Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi nueva aventura por Ayumi Kuran

[Reviews - 79]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! Bueno, aquí traigo la continuación, quiero aclarar que aquí ya es lunes nwn.

 

También hay algo muy importante que quiero deciros y es que dentro de muy poco tengo unas pruebas muy importantes por lo que no voy a poder volver a actualizar hasta poder acabarlas por lo que os pido perdón y que me tengáis paciencia. Pues mañana no podré cumplir con la actualización hasta poder acabarlas, probablemente pueda actualizar momentos en familia el día cinco de septiembre si hay suerte sino...pues sería a partir del once cuando retomaría las actualziaciones. En verdad lamento no poder cumplir con la programación *se inclina en disculpa*

 

Por ello espero que podáis disfrutar de este capi.

Tardó…Tardó media hora, mínimo, en poder levantarse, estaba cansado física y mentalmente. Cuando abrió los ojos, parpadeo sintiéndose desorientado pues la sensación de la cama no era esa medianamente dura donde había pasado sus últimos días, no tenía la sensación de la rasposa sábana sobre su cuerpo ni el calor de su pequeña sobre él.

 

Esto lo termino de despertar, haciendo que se sentará a prisa en la cama solo para darse cuenta de que esa no era su habitación sino la de Ahk, lo que casi logra que le de un infarto. Frunciendo su ceño, forzando la memoria, comenzó a recordar, buscando el motivo del por qué estaba ahí.

 

La fría brisa de la noche.

 

La conversación con Ahkmenrah.

 

Las lágrimas y el abrazo.      

 

Su ruego.

 

Ambos abrazados durante la noche.

 

Él, “atacando” a Ahk en la mañana.

 

El aviso sobre su niña.

 

Fue tal la cantidad de información que recibió de golpe que se mareo, sintiendo como su rostro pasaba por distintos colores, desde el pálido a causa de mostrarse tan débil ante sus ojos al rojo extremo combinado con reproches ante sus acciones de minutos atrás. Había pasado tanto tiempo rehuyendo su contacto, sus besos, sus caricias… ¡¿para qué ahora, él, medio dormido lo atacará?! Aunque si era sincero consigo mismo no le extrañaba, no completamente, después de todo había soñado tantas noches con volver a sentirlo, deseando que lo estrechara entre su cuerpo y le hiciera el amor…

 

<< No, el amor no…porque él ya tiene a alguien, alguien a quien ama de verdad. Nosotros solo somos sus amantes, una simple diversión pero se equivoca si piensa que yo voy a volver a caer. ¡No! ¡Eso jamás pasará de nuevo!>>

 

Acompañando a sus pensamientos, se puso en pie apretando sus puños con decisión, con fuego brillando en sus ojos y rompiendo una cascada a sus espaldas… ¡Ah! Ojala alguien pudiera verlo a su espalda, confirmándole que no se había vuelto loco.

 

De pronto, un pequeño pensamiento, se agolpo en su frente, lo último que había escuchado vagamente antes de que el otro se marchara.

 

Lancelot iba a venir por la pequeña para que pudiera descansar con calma.

 

A por su pequeña que está en la habitación de al lado.

 

Su pequeña que esta sin su peluca.

 

- ¡Sofí!

 

Atándose una  sábana a las caderas, se precipito con velocidad contra la habitación de al lado, sintiendo como su corazón se paraba por unos segundos antes de volver a latir de una forma dolorosa, viendo como su pequeña aún estaba durmiendo, sin ser consciente de nada, sin nadie alrededor de ella,

 

- Gracias…- Murmuro, poniéndose en pose de rezo con lágrimas en los ojos.- Si realmente existes, gracias por no dejar que nadie llegará antes que yo.

 

Sentía un increíble alivio recorrerlo, caminando a prisa hasta ella, cerrando la puerta a sus espaldas, sentándose junto a su cielito para mover su hombro de forma suave, viendo como se acurrucaba bajo las sábanas, tapando su angelical rostro.

 

- Vamos, es hora de levantarse.- La dulzura estaba en su voz, arrullándola.

 

- No….- Gimoteo, ocultándose más.- Cinco minutos más.

 

- ¿Qué?- Arqueo una de sus cejas, incrédulo.- Que tu hermano lo diga cada vez que voy a levantarlo no significa que tú hagas igual.

 

- Pero quiero dormir…

 

- Tienes que arreglarte, Lance va a venir para jugar contigo.

 

- No quiero.- Su rostro salió de las sábanas, haciendo su puchero.- Quiero jugar con papi no con el tipo raro.

