Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi nueva aventura por Ayumi Kuran

[Reviews - 79]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! La verdad es que...¡wuo, wuo y wuo! Es la primera vez en mucho tiempo que actualizo tanto tiempo de forma seguida, ¡casi parece un récord!...y eso da un poquito de bajón. jejejeje bueno, una vez más os traigo la conti aunque esta parece que me ha salido algo más corta que los otros capítulos, espero que la difrutéis igual. nwn

Larry soltó un bostezo siendo tapado por su mano, estaba agotado. Algo normal si se tiene en cuenta de que en la noche se la pasa con el hombre que le atrajo tanto, negándose a dejarle tranquilo mientras que en el día debía de cuidar a su pequeña (misma que tuvo con él), que sea dicho de paso era mucho más que hiperactiva en las mañanas. Por ello no se extraño cuando esa mañana se vio en el espejo, unas ojeras se empezaban a hacer presentes en su rostro.


Suspiro al ver su estado, tocándolas con la punta de sus dedos para notar un breve dolor en ellos, sabía que iba a necesitar dormir unas buenas horas lo antes posible aunque parecía que eso iba a tardar un tiempo en suceder, al menos por el momento. Sus ojos vagaron por el estante hasta que encontró lo que buscaba, cogiendo la crema para echársela en las ojeras que le acompañaban, sintiendo como esta le aliviaba un poco, disimulándolas en el proceso.


- ¿Api?


- ¡Ya voy, cielo!


Dándose prisa acabó su trabajo, parpadeando hasta que se acostumbró a la sensación que sentía su piel de forma reciente, sonriendo complacido cuando no tardó mucho en hacerlo. Acomodándose la ropa salió del lugar, viendo a su pequeña con su peluche en brazos (como siempre), viendo por la venta con curiosidad, contando a las personas que pasaban delante de ella.


- Sofí, ¿qué miras?- Con cuidado se sentó a su lado para después sentarla en sus piernas.


- Las perchonas.- Señalo con su dedito a algunas de las que pasaban.- ¿Po qué van con pisha?- Su mirada inocente se posó sobre su persona, haciéndolo sonreír mientras acariciaba su pelo.


- Porque tienen prisa.


- ¿Po qué?


- Porque tienen cosas que hacer como trabajar o ir a clases.


- Pelo hoy no hay.


Su ceñito fruncido le hizo gracia, besando su frente para hacerlo desaparecer sacándole una pequeña risita en el proceso.


- Tú hoy no tienes porque es el día en el que se llevan a los hijos al trabajo.- Algo que no le dejaba muy tranquilo pero que asimilaba lo mejor que podía.- Y ahora tenemos que irnos nosotros.


Acaricio la barriguita de su niña para hacerla reír, viendo como se removía entre carcajadas hasta que pudo salir de sus brazos, yendo a coger su mochila donde llevaba un cuaderno y lápices para entretenerse durante las siguientes horas.


- ¿Lista?


- ¡Shipi!


Su manita se aferro a la suya propia mientras ambos empezaron a salir del apartamento para ir a la universidad, durante el camino no pudo evitar pensar cómo haría para no acudir a la cita que prácticamente estaban obligándole a ir. Eso no le hizo ninguna gracia, uno de los motivos por los que no irá ni loco.


- ¡Qué gande!


Larry no pudo evitar sentirse enternecido por la forma en la que su pequeña veía el lugar, preguntando mil y una cosas sobre él, incluso cuando sus compañeros la conocieron se vieron metidos en su ternura natural.


- Hola.- Su manita se agito delante de uno de los compañeros que le sonrió mientras le devolvía el gesto.


- Hola pequeña.


- ¡No soy pequeña! ¡Choy gande!- Un pucherito se poso en sus labios, haciéndola ver aún más tierna.


- Lo siento, entonces encantado señorita.- Al parecer la pequeña se vio más satisfecha con ello, viendo al extraño ante ella.- Dime, ¿te perdiste?


Su mirada le vio curiosa pero negó mientras estiraba sus bracitos para que la cargue, algo que el otro hizo al ver que estaba a punto de ponerse a llorar, sentándola en su regazo.


