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De mi propiedad por RyuStark

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, son del fabuloso Tite Kubo.

Si me conocen saben que Ichigo al igual Grimmi-Kitty son mis favoritos, mi OTP. Así que pensé en hacer un especial para el cumpleaños de la fresa que es hoy. Y me dije, qué mejor que un omegaverso dónde él y Grimmjow se den amor. Así que aquí lo tienen. Las advertencias son:

*Fluff rosado y esponjoso.

*Personajes ligeramente OoC.

*Lemon explícito.

*Algunas palabras groseras y vulgares.

*Mención de MPreg.

¡Espero lo disfruten!

Notas del capitulo:

“Nadie escoge su amor, nadie el momento, ni el sitio, ni la edad…ni mucho menos la persona.”


¡Feliz cumpleaños Ichigo!

///K. Ichigo///

Grimmjow Jaegerjaquez me pertenece. Es totalmente mío. Mi alfa, mi hombre, carajo…el padre de mis crías en un futuro.

Grimmjow es de mi propiedad le duela a quién le duela. Su sonrisa cruel y desdeñosa, esos ojos felinos, exóticos y agresivos, sus colmillos filosos y carnívoros, ese cabello azul como el cielo estrellado, esa quijada marcada, dura y varonil. Su pecho fornido, su espalda ancha, sus brazos gruesos y musculosos, su abdomen brutalmente marcado y más al sur el paraíso mismo. Oh sí.

Grimmjow me pertenece desde la primera vez que puse mis ojos en él. Y no solo por una mirada, sino porque la vida nos marcó como pareja. Cada alfa tiene un omega destinado. Y yo soy el de Grimmjow.

Lo malo es que el bastardo se niega a marcarme oficialmente.

Será que quizás nuestro primer encuentro no fue especialmente dulce y romántico como usualmente pasa con parejas destinadas. Y lo digo porque el maldito se presentó destazando a todos mis amigos junto a sus fracciones, seguido de agujerar a Rukia como si fuera queso y finalmente declararme su amor al darme la golpiza de mi vida.

En ese momento aunque noté la conexión no podía ponerme a besar al enemigo ¿Cierto? Después de ello nuestros siguientes encuentros sí que fueron apasionados y dolorosos. Peleábamos con rabia, pero entre cada rasguño sentía sus ojos azules como el cielo perforarme hasta el alma.

Supongo que las cosas cambiaron un poco cuando terminó la guerra contra los Quincy. Dejó de insistir en pelear y hasta de seguirme, al menos no de frente. Pero sé que siempre está cerca cuidándome o quizás intimidando a quien se me intenta acercar. Estúpido alfa celoso.

Lo sé porque todas las noches suelo dormir con la ventana abierta, claramente a propósito y así cada día que amanece noto ese extraño reiatsu eléctrico, que me grita feroz y azul, rodeándome y diciéndome que estuvo en mí habitación. Y aunque me hago de la vista grande, no soy idiota, es obvio que me marca con su esencia para así evitar que algún otro Hollow alfa venga tras de mí.

Deja de soñar con el nudo de Grimmjow llenándote ¿Quieres?

Salgo de mis ensoñaciones, frunciendo el ceño y arrojándole una almohada a Renji en la cara. —Jódete Renji.

Sinceramente no me lo explico, ¿Qué es tan especial de él?  El tipo es un imbécil con actitud de demonio. Sino fuera porque es guapo y seguramente enorme de ‘ahí abajo’ no sería más que un idiota.

Lo dice el idiota que tiene el alfa con cara de niña estreñida.

¡Retráctate! ¡Byakuya no está estreñido! ¡Él es muy varonil a su modo! ¡Y toda una bestia en la cama!

Totalmente innecesario Renji, puedes quemarte en el infierno con todo y esas horribles imágenes mentales que me has dado. Ah, y deja de hablar mal de Grimmjow o tendré que darte una paliza.

Huh, ¿Crees poder ganarme omega?

Púdrete Renji, tú también lo eres y ya te he pateado el trasero antes. —Mi amigo me gruñe mientras yo le sonrío de lado.

Así que…hoy es la gran noche. ¿Listo para llevarte a ese espada psicópata a la cama?

Le doy un puñetazo a Renji, poniéndome muy ansioso de recordar que hoy decidí ponerle fin a la maldita espera. Iré directamente a Hueco Mundo y enfrentaré a Grimmjow. Haré que me marque, anude y llene de sus crías o dejo de llamarme Kurosaki Ichigo.