 

- No puedes decirle así, es de mala educación.- La regaño de forma suave, acariciando su espalda.- Venga, ya verás que te lo pasas bien además solo será hasta que termine con mi trabajo.

 

- Siempre tienes mucho.

 

- Lo sé pero no puedo hacer nada con ello.- Sin poder evitarlo soltó un pequeño suspiro, acariciando su rostro.- Por favor, hazlo por mí, ¿sí?

 

- Está bien.- No estaba conforme, su ceñito estaba fruncido con un adorable puchero colocado en sus tiernos labios.- Pero…solo si me atrapas.

 

Una sonrisa traviesa se posó en sus labios mientras la tierna azabache salía de la cama, correteando por la habitación con una mueca traviesa. Entonces Larry lo supo, su pequeña no iba a dejarse poner la peluca, no iba a vestirse ni estar tranquila hasta que la atrapará. Y él…estaba desnudo.

 

Maldijo, alterado al ver como abría la puerta para salir a la habitación contigua, ahogando un grito en sus propios labios antes de ponerse un bóxer y un short para salir, abriendo de golpe la puerta. La que daba a la calle estaba cerrada por lo que solo podía estar en la habitación, esto lo calmo aunque fuera un poco.

 

- Sofía…- La llamaba de forma suave, viendo a todos lados en un intento por localizarla.- Ven cariño, no es momento de jugar.

 

A pesar de sus palabras ni un solo sonido se oía, era claro que no iba a hacerle caso, no en esa ocasión en la que lo único que quería era jugar. Tragando saliva, comenzó a ver en el enorme armario, por los lados de las cómodas, si estaba tras las puertas y finalmente fue a ver tras la cama…cuando la puerta se abrió. Con el corazón en vilo vio como Sofí soltaba una risilla, saliendo por ella para correr por los pasillos.

 

- ¡No!

 

La desesperación se hizo presente, corriendo a todo lo que daban sus fuerzas para seguir el rastro de su pequeña que se escondía en todo rincón que podía pero dejando siempre una pista a su papi de en qué habitación se iba a esconder, después de todo, si no la buscaba por donde estaba no era divertido.

 

Por su parte Larry no podía dejar de rezar, esperando que nadie la viera, deseando que todo esto fuera una horrible pesadilla pero sabía que no lo era, eso mismo ocasionaba que se sintiera al borde del mismísimo abismo.

 

- Bufón.- Un gruñido escapo de sus labios al oír ese nombre pero a penas prestando atención a la persona que le hablaba, buscando bajo las mesas.- ¿Qué hacéis medio desnudo? Pensé que estaríais durmiendo en vuestra alcoba.

 

- Estoy buscando a Sofí.- Dijo sin ser consciente de lo que decía, preocupado en encontrarla.

 

- ¡¿La damita ha desaparecido?!

 

- No, solo está jugando al escondite.

 

- Oh…- Por unos instantes se hizo el silencio.- En ese caso dejadme que os ayude.

 

- ¡¿Qué?!- Se levantó tan rápido que el golpe contra el mueble no se hizo esperar, haciéndole sisear de dolor.

 

- Yo os ayudaré, me gusta jugar con la joven.

 

- N – No es necesario…

 

- Es mi deseo y cuantos más mejor.

 

<<¡Mierda, mierda, mierda! ¡¿Cómo hemos acabado así?! ¡Joder, Sofí por qué no pudiste hacerme caso en esta ocasión! Ahora es cuando más necesito tu ayuda, Érica T.T>>

 

Las lágrimas estaban al borde de caer, joder, ¡¿Por qué tenía tan mala suerte?! ¡¿Qué era aquello tan malo que había hecho para merecer esto?!

 

- Jijiji…

 

Esa risita tan infantil, tratando de ocultar su presencia y a la vez mostrándola se hizo escuchar, permitiéndoles ver una pequeña figura correr por el pasillo, corriendo directamente a donde menos deseaba Larry que fuera.

 

- ¡Sofí, no! ¡Ven aquí cielo!

 

- ¡Oh! Por allí fue, debemos darnos prisa.- Sus pasos prontamente se dirigieron por donde fue la sombra.- ¡Vamos, bufón!

 

Casi al borde de un ataque de pánico y un colapso nervioso, Larry procuro ser más veloz que Lancelot, entrando en la misma habitación en la que se adentro su pequeña. El alma casi se le sale del cuerpo cuando en esta se encontraba Ahk junto a sus padres, sin ser consciente de la pequeña azabache que le dio una sonrisa, ocultándose bajo la mesa…sin saber que estaba casi mostrándoles a todos su mayor secreto.