- No…mi api eta con mio.- Sonrió mientras abrazaba a su peluche.


- ¿Ah, sí?- Pregunto con una sonrisa al ver como estiraba su brazo hacia él, curioso.- ¡Auch!- No pudo evitar hacer una mueca de dolor cuando esta tiro de su pelo, deteniendo su mano antes de que volviera a hacerlo.


- ¿Conoches a mi api?- Su mano se movía con insistencia, tratando de volver a tirar de ella sin éxito.


- Quizás, ¿cómo se llama?- Esperaba que con ello dejará de tratar de tirar de su pelo, pero no parecía dispuesta a detenerse.


- Laddy.


El hombre que la sujetaba con ternura no pudo evitar sentir un agradable calorcillo recorrerle por completo al oírla, mucho más cuando el nombrado entró con una mueca preocupada.


- ¡Sofí!- La cogió estrechándola entre sus brazos, acariciando su rostro para ver si no tenía ningún tipo de herida.- ¿Estás bien?- La ansiedad estaba presente en él pero al verla negar se relajo de forma notable antes de fruncir el ceño.- No vuelvas a hacer eso, me tenías muy asustado.


La pequeña agacho su mirada, no le gustaba ver esa expresión en el rostro de su papi, hipando un poco mientras se disculpaba.


- Lo ciento…no vovere a acherlo.


Larry vio su rostro, besando sus mejillas y quitándole de forma amorosa las lágrimas que caían por sus mejillas.


- Está bien, te creo.- Le sonrió, meciéndola entre sus brazos para calmarla, siendo correspondido su abrazo.


El otro hombre por su lado no podía evitar sentirse enternecido por la escena, deseando ser parte de ella, quizás fue por eso que no se resistió a levantarse, acariciando con sus manos el pelo de la niña que lo vio unos segundos antes de dejarse rodear por el calor que le daban los dos, cogiendo su mano para que se pegará a su papi, quien al ver a su compañero le dio una brillante sonrisa haciéndolo sonrojar.


- ¿Tú la encontraste?- Su voz era casi un susurro.


- Yo diría que esta pequeña diablillo me ha encontrado.- Ambos rieron un poco, siguiendo con las caricias.- No sabía que tenías una hija.


- Es mi segunda hija, mi hijo mayor ya es un adulto.- Un puchero se hizo presente en sus labios, haciendo que el sonrojo contrario se incrementará.


- Debe ser todo un hombre hecho y derecho y está niña.- Una suave caricia fue dada en su mejilla.- Es una preciosura, como tú.


Ese comentario, inocente, hizo que ambos sintieran sus mejillas arder aunque eso no le resulto desagradable a Larry, quien en mucho tiempo sintió que alguien le decía que era atractivo…o al menos quería pensar de esa forma, sentir que podría rehacer su vida en algún momento de su vida con otra persona que no fuera…


El solo recordar su nombre le hizo cerrar sus ojos, un remolino de sensaciones dentro de él que estaba dispuesto a ignorar.


- Gracias.- la punta de su lengua humedeció sus labios de una forma distraída, mostrando su nervioso sin ser consciente de lo que ocasionaba en su compañero.- Yo…debería de ir a dar mis clases.


- ¡Oh, sí, claro- de forma nerviosa se separó de los dos, viendo a la pequeña hacer pucheros.- Yo también debería de prepararme para mis clases.


- Io no quelo.- la pequeña se removió un poco, casi pareciendo que iba a llorar, alertando a su padre.


- ¿Q-Qué pasa?- La pequeña le vio con una carita de cordero degollado.


- Quelo estad con eh.- Señaló al rubio que estaba a unos pasos de ellos.- Po favo.


- Pero él se tiene que ir.


Le trató de hacer ver que no iba a poder ser, después de todo él tenía una convención que dar bastante lejos, en otra universidad, pero al pequeña no parecía ver esto, solo se aferraba al cuerpo del otro llorando.