—¿Sí sabes que apenas Grimmjow te vea en sus territorios, prácticamente le habrás dado el control absoluto sobre ti cierto? Luego no te quejes si te preña y quedas como maldito balón. Oí que los felinos tienen camadas de hasta seis cachorros.

Sonrío muy discreto pero internamente emocionado ante eso, a la vez que parto con él rumbo a la tienda de Urahara para que me abra una garganta. Durante el camino le gruño a cuantos alfas me dedican miradas libertinas y asquerosas. Ya que el único que puede verme de esa manera es Grimmjow y nadie más.

Aunque es un tanto inevitable que se comporten así, después de todo mi celo comienza dentro de dos días y seguro desde ahora ya empiezo a soltar esa clase de feromonas dulces y lechosas.

Ah, Kurosaki-san ya te estaba esperando, pasa, pasa.  —Nos recibe Urahara y rápido nos lleva a la parte subterránea. —Bueno, está abierta tal y como lo prometí, pero el salir será un problema.

—No importa, Grimmjow puede abrirme una garganta cuando quiera regresar.

—Kurosaki-san…¿Crees que ese espada te dejará regresar una vez que entres a sus territorios por tu propia voluntad? —Me pregunta Urahara tras su abanico.

—Lo que Grimmjow decida no es de tu incumbencia, pero gracias por la preocupación. —Le digo con una sonrisa viendo a Urahara afilar su mirada mientras Renji simplemente rueda los ojos. —Bien, nos vemos…o tal vez no —Eso último lo digo por lo bajo. Ambos simplemente se despiden y yo entro al portal.

—¡Por cierto, feliz cumpleaños Kurosaki-san! —Me grita Urahara a lo lejos.

Sonrío, desplazándome y comiendo ansias porque es verdad. Hoy es mi cumpleaños y que mejor regalo que obtener a Grimmjow de una vez y para todas.

Ya en el desierto de Hueco Mundo me concentro tanto como puedo en búsqueda de Grimmjow. Estoy seguro que él ya sintió mi reiatsu. Si mal no recuerdo Urahara me dijo que Harribel y Nel más sus hermanos se encuentran viviendo cerca del bosque de menos.

Por supuesto Grimmjow como el alfa dominante y antisocial que es, decidió permanecer aislado en Las Noches, o en lo que queda del lugar. Espero encontrarlo rápido, porque tener que recorrer todas las malditas ruinas sería una molestia.

Afortunadamente conforme me acerco al lugar comienzo a sentirlo. Su reiatsu…su esencia, es pesada y abrumante y se encuentra dispersa en el ambiente. Quizás lo siento mejor que nunca no solo porque son sus territorios, sino porque con la llegada próxima de mi celo y al notar a mi alfa cerca mis sentidos lentamente se agudizan.

Y lo compruebo al llegar y sentirlo. Grimmjow está aquí y está cerca. En las afueras su esencia era hostil y pesada seguramente para alejar amenazas, pero aquí dentro es candente, burbujeante y voluble…todo huele tan bien. A él. Pienso mientras acaricio las paredes frías y avanzo hacia el área de las habitaciones.

—Tienes un segundo para largarte o te cortaré la garganta Shinigami. —Me dice una voz profunda, gruesa y tentadora que me hace sentir un brutal escalofrío directo a la espina dorsal y por todo el cuerpo.

Alfa, alfa, alfa. Me grita mi omega interior mientras giro para encontrarme con él. Grimmjow se encuentra al fondo del pasillo, con su típica mirada cruel y llena de desdén mirándome tan fijo que prácticamente podría perforarme.

Me relamo los labios por lo letalmente atractivo que se ve, descalzo y con unos pantalones blancos, que gracias al cielo ahora son bastante ajustados, adhiriéndose a sus piernas, muslos y trasero de una forma pecaminosa. Pero lo mejor es que aparte de que está despeinado y su cabello cae encantador perfilando su rostro, no trae camiseta dejándome ver su cuerpo brutalmente esculpido. —Alfa…

—No me llames así. —Me dice con fiereza mientras yo me acerco para encararlo. —Kurosaki te lo advierto, no estoy de humor para tu mierda.

Para su mala suerte, antes de poder seguir hablando ya me encuentro frente a él pegándolo contra la pared. Lo miro casi animal de arriba para abajo, sintiendo mis piernas temblar y mi boca llenarse de saliva porque huele tan bien…tan jodidamente bien. A un toque de pomelo, cardamomo, hojas verdes y bergamota. Todo combinado creando el paraíso mismo.

