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Colores complementarios por Musa Lockheart

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Notas del fanfic:

Bueno, un saludito especial a Naruko por hacerme este fantástico y estupendo banner. Prometo actualizar más seguido ahora que entra el veranito >///< muchísimas gracias!!

Notas del capitulo:

Sé que no tengo perdón por dejar un poquito de lado Irrealidad y el otro nuevo que he empezado, pero realmente me apetecía mucho escribir un AU. No tengo apenas tiempo para escribir, pero me queda una semana, solo una, para terminar los exámenes de una vez. Estas navidades voy a actualizar todos mis fics, que están casi terminados los capítulos. Espero que os guste esta nueva idea.

 

Ja ne!!!

Hola, ¿sabéis quien soy?¿no? Mi nombre es Naruto Uzumaki y estudio en el instituto público de Konoha. Tengo 16 años, soy un auténtico genio y muy popular. ¿Queréis saber más de mí? Bien.

 

¿Veis ese cuerpazo moreno y atlético con una camiseta verde ajustada y el aspecto de un auténtico dios del sexo? Pues ese no soy yo.

 

Yo soy el idiota que está a su lado limpiando los pasillos mientras él y las dos rubias que le acompañan me tiran cáscaras de pipas.

 

Vale, quizás no soy lo que esperabais, pero, ey, sigo siendo popular aunque no lo creáis. Solo que mi popularidad no es por el motivo que me gustaría, sino todo lo contrario. Es porque tengo un don, algo desde que tengo uso de razón, y es que…tengo una capacidad inhumana para quedar en ridículo de las formas más crueles. Y no hay día que no sienta la frase “tierra trágame” acudir a mi cabeza. Aunque tengo que reconocer que tras dieciséis años de tortura, mi sentido de la vergüenza va perdiendo efecto. Eso es bueno, supongo.

 

En resumen, que soy lo que todo el mundo definiría como un perdedor.

 

Comencé a ser verdaderamente consciente de mi maravillosa habilidad mi primer día de clase en segundo de primaria. Cuando salí a presentarme a la pizarra, se me enganchó el pie en la tarima y me caí de bruces contra el suelo. Me levanté con la cara horrible y la nariz sangrando mientras la profesora me cogía por el brazo. Todos se rieron mucho. Aunque, claro está, yo no me reía tanto.

 

Después de ver que aquello era solo el comienzo y que mi vida diaria acarreaba desastres, mis adorables compañeros de clase comenzaron a darse  cuenta de mi don, el bulo fue corriendo año tras año persiguiéndome. Y ellos comenzaron a traer cámaras de foto a clase. En fin, un maldito asco.

 

Y sin embargo, he sobrevivido y estoy en el instituto, lo cual resulta un poco estresante. Soy como cualquier adolescente normal, joven y sano, con las hormonas mas revueltas de lo normal, solo que orientadas en una dirección un tanto problemática. Decir que soy impotente sería muchísimo más fácil para mí, que admitir que soy gay a mi edad y que se enterasen en mi instituto. Pues sí, para adornar la guinda, soy gay. Y no solo eso, estoy enamorado de una persona que no estaría a mi alcance ni aunque yo fuera un chico normal y corriente sin dones extravagantes. Del chico más popular del instituto, de mi amigo de la infancia con el que no me hablo desde hace más de ocho años…estoy locamente enamorado de Sasuke Uchiha.

 

Y es un maldito cretino, si me permitís decir. Es arrogante, frío, insociable y va por ahí con su look “super Emo”, como dicen sus petulantes fans, pero joder…¿por qué tiene que estar tan bueno?¿por qué me pongo como un tomate maduro cuando por casualidad se encuentra mi mirada con la suya? Si es un imbécil, de todos los imbéciles de este instituto…¿por qué ÉL?

 

Pues todo tiene que ver con un suceso ocurrido hace unas tres semanas…

 

 

Flash Back---||||||||

 

 

Estaba en mi pupitre dándole vueltas a la goma, mirándola embobado con cara de mucho, mucho aburrimiento.