- Vamos Sofí, deja a Johnny.- Trató de alejarla de él pero no cedía.


- ¡No!- Sus manitas se aferraron con fuerza al cuello contrario, llenándolo de lágrimas y mocos.


- ¡Sofía Daley, he dicho que le sueltes!- Larry se puso serio, la pequeña lo miro mucho más que triste, aferrándose temblorosa al otro, negando entre hipidos.


- ¿Y si nos vemos después?- Sugirió Johnny, llamando la atención de los otros dos.- Salgo algo tarde pero si queréis podemos vernos a las siete, ¿qué dices?- Le sonrió acariciando su cabecita.- Podremos estar juntos tanto como quieras.


La pequeña se limpió los mocos, quitando con sus manos sus lágrimas. A Larry la idea no le convencía del todo, es decir, Ahk le había amenazado para que justamente a esa hora estuviera en el museo…claro que él dijo que no iría.


- Por mi está bien.- se agacho junto a los otros, cogiendo la mano de su pequeña para abrazarla.- ¿Qué dices?


- Vae.- una pequeña sonrisa se poso en sus inocent4es labios, cediendo para alivio de ambos.


- ¿Dónde queréis que nos veamos?- Los ojos de los adultos chocaron, dejando a Larry pensando unos segundos.


- ¿Qué tal el parque que está cerca de aquí?


- Me parece genial.- con una última caricia se despidió de ambos.


Al estar a solas Johnny no pudo evitar sonreír como bobo, elevando su brazo para después bajarlo hasta su cadera, casi gritando de felicidad. Hacía ya tiempo que el rubio se había enamorado del Daley, no obstante nunca tuvo la oportunidad de estar cerca de él, menos de pedirle una cita, y ahora…esa pequeña lo había logrado. ¡No podía ser más feliz!


Larry por otro lado no estaba convencido de la decisión que había tomado, es cierto que era la excusa perfecta para no encontrarse con él, poder salir una noche con su hija de forma tranquila y quizás divertirse como no lo había hecho en mucho tiempo pero…tenía un mal presentimiento. Quizás…debería de hacer algo respecto a todo esto.


El resto del día se la paso dándole vueltas al asunto de tal manera que cuando llegó la hora de la cita, Johnny no sabía ni cómo reaccionar, no por estar ante la persona que lo tenía prendado ni porque estuviera junto a su hija sino porque había una mujer junto a ellos, una que sonreía de forma suave.


- Sentimos haberte hecho esperar.


- ¡Ony!


La peque salió corriendo para que el otro la alce en brazos, recibiendo una caricia que le hizo sonreír.


- Hola preciosa, ¿me echabas de menos?


- ¡Chi!


La sonrisa del rubio se volvió sincera, enternecida y llena de amor, pero ¿cómo evitarlo? ¡la pequeña era un encanto!


- Hola Johnny.- Su mirada se fue hasta su amor platónico, quedándose sin aire al verlo. Se veía tan jodidamente…atractivo.- Esta es Érica, mi ex – esposa, espero que no te moleste que haya venido.


- ¿Eh?- Por un momento se había quedado en babia, hipnotizado por el otro.- ¡Oh, no! Tranquilo, está bien.- Sonrió mientras se acercaba a la señorita, cogiendo su mano para besar educadamente su dorso.- es un placer conocerla.


- El placer es mío.- Un pequeño sonrojo estaba en sus mejillas pero él solo tenía mirada para Larry.


- Te ves tan…atractivo.


Ese comentario hizo sonrojar a la persona a la que iba dirigida, ocasionando la mirada confusa de la más pequeña y una risa a penas contenida de la rubia, quien no podía sentir cierta diversión al ver nervioso a su antiguo marido, jamás le había visto así.


- Bueno, ¿nos vamos?


- Claro.


Durante todo el camino tuvieron una agradable conversación, Érica había ido en parte por el pedido de su mejor amigo y porque deseaba ver cómo acabaría la cosa, es decir, se veía a leguas que ese chico tenía unas intenciones amorosa en Larry o mínimo sexuales sobre él. Quería asegurarse que no fuera igual al gilipollas que lo dejo embarazado antes de marcharse sin más de su vida. Ella nunca permitiría algo así.