—Deja de babear omega y largo de aquí. —Gruñe empujándome.

Sin embargo es más rápida mi reacción, una vez más yéndome contra él y besándolo. Mi acción lo toma por sorpresa y a prisa intenta alejarme, pero no lo dejo, aferrándome a él hasta que logro meter mi lengua en su boca.

Esta vez es Grimmjow quién me agarra por el cabello, sujetándome agresivo mientras nos besamos con rudeza y un exceso de pasión que ya me tiene escurriendo en placer por él. —Grimm…Grimmjow…alfa. —Le ronroneo entre besos y mordidas, escuchándolo rugir gutural e instintivo.

—Maldición Kurosaki. ¿Qué mierda pasa contigo? Somos enemigos. —Escupe venenoso mientras me separa una vez más.

—Lo somos, pero también somos pareja Grimmjow.

—No, no lo somos.

—Si me marcas seré tuyo para siempre. —Le digo abriéndome más el shihakusho de Shinigami para mostrarle mi pecho, haciendo la cabeza de lado y exponiéndole mi cuello. El típico gesto de sumisión de un omega. —Aquí, sólo tienes que maldita sea morderme y nunca más me iré si así lo quieres. —Grimmjow me mira impasible quizás pensando y sonriendo de lado casi al instante.

—Eres realmente idiota si crees que quiero marcar a un omega como tú. ¿Por qué crees que peleamos tanto? Porque te aborrezco y te odio Kurosaki.

—Púdrete Grimmjow, ¿Crees que no sé qué los arrancar alfa prueban a sus potenciales parejas con base a su fuerza? Y yo soy fuerte…y tú mejor que nadie lo sabe. Y no solo eso, tú también has sentido la conexión que tenemos, estamos destinados. —Grimmjow odia mis palabras, sujetándome violento por el cuello para estrujármelo a la vez que nos gira ahora pegándome a mi contra la pared.

—No sabes lo que dices Kurosaki.

—Jódete Grimmjow. Estoy dejando mi maldito orgullo de lado por ti. Ahora márcame o tendré que matarte. —Esta vez el que habla hostil soy yo. Lo que me agrada es que Grimmjow parece comprender soltándome, riéndose y suspirando.

—¿Matarme tú a mí? Ni en tus mejores sueños shinigami. Un omega como tú no puede con un alfa como yo. Quizás eres fuerte, sí, lo admito. Más no tienes lo necesario para mantenerme entretenido toda una maldita vida. Una larga vida, porque no sé si lo sepas, pero las putas marcas son hasta que alguno se muera.

—Pruébame. —Le digo bufándome de su comentario estúpido. —No solo te daré montones de crías Grimmjow, también barreré el piso contigo en cada pelea que tengamos de ahora en adelante, porque te ganaré cada maldita vez justo como ya lo he hecho antes. —Esta vez mi táctica funciona al verlo levantarme una ceja y sonreír malicioso.

—¿Ah sí? Ahora sí empiezas a hablar en serio Kurosaki. ¿Quieres pelear? Veremos quién destroza a quién.

Grimmjow me gruñe y toma por el cabello, para luego patear la puerta y abrirla arrastrándome al interior. Probablemente debería odiar la rudeza, pero lejos de eso, su trato me hace estremecer y vibrar encendido en cuanto soy arrojado a su cama.

—Si quieres mi nudo enorme y grueso, lo maldita sea tendrás. —Me dice Grimmjow antes de venírseme encima.

Suspiro entre dientes en cuanto sus manos comienzan a arrancarme y a despedazarme la ropa sin piedad hasta dejarme desnudo bajo él. Grimmjow no se mide, mordiéndome los hombros, el cuello y las clavículas como si quisiera comerme a pedazos. —Grimm…hah, Grimmjow. —Jadeo debido al ardor que se convierte en deliciosos escalofríos y pequeños espasmos que me rodean de pies a cabeza.

—Lo odio, odio que me gustes tanto carajo.

Una horda extrema de calor se funde en mi cuerpo derritiéndome al sentir a Grimmjow suspirar contra la piel sensible de mi cuello.

—Hueles tan bien Kurosaki…tan condenadamente bien. A frutos jugosos y dulces, a brotes frescos y a calor insuperable.

Tiemblo complacido y ardiente por el cumplido de mi alfa, olvidándome de cómo se respira en cuanto lo miro abrirse la bragueta mientras su boca permanece en mi pecho, lamiendo, chupando y mordisqueando mis pezones que se han puesto duros por el brusco contacto.