 

- ¿Se puede saber que formas son esas de entrar?- Merenkahre tenía su ceño fruncido, viendo de mala manera al ex -  guarda nocturno.

 

- Oh, parece que se oculto nuevamente.- Comentó Lance, pasando su mirada por la habitación, no reparando en la idea de que la pequeña podía estar bajo el mantel de la mesa.

 

- ¿Qué? ¿De qué hablas, Lance?- Ahk tenía una mueca de confusión en su rostro.- Y, ¿por qué vas medio desnudo, Larry?

 

Su tono no sonó feliz ante la idea, claro que amaba admirar ese hermoso torso, ver a su amado medio desnudo pero solo ¡estando a solas! Siendo el único que pueda tener tan magnífica vista, no quería que todos lo vieran de esa manera.

 

- Es Zalika.- Dijo el caballero, caminando por la habitación.- La pequeña ha comenzado a jugar al escondite y parece que entró en esta habitación.

 

- ¿Aquí? No hemos visto a nadie.- Dijo Shepseheret ignorando al otro intruso.

 

- Supongo que lo de que vaya medio desnudo se debe a que al momento fue a perseguirla.

 

Un asentimiento fue todo lo que Larry pudo dar, sintiendo no era capaz de formular palabra alguna. No lo entendía, ¿por qué…? ¿Por qué tenía que decidir jugar a esto justo en el peor momento? Casi juraba que su pequeña le estaba torturando a propósito…claro que ella jamás haría algo así.

 

- Quizás bajo la mesa…- Sugirió Ahk, levantando un poco el mantel para infarto del Daley.

 

- ¡NO!- Grito con todas sus fuerzas, corriendo para con manos temblorosas impedir que lo hiciera.

 

- ¡¿Se puede saber qué haces?!- Los ceños fruncidos de ambos gobernantes eran presentes pero Larry solo podía ver la sorprendida del padre de su hija.

 

- ¿Qué…?

 

- N – No es necesario…yo miro.

 

Rio de forma nerviosa, tratando de desviar la atención mientras se ponía de rodillas, alzando el mantel para ver a la infante con una sonrisa traviesa, riendo bajito.

 

- No…- Susurro suplicante, sabiendo lo que ella estaba por hacer.

 

- El juego…es el juego, siempre lo dice la tita.

 

En un intento desesperado porque no hiciera lo que sabía, iba a lograr que le diera un infarto, alzó sus brazos para atraparla pero ella salió gateando, dándole a los demás en las piernas, mostrándoles que estaba ahí. Desesperado, su papi se metió en la mesa, tratando de atraparla pero ella no se dejaba.

 

- ¡No me pillas!

 

Cuando en una risa traviesa salió de debajo de la mesa, su papi le siguió al momento, correteando por todo el lugar hasta que finalmente fue capaz de atraparla, respirando aliviado por esto pero poco le duro, al menos no cuando vio a las personas que le rodeaban. Todos se veían sorprendidos pero…cada uno en distinta medida.

 

Ahk y Lance se veían dolidos al ver el color de pelo de la cabello, no había sido difícil dar con que era una peluca. Algo normal teniendo en cuenta el color tan raro de dicho objeto, pero a su vez sus expresiones eran indescifrables. Por obvios motivos ninguno de los dos se había dado cuenta de lo que esto implicaba.

 

Shepseheret por su lado no dejaba de ver a la pequeña, sus ojos estaban completamente abiertos de la sorpresa, una de sus manos tapaban sus labios. La incredulidad, la confusión, los recuerdos…sus expresiones estaban entre mezcladas, ninguna fija mientras veía a la pequeña.

 

Merenkahre estaba con la respiración contenida, sus ojos abiertos en asombro sin poder dejar de verla, era como si nunca antes la hubiera visto, como si los dioses estaban frente a él, como si un milagro hubiera sucedido.

 

Para Larry todo era obvio: habían descubierto el parecido entre la pequeña y Ahk.

 

- ¿Papi?- La angelical voz de la pequeña los sacó de su ensoñación pero el nombrado no podía hablar, no con el nudo en su garganta.

 

- Tú…- La voz de la emperatriz los hizo mirarla, esta no apartaba su mirada de la infante.- Tú…eres igual…a…alguien que conozco…

 

- ¿A quién?- Pregunto con una carita confundida, inclinando de forma adorable su rostro.