 

-Tsk…de lo que más ganas tengo ahora es de dar una clase de historia del arte…aunque si se pone a proyectar imágenes, quizás podría echarme a dormir un rato…

 

Me puse a mirar de reojo a la ventana, cuando de repente sentí algo helado y húmedo caer sobre mí, dejándome completamente empapado. “Ya empezamos” pensé. Volví mi mirada para ver a aquel demonio femenino con el pelo rosa llamado Sakura, que dijo un “perdóname” entre risas, sosteniendo aún el jarrón en la mano. Todos me miraban de reojo y se reían.

 

-Es que se me ha resbalado- siguió riendo entre dientes.

 

Yo, sin echarle cuenta, me levanté de mi sitio lo más dignamente que pude para ir al baño a tratar de secarme antes de pillar una pulmonía. Pero, para mi mala suerte, resbalé con el agua del puto jarrón y me caí de culo. Joder, no sabéis cómo dolió aquello. Sobre todo cuando ya ellos comenzaron a reír sin ningún pudor en toda mi cara.

 

Pero entonces, algo inesperado, ocurrió. Aquel gilipollas desalmado, presumido y frío, Sasuke Uchiha, se levantó de su asiento con su habitual cara de pocos amigos, agarró el jarrón que había en la otra ventana, se acercó pasivamente hasta donde Sakura y yo estábamos, y, con la tranquilidad que le precede, lo volcó sin ningún miramiento sobre la cabeza de la pelirrosa, que se quedó estática sin saber qué hacer. Luego me dio la mano para ayudarme a levantarme, y, para mi ya creciente sorpresa, se quitó la sudadera azul marina con capucha que llevaba, tendiéndomela.

 

-Cámbiate. Ya me la devolverás.

 

Y, sin decir nada más y sin cambiar su expresión de mala hostia, se volvió a su sitio y siguió dibujando en su cuaderno.

 

 

End Flash Back---|||||||||

 

 

Y, bueno, nadie podría decir que sea un desalmado después de hacer algo como aquello. Seguramente pensaréis que soy un capullo por hablar así de él después de cómo se portó conmigo. Pero se debe a otro suceso que tuvo lugar cuando fui a devolverle su sudadera ya limpia un par de días después.

 

 

Flash Back---|||||||||

 

 

-Ehm…oye…-me acerqué completamente sonrojado a mi supuesto salvador, tendiéndole la sudadera azul- m-muchas gracias por lo del otro día.

 

-De nada-dijo secamente y, tras cogerla, la dejó sobre la mesa y continuó con su dibujo.

 

-Eh…esto…yo…-traté de sacar las palabras con dificultad…¿qué queréis? No tengo vida social.

 

-Lárgate. No tengo la más mínima intención de comenzar una conversación contigo.

 

Y el muy hijo de puta siguió dibujando a su aire, como si yo ni siquiera estuviese allí. Enfadado, me di la vuelta y me senté en mi sitio, pensando que era un idiota solo por creer que podía hacer un amigo por primera vez desde que estudiaba en aquel instituto de subnormales.

 

 

End Flash Back---|||||||||

 

 

Bien. ¿Es o no es un bastardo?

 

Ya imaginaba que vuestra opinión sobre él cambiaría al contaros esto. Pero, sin embargo, como soy el más idiota de todos los idiotas sobre la tierra…la verdad es que yo seguí sintiendo no solo una fuerte gratitud hacia su gesto, sino que me he dado cuenta en las últimas tres semanas de que no puedo quitármelo de la cabeza, estoy loco por él, completamente.

 

Pero es que está tan bueno…tiene esos ojazos negros que tanto me gustan y que erizan cada vello de mi piel cuando se cruzan con los míos, esa piel pálida que tiene que ser extremadamente suave, ese culo prieto y sexy que entran ganas de estrujar a dos manos.

 

El único problema es que no quiere saber absolutamente nada del ser humano. Siempre anda por ahí perdiendo a sus estúpidas fans para que le dejen en paz. Y yo mirándole a escondidas, de hecho trato de no hacerlo, pero mis ojos se van solos. Solo espero que no me pillen un día de estos, porque va a ser bastante problemático…

 

Suena el timbre. Dejo las cosas de la limpieza en el cuartillo y le devuelvo las llaves al conserje. Recojo mi maleta y me largo de allí.