Pero lo mejor viene en cuanto lo veo quitarse los pantalones por fin liberando esa verga enorme, monstruosamente gruesa, bien erecta y escurridiza que gotea tentadora sobre mi piel. Grimmjow me abre las piernas sin decoro alguno exponiéndome ante él y por supuesto relamiéndose los labios y colmillos ante la vista.

—Ven aquí y complace a tu alfa, omega.

La piel se me eriza al oírlo llamarme omega, por lo que rápido  me incorporo mientras ahora el que se recuesta es él. Grimmjow se recarga en sus codos mientras yo gateo travieso hacia él, mirándolo sonreír desdeñoso y maldecir por lo bajo en cuanto sujeto su erección con firmeza para darle una larga lamida desde sus testículos pesados, pasando por su nudo y subiendo todo el largo hasta la punta.

Lo chupo y succiono con gula, sorbiendo y tragándome todo el pre-seminal que brota tibio y traslucido. Grimmjow lo disfruta en grande, rugiendo por lo alto y metiendo una de sus manos entre mi cabello para sujetarme mientras con la otra me sostiene por la quijada.

—Tómame más profundo. —Me exige mientras empuja mi cabeza haciéndome sentir su punta rozar la parte trasera de mi garganta.

Me atraganto y ahogo por lo grueso que es, sintiendo mis labios abrirse en extremo y mis ojos llenarse de lágrimas que se deslizan por mi rostro, al igual que los fluidos espesos y burbujeantes que escurren por la comisura de mi boca y barbilla.

—Eso es…justo así. ¿Sientes mi verga destrozándote la garganta?

Aun con la boca llena le sonrío satisfecho, asegurándome de gemir tan vocal como puedo y de llevar una de mis manos hasta mi erección para masturbarme un poco. Mierda, estoy más duro que nunca. Y tengo tanto…tanto calor que siento mi cuerpo quemarse en fuego lento.

Necesito a Grimmjow dentro de mí, anudándome y llenándome ahora mismo o enloqueceré. Lo deseo, lo quiero, lo anhelo.

—Carajo, lo haces tan bien…muero por anudarme en tu boca, pero supongo que por hoy puede esperar.

Grimmjow que se encontraba follándome la garganta con brutalidad, me jala del cabello para qué deje de chuparlo aún a protestas y darme un rico beso. Nos besamos ruidosos y descarados, tallando nuestras lenguas obscenamente, dejando que la saliva escurra y que la pasión nos consuma.

—Mierda Kurosaki, estás entrando en celo…puedo olerlo en ti.

Poco me importa todo al sentirlo empujarme para recostarme y poder clavar su nariz en mi vientre, donde se concentra mi aroma lechoso y meloso que grita omega fértil y listo para albergar crías. Por supuesto Grimmjow se encarga de comprobarlo al palpar mis caderas y muslos que se encuentran tersos para él.

—Te cogeré hasta preñarte con mis crías y serás mío para siempre.

—Sí, sí…sí, maldición sí. Para siempre. —Le digo metiendo mis manos entre su cabello para atraer su rostro y volver a besarlo. Y aunque cada beso me sabe a cielo mismo, Grimmjow me mata al girarme para que le dé la espalda.

—Preséntate para tu alfa.

Un instinto primitivo y visceral me hace vibrar mientras pego bien mi rostro contra el colchón, elevo mis caderas y abro las piernas tanto como puedo exponiéndome para él.

—Mira lo mojado que estás…escurriendo tanto por mí.

Me muerdo los labios para no gemir vergonzoso al sentir su lengua cremosa, pulposa y húmeda recorres mis muslos y nalgas recogiendo los hilos de líquido traslucido que no paran de brotar desde mi agujero tierno, hinchado y palpitante que se contrae ansioso en busca de ser llenado.

Pero como siempre Grimmjow busca torturarme introduciendo en mí un par de dedos tan profundo y brusco como puede. Me retuerzo jadeante y agonizante debido a que no paran de abrirse dentro de mí, rozando de paso mi punto más sensible que me tiene gimiendo escandaloso.

—Estás tan suave y estrecho, tan perfecto para mí.

Grimmjow me da una brusca nalgada que me hace brincar a la vez que saca sus dedos de mí y se los lleva a la boca, rugiendo satisfecho y feliz.

—Tan maldita sea dulce como la miel.

—Alfa entra en mí rápido… te necesito. —Le exijo desesperado mientras me restriego contra él. Grimmjow tiene razón, estar con él realmente ha adelantado mi celo y poco a poco siento mi mente fundirse y mi cuerpo doblegarse en búsqueda de nada más que placer puro y extenuante.