 

- A un hombre.- Tres de los hombres no sabían por dónde iban mientras el papi de la infante sí lo sabía, por ello la apretó contra su pecho temeroso, viendo de forma desesperada la salida más cercana. Algo que nadie se dio cuenta pues no le prestaban atención.- A uno que conocí hace mucho tiempo…uno que era mi pequeña Rah.

 

Ahk arqueo una ceja al oír a su madre, era de esa forma en la que le llamaba cuando era muy pequeño. ¿A qué venía eso?

 

- ¡Ah!- La expresión de la joven se ilumino, viéndola.- ¿Se parecía a mí?

 

- Mucho.- Confirmo sin apartar su mirada de esos ojitos azules.- Eres…como su versión en pequeña.

 

- Estas… ¿hablando de mi papá?- Eso los dejo a todos callados, la pequeña se veía ilusionada.

 

- Es mejor que nos vayamos.- Al fin había podido volver a hablar, retrocediendo pero sus intentos de fuga se vieron impedidos por el faraón que tenía una mirada gélida sobre él, su mano apretada en su hombro.

 

- No.- Era tajante, dirigiendo su mirada a la pequeña.- ¿A qué te refieres con tu papá?

 

- Pues…

 

- No tienes que decir nada cariño.- Su voz sonó firme aunque algo temblorosa.

 

- Deja que hable.- Ordeno esta vez la emperatriz, su expresión era seria.

 

- No…

 

- Sino lo haces…- Las palabras que susurro a continuación estaban en egipcio, unas que Larry conocía perfectamente pues había visto a muchos morir a causa de las consecuencias de esa misma.

 

- ¡Madre!- Finalmente Ahk había saltado con el ceño fruncido, no estaba nada de acuerdo con lo que ella pretendía.

 

- Silencio.- Ahora fue su padre quien pidió silencio al otro faraón, pidiéndole que respete su voluntad.- Pequeña… ¿a qué te referías con tu papá?

 

Larry quiso hablar, impedir que ella hablará pero sabía que si lo hacía iba a morir de forma casi segura y entonces su pequeña quedaría huérfana…una que igualmente diría de una forma u otra la verdad y todo lo que él hizo no serviría de nada… ¿es qué no había manera de evitarlo?

 

- Pues a que parecía que hablabais de él.- Su sonrisa no se hizo esperar, hablar de su papá siempre la hacía sonreír, era curiosa respecto al tema.

 

- Pero tu papi es él.- Señaló a Larry.- Yo no me refería a él.

 

- Es mi papi.- Dijo señalando a Larry de forma inocente.- No es mi papá.

 

- ¿A qué te refieres?- Lance estaba confundido, su ceño fruncido.

 

- Yo estaba en la pancita de mi papi.- Dijo sin más, de forma inocente con una sonrisa.- Yo nací de él así que es mi mami mientras que mi papá es otro.

 

- ¿Qué…?

 

La sorpresa no se hizo esperar, las mandíbulas de todos estaban desencajadas, el papi solo podía abrazar a su pequeña contra su pecho de forma temblorosa, sintiendo como las lágrimas se acumulaban en sus ojos.

 

- Pero…eso no es posible.

 

- Sí lo es.- Dijo con firmeza, tanta que casi parecía indiscutible.- Mi tita me enseño fotos de cuando estaba en la pancita de mi papi.

 

- Basta…- Susurro el Daley de forma temblorosa.

 

- ¿Vienes…de una relación entre dos hombres?

 

- Sí.

 

- Entonces… ¿quién es tu padre?- Ahk no podía dejar de verlos, sintiendo como poco a poco un nuevo mundo se revelaba ante él.

 

- No sé.- Dijo sin más, frunciendo su ceño de forma adorable mientras pensaba en lo que le dijo de él su papi.- Mi papi me dijo que lo conoció una noche hace muuuucho tiempo.- Estiro sus bracitos como mostrando lo que quería decir, sintiendo como el nombrado la abrazaba.- Que se conocieron cuando trabajaba en el museo…y que un día empezaron a salir pero que un día su papá se tuvo que ir con sus papás pero no sabía que yo estaba en la pancita de mi papi.

 

Esas palabras los dejaron con un nudo en la garganta, la tensión era palpable, nadie se atrevía a decir nada. Sin saberlo, la pequeña acababa de confesarles toda la verdad a todos, Larry por su parte sentía unos horribles pinchazos de dolor en su pecho, casi quedándose sin respiración.

 

No fue capaz de ver a nadie, menos a Ahk.

Notas finales:

Bueno, pues espero que lo hayais disfrutado. Espero que podamos vernos nuevamente, aunque haya que esperar un poco para ello.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).