Fue de esta forma que llegaron a un pequeño y acogedor restaurante donde el rubio hizo la reservación, siendo todos guiados hasta la mesa que les correspondía.


- Bueno, dime Johnny.- La fémina empezó a hablar, una copa de vino que había pedido cerca de sus labios.- ¿A qué te dedicas?


- Soy profesor de lengua en la universidad.- le sonrió mientras le imitaba, tomando un poco. De repente se sentía que su futuro dependía de esa conversación.


- Entonces, ¿sois compañeros de trabajo?- Los vio a ambos, analizándolos pero Larry parecía no hacerles caso, estaba más concentrado en asegurarse de que su pequeña no liará una en el restaurante


- Así es.- Afirmo el rubio, viéndola con seriedad y sinceridad.


- Um…- Lo veía analíticamente.- ¿Tu puesto es fijo?


- Desde hace cinco años.


- ¿Qué tipo de interés tienes sobre Larry?- Esa pregunta llamó la atención del nombrado.


- Quiero una relación seria con él.


- ¡¿QUÉ?!


El nombrado pegó un grito, poniéndose en pie llamando la atención de todos haciendo que la vergüenza se apoderara de él, sentándose con las mejillas algo encendidas.


- ¿Cómo que una relación?- Su voz tembló levemente, llamando la atención de los otros dos adultos.- ¿Una de amistad no?


- No.- Las manos de su compañero de trabajo le sudaron un poco, temblando ante lo que estaba a punto de decir y hacer, era muy consciente de que le podía rechazar en ese momento.- Quiero una relación romántica contigo.


- ¿Eh?


El desconcierto era más que evidente, su boca se abría y cerraba sin descanso, se podía notar la vergüenza y perturbado que estaba.


- nosotras nos vamos.- Érica se levantó, cogiendo a Sofí en brazos que empezó a hacer pucheros mientras negaba.


- ¿Cómo qué os vais?- Y Larry se puso aún más nervioso.


- Creo que es mejor que os toméis esto como una cita.- Comentó sin más, diciéndole a la peque que irían a ver a su hermano, lo que le hizo quedarse tranquila en sus brazos.- Después de todo parece un buen tío y…es bueno que te animes a una nueva relación. Yo cuidaré hoy de Sofí, así que no te preocupes de nada. Ven mañana a por ella.


- ¡¿Qué?!- Se puso en pie, tratando de cogerle de la mano pero ella se alejo demasiado rápido.- ¡Espera!


El silencio se hizo en el lugar, viéndose obligado a sentarse mientras observaba el rostro de su pretendiente, estaba claro que se le comían los nervios..igual que a él.


- Larry.- Su voz salía temblorosa, no obstante trataba de mantenerla firme.- Sé que es raro pero…de verdad me gustas, estoy enamorado de ti.


- Eso no puede ser.


- Claro que lo es.- Su mano sujeto la contraria, acariciándola con su pulgar.- Siempre he estado enamorado de ti, desde que te conocí bien pero…pensaba que no tenía ningún tipo de oportunidad. Yo…por favor, dámela, déjame conquistarte.


- No es esto lo que quieres.- Con cuidado alejo su mano de la contraria.


- Sí que lo es.- Buscó sus ojos, acariciando con su mano su mejilla.


- Tengo un trabajo difícil.


- Lo sé, mi trabajo es igual.- Le sonrió, sin apartarse.- Y lo acepto al igual que estoy seguro que tú aceptas el mío, podemos compaginarnos bien.


- Tengo dos hijos.


- No me importa. El mayor según me dijiste ya es un adulto, creo poder entablar una buena relación con él. Y tu pequeña me adora tanto como yo a ella, sería un honor y placer criarla junto a ti, que me viera como su padre…o su madre.


- No podríamos tener hijos.


- ¿Y qué? Tenemos a Sofí, ella nos da es alegría y si queremos más podemos adoptar.