El aroma de Grimmjow se ha concentrado como testosterona pura, viril y asfixiante que me dice sométete ante mí y te llevaré al paraíso mismo. Ya no puedo negarle nada.

—Voy a cogerme tu culo tan bien omega.

Grimmjow se inclina para susurrármelo perverso al oído, haciéndome gritar y retorcer una vez más al sentir como talla su gruesa erección entre mis nalgas, asegurándose de restregar mi agujero mojado y de llevarme al límite. —Grimmjow maldición, te necesito.

—Y yo a ti.

Me derrito de amor por el estúpido alfa prepotente al que la vida me decidió unir, sin embargo la tierna sonrisa no me dura mucho al tener que apretar los dientes al sentir como por fin se decide a penetrarme lento. Sumamente lento y tortuoso.

Forzándose a entrar en mí con fuerza debido a lo grande que es, abriéndome y dejándome sentirlo centímetro a centímetro. Me deshago estrujando las colchas, sorbiendo la saliva que escurre lasciva por mis labios y notando mis piernas temblar anunciándome que no aguantaran mucho.

Pero ni eso se compara con la cálida sensación en mi pecho porque por fin tengo a Grimmjow dentro de mí.

—Carajo, tan estrecho…y caliente.

Grimmjow ni siquiera me deja acostumbrarme a la intrusión, de inmediato aferrando sus dedos a mis nalgas para comenzar a darme duras estocadas. Grito por la agresividad y por lo tremendamente rico que se siente cada vez más duro y llenándome increíble.

Maldición, la cabeza me da vueltas por el calor y placer acumulado llevándome hasta el fin del mundo y de regreso, en cuanto me corro maravilloso al sentirlo clavarse sumamente profundo en mí.

—Que buen omega, corriéndote solo con la verga de tu alfa. ¿Eso te gusta huh?

Su voz ronca y erótica resuena en mi cabeza mientras intento contener la poca cordura que me queda pero me es imposible. Mis piernas finalmente fallan y caigo de lleno en la cama, pero ni así se detiene, al contrario, Grimmjow continua enterrándose en mí, pero esta vez recargando todo su peso en cada estocada.

No puedo evitar sonreír entre brutales penetraciones por tanto placer fulminante retumbándome hasta las extremidades. Y Grimmjow lo sabe, sabe que me está haciendo gozar como nunca.

Mi alfa que se encontraba friccionándose delicioso contra mí debido a nuestros cuerpos aceitosos por tanto sudor, ahora se incorpora un poco, para colocar sus palmas sobre mi espalda baja y tomar mayor impulso. —Sí…sí, más…más, dámelo más duro. —Le suplico entre balbuceos y gemidos.

—¿Más duro eh? Tú lo pediste Kurosaki.

Esta vez sé que voy a morirme, Grimmjow ha encontrado el ángulo perfecto para golpear directamente mi próstata y tenerme vibrando y gritando enloquecido debido a que es demasiado. Prácticamente puedo escuchar mi cuerpo crujir al igual que la maldita cama que no para de azotarse contra la pared debido a que Grimmjow no tarda en perforarme.

Pero me encanta, me fascina su cuerpo ardiente derramando sudor perfumado sobre mi piel, de la misma manera en que me deleita el sonido del golpeteo líquido por nuestros cuerpos uniéndose. Grimmjow me penetra violento, destrozándome y haciéndome un desastre escurridizo.

—Mierda…voy, voy a correrme.

Sonrío extasiado y descarado aun entre gemidos de verdad sintiéndolo. Grimmjow se entierra en mí hasta los testículos, cada vez más profundo y teniendo que forzarse a entrar debido a su nudo que comienza a crecer enorme, rebosante y rico dentro de mí.

—¿A quién le perteneces Kurosaki? Dilo. —Me pregunta una vez más inclinándose para susurrármelo.

—A ti…a ti carajo, a ti. —Digo entre temblores debido a tantas emociones y sensaciones acumuladas que me tienen con los ojos llorosos y girando mi rostro para encontrarme con el suyo dándole un par de besos dulces. Lo amo, lo amo, lo amo tanto, aunque el mundo se acabara en este momento yo lo seguiría amando para siempre.

—Voy a marcarte omega.