 

Ah, es verdad, se me ha olvidado explicaros por qué estaba limpiando el pasillo. Es que al salir de la clase, choqué sin querer con un profesor que iba bebiendo un refresco y lo desparramé por todo el suelo. Por lo cual me cayó una bronca bestial y mi tutor, Iruka-sensei, me hizo bajar en seguida a por las cosas y limpiarlo. En fin, cosas de mi rutina normal y corriente. Chocar contra personas, derramar cosas…suelen ser las manifestaciones más inocentes de don.

 

Llego a la clase y me siento en mi banca, mirando antes hacia cualquier cosa que pueda acabar con mi dignidad cuando entre en la clase. A veces incluso consigo evadir algunas de estas circunstancias del día a día.

 

Una vez sentado, abro mi maleta y saco las cosas de dibujo. Esta es una de mis clases favoritas, puedo llevarme dos horas dibujando, o escribiendo incluso, ya que el profesor no nos echa mucha cuenta. Me pongo música y simplemente disfruto de tranquilidad. No suele haber muchos desperfectos en estas dos horas. Además, desde mi posición puedo observar a Sasuke mientras dibuja. Cuando lo hace, su expresión hostil cambia por una de relajación y concentración, se ve realmente muy atractivo. A veces incluso me pongo a dibujarle a él, siempre con discreción, claro. Sería muy, muy malo que me descubrieran, más todavía con mi don para hacer el ridículo.

 

¿Qué pensaría Sasuke si supiera…lo que pienso de él?

 

Mis compañeros de clase comienzan a ocupar las bancas, mientras yo ya estoy dibujando con mis cascos puestos. Al poco tiempo entra el profesor de dibujo, Ebisu-sensei. Es un imbécil al que no soporto y no para de mandar láminas horribles que no me gusta dibujar.

 

-A ver, callaos. Quiero que me hagáis un trabajo por parejas, os repartiré los temas y os daré una semana para hacerlo. Después lo tendréis que exponer. Lo quiero presentado en power point y así podremos usar nuestro maravilloso proyector, comprado con el presupuesto que nos ha concedido la dirección.

 

-¿Un trabajo? Menudo coñazo…-me echo encima de la mesa.

 

Se pone a decir los nombres de las personas en los grupos. Un momento, ¿es por orden de lista?...Solo hay dos personas con el apellido que empiece por U en esta clase, uno soy yo y el otro es…

 

-Uchiha Sasuke y Uzumaki Naruto son el grupo nueve.

 

Oh, dios mío. ¿Estoy soñando acaso? Siento mis mejillas arder cuando le veo dirigir su mirada con disgusto hacia mí. Al menos sé que no es nada personal, seguramente solo le molesta tener que compartir el mismo espacio vital con otro ser humano, ¿qué le vamos a hacer?

 

Pero esta…esta es mi oportunidad. Para hablar con Sasuke, hacerme su amigo…Sí, aunque tan solo sea hacer un maldito trabajo, podré pasar tiempo con él. Durante una semana. ¿Será posible que por una vez, mi suerte esté cambiando en algo?

 

-Grupo nueve: Sasuke y Naruto. Vuestro trabajo es sobre el color. Buscad todo lo que podáis, ya sabéis, colores complementarios, círculos cromáticos, etc.

 

Apunto todo lo que dice en mi cuaderno sin que se me note demasiado la ilusión. Un trabajo con Sasuke, un trabajo con Sasuke, ¡un trabajo con Sasuke!

 

Vale, mi autocontrol no está funcionando mucho. Además, todas las féminas me miran con odio, ahora que me fijo. ¿Por qué me miran tan mal?

 

-Oye, dobe.

 

Se me erizan los pelos de la nuca. Esa voz tan sexy no puede ser de otra persona. Me volteo lentamente, tratando de no ponerme demasiado nervioso y controlar un poco ese gran enemigo del ser humano que se auto invita a todas las fiestas: el sonrojo.

 

-¿Q-que quieres…?-genial, un oscar al mejor tartamudo.

 

-No es que me haga mucha gracia hacer un trabajo compartido. Pero como ya sabrás, tengo sobresaliente en todo y no tengo pensamiento de que eso cambie, así que…

 

-Yo también quiero sacar una buena nota- me enfado un poco.

 

-Quedamos en la biblioteca esta tarde a las cinco. Más te vale que seas puntual, usuratonkachi.