Larry cerró sus labios tembloroso, no se le ocurría ni una sola excusa más para que el otro no quisiera estar con él, le aceptaba como era…realmente parecía ir en serio.


- No estoy listo para una relación.


- Entiendo.- Un pequeño suspiro salió de sus labios antes de sonreír.- Entonces esperare, estaré junto a ti, apoyándote y poco a poco conquistándote. Cuando estes listo, podemos mantener una relación si lo deseas.


- ¿Vas a esperar por mí?- La sorpresa era mucho más que evidente.


- Toda la vida si es necesario.- Afirmo mucho más que serio.


- ¿Y sí…solo puedo ofrecerte una relación sexual?- Le apenaba decir eso pero no podía darle más.


- Yo la aceptaré porque sé…que algún día seremos más que eso, seremos una pareja.


Sus rostros se acercaron poco a poco, juntando sus frentes meintras sus alientos se confundían, formando un vaho que les acariciaba mutuamente.


- ¿Estás seguro?- Sus manos se posaron en sus hombros.- Estoy lleno de secretos.


- Yo seré feliz descubriéndolos, haciéndote feliz.- Sus ojos no se despegaban de los contrarios.- Más seguro que en nada en mi vida.


Larry fue quien decidió dar el paso final, cerrando sus ojos para juntar sus labios en un suave toque, un inocente beso que hizo que a su compañero el recorriera un escalofrío de puro placer, no creyéndose de que realmente estaba besando al azabache, al hombre que tanto amaba.


- ¿Cenamos?- Susurro aún contra sus labios, una sonrisa boba en su rostro.


- Sí…- Un pequeño sonrojo estaba presente en sus mejillas.


La cena fue tranquila, conociéndose mejor entre suaves toques de manos, un pequeño tonteo entre ambos, como si fueran adolescentes y no los adultos que ya eran con todas las de la ley. Ninguno quería que la velada acabará, la cena, los paseos a la luz de la luna, los suaves detalles, el romanticismo bailando en el aire…los besos.


Larry estaba abrazado a Johnny, sintiendo el cuerpo contrario contra el propio mientras avanzaban por el departamento del rubio, ambos estaban ansiosos de sentir el contacto de otra piel contra la propia, el deseo y la lujuria los consumía sin descanso alguno, haciéndolos mucho más sensibles, logrando sacarles gemidos demasiado incitantes para el contrario.


- ¿Dónde está tu dormitorio?- Jadeo, ansioso.


- Al final del pasillo.


Sin decir más cerró la puerta, viendo a su compañero empezar a desnudarse mientras iba a la habitación que le había mencionado. En cuanto llegó ya estaba sin la camisa, ambos abrazándose con desespero, restregando sus cuerpos, acariciándose, mordiendo sus labios. Con suavidad el mayor hizo que su amado se recostará en la cama, ladeando su rostro para ver ese blanquecino cuello, lamiéndolo con deseo para finalmente morderlo, dejándole una marca a conciencia, una que fuera lo bastante grande para que no hubiera forma de que se pudiera ocultar.


- ¡Ah…! Johnny…


Sus piernas se enredaron en sus caderas, restregándose mientras le dejaba más espacio para que siguiera jugueteando, haciéndole estremecer por completo.


De repente el aura de la habitación dejo de tener un toque excitante, había algo que les hacia tener escalofríos pero no de placer ni deseo, sino de peligro, advirtiéndoles de que algo estaba a punto de ocurrir y ese algo…no era nada bueno. Eso fue algo que Larry comprobó cuando al girar su mirada pudo ver al que se estaba convirtiendo su peor pesadilla, Ahkmenrah, viéndolos a los dos con unos ojos inyectados en sangre, un aura negra saliendo por todos y cada uno de los poros de su piel. Su instinto asesino dirigido expresamente a aquel desgraciado que estaba atreviéndose tocar a lo que consideraba como suyo.

Notas finales:

Espero que os gustará, el próximo capítulo prometo que será el más largo de todos como compensación, así que espero que nos veamos pronto y que sigáis disfrutando de esta pareja conmigo nwn.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).