Asiento entre suspiros y ronroneos, tragándome un delicioso rugido en cuanto por fin siento lo que tanto anhele desde que vi sus ojos azules como el cielo por primera vez. Grimmjow me muerde la nuca con tanta fuerza que mi piel se quiebra y sangra, pero igual de rápido mi alfa me consuela dándome tiernas lamidas para que sane más rápido la herida.

Y es maravilloso, etéreo…inefable. Las sensaciones debido a la marca me hacen sentir en el paraíso mismo, ya que por fin la conexión está completa.

Pero aun no acaba, porque apenas bastan un par de estocadas más para que vuelva a correrme y al igual que Grimmjow. Mi alfa se corre abundante, espeso y vigoroso dentro de mí, marcando en definitivo mi cuerpo como su propiedad y con un poco de suerte asegurando un buen legado. —Uhm…más. Quiero más. Lléname con tus cachorros.

—Lo haré, te llenaré toda la noche omega…mi omega.

Grimmjow que se negaba a marcarme ahora me tiene como un animalito perdido de amor por él. Pero mi alfa también lo siente, ahora la conexión es vital y latente. No hay vuelta atrás y me lo demuestra rozando cariñoso su nariz contra mis hombros y asegurándose de olfatearme bien para reconocer mi aroma que ahora se ha combinado con el suyo.

—Vamos a querer matarnos de ahora en adelante y no podremos separarnos ¿Lo sabes cierto?

—Bien por mí. Tendré que darte una paliza cada vez que me hagas enojar y tú tendrás que hacerme el amor si quieres ponerme feliz. —Grimmjow me sonríe encantador y sin malicia, simplemente feliz mientras mete su nariz entre mi cabello para continuar olfateándome.

—Carajo Kurosaki, realmente me jodiste por ti ¿No es así? Siempre lo supiste, que nunca podría ir a otro lado que no fuera entre tus brazos.

Sonrío interiormente sin atreverme a mirarlo aun sintiendo las ricas pulsaciones de su semen caliente llenándome ahora que estamos conectados. Por supuesto que lo sabía. Grimmjow es mío, siempre lo ha sido…siempre lo será.

—Por cierto feliz cumpleaños o esa mierda.

Ahora sí estoy sorprendido, una vez más giro para verlo. — ¿Lo sabías?

—Imbécil eres mi omega, por supuesto que sé algo tan simple como tu jodido cumpleaños.

—Uhm…ahora si estoy realmente feliz. De regalo quiero muchos cachorritos Grimmjow.

—Si creíste que te dejaría ir sin por lo menos hacerte una camada entera, realmente eres un idiota.

Me rio un poco mientras disfruto nuestros largos y maravillosos minutos unidos, hasta que por fin su nudo baja un poco. Lo suficiente para que yo me gire de frente y el vuelva a entrar en mi llenando el vacío de segundos, que me pareció una eternidad. Esta vez le acaricio el rostro mientras él simplemente no termina de repartir besos en mi cuello y pecho sacándome una amplia sonrisa. —Aunque te duela a ti y al mundo te amo Grimmjow.

Mi alfa eleva la vista ante mi comentario, rápidamente elevando una ceja.

—No me duele…me encanta. Frente al mundo eres el tipo rudo, el maldito héroe del que todos esperan un infinito y no hay descanso. Pero conmigo eres tú realmente. Un estúpido niñato adorable y con un exceso innecesario de emociones, que me tiene totalmente loco por él.

—Lo sé. Solo contigo. Y asegúrate de no contárselo a nadie o tendré que matarte.

—Como si pudieras. —Me dice sonriente y antes de darme otro rico beso que me tiene temblando feliz, enamorado y perdido por él. Me abrazo a su cuello, rasguñándole la espalda y jalándole el cabello porque es totalmente mío. Y no lo digo solo por la marca o el sexo, sino porque aunque Grimmjow no es bueno con las palabras, él al igual que yo sabemos que el amor verdadero tiene el hábito de siempre regresar, justo como él lo hace conmigo cada día y desde hoy y para siempre. Después de todo, Grimmjow es de mi propiedad.

Notas finales:

Y después de esa noche, Grimmjow e Ichigo tuvieron veinte hijitos y vivieron felices por siempre, fin. Lol.

Espero que les haya gustado el mini fic para celebrar el cumpleaños del consentido de la fresa junto a su pantera feroz. Y obvio si lo disfrutaron me encantaría que me lo hicieran saber. Por cierto haré otro especial para el cumpleaños de Grimmjow que es el 31 de este mes, ¿Les gusta la idea? Ojalá sí, en fin por ahí nos vemos y también en mis demás fics :D <3 <3 <3  


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