 

-Que yo sepa no te he insultado-este tipo me irrita. Si no estuviera tan bueno…

 

-Como sea. Hasta luego.

 

Y se vuelve a marchar a su sitio. Más miradas de odio intenso hacia mi persona por parte de las féminas en celo. Genial. Pero, ¿sabéis qué? Me da igual, porque todas esas imbéciles están rabiando, porque YO voy a hacer el trabajo con Sasuke. Realmente uno se siente bien con estas pequeñas venganzas personales e insignificantes.

 

Suena el timbre de la segunda hora, recojo mis cosas dispuesto a irme para mi casa, feliz como una lombriz, pero la cabeza de Iruka-sensei se asoma por la puerta de la clase, y me hace señas para que vaya tras él. Le sigo hasta su despacho y me indica que tome asiento. Le conozco desde que soy un renacuajo, porque el trabaja en el orfanato en el que me he criado hasta que tuve edad suficiente como para desenvolverme solo.

 

-Naruto, tengo algo de lo que hablar contigo.

 

-Eso es evidente, si no, ahora mismo no estaría aquí.

 

-Déjate de tonterías y escúchame. ¿Cuándo vas a tratar de integrarte con tus compañeros? No tienes ni un amigo, deberías plantearte seriamente intentarlo.

 

-Tengo amigos, pero ninguno de ellos está en este estúpido instituto. Mi clase está llena de imbéciles que me odian…aunque yo lo quisiera, ellos no serían mis amigos. Así que…¿para qué intentarlo?

 

-Y ¿qué me dices de Sasuke Uchiha?

 

-¿Q-qué pasa con él?-digo tratando de ocultar cómo mi corazón ha empezado a dar estúpidos botes en mi pecho.

 

-Bueno, él tampoco habla con nadie, se le ve bastante solo. ¿Por qué no te haces amigo suyo?

 

-Iruka-sensei…él es muy popular. No tiene amigos porque no quiere, y te aseguro que yo no tengo problema ninguno en hacerme su amigo -me sonrojo- pero estoy seguro de que él no opina lo mismo.

 

-Pero Naruto, tú y él os conocéis desde pequeños…¿no?

 

-Ya, pero hace ocho años que no nos hablamos…

 

-Bueno…además, quería hablarte de otra cosa. Quiero que sepas…-me sonrie-…que a mí puedes contarme lo que sea, ¿vale? Si te sientes solo, preocupado por los cambios de tu cuerpo, es una edad muy difícil y…

 

-¿A que viene tanta historia? Ve al grano, sensei- ya nos conocemos, quiere preguntarme algo pero no se atreve.

 

-Naruto, es difícil ser gay en el instituto y sobrevivir a ello. Pero eso no significa que tengas miedo de hacer amigos solo porque pueden descubrirlo.

 

Mi cara tiene que ser un poema ahora mismo. Empiezo a sudar mucho.

 

-Y-yo…yo no soy gay, no se de donde sacas esa idea…

 

-A lo mejor porque llevas tres semanas mirando a Sasuke como si fueras a empotrarlo en la pared y hacerle hombre.

 

Vale, esta vez esto si que NO tiene gracia.

 

-¿¡¡Qué estas diciendo!!?- me levanto completamente abochornado.

 

-Yo soy gay.

 

Se hace el silencio absoluto en la habitación.

 

-Yo soy gay, Naruto. Vamos, tranquilo…no se lo voy a decir a nadie.

 

Pues vaya tela. ¿Cómo ha podido notarlo? Si estaba convencidísimo de que lo estaba ocultando a la perfección…

 

-Bueno, creo que es hora de dejarte libre ya para que puedas ir a comer y luego hacer ese trabajo con Sasuke…

 

-¿Qué…?-mi mandíbula tiene k llegar cerca del suelo ahora mismo- tú…¿cómo sabes…?

 

-Bueno, estaba merodeando cerca de tu clase para poder hablar contigo…

 

-Esto es increíble…-y regalándole mi mirada más escéptica, dejo el despacho y cierro la puerta tras de mí. Una sonrisa se dibuja en mi rostro. Sí, esa tarde comenzaría la operación: acercamiento y captura de  Sasuke Uchiha.

 

 Después de todo…¿acaso no era el profesor quien le había dicho que se hiciese su amigo?

 

 

Continuará…


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