Y el rubio observó esos ojos rojos llenos de aflicción y sintió sus latidos acelerarse.
"Hermano...también me gustas"
Y enredó los dedos en el cabello del mayor para acercar sus labios a los suyos, el pelirrojo cerró la distancia.
La lluvia ya se había detenido.
El más alto de los dos se sentó en el césped ruborizado.Y Sanji imitó la acción pasándole sus gafas.
"¿Realmente tienes que usarlas esta noche?"
"Es que mis ojos son...."
"Son hermosos para mí"
"Si tu lo dices"-respondió mirando atentamente los dientes de león esparcidos en la hierba.
"¿Quieres comer un poco?"-le preguntó el rubio.
A continuación tendió un mantelito a cuadros rojos y blancos en el césped y colocando dos platos y poniendoles algunos pastelitos como macarones,brownies y pequeñas tartaletas de fresa en ellos.Y después sacó una botella, dos copas y sirvió un poco de vino en cada una.
"Realmente cocinas delicioso"-opinó Ichiji tras probar uno de los pastelillos.
"Me alegra de que te guste,hermano.Y no tienes porque evitar el contacto visual"
"Es un hábito,lo siento"
"No pensé verte en yukata hoy.Te queda muy bien"
"A ti también te queda bien Sanji...¿Puedo pedirte algo yo también?"
"Sí claro ¿Que es?"-consultó curioso.
El mayor trataba de disimular su sonrojo tras el dorso de su mano.
"¿Podrías recoger tu cabello en una cola?"
Y así lo hizo.
"Lo sabía.He de ser el mejor acompañado en este lugar"
"¿Pero que estas diciendo?"
"Olvidalo"
Ichiji se puso de pie y ayudo al menor a levantarse
"¿Quieres disfrutar de lo que queda del festival?"-murmuró el de los ojos rojos sonrojado ofreciendole su mano.
"Esta bien,vamos"
Y así cogidos de la mano caminaron hasta un puesto donde debías tomar un rifle de balas de juguete y dependiendo de lo bueno que fueras podías llevarte peluches de diferentes tamaños.
En ese momento el de yukata negro notó como la mirada de su hermano pequeño se posaba por un momento en un unicornio del color de las flores de cerezo. Así que pagó la cuota de aquel juego,tomó el rifle y sin mucho esfuerzo ganó al esponjoso animalito y lo depositó en los brazos de un sonriente rubio.
Despues de eso comieron raspadillas y también takoyaki y manzanas acarameladas.
El ver sonreír al menor así le reconfortaba corazón.Por años se había sentido vacío, sin saber que era justo esto; la calidez que solo Sanji podía transmitirle, lo que había estado buscando.
'Así que es así como se siente el